Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -36-
Publicado en Nov 19, 2016
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36.- La verdad según Lessing.
 
El filósofo Lessing llegó a decir lo siguiente: "Si Dios nos presentara encerrada en su mano derecha toda la verdad, y en su izquierda el anhelo vivo de la verdad, aunque con la condición de que siempre habría de errar, yo me volvería humildemente a su siniestra, y le diría: Dame ¡oh, Padre!, esto". Hay muchos seres humanos anhelando la verdad insignificante ante la Verdad absoluta. Estamos rodeados de seres relativistas que prefieren un poco de anhelo a un mucho de sabiduría. Es una condición humana. Pero, ¿realmente somos sinceros con las cosas que sentimos? Hablemos de las cosas para conocer la Verdad que buscamos quienes no nos conformamos únicamente con los anhelos como sucedía con Lessing.
 
Todo, en este mundo, tiene su propio silencio, el que determina la verdadera propiedad de cada cosa, de cada acto, de cada pensamiento... desde el más absoluto de los vacíos hasta la música más alegre. Todo tiene su silencio. Hay silencio en los campos, hay silencio en las playas, hay silencio en los valles, en los vuelos de las alondras, en las ciudades. Hay silencio en las palabras, en las verdades, en las mentiras, en los bailes...
 
El silencio está siempre presente en todas las cosas que hacemos o que pensamos; en todas las cosas que hicimos y en todas las cosas que un día dejamos sin hacer. Hay silencio en una conversación, en un discurso, en un coloquio, en un comentario, en un monólogo... y hay silencio también en los ojos, en la boca, en los labios, en una tormenta o en las pacíficas horas del bienestar. Hay silencio en los amores, en los desamores, en las manos que se enlazan, en las manos que se olvidan... hay silencio en los pasos que damos a veces demasido lentos y a veces demasiado rápidos... Silencio hay en todas las medidas. 
 
Los pobres viven del silencio, los ricos se rodean del silencio y en las clases medias el silencio es lo más relevante. El silencio no conoce de clase, de etnias ni de religiones; él no sabe de ideas ni de ieologías, porque simplemente es una perenne presencia. Y es entonces, cuando somos capaces de comprender la presencia del silencio, cuando entendemos que, junto a todo lo que vemos, oímos y sentimos, hay un silencio que acompaña, que define, que argumenta... De repente, y sin previo aviso, es cuando podemos darnos cuenta de que al captar ese silencio en verdad encontramos la divina concepción de nuestras existencias y las existencia de todas las cosas. ¡He aquí la Gran Verdad que Lessing y los filóssofos no aciertan a descubrir proque buscan en el mundo de los dogmas intelectuales lo que es, sencillamente, un parámetro del pensamiento!
 
Veamos el asunto desde una perspectiva diferente. Yo fui quien dijo "Si callamos y no decimos la verdad siempre obtendremos la mentira". Pongamos, por ejemplo, la verdad del amor como búsqueda de nuestra filosofía personal. La soledad es muy hermosa... cuando se tiene a alguien a quien decírselo. Lo dijo Gustavo Adolfo Bécquer. Y yo comienzo a meditar. Recordando soledades más de una vez me he quedado dormido. Y sin embargo mi verdadero amor es el que estoy viviendo. Posiblemente me ocurre, y gracias doy a Dios por hacérmelo recordar, que mi único amos es el de la adolescencia que se ma ha hecho realdiad en este presente. ¿Quién puede saber la verdad del amor si no es quien está amando? Una vez conocí un misterio. Era el amor. Y ese amor perdura para siempre.
 
¿Estáis viendo cómo se descubre la verdad que tanto anhelaba Lessing sin darse cuenta de que él estaba buscando la aparente verdad de lo pensado? No. La verdad no es un pensamiento más o menos filosófico aunque a todos los "filósofos" nos de por hacer frases más o menos acertadas sobre la verdad. La Verdad, la verdader Verdad (si es que me permitís esta redundancia) no es un acierto. La Verdad es una vivencia. Y si he puesto como ejemplo al amor es porque la verdad de todos los sentimentos se concentra únicamente en la siguiente dualidad: o estamos amando siempre o no amamos jamás. ¿Radicalismo? No. para nada es un radicalismo saber quién eres y quién dejas de ser.
 
Todos seguimos siempre la misma senda pero por distintas veredas. Pero hay una confluencia entre lo que tú estás pensando y lo que yo estoy sintiendo. decía el gran escritor romano Marco Valerio Marcial que "siente dolor verdadero el que se duele sin testigos". ¿Cuántas veces le preguntamos a nuestro corazón por cosas que fueron o no fueron, por cosas que se hicieron o no se hicieron? Resuena en todas partes nuestro corazón cuantas veces vivimos con esas preguntas dentro de nuestro pensamiento. Dice un proverbio sueco que una alegría compartida se transforma en doble alegría y una pena compartida en media pena. Gran Verdad. Eso es lo que yo llamo la Verdad que los filósofos no captan en toda su dimensión porque cientifican demasiado los sentimientos. Aunque no seas comprendido, lector o lectora, no te des nunca por derrotado; puede ser que la vida a veces nos vence pero al final de nuestos caminos siempre salimos triunfadores cuando ponemos por delante el alma.
 
Dice un pensamiento conocido a escala mundial que la verdad puede compararse a una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado. Es cierto. La verdad está ahí, la queramos o no la queramos entender, presente para ser descubierta y ofrecida a los demás. Lo importante es ofrecerla con tal acierto que la otra persona agradezca el descubrirla.
 
Admiro al homre que acepta ciertas verdades que producen dolor en un principio pero que luego le hace reflexionar y crecer. Hubo una vez un hombre que, al descubrir cierta verdad dolorosa, recorrió una larga avenida de la gran ciudad llorando desconsoladamente... pero jamás se enojó por ello ni jamás culpó a nadie por su fracaso. Simplemente entendió que aquello serviría para hacerle madura. Sólo porque había conseguido desligarse de su vanidad, de su soberbia, de su capricho, y habían entendido que la única manera de ser realmente hombre era aceptar la verdad de uno mismo, comprender las verdades ajenas y ofrecer la verdad de sus sentimentos a través del sentido pleno de la responsabilidad de sus accioens y el acierto de decirlo sin tener que herir a los demás.
 
Francis Bacon contrapuso al antiguo "nec ultra" su triunfalista "plus ultra". Es una referencia, a primera vista, espacial... que atriobuye al viejo mundo un carácter limitado, y al nuevo uno ilimitado. Pero luego podemos observar que la semántica "ultra" traspasa lo temporal y se convierte en metáfora de lo temporal. La Columnas de Hércules y su mítica función de barrera que las representa simbólicamente es una alegoría de los límites por imposición dogmática; mas el cohete interespacial que navega por algunas partes del Universo eleva a los ilimitado lo que antes era escatológicamente límite. Entonces voy y me pregutno, ¿dónde reside la verdad de las cosas? Que la verdad es hija del tiempo, como creo yo, significa que la verdad no reside en lo que dictaminan las autoridades, ni lo que dictaminan los dogmas, ni lo que dictaminan los consensos... porque las autoridades, los dogmas y los consencos lo que hacen es que sitúan a la verdad de las cosas al principio, al inicio del desarrollo dialéctico. Y al colocar a la verdad en el principio se está anulando todo el proceso porque resulta que la verdad siempre se encuentra al final de éste. Siempre la verdad está residiendo en el futuro y queda completamente abierta su búsqueda. Si la hubiéramos encontrado al principio del camino (como nos desean imponer las autoridades, los dogmas y los consensos) entonces no tendríamos que buscarla para nada porque ya la tendríamos desde el inicio de nuestro tiempo. ¿Dónde quedaría entonces ese camino del que todos los pensadores de la humanidad, junto con los poetas, nos están continuamente hablando? De estar situada la verdad en el principio de nuestras vidas no habría camino y no habría, pues, ningun sentido trascendental en nuestras vidas. De la verdad (no de la Gran Verdad sino de la verdad) deduzco que es hija del tiempo. Lo mismo que la verdad (no la Gran Verdad sino la verdad) de ayer no es la verdad de hoy... pero tampoco la verdad de hoy (no la Gran Verdad sino la verdad) es la verdad de mañana.
 
¿Y qué sucede con la Verdad? ¿Cómo obtenemos el conocimiento de la Gran Verdad? Sólo puedo aconsejarte una cosa: busca la Verdad y ella te encontrará a ti. Parece una paradoja pero es la única manera de hallarla desde el punto de vista de un cristiano verdadero. Los verdaderos cristianos y las verdaderas cristianas estamos llamados y llamadas a ser luces en medio de las tinieblas del mundo actual. La Biblia nos dice que tenemos la obligación de ser luces en medio de las tinieblas. Pero Jesucristo matizó mucho más que esta obligación. Jesucristo nos dice: "Tus pecados te han sido perdonados. Ya no tienes la obligación de ser luz en medio de las tinieblas de este mundo actual sino que tienes el derecho de serlo". Es muy importante y fundamental esta aclaración por parte de Jesucristo. No es una obligación que nos impone Dios sino un derecho que nos otorga Jesucristo en el nombre de Dios y ningún poder de este mundo de tinieblas nos lo puede impedir porque proviene del Espíritu Santo. Es este Espíritu Santo el que nos alumbra, el que nos otorga la capacidad de ser luces en medio de las oscuridades. Ningún poder terrenal o extraterrenal nos puede arrebatar este derecho ni apagar estas nuestras luces que sirven de orientación para los extraviados y/o extraviadas que quieren corregir sus errores.
 
Alguien dijo, un día, que somos como atletas que estamos compitiendo dentro de un estadio repleto de miles y miles de personas. Todos nos observan a los verdaderos cristianos y a las verdaderas cristinas cuál es nuestra forma y manera de actuar dentro del estadio donde somos observados por miles y miles de personas. Es un buen ejemplo. Podría haber dicho cualquier otro lugar que no fuera un estadio porque en cualquier lugar en que nos encontremos actuando somos observados por miles y miles, y hasta millones, de personas que nos ven actuar. Dios no nos ha elegido por nuestra vida anterior sino que nos ha elegido desde que admitimos que Jesucristo vertió y derramó su Sangre por nosotros y nosotras y cuando nosotros y nosotras aceptamos libremente, y sin ninguna clase de imposición  o coaccción física o mental, que el Espíritu Santo entre en nuestros cuerpos, transformándonos por completo tanto en lo físico como en lo espiritual, tanto por dentro como por fuera. Desde ese momento nada importa ya nuestra vida anterior. Nada importa tu vida anterior. No somos Guerrilleros. Somos Legionarios. No somos Guerrilleros de Cristo Rey. Somos Legionarios de Jesucristo. Para dejar las cosas bien claras de una vez por todas y no haya equivocación de ninguna clase a la hora de clasificarnos y calificarnos. Amén. Yo soy el que dice siempre Amén a las Palabras de Jesús de Nazaret, el Jesucristo en que que solamente creo como Hijo de Dios Padre que es. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Él es mi Camino. Él es mi Verdad. Él es mi Vida.  
 
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Filosofía

Palabras Clave: Comunicación Divulgación Reflexiones Pensamiento Sociedad Conocimiento Filosofía Realidad Verdad.

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Subcategoría: Instrucciones



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