Tú silueta inverosímil,
con tu corteza fría,
luces de garzo adorable,
como una fémina solitaria.
¡Tan pura! escarchada doncella
¡Llena!, a los humanos embelesas,
con tu sempiterna belleza
y  adornada, por miles estrellas.
Tu madrugada de espejo glacial,  
Princesa; de escultura espacial
¡Musa! brumosa encantada,
En las sombras una insigne Ada.