De pronto nos damos cuenta de que estamos metidos de lleno en una espiral que nos conduce a una especie de pozo sin fondo y nos vamos hundiendo con cualquier circunstancia ajena que nos produce un ahogo sentimental. ¿Estamos enamorados de verdad o es sólo un sentimiento con el que nos vamos introduciendo en nuestro caminar pero que no tiene solución posible? Todo está enredado y no sabemos cómo arreglar nuestros pensamientos. ¿Es cuestión de suerte? No vemos ninguna otra solución mas que buscar la oportunidad de poder acertar con la respuesta más adecuada.
 
Lo único que puede pasar es que todo termine en un fracaso de esos que no nos esperamos pero que estamos pensando que es muy posible que ocurra. ¿Se llama tal vez desamor? No es importante saber cómo se llama en readidad, pero la realidad nos está avisando que no llamemos a la puerta de su corazón porque no nos la va a abrir jamás. Mas, como somos solamente hombres, hacemos la llamada. Y sucede lo que tiene que suceder. Desamor. Estamos viviendo ese estado nervioso donde no es lo mismo decir que amamos a una persona o que esa persona nos ama a nosotros. Quizás ninguna de la dos cosas sea cierta. Pero un poco más allá de la realidad lo cierto es que solamente estamos viviendo un amor imaginario; aunque siempre llamamos a la puerta (solo los cobardes no lo hacen) hasta darnos cuenta que que todo es una falsedad de nuestros sentimientos. Lo que puede pasar, a partir de ese momento, depende de la voluntad de cada uno de nosotros.
 
Hay quienes aceptan la derrota y se mantienen en pie por propia volutnad; y hay quienes no pueden superar el rechazo y fracasan en el océano de la vida hundiéndose en esa especie de desengaño que les encoge el ánimo y se dedican a huír hacia el abismo. Estre una y orra forma de responder hay, un poco más allá, nuestro futuro. No da lo mismo vivir sin penas que ir penando por el resto de nuestra vida.
 
Dicen que el tiempo lo cura todo. ¿Es cierto que el tiempo lo cura todo o es como un doctor que no sabe hacer otra cosa más que decirnos que tengamos cuidado para no recaer? Pienso que el hecho de recaer o no recaer es trascendental para quienes queremos llegar hasta la meta que nos hemos propuesto. En este sentido positivo, cada desamor es un paso más hacia el triunfo final.  Muchos no lo entienden así e intentan olvidar lo que no se puede desalojar de nuestro pensamiento. Pensar en que ya no hay existencia es un gravísimo errror. Aquella vieja premisa de nuestros antepasados que dice que hay que aprovechar la oportunidad o te quedas para vestir santos es un error quen necesitamos evitar. Supongo que quienes creen en ella son los que creen que la esperanza se acaba con el primer fracaso que conocemos cuando en realidad estamoas empezando a vivir de verdad esta aventura amorosa que es llenar nuestro corazón con un sentimiento puro y pleno. ¿Se alcanza o no se alcanza la pelenitud amorosa? Eso es lo que los hombres, cuando somos hombresde verdad, llegamos a comprender cuando otros han respondido con un no incuetionable. Mas la cuestión tiene un doble sentido: ¿ese no se queda para siempre en nuestra alma o es nuestra alma capaz de decir sí cuando hay mucho más mundo interesante un poco más allá?
 
Con los sentidos revestidos de alegría plena somos capaces de saber que el triunfo no se acaba por un no más o menos o por un no menos o más, ni tan siquiera por una acumulación de noes tan indiscutibles como el primero de ellos. Quienes tenemos las ideas claras sabemos que el efecto de nuestra alegría continua depende de nosotros mismos y de nadie más. Si somos capaces de entenderlo y llevarlo a la práctica es que estamos preparados para vivirla. Mejor es que te digan muchas veces que no que obtener siempre un silencio como respuesta. Porque nuesto vivir puede cambiar cuando tenemos la respuesta adecuada. Quedarse anclado en ese silencio negativo es sentir la impotencia que impide dejarnos ver que un poco más allá porque hay algo por lo que luchar. Muchos fracasan proque no conocen esta realidad. Si renunciamos a los dulces momentos de desvelar la alegría de nuestros sentimientos para vivir, mes tras mes y año tras año, con el pensamiento en blanco, no tendremos jamás la oportunidad de satisfacernos cuando vemos que somos capaces de aguantar, mes tras mes y alño tras año, los continuos rechazos hasta encontrar la luz que nos despeje el futuro y nos guíe hacia el verdadero y noble amor.
 
Vamos a darnos otra oportunidad. Ese es el pensamiento positivo. Vamos a darnos esa oportunidad definitiva para alcanzar nuestro futuro. Las princesas abundan tanto que lo único importante es pensar que estamos junto a ellas. Y después te das cuenta de que sí sabes estar junto a ellas y conversar con ellas. De pronto, sin darnos cuenta de que ese es nuestro futuro, ya hemos triunfado porque vemos a una princesa que nos está esperando un poco más allá.