Veo niños valientes que tienen miedo. Veo niños cobardes que tienen miedo. Veo niños, que no son ni valientes ni cobardes, que tienen miedo. Veo el tremendo agujero que han hecho en el muro los "sacamantecas". ¿Son los "sacamantecas" los que meten miedo a los niños valientes, a los niños cobardes y a los niños que no son ni valientes ni cobardes, de Alcalde Sáinz de Baranda número 56 y de Alcalde Sáinz de Baranda número 58 de Madrid? Veo el mundo desde el punto de vista de un niño que tiene solamente cuatro años de edad. Veo el cielo primaveral que alumbra el patio en donde escondo tesoros metiéndolos en agujeros dentro del suelo arenoso. Aprendo a utilizar los cristales para ser pirata de tesoros escondidos que de verdad tienen mucho valor para un niño de tan sólo cuatro años de edad. Y veo los bonis policromos en los acericos de las niñas. Mi hermana tine uno repleto de bonis de todos los colores. Es hora de jugar. Estoy aprendiendo a ser poeta: "los que son maricas no juegan con las chicas". 
 
Yo no soy un niño valiente. Yo no soy un niño cobarde. Yo no soy un niño ni valiente ni cobarde. Yo soy yo. Yo soy un niño singular que ha venido de otro planeta para jugar con las niñas a esto de intentar descubrir bonis de colores ocultos en pequeños montículos de arena. Me lio a pedradas contra el montículo y, de vez en cuando, consigo mis propios bonis. ¿Quizás para pinchar con ellos mi corazón dormido a ver si despierto algún año de estos de mis primeros momentos y descubro que soy humano? He aprendido a jugar con ellas. He aprendido a ser un niño de este planeta. Y sigo aprendiendo a ser poeta cuando miro a las estrellas parpadeando en el cielo azul; tan azul que ya no pienso en nada más que en ser un niño de tan sólo cuatro años de edad. Y juego. Por eso solamente juego.
 
El patio de mi casa  es particular , cuando llueve se moja  como los demás. Agáchate y vuélvete a agachar , que los agachaditos no saben bailar. H, I, J, K, L, M, N, A  que si tú no me quieres  otro novio me querrá. H, I, J, K, L, M, N, O que si tú no me quieres otro novio tendre yo. Chocolate , molinillo, corre, corre ,  que te pillo.  A estirar , a estirar ,  que el demonio va a pasar. ¡Cuánta sorpresa es la mía cuando descubro que los demás niños (los que son valiente pero tienen miedo, los que son cobardes pero tienen miedo y los que ni son valientes ni son cobardes pero tienen miedo) deciden que no hay que jugar con niñas para ser un hombre y por eso se se dedican a tocarse el culo los unos a los otros. No lo comprendo bien. Quizás sí que es verdad que soy un extraterrestre; pero a mí no me gusta ser marica y por eso juego con las niñas. O tal vez es que sólo soy un niño especial.