Cuando a finales del año 1969 después de Jesucristo, y a pesar de la tristeza temporal, solamente temporal nada más, de mi compañera y amiga Almudena, que sabía que yo había sido trasladado al Negociado de Cuentas Corrientes por culpa de la envidia de los "salidos mentales" (enfermedad patógena de los que no se comían ni una rosca), me encontré con el siguiente "panorama" laboral: un jefe embruutecido (más incluso que Magro que ya era decir) persiguiendo por entre las mesas a los humildes empleados de Cuentas Corriente, para ajustarles las cuentas porque para eso era un ex-falangista enchufado. Era el susodicho jefe, un tipo alto, largo (más largo que Largo Caballero que también es decir) que se las daba de gigante, quizás porque había visto en el cine de su barrio, con el título precisamente de "Gigante" una película estrenada en 1955, basada en la novela homónima de 1952 de Edna Ferber (1885-1958), dirigida por George Stevens y con Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean en los papeles principales. Galardonada con varios premios cinematográficos, la película fue incluida en el año 2005 entre las conservadas por el National Film Registry (Registro Nacional de Filmes) de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser consideradas «cultural, histórica, o estéticamente significativas». La película toca aspectos de racismo y discriminación de los ciudadanos de origen mexicano, que en esa época estaban en un punto crítico, sobre todo en la mayoría de los territorios sureños.
 
¿Y qué hacía yo allí, en el Departamento de Cuentas Corrientes de la Oficina Principal de Madrid del Banco Hispano Americano después de haber cumplido excelentemente bien con mis obligaciones de investigador profesional en el Departamento de Créditos de la misma Oficina Principal? Yo observaba todo junto con el maestro Martín para llevar a cabo la misión que me habían ordenado desde las alturas de los más importantes directivos de dicha Oficina. Así que trabajaba mientras canturreaba lo de "¡Pum pum! ¿Quién es? ¡Abre la muralla! ¡Pum pum! ¿Quién es? ¡Cierra la muralla!" mientras el maestro Martin, un total castizo de Madrid, se partía de risa soltando carcajadas que le mosqueaban al catalán de turno mientras yo seguñia, siempre seguía adelante, con mis sonrisas bohemias. Y lo sabe Basabe (por lo de seguir con mi poética manía de hacer pareados perfectamente rimados). ¿Quién era Basabe? Nada más y nada menos que un ex futbolista que había sido compañero, en el equipo del Banco Hispano Americano que estuvo a punto de subir a la Tercera División cuando todavía no existía la Segunda B ni en la imaginación de los directivia de la Real Federación de Fútbol de España, de Ordóñez, Arana, Espadas y "El Peloti" entre otros.
 
Yo no sé si era el mismo Basabe que voy a citar a hora, o solamente era un hermano o pariente muy cercano, pero Carlos Basabe Tovar conocido en el mundo del fútbol como Basabe, fue un futbolista profesional que jugó en varios equipos de la Primera división española en las décadas de 1940 y 1950. Llegó a disputar 103 partidos y a marcar 31 goles en la máxima categoría del fútbol español a lo largo de 8 temporadas. Nació en 1924 en Deusto, actualmente barrio de Bilbao y por aquel entonces todavía municipio independiente.
Llegó al Atlético de Madrid en 1946 con 22 años de edad. Tras permanecer una primera temporada inédito, debuta en la Primera división española el 21 de septiembre de 1947. En sus tres temporadas como "colchonero" jugó 21 partidos y marcó 2 goles. En 1949 la Real Sociedad de San Sebastián, en un plan para consolidarse en la Primera División inicia una "operación retorno" en la que se dedica a fichar a jugadores vascos que militaban en equipos de otras regiones. Basabe es uno de los refuerzos que adquiere el club. En su primera temporada es titular, juega 20 partidos en Primera división y marca 6 goles. Sin embargo su rendimiento caería en las dos temporadas siguientes. En total jugó 35 partidos con la Real (31 en Primera) y marcó 12 goles. En 1952 ficha por el Real Oviedo, recién ascendido, donde alcanzará su madurez como futbolista. Con los ovetenses juega dos temporadas como delantero titular, 51 partidos de Liga y 17 goles. Sin embargo, en la temporada 1953-54 el equipo pierde la categoría y desciende a Segunda División y es cuando Basabe juega en el Levante de Valencia la temporada 1954-1955. A partir de ahí posiblemente ingresó en el Banco Hispano Americano y era ese mismo Basabe que me encontré en Cuentas Corrientes de la Oficina Principal o mi compañero de Banco era un familiar cercano al futbolista Basabe.
 
También andaba por allí un profesional de la lucha libre del Campo del Gas de Madrid, de los de la época de Félix Lambán y Nino Pizarro entre otros muchos más que nosotros teníamos en las chapas. En cuanto a Benito Galán, no tenía nada que ver con "el de la boina con pitorro" que se creía Errol Flyn y que no tenía ni idea de escribir ni tan siquiera una sola frase de algún pensamiento que pudiera ser interesante, sino que le llamaban "El Sucio" porque siempre hacía de "malo" cuando combatía contra los "buenos". Era Presidente General de aquel Banco, durante aquellas fechas, el famoso Alfonso Escámez López, primer marqués de Águilas (Murcia). "El Pajarito" y "El Señor Guapete" quedaron por los suelos. Y, al final, salvado por la campana de aquel emocionante combate donde terminé quedando vencedor, me despedí de Mercedes otra vez con eso de "adiós con el corazón que con el alma no puedo". El resto está censurado.