Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -8-
Publicado en Oct 26, 2016
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8.- Hechos y valores a prueba de imbéciles.
 
Sobre los imbéciles se han dicho ya muchas grandes verdades. En este sentido destaco lo que dijo Beta Berber: "La vida es muy corta para lidiar con gente idiota". Dado por entendido que un imbécil siempre es un idiota elevado a la enésima potencias, antes de filosofar brevemente sobre ello, vean el siguiente "rosario" de grandes verdades dichos por personajes más o menos famosos, sobre los idiotas: "Si las personas sólo fueran responsables de lo que hacen conscientemente, los idiotas estarían de antemano libres de cualquier culpa" (Milan Kundera); "La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás" (Voltaire); "Nunca discutas con un idiota, te rebajará a su nivel y te ganará por su experiencia" (Mark Twain); "Nunca discutas con un idiota. La gente podría no notar la diferencia" (Emmanuel Kant); "Cuando un tonto calla, es incluido entre los inteligentes (Anónimo); "Un idiota siempre encuentra otro más idiota que le admire" (Niels Bohr); "Un idiota nunca se repone de un éxito" (Oscar Wilde); "Como ya es usual, siempre hay una gran mujer detrás de cada idiota" (John Lennon); "Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota; pero no se deje engañar, es realmente un idiota" (Groucho Marx); "Existen dos tipos de idiotas: los que dejan de hacer algo porque reciben amenazas, y los que creen que van a hacer algo porque están amenazando a alguien" (Paulo Coelho); "Dejemos las conclusiones para los idiotas" (Pío Baroja); "La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido" (William Shakespeare); "Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo" (Sigmund Freud); "Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas (Confucio); "La opinión pública, es la acción de los idiotas" (Julian Green); "El amor es una palabra de dos silabas, dos consonantes, dos vocales y dos idiotas" (Anónimo); "Hay una manera infalible de reconocer un genio: todos los idiotas intentan cerrarle el camino (Anónimo); "Si el suicidio estuviera de moda, ya nos hubiéramos librado de muchos idiotas (Anónimo); "El juego cumple una alta misión moral, sirve para arruinar a los idiotas" (Santiago Ramón y Cajal); "En realidad, uno no sabe qué pensar de la gente. Si son idiotas en serio, o si se toman a pecho la burda comedia que representan en todas las horas de sus días y sus noches" (Robert Louis Stevenson); "Cada vez tienen más sitio los idiotas" (Arturo Pérez-Reverte; "Hay que ser un poco idiota en la vida, porqué si no los demás se aprovechan y lo son ellos todo" (Anónimo); "Nunca subestimes a un idiota, un día podría ser tu presidente" (Aleph Alef). Como se puede comprobar hay una gran variedad de pensamientos para definir a los idiotas que termina por convertirse en imbéciles. Y todo eso gracias a los hechos y los valores que muchos han demostrado para señalarles con claridad.
 
¿Es o no es un imbécil, con los hechos concretos que nuestra realidad cotidiana están demostrando día tras día, el idiota profundo que no sólo pone en dificultades a su propia familia sino que termina por destruirla para siempre? ¿Existe esa clase de tipos? En las páginas de los periódicos diarios se encuentran montones de ellos... solo hace falta abrir el periódico  y leer... para quedar convencidos de que, hoy en día, son los imbéciles los que más veces salen fotografiados en la prensa al igual que en los demás medios de comunicación social; so'bre todo en la televisión ahora que ya estamos metidos de lleno en la Era de la Imagen. Hechos concretos destruyendo escalas de valores positivas como, por ejemplo, la familia. Un idiota siempre nunca evoluciona sino que siempre involuciona hasta convertirse en un imbécil.
 
Hagamos un breve retrato concreto en base a los hechos concretos del día al día: un idiota que está en proceso de involución hacia un imbécil tiene siempre estampa y figura de "pelirrojo" de película de cine; por ejemplo, "Siembra de dolor", film mudo de la cinematografía francesa, dirigido por Julien Duvivier en base a una novela de Jules Renard. Efectivamente, todo idiota camino de ser imbécil siembra el dolor en el resto de toda su familia. Suele ser más simple que el mecanismo de un chupete y su comportamiento no es infantil sino infantiloide, con ojos alechuzados y expresión de pájaro bobo (tal como el célebre de Coria pintado por Diego Velázquez). Con risa que cada vez siendo más de imbécil su inteligencia va disminuyendo con el paso del tiempo y, empezando por ser muy corta, termina por ser propia de un enano mental. En medio de la bohemia soledad de este mundanal ruido actual siempre hay fanáticos que no pueden ser más idiotas porque ya han llegado a la fase de imbéciles y lo único que ya les queda, para finalizar con sus involuciones, es tranformarse en gilipollas.
 
¿Cómo protegerse y quedar inmunes ante la gran cantidad de imbéciles que abundan en el mundo actual? El primer hecho primordial que hay que tener en cuenta para poder defender nuestras escalas de valores positivas (empezando por mantener la unidad familiar tradicionalista, ya que es la única verdadera, y el amor noble y sincero en lugar de los amores libres y embusteros con los que han destruido a tantas familias que ya son incontables el número de los damnificados) es no tomar contacto con ninguno de ellos porque está demostrado que la imbecilidad es una enfermedad que se propaga rápidamente a través del contagio que se produce en un diálogo con quien la padece por su propia voluntad. Y es que es más difícil convencer a un completo imbécil de que es un imbécil completo que hacer que un burro catalán gane el Derby de Epsom compitiendo contra verdaderos caballo de carreras.
 
Defender la unidad de nuestros sanos criterios sociales y familiares viene a ser algo así como defender la unidad de nuestra patria. Sólo los imbéciles desconocen esta gran verdad. Hay muchas maneras de evitar que la palabrería de un imbécil se introduzca en nuestras neuronas; pero todas ellas se reducen a un punto concreto y fundamental: no hacerle caso. Ahora bien, no hacerle caso a un imbécil conlleva, asimismo, impedir que contamine a la escala de valores de nuestra sociedad para evitar que nuestra sociedad se desmorone y nuestra identidad comunitaria de destruya. Convivir con un imbécil contiene el riesgo de que el imbécil convenza a los demás de que lleva toda la razón cuando plantea sus absurdas tesis sociales. Y no hay peor tesis social que la de tirar piedras contra tu propio tejado hasta arruinar a tu propia vivienda. Evitar dichas acciones pasa por evitar que el imbécil arroje las piedras y para ello hay que eliminar toda posibilidad de que las piedras queden al alcance del imbécil.
 
Navegando por las redes sociales de Internet encuentro lo siguiente: "Decimos que nadie tira piedras a su tejado o a su propio tejado para señalar que es estúpido hacer cosas que nos perjudiquen a nosotros mismos, como indica la imagen de lanzar piedras para romper el tejado que nos cubre. Esta misma imagen se puede usar fuera de este dicho, por ejemplo como recomendación: "no tires piedras sobre/contra tu tejado". Otra variante es "nadie se tira piedras sobre su propio tejado" y también se usa a menudo la preposición "contra". Puede usarse para indicar que alguien que parece ser ecuánime está actuando con intenciones ocultas para beneficiarse. Tan claro está su sentido que se dice "ningún tonto tira cantos a su tejado" o "ningún tonto tira piedras a su tejado", para que no olvidemos que es difícil encontrar a alguien que sea tan estúpido como para perjudicarse a sí mismo y por lo tanto está ocultando intereses que no quiere que sean descubiertos y conocidos por los demás miembros de la familia y de la sociedad. Aunque este es el sentido habitual, se puede usar también la frase "tirar uno piedras contra su tejado" para indicar que alguien se está perjudicando con sus decisiones.
 
Todos aceptamos como una gran verdad que, tal como está demostrado por todas las experiencias de nuestras vidas, en las sociedades humanas todas las acciones producen reacciones; así que podemor afirmar, como resultado definitivo para este asunto y sin dejar lugar para ninguna clase de duda razonable o no razonable, que la capacidad de acción de los imbéciles se contrarresta, se anula y se elimina gracias a la capacidad de reacción de los inteligentes. 
 
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Filosofía.

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