De forma difusa.
Publicado en Sep 24, 2016
Te esperó; una noche vacía bajo el alumbramiento de la calle que daba al bosque; a su bosque.
Ésa noche la citó, ella y él, para revivir momentos; que no volverán. No llegó. Esperó otra semana para volver a ir, como siempre lo hizó durante 6 meses; los mejores. Tampoco llegó. Y la esperó durante horas, la llamó, le escribió mensajes, se limitó a pensar que lo había olvidado; no volvería a ocurrir. La esperó, minutos y horas que parecieron días y años sin ella. Recordó que ésa noche sí lloró, y sólo quiso pensar que después volverían a ser los que éran. Pasaba otra semana, y él le escribía, la llamaba y buscaba. No sabía nada de ella, y éso lo mataba; lo destrozaba. Pasó otra semana y fue, dónde siempre, sólo para recordar como la había visto la última vez; y para recordar todo lo que hablaron aquella noche; como se sentía irse de algún lugar, que era duro pero al final se sentía bien. Qué los peores momentos son los que se viven a ratos por un tiempo; porque es algo que no se vuelve a repetir. La siguiente semana fue y comprendió lo que ella quería; quería que la dejara para saber como se siente, como todo era muy sutil o muy difuso. Que ya no volverían; ya no iría. Y fue al alumbramiento durante los siguientes seis meses, no ha esperarla. Sino a vivir cada día; poco a poco, paso a paso. Para sentirse limerenciado por sus momentos; se volvió su espacio, ya no era lugar... Porque ya no existía uno. Y al final, se dió cuenta que fue lo mejor, que la vivió y amo como a nadie más, que no volvería a pasar. Y cuendo ella se fue murió por seis meses más. Pero cuando él se fue; comenzó a vivir. Gracias a ella, porque ése era su plan, ésa era su historia, con ése mismo final.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Kali
Kali Lakshmi