He repetido ya muchas veces que nunca jamás, en mi intensa y extensa vida, ha sido (ni lo soy ni lo seré) de ningún Partido ni de ningún Sindicato. Cuando fui elegido Enlace Sindical del Banco Hispano Americano (en Madrid) y Representante de Alumnos en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense (también en Madrid), yo era lo que siempre he sido: un autónomo independiente que conocía (y lo conocía muy bien) todos los entresijos de la política nacional e internacional, así como todas sus madejas (alguna que otra vez manipulé madejas con mi abuela materna para hacer bufandas de lana).
 
Así que harto ya de tanta persecución ideológica por parte de José Luis Pérez Gutiérrez (del cual no me gustaba su peinado) le hice que rompiera, de inmediato y a la orden de ¡ya!, el carnet de la UGT que él me había preparado sin mi permiso y en contra de todos mis principios de libertad de elección. Sólo faltaba mi firma pero yo le dije que lo rompiera o le rompía yo a él la cara "ipso facto" e "ipso facto" lo rompió. Así que tengo que volver a repetir, una vez más, que cuando salí elegido yo era Autónomo Independiente (y lo sigo siendo y lo seré durante toda mi vida) pero que, como no me iban a dejar ni tan siquiera una silla donde sentarme en algún despacho de la Séptima Planta de la Oficina Principal del Banco Hispano Americano de Madrid, donde yo soñaba todas las mañanas (amparo del silencio) mientras tomaba café con leche y observaba a todas las veletas, decidí bajar a mi puesto de trabajo (sin renunciar jamás a los cargos ganados en las limpias votaciones de listas abiertas) para cabreo monumental de José Luis Magro Yagüe, del cual yo pasaba olímpicamente.
 
Y esa es la pura y gran verdad de lo sucedido durante aquellos 4 años que estuve ejerciendo -sin ejercer porque no me dejaron ejercer- mis cargos de Enlace Sindical y Representante de Alumnos Universitarios, ya que jamás me dejé comprar por nadie (y bien que lo sabe Justo Fernández, líder de la UGT de Banca en Madrid, cuando rechacé la oportunidad que me ofrecía para liberarme de toda responsabilidad y hacer lo que me diera la gana); pero he de señalar, para contar la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, que yo nunca he sido ni obrero ni proletario ya que siempre he sido solamente trabajador. Y que viva la Pepa como decía bastantes veces mi propio padre.
 
Nota.- Lo he dicho y repetido ya miles de veces pero a Jacinto (el del Hogar de Molina de Segura) parece que no le entra en la mollera que quiere decir que no acaba de entenderlo su cerebro con lo fácil que es entenderlo. Yo no sé si es corto de entendederas pero no acaba de entender lo que entienden hasta los más pequeños niños de una guardería infantil. A lo mejor es que es infantil del todo. Y en cuanto a lo que va diciendo por ahí de que yo soy más de derechas que la llave de la fuente fría de un lavabo pues me es totalmente indiferente ya que, además de ser completamente falso, para mí es muy importante el agua fría para calmar la sed en estos veranos murcianos pero yo a él le recomendaría que tomase calmantes vitaminados para que apacigüe todos sus nervios y se alimente como Dios manda. ¡Claro que creo en Dios!.