Verdades irrebatibles (Reflexiones)
Publicado en Jun 28, 2016
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Conocemos con el nombre de verdades irrebatibles a las que no tienen discusión posible y las debemos aceptar como absolutas. Mientras veo el España-Italia de los octavos de final de la Eurocopa 2016, me encuentro con dos de esas verdades: "Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente" (de Groucho Marx) y "Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro" (de Albert Einstein).
 
Desde los tiempos en que yo iba al cole (pienso ahora que estoy bebiendo mi café con leche en "El Café" de Molina de Segura) siempre he captado muy bien esas dos verdades irrebatibles y, por lo tanto, absolutas. Cuando yo era solamente un niño parecía tonto (o eso creían muchos), pero la verdad es que me sonría por dentro viendo cómo hacían el gilipollas quienes pensaban así. En cuanto a la estupidez humana, la contemplé tantas veces en mi época infantil que terminé por ser inteligente.
 
Huyo de los lugares comunes, pero he visto a tantos niños comunes en mi época escolar que, según iban pasando los años, más me alejaba de los charlatanes mientras despejaba las dudas de que eran tontos del todo. Referente a la estupidez humana, observaba detenidamente cómo reaccionaban ante las preguntas inteligentes: se quedaban con la boca abierta; lo cual era señal de que habían batido todos los récords de la imbecilidad. Así que en esta carrera de obstáculos (que llamamos vida por llamarla de una forma interesante) algunos son tan burros que rebuznan y, cuando yo veo que rebuznan, procuro alejarme fuera de su alcance para no recibir coces. Cosas de la estrategia promovida por la inteligencia emocional para poder sobrevivir. Y es que he conocido a muchísimos asnos (pléyades de asnos humanos para ser más exactos) que ni tan siquiera son capaces de hacer sonar la flauta ni por casualidad. Soplan y resoplan y no pasa nada. La flauta sigue sin sonar.
 
Desde pequeñito aprendí aquello tan gracioso de "a los tontos de Carabaña se le engaña con una caña; a los tontos de Carabanchel se les engaña con un papel". No tengo, ni he tenido nunca, nada contra los carabañeros ni contra los carabancheleros, pero aquello era tan gracioso que pasó a ser otra de esas verdades irrebatibles que no tienen réplica alguna. Así que yo guardaba silencio e iba acumulando, dentro de mi cerebro, estas verdadera lecciones prácticas de la vida. Ser español no es una desgracia, mas viendo actuar a muchos de aquellos niños del colegio Lope de Rueda de Madrid, lo parecia. Yo pensaba en lo siguiente: "en un rebaño de ovejas siempre destaca el que es un lobo". Por eso yo era un destacado entre todos ellos.
 
Cuando el gran maestro Don Florencio Lucas Rojo quería poner un ejemplo de "babieco" elegía a alguno de los más charlatanes que, engañado por la astucia del pastor (en este caso el citado gran maestro), se convertía repentinamente en cacatúa ante la sonrisa triunfal de Don Florencio y mi inteligente silencio; porque el cacatúa de turno (pongamos por ejemplo a Fornieres, Saturnino o Garzón, de entre aquel tan alto número de ellos) no daba ni una respuesta acertada. Por ejemplo, solían confundir al Guadiana con el Guadalquivir, y perdonen mis pareados pero es que yo, ya en aquellos tiempos infantiles, había demostrado ser un consumado poeta.
 
Sólo cuando me llegaba el momento oportuno, yo cogía papel y pluma y me despachaba más a gusto que un panadero a primeras horas de la mañana, cuando a todos les entra la gazuza y, claro está, les ponía a todos ellos verdes y rojos de vergüenza mientras que Don Florencio soltaba cómplices carcajadas. Era muchísimo mejor ser lobo silencioso que oveja baladora; porque así mis enemigos no sabían dónde me encontraba yo, siempre al acecho, para encontrar la frase más ingeniosa con la que definirles. Por ejemplo: "sólo son ovejas y terminarán trasquilados". Efectivamente así eran y todos ellos terminaron por perder la lana. Por las noches, en la cama, me daba por reír tanto que ni mis hermanos de enteraban de qué iba toda aquella fiesta continua.
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Reflexiones de carcter social.

Palabras Clave: Comunicacin Divulgacin Reflexiones Pensamiento Sociedad Conocimiento Instrucciones Realidad Verdad.

Categoría: Conocimiento

Subcategoría: Instrucciones



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