¡Que me troncho, militroncho! (Diario
Publicado en Aug 19, 2016
21 años de edad. Mili sí y Pili no. Tan cierto como que lo estoy viviendo en primera persona del singular del verbo vivir. Caminar desfilando para mantener el paso militar es una gozada. Así que, de pronto, descubrimos que transformar nuestras gorras al estilo de gendarmes franceses nos hace más guapos a todos... menos a algunos que se parecen a Amalio Hortelano participando en la Vuelta Ciclista a Cataluña. ¡Menuda tarde de risas nos estamos pasando ante el monumental cabreo del cabo furriel! Y es que este Belinchón se mosquea hasta por un "quítame ya esta gorra". Un verdadero ejemplo de compañerismo masoquista es esto de quitarse las gorras los unos a los otros para regocijo del vendedor ambulante que, aunque las que vende son más verde olivas, tipo Fidel Castro por ver si nos convence eso de ir a cortar caña de azúcar a Cuba y terminar cantando "cantinero de Cuba Cuba Cuba cantinero de Cuba Cuba Cuba sólo bebe aguardiente para olvidar", sirven para ir tirando a la hora de salir a pasear.
¡Paso ligero, ar! Y todos a trotar como conejos con las gorras transformadas al estilo de los gendarmes franceses. Cuando el sol ya declina a todos nos duelen las tripas de tanto reír con lo de "gaitero que sabes tocar toca la gaita toca la gaita", menos al cabo furriel Belinchón que, cuando no bebe más de la cuenta, está siempre algo así como un poco avinagrado del todo. Yo, viéndole tan trastornado por la famosa cancioncilla del "relincha relincha relincha Belinchón", hago un ejercicio de memoria colegial: "Belinchón: municipio de España, en la provincia de Cuenca, y perteneciente al partido judicial de Tarancón", y se me hilvana todo eso con el grito espeluznante de ¡atención atención viajeros que llegamos a Chillarón! mientras todas las mujeres, con sus pañolones en la cabeza se ponen nerviosas cogiendo las cestas de sus gallinas para poder bajar del tren a tiempo no vaya a ser que se descuiden y terminen en Valencia. Y recuerdo, volviendo a lo de Belinchón, que gracias a eso saqué una matrícula de honor por estas cosas tan sencillas del aprendizaje geográfico-político de Castilla la Nueva (Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara) y es que, efectivamente, la última nota que me puso Don Florencio en lo de Geografía e Historia fue un 10. Pero ahora no estamos en Madrid sino en Alcalá de Henares poniéndonos las pilas para poder funcionar a tope. "Esto es para comer cerilllas"; frase un poco absurda, pero es que la vida es siempre absurda, que aprendí a los 13 años de edad debido a que la repetía hasta en el retrete cuando se iba a lavar las manos un tal profesor de Ciencias Naturales de la Academia Altamira de Madrid, con bigotillo a lo Clark Gable porque se creía galán de cine aunque bastante desahuciado como pasaba con mi tío Benito, el de la boina y el "botijo sin pitorro jamás echa chorro" que, dándoselas de Errol Flyn, se tenía que dedicar solamente a coger varillas porque de ligar no ligaba ni tomando 103 o sea 103 copas seguidas de 103. Por saber todo esto conseguí, sin esfuerzo alguno, un 7 en Ciencias Naturales que, en realidad me dejó más que satisfecho ya que era un notable y significaba que estaba por encima de la media nacional y hasta mundial. Al llegar la noche, en medio del silencio más absoluto y a ver si aprenden esto los de la teoría de que todo es relativo porque, la verdad sea dicha, a veces se producía un absoluto silencio luego no todo es relativo, recordaba yo a Pili cuando le dije, muy bien dicho, que mi amistad hacia ella estaba siempre supeditada a no despertar ninguna otra sensación más o menos amorosa ya que, según hacía yo siempre, no era justo que alguien, amigo o enemigo de mi forma de ser, tuviera que sufrir y que yo no abusaba jamás de una chica para herir sentimientos ajenos como sí hacen los mamones. Pero estamos, como digo, en Alcalá de Henares y de nuevo trabaja mi memoria: "Henares, subafluente del Tajo a través del Jarama". Y de pronto, al recordar esto de "El Jarama", voy y me acuerdo de "Yayo" y las excursiones. ¿Qué estará haciendo ahora "Yayo" una vez que ya no estoy yo siempre a su lado aguantando todos sus tostones diarios sobre el tema de Encarnita? Y eso que dice que el aburrido soy yo cuando sus hermanas se parten de risa conmigo y él es más pesado y plomizo que un enamorado de los imposibles que siempre habla y habla y habla creando un monólogo mientras yo aguanto y aguanto y aguanto tal soberano aburrimiento que a veces hasta tomo una de Soberano para poder soportar tanto a "Yayo" como a su rollo malayo. ¿Y Rafael? ¿Seguirá encendiendo bombillas mientras canta lo de "yo soy aquel que por las noches te persigue"? ¿Será verdad que es tan pobre que sólo tiene un tambor para ofrecérselo a Jesús de Nazaret en Navidad? Entonces, ¿de dónde saca para tanto como se gasta? Pienso en la chica del 17 y en "dónde se mete la chica del 17". Yo sí puedo cantar que solo tenía una cabra y la muy pobre se murió. Pero da la casualidad que, por esto de los cantares patriotas, hasta soy un legionario y nada importa mi vida anterior. La verdad es que me estaba intentando referir a Sánchez Ferlosio. Topografía: todos los militronchos tomando el sol como lagartos. Cada uno de nosotros es una verdadera geografía personal; pero alguno tiene una nariz como el Pico Aneto. Vuelve mi memoria: "Aneto, el segundo más alto de la Península que me parece que se refiere a la Ibérica y no a la del Yucatán, y el primero de los Pirineos, en el macizo de la Malateta, perdón pero me he equivocado por pensar en tantos mamones bancarios, y quise decir la Maladeta, en la provincia de Huesca y muy cerca de Lérida y Francia. Nieves perpetuas. ¿Llegaré yo, algún día y si Dios quiere preséntarmela, a conocer a alguna Nieves que esté lo bastante buena como para decirle buenas tardes nada más o quizás solamente buenas y adiós? Sí. Pero eso ya es cosa del futuro. En cuanto al presente nosotros sólo somos soldados rasos, pero nos da tanto el sol en la cara que parecemos turistas suecos haciéndonos los suizos o turistas suizos haciéndonos los suecos. Mas estamos haciendo patria. Aquí no vale ninguna clase de subterfugio o artimaña para autoproclamarse objetores de conciencia, echándole más morro a la vida que fumarse un porro si es que otro va y convida. Las dos cosas a la vez para ser exactos. Nosotros no. Con nosotros, los que defendemos de verdad a la patria aprendiendo a ser soldados rasos, ocurre que hasta si eres corto de vista tienes que esforzarte hasta el límite para aparentar que tienes vista de lince y disparar hasta con los ojos cerrados para intentar metérselas -las balas- a la diana con el sumo cuidado de no matar a la vaca lechera que está contenta en lo alto de la loma. Disparamos sin usar la telemetría y a veces hasta las metemos -las balas- bien metidas. En ocasiones hasta tenemos potra y acertamos con el mágico número 10 con alguna de las muchas que hemos metido a la diana -con de minúscula de dedo para evitar que alguien piense que esto es El País de las Maravillas refocilando con la diosa de las cacerías- y, si no es así, siempre nos queda el hábil recurso de aprovechar un descuido del teniente Jeta. Si hay que echarle jeta al asunto es mejor tener bien asegurada la retaguardia no vaya a ser que a alguno de los más paletos -que sólo quiere decir ignorantes o catetos que rima con paletos- se le dispare el "cetme" y tengas que ir a la enfermería aunque ya estés muerto. Y la verdad es que todos estamos muertos... pero de risa mientras el sol nos va tostando, semana tras semana, como el pan "Bimbo", que en Colombia signica pavo... pero que nosotros, por eso de usar un lenguaje en clave para no ser descubiertos por los "paracas", a los que les hemos invadido su territorio delante de las propias narices de sus chavalas tan pijas como ellos o incluso más, cambiamos el orden de las vocales y, además, a la o la convertimos en una a y nos sale "Bambi", personaje de cine -que yo sólo lo conozco por los cuentos de la época de María de la Castaña o Maricastaña para ser más cortos como sucede con Pipino el Breve-que, en el lenguaje infantil, significa algo así como cervatillo. Así que, estoy comprendiendo, que en la mili no se pierde el tiempo como dicen los objetores de conciencia que, la verdad sea dicha, hablan de pacifismo cuando la verdad es que se cagan a la pata abajo sólo con decirles la palabra tirachinas, sino que hay tiempo para todo y se hacen demasiadas cosas. Todo menos dedicarnos a la papiroflexia, fabricando barquitos de papel como hacen los mariquitas de los objetores de conciencia, creyendo que hacen servicios sociales. Y si son amantes de la paz, ¿por qué se alegran de que les vaya tan mal a los norteamericanos que luchan contra el Vietcon del Vietnam mientras estos mierdas de objetores celebran canciones de guerra socialistas, comunistas y anarquistas? Pienso que se les ve demasiado el "plumero" y todos sabemos ya lo que es "tener plumas". Así que la mili puede ser para muchos una tragedia pero yo la convierto en una comedia y entonces recuerdo a "Las avispas" de Aristófanes porque hay una de ellas que está rondando por alrededor de los bocatas de chorizo que, aunque algunos dicen que son de carne de perro o de gato pero no de cerdo, despachan los del camión de los repartos que están haciendo su agosto antes de que llegue agosto. ¿Qué reparto le ha tocado a Manolo en esta función de comedia teatral? No lo sé. Sólo sé que estoy haciendo el papel de filósofo de la naturaleza humana -tal como lo he aprendido viendo hacerlo a Adolfo Marsillach en "La puta respetuosa" de Sartre- porque no tengo ninguna duda "hamletiana" ya que paso a tope de Shakespeare, ni tampoco me da por el racionalismo de ese tal Descartes al que, por supuesto, descaerto: Pero mira por donde, hace poco he pescado un pequeño papel en una del comunista Sastre, el Alfonso para más señas, llamada "La mordaza", y aquí estoy, en el campamento militar, mordiendo la manzana que Eva me ha regalado pero no sólo un mordisco nada más sino toda entera (aclaro que a Eva la conozco de ver la tele y es una famosa modelo de un progama de "varietés" televisivas, llamado "Revista para la mujer", de todo este popurrí de programas de sofritos que nos atacan por todas partes menos por una que es la puerta de la casa para marcharme a jugar al fútbol y dejar a Eva emocionada y entusiasmada con el telebombón llamaod Pedro Macía) porque "manzana que no te la comes manzana que se la come otro" y en la mili hay que comerse todo lo que te ofrezcan y hasta todo lo que pilles al paso. Así que cuando sea mayor voy a ser como aquel periodista que dijo "sólo sé quen no sé nada". ¿O lo dijo un filósofo y a mi me está dando por ser filósofo de la existencia y periodista de la vida? Tras comer el rancho mucho más contento que Pancho (que es otro que se las da de guapo ante las chavalas de buen ver del Banco Hispano Americano de Madrid, y de las cuales me he despedido temporalmente) que, porque pertenece a la UGT del imponderable Fernández, cree que nunca se va a quedar calvo aunque ya tiene más entradas que las del golfo de Vizcaya -que me parece que se llama Otegui y ya lo veremos cuando llegue el futuro aunque no sea vizcaíno sino guipuzcoano pero es que todo lo que termina en ano termino por confundirlo para dar en el punto exacto de la sociología aplicada a las milicias- pues qie me da por pensar en el Periodismo de alta calidad literaria y en cuanto llegan las primeras horas de la noche, después de haber observado las estrellas más brillantes -y no me refiero ahora a Bo Dereck que dicen que es "la mujer 10" pero yo conozco a otras que están mucho más macizas que ella-, me pongo a pensar en "Cerros Verdes" y comienzo a escribir una crónica de sucesos. La titulo "En la mili no pasa nada" (después de haber pensado en titularla "El caso que nunca existió"). Todo ello para disimular que el teniente Padilla es amigo íntimo de mi padre el teniente Orero y me ha sacado de cocina mandándome a descansar. ¿Y pensar que yo no estoy cansado? Lo bueno de todo esto del rancho "a lo Pancho" es que se puede beber agua, a pesar del bromuro que la convierte en azulada, hasta diez vasos seguidos sin temor a que se te suba a la cabeza como "eche vacho de chervecha que che chube a la cabecha eche vacho de chervecha" del ridículo Palito Ortega; pero "a mí plin porque duermo en cataplin", que no quierer decir que duerma desnudo del todo sino todo lo contrario por si acaso atacan los maricas que ya empiezan a abundar en el ejército hispano. En la compañía 44 hay por lo menos 4. Que digo yo que estas noches se pasan la mar de divertidas (aunque algunos lloran de verdad llamando a sus mamás a lo estilo Fernandito "el moreno de las espinas" que parece Espinete) y además nos dejan fumar a tope. ¿Qué tal vamos de cartuchos? No. Nosotros no somos cazadores sino solamente soldados rasos y por eso usamos balas de fogueo aunque, a veces, hasta disparamos balas de las de verdad y yo choriceo un par de ellas para llevarla como recuerdo de mili a la casa de mi padre. En la puerta de Meco, los familiares y las amistades que vienen a visitar a los militronchos tien que formar cola antes de entrar. A esa misma hora vemos pasar al teniente Jeta -más enano que el benjamín del cuento de Blancanieves- queriendo ligar con alguna de las visitantes que mejor están para nuestras vistas ya acostumbradas a lo de "pero yo la quiero asi distinta, porque es sincera, es natural como el agua que llega, corriendo alegre desde el manantial", y entonces el Jeta que pica un poco las espuelas como para dar un trotecillo cochinero para ligar con alguna de ellas y resulta que, como es enano de verdad, ninguna de ellas le peude ver o si le ven sólo de parten de risa como si fuera un extraterestre invisible montando a "Clavileño" (caballo de madera del Quijote de La Mancha) porque este Jeta o tiene la mollera mal del todo o es que su cerebro es de pino piñonero. Repito que estas nochas son de verdad de cachondeo y para vivirla sa tope. Por ejemplo, en los ejercicios tácticos nocturnos, al bajar por las escaleras hay que ser astuto para repartir guantazos a diestro y siniestro y si0n mirar a quien antes de que de los den a ti. Y en ese reaparto de piñazos uno ni se fija ni distingue el número de estrellas que llevan en su gorra el oficial de turno que se ha llevado una buena suerte de galletas (no de Fontaneda precisamente) como acto justiciero de "El Zorro ataca de nuevo", porque aquí o eres zorro o te zurran (cosas bien distintas por cierto). En cuanto a lo del bromuro pongo en funcionamiento mi "máquina de pensar" y recuerdo que, según me explicó personalmente la ayudante del laboratorio de química en el Instituto San Isidro de Madrid, qiuen estaba superbuena y, además, era superjoven (miel sobre hojuelas se dice en estos casos en coinciden ambas cosas) es una combinación de bromo (y no es broma) con un cuerpo simple. Desde mi estratégico punto de observación estratégico (el pimero de la segunda y no el segundo de la primera porque para eso soy líder desde que nací) veo que algunos tiene un cuerpo tan simple que parecen salidos -pero salidos del todo- de una guarderá de inocentes y es por eso, asociando ideas, por lo que entiendo lo del bromuro en el agua durante el rancho de las noches. Sirve para que algunos, cuando llegan al punto de ebullición sentimental, puedan evaporar sus energias en grandes cantidades sim que ningun a salga embarazada. Más claro, agua. Algún oficial nos ha dado la orden de que, a partir del primer día de la mili, nuestras novias son los "cetmes". No só lo que opinará el soldado raso Meca, hijo del teniente Meca, pero yo discrepo en su totalidad de esta orden porque es verdad que tengo novia pero no se llama así; no se llama "cetme" sino que tiene nombre de princesa. En mi "traje de combate" llevo una mancha de color carmín a la altura de mi corazón. ¿Quién me habrá besado tanto? Lo sé pero no se lo cuento a nadie mientras todos piensan que, dicha herida a la altura del corazón, me convierte en todo un héroe viviente. Para mi princesa sí que lo soy y, por eso decidí ser un valiente de los de "Mili si y Pili no" al que le importa muchísimo no herir sentimientos de otros enamorados aunque sean enemigos míos, antes que un cobarde de los de "Pili sí y Mili no" a los que no les importa poner los cuernos a quien sea e incluyendo a su queridos colegas. Hablando claro todos nos entendemos mejor. Caí al suelo pero, sin dejar que el "cetme" se me escapara de las manos, me levanté, no dije nada y seguí desfilando con la mirada al frente. El capitán González no pudo reprimir su entusiasmo: "¡Así cae un soldadito valiente!". ¡¡¡Soldadito español, soldadito valiente, la alegría del Sol fue besarte en la frente. La victoria fue tuya porque así lo esperaba, cuando muerta de pena, a la Virgen rezaba su novia morena!!! Eso es lo que escuchaba yo, en medio de aquellas noches silenciosas antes de que llegara el nuevo amanecer.Eso escuchaba yo procedente del otro lado del mar. Se trata de un pasodoble de Jacinto Guerrero que posteriormente incluyó, en 1927, en su zarzuela "La orgía Dorada". Alcanzó gran fama elpasodoble durante las campañas de África del primer Tercio del Siglo XIX y a mí me llegaba su música desde la República de Ecuador.
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José Orero De Julián
José Orero De Julián
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