El cuento de Alí (Relato)
Publicado en Aug 02, 2016
Nicasio "Casio" Grandy Lay acababa de tumbar en la lona a su duodécimo rival seguido. Llevaba una carrera meteórica repleta de éxitos. Su foja era de 12 combates realizados con 12 victorias por nockaut.
- ¿Qué te parece el chico, Luis? - ¿Sabe ya que le estáis enfrentado con verdaderos "paquetes" para que sume gran cantidad de victorias mientras sus rivales se tiran a la lona para hacerle creer que es el más poderoso boxeador jamás visto en la historia de este deporte? - ¡Calla, por favor, Luis! - ¿Cuánto cuesta mi silencio, "Duende"? - ¿Cuánto nos pides por no decir nada? - Depende, "Duende", depende... No pudieron continuar la conversación porque ya "Casio" estaba junto a ellos esperando la entrevista con Luis Sancés. - ¿Cómo me ha visto, señor periodista? - ¡Como nunca! ¡Te he visto como nunca! ¿Puedo hacerte un par de preguntas? - ¡Nada de preguntas ahora! ¡El chico necesita reposo! - Un momento, "Duende", aquí el futuro campeón del mundo soy yo y yo decido lo que debo o no debo hacer. Pregunte usted hasta que yo diga basta. Angel "Duende" guardó silencio pero dudaba de las intenciones de aquel tal Luis Sancés que conocía la verdad. - Empecemos por tus doce victorias consecutivas tumbando a la lona a todos tus adversarios en los primeros asaltos y sin que te lleguen a dar casi ninguna vez. ¿Qué haces para conseguirlo? - ¡Soy el boxeador más limpio del mundo y ya todo Louisville lo sabe! ¡Estoy loco! ¡Sí! ¡Estoy loco porque la gloria me espera y la gloria sólo es un paraíso donde nada más pueden entrar los que están locos de verdad! - ¿Puedo preguntar desde cuándo estás tú loco del todo? - ¡Desde que tuve la gran ocasión de conocer a Angel "Duende"! - Pero, además de boxeador que camina recto y sin parar hacia la conquista de la corona mundial de los pesos pesados, ¿qué sabes hacer, "Casio"? - ¡Soy todo un artista señalado por el dedo de Dios! ¡Bailo, canto y hago poesías! - ¿Sabes cantar de verdad? - Escuche. Escuche esta última que conocí en un viaje a Marruecos cuando iba de paso hacia Sudáfrica. Se la oí cantar a un legionario. - ¿Español tal vez? - Supongo que era español. - ¿Y cómo pudiste aprenderla si la cantaba en español? - ¡Es que soy muy inteligente para aprender canciones de memoria! ¡Las oigo, me pongo las pilas de inmediato y me corro del todo! ¡Escuche y calle o le mando a la calle y le jodo la entrevista! - Escucho. - ¡¡¡Nadie en el Tercio sabía quién era aquel legionario tan audaz y temerario que en la Legión se alistó. Nadie sabía su historia, más la Legión suponía que un gran dolor le mordía como un lobo el corazón. Más si alguno quién era le preguntaba, con dolor y rudeza le contestaba: Soy un hombre a quien la suerte hirió con zarpa de fiera, soy un novio de la muerte que va a unirse en lazo fuerte con tan leal compañera. Cuando más rudo era el fuego y la pelea más fiera, defendiendo su Bandera, el legionario avanzó. Y sin temer el empuje del enemigo exaltado, supo morir como un bravo y la enseña rescató. Y al regar con su sangre la tierra ardiente, murmuró el legionario con voz doliente: Soy un hombre a quien la suerte hirió con zarpa de fiera, soy un novio de la muerte que va a unirse en lazo fuerte con tal leal compañera. Cuando al fin le recogieron, entre su pecho encontraron una carta y un retratro de una divina mujer. Y aquella carta decía: "... si algún día Dios te llama, para mí un puesto reclama que a buscarte pronto iré". Y en el último beso que le enviaba, su postrer despedida le consagraba: Por ir a tu lado a verte, mi más leal compañera, me hice novio de la muerte, la estreché con lazo fuerte y su amor fue mi Bandera!!!. - ¡Bendito Dios! ¡Qué bien cantas, "Casio! ¡Cuánto emociona a las gentes el canto de tus sentimientos! ¡Y qué voz tienes, Madre del Amor Hermoso! - ¿Se está usted burlando de mí? - ¡Calma, "Casio", calma! ¡El periodista Luis Sancés sólo ha querido saber lo gran cantante que eres! - Gracias, "Duende". ¿Puedo saber si tienes otras actitudes artísticas además de bailar sobre el ring? - ¡Bailo en el ring porque nací para bailar! ¡Un día de estos cuelgo los guantes y me convierto en la Pavlova! - Pero... "Casio"... ¿qué estás diciendo?... - Deja al chico que se desahogue contando sus verdaderos sueños, "Duende". - Es que no voy a permitir que se le confunda... - ¿Porque ha dicho que sueña con ser como la Anna? Lo mejor de una buena entrevista personal siempre es sacar al exterior lo que se siente por dentro el entrevistado. - ¡Pero Nicasio "Casio" Grandy Lay no es un gay! - ¡Jajaja! ¡Eso sí que es poesía de la buena! ¿Es que también te gusta la poesía, "Casio"? - ¡Deja al chico en paz! - ¡Te repito, "Duende", que aquí el que va a ser campeón mundial soy yo, o por lo menos eso es lo que tú y todos los del mundo del boxeo me estáis diciendo continuamente! Angel "Duende" Arenas comenzó a temblar visiblemente. - ¿Te sucede algo, "Duende"? - No. Nada de nada. Sólo que me ha pillado de sorpresa. - Entonces deja que le demuestre al periodista mi capacidad de poeta. - Escucho. - Con una morcilla frita me como una patata frita. ¿Qué le ha parecido, Luis? El periodista sabía que tenía que decir que sí porque su vida peligraba si decía que no. - ¿Esas son las poesías que te han hecho tan famoso en el mundo entero? - ¡Sí! ¡Son grandiosas! ¡Son maravillosas! ¡Son el éxtasis total! ¿Quiere que le recite la mejor de todas mis poesías? - Escucho. - ¡Antes del cuarto asalto te romperé las narices y comerás las perdices en una silla de esparto! ¿Qué le parece? ¡Todo el mundo dice que soy el mejor poeta de toda la "Generación Perdida" de los Estados Unidos y eso que me gano la vida como boxeador! - ¿Sabes quiénes fueron los componentes de la Generación Perdida? Nicasio "Casio" Grandy Lay se quedó momentáneamente con la mente en blanco. - Perdónale, Sancés. Perdónale. Te lo pido como señal de amistad inseparable entre tú y yo. - Está bien. No escribiré que canta como un cerdo a la hora de estar a punto de ser degollado pero yo no voy a escribir que es un gran poeta como dicen todos los demás. Sus poesías las mejora hasta mi amiga Carlesi, una italiana que sólo tiene cinco años de edad y está aprendiendo en la escuela. - Está bien. Pero no cuentes esa verdad a nadie. - ¿También tengo que ocultar esa estafa? - Por favor, Luis, por favor. - ¡Ya está bien de tanto pedirme favores, "Duende"! ¿Además de que no sabe que le estáis preparando los combates con "paquetes" que se tiran a la lona justo en el asalto que él ha pronosticado días antes de las peleas también tengo que callar que no tiene ni puñetera idea de lo que es ser poeta? - Exacto, amigo. ¿Cuánto quieres por guardar silencio? Nicasio "Casio" Grandy Lay pareció volver de algún lugar imaginado. - ¡¡¡El Walhalla!!! ¡¡¡He visto el Walhalla de los musulmanes!!! Luis Sancés y Angel "Duende" le miraron sorprendidos porque "Casio" estaba fuera de sí. - ¡¡¡He visto a Mahoma y su primo Ali en el Walhalla musulmán!!! ¡¡¡Iban los dos montados en un mismo burro!!! Luis Sancés se atrevió a seguir preguntando. - ¿De qué raza era el burro donde iban recorriendo el Walhalla musulmán Mahoma y su primo Ali? - ¡¡¡Majorero!!! ¡¡¡Era un burro majorero de Canarias!!! - Y hablando de Canarias, donde existen una gran cantidad de mujeres tan sexys que te tiran de espalda sólo al mirarlas, ¿has visto muchas mujeres guapísimas y desnudas en el Walhalla de los musulmanes? - ¡¡¡Ni media!!! ¡¡¡No he visto ni media mujer desnuda!!! ¡¡¡Creo que estaban de puente!!! - ¿De puente en el Walhalla? - ¡¡¡De puente en el Walhalla!!! ¡¡¡Mahoma y Ali me dijeron que los días de puente en el "Walhalla" los aprovechan todas las huríes para irse a tomar baños de Luna!!! - ¿De verdad que las huríes del Walhalla se van desnudas hasta la Luna cuando llegan los puentes de cada año? - ¡¡¡Si me lo han dicho Mahoma y Alí es que es verdad!!! Para sacarle de aquel místico trance, Angel "Duende" le dio una tremenda colleja en la parte posterior de su cuello. - ¿Eeeehhhh? ¿Aaaahhhh? - Despierta ya, "Casio", y olvídate de esas aventuras por el Walhalla. - ¡Está bien, "Duende", pero después de lo felices que he visto a Mahoma y su primo Alí montados los dos en un burro majorero de Canarias, en cuanto logre ser campeón mundial de los pesos pesados lo primero que voy a hacer es convertirme al Islam y me cambiaré de nombre. ¿Qué le parece a usted señor periodista? - Gustos hay para todo, "Casio". Incluso para tener mal gusto; porque elegir un burro para viajar por el Walhalla musulmán, además de increíble porque yo no me lo creo, es de muy mal gusto estando Mercedes por ejemplo. - ¿Mercedes? ¿Qué Mercedes? - Del calibre 116 por ejemplo. - ¿Te estás refiriendo a un Benz? - A eso me estoy refiriendo, "Duende". ¿Qué estabas tú pensando? - Nada, nada grave... lo que pasa es que como "Casio" ha estado de visita de cortesía en el Walhalla de los musulmanes y habló de guapísimas mujeres desnudas pero que no ha visto a ninguna porque estaban de puente en la Luna... y como me llamo Angel... pues resulta que se me ha ido el santo al cielo. - ¿Quiere usted hacerme alguna pregunta más? ¡¡¡Sólo le admito una nada más y espero que no sea para seguir pitorreándose del Walhalla musulmán porque ya está decidido que yo pasaré a ser Mahoma Alí, dios de los Musulmanes Negros, en cuanto consiga ganar el campeonato mundial de los pesos pesados!!! - No te ofendas, "Casio"... pero... ¿tú conoces esa historia de las mafias del boxeo en que van haciendo que dos futuros campeones peleen muchísimos combates contra "paquetes" que se tiran al suelo para hacer como que han sido noqueados y cobran una buena suma de dinero por ello, hasta que llega un buen día, señalado por quienes dirigen las apuestas por supuesto, y enfrentan a los dos imbatidos para que uno de ellos se haga campeón? Casiano "Casio" Grandy Lay quedó como si le hubieran noqueado a él. - ¡Me prometiste que no le contarías la verdad de lo que estamos haciendo con él! - No, "Duende", no. En ningún momento he dicho que eso pasara con su carrera de boxeador. - Pero le has dado a entender que sí. - ¿Y no es acaso la verdad? - Es la verdad. Pero en el mundo del boxeo no se puede nadie permitir el lujo de decir ni tan siquiera una sola verdad. Lo de los "paquetes" que se tiran a la lona lo sabemos todos y todos nos lo callamos. - Bueno. Haré como que esta entrevista no ha existido jamás... pero ya nos veremos el 25 de febrero del año que viene cuando pelee por el título contra "Sonado Listo". Cuando el periodista Luis Sancés, de origen claramente puertorriqueño, se fue alejando del cuadrilátero donde había presenciado uno más de los combates amañados de los que están repletos el mundo del boxeo profesional, escuchó recitar a Casiano "Casio" Grandy Lay. - ¡No me vas a aguantar aunque te vayas al mar y cuando suene el tercero te volaré el sombrero! - Dios mío... y a eso lo llaman ser poeta... Después fueron pasando muy deprisa los meses mientras Casiano "Casio" Grandy Lay seguía venciendo por fuera de combate a toda la larga serie de "paquetes", viejos boxeadores ya en decadencia y a punto de colgar los guantes para siempre, que se tiraban a la lona haciendo como que habían sido noqueados justo en el mismo número de asalto que había pronosticado "Casio" en sus poemas que, por cierto y nadie se atrevía a decírselo, no eran poemas ni nada parecido a poemas, sino simples frases sin sentido ni sensatez alguna dando la sensación de que en verdad era un loco, el loco de Louisville como le llamaban todos sus vecinos desde que le habían visto patear, desde muy joven, a las negras sombras de los árboles de las avenidas de aquella ciudad como dándoles ataques de neurótico perdido. Y ahora, llegado el 25 de febrero del año siguiente a la entrevista concedida al puertorriqueño Luis Sancés, éste estaba desayunando tranquilamente en la cafetería "El Oso Blanco" de Miami, junto con su compatriota, colega, compañera de trabajo y amiga, Mercedes de los Ángeles Las Vegas de Molina de Segura. - ¿Cuál es el misterio que se encierra en todo esto del combate entre el viejo "Sonado Listo" y ese pedante y engreído de "Casio"? - Tranquila, Mercedes. Nadie del mundillo de los bajos fondos del boxeo lo desconoce; pero no se puede decir. - ¿No puedes decirme a mí, ahora que etamos solos, qué misterio hay aquí? - ¿Para qué quieres enterarte tú de los asuntos del boxeo si tu especialidad son las crónicas de golf como buena representante que eres de la muy alta clase social? - ¿Estás ironizando conmigo? - Nada de ironía contigo ni por todo el oro del mundo. Estoy diciendo sólo la verdad sin criticarte ni un sólo segundo por ello sino felicitándote de verdad por la labor que estás haciendo como periodista deportiva. Vamos a ver. ¿A quién le dicen "Oso Dorado"? - Es muy fácil saberlo, chico listo. "Oso Dorado" es Jack Nicklaus. El apodo encaja perfectamente con la apariencia física del jugador. Que el sobrenombre del mejor exponente del golf de toda la historia de este deporte sea tan preciso pemite que esté siempre en un alto lugar del ránking. Sin embargo, el origen de su apodo proviene de sus estudios en el Upper Arlington High School que quiere decir que ya se lo pusieron en la infancia. - Pues yo no sabía ni la mitad de la mitad de todo lo que me has contado. Una bella sonrisa se dibujó en el bellísimo y sexy rostro de Mercedes. - Con razón eres de los Ángeles. - Te equivocas. Al igual que tú soy hija de inmigrantes puertorriqueños pero nací en Nueva York. - No me estaba refiriendo a tu lugar de nacimiento. - ¿Puedes explicarme lo que te está sucediendo? - Nada. ¿Por casualidad tienes novio o algo parecido a un novio? - Estoy saliendo con un chico un año mayor que yo. Pero sólo somos amigos nada más. ¿Por qué me lo has preguntado? - No te lo puedo explicar porque tampoco me lo puedo explicar a mí mismo. - ¿Otro misterio de la profesión de los periodistas deportivos? - Digamos que sí. Quién sabe. Tal vez esté escrito en las estrellas. - ¿Lo mismo que ese tal Casiano "Casio" Grandy Lay va a ser campeón mundial de los pesos pesados esta noche en el Convention Hall de Miami Beach? - No exactamente lo mismo. - ¿Es que los deportistas no tienen estrellas que hablen de su futuro? - Lo que tienen los deportistas es un mundo de constelaciones enteras que hablan de su futuro. Es mucho más difícil de descubrir. - ¿Además de ser Licenciado en Periodismo has estudiado Filosofía? - Sí. - En qué Universidad. - En la mirada de los ojos de los seres humanos. Es la mejor Facultad de Filosofía que he tenido en mi vida. Quizás yo no sepa lo que demostró dialécticamente Bergson pero puedo saber algo mucho más importante que sus intuiciones puramente metafísicas que, a decir verdad, no me sirven para mucho. - O sea... que te creas tus propias intuiciones... - Eso es. - ¿Y qué dicen tus propas intuiciones en este momento? - Que debo irme de tu lado. - ¿Qué motivo tienes para hacer eso tan repentinamente y sin previo aviso? - Podría mentirte diciéndote que se me ha olvidado que tengo otra cita esta mañana pero no es cierto. - ¿Entonces qué es lo cierto de tu huida? - Te equivocas, Mercedes. Abre los ojos y mira y verás que siempre estoy junto a ti. No es lo mío ninguna huída ya que si me voy no es por deseo sino que me voy por necesidad. Luis se levantó de su silla, dejó un billete sobre la mesa y, dando un ligero beso inocente en el rostro de su bellísima compañera de trabajo, se despidió de ella. - Esta noche nos volvemos a encontrar en el Convention Hall, Mercedes de los Ángeles. Ella sólo tuvo tiempo para responder con dos palabras. - Hasta luego... Al llegar la tarde de ese mismo día 25 de febrero de 1964, Mercedes de los Ángeles Las Vegas de Molina de Segura se encontraba almorzando con el Jefe de la Sección Deportes del "Diario de Las Américas", el señor Martin Dovifat, en el Restaturante Zuma de Miami. - Perdón por mi curiosidad, Jefe... pero su apellido no es muy corriente en los Estados Unidos... - Es que aunque soy estadounidense de nacimiento, desciendo de alemanes. Un pariente mío, por parte de mi padre, es el gran periodista y comunicador social Emil Alfons Dovifat, muy conocido en el mundo entero. ¿Por qué te interesa tanto el tema? - Me sonaba mucho ese apellido y creo haberlo oído en los ambientes universitarios. - Pues sí. También imparte interesantes conferencias sobre periodismo en las universidades que reclaman su presencia y, ahora que hablo de periodismo, tengo que decirte que mi pariente Dovifat ha publicado ya varios libros. Pero tengo algo importante que decir y quiero que seas totalmente sincera conmigo lo mismo que yo lo soy contigo. ¿Okey? - Okey. - ¿Estás contenta con ser una de las comentaristas de la Sección Deportes de "El Diario de Las Américas"? - Me encuentro totalmente realizada escribiendo y comentando sobre deportes. - ¿No te interesa pasar a la Sección Politica Nacional e Internacional? Es mucho más interesante el tema de la política que el mundo deportivo y, teniendo en cuenta que soy íntimo amigo del Director General de nuestro diario, sólo hace falta que yo se lo pida y de inmediato pasas a tratar sobre los asuntos políticos. - No, señor Dovifat. Muchas gracias pero no lo acepto. Para mí es mucho más apasionante el mundo deportivo. La política me aburre soberanamente. En el deporte encuentro más acción, más emotividad, más interés, más creatividad, más pasión y hasta más cantidad y calidad literaria. Por eso quiero seguir en la Sección Deportes de "El Diario de Las Américas". - ¿Quién te ha enseñado todo eso y a sentir de esa manera? - ¿Le sorprendería si le digo que ha sido mi compañero y amigo Luis Sancés? - De Luis Sancés ya no me sorprende nada. ¿Te interesa ese joven periodista? - Me interesa conocerle mucho más. - ¿Me estás insinuando que te has fijado en él? - No se lo diga nunca jamás, pero sí. Y estoy intentando saber algo más sobre las muchas aventuras emocionantes que debe conocer porque las está viviendo. - ¿Buscas ser la novia de Luis Sancés? - Tal vez sí. Sería algo muy normal. Pero, de momento, sólo quiero ser para él algo más que una simple amiga de las muchas que tiene. No es como todos los jóvenes de su edad que he conocido. Y eso que he conocido a una gran cantidad de ellos. - ¿Crees que Luis Sancés es mucho más maduro que todos los jóvenes de su edad? - No. No es eso. A veces hasta parece que en lugar de joven siga siendo todavía un niño; pero estoy seguro de que tiene una personalidad muy especial. Ninguno de los de su edad posee una personalidad como la suya. ¿Carisma? ¿Se le puede llamar carisma? - Eso es, Mercedes. Se le puede llamar carisma. - Las mujeres tenemos muy desarrollado un sexto sentido que todos conocen como intuición personalizada. Los hombres o tienen muy poca intuición o, en la mayoria de los casos y siempre hay alguna excepción que otra, no la desarrollan. Por eso he descubierto que Luis Sancés tiene esa clase de intuición personalizada y, además, sorprendentemente desarrollada siendo solamente tan joven. - Bien. Si tanto te interesa Luis Sancés puedo hacer que tú le acompañes, como pareja profesional y compañera de trabajo, esta noche al Convention Hall para que podáis presenciar juntos, y sin que nadie os moleste, la velada en la que se va a llevar a cabo el combate entre "Sonado Listo" y "Casio" con el título del mundo de los pesos pesados de por medio. Y espero que hagas una buena crónica deportiva de esa pelea. - ¡Estupendo! ¡Muchas gracias, Jefe! - ¿Por eso? ¿Por ver una simple velada de boxeo cuando tú eres una magnífica periodista especializada en deportes de la alta clase social como el golf, el tenis y la equitación? - No tiene nada que ver lo uno con lo otro. Yo quiero conocer a fondo el sórdido mundillo del boxeo profesional y creo que Luis Sancés es el mejor colega que me lo puede enseñar. - ¿Y de paso conocer mucho más de su personalidad? - Por supuesto que sí. Eso es algo que no me ocurre ni me sucede con el resto de los muchos jóvenes que conozco. - ¿Nadie despierta en ti tanta curiosidad? - Eso es, Jefe. - Es casi imposible conocer toda la vida de Luis Sancés; pero puedo contarte algunas cosas de su personalidad que te pueden interesar mucho. - ¡Gracias, Jefe! - ¡Un momento! Yo siempre he confiado en ti lo mismo que tú siempre has confiado en mí; así que te ruego que jures solemnemente, por lo que consideres lo más sagrado de tu vida, que no se lo vas a decir absolutamente a nadie. Mercedes de los Ángeles Las Vegas y Molina de Segura sacó un pequeño libro de su bolso. - Esto es un ejemplar fidedigno de la Sagrada Biblia y juro, poniendo mi mano derecha sobre ella, que no se lo diré absolutamente a nadie. - Te creo, Mercedes. Así que empecemos por el principio. Recuerdo con total claridad mental que el día 8 de febrero de 1949 yo estaba trabajando como corresponsal de "El Diario de Las Américas" en Arecibo, ciudad del Norte de Puerto Rico, situada en la desembocadura del Río Grande de Arecibo, a 81 kilómetros de San Juan, ciudad donde yo había nacido. En Arecibo era yo muy feliz rodeado de cañas de azúcar, cafetales, plantas de tabaco y frutas tropicales. De vez en cuando me bebía algunos tragos de ron para acompañar mis nostalgias. Muchas veces, para relajarme del todo, paseaba ya avanzadas las noches por el puerto de cabotaje y me quedaba absorto viendo toda clase de grandes buques de carga y de pequeñas barcas de pescadores. Siempre pensaba en lo grande de la vida y en lo pequeño de los seres humanos. - Debió ser una época muy feliz para usted, Jefe. ¿Casado tal vez? - Exacto. Yo ya estaba casado con Rosa Del Río. Pero no podíamos tener hijos porque yo era estéril. Mas sucedió un milagro o, por lo menos y digan lo que digan los demás incrédulos o ateos, yo sigo diciendo y diré siempre que fue un milagro de Dios. - ¿Tuvo usted un hijo de manera milagrosa aún siendo estéril? - Algo parecido pero no de esa manera. - No le entiendo, Jefe. - Te lo explico. Sucedió que una noche iba yo paseando, como de costumbre, por el puerto del embarcadero y escuché una especie de llanto. Pensé que debía de provenir de alguna especia de animal que estaba pidiendo ayuda; así que me armé de valor y me fui orientando para descubrir de dónde procedía dicho llanto. Resulta que surgía del interior de una barca de pescador muy humilde. ¿Sabes lo que encontré? - Supongo que algún bebé humano. - Es cierto que tienes una gran intuición. Era el bebé que tanto le habíamos pedido a Dios para que nos lo concediese. - ¿Y se lo quedaron ustedes? - Espera un momento, Mercedes, porque resulta que aquel bebé era muy especial. - ¿Por qué dice eso? Martin Dovifat hizo una pausa antes de continuar. - Era especial porque llevaba un collar con una placa que lo identificaba. - Normal. - No tan normal. Resulta que aquel collar y aquella placa eran de oro puro, completamente de oro puro y sin mezcla alguna. - ¡Eso si que es curioso! - Por supuesto que es curioso porque... ¿cómo un bebé con ese collar y placa, ambos objetos de oro puro, se encontraba dentro de la más humilde y pobre de las barcas de Arecibo? - ¿Un bebé millonario en la barca del más humilde pescador de Arecibo? - Eso fue lo que pensamos mi esposa Rosa Del Río y yo cuando estuvimos ya en casa. - ¿Había algo en la placa? - Por supuesto que sí. En su parte delantera estaba grabado el nombre del bebé. - Luis Sancés por supuesto. - Exacto. Luis Sancés pero sin segundo apellido. Y, debajo del nombre, su fecha de nacimiento. - Si usted ha afirmado antes que lo encontró cuando acababa de cumplir un año de edad, esa fecha es el 8 de enero de 1949. - Veo que, además de intuición, pones mucha atención a lo que digo. - Me educaron de esa manera. - Buena educación. Pero en la parte trasera de la placa había algo mas. Estaba grabada la palabra San Juan y debajo de dicha palabra el número 11. Debajo del 11 había un 1 casi invisible. Así que era lógico que había nacido en San Juan de Puerto Rico y lo que teníamos que averiguar era lo del número 11. - ¿Pero fueron su mujer y usted quienes criaron siempre a ese bebé? - Hasta el mismo día de hoy. - ¿Supo, por fin, qué significaba el número 11? - En mis ratos libres ocupé, durante muchos años, el poco ocio que tengo en la labor de descubrir todo ese enigma. En un principio pensamos que se refería a algún Distrito de la ciudad de San Juan. Así que consultamos el listado alfabético de todos ellos y resulta que el número 11 es el llamado Pueblo. - Curioso. Muy curioso. Un bebé del pueblo siendo millonario. Martin Dovifat volvió a hacer otra pausa antes de seguir. - Río Piedras Pueblo, oficialmente "Pueblo", es un barrio ubicado en el muncicipo de San Juan del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Su Ayuntamiento se encuentra en la Plaza de la Convalecencia. Esto nos hizo pensar que la madre de este bebé lo debió entregar a alguien porque estaba convaleciente de alguna grave enfermedad. Claro que puede ser una simple coincidencia nada más. - Pues mi intuición femenina me está diciendo que no es una simple coincidencia sino algo mucho más misterioso. - Eso pensamos Rosa y yo y acudimos al Ayuntamiento de Río Piedras Pueblo. Nadie encontró nada sobre el apellido Sancés. De todas formas nos recorrimos, durante tardes enteras, todas las calles de la barriada para poder saber algo del bebé. Nadie sabía nada. Posiblemente lo de la convalecencia de la madre fuese una gran verdad, pero aquel número 11 no era la clave que estábamos pensando que fuese. Asi que como mi esposa Rosa Del Rio y yo, Martin Dovifat, somos verdaderos creyente cristianos, nos pusimos a la tarea de orar noche tras noche por ver si Dios nos iluminaba en algún momento. - ¿Y llegó dicha iluminación? - Milagrosamente llegó. Tanto mi esposa como yo escuchamos la palabra "Biblia". Nadie estaba con nosotros luego esa palabra debió de ser de Dios. - ¿Y qué pasó con la Biblia? - Que los dos juntos deducimos que lo que estaba grabado en la parte trasera de la placa de oro era San Juan pero no se refería a la ciudad de San Juan de Puerto Rico sino a San Juan Evangelista; y que el número 11 significaba el versículo 1:1 y el número casi invisible, que era otro 1, se refería a la Primera Epístola de San Juan. Así que corrimos a buscar la Biblia y esto fue lo que encontramos: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que leemos viendo con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que palparon nuestras manos tocante al Verbo da vida". Pertenece a San Juan el apóstol de los Evangelios del Nuevo Testamento, en su versículo 1:27 - ¡Cielo Santo! ¿Está usted diciendo que Luis Sancés es un enviado de Dios? - Asusta creerlo pero puede ser verdad. - ¿Dejaron de investigar ya cuando descubrieron esa gran noticia? - No. Como se trataba del tema de San Juan, volvimos a consultar la Biblia pero esta vez sobre San Juan el Bautista por si había alguna relación entre ambas investigaciones. - ¿Qué encontraron? - Quisimos comprobar si había relación directa entre ambos Juanes (San Juan Bautista y San Juan Evangelista) y el número 1. Nos quedamos sobrecogidos cuando leímos lo siguiente sobre San Juan Bautista: "Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo". Pertenece a San Juan el Apóstol de los Evangelios del Nuevo Testamento, en su versículo 1:21 - ¡Perdone que vuelva a decir lo de Cielo Santo pero estoy sobrecogida! ¿Podría ser que Luis Sancés ha venido a este mundo para ser alguien verdaderamente muy especial? - Eso también lo pensamo Rosa y yo y por eso sacamos toda clase de autorizaciones para poder criarlo como si fuese nuestro propio hijo. Nadie nos puso ninguna clase de impedimento y pedimos que, por favor, le dieran el Acta de Nacimiento, con fecha 9 de enero de 1949, y el nobre completo de Luis Sancés Sanjuan. Aunque en la vida real siempre le hemos llamado Luis Sancés, ocultando lo de Sanjuan para que no corriese ninguna clase de peligro. - ¿Y ahí se acaba toda la historia de su nacimiento? - Pues no. Mientras iba creciendo como niño y como adolescente criándose en nuestra casa yo seguía investigando en mis tiempos de ocio. Quería volver al principio de todo el asunto y, aprovechando un año sabático que me concedieron en "El Diario de Las Américas" cuando ya llevábamos unos años trabajando en Miami y, con los papeles reglamentarios de nuestra nacionalidad estadounidense en la mano, regresamos mi esposa y yo a Puerto Rico para investigar todo el año si era posible. Dejamos a Lui Sancés en la casa de la hermana de mi esposa Rosa, una mujer llamada Isabel Del Río. - ¿Por dónde comenzaron tan ardua tarea? - Como era muy obvio, tal como lo estábamos deduciendo no encontramos en ninguna parte de la isla (desde la ciudad de San Juan hasta la más pequeña de las aldeas), el apellido Sancés. Estuve muchos días dando la vuelta a mi cabeza y pensando en lo de Sancés y la ciudad costeña de Arecibo. Estaba mil veces demostrado que Sancés no era un apellido sino que debía ser alguna clave secreta para ocultar la verdadera identidad de Luis. Volvimos a orar durante varias noches seguidas a Dios para resolver este nuevo enigma y nos volvió a iluminar nuestras mentes. - ¿Qué les reveló? Otra nueva pausa antes de seguir. - Que era verdad que era una clave compuesta por un nombre y un apellido. - Pues no encuentro la revelación por ningún lado. - Rápidamente me di cuenta de que el apellido estaba delante del nombre para que nadie que no hubiese hablado con Dios lo pudiera descubrir; y como estamos hablando de dos Santos como San Juan Bautista y San Juan Evangelista la primera sílaba de "Sancés" debía significar el apellido Santos. ¿Y el nombre? ¿Qué nombre empieza por Cés con tilde en la é. Estaba claro que se trataba de César porque Jesucristo nos ordenó dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así que obtuvimos ya un enorme descubrimiento para llegar a conocer el origen de Luis Sancés. - ¿Qué hicieron después? - Mi esposa Rosa Del Río tuvo una de esas magníficas y asombrosas intuiciones femeninas que tenéis las mujeres y me dijo que buscara a César Sancés en Arecibo. Yo pensé que además de ser una idea muy inteligente era también una idea muy lógica. Así que me puse en camino hacia Arecibo y en su Ayuntamiento encontré, sorprendentemente, la buena pista: existía el Acta de Nacimiento y el Acta de Empadronamiento, en Arecibo, de un tal César Santos pero lastimosamente no sólo era un humilde pescador sino que también era mendigo y vagabundo que marchaba de un lado para otro sin destino final alguno. - ¿Pudo encontrarlo? - Pues sí. Dios me seguía ayudando y lo encontré. Vivía en un sótano oscuro y maloliente de la Calle de Las Canelas y por eso pasaba muchísimo tiempo a solas con las barcas del puerto. Cuando le encontré estaba más borracho que una cuba, pero le metí la cabeza en un barreño de agua fría y se despabiló. Hice un poco café que había en la destartalada y casi destruida cocina. Bebimos y le desperté su dormida memoria. - ¡Qué interesante! ¿Qué es lo que descubrió sobre Luis Sancés? - Tengo que decirte, en primer lugar, que aunque vive con nosotros y tiene nacionalidad estadounidense y puertorriqueña ni es norteamericano ni es puertorriqueño. Su origen no está en América sino en Europa. - ¿Cómo es posible eso? ¡Habla y actúa como un puertorriqueño muy culto pero que sea tan culto no quiere decir que no sea puertorriqueño! ¡No veo yo que Luis sea tan paleto e ignorante como Bernardo, el líder de los puertorriqueños en la película "West side Story", sino todo lo contrario! - Pues no es tan paleto ni ignorante como Bernardo... aunque ama a toda América... - ¿Qué le contó a usted el pescador César Santos? - Que estando, en enero de 1949, arreglando las reglas de su humilde barca, se le acercaron dos personas extranjeras, un hombre y una mujer, de nacionalidad española ambos que le informaron que estaban casados como Dios manda, pero que se dirijían a él para que les hiciera el favor de cuidar el bebé que ella llevaba en sus brazos hasta que éste se pudiera valer por sí mismo a la hora de enfrentarse al mundo entero si era necesario. Que les dijera cuál era su nombre para que quedase grabado en la placa de oro que llevaba el bebé. Me dijo que le hizo gracia aquella propuesta y aceptó porque estaba ya borracho del todo. Pero el bebé sólo duró un mes con César Santos porque el día 8 de febrero de aquel mismo año de 1949 después de Jesucristo lo dejó abandonado en la barca para que se lo quedara quien quisiera criarlo de por vida o para que se muriese y le dejase ya en paz. - ¿Qué pena de hombre? - A mí los borrachos no me dan pena ni me han dado pena nunca jamás porque son ellos, por su propia voluntad, quienes no luchan por salir adelante en la vida. No me dan pena jamás. Sabiendo que el alcoholismo les destruye no les importa destruirse y destruir la vida de quienes están a su lado. Así que me despedí de César Santos recordándole una frase muy popular: "La verdad es que ya no eres un ser humano sino solamente una patética realidad". Quiso levantarse de su silla de anea para golpearme en la cara pero le doblé el brazo derecho y le hice ver las estrellas. Él gruñó como un cerdo. - ¡Te voy a sacar las tripas, yanqui comemierda! Ante aquello de su violencia acompañada del insulto, me entró un poco de ira y le metí la cabeza en la taza del water de su destartada vivienda, en donde había un gran número de mierdas porque no lo había limpiado desde hacía, por lo menos, siglos. Le restregué la cabeza por todas ellas. - ¿Quién es el comemierda ahora, inútil? - ¡Jajajajajá! ¡Se quedaría marcado para el resto de su vida! - Supongo que le bajé tanto la autoestima que ahora vivirá con continuas crisis de identidad. - ¿Nunca le han contado nada de todo esto a Luis Sancés? - Sí. No tuve más remedio que contárselo la semana pasada. - ¿Por qué no se lo dijeron hace años? - Porque le queremos y le amamos como si fuese, en verdad, un hijo nuestro. - ¿Y cómo reaccionó él? - Solamente sonrió y no dijo nada. - ¿Tan tranquilo es ese hombre? - Sí. Es el hombre más tranquilo que he conocido en mi vida. Por eso al día siguiente, con total tranquilidad, me dijo personalmente que después de combate entre "Sonado Listo" y "Casio" se va. - ¿Ha pedido otro destino como corresponsal de nuesto periódico en alguna parte de los Estados Unidos? - No es eso. No ha pedido ningún otro destino dentro de nuestra empresa. - ¿Ha rechazado alguna buena oferta de ascenso de categoría? - La mejor que le pudimos hacer. - ¿De cual se trata? - De nombrarle Director General Adjunto. - ¿Y rechazó esa oferta? - Aunque no te lo creas es cierto que la ha rechazado y es cierto que se va. - ¿A la competencia? - No. Se va a España. - Pero regresará... ¿verdad que alguna vez regresará?... - No regresará nunca más. - No es justo... - No llores por él, Mercedes. Lo hace porque te quiere mucho. Tanto como para no hacerte daño alguno jamás. Es igual con todas las mujeres. No quiere ni desea hacer daño alguno a ninguna de ellas porque está buscando solamente su propio Destino. - Pero yo sé que le gusto mucho y yo sé que él me gusta mucho a mí. - ¡Juraste sobre la Biblia que no le contarías nada de toda nuestra larga conversación esta noche cuando seáis por última vez compañeros y amigos de trabajo en el Convention Hall de nuestra querida ciudad! - Cumpliré con mi promesa de estar callada aunque se me escapen las lágrimas. - Escucha, Mercedes. Claro que le gustas mucho. Pero hay algo dentro de él que nadie ha podido saber nunca de qué se trata. Ahora relájate y mira al televisor. Va a comenzar la entrevista, previa al combate, entre Casiano "Casio" Grandy Lay y Charles "Sonado Listo" Early. Efectivamente, el comentarista de la CBS, Ken James "Mano Grande", apodado así desde sus tiempos de boxeador de éxito mundial, ya comenzaba a llevar a cabo la entrevista conjunta con los dos púgiles. - ¡Estimados espectadores y espectadoras, ya tenemos aquí sentados junto a nosotros los dos hombres del momento! No hay, en este día de hoy, ningún otro hombre o mujer que sea tan famoso o famosa como ellos. Después del combate Dios dirá si lo siguen siendo u otros personajes de cualquier actividad humana, incluídos lo deportes, les desbancan de este primer lugar. Hoy "Sonado Listo" (el titular) y "Casio" (el retador) están ya frente a frente y antes de que comiencen a hablar sus puños que hablen sus lenguas. Empecemos por el retador. - ¡Yo soy el Loco! ¡¡Yo soy el Mejor de Todos los Tiempos!! ¡¡¡Yo soy Dios!!! - ¡Tú eres una simple mierdecilla nada más! - ¡¡¡Esta noche, vejestorio destartalado, te voy a mandar al Camposanto con el primer piñazo que te arree!!! ¡¡¡Baboso!!! - ¿Sabes tú dónde te voy a mandar yo a ti? - ¡¡Nunca jamás a un asilo de ancianos que es donde deberías tú ya estar encerrado desde hace muchos años, paleto de los de boina en ristre!! - Te equivocas, mentecato deslenguado. Te voy a enviar a ese Walhalla del que ya estás hablando tanto para ver si allí encuentras la Isla del Tesoro y ligas con Robinson Crusoe porque me han dicho que eres un poco mariquita y en el Walhalla los mariquitas gozan mucho los unos con los otros. - ¡¡¡Esa ofensa voy a hacer que te la tragues esta noche junto con la sangre de tus grandes narizotas!!! ¡¡Tienes una nariz de Nasón que no puedes con ella ni llevándola en carretilla!! ¡Esta noche vas a saber lo que el éxtasis! - ¿Ese éxtasis de los traidores a la etnia negra como lo eres tú? - ¡Tú eres negro porque nunca jamás podrás ser blanco pero yo soy negro porque tengo glamur por todo mi cuerpo! - Ya. Ya se va oyendo por los corrillos del mundillo del boxeo que aspirar a ser Anna Pavlova si sales esta noche vivo del Convention Hall de Miami. - ¿Vuelves a insinuar que soy un maricón? - ¡Vuelvo a afirmar que lo eres! - ¡Escucha, viejo panzón! ¡¡Esto que acabas de decir se merece una de mis mejores poesías!!¡¡¡Te asalto en el séptimo asalto!!! Mercedes no pudo evitar la risa aprovechando un descanso para la publicidad. - ¡Jajajajaja! ¿Eso es poesía, Jefe? - ¡Jajajajaja! ¡Si eso es poesía yo soy el Arcángel San Gabriel! - ¿Quién le tiene tan engañado haciéndole creer que es poeta? - Debe ser que se lo cree él mismo como le sucedía a Nerón durante el Imperio romano. - Yo siempre he creído que para ser poeta hay que tener ciertos dones. - Estás en lo cierto, Mercedes. Ese loco no tiene ninguna clase de don para la poesía, pero... - Pero hay que hacérselo creer al mundo entero... - Eso es, Mercedes. Hay que rodear a "Casio" de una mitología completa para convertirle en el Supermán de las Doce Onzas. - ¿Qué quiere decir eso de las Doce Onzas? - Es el peso de los guantes de los boxeadores de la categoría de los pesados. Mercedes de los Ángeles Las Vegas Molina de Segura se quedó pensativa. - ¿En qué estás pensando? - No puedo olvidarlo. - ¿Quieres un cóctel antes de contármelo? - De acuerdo. Un Bloody Mary sin alcohol. - Yo te acompaño con otro. Martin Dovifat, el Jefe de la Sección Deportes de "El Diario de Las Américas", pidió lo dos cócteles antes de seguir hablando. - ¿Sabes lo que quiere decir Bloody Mary en español? - Ni idea. - Sangre de María. Mercedes dio un pequeño salto en su silla. - ¡¡Caramba!! - No te asustes, Mercedes. Sólo se le llama así por su color. ¿Puedes decirme ya qué es lo que estás pensando? - Estoy pensando en que me gustaría saber quién le ha enseñado a Luis Sancés escribir artículos, crónicas, reportajes y otros muchos géneros periodísticos con tanto estilo y con tan fantástica creatividad. - Nadie. Absolutamente nadie. Debe ser eso que tiene en su interior y que nadie sabemos lo que es en realidad. Yo le vine observando desde que era muy pequeño, tan pequeño como, por decirte, solamente siete años de edad. Desde siempre ha escrito como los ángeles; así que un día no esperé más tiempo y me dirigí al Director General de nuestro periódico para que le permitiera pertenecer a mi equipo de redactores aunque todavía no tuviese terminados los estudios de periodismo. No podía dejar que otros se anticipasen a mí. Así es cómo Luis Sancés, por sus propios méritos y no porque yo fuera su padre adoptivo, ha triunfado en este nuestro mundo profesional. Una cosa parecida es lo que está sucediendo contigo. Volvió la segunda parte de la entrevista a los dos púgiles y comenzó hablando, de nuevo, "Casio" que se sentía muy ofendido. - ¡¡¡Escucha vejestorio!!! ¡¡¡Esta noche vas a terminar para siempre durmiendo en el bául de los recuerdos!!! - ¿Dónde has aprendido esa metáfora tan interesante? ¡Jajajá! Te crees metafórico y sólo eres patético. - ¡¡¡La madre que te paríó viejo asqueroso!!! "Mano Grande" y los guardaespaldas de los dos púgiles tuvieron que intervenir para separarlos cuando ya estaban a punto de liarse a puñetazos el uno con el otro. Los consiguieron sujetar por los brazos pero "Casio" seguía hablando ante la sonrisa de tirunfador de "Sonado Listo". - ¡¡¡Yo soy Alí y tú eres Babá y esta noche os voy a matar a golpes a ti y a los cuarenta ladrones que te están apoyando!!! Por fin los guardaespaldas, y algunos policías musculosos que llegaron a tiempo de intervenir, hicieron que los dos desaparecieran de la pantalla de los televisores. - ¡En vista de lo visto acabamos con esta entrevista donde, como han visto ustedes, han hablado las lenguas! ¡Esta noche hablarán los puños! De nuevo volvió la publicidad cuando ya Mercedes y Martin comenzaron a beber sus Bloodys Marys. - ¡Dios mío! ¡Han estado a punto de matarse el uno al otro! - ¡Jajajajaja! ¡Eres excelentemente buena para otros deportes pero en esto del boxeo todavía estás en mantillas y vas a tener que aprender muchas cosas no tan limpias como crees! - ¿Me está llamando ingenua? - No te ofendas si te digo que para moverte el mundillo del boxeo y sus bajos fondos eres todavía muy tierna. - ¿Estuvieron a punto de matarse y me llama usted ingenua y tierna por decirlo? - ¡Jajajajaja! ¡Todo ha sido una pantomima! - ¿Me está diciendo que todo era solamente un puro teatro entre los dos? - Eso te estoy diciendo. Hay que levantar la mayor expectativa posible entre todos los aficionados al boxeo y hay que llegar hasta el límite de lo posible para promocionar este combate que a los apostadores les va a suponer una buena ganancia millonaria de dólares. - Pero... no lo comprendo... - ¿Qué es lo que no comprendes? - El cuento de Alí. - Puro cuento nada más, Mercedes, pero acude esta noche a la velada y te lo pasarás en grande. Recuerda que estará a tu lado Luis Sancés para asesorarte en lo que sea. - Está bien. Acudiré aunque sepa que todo es un cuento. Y acudió a la velada nocturna, acompañada de Luis Sancés, para ocupar dos de las sillas reservadas para los periodistas acreditados con invitación especial. Se sentaron cómodamente mientras comenzó la sesión de ir comiendo palomitas de maíz dentro de una enorme bolsa de papel que sujetaba él con su mano izquierda. - ¿Quién crees tú que va a ganar, Luis? - Yo creo que va a ganar "Casio". - ¿Pero no te has enterado todavía que el noventa por ciento de las apuestas están dando como vencedor a "Sonado Listo"? - Los que no se han enterado todavía de quién va a ganar el combate son todos esos ingenuos apostadores que dan como rotundo vencedor al viejo zorro. - ¿Puedes decirme por qué sabes que va a ganar el joven cachorro? - No sólo te afirmo que va a ganar sino que lo va a conseguir en el séptimo asalto. Mercedes estaba sorprendida y admirada viendo la tranquildad con la que hablaba Luis. - ¿Cómo sabes que va a ser en el séptimo asalto? - ¿Estuviste viendo la entrevista anterior al combate que emitió la CBS? - Sí. Pero sigo sin entender por qué afirmas tan rotundamente que será en el séptimo asalto cuando gane el joven cachorro al viejo zorro. - Porque inventó una nueva poesía. - ¡Jajajajaja! ¿Tú eres de los que creen que decir "¡Te asalto en el séptimo asalto!" es poesía? - ¡Jajajajaja! Claro que no creo que esa bazofia de pareado sea una poesía. - ¿Entonces? - Entonces quiero que aprendas que es una clave. - ¿Una clave? ¿Qué clase de clave? - Decirle al rival en qué asalto tiene que tirarse a la lona. - ¿A tanto llega este engaño masivo? - Hay más. Me apuesto lo que quieras que al final del combate el viejo zorro le pide al joven cachorro que el año que viene le ofrezca la oportunidad de una revancha. - ¿Eso es también parte de este cuento? - También es parte del cuento de Alí. Como la fortuna que van a ganar esta noche, a costa de los ingenuos espectadores, va a ser colosal ya están preparando la del próximo año. - ¡Pero eso es una estafa! - Los boxeadores prefieren ganar buenas bolsas de dinero y seguir vivos que no ganar nada y terminar muertos. A Mercedes se le heló por unos segundos la sangre y se apretó contra el pecho de Luis. - ¡Calma, Mercedes! Todo esto lo dirige la mafia y no hay que tener miedo a la mafia si no eres un peligro para quienes la dirigen. - ¿Y quiénes dirigen esa mafia? - La cabeza visible, también llamado cabeza de turco u hombre de paja, es el mexicano de origen libanés Josué Salomón Sansón pero hay muchos hombres muy poderosos metidos en este sucio negocio sin salir a la luz pública. Salomón detiene todos los golpes para que ellos no los reciban. ¿Entiendes? - Entiendo... pero lo que no comprendo es por qué han elegido a un hombre de paja que tiene nombre y apellidos bíblicos... - Porque, aunque no se llama así, hay que disimular ante el público y los aficionados del boxeo que este es un deporte elegido por Dios. ¿Aprendes ya hasta dónde puede llegar la farsa de los personajes que mueven los hilos de este guiñol? - ¿Qué dirían los nobles caballeros ingleses que inventaron este deporte si vieran en lo que ha terminado? - John Sholto Douglas, noveno Marqués de Queensberry y todos sus nobles muchachos compañeros de aventura simplemente se sonrojarían de vergüenza y se meterían en la máquina del tiempo para volver al pasado y no inventarlo. Si lo consiguieran ya no tendríamos que perder tanto tiempo viendo a viejos zorros y jóvenes cachorros engañando a los fanáticos borreguitos que creen en la limpieza de este deporte tan profesional. Fue en ese momento cuando se llegó al combate estelar de la velada. Apareció el alborotado y alborotador Nicasio "Casio" Grandy Lay saltando atléticamente al ring. Cubriendo su átlético torso llevaba una especie de chándal en cuya espalda se podía ver y leer una leyenda. Decía así: "I AM GOD". - ¿Cómo se puede atrever a tanto, Luis? - Sabiendo que va a ganar siempre ese tipo se atreve con todo lo que le echen. De repente "Casio" comenzó a dar vueltas por el ring subiendo los brazos y bailando de manera asombrosa para los ojos de todos los que estaban viendo. Mientras daba las vueltas con aquella especie de baile paranoico iba bramando. - ¡¡¡Yo soy Dios!!! ¡¡¡Yo soy Dios!!! ¡¡¡Yo soy Dios!!! Toda la masa formada por aquel conjunto de fanáticos del box respondían con un griterío ensordecedor. - ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Dios!!! "Casio" se animó aún mucho más. - ¡¡¡Yo soy Dios!!! ¡¡¡Yo soy Dios!!! ¡¡¡Yo soy Dios!!! Y él público, en masa, siguió gritando. - ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Dios!!! Continuaba "Casio" con su asombroso espectáculo de consumado bailarin. - ¡¡¡Yo soy Dios!!! ¡¡¡Yo soy Dios!!! ¡¡Yo soy Dios!!! Y aquella multitud de fanáticos del box gritaban cada vez con mayor intensidad. - ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Dios!!! "Casio" detuvo su manifestación circense y, tras darle un corte de mangas al juez de la contienda, el simpático y amigable "Face Amaryllis" quien parecía como si estuviese observando todo desde un balcón mientras uno de los hispanos presentes entre el gentío comenzó a cantar. - ¡Asómate, asómate, al balcón carita de azucena, y así verás que pongo en mi canción suspiros de verbena! Al instante apareció el favorito "Sonado Listo" quien, al subir al ring, recibió tal estruendosa cantidad de silbidos, abucheos e insultos imposibles de describir, que Mercedes de los Ángeles comenzó a no entender nada. - Pero Luis... si resulta que todos quienes apuestan están a favor de "Sonado Listo" en una inmensa cantidad del noventa por ciento... ¿por qué han vitoreado a "Casio" llamándole incluso Dios y ahora están silbando, abucheando e insultando a "Sonado Listo"? - ¡Jajajajaja! ¡De verdad que eres super inteligente pero todavía muy ingenua! ¿Puedes definir la palabra farsa? - Claro que puedo. La farsa guiñolesca, del latín farcire que significa rellenar, es una forma dramática en el que los personajes se desenvuelven de manera caricaturesca o en situaciones no realistas. - Tú lo has dicho. - ¿Qué he dicho yo? - Que todo esto de las ovaciones y los abucheos antes de comenzar un combate de estas características forma parte del cuento de Alí. - ¿Me estás diciendo que también está esto preparado? - Te lo estoy diciendo. - Pero no entiendo... si el favorito es el viejo zorro... - El favorito es el viejo zorro pero el vencedor será el joven cachorro. - ¡Ya lo cojo! ¡Las ovaciones y los abucheos también están dirigidos por la mafia! - ¡Diana! Lo has descubierto con total claridad mental. Como las apuestas están con un noventa por ciento a favor del viejo zorro, los militantes de la mafia que se encuentran estratégicamente mezclados con el público hacen que vitoreen al joven cachorro y que abucheen al viejo zorro. - ¡Me he perdido! ¡Ahora sí que no lo entiendo! - Es muy sencillo, Mercedes. Hay que hacer que el viejo zorro de lástima a quienes quieren seguir apostando porque es ley de esta clase de apuestas que siempre se hace a favor del que parece que va a perder para que así la ganancia sea mayor. - ¡Vaya juego más diabólico! - Exacto, compañera. Ni Maquiavelo lo haría mejor. - ¿Esto se llama trampa? - No. En el boxeo no se llama trampa sino que se llama tongo. - ¿Y qué quiere decir tongo? - Es un eufemismo que significa lo mismo que trampa pero es mucho más atractivo y desata más las pasiones. Trampa es para deportes finos. Tongo es para deportes brutos. - Yo deseo llegar muy lejos con esto de ser periodista deportiva pero ya sé cuál es el deporte del cual no pienso escribir ni una sola línea. - Perdona que te diga que te has comprometido con el Jefe para escribir la crónica de este combate aunque sea la primera y la última vez que lo haces. - Está bien. Escribiré esa crónica porque no tengo miedo ni soy cobarde. Pero prefiero hacerlo sin ver para nada lo que sucede sobre el ring. - ¿Eres capaz de hacer eso? - ¡Por supuesto que soy capaz de hacerlo y lo voy a hacer! En el ring ya estaban sentado los dos púgiles en los taburetes de sus respectivas esquinas. A "Sonado Listo" le estaba hablando al oído su entrenador Rocky Bull. - ¿Ya sabes lo que tienes que hacer, Charles? - Tirarme a la lona en el séptimo asalto. - Buen chico. - ¿Pero por qué tengo yo que dejar que me gane ese bocazas si de un solo tortazo le mando al mundo de lás ánimas benditas? - No protestes y haz lo que la mafia ha decidido. Piensa en la estupenda bolsa de dólares que vanos a ganar tú y yo. Y en la estupenda bolsa de dólares que vamos a seguir ganando cuando llegue el combate de revancha durante el año que viene. Con esas dos bolsas podemos retirarnos definitivamente e irnos a vivir a un verdadero paraíso terrenal. - Pero si sólo es un macarra... - Déjale que siga siendo un macarra y que se crea que es Dios porque algún día la mafia dejará de apoyarle y pondrán a otro en su lugar. Así son las reglas del juego, Charles. Y ahora sal al centro del ring y cumple con tu papel si no quieres que nos maten a los dos. - ¿Puedo elegir abandonar antes que tirarme en la lona? - Si lo haces en el séptimo asalto podemos tirar la toalla; pero nunca jamás antes del séptimo asalto. - Esto parece una película del séptimo arte. - Sí. Estoy seguro de que en algún año postrero esto será parte de algún argumento para una película llamada, por ejemplo, "Alí". Estoy totalmente convencido. Venga. Sal al ring. El árbitro "Face Amaryllis", al cual el público le había cantado aquello de "Carita de Azucena", les estaba aconsejando sobre pelear con total limpieza. - ¡¡¡Te voy a aplastar el coco hasta hacer que salga el poco líquido que tienes dentro, viejo zorro!!! - ¿Eso también forma parte de tus poesías, joven cachorro? - Cuando estés dentro de la caja de pino camino del cementerio dejarás de ser tan irónico. Eso sí que te lo aseguro. - Pues si estás tan seguro de ello vamos a comenzar tú bailando como la Pavlova y yo esquivando como el Dartagnan. Así fue cómo estaba sucediendo desde el primer momento en que comenzó aquel combate del siglo. - ¿Ya estás escribiendo tu artículo, Mercedes? - Sí. - ¿Pero si acaba de comenzar el cuento de Alí y no estás mirando lo que sucede sobre el ring? - No es necesario. Efectivamente, Mercedes de los Ángeles Las Vegas Molina de Segura, perteneciente a la muy alta sociedad de todo el Estado de Florida ya estaba escribiendo sin parar. - "Si el boxeo es un deporte limpio yo soy Sor Juana Inés de la Cruz escribiendo el soneto titulado "Cauteloso engaño del sentido" cuando, en realidad, todo el mundo sabe que yo no soy monja y ni tan siquiera soy capaz de escribir un simple pareado que tenga sentido poético. Engaño del sentido. Los aficionados del boxeo son tan masoquistas que se gastan inmensas fortunas de dólares engañando a su sentido del olfato. Esta noche, en el "Convention Hall" de Miami, huele a cuerno quemado, a chamusquina a algo así como si se nos hubieran quemado las lentejas, pero el público ruge con pasión enardecida mientras todos creen que huele a perfume de rosas. Y es que hay perfumes tan profundos que hasta llegan a hacer que nos mareemos. Esta noche, en el "Convention Hall" de Miami hay gato encerrado sin hacer otra cosa más que maullar por ver si alguien se da cuenta de todo lo que está sucediento y se acuerdan de él para rescatarle de la trampa donde se ha quedado prisionero. Se habla de tongo por las cuatro esquinas del ring pero lo más asombroso y espectacular de este teatro humano son estas espectaculares modelos femeninas que cimbrean sus cuerpos entre asalto y asalto mientras ningún hombre o mujer miran sus sensacionales cuerpos porque están drogados con la batalla. Una enorme humareda que sueltan miles de puros habanos encendidos impiden ver con claridad lo que está sucediendo entre las doce cuerdas, en este ring donde los dos gladiadores bailan al son de la pandereta de los intereses compuestos. Nadie sabe cuántos puntos van acumulando los dos púgiles. Nadie sabe esta noche en qué asalto volará el protector bucal hasta caer en la lona y el héroe vencedor subirá entonces a lo alto de la gloria mientras algún que otro diente se habrá perdido entrando en la historia de las fotografías más premiadas. Tampoco sabe nadie cuándo llegará el asalto en el que uno de los dos se lanzará a la lona para gozar de un profundo sueño quedando dormido y esperando que le salve la campana mientras el suelo suelta un profundo olor a linimento. ¿Quién tocará esa campana salvadora? Aquí no hay más secreto que lo que digan los impertérritos jueces que se pasan consignas, unos a otros, para que nadie sepa que, en realidad, no están dispuestos a morir todavía. ¿Estamos presenciando un combate de verdad o es todo esto una genial batallita del abuelito de la Familia Cebolleta con la cual vivía tan feliz Manuel Vázquez? Pudo ser verdad que Marciano fuera un marciano; pero hoy en día, en este asfixiante "Convention Hall" una simpática polilla está dando vueltas en torno a la gran bombilla que cuelga del techo. Revolotea buscando al perdedor. Y ahora me viene a la memoria lo que escribió un colega de este oficio, al que me dedico sin saber bien por qué, sobre ganadores y perdedores. Amo al perdedor que se encumbra gracias a sus entusiasmos y no al ganador que se jacta de sus mil conquistas en base a los antojadizos y convenientes resplandores de lo superficial. No es casualidad ir predicando por el mundo que el vencedor está solo. Sobre la ética y la moral se superponen los entresijos del exito, la fama, el dinero y esos otros factores que pueden convertir a un ser humano, digamos que a "Casio", en un títere al servicio de los poderosos editorialistas de periódicos, emisoras de radio, televisores y libros que se nos van a presentar como modelos culturales acerca de lo que es ser un triunfador. Respetemos el silencio del vencido y quedémonos solamente con estos altibajos desmedidos en que lo cultural libera a un ser humano cuando se es lúcido, lucido y transparente. ¿Es todo esto que está sucediendo esta noche en le "Convention Hall" de Miami algo que tenga lucided mental o algo que posea lucimiento personal o algo que llegue a ser tan transparente como para que desaparezca el humos de los miles de puros de habanos encendidos y podamos ver de verdad lo que está sucediendo sobre el ring? Los pseudo héroes y los pseudo mitos se encuentran enfrentándose en el pináculo de la pseudo literatura. En realidad son dos seres irreconocibles para las mentes sanas. ¿Alguien sabe quién fue el primer hombre de la Historia que dejó fuera de combate a otro hombre? Posiblemente fue Adán cuando lanzó un crochet a la mandíbula de su propia sombra. - ¡Sensacional, Mercedes de los Ángeles! ¡Es una crónica genial! ¿Ves como sí podías hacerlo? - ¿Ha terminado ya el combate? - Acaba de terminar. - ¿Quién ha vencido? - "Casio" en el séptimo asalto. Efectivamente, ya se encontraba el animador de la velada anunciando por los altavoces el veredicto final mientras "Manos Grandes" alzaba el brazo izquierdo de "Casio". - ¡¡Damas y caballeros!! ¡¡Ha resultado vencedor y nuevo campeón mundial de los pesos pesados, Casiano "Casio" Grandy Lay por abandono, en el séptimo asalto, de Charles "Sonado Listo" Early!! ¡¡Pero el manager de "Sonado Listo" le ha pedido un combate de revancha al manager de "Casio" para el año que viene y éste lo ha aceptado!! Y comenzó la fiesta con "Casio" dando saltos a lo Pavlova. - ¡¡¡He visto el Wahlalla!!! ¡¡¡He visto el Walhalla!!! ¡¡¡He visto el Walhalla!!! ¡¡¡He visto el Paraíso de los musulmanes!!! - ¿Todavía sigue con esa cantinela, Luis? - Espera que me parece que aún no ha terminado. Era cierto lo que decía el periodista profesional Sancés porque la euforia de "Casio" era incontenible. - ¡¡¡He visto a Mahoma y su primo Alí montados los dos en el mismo burro!!! ¡¡¡No he visto a ninguna mujer desnuda pero es que Mahoma me ha dicho que las huríes están todas de vacaciones en la Costa Brava y yo creo en Mahoma hasta cuando dice mentiras!!! Siguió gritando a pleno pulmón. - ¡¡¡Qué grande es Alá!!! ¡¡¡Alá es más grande que un pulgón en un camello de Jadicha!!! ¡¡¡Ya no me llamo Casiano Grandy Lay!!! ¡¡¡He encontrado mi destino!!! ¡¡¡He encontrado el porqué de mi vida!!! ¡¡¡Por eso me bautizo yo a mí mismo y me llamo Mahoma Alí para matar dos pájaros de un solo tiro!!! ¡¡¡Viva Jadicha!!! ¡¡¡Traedme una viuda que sea multimillonaria porque quiero casarme con ella solamente por amor!!! ¡¡¡Viva el Islam porque es la religión de los amores libres y el amor a los dineros!!! ¡¡¡Lo dice el "Corán"!!! ¡¡¡Lo dice el "Corán!!! ¡¡¡Lo dice el "Corán" y yo nunca miento ni en mis combates de boxeo!!! ¡¡¡Jamás miento aunque "paquetes" claro que existen los "paquetes"!!! ¡¡¡Lo dice el "Corán!!! ¡¡¡Amasa grandes fortunas porque cuantas más grandes fortunas tengas más mujeres podrás tener en tu harén y más relaciones sexuales tendrás con ellas y, además, como los musulmanes somos muy buenos hermanos entre nosotros nos podemos intercambiar las mujeres de nuestros harenes cuantas veces nos convengan dichos cambios y las mujeres tienen que estar calladas cuando hablamos los hombres, caminar siete pasos por detrás de su macho y que guarden silencio porque para nosotros valen menos que los camellos, los burros, los patos que no son ocas, las ocas que no son patos y las lagartijas!!! ¡¡¡Los pobres que no tengan suficiente dinero y que pasen hambre y que estén más solos que la una, que se jodan y se aguanten hasta que puedan ir al Walhalla para ver si tienen suerte y les toca alguna de las que a nosotros no nos gustan!!! ¡¡¡Viva yo!!! Y comenzó a cantar mientras no dejaba de dar saltos sin parar ni un solo instante. - ¡¡¡Soy poeta!!! ¡¡¡Soy el sucesor de Hassan ibn Thabit y no me cansaré jamás de crear odas para Mahoma!!! De pronto transformó su baile y se puso frenético con una danza al estilo africano. - ¡¡¡Oh, Gran Dios Balugo!!! ¡¡¡Balugo!!! ¡¡¡Balugo!!! ¡¡¡Balugo presidente!!! ¡¡¡Se siente, se siente, Balugo está presente!!! ¡¡¡Nombraré como presidente de todas mis posesiones reales e imaginadas al gran Oscar Aguado Manías!!! - ¿Qué dios es ese llamado Balugo, Luis? - Creo que se está refiriendo al dios de la tribu de los barangay. - ¡Atiza! ¡Cuánto sabes de tribus africanas, colega! - Un poco nada más. Y supongo que a los barangay también les han predicado los musulmanes el cuento de Alí. - ¡Jajajajaja! ¿Y ese tal Oscar Aguado Manías quién es? - Supongo que, al ser aguado, es el aguador de "Casio", que ahora ha pasado a ser Mahoma Alí, y que por servirle el agua ahora le quiere nombrar presidente porque ya ves que le dan manías. - ¡¡¡Soy el nuevo gran poeta de los musulmanes!!! ¡¡¡Volverán las oscuras golondrinas de mi turbante sus nidos a colgar!!! ¡¡¡Tengo tengo tengo tú no tienes nada yo tengo mil conejos y un gorro de lana!!! - ¿Qué canta ahora? - Supongo que son poesías más o menos copiadas. Y el nuevo Mahoma Alí terminó su éxtasis producto del ácido lisérgico que había ingerido segundos antes de subir al ring alzando los brazos y comenzando a bailar una jota aragonesa ante el asombro de todos los allí reunidos. - ¡¡¡Que no quiere ser francesa, la Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa, que quiere ser Capitana de la tropa aragonesa de la tropa aragonesa la Virgen del Pilar dice!!! ¡¡¡Un orgullo singular tienen los aragoneses un orgullo singular porque tienen por Patrona a la Virgen del Pilar a la Virgen del Pilar tienen los aragoneses!!! - ¡Dios mío, está como un cencerro! - No está como un cencerro, Mercedes. Está como una cabra. - Dejando ya a ese loco creyendo que los musulmanes son más inocentes que Espinete... ¿es cierto que tú eres un bebé millonario que se ha transformado en un joven sin plata?... - ¿Lo dices por la cadena y la placa de oro puro? - Sí. Alguien me lo ha contado. - Forma parte del cuento de Alí. - ¿Y te vas a ir de verdad? - Sí. Me voy de verdad a ver cuánto de cierto hay en mi Destino. - ¿No puedo irme contigo? - Escucha, Mercedes. Sabes que me gustas muchísimo pero en mi futuro me pueden suceder muchas cosas que a tu familia de alta clase social no les va a gustar para nada. - ¿Y eso qué importa? - Eso es tan importante como que no quiero defraudar a ninguna de las chicas que he conocido y me han llegado a gustar mucho. Yo no soy Mahoma Alí formando un harén. ¿Comprendes? En mi vida solamente cabe una nada más. Si Mahoma Alí se ha hecho musulmán para tener decenas de mujeres con quienes tener relaciones sexuales diciendo luego a todos sus creyentes que sean puros, castos y virtuosos, yo no miento de esa manera. - Te comprendo, Luis. - Hasta siempre, Mercedes. - ¿Ese siempre es definitivo? - ¿Existe algún siempre que sea definitivo? - ¿Me estás diciendo que algún día nos volveremos a ver? - Tú lo has dicho.
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