Entrevista con Papanicolau (Entrevista)
Publicado en Oct 07, 2016
El asunto comenzó con una insólita llamada a la Redacción.
-¿Está libre "Diesel"? Mi Jefa quiso saber quién era el que llamaba puesto que tenía voz varonil. - En estos momento está libre. ¿Quién necesita de sus servicios? - Me llamo George Papanicolau y sé que voy a morir dentro de muy poco tiempo. Antes de irme de esta Tierra me gustaría tener el grande honor de ser entrevistado por él. Un día después ya estaba yo en La isla de Eubea, antiguamente llamada Negroponte por los venecianos, localizada frente a la costa oriental del mar Egeo en Grecia. Tiene una superficie de 3.900 kilómetrros cuadrados, y una población de casi 200.000 habitantes. Es la sexta isla más grande del mar Mediterráneo. Su capital es Calcis. Pero no es Calcis mi destino, sino la pequeña población de Kimi, en cuyo puerto ya me estaba esperando Papanicolau con un higo en la boca y una cesta, llena de higos, colgando de su brazo izquierdo. Al verme llegar se tragó todo el higo que tenía en la boca antes de comenzar a hablar. Por poco se muere atragantado pero superó con éxito la prueba. - ¿Tú eres "Diesel"? Entre los grandes genios profesionales siempre tenemos la sana costumbre de tutearnos sin faltarnos para nada al respeto ni mosquearnos por tan poca cosa. - Yo soy "Diesel" y tú debes ser George Papanicolau. Nos dimos un fuerte apretón con nuestras manos derechas y se le ocurrió una feliz idea. - ¿Qué te parece si vamos a mi yate y nos comemos, entre los dos, todos los higos de esta cesta? - Vale, tío. Pero nada de comer de dos en dos sino de uno en uno como Dios manda. - ¿Dios manda comer los higos de uno en uno? - Eso es Papanicolau. A Dios no le gustan los avariciosos. Aceptando la propuesta de comernos los higos uno tras uno y no dos tras dos, me guió hasta su yate, cuyo nombre exacto era "Papa" y, una vez bien acomodados en la cubierta, bajo el sol primaveral de la costa griega de la isla de Eubea, comenzamos a comer higos sin importarnos ninguna otra cosa del mundo entero. Una vez terminado nuestro atracón fue Papanicolau quien me volvió a preguntar. - ¿Qué tal los higos? - Los higos higos son, Aquello le produjo un ataque de risa tan fuerte que tuve que darle un par de puñetazos en la espalda para que dejase de reír. Tosió antes de recuperar el aliento, - ¡Ostras, "Diesel"! ¡Estás verdaderamente más fuerte de lo que yo creía! ¿De dónde sacas tanta fuerza? Yo no le di mucha importancia al asunto,... - Cosas de la naturaleza nada más, George. - ¿No sabías que los higos que nos hemos engullido sin decir ni pío son los más famosos del mundo? - Tanto como del mundo... - Digamos que entonces son los mejores higos de Europa. - Eso sí que lo admito. - Pues debes saber que son tan sabrosos que ya tienen Denominación de Origen, A mí ya me estaba empezando a empachar eso de que estuviésemos hablando de los higos de Kimi y que fuera Papanicolau el que hiciera las preguntas; así que tuve que cortar el asunto para poner a cada uno en su lugar. - No quiero ser descortés contigo, George, pero aquí el que debe hacer las preguntas soy yo que para eso soy periodista y el que debe contestar a las preguntas eres tú que para eso eres citólogo. Espero que no se rompa nuestra naciente amistad por haber llamado pan al pan y vino al vino. ¿De acuerdo? - Jajajajajá, De acuerdo. No voy a romper nuestra naciente amistad por ningún malentendido. - ¿Has entendido bien lo que he dicho? - He entendido bien lo que has dicho. Fue entoces cuando comenzó de verdad la Entrevista. - Papanicolau, ¿si no hubieses sido citólogo, y ya que eres Papanicolau, te hubiese gustado ser Papa? Aquella pregunta le pilló tan de sorpresa que le volvió a dar otro ataque de tos que yo le curé propinándole otros dos buenos pero amistosos puñetazos en la espalda. - ¡Ni borracho, "Diesel", ni borracho hubiese yo preferido ser Papa, ni cardenal, ni arzobispo, ni obispo ni tan siquiera capuchino! ¡Me gusta mucho la buena vida y los hábitos son para los monjes pero no para un médico como yo! - ¿Y Nicolau? ¿Te hubiese gustado ser Nicolau en lugar de citólogo? Esta vez se quedó su mente en blanco antes de contestar. - ¿Nicolau? ¿Quién es Nicolau? - Un ex futbolista argentino del Barcelona. - ¡Ah, no! ¡Del Barcelona no quiero oír ni quiero hablar absolutamente nada porque yo soy del Real Madrid! Esta respuesta me hizo sonreír... - ¿Es malo ser del Real Madrid siendo un maestro de las citologías? - No sonrío por eso, Papanicolau... - ¿Puedo saber entonces por qué sonríes? - Porque acaba de pasar por nuestro lado un monumento... - ¿Estás loco? ¿Cómo puede ser que un monumento se mueva? - ¿No se mueven los burros? - Sí. Aquí en Grecia estamos acostumbrados a ver a los burros moverse cuando se les atiza. - Pues sin tener que usar la violencia de género también los monumentos se mueven. ¿Estás de acuerdo? George Papanicolau empezaba a darse cuenta... - Si, "Diesel", llevas toda la razón. - ¿Qué me dices entonces del mundo de las citologías? - Que la más guapa, brillante y monumental citóloga del mundo va a resultar ser una ecuatoriana que todavía es muy niña. - ¡Atiza! ¿Puedo saber quién es? - No es que puedas saberlo sino que debes saberlo porque te vas a casar con ella. No me impresionó la sorprendente noticia porque yo ya lo sabía. - Lo admito porque es verdad. ¿Qué es un papanicolau? - ¿Es que no te lo ha contado nadie? - Sí. Pero no me acuerdo porque yo estaba medio dormido cuando me lo explicó Don Florencio en el Colegio Lope de Rueda de Madrid. -El papanicolau o citología del cuello uterino es una prueba o examen que se hace a las mujeres, cuyo fin es detectar en forma temprana alteraciones del cuello del útero, que posteriormente pueden llegar a convertirse en cáncer. Yo ya estaba serio del todo... - ¿Cómo se hace un papanicolau? - Es muy largo de contar y puede ser aburrido. - ¿Puedes hacer una sinopsis? - ¿Una sinopsis? No conozco ninguna operación clínica que se llame sinopsis. - ¿Te gusta el cine? - Me encanta el cine. Sobre todo Ben-Hur. La he visto un mogollón de veces como se dice en lenguaje popular. - ¿Y no sabes lo que es una sinopsis siendo tan aficionado al cine? - Es la primera vez que oigo esa palabra. - Hazme simplemente una definición muy somera y completamente resumida de cómo se hace un papanicolau y paso a la siguiente pregunta. - Una prueba de Papanicolau es un examen de detección simple, rápido y relativamente indoloro que se usa para detectar células cancerosas o precancerosas en el cuello uterino. Es esencial hacerse pruebas de Papanicolau de manera regular para detectar el cáncer cervical tempranamente y tratarlo. - ¿Eso de cervical tiene que ver con la cérvix? - ¿Sabes lo que es la cérvix? - Perdona que te corte, George, pero el que pregunta soy yo pues en caso contrario esto se convertiría en la Casa de Tócame Roque. - ¿Qué es la Casa de Tócame Roque? - Dime antes lo que es la cérvix y luego te digo yo qué clase de casa es esa sin que sirva de precedente para el resto de la Entrevista. - El cuello uterino o cérvix uterino es la porción fibromuscular inferior del útero que se proyecta dentro de la vagina, y es un componente anatómico exclusivo de la hembra en los mamíferos. Esta apertura o hueco deja que salga la sangre del útero durante la menstruación o período. También deja que entren los espermatozoides al útero y a las trompas de Falopio. Aunque, por lo general, mide de 3 a 4 centímetros de longitud y unos 2 centímetros y medio de diámetro, el cérvix se puede dilatar unos 10 centímeros durante el parto para dejar que pase el bebé, y su tamaño puede variar según la edad, el número de partos y el momento del ciclo menstrual de la mujer. ¿Qué es la Casa de Tócame Roque? - La Casa de Tócame Roque fue una legendaria vivienda madrileña, populosa, destartalada y jaranera, situada al final de la calle de Barquillo, en el barrio de Justicia. Llegó a hacerse tan popular en el siglo XIX, que inspiró varias piezas del teatro musical más castizo y quedó inmortalizada en la literatura, la pintura y el refranero. - ¡Diantres! ¡Por las trompas de Falopio! ¡Eso sí que es interesante! ¿Puedes continar explicando algunos detalles? De repente el reportero empezaba a ser Papanicolau y yo pasaba a ser el protagonista principal. De momento acepté el reto de serlo. - La noticia legendaria que llegó hasta el siglo XIX, habla de una corrala en pleno barrio chispero de Madrid, habitada por 72 familias entre habituales riñas y escándalos. Albergaba también en los bajos del edificio un conjunto de acreditadas herrerías en las que trabajaban setenta oficiales de fragua. El impago de alquileres llevó a los propietarios a solicitar su derribo hacia 1850. Los vecinos se acuartelaron y los trámites se eternizaron. Hay noticia de que cada dos meses se desahuciaba a una familia. En ese proceso surgió un litigio entre dos hermanos: Juan y Roque, antiguos propietarios. La eterna y fraternal disputa por la herencia que al estar mal redactada no dejaba claro quién de los dos hermanos era finalmente el afortunado hizo popular el diálogo: «tócame a mí»dijo uno, contestándole el otro, «no, tócame a mí». Los dramaturgos y saineteros que popularizaron el conflicto cierran la leyenda con una gran trifulca entre los vecinos y el ayuntamiento. - ¿Eso pasa en una ciudad tan cosmopolita como Madrid? - ¿Me dejas continuar siendo el personaje principal de la Entrevista o vuelvo yo a hacer las preguntas? - ¡No, "Diesel", no! ¡Yo no soy nadie a tu lado! - Entonces no cortes mi "rollo" o te pregunto algo que no sepas contestar y quedas en ridículo ante mis lectores. - ¡No hagas eso, por favor! Continúa tú siendo el importante... - El primero en recoger el asunto fue el dramaturgo Don Ramón de la Cruz, en un sainete publicado en 1843 y titulado: "La Petra y La Juana", o "El Casero Prudente", o "La Casa de Tócame Roque" También fue motivo para la composición en 1877 de la obra de Ramón Ortega y Frías, llamada "La Casa de Tócame Roque" o "Un Crimen Misterioso", obra que a su vez inspiró a Javier Santero el libreto de la "Casa de Tócame Roque" en el año de 1900. El Museo del Prado de Madrid guarda una representación de la casa según inspiración del pintor Manuel García Hispaleto. George Papanicolau se quedó con la boca abierta y le di un buen consejo. - En boca cerrada no entran moscas, Papanicolau... así que al menos métete otro higo en la boca... Él siguió mi consejo y habló con la boca llena. - Siguef... pof... favof... siguef... - ¿No te han dicho nunca que no se debe hablar con la boca llena? Por esta vez lo admito y voy a seguir pero te recomiendo que alguna vez leas el Manual de Carreño de "Las Buenas Conductas" para saber cómo comportarse con urbanidad ante los demás, Después de esto siguió comiéndose el higo sin decir palabra alguna. - La casa de tócame Roque, real o ficticia, aparece en varios escritos de Benito Pérez Galdós. Así, por ejemplo, en el libro "Napoleón en Chamartín" de la primera serie de los episodios nacionales, donde la casa es residencia de varios de sus protagonistas, es presentada así por el escritor canario: "La casa... era de esas que pueden llamarse mapa universal del género humano por ser un edificio compuesto de corredores, donde tenían su puerta numerada multitud de habitaciones pequeñas, para familias pobres. A esto llamaban casas de Tócame Roque, no sé por qué". - ¡Vaya memoria que tienes, "Diesel"! - Solo son gajes de mi oficio y memorizo mis asuntos de la misma manera que tú memorizas los tuyos. - De acuerdo. ¿Puedes seguir? - ¿Queda algún higo todavía vivo? - Exactamente dos. - Pues trae acá esos dos porque necesito un respiro. George Papanicolau me entregó la cesta y me zampé los dos higos en menos de diez segundos antes de continuar. - ¡En verdad que se merecen estos higos tener Denominación de Origen! - Gracias por la publicidad, "Diesel". - Ya veremos si después me sigues dando las gracias, Continúo. Su popularidad acuñó varias expresiones o dichos castizos del tipo «ser como la casa de tócame Roque», en el sentido de ser un lugar, hogar o familia bulliciosos y jaraneros, con frecuentes fiestas, voces, alborotos y riñas. - ¿Ya has terminado? - ¿Qué más quieres que cuente por un simple puñado de higos? - ¿Y si te ofrezco una piña colada? - Entonces sí que sí que remato la faena. George Papanicolau se introdujo dentro del yate y yo me quedé más pancho que Puskas... hasta que volvió con los dos combinados... - Está bien, Papanicolau. Prosigo. - Prosigue, "Diesel". - Pero después me toca a mi ser periodista y a tí hombre famoso. - De acuerdo. - Era una casa de vecindad «fea e insalubre», según rezan las crónicas, que habría tomado su nombre de sus propietarios, dos hermanos llamados Juan y Roque que tanto discutían sobre sus cometidos -«tócame a mí, tócame, Roque»- que la casa pasó a ser conocida con tal nombre. Así lo contó Ángel Fernández de los Ríos en su «Guía de Madrid» de 1876 y Julio Cejador en su «Fraseología» de 1922 a 1924, aunque la leyenda cuenta que se la llamó así por la disputa de estos dos hermanos en la división de su herencia. Juan presionó tanto a su hermano Roque en el reparto, que los vecinos acabaron por burlarse de la situación y cada vez que salía de la casa se burlaban de él diciendo «Tócame Roque», lo que le hizo atrincherarse en ella por la vergüenza de la burla. La disputa debió remontarse al siglo XVIII pues a la casa de Tócame Roque se refiere ya en 1747. Puedo continuar hablando una hora más pero ha llegado el momento de almorzar y si quieres saber el resto de la historia te das una vueltecita por la Hemeroteca Nacional de Madrid y consultas el diario ABC, - Está bien, He aprendido muchísimo contigo. Cuando vaya por Madrid seguiré tu consejo. ¿Dónde quieres que almorcemos? - ¿Hay por aquí algún buen restaurante? - No repares en el precio. Soy millonario gracias a la Citología. Tomé la Guía Turísitica que estaba a mi lado y la consulté echando una rápida mirada. - ¿Qué tal el Wooden Nest Taverna? - ¡Excelente! ¡Más allá sólo existe lo imposible! ¡Es la perfección convertida en lujo! - Pues ya que te hace tanta gracia pagar vamos al "Wooden Nest Taverna". - Por supuesto, Allí continuaremos con tu Entrevista. - Si no me queda otro remedio... - No te preocupes por el tiempo, Vamos a ir con Mercedes. - Bueno... si es Mercedes... vale... compensa mi trabajo.,.. - ¡Jajajajajá! - ¿De qué te ríes tú, Papanicolau? - De nada. Me estaba acordando de lo que dijiste del monumento, - ¿Que ví pasar a un monumento? - Sí. Por eso me estoy riendo. - ¿Ilación de ideas tal vez? - Eso es, "Diesel". Eres muy buen observador. - Pues ya que estás tan contento seguiremos la Entrevista mientras almorzamos ya que la cuenta la pagas voluntariamente tú porque para eso eres millonario gracias a la Citología. Salimos del yate, entramos en el Mercedes rojo de Papanicolau y, en pocos minutos, ya estábamos en el restaurante junto a la playa. - Pues es verdad que hay muchos monumentos por esta costa... - Ya me estoy dando cuenta, "Diesel", ya me estoy dando cuenta,.. y te repito que no te preocupes por la cuenta... Fue un menú digno de dioses: "Tzatziki" con aceitunas, "Spanakopita", "Cordero con alubias y queso feta", "Tarta griega de leche" y "Bizcochitos de agua de rosas", todo ello acompañado de abundante vino "Assyrtiko", de Santorini. - ¿Dónde está Santorini, Papanatas? ... esto.... quise decir Papanicolau... y perdona mi "lapsus linguae". - No te preocupes. Estás perdonado. Muchos me dicen Papanatas porque no saben decir Papanicolau. Y en cuanto a Santorini es un pequeño archipiélago circular formado por islas volcánicas, localizado en el sur del mar Egeo, unos 200 kilómetros al sureste del territorio continental griego. Forma el grupo de islas más meridional de las Cícladas, con un área aproximada de unos 73 kilómetros y una población de unos 10.000 habitantes. A mí me molestó toda aquella demostración de conocimiento que me largó de una sola parrafada sin descanso alguno y quise darle una lección de humildad porque lo creí oportuno, - ¿Quiénes fueron los primero pobladores conocidos que habitaron en Santorini, Papanicolau? - No tengo ni la más remota idea pero debieron ser los espartanos hacia el año 3.000 antes de Jesucristo. - ¡Toma del frasco Carrasco! - ¿Qué quiere decir eso de toma del frasco Carrasco? - Que te has caído con todo tu equipo porque resulta que fueron los fenicios. ¿Seguimos siendo amigos? - Seguimos siendo amigos, "Diesel"... - ¿Entonces que te paerece café, copa y puro? Y no sólo pagó todo el almuerzo sino que pagó también los dos cafés árabes bien cargados, las dos copas de champán francés y los dos puros habanos de Cuba. - Hablemos un poco de tí, George, Naciste en Kimi. ¿Se puede saber la fecha? - Sí. Exactamente el 13 de mayo de 1883. - ¿Y qué pasó después? - Que estudié Medicina en la Univesidad de Atenas, donde me gradué en 1904. Seis años más tarde me doctoré en la Universidad de Munich, en Alemania, Y en 1913 emigré a los Estados Unidos para trabajar en el Departamento de Patología del Hospital Presbiteriano de Nueva York, en el Departamento de Anatomía de la Universidad Cornell donde fui uno de los pioneros de la Citología y tras inventar la prueba de Papanicolau, que se utiliza en todo el mundo para la detección precoz del cáncer de cuello de útero, recibí el Premio Lasker. - ¿Te estás refiriendo al norteamericanp Albert Davis Lasker? - Sí. Fue un hombre de negocios americano que jugó un papel importante en la conformación de la publicidad moderna. Se crió en Galveston, Texas, donde su padre era el presidente de varios bancos. Al mudarse a Chicago, se convirtió en socio de la empresa de publicidad de Lord y Thomas. Él compró y llevó a cabo campañas publicitarias exitosas. Hizo nuevo uso de la radio, el cambio de la cultura popular y lo atractivo de la psicología de los consumidores. Militó en el Partido Republicano y diseñó nuevas formas de hacer publicidad de las campañas electorales, en especial la campaña de Warren Harding de 1920. Antes de morir se convirtió en un filántropo. Guardamos un minuto de silencio para brindar con el champán y volví con las preguntas, - Estoy seguro de que muchos paletos lo confunden con Emanuel Lasker. ¿No es cierto, Papanicolau? - Pues perdona si te parezco un paleto pero no sé a quién te refieres, Le eché un cable para no dejarle en ridículo. - ¡Claro que te acuerdas pero lo que pasa es que estás un poco nervioso! Me refiero al ajedrecista, matemático y filósofo alemán, campeón del mundo de ajedrez de 1894 a 1921. - ¡Ya caigo! ¡Algo he leído de él en la prensa diaria! - ¡Pues claro que te acuerdas! Obtuvo el título a los 25 años tras derrotar a Wilhelm Steinitz y es el campeón del mundo de ajedrez que más tiempo lo ha retenido, 27 años consecutivos, hasta que en 1921 perdió el "match" de la Habana frente al gran maestro cubano José Raúl Capablanca. Fue pionero entre sus contemporáneos en la explotación de los aspectos psicológicos del juego, sacando partido con enorme habilidad de las deficiencias particulares de cada uno de sus oponentes. - Ya... ya... gracias "Diesel"... - ¿Por qué? - Por no considerarme un paleto. - ¡Qué bordados más preciosos los que tienen estos manteles! ¿Sabes algo de ello? Papanicolau se dio cuenta que le estaba ayudando... - Gracias, "Diesel". Sí. Las mujeres de Kimi siguen practicando el tradicional arte de sus abuelas y crean bellísimos bordados con el producto natural del capullo de gusano de sea. - Un momento, George. ¿Quién introdujo el gusano de seda en Europa? - ¿Tal vez Marco Polo? - Lo siento, Papanicolau. Fueron los partos. - ¿Te refieres a los partisanos? - Veo que es mejor que cambiemos de tema. Partos deriva de Partia y no de partisanos. Fueron de origen iraní y tuvieron muchos intercambios comerciales con los romanos desde el siglo II antes de Jesucristo. Ellos trajeron por primera vez la seda al mundo de Europa occidental y es falso que lo hicieran dos frailes metiendo capullos de gusano de seda en los puños de sus bastones, lo cual sólo es una leyenda sin fundamento alguno y, aunque fuese cierto, la seda ya se conocía en Europa Occidental muchos siglos antes gracias al comercio de los partos. Dichos frailes eran españoles e introdujeron la seda en España pero ya se conocía en Europa. - Pues yo no sabía todo eso... - ¿Algo que decir de la sedería griega? - Que en 1903 se creó la "Compañía Sirotrofia" para comercializar la seda pero en Kimi ya se hacía desde el siglo XVIII después de Jesucristo. - Doy por terminada la Entrevista, Papanicolau. - ¿Nos vamos a la playa, "Diesel"? - A cual de ellas... - Vamos con Mercedes a la de Skópelos. Y sonriendo abiertamente le acompañé hasta la citada isla, usando por supuesto su yate después de ir con Mercedes hasta el puerto, y allí, en la playa de Skópelos, tumbado sobre la fina arena y viendo monumentos naturales, terminé de dar los últimos apuntes de mi Entrevista. Después llegó la noche y, en el avión de regreso, releí todas mis notas para ver cómo había terminado la Entrevista. Supe que por lo menos me serviría para seguir ganando prestigio entre los compañeros de la Redacción; aunque lo que opinase cada uno de ellos o cada una de ellas me era completamente indiferente porque sólo me interesaba que le gustase a mi Jefa y esa era mi única verdad.
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