Justo Grande dio un fuerte puñetazo sobre la mesa.
 
- ¡Compañeros! ¡Los altos directivos del Banco no quieren ofrecernos ni una migaja más del pastel! ¡No nos queda otro remedio más efectivo que declarar la huelga!
- ¡Como siempre, nuestro compañero Grande ha tenido una grande idea!
- ¡Gracias, Pancho López! ¡Tú si que eres un revolucionario de los de verdad!
- Hago lo que puedo, Justo, hago lo que puedo...
- ¡Pues hablando de ideas grandes yo veo un grande inconveniente!
- ¿Qué grande inconveniente, Pito Culebras?
- ¡No me gusta que en las Asambleas se me llame Pito! ¡Soy Benito Agapito Culebras!
- Está bien, Benito Agapito. No nos liemos por tan poca cosa. Yo soy Justo para todos pero creía que teniamos confianza.
- Mi confianza no está depositada en nadie más que en mi querida esposa y mi querida esposa no está con nosotros porque no es de nuestro Sindicato... ¡así que no me caso con nadie!...
- Dejemos ahora los problemas de casas. ¿Cuál es ese grande inconveniente!
- Uno que siempre se ha repetido muchas veces.
- ¿A qué te refieres con eso?
- ¡A lo de siempre! ¡Despidos por sorteo y traslados a muy largas distancias, también por sorteo, sin que nadie de nosotros hagamos nada por evitarlos!
- ¡Nosotros estamos bien asegurados y nada nos va a suceder!
- ¡Eso no es justo, Justo!
- ¿Desde cuándo sabes tú lo que es justo, Alas?
- Prefiero que me llames Pepe Luis.
- Ya. Ya sabemos todos lo que tú prefieres, José Luis Alas; pero yo no quiero tener ninguna confianza contigo.
- ¿Por que soy solamente un simple ordenanza? ¡Me parece que eso va a ser por muy poco tiempo!
- Ya sabemos todos muy bien que te gusta mucho bajarte los pantalones enseguida, Alas. Hablemos claro. ¿Es por eso por lo que te todos te llaman "Clarín"?
 
Un inmenso jaleo se armó en toda la sala.
 
- ¡¡Tengamos la fiesta en paz, compañeros!! ¿Hacemos o no hacemos la huelga?
- ¡Un momento, Pancho López! ¡No te emociones tanto como Miguel Ángel Chota antes de tiempo!
- ¿No vamos a hacer la huelga? En su emisora de radio nos están esperando.
- ¡Pues dile a Miguel Ángel Chota que está como una cabra!
- Pero si nuestro amigo Miguel Ángel está muy emocionado...
- ¡Creo que es mucho más conveniente comenzar con un paro temporal!
- ¿Como cuánto de temporal?
- ¡Indefinido! ¡Un paro laboral indefinido!
- ¡Eso no resulta nunca efectivo, Justo!
- ¿Sabes tú lo que es efectivo, Benito Agapito?
- ¡Cualquier cosa menos quedarnos a medio camino como siempre!
- ¿Tú que opinas, Pancho López?
- ¡Yo estoy siempre contigo, Justo Grande! Lo que tú decidas es lo que vamos a hacer. Como siempre. Tú eres quien más manda y quien más manda siempre lleva razón.
- ¡Yo dudo que eso sea cierto!
- ¿Tienes algo en contra de mi persona, Blas Parés?
- ¡A pares! ¡Tengo dudas a pares sobre tu persona!
- ¿Y no sería mejor que te ocuparas en encontrar a una mujer con la que casarte como Dios manda en lugar de decir tantas tonterías y de meter el hocico donde nadie te ha llamado?
- ¡Me llamo Parés pero no voya a hacer ningún paro!
- ¿Qué te han ofrecido a cambio?
 
Otro inmenso jaleo se armó de nuevo en toda la sala.
 
- ¡¡Compañeros, unidad!! ¡¡Compañeros, unidad!! ¿Somos o no somos?
- ¡No, Justo, no! ¡No todos somos!
- ¡Muy bien dicho Benito Agapito Culebras!
- ¡No enciendas más el fogón, Pancho López!
- Pero si Benito Agapito Culebras lleva razón...
- ¿En qué quedamos, López? ¿Soy yo quien lleva razón o es Culebras y no yo?
- ¡Tú, Grande, tú!
- ¡Culebras filosofa demasiado y esto no es una cuestión para filosofar!
- Está bien, Justo. Lo que tú digas.
- ¿Todos de acuerdo en que necestiamos hacer un paro de quince minutos para armar un gran escándalo dando toda clase de golpes para que los clientes se enteren?
- ¿Quince minutos? ¿Has dicho solamente quince minutos?
- ¿Cuáto crees tú que debe durar un paro laboral según pìensas tú, Alas, si es que piensas alguna vez?
- ¡Indefinido! ¡Antes dijiste huelga indefinida y si en lugar de huelga tiene que ser un paro laboral opino que también debe ser indefinido para ser coherentes de cara a los trabajadores!
- ¡Si hacemos un paro laboral indefinido se nos puede escapar el control de las manos!
- ¡Yo sigo inssitiendo en que debe ser indefinido!
- Pero Alas... piensa bien antes de hablar... que tú siempre piensas demasiado de algunas cosas y de otras piensas muy poco antes de hacerlas...
- ¿Otra vez insinuando que me bajo muy pronto los pantalones?
 
Justo Grande volvió a dar un fuerte puñetazo sobre la mesa.
 
- ¡Estoy hasta los mismísimos cataplines de tanto esquirol!
- ¡Cálmate, Justo! ¡Haremos lo que tú digas!
- Está bien, Pancho. ¡Propongo un paro laboral de tres horas de duración! ¡En lugar de comenzar a trabajar a las 8 de la mañana empezaremos a trabajar a las 11 de la mañana si es que los altos directivos no nos ofrecen más!
- ¿Y si nos sale mal la cosa?
- ¡Lo tengo muy bien pensado, Culebras, lo tengo muy bien pensado! ¡Lo que debemos decir a todos los trabajadores es que nada de quedarse en sus casas hasta las 11 de la mañana y que acudan todos a las 8 como cualqueir otro día! ¡Si lo hacemos así los altos directivos verán que somos responsables!
- ¡Ni el diez por ciento de la plantilla de trabajadores va a cumplir con eso, Justo!
- ¿Y tú eres un verdadero sindicalista pensando de esa manera, Blas Parés?
- Lo soy... pero...
- Pero dejarás de serlo si te ofrecen alguna miseria de jefatura...
- Como buen católico que soy, tengo que saber nadar y guardar la ropa; pero eso no quiere decir...
- ¡Basta ya, Parés! ¡Para el carro! ¡Ya sabemos todos lo que nos quieres decir! ¡Se lo hemos visto hacer a Narejo y a muhos como Narejo! ¡A los niñatos como Nené es mejor no tenerlos en cuenta porque ya se sabe que quien con niños se acuesta se levanta cagado y en cuanto a Tolomeo Calvo es mejor no decir nada porque sólo es un bocajas más falto de inteligencia que un mosquito trompetero! ¡Y no digamos nada de Velas Cos porque de Velas Cos se puede uno esperar siempre lo peor! ¡Ese tal Velas Cos miente más que raja y mira que raja más que el cuchillo de un meloreno!
- ¡Compañeros! ¡Si no hay nada más que decir propongo que se dé por finalizada esta reunión!
- ¿Algo en contra de lo que propone Pancho López?
 
Un prolongado silencio se hizo en toda la sala y, después, todos comenzaron a salir de ella.
 
- ¡¡No olvidéis pasar la voz a todos los trabajadores y que son tres horas de paro laboral pero estando en sus peustos de trabajo a las 8 de la mañana aunque no empecemos a trabajar hasta que no sean las 11 de la mañana!! ¡¡Pancho y yo se lo haremos saber a Miguel Ángel Chota, el de la Radio Juventud, que está tan emocionado con todo este asunto!!
 
Nadie dijo nada en contra y, pocos minutos después, Justio Grande y Pancho López estaban a solas compartiendo una botella de güisqui.
 
- Pancho...
- Sé lo que estás pensando, Justo... a mí también me gustaría estar disfrutando de un buen tiempo en las Islas Canarias...
- A veces pienso que sería mejor no haber venido nunca a la Península...