Reunión de pastores ovejas muertas. Tiempos muertos. Tiempos que me han robado cobardemente para no estar con mis dos princesitas. Fin. No. Yo no puedo perdonar. Que Dios perdone, si es que tiene ganas de hacerlo, a todos estos pastores que se creen más justos que el mismo Dios. Me robaron un tiempo que nunca volverá. Lo siento. Fin. No. Yo no puedo perdonar. Quizás Dios sea de verdad misericordioso y perdone a tanto pastor que anda suelto pronunciando veredictos condenatorios y apartando a un padre de sus hijas. Para qué seguir escribiendo. Adiós. Tantos pastores y tantos veredictos de pastores me aburren. A lo mejor es que no han conocido nunca la verdadera Historia de los Pastores de la Navidad. Que me olviden por favor. Que me olviden tantos pastores metidos a Jueces Supremos; porque yo, ya lo ven, sólo soy un padre desahuciado por sus veredictos y no les puedo perdonar. Sólo deseo que sigan sus "Caminos de Perfección" a lo Pío Baroja. Yo no soy perfecto y nunca voy a ser perfecto. Quizás sea por eso por lo que he tenido que soportar a tantos pastores de Dios haciendo juicios sobre mí y apartando de mi lado a mis dos princesitas. Fin de la Historia. Es mejor que no me vuelvan a pedir perdón... nunca... jamás...
 
Los Grandes Pastores, sabios ancianos conocedores de la verdad de todas las almas humanas han dado su veredicto y han sentenciado: "¿Confiar la custodia de sus dos hijas a un padre ladrón que roba una mísera moneda para poder calmar su hambre y su sed con un mísero café en agua? Imposible. ¡NUnca! ¡¡Jamás!! ¡¡¡Es un pecador!!!". Pero ¿qué sucede con los "caballeros" del Don Dinero que se tiran a todas las chavalas, solteras o casadas, que encuentran en sus caminos? ¿Qué sucede con los "caballeros" del Don Dinero que se dopan con dosis hasta el trasero? ¿Qué sucede con los "caballeros" del Don Dinero que beben y beben y beben y vuelven a beber pero mira cómo beben y beben y vuelven a beber? ¿Qué sucede con los "caballeros" del Don Dinero que engordan como cerdos cebados con tantas parrilladas que se meten en sus enormes calderas? ¿Qué sucede con los "caballeros" del Don Dinero que se marchan de grandiosos y lujoso viajes laudatorios durante 360 día de los 365 que tiene el año y los 5 restantes se los pasan insultando a sus esposas porque no están lindas, guapas y arregladas para servir de descanso al guerrero porque durante eso 360 días tienen que trajinar y trajinar y y atender a los cientos y cientos de invitados que les envían, desde vaya usted a saber qué tierras, su aguerridos "caballeros"? Los Grandes Pastores, sabios ancianos conocedores de la verdad de todas las almas humanas, han dado su veredicto y han sentenciado: "Ah, sí! ¡Son del todo inmorales pero tienen derecho a tener la custodia de sus hijos y de sus hijas y de todos los hijos e hijas que deseen custodiar porque nunca roban una mísera moneda para calmar su hambre y su sed con un mísero calfé en agua! ¡Son inmorales pero no importa porque sólo son pecadillos sin importancia alguna!".
 
En mi soledad, abandonado en el último rincón de mi vivienda como un excluído de la sociedad de los "santos varones", escucho la voz de Jesucristo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que piensan, no saben lo que dicen y no saben lo que hacen; Padre, perdónalos porque ven la paja en el ojo ajeno pero no ven la viga en propio; Padre, perdónales, pero más les valiera ponerse una rueda de molino en sus cuellos y arrojarse al mar porque ay de aquellos que le hagan daño a uno solo de mis pequeñitos". Me asomo a la calle y miro al cielo y me veo pequeño pequeño pequeño, complatemente pequeñito. Luego sólo vuelvo a mi pequeño rincón y me quedo dormido soñando... soñando... soñando...