Muchos incrédulos están todavía, a estas alturas del Siglo XXI después de Jesucristo, preguntando quién fue el creador de Dios. La respuesta es, otra vez hablando del Cristianismo, completamente sencilla y entendible hasta por niños y niñas de muy corta edad. Veamos lo siguiente. El ser humano se diferencia de los demás seres terrestres porque piensa y razona a través de los pensamientos. Se sabe que todo lo que exponemos hacia los demás se llaman ideas y se sabe que tenemos un cerebro capacitado para poder producir ideas y albergar el "espacio" apropiado para nuestros pensamientos. Está bien. Correcto. Las ideas nacen de los pensamientos y el conjunto de los pensamientos surgen de un único Pensamiento en cada uno de nosotros. ¿Pero quién creó el Pensamiento? Las ideas no pueden ser porque son ellas las creadas por dicho Pensamiento. El cerebro no puede ser porque es la vivienda y "espacio" donde habita el Pensamiento. Según el científico y físico Antoine Levoisier la matería ni se crea ni se destruye sino que solamente se transforma en materia. Luego la materia no puede crear la no materia y el cerebro (que es materia) no puede crear el Pensamiento (que no es materia). La única solución lógica y posible es que el Pensamiento (que tanto nos sorprende cuando produce ideas que muchas veces desconocémos hasta que él las produce o que muchas veces es tal la cantidad de ellas que nos desarrolla la llamada inteligencia) es que el Pensamiento, al no haber nada superior a él que le haya creado, no nos queda otra solución que reconocer que se ha creado él a si mismo. O sea que es una especie de energía (no material sino espiritual) que no necesita ningún factor o causa para producirse sino que se ha creado a sí mismo y es gracias a él por lo que tenemos palabras suficientes como para explicarlo. Esa es la respuesta en cuanto a saber quién creó a Dios. Expliquemos lo siguiente: por definición propia Dios es Pensamiento, mientras que Jesucristo es Acción y el Espíritu Santo es la Palabra que une al Pensamiento (Dios), con la Acción (Jesucristo) a traves de dicha Palabra (Espíritu); así que Dios -creado a sí mismo- es capaz de actuar gracias al espíritu. Y tanto la actividad como el espíritu no fueron creados por ningún otro ser sino por esa energía llamada Dios. En definitiva que llegamos a la conclusión de que el pensamiento humano se creó a sí mismo produciendo ideas dentro de nuestro cerebro. De esta misma manera Dios se creó a sí mismo produciendo palabras dentro de nuestro universo. Lo mismo que el Pensamiento no lo creó nadie sino él mismo a sí mismo, a Dios no lo creó nadie sino Él mismo a sí mismo. Es absurdo querer encontrar la cuadratura del círculo porque un cuadrado es un cuadrado por el simple hecho de que es cuadrado y un círculo es un círculo por el mismo hecho de ser círculo. En ambos casos se han creado a sí mismos. Por la misma razón de que un cuadrado se crea a sí mismo como un cuadrado y un círculo se crea a sí mismo como un círculo (y todo esto billones y billones antes de que el ser humano fuera creado) es por lo que Dios se creó a sí mismo como Dios dentro de una vivienda o "espacio" llamado Universo y a través de sus ideas creó todo lo que conocemos. Es tan sencillo que parece mentira que haya hombres tan "inteligentes" que no lo lleguen a comprender.