Caballo Loco (Relato)
Publicado en Jul 29, 2016
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José Luis ha aparecido galopando, cual jumento y a cuatro patas, por la calle de San Pedro. Ante la atónita sorpresa de todos los vecinos, va subiendo a toda velocidad hacia la Plaza del Trabuco mientras grita a todo pulmón.
 
- ¡¡¡Soy el "Caballo Desnudo" de Atila!!! ¡¡¡Soy el "Caballo Desnudo" de Atila!!! ¡¡¡Soy el "Caballo Desnudo" de Atila!!! ¡¡¡Y voy a libertar a todos los presos de la cárcel porque soy su salvador!!!
 
Las pías damas, adictas de la Catedral, a donde acuden siempre que se celebra cualquier clase de misa; sean las dominicales, las de la despedida a alguien que a muerto, o sea las de cualquier responso por la alma de alguno o alguna que haya fallecido hace un año, se hacen cruces y más cruces viendo a "Caballo Loco" tal como vino al mundo y trotando calle arriba. 
 
 
- Se me oprime el corsé viéndole totalmente en pelotas, Amalia...
- No digas tales cosas soeces, Vicenta.
- Déjala en paz, Amalia, la pobre no ha tenido ninguna experiencia tan emocionante en su vida.
- ¡Pero María! ¡¡Esto es pecado!! ¡¡¡Esto es pecado mortal!!!
 
A la tercera señal de Rafa, Emilio lanza una piedra contra aquel enloquecido José Luis, pero rebota en la puerta del hogar de los Garrote y sale despedida hasta la casa nueva que está reformando "Fernandito", el pintor del barrio que tiene admiradoras por toda la ciudad conquense y que siempre acuden, en peregrinación cultural -como dicen ellas ante las miradas cómplices de todos los que saben bien a lo que van- cuando las noches veraniegas son más bien frescas.
 
- Pero Emilio, que vas a romper el cristal de alguna de las ventanas y "Fernandito" nos va a denunciar.
- Que denuncie, que denuncie si se atreve a hacerlo. Soy capaz de denunciarle yo a él por todo lo que sucede dentro de su "guarida" durante las frescas noches de verano con esas frescas que acuden armando alboroto en todo el barrio hasta altas horas de la madrugada.
 
El escándalo de la glorieta es enorme. José Luis ha llegado ya hasta la Plaza del Trabuco y, abandonando la postura de cuatro patas, se pone en pie sin dejar de gritar con toda la potencia capaz de sus pulmones mientras se golpea el pecho, con ambos puños, como si del gorila "King Kong" se tratara.
 
- ¡¡¡Soy el "Caballo Desnudo" de Atila el rey de los hunos!!! ¡¡¡Vengo a libertar a todos los que están encarcelados por haber robado al inmoral de "Fernandito"!!! ¡¡¡Soy Acteón y la reina del Austro al mismo tiempo!!!
 
Las gualdrapas del burro del Tío Benito, que pasa en esos momentos por aquella plaza en forma de glorieta, se vienen al suelo porque se ha asustado y, soltando dos coces al aire que consigue esquivar el Tío Benito porque Dios es grande, se desboca por la calle San Pedro en dirección a la Plaza Mayor.
 
- ¡¡¡Burro!!! ¡¡¡Burro!!! ¡¡¡Más que burro!!! ¡¡Cuando te sujete te vas a enterar de quien es Benito!! ¡Te voy a dar más palos que a una estera!
 
El interés moral de las tres Pías Damas es de tal naturaleza que siguen sus chismorreos ante aquello que consideran un sacrilegio pero que no ha servido para otra cosa sino para que el trío femenino, y lo de femenino es solamente un decir, hayan corrido, con todas sus sayas al viento, para ver la escena desde la primera fila.
 
- Pero Amalia... si está enseñando todas sus vergüenzas...
- Calla Vicenta, calla, que eso también es pecado mortal aunque sólo sea con el pensamiento...
- Debemos notificar inmediatamente al obispo Macario...
- ¿Y perdernos el final de esta historia? ¡Nada de eso, María!
- Pero Vicenta, ya te está diciendo Amalia que es pecado mortal...
- Pero tenemos que tener pruebas suficientes para denunciarle ante las autoridades eclesiásticas de la Catedral...
 
El morbo crece cada vez más en el ánimo de las Pías Damas y la casa nueva de "Fernandito" recibe otra pedrada lanzada por Emilio.
 
- ¡Emilio! ¡Atina un poco mejor que la jodemos!
- Es que ese loco ya está fuera de mi alcance, Rafa.
- ¿Entonces por qué sigues tirando piedras?
- Ensayando por ver si baja...
 
A Rafa le da un ataque de risa mientras aparece en escena La L.I.M.A.; nombre secreto, como si de una espía de la KGB se tratara, de Leonarda Ignacia Mazarrón Alcaide que, para todos, es la décima Musa que ha tenido ya "Fernandito", el famoso pintor que está haciendo historia en el arte abstracto de toda Cuenca. Casto amor espiritual es lo que dice él cuando a veces le preguntan las autoridades del Ayuntamiento, que tan rígidamente gobierna Emiliano García Siboni, de madre italiana lo cual pregona siempre con enorme petulancia a quien se le cruza en sus caminos, y la pareja de la guardia civil compuesta por Bonifacio Pío Segundo y Máximo Pío Tercero que resulta que son primos por parte de padre.
 
- ¡¡En el templo de la verdad nos encontraremos, inmoral!!
- ¡Calla, por favor, Amalia! ¡Calla que no oigo bien lo que dice!
- Está bien, Vicenta... está bien... pero a ese inmoral lo empapelo...
 
José Luis sigue, completamente desnudo, lanzando denuestos en la Plaza del Trabuco mientras el cerdo de "La Tía del Azafrán", muy conocida por sus deliciosos chorizos rojos, se ha escapado y ha estado oliendo las llamadas vergüenzas de José Luis.
 
- ¡¡¡Lárgate ya, cochino, o te aplasto como si fueras una longaniza!!!
 
El cerdo, asustado por las voces de José Luis, emprende la huida hacia el callejón que parte de la iglesia de San Pedro y por donde, en esos momentos, desfilan los seminaristas hacia el Puente de San Pablo.
 
- ¿Ha visto eso, hermano Caracena?
- Sí, hermano Hortelano, lo he visto.
- ¿Seguimos nuestro camino o nos quedamos unos minutos más observando para saber qué sucede?
 
Hortelano da una voz al resto de la comitiva.
 
- ¡¡Queridos hermanos de seminario!! ¡¡Caracena y yo tenemos que hacer una urgencia!! ¡¡Sigan todos ustedes hacia adelante que en pocos minutos nos volvemos a enganchar!!
 
Todos creen que lo de la urgencia es que ambos, los hermanos Caracena y Hortelano, sufren de dolor de estómago por haber comido tantos higos de la huerta del Tío Eulogio y necesitan evacuar; así que, sin decir mucho más, solamente uno de ellos les lanza una jaculatoria estimulativa.
 
- ¡"Carpe diem", hermanos, "carpe diem"! ¡Y gocen del momento para poder pensar!
 
Todo el grupo de los seminaristas lanzan enormes risotadas ante la ocurrencia del hermano Vicario y siguen su camino en dirección al Puente de San Pablo, mientras que el desnudo José Luis, que todos conocen como "Caballo Loco" porque nació una noche de luna llena como producto de los escondidos amores que hubo entre el indio sioux "Lakoleta" y Otilia Mazarrón Alcaide, hermana de Leonarda Ignacia Mazarrón Alcaide, durante la temporada que "Lakoleta" estuvo actuando en la Plaza de Toros, de la Avenida de los Reyes Católicos, formando parte del "Circo de Búffalo Bill", sigue lanzando gritos como un poseso. Ahora le ha dado por cantar mientras baila una jota serrana.
 
- ¡¡¡Será una rosa o sera un clavel!!! ¡¡¡El Dos de Mayo te lo diré!!! ¡¡¡Será una rosa o será un clavel!!! ¡¡¡El Dos de mayo te lo diré!!!
 
"La Tía de Azafrán", llamada así por su inveterada costumbre de aliñar todas sus comidas con azafrán "Cabeza Roja", está muy enojada con el desvariado José Luis.
 
- ¡¡Como no encuentre rápidamente a mi cerdo, por la Virgen de las Angustias, que te deslomo por completo, indecente!!
 
Luego sale rápida en dirección al callejón donde se encuentran mirando los hermanos seminaristas Caracena y Hortelano.
 
- ¡Sinvergüenzas! ¿Esto es lo que les enseña el padre Ocaña, el de Cañete, en los talleres para seminaristas?
- Nosotros no estamos haciendo nada malo.
- ¡Cómo se nota que te llamas Caracena! ¡A ti todo lo que sea ver espectáculos deshonestos echándole más cara que vergüenza y una buena cena gratis te viene de perlas!
- Nosotros no nos estamos burlando de nadie.
- Pues tú, Hortelano, tal como te llamas mejor te iría cultivando la huerta del Tío Cruz en lugar de andar perdiendo el tiempo con tantas sandeces. ¡Gandul!
 
"Caballo Loco" he dejado de cantar y amenaza a una joven mozuela que cruza por la plaza del Trabuco.
 
- ¿A dónde vas, pecadora? ¡¡¡Eres como Eva en el tormento!!!
 
En esos momentos se produce un cambio de guardia en la vieja cárcel y aparece la pareja formada por Bonifacio Pío Segundo y Máximo Pío Tercero, que son primos de padre entre sí, dispuestos a establecer el orden cívico y moral. José Luis, completamente desnudo pero ahora agachado como si estuviera haciendo una necesidad urgente, se asusta pero sigue gritando.
 
- ¡¡¡Traición en la kermesse!!! ¡¡¡Esto ha sido una triación en la kermesse!!! ¡¡¡Malos demonios se lleven al chivato!!!
 
Para las Pías Damas la llegada de la pareja de la guardia civil es como el banco advenimiento de dos ángelse salvadores.
 
- Menos mal que Dios ha oído nuestra oraciones, Amalia.
- Mientras haya moral, Vicenta... estaremos siempre salvadas mientras haya moral...  
 

 
 


 
  
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Relato

Palabras Clave: Literatura Prosa Relato Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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