¿Qué hacemos los hombres y las mujeres viviendo en la Tierra? ¿Qué significado tiene nuestra existencia temporal en este planeta? ¿Somos o no somos transcendentes desde que nacemos hasta que morimos?¿Somos transcendentes también en el más allá? Para hablar de transcendencia, lo primero que deberíamos saber es el significado de esta palabra; porque muchos hablan de la transcedencia sin tener ni idea de los que es. Atención, entonces, a estas tres definiciones del vocablo "transcendencia":  penetración o perspicacia; consecuencia de índole grave o muy importante; y aquello que está más allá de los límites naturales.
 
Sea cual sea la perspìcacia con la que entremos a discernir la transcendencia de todos y cada uno de los seres humanos, o su intranscendencia según afirman algunos que desconocen la verdad de los seres humanos porque se sienten algo así como nada o menos que nada, empecemos diciendo, sobre la penetración, que no es resultado del azar o de ninguna casualidad, que al nacer penetremos precisamente en el planeta Tierra. Penetramos en la Tierra para no salir de ella ni después de haber vivido un número corto o largo de edades. Luego ya tenemos una primera cuestión para pensar: si no salimos de la Tierra ni aún después de muertos es que, no hay duda alguna, somos transcendentes para la historia de los hombres y las mujeres de la Tierra pues, en caso de no serlo, al final de nuestras vidas no nos convertiríamos en polvo (como dice la Santa Biblia) ni en memoria sino en algo que no tuviese existencia alguna. Y es del todo imposible que algo que tiene existencia al nacer sea una inexistencia tras el morir; puesto que todo lo existente se transforma en otra cosa también existente pero no desaparece.
 
Así que, partiendo de esta idea sobre la infinita existencia, no tenemos más remedio que aceptar que, por ser infinita, estamos hablando de algo muy importante ya que lo importante es todo aquello que transciende mucho más allá de su apariencia externa gracias a la esencia que lo compone, En este sentido los seres humanos tenemos una esencia imperecedera que, por ser imperecedera, no nos queda otra solución que admitir que es transcendente.
 
Y, por último, terminando con estas primeras definiciones que nos sirven de introducción al tema, deducimos, después de haber analizado las dos primeras, que la tercera y definitiva también es cierta: vamos más allá de los límites naturales. Estamos hablando de algo superior a lo natural y no hay nada superior a lo natural salvo la espiritualidad que es sobrenatural porque proviene directamente de un Creador que es Espíritu Hacedor. Esto quiere decir que somos precisamente transcendentes porque tenemos y poseemos, cada uno de los seres humanos, esa esencia sobrenatural que se llama espíritu a imagen y semejanza del Creador. Es como las fotogragías. Nosotros evolucionamos pero las fotografías son soportes que nos hacen entender que evolucionamos y que somos, defintivamente, infinitos cuando las vamos contemplando de manera evolutiva. Si antes de la fotografía ya éramos producto para el futuro, después de la fotografía seguimos siendo productos para el futuro de las generaciones que nos suceden. Nos reconocemos al ver cómo hemos nacido y nuestras futuras generaciones nos seguirán reconociendo al ver cómo hemos vivido. Esta continuidad, también de carácter infinito es, por lo tanto, transcendental.  
 
Ya he demostrado en alguno de mis escritos anteriores que Dios es Pensamiento y por lo tanto podemos decir que es Mente. Si la Mente de Dios decidió que estemos en la Tierra y no en otro planeta cualquiera es una decisión tan transcedental para los seres humanos que podemos afirmar, con total carácter absoluto pues en este tema no existe la relatividad que falsamente predican quienes se llaman sabios sin serlo, que no hay seres humanos en otros planetas del Universo. No quiero decir que no haya seres vivos o que no haya seres vivos que puedan ser capaces de pensar y de hablar pero, en ese caso si es que ese caso se llegara a demostrar, no serían seres humanos. Esto lo podemos comparar con el siguiente ejemplo: esta noche tenemos que cenar y, teniendo una enorme cantidad de productos comestibles (seres vivos) elegimos solament a un par de huevos (seres vivos elegidos para cenar) que pasan a ser, por lo tanto, alimento transcendental para nuestra cena; mientras que el resto de productos, digamos por ejemplo una cebolleta (ser vivo) dejan de ser transcendental para ser solamente aleatorios y sin mayor importancia que la de existir pero no haber sido elegida para nuestra cena (ser vivo no transcendente). Eso mismo ha hecho Dios al elegir la Tierra como hogar para los seres humanos. Somos únicos e irrepetibles gracias a una Mente llamada Dios y los demás seres vivos del Universo, dejan de ser transcendentes para nuestra propia existencia incluso aunque sepan pensar y hasta hablar, porque no son seres humanos.
 
Pero hay algo más todavía para seguir razonando tras pensarlo adecuadamente, Como detrás de toda creación (y los seres humanos somos una creación) debe haber un creador pues si no hubiese un creador no habría nada creado, lo que hacemos aquí, en la Tierra, es ser un producto absoluto creado por una Mente Superior que va mucho más allá de lo científico(relatividad siempre) y de lo artístico (siempre relatividad) ¿Qué hacemos aqui? Estamos en la Tierra porque somos los embajadores de Dios en relación con el resto de todos los demás planetas del Universo y la única muestra de Dios vivo para señalarnos como transcendentes para la vida que nos espera en el más allá. Más acá de nuestras conciencias existen estas demostraciones palpables de que estamos aquí para ser trancendendes, continuadores de un pasado que, pasando por el presente, servimos de antecendente para los seres humanos que sean transcendentes en el futuro gracias a nuestra transcendencia actual,
 
Ni la Ciencia ni el Arte puede explicarnos, con total certeza, esta incuestionable verdad; luego es la inteligencia humana la que lo puede explicar porque deriva directamente del Pensamiento de Dios. El científico detiene su camino cuando ya ha llegado a una saturación que le impide descubrir nada más. El artista detiene su camino cuando ya ha llegado a una saturación que le impìde tener más imaginación. Pero la inteligencia es ese motor diesel que nunca deja de funcionar y sirve para demostrarnos que todo es relativo menos lo que contiene las partes sustanciales de nuestra semejanza con Dios y por eso mismo es la inteligencia el motor diesel de la vida humana. Eso es lo que hacemos aquí. 
 
¿Qué es, en definitiva, lo que hacemos los seres humanos en la Tierra? ¿Son nuestras acciones productos de pensamientos transitivos o son nuestras acciones productos de pensamientos intransitivos? Transitivo significa que pasa y se tranfiere de uno a otro e intransitivo, por el contrario, es que desparece para siempre. Así que la respuesta lógica, en contra de los incrédulos que afirman, sin ninguna clase de razonamiento sabio, que desaparecemos sin dejar huella porque nos vamos a la nada, es que sí, que nuestras acciones, porque estamos creados para la eternidad -depende de cada cual elegir a qué eternidad desea pertenecer pero pertenecemos todos o a la eternidad de la salvación o a la eternidad de la condenación- son transitivas, se pasan de unas generaciones a otras generaciones ya que estamos aquí de manera transcendental. Y, en efecto, la evolución humana se produce aquí, en nuestro planeta, porque trasferimos nuestas acciones a las acciones posteriores que van a seguir trasfiriendo nuestas acciones aumentándolas con acciones nuevas, Asi que los seres humanos, en la Tierra, no estamos ejerciendo una labor de simple tránsito temporal nada más; porque nuestro tránsito, al estar contenido en el Tiempo de la Eternidad, es un tránsito tan transcendente que si no fuera porque vivimos de un todo hasta otro todo (desde  una porción de Alfa hasta otra porción de Omega) no tendríamos la memoria histórica colectiva ya que no existiría la memoria social individual.
 
Si la memoria humana permanece como ejercicio de transcendencia fundamental para los hombres y las mujeres es gracias a que existe la memoria particular, y transitiva, en cada hombre y en cada mujer que formamos este conjunto llamado vida humana. Así que lo que estamos haciendo aquí ya no es solamente engendrar vida humana sino hacer que dicha vida humana cumpla con la completud que Dios nos creó para ser algo más que una presencia sin testimonio alguno, Si cada uno de nosotros y de nosotras somos un testimonio para los demás seres humanos es que lo que estamos haciendo aquí tiene un valor testimoniat tan determinante y profundo que es gracias a dicho testimonio por lo que nos podemos reconocer como seres humanos en lugar de seres de cualquier otra especie.
 
De unos aotros. Somos corredores de un equipo humano en que a cada uno nos compete y llevar el testigo que recogemos del compañero que nos lo da hasta entregar dicho testigo al compañero que lo ha de recibir. De mano a mano pasa el testigo de esta carrera singular de los seres humanos en la Tierrra y al final llegaremos a una meta concreta y no a esa nada abstracta de la que nos hablan los incrédulos ateos que deja de tener toda clase de transcendencia porque resulta ser un absurdo. No. Lo que hacemos aquí en la tierra no es un absurdo sino una especie de carrera por relevos que nos une desde la aparición de Adán y Eva hasta esa meta final y concreta que es la revelación de que existe un mundo más allá de este (que sólo es temporal) donde daremos cuenta de cómo hecho hecho nuestro recorrido personal y que es de naturaleza eterna.
 
Lo que hacemos aquí es confirmar definitivamente que la meta de nuestras existencias no se acaba cuando llega la muerte temporal sino que al haber corrido en la prueba de resistencia de nuestra temporalidad es porque estamos participando de una prueba de resistencia eterna. Y es allí, en esa Meta Eterna donde todos nos daremos cuenta, sin ningunca clase de duda, que lo que hacemos aquí tiene una transcendencia fundamental por lo que somos y por lo que influimos en otros que también son. Somos de la Tierra porque existimos dentro del Pensamiento de un Ser Superior (al que todos conocemos como Dios) para cumplir el Plan que dicho Ser Superior ideó en el Alfa del Tiempo con vistas a la Omega del Tiempo. en definitiva somo un conjunto global donde cada uno ejercemos nuestra labor individual, Unos lo hacen para el Bien y otros lo hacen para el Mal. Y esa dualidad del Bien y del Mal es lo que nos hace completamente transcendentes. Digamos que al final recogemos lo que al principio hemos sembrado. Así de tanscendental es lo que hacemos aquí.