Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -22-
Publicado en Nov 14, 2016
Prev
Next
22.- Cómo hacer que mueran nuestras ideas en nuestro lugar. 
 
Antes de deconstruir este silogismo tenemos que aclarar dos cuestiones básicas y elementales. El mundo de las ideologías tiene finitud porque nace en un grupo de dirigentes y mueren caundo esos dirigentes ya no tienen el poder. El mundo de las ideas, sin embargo, es infinito porque no las imponen ninguna clase de grupos dirigentes sino que proceden de esa divinidad que todos tenemos en nuestro interior. O sea que, para ser máx explícitos, las idealogías son productos de serees humanos para esclavizar a otros seres humanos porque nacen y mueren en los fundamentos de unos seres humanos que obligan a otros seres humanos a adoptar los criterios de interpretación que ellos ya tienen interpretados a su manera para ser explotadores de quienes las asumen como principios de causas sociales que se agotan y se eliminan dentro de ellos mismos; mientras que las ideas emanan directamente de Dios y sirven para liberar a los seres humanos de las cargas ideológicas que siempre son temporales mientras que las ideas son eternidades. 
 
He aquí un texto que encuentro navegando por internet: "El poder de las pequeñas ideas es muy grande y hasta puede afectar el poder de las ideologías arraigadas e inclusive derrotarlas. Cuando la manzana famosa, cayó en la cabeza de Newton, a él se le ocurrió La ley gravedad. Los hombres durante miles de años la vieron caer sin saber observar. Inteligencia es la capacidad de resolver problemas. Implica comprender la situación,  inventar la solución y actuar en consecuencia. El problema es un motor, sin él no existe pensamiento. Nadie puede ser obligado a pensar. Un problema requiere: aceptarlo, que esté al alcance intelectual y que se desee resolverlo. Un problema no es un problema de memoria. Si se conociera no sería tal. La costumbre es enemiga de las ideas y el hábito de descubrir lo que los demás no pueden ver es lo que moviliza la energía del creador. Las grandes ideologías buscan el sentido de la vida, justicia social y hasta un futuro feliz. Su vigencia en los últimos siglos arroja un balance de violencia, asesinatos, guerras, terrorismo, campos de concentración y genocidios. La profundidad de la ideología es proporcional a la crueldad y el horror que se usa para hacerla realidad. A los ancionalistas, internacionalistas, fascistas, nazis, socialistas, comunistas, anaquistas, racistas, terroristas, imperialistas, providencialistas o neoconservadores los une la forma en que creen lo que creen: ideales absolutos, ciertos e ineludibles y guiados por una fe ciega, suponen que algo muy alto los apoya: un dios (con minúsculas porque son muchos), una ciencia exacta (cuando las ciencias son tan inexactas que cambian de postulados continuamente sobre un mismo asunto) un racismo científico (que imponen en contra de la razón humana), unas raíces ancestrales (cuando ya se sabe que sólo existe una sola raíz humana) o una identidad indudable (aunque al final les da lo mismo que sea identidad o no sea identidad si se ajusta a sus conveniencias). La crencia ciega a las ideologías es ciega e infranqueable a la crítica y al pensamiento. El que cree ciegamente en una ideología no piensa nada más que lo que le impone dicha ideología. Tenemos que estar atentos ante la persona que dice yo pienso en de esta manera gracias a mi ideología, porque quizás se trate de una creencia oculta y disfrazada detrás de la palabra pienso cuando no está libremente pensando". 
 
paso del tiempo nos convierte en figuras históricas cuando nos dedicamos a existir fundidos en la mítica condición de sobrevivientes de eso que algunos llaman imaginario colectivo. ¿Imaginamos que somos personas relevantes o es la sociedad la que nos convierte en relevancias unívocas? No equivoquemos el ser inspiraciones de la mayoría del pueblo con existir dentro de la masa. Podemos obtener un grado de eternidad cuando rememoramos nuestra aventura de ser protagonistas de aquellos sucesos que cada día nos sirven para el desarrollo de nuestras historias. ¿De qué historias estoy hablando? Hablo de estar viviendo con nuesrtra propia filosofía colectiva individualizada en cada suceso cotidiano que nos ha tocado representar. Existe la certeza de que, pensando, podemos llegar a alcanzar aquello que estamos soñando. Y es que pensar y soñar son dos verbos tan transitivos que nos hacen cruzar la línea de lo imposible cuando optamos por ser más independientes que las ofertas que todos los políticos nos prometen como solución a nuestros problemas personales. Si somos personas somos mucho más que dimensiones politizadas.
 
No debemos estar de acuerdo con disminuir nuestras fértiles creatividades regalándoselas a los manipuladores de promesas que no sólo dejan de realizar sino que nos convierten en esclavos de sus ideologías. Lo he dicho ya un millón de veces y lo vuelvo a repetir: si nos hundimos en el caos de las ideologías políticas nunca podremos alcanzar ese grado de personalidad que nos hace únicos e irreversibles. ¿Qué es la demagogia política? Prometer algo que se sabe de antemano que no se va a llevar a cabo porque sólo son entelequias infértiles. Por eso no debemos confundir las utopías con los espejismos dialécticos. Debemos de tener en cuenta que todas las ideologías habidas a lo largo de la Historia de la Humanidad sólo han sido, y siguen siendo, espejismos que nos extirpan las esperanzas convirtiéndolas en decepciones. Para no decepcionarnos demasiado con lo que vemos a nuestro alrededor (masas de seres humanos buscando algo que han perdido hace ya muchos siglos) lo mejor es no creer demasiado en promesas que se nos presentan como ideales de sociedades desarrolladas. ¿Cuándo las ideologías han logrado una sociedad desarrollada sin haber sacrificado millones de esperanzas que se han hundido en la decepción total? La futura ideología liberadora no existe por el simple hecho de que es una ideología más. Si los de Podemos creen que van a engañar presentando una idílica propuesta de ideología neocultural, se olvidan de que lo neocultural no se basa en ningún principio dirigido desde las alturas del poder ideológico. Lo neocultural se produce cuando buscamos y encontramos ese punto referencial en donde cada uno de nosotros y nosotras, personas ideales y no ideologizadas, creamos un universo de ideas irrenunciables que no las podemos perder a la hora de querer vivir un paso más allá de lo que nos prometen los ideólogos (y los de Podemos son tan ideólogos como los demás) como salida a una crisis que ellos mismos han creado y que ellos mismos desean que siga perpetuándose para seguir manteniendo su demagogia existencial.
 
Si somos algo más que números del cociente de efectividad de sus ambiciones (y Podemos ambiciona lo mismo que los demás partidos políticos o grupos ideológicos) no debemos olvidar que el principal centro de nuestras existencias somos nosotros mismos con nuestras propias creatividades sociales que nunca las debemos entregar a las manipulaciones ideológicas. Mientras sigamos reforzando las ideologías seguiremos siendo cada vez más esclavos. La pérdida de nuestras ideas propias acarrea esa clase de consecuencias. Puede ser que, para muchos, Podemos sea la alternativa que tanto esperan. Permitidme que lo dude. No digo ni que sí ni que no pero permitidme al menos que lo dude. Es lo que la experiencia me ha enseñado. Con perdón para quienes sigan confiando (y me parece muy bien que confíen si no encuentran otra alternativa porque yo haría lo mismo) yo solamente digo, debido a experiencias propias, lo del proverbio árabe: “La primera vez que me engañes la culpa será tuya; la segunda vez, la culpa será mía”. Y que conste que siempre he sido positivo y sigo siendo positivo pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe y por eso algunos preferimos la abstención que significa seguir viviendo sin el cántaro del cuento de la lechera. Quizás Podemos sea la excepción pero prefiero verlo desde la barrera para no seguir desilusionándome al final. Puede que ya, en Política y otras cuestiones vitales de parecida manera manipuladora, sea solamente un escéptico pero la sociedad me ha enseñado a ser así. Me he quedado solamente en cristiano nada más. Lo demás me sobra salvo a la hora de conocer lo que no quiero conocer. Como dice la canción: mejor hablemos del amor una vez más. Si seguimos haciendo lo que estamos haciendo seguiremos consiguiendo lo que estamos consiguiendo (lo dijo Stephen Covey). Si dejamos de hacer lo que siempre hemos estado haciendo puede ser que consigamos hacer algo diferente (lo digo yo mismo con mi verdadero nombre de José Orero de Julián "Diesel").
 
Antes de nternarnos en el mundo de las ideas (descartando ya la imposibilidad de que las ideologías nos hagan felices porque nos atrapan en sus redes más o menos invisibles) quiero decir a mis lectoras y lectores que en el mundo de las ideas (al contrario de lo que sucede en el mundo de las ideologías), lo verdaderamente valioso no es vencer sino convencer. La Política (movida siempre por las conveniencias de los ideólogos partidistas) es un arte de ejecución que los políticos han transformado en un arte de la simulación. Cuando eches tu voto en alguna urna (sin es que crees que eso te va a liberar) piensa sólo en tí... no por egoismo social... si o por defender tus ideas no sometidas a ninguna ideología particular. Te aprticularizas y basas tu personalidad en ti mismo o en ti misma cuando tus ideas te indican el camino. Por eso piensa en ti no como un "número ideológico" sino como una "persona idealógica". No es lo mismo tener ideología que se parte de una idealogía.
 
Todas las ideologías, incluidas las que se inician de la forma más moderada posible, siempre tienden (por propia supervivencia de ellas mismas) a ir radicalizándose cada vez en mayor medida; hasta que todas las ideologías (sobre todo cuando alcanzan el poder) se han radicalizado tanto que se han convertido en extremistas. Ha ocurrido a lo largo de toda la historia humana. En este sentido de sus desarrollos, todas las ideologías acaban por ser totalmente subjetivas (según piensen los líderes de dichas ideologías) aunque se estén promocionando como totalmente objetivas (para convencer de lo que ellos saben que no pueden convencer). ¿Cuáles son las leyes que gobiernan la existencia humana? Digamos que son de dos formas distintas para entendernos: desde dentro de nosotros mismos o desde fuera de nosotros mismos. Es un par de percepciones distintas para un mismo viaje pero en sentidos opuestos. No es lo mismo salir desde un punto del inicio de nosotros mismos que salir desde un punto del intermedio de otros ajenos a nosotros mismos. Desde nosotros mismos llegamos siempre a saber de nuestras metas para nuestras existencias. Desde fuera de nosotros terminamos por no comprenderlas. Lo que ha variado fundamentalmente no ha sido el viaje que hemos realizado sino las perspectivas que hemos observado por nosotros mismos o las perspectivas que nos han obligado a observar otros ajenos a nosotros mismos. Llegamos todos a un mismo punto de encuentro pero tenemos distintas experiencias aunque hayamos realizado el mismo viaje. Mantenerse a flote entre estos dos axiomas no es tener dudas sobre lo que somos sino dudar de lo que otros quieren que seamos.
 
Los cristianos y las cristianas no somos como dicen los demás que somos. Los cristianos y las cristianas somo en realidad somos porque así hemos querido ser. No nos formaron las ideologias de nadie. Nos forjamos en las ideas que provienen de un fuente llamada Jesucristo. Y esa es la fuente de nuestras "idealogía" (que deriva directamente de idea y no de idea sometida a unos principios de Partidos o Agrupaciones políticas). Los cristianos y las cristianas ni somos politicos ni somos anti políticos. Sabemos que los seres humanos siemrpe somos animales políticos pero no es en la forma en la que nos diferenciamos de los demas sino en ese fondo que nos indica que las ideas (no las ideologías sino las ideas) son las que nos han liberado de nuestra anterior condena. De seres viejos nos hemos convertidos en seres nuevos a través de una idea fundamental: Fe en lo que Jesús de Nazaret sigue siendo: Palabra llena de ideas porque Él no quiso el poder sino la autoridad; porque Él no quiso el triunfo sino el éxito; porque Él no quiso ideologizarnos sino liberarnos. Y precia¡samente para vivir liberados es necesari tener las suficientes ideas como para negarse a formar parte de una ideología cualquiera que elimine nuestra liberación.
 
Cómo hacer que nuestras ideas mueran en nuesto lugar. Esta intencionalidad existencialista está muy lejos de la realidad si es que se trata de dar valor a la muerte. Los critianos y las criistianas somo como Jesús de Nazaret quiere que seamos. Jesús nunca jamás amó a la muerte sino que amó a la vida a través de un único sacrifico que se conviritió en idea universal. Las ideas provienen de la divinidad que contienen nuestras neuronas humanas. Esa divinidad con la que se componen los sentimientos más hondos, más profundos y más verdaderos de los seres humanos que hemos aceptado que nuestra antigua forma de pensar muera en el mismo instante en que dejamos que las antiguas ideas mueran en nuestro lugar; pero no por amar a la muerte sino por desarrollar en nuestras vidas el amor a la vida. Usamos nuevas ideas y las viejas ya murieron. Los actuales filósos de la globalización han desviado su camino, se han equivocada de meta, han fracasado en el intento de sustituir la idea de Dios por las ideologías de los dioses. ¿Cuántos dioses existen. hoy en día, en el mundo de las ideologías? Podemos contar decenas, centenas, millares de dioses ideologizando a la Humanidad para evitar que nazcan las nuevas ideas y mueran en nuestro lugar aquella que ya no nos sirven para vivir sino para morir. 
 
¿Son las ideologías ese conjunto de ideas dirigidas desde fuera de nosotros las que tienen que morir en nuestro lugar? Efectivamente así es. Para ser sustituidas por las nuevas ideas que nacen en nuestro interior y siguen el camino recto de la Fe alumbrada por ese espíritu divino llamado Santo. Espiritu Santo. Un conjunto de infinitas ideas que nos convierten en seres eternos porque hemos escapado de las redes ideológicas. Cuando decimos pan es que nos estamos refiriendo a la idea que tenemos nosotros acerca del pan. Y cuando decimos vino es que nos estamos refiriendo a la isea que tenemos nosotros acerca del vino. Las ideologías castrarían nuestro mundo de ideales (idealogía en lugar de ideología) y volverámos a ser lo que ya no queremos ser. Idea tras idea nos hemos liberado. Idea tras idea nos hemos transformado. Idea tras idea nos hemos eternizado. Y es que las ideas no sólo han muerto en nuestro lugar sino que han hecho florecer un entramado mucho más enriquecedor de nuevas ideas en nuestras existencias.  
 
Una ideología presentea muchas variables incluso algunas en contra de ella misma porque termina por confundir a quienes las creen salvadoras del mundo. Por contra, una idea jamás s una duda si la hemos despojado de toda carga ideológica y ahora se mueve libremente en el contexto de nuestras neuronas. Somos positivos porque hemos dejado de ser negativos. Lo que muere en nuestro lugar son esas deas negativas que prohiben salirse de los márgenes impuestos por quienes drigen las ideologias. Lo que nace y vive para siempre en nuestro lugar son las nuevas ideas que surgen y dejan huella profunda en nuestro corazón y en los corazones de quienes las están comprendiendo y las están utilizando como forma de vida.
 
Todo lo que acaba bien nunca termina; porque siempre quedará el recuerdoi, o la esencia, o la sensación de que hemos sido trascenddentes para alguien en algún momento de su vidas usando una idea llamada liberación. Si nos liberamos de las ideologías hemos liberado nuestra personalidad. Mueren en nuestro lugar lo que antes fuimos; pero brota, y surge, y mana de nosotros mismos, bajo la protección de Jesucristo, lo que ahora somos y nadie nos puede manipular con dogmas deológicos que ya no forman ya parte de nosotros proque solo somos ideas, multiplicadoras ideas que derrumban fronteras, berreras y obstáculos gracia al nuevo espíritu con que creamos nuestras ideas propias. Tan profundo e interesane se ha vuelto nuestro pensamiento que sentimos una gran multitud de ideas nuecas porque hemos rebasado la libertad limitada de los ideólogos. Quizás podamos vivir liberados sin pagar un precio por ello; sin tener que vender nuestro pensamiento a cualquier ideología de cualquier color o forma o discurso dogmático. El pensamiento es nuestro, quizás lo más nuestro que tenemos los seres humanos. Si te haces esa pregunta esta es la respuesta que está aquí mismo, en tu propio interior y que no debe ser manipulada por nadie externo a ti mismo o a ti misma. Eso es la liberación que deja morir a las viejas ideas en nuestro lugar y recoge el testigo generacional para guiarnos a la meta final con el bagaje de nuestras "idealogías" repletas de emociones, sensaciones y ganas de vivir.
Página 1 / 1
Foto del autor José Orero De Julián
Textos Publicados: 7132
Miembro desde: Jun 29, 2009
0 Comentarios 277 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Filosofía.

Palabras Clave: Comunicación Divulgación Reflexiones Pensamiento Sociedad Conocimiento Filosofía Realidad Verdad.

Categoría: Conocimiento

Subcategoría: Instrucciones



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy