15 años tiene mi amor (Diario)
Publicado en Sep 25, 2016
15 años tiene mi amor y yo, mientras silbo la canción del Dúo Dinámico porque es verdad, estoy de lleno introducido en la Mitología Militar. A punto de ser licenciado, no tengo nada más que hacer, en la oficina de la Capitanía General de Ingenieros de España, junto a la misma Plaza de la Cibeles y al servicio del general Gordejuela, que aprender a distinguir entre Zeus y Júpiter. Por ejemplo, que Zeus era griego y Júpiter era romano. Lo cual, para estar cumpliendo con mi servicio militar obligatorio, es toda una hazaña; mientras los hay que sólo hacen teclear las máquinas de escribir al servicio del capitán Sampedro. Eso les pasa por estar enchufados para acabar siendo nada más que unos pringados.
Hablando de pringados, hay un brigada (no un brigadier sino un brigada) que lleva la guerrera llena de pringues. Es el que manda a mis compañeros más desfavorecidos a que vayan a hacer la compra que, seguramente, le ha mandado hacer su esposa. Me entra la risa cuando recuerdo que uno de ellos, ya enfadado del todo, le hace una compra de naranjas podridas. O al menos algunas de ellas estaban podridas (lo sé porque acompañé a mi compañero al supermercado militar). Creo que a partir de aquel día se le quitó la manía al brigada (no brigadier sino brigada) de la guerrera manchada de pringues ordenar a mis compañeros más desfavorecidos a que le hiciesen la compra. Quizás porque su esposa cuando vio aquello de las naranjas podridas le debió echar una bronca de muy padre y señor mío. En todo esto me ocupo yo mientras recuerdo que 15 años tiene mi amor y juego al baloncesto con la papelera del despacho del capitán Mario junto con Rodolfo (o Adolfo porque los dos riman con golfo) y "El Dentista". El alférez de los planos y las maquetas no sale de su asombro mientras nos confiesa que está enamorándose de una chavala yeyé que se le cruza por las calles cuando viene de camino a la Jefatura. El comandante Reboiras sigue diciendo de mí que yo soy un soldado cojonudo porque le doy la carpeta más limpia de la oficina donde el coronel se pone las gafas de aumento (una lupa para ser más exacto) intentando descubrir lo que el general ha escrito y me pide que, por favor, le ayude en tan ardua y, según él, imposible tarea. Le demuestro que soy capaz de hacerlo y lo hago ante la envidia del capitán de las "banderitas" de la Cruz Roja. 15 años tiene mi amor y sigo sonriendo por no partirme de risa, por ejemplo con lo del Atlético de Madrid y el Panionios que tan mal le sienta al capitán Mario que hasta está a punto de romper su carné de socio colchonero porque, además, le han robado el "sancristóbal" de su automóvil. Nota.- Aguilar no es de Campoo como muchos creen. Y es que de "guaperas" está esta mili llena aunque luego no se coman ni una rosca y tengan que servir las bebidas y las papas fritas porque para eso se es un "gastador" de los que gastan de todo, incluída la moral, con tal de caerles simpáticos a los oficiales de las altas jerarquías militares.
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