Terror en Molina Park (Relato) -Primera Parte-
Publicado en Nov 09, 2016
La noche había llegado y los focos del parque se encendieron como si fueran productos de un latido siniestro de la luna. Se escuchó el alarido de un perro vagabundo y a todos se les congeló la sangre cuando lo vieron colgando de la rama de uno de los abetos. Algún salvaje lo había ahorcado y la sangre manaba de su boca mientras el viento comenzó a rugir. De repente se escuchó el grito angustioso de la bella Dolores Paz.
- ¡¡¡Mi niña!!! ¿Dónde está mi pequeña Blanca? Pío Verde intentó calmarla agarrándola del brazo izquierdo. - Cálmate, Dolores, por favor... Pero Dolores Paz le dio un empujón tan fuerte que le hizo rodar por el suelo. - ¡¡¡Toque usted a su abuela, viejo verde!!! La joven Clara Pisamontes pisó, sin darse cuenta, la cabeza de Pío Verde y éste soltó un quejido que resonó como un golpe de tambor. - ¡¡¡Ay!!! ¡¡¡Me has roto la nariz!!! - ¡¡¡Una ambulancia!!! ¡¡¡Avisen a una ambulancia!!! ¡¡¡Es urgente!!! - ¿Qué sucede, caballero? ¿Algún lío de faldas que ha terminado como el rosario del alba? - Escuche, damisela... no me toque usted las narices porque ya está esto demasiado movido como para que venga usted a moverlo mucho más. ¿Me está entendiendo o se lo digo en latín? La noche se hizo más oscura, pero las dos sonoras bofetadas que recibió aquel caballero daban a entender que la fiesta acababa de comenzar. - ¡¡¡Mi niña!!! ¿Dónde está mi pequeña Blanca? Dolores Paz seguía gritando... - ¡Cálmate. mujer! Estoy seguro de que está jugando con algún grupo de niños en el tobogán. - ¡¡¡Le vuelvo a repetir que no se dirija a mí, viejo verde!!! ¡¡¡Necesito la ayuda de un hombre y no de usted, pelele!!! ¡¡¡Usted ni es hombre ni es algo parecido a un hombre!!! ¿No le da vergüenza pensar siempre solamente en lo mismo?¡¡¡Es usted más sucio que el cerdo de Benítez Molinos "El Varillas" y a mí ´sólo me interesa encontrar a mi pequeña Blanca!!! - ¡¡¡Escucha, Dolores!!! ¡¡¡Estoy ya harto de tus insultos!!! ¡¡¡Si me vuelves a llamar viejo verde o que no soy un hombre, además de decir que soy más sucio que el cerdo de "El Varillas", vamos a terminar los dos en comisaría después de haber pasado por el Servicio dd Urgencias del Hospital General!!! Me parece que estoy siendo muy claro y que hablo perfectamente el español!!! - ¿Quiere usted dejar en paz a la señorita? ¿No se da cuenta de que está desesperada? Pío Verde no pudo descubrir a quién pertenecía aquella voz tan varonil porque, de repente, se apagaron todos los focos del parque y éste se quedó sumido en la más oscura penumbra. Cuando todos estaban ya temiendo alguna otra desgracia se escucharon dos escalofriantes aullidos. - ¡¡¡Auuuuuuuuuugggg!!! ¡¡¡Auuuuuuuuuugggg!!! Una señora de mucha edad chilló desesperada. - ¡¡¡Lobos!!! ¡¡¡Nos atacan los lobos!!! Y, presa del pánico, rogando a todos los santos por su vida, comenzó a repartir bolsazos a diestro y siniestro sin saber a quién daba o a quién no daba. Se volvieron a escuchar los dos espeluznantes aullidos. - ¡¡¡Auuuuuuuuuugggg!!! ¡¡¡Auuuuuuuuuugggg!!! Todos quedaron paralizados, por culpa del miedo, cuando oyeron dos horribles carcajadas. - ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡¡Jajajajaja!!! El viento seguía rugiendo... - ¡¡¡Mi niña!!! ¿Dónde está mi pequeña Blanca? - ¡¡¡Ya está bien, Dolores!!! ¡¡¡Esto ya clama al cielo!!! En el mismo momento en que Alfonso Salvatierra, conocido en el mundo del hampa como "El Paraca", terminó de hablar, un estruendoso relámpago encendió toda la escena y retumbó el trueno. - ¡¡¡Braummmmmmmmmm!!! - ¿Por qué has nombrado al cielo, tío mierda? Alfonso Salvatierra "El Paraca" no pudo responder a José Luis Almagro, conocido en el mundo del hampa como "El Yegua", porque un enorme relámpago de máxima duración alumbró el parque y hombres y mujeres por igual pudieron observar, llenos de pánico, a dos gigantescos monstruos con enormes calavera sin ojos, sin narices y sin bocas. Delante de ellos se encontraba un repugnante enano negro con una frondosa peluca de color verde limón. - ¡¡¡Braummmmmmmmmm!!! Fue el enano quien habló después de este segundo trueno. - ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡¡Verdes que os quiero verdes, verdes kiwi verdes limón!!! ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡¡Vais a morir todos igual que el perro colgado del árbol!!! ¡¡¡Rezad si sabéis rezar o callaos para siempre, porque sois más molestos que los pulgones de la vid!!! ¡¡¡Quedaos todos quietos y no intentéis escapar porque existen diez mil géneros rojos que os lo va a impedir!!! ¡¡¡Os ruego a todos que nadie intente escapar!!! Fernando Montero, conocido en el mundo del hampa como "El Espinete", creía que aquello de los géneros rojos era solamente una farsa y, muerto de miedo, orinándose en los pantalones, corrió como un demente para escapar del parque; pero dos enormes tenazas metálicas le agarraron por el cuello hasta asfixiarlo por completo. Fue entonces cuando el repugnante enano dio una sonora palmada con sus dos manos y volvieron a encenderse los focos. - ¡¡¡Dios mío!!! ¡¡¡Es verdad!!! -chilló José Luis Almagro "El Yegua". La realidad era peor que la pesadilla. Los géneros rojos resultaron ser diez mil enormes cucarachas, de tres metros de altura cada una de ellas, con las cabezas totalmente rojas y los cuerpo a rayas azulgranas, con patas azules que terminaban en unas poderosas y enormes pinzas metálicas de color gris. - ¡¡¡Ahora vais a ver todos, con vuestros propios ojos, cómo acaban los maricas que tienen miedo y no obedecen mis órdenes!!! El repugnante enano negro produjo un chasquido con su lengua y el género rojo introdujo a Fernando Montero "El Espinete" en su boca. Comenzó a maticarlo lentamente mientras la sangre corría por las comisuras de sus labios. - ¡¡¡Mi niña!!! ¿Dónde está mi pequeña Blanca? - ¿Tú te llamas Dolores? - Sí. Dolores Paz. - Una vez escuché a un hombre verdadero decir que es el dolor el que nos hace cuajar como personas capaces de superarlo todo. Le escuché a través de una emisora de radio y nunca lo he podido olvidar porque creo que hablaba en el nombre de Dios. - Si tú crees en Dios... por favor,.. devuélvemes a mi pequeña Blanca... - Creo en Dios pero mis esbirros tienen hambre... - Tú sabes que mi Blanquita no es culpable porque sólo es una bebé inocente. - ¡¡¡Yo tuve hasta diez bebés inocentes y una hembra que también era inocente!!! ¿Sabes qué fue de todos ellos? - Si alguien los mató no fuimos nosotros... - ¡¡¡Les cazaron como a los ratones y los fueron mostrando, de feria en feria, por todo el mundo europeo como si fueran bichos raros!!! ¿Crees que yo no pasé vergüenza por culpa de esa injusticia? ¡¡¡Hubiese sido un millón de veces mejor que los hubiesen matado nada más cazarlos!!! ¿Dónde está la justicia de la que tanto hablan los seres humanos? - Siento tu dolor como si fuera el mío. - Tal como le oí decir a aquel verdadero hombre que hablaba por la emisora de radio, el misterio del dolor se me antoja a mí como una seriedad muy grave y también una perfecta respuesta a las verdades de cualquier sufrimiento. Los deudos del dolor saben lo que digo. - Amor. Dolor. Yo tampoco sé exactamente distinguirlos a pesar de ser tan diferente de esos inmisericordiosos cazadores. - Me queda esa sensación de cariño hacia alguien que sonríe sin pensar sin adivinar la intrepidez de sus juegos lejos por completo del marketing de la vida. Quizás el dulce sentir de la inocencia sólo sea ver el mundo lleno de colores... pero da la casualidad de que yo no estoy jugando... porque sigo sufriendo ya que los hombres no me han dejado elegir... Un cuervo negro apareció desde lo más profundo de la ya iniciada noche y se posó en el hombro izquierdo del enano. Había atrapado a una lombriz de tierra y la estaba devorando. - ¿Vas a matar a mi bebé? - ¿Sería justo o sería injusto? ¿Tú que opinas? - Cuando vayas a matarla mírala a los ojos y pregúntale a tu corazón. - ¿El corazón? Dime algo sobre el corazón para saber si me late todavía, Dolores Paz sólo pensaba en su pequeña hija mientras resbalaban por su bello rostro las lágrimas... - Amanece en el corazón del canto de un pajarito silente. Esta noche es una palpitación. Te recordaré siempre... siempre... siempre... princesita de mi ensoñación... Durante unos largos minutos sólo existió el silencio mientra ella seguía llorando. -¿Dónde está su padre? - Borracho como una cuba, como todas las noches, y en la cama de alguna fulana después de haber tenido relaciones sexuales con ella a cambio de un miserable puñado de monedas. - ¿A tanto llega la estupidez humana? ¿Cómo puede, un hombre que se llame hombre, tener a una mujer como tú y a una hija como la tuya y engañarlas con una vieja verdulera? - Ellos dicen que eso es cosa de hombres... - ¿Y a eso lo llaman evolución humana? - Sí. Es lo que dicen cuando llegan completamente borrachos a casa, nos pegan una paliza incluyendo también a los niños, y muchas veces nos matan. - ¿Comprendes ahora por qué tengo que hacer justicia? - ¡¡¡No!!! ¡¡¡Mi pequeña Blanca no!!! - Es la Fe la que nos lleva a los horizontes de nuestras metas. Estoy de acuerdo con humana pena. Tu meta se llama Blanca y es justo que consigas vivir con ella hasta la eternidad. - ¡¡¡Gracias, gran señor, gracias!!! El enano sonrió pensando que, en cualquier otro momento, jamás habría permitido que ningún ser humano le hubiese llamado grande mientras él sólo medía un metro con veinte centímetros de estatura. - ¡¡¡Dix!!! ¡¡¡Pix!!! ¡¡¡Entregad la niña a su madre!!! Los dos gigantescos monstruos con enorme y horribles calaveras en lugar de cabezas, entregaron la niña a Dolore Paz. - ¿Qué puedo hacer yo por usted, gran señor? - Soy humano pero he decidido que no quiero serlo; así que no soy un gran señor. Pero tampoco soy un cerdo machista que obliga a las mujeres bonitas como tú a tener relaciones sexuales con ellos porque la pobreza os hace tener que esclavizaros y cumplir con lo que os obligan hacer en contra de vuestra propia voluntad. ¡¡¡Antes que ser como ellos prefiero ser nada!!! ¡¡¡Así que ahora vete y no te vuelvas a interponer en mi camino porque tengo que cumplir justicia!!! - ¿Es que usted no conoce la piedad? - ¡Conozco tanto la piedad que por eso no he sacrificado a tu hija! ¿Sabes que a mis diez bebés y a mi hembra los quemaron vivos ayer mismo y después de haber estado burlándose de ellos horas tras horas y martirizándolos con crueldad? Dolores recogió a su pequeña bebé y la estrechó contra su pecho maternal. - Perdón... señor... - Llámame simplemente enano, señora Dolores, tal como me llaman todos. No me importa. Soy un enano pero soy mucho mejor persona que todos ellos juntos. - Me gustaría llamarte por tu verdadero nombre. - Judas. Cuando nací mi padre y mi madre tuvieron la feliz idea de ponerme como nombre el del Judas. Menos mal que no tuvieron el detalle de ponerme como segundo nombre el de Iscariote. Dolores Paz volvió a estrechar contra su pecho maternal a su Blanquita. - Perdón... Judas... - ¿De verdad estás sintiendo mi dolor o sólo te lo estás imaginando? -Me lo imagino... -Entonces quítate ya de mi vista y deseo que seas feliz para siempre con tu propia niña; pero no me critiques por lo que tengo que hacer en el nombre de mis diez bebés y mi hembra ahora que ya nunca los podré abrazar, como tú sí haces con Balnquita, por culpa de los homvres que se creen muy hombres quemando vivos a seres completamente inocentes. - Supongo que entonce no queda otro remedio... - ¡Exacto! ¡No queda otro remedio! - ¡Nunca olvidaré que usted perdonó a mi pequeña niña! Dolores Paz se mezcló con el resto de la gente llevando a Blanquita en sus brazos. - ¡¡¡Dix!!! ¡¡¡Pix!!! ¡¡¡Traedlos ya!!! Los dos gigantescos monstruos, de cuatro metros de altura y con grandes y horribles calaveras en lugar de cabezas, no tardaron ni diez segundos en atrapar a Alfonso Salvaterria "El Paraca" y a José Luis Almagro "El Yegua". - ¡¡¡Pero qué ven mis ojos!!! ¡¡¡Si tenemos aquí a los hombrecitos Salvatierra y Almagro!!! ¿Siguen ustedes dos siendo tan hombrecitos como siempre? ¿Has dejado ya de ser monicaquito, "Paraca"? ¡¡¡Con cuánto amor te recuerdo a ti y al "Yegua"!!! ¿Saben ustedes dos lo que es recordar a alguien con amor? - Yo... esto... no sé... - ¡¡¡Claro que no lo sabes, Salvatierra!!! ¿Y usted, Almagro? ¿Tampoco lo sabe usted? - Pues... no... tampoco... - ¡¡¡Dejemos ya de jugar con palabras falsas y vacías de contenido real!!! ¿Viven muy bien ustedes dos. miserables caballeros? - No podemos quejarnos. - ¿A pesar de lo miserables que son? - Esto... José Luis no quiso decir eso... - Ya. ¡Vamos a ver si nos entendemos! ¿Cuánto dinero les pagaron para ir exhibiendo a mis diez bebés y a mi hembra de feria en feria, por toda Europa, para terminar por martirizarlso y quemarlos vivos? - ¡¡¡Perdón!!! Yo te quiero pedir perdón, Judas, ¡Estoy todavía soltero y tengo deseos naturales para crear mi propia familia! - ¿Familia? ¿Has dicho familia, hobmrecito Salvatierra? ¿Sabes que yo era muy feliz con la mía? - ¡¡¡Nos engañaron!!! ¡¡¡A Alfonso y a mí nos engañaron!!! - ¡¡¡Caramba, Almagro!!! ¿Sigue usted siendo el amante perfecto que se pasa la vida liado con todas las secretarias que se le ponen a tiro y a pesar de que está casado desde hace muchos años ya? - No soy de piedra... -¿Y yo? ¿Usted cree que yo tengo la obligación de tener que ser de piedra? - Supongo que no... - ¿Y se ha dado cuenta de que ya no se lo puedo seguir demostrando a mi hembra? - ¡¡¡Nos engañó, Casas, nos engañó!!! - ¡¡¡Caramba!!! ¡Todavía se acuerdan de mi primer apellido! ¡Yo pensaba que ya me habían olvidado! ¡¡Hogares, dulces hogares!! ¿No aspiramos todos a tener nuestros dulces hogares? - Supongo que nos pedirás dinero. ¿Cuánto quieres a cambio de todo lo que has sufrido? -¡¡¡Vaya, vaya, vaya, hombrecito Almagro!!! ¿Y tú, hombrecito Salvatierra? ¿Cuánto crees tú que os voy a pedir a cambio de todo lo que he sufrido? - ¿Te viene bien unos cien mil euros? Alfonso te paga cincuenta mil y y ote pago otros ciencienta mil y lo olvidamos todo. - ¡Veo que sigue usted siendo tan buen cuentista como siempre, Almagro! ¡Siempre se le ha dado de maravilla contar cuentos; sobre todo a los Directores Generales! ¿No le apetece, en estos momentos inolvidables, contarme el de Caperucita Roja por ver si el Lobo Feroz la amaba o no la amaba antes de comérsela? ¿Y tú, hombrecito Salvatierra? ¿Deseas contarme en estos momentos inolvidables el del Patito Feo por ver si de repente se produjo el milagro y dejó de ser feo para ser muy guapo o no se produjo el milagro y se quedó siendo feo para siempre sin ser guapo nunca jamás? - ¡José Luis está bromeando!Te pagamos cien mil euros cada uno! - ¿Tú estarías dispuesto a pagarme cien mil euros aunque yo sea tan feo, "Paraca"? ¿Es que los feos no tenemos derecho a la felicidad si no es gracias al dinero? - ¡¡¡Nos engañó, Casas, nos engañó!!! - ¿A dos hombres tan machotes como ustedes dos ha habido alguien que les haya engañado alguna vez? Es difícil de creer. - ¡¡¡Se llama Abdalá El Jofaina!!! - ¿Quién se llama Abdalá El Jofaina? - ¡¡¡El marroquí que dirige todo esto!!! - Y a mí que me importa menos que un pimiento rojo eso de que exista o no exista ese tal Abdalá El Jofaina, o Abdalá El Palangana, o Abdalá El Barreño, o como se llame ese fundamentalista marroquí... - ¡Dime qué quieres, Casas! - ¿Qué le parece, Almagro, si le digo que lo que quiero es seguir acariciando a mis diez bebés y a mi hembra? ¿Es imposible o no es imposible, "Yegua"? ¿No teníais bastante placer con burlaros continuamente de todos ellos y los quemasteis vivos mientras se os escapaban las carcajadas porque no cumplían con los cánones de la belleza y os parecían feos según vuestro propio antojo de decir qué es lo guapo y qué es lo feo? - ¡¡¡No eran feos!!! ¡¡¡Eran enanos!!! - ¡¡¡Ya habló el nazi falangista "Yegua"!!! ¿Y qué le parecen "Dix" y "Pix"? ¿Son lo suficientemente altos para ser aceptados en vuestra sociedad? Cada uno de ellos mide, ciomo está usted viendo, cuatro metros de altura, ¿Y para ti, "Paraca"? ¿Cuándo deben de medir los seres para ser considerados guapos? Por ciero... ¿a quiénes tienes tú que salvar llamándote Salvatierra? ¿Te gustan mis chistes o sólo te ries de lo que quieres cuando te entra el pacheco dentro del cuerpo? ¿Me puedes explicar tú, a ver si lo entiendo, qué es la libertad de elección que se sabe que forma parte de la libertad de expresión? ¿La libertad de los demás termina cuando se te antoja a ti que se termine y si alguien expresa su libertad fuera de lo que tú crees que es la libertad lo aceptas o lo persigues sin piedad alguna? Tú amas la libertad de expresión como tantas veces dices pero ¿por que no amas la libertad de expresión de los demás? ¿Puedes tú darme la solución a este jeroglífico de las libertades? - Yo... no... - ¿Qué es la libertad, Alfonso, qué es la libertad? - Supongo que ser libre... - ¿Libre para que un ser humano haga algo sin tener que dañar ni pejudicar a nadie o libre solamente cuanto tú y los que son como tú lo admitís aunque ese ser humano no esté dañando ni perjudicando a nadie con lo que hace? - Supongo que la libertad de acción que no daña ni perjudica a nadie... hay que respetarla... - Ya. Eso queda muy bien y es muy bonito decirlo. Yo lo que quiero que me expliques, a ver si lo comprendo, es si esa libertad de acción es para todo o sólo para lo que a ti te guste? - Yo... no... no... no... - ¿Y la leche de burra? ¿De verdad la leche de burra hace que a alguien como tú, bastante cabrón por cierto, le mantenga sano y fuerte el pelo? ¿Qué me dices de esto, "Paraca"? - Yo... me siento muy mal... Casas... - ¿Y yo? ¿Cómo crees que me siento yo? ¿Yo no me puedo sentar mal después de todo los hicisteis conmigo? ¿Sabes lo que es llorar por las noches, mientras tú sigues viviendo con tu sonrisa de hipócrita, para luego por las mañanas seguir intentando hacer feliz la vida de los demás sonriendo y olvidando el sufrimiento? ¿Sabes lo que es soportar el acoso y la persecución de miles de fascistas como tú sin tener que volverse loco? ¿Lo sabes o no lo sabes, traidor a todas las causas humanas? ¿Quién eres tú para ofrecerme a mí dinero para que lo olvide todo? Antes tú dirigías a diez mil gilipollas luchando contra mi pero ahora yo dirijo a diez mil géneros rojos para luchar contra ti. ¿Eres capaz de soprotarlo sonriendo a pesar de todo como yo tuve que hacer antes o se te ha borrado la sonrisa para siempre? Ya te lo adverti cuando te dije "si te dicen que caí un día volveré", que es de Juan Marsé para que aprendas un poco de cultura literaria ya que eres más paleto que Benítez Molinos "El Varillas". Ya he vuelto. Ya estoy aquí. ¡No eres más cabrón porque más cabrón no se puede ser en este mundo, pelo pincho! - ¿Te conformas con medio millón de euros? - No es mala la oferta, Almagro; pero de repente me he vuelto insensible. O sea, como usted lo ha sido siempre con todos salvo con los que le lamían las botas de capataz en nombre del poderoso caballero Don Dinero. ¿Ha leído usted alguna vez a Quevedo? Ya veo que usted es tan paleto como "El Paraca" y tan bruto que le conocen como "El Yegua". Así que usted debe saber muy bien que los insensibles no sentimos lo suficiente como para ayudar a alguien a que deje de sufrir. No me diga que no lo sabe porque es lo único que sabía usted hacer. Asñí que el medio millón de euros se lo meten ustedes dos en el trasero porque no me sirven para olvidar el medio millón de lágrimas que tuve que derramar para no volverme loco. ¿Estamos o no estamos de acuerdo, "Yegua"? Un silencio espectral se apoderó de todo el Molina Park. - ¡¡¡Se acabó la fiesta!!! ¡¡¡Pero miren usted por dónde, yo no soy ni me considero juez de nadie ni declaro a nadie inocento o culpable!!! ¡¡¡Serán "Dix" y "Pix" los que lo decidan por todo eso de saber lo que es compensar!!! ¡¡¡Ellos no son seres humanos y por lo tanto son totalmente imparciales!!! - ¡¡¡Un millón de euros es la última oferta!!! - No merece la pena ni que le conteste, Almagro. "Dix" y"Pix" iniciaron su diálogo... - ¿Tú qué opinas "Pix"? - Yo opino que diez bebés y una hembra fueron vilmente quemados sin haber cometido ninguna clase de pecados, "Dix". - ¿No es pecado ser feos? - Mi conciencia dice que ser feos no es pecado; pero, al parecer, en este mundo de los humanos y las humanas eso es ser culpable. Aquí solo los guapos son buenos y los feos son malos. Aquí los guapos on inocentes y los feos son culpables. Pero no lo entiendo. - ¿Y quiénes tienen el derecho absoluto de decidir quiénes son guapos y quiénes son feos? - Creo que los que se autoproclaman líderes de la raza perfecta. - Y qué es la raza perfecta? - Supongo que la que a ellos les da la real gana imponer a los demás. - ¿Y para Dios, "Dix"? ¿Quiénes son guapos y quiénes son feos para Dios? - Yo creo que Dios no ha dicho nunca nada sobre eso. Para Dios la Bondad es la Belleza y la Maldad es la Fealdad. Eso es lo que yo he aprendido. -Entonces... ¿estos dos son culpables o estos dos son inocentes?... - ¡Que lo decidan los géneros rojos! ¡Creo que es lo más justo! - ¡¡¡Opinad vosotros, géneros rojos!!! ¡¡¡El veredicto final está en vuestras manos!!! Los genes rojos no dudaron ni un sólo segundo en dar un veredicto con el cual todos estuvieron de acuerdo sin una sola excepción. ¡Fue la mayoría más absoluta posible porue no hubo ni tan siquiera una abstención! - ¡¡¡Culpables!!! ¡¡¡Culpables!!! ¡¡¡Culpables!!! ¡¡¡Hogueras!!! ¡¡¡Hogueras!!! ¡¡¡Hogueras!!! - ¡¡¡No!!! - ¿Por qué no, Casas? - Porque existe Dios. - ¡¡¡Pero ellos asesinaron cruelmente a toda tu familia!!! - Escucha, "Pix". Hay que ser misericordiosos. - ¡¡¡No entiendo nada!!! - Sólo se trata de tener compasión. - ¡¡¡Sigo sin entender nada!!! - Hubo un hombre inocente que tuvo compasión de todos sus enemigos que eran millones. - ¿Quién fue ese hombre tan valiente? - Vive todavía, "Dix". Se llama Jesús de Nazaret y si Él hubiese querido, porque es Rey de Reyes y Señor de Señores, su Padre habría eliminado, en tan sólo una décima de segundo, a todos sus millones de enemigos. - ¿Y por qué no se lo pidió? - Cuando estaba siendo crucificado sólo miró al cielo y dijo; "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". ¡Esa fue su victoria total! - Hay que ser demasido hombre para hacer eso. - Pues también te digo que hoy existe un hermano de Jesús de Nazaret que va predicando por el mundo cosas como esta. Escucha: Y mi corazón es para ti con las sílabas del verso introducido en esa palabra llamado amor. Hace calor en esta primavera avanzada y en la llamada de mi corazón mi canción es para ti con toda esta razón de ser poeta nocturno... y cuando llega el turno de ser cimpañero amante jamás habré de abandonarte en el tiempo taciturno. Mi canción es sonrisa en la noche y lo diurno de esta manera de ser y de sentir claro y no oscuro. Y duro... eternamente duro... en lo blando de tu corazón. Así es mi razón en este mundo tan puro de tus ojos y mi pasión. ¿Ilusión? Eso dicen los rubicundos del tragar sin compasión mientras los enamorados tienen hambre porque son hombres de verdad enteros. Estos poemas verdaderos son las Leyes de mi Corazón. - ¿Es tal vez un poeta cristiano? - Es un poeta cristiano, Escucha esto otro que confirma lo que digo: Siempre llega solitario, siempre marcha más allá... no se sabe de dónde viene, no se sabe a dónde va. Hay en sus ojos un silencio imposible de averiguar. No es tristeza ni es misterio; sólo un distraído mirar. Camina lento y despacio como si no quisiera dañar las piedras de los caminos, el verde del vegetal.... Le observo cuando descubro que habita en el ventanal de la esquina donde bebe y fuma allí sin hablar. Hoy le pregunté la hora... una sonrisa, no más, se ha perfilado en su boca sin poderme contestar. No tiene reloj ni tiempo, no tiene ningún lugar; y esconde con su silencio algún profundo soñar. Su patria es el universo, no hay frontera en su caminar, y he podido descubrirle que ama la eternidad. Me ha regalado un verso antes de irse a andar... un verso que acaba diciendo "el Amor no morirá". Si le encuentras algún día no interrogues su Verdad. Quizás sólo busca gorriones... gorriones con quien hablar. - ¿Se puede hablar con los gorriones? - Mucho mejor que con los hombres. La tormenta estalló, con toda su furia, en medio de los relámpagos y los truenos. Caia una verdadera tromba de agua cuando, de repente, dos rayos misteriosos alcanzaron a Alfonso Salvatierra "El Paraca" y a José Luis Almagro "El Yegua" quienes, en ese momento, empezaron a arder vivos y comenzaron a calcinarse sin que nadie de todos los presentes pudieran evitarlo. - ¡¡¡Parece que Dios ha dictado su sentencia y nosotros ya no tenemos nada que hacer aquí en la Tierra!!! ¡¡¡Vámnonos, "Dix"!!! ¡¡¡Vámonos,"Pix"!!! ¡¡¡Vámonos todos antes de que sea demasiado tarde!!! ¡¡¡Yo prefiero vivir en vuestro mundo!!! Salvatierra y Almagro se retorcián en el suelo, profiriendo espeluznantes alaridos sin que nadie pudiera hacer algo por ellos. Todos y todas escaparon de Molina Park una vez que los diez mil géneros rojos, junto con "Dix", "Pix" y Casas, fueron transportados por un miterioso haz de luz blanca hacia las alturas del cielo y quedaron ocultos entre las oscuras nubes mientras que "El Paraca" y "El Yegua" terminaron, rápidamente, en quedar convertidos en cenizas y huesos. Nada más que cenizas y huesos. FIN DE LA PRIMERA PARTE. - ¡¡¡Parece CONTINUARÁ...
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Jos Orero De Julin