Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -46-
Publicado en Nov 22, 2016
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46.- Pruebas de la existencia de Santa Claus.
 
"La mentira manifiesta falta de imaginación". Lo escribió Antonio Machado que sabía mucho de la naturaleza humana. La experiencia me ha demostrado que los borrachos no dicen verdades sino absurdos y los locos no dicen verdades sino estulticias. Pero los niños y las niñas dicen verdades reales. La imaginación. ¿No estamos todos de acuerdo en que la imaginación es un poder real y sumamente efectivo? Sí. en eso concordamos todos los que nos da por pensar en las mentiras y en las verdades. Luego, si la imaginación es un poder real es que es, en sí misma, una realidad. Y además una realidad muy poderosa. Esto demuestra que la existencia de Santa Claus es verdadera. 
 
Un día, hace ya algunos años, se me ocurrió pensar que la imaginación es hacer realdiad un sueño utópico hasta convertirlo no sólo en una realidad simple (que nos llevaría a la discusión dialéctica por el hecho de ser solamente simple) sino a una realidad firme, verdadera y cierta. Y entonces confirmé lo que yo mismo había descubierto desde mi primera infancia: que la imaginación era mi amiga. Una amiga creativa mil por mil. Sin ninguna clase de duda ni de interpretaciones fuera de contexto. En ese contexto del que hablo, siento y creo, la imaginación no sólo puede ser una amiga sino que los es. Sin la amistad de la imaginación zozobraríamos en la "alta mar" de nuestras existencias humanas pero yo descubrí que Jesucristo transformó el agua en vino gracias ¿a qué?. A un verdadero milagro lleno de imaginación creativa. Luego si lo hizo una vez lo puede hacer cuantas veces quiera con las cosas o con los seres humanos. Creed. Creedlo siempre digan lo que diga esos realistas que, al final, nunca saben lo que es la realidad porque les falta imaginación para imaginarla.
 
Otro día me dio por comentar en un diálogo abierto que la imaginación deriva de imagen y tener buena imagen es algo muy positivo sea cual sea tu edad, tu estado civil o tus creencias. Imaginación es imagen que te da imaginación suficiente (he aquí el famoso "feedback" de la creatividad humana) para creer en lo que estás imaginando. Y debemos de tener en cuenta que la imaginación más la invención y todo los que se inventa para crear una imagen que te llene de imagianción me parece una excelente forma de vivir. La esperanza no es lo último que se pierde sino lo primero que se conquista. Los niños y las niñas manejan esta realidad. Una vez conquistada la esperanza deja que la imagen produzca en ti la imaginación como sucede, vuelvo a insistir porque es muy imprtante para demostrar que Santa Claus es una realidad, con los niños y las niñas. Recuerda siempre, sea cual sea tu edad, sea cual sea tu estado civil y sean cuales sean tus creencias personales o colectivas que sin la imaginación, compañero y compañera de este viaje terrenal, la vida sería la tragedia gris de una monotonía sin sentido.
 
Imaginar es vencer. Eso es lo que  hemos pensado siempre en alguna ocasión de nuestras vidas. ¿Es cierta esta afirmación?. Yo creo, honestamente, que tiene mucho de sentido común pensarlo, aunque la razón y la imaginación tengan valores tan opuestos entre sí como el día y la noche. No en balde, la imaginación es el ejercicio de la abstracción de las realidades que nos envuelven día a día. Y con ella damos soluciones a las profundas preguntas que nos hacemos continuamente, o damos respuestas a nuestros deseos y preferencias en esta vida.
 
La imaginación es, también, una representación de las experiencias que vamos viviendo en nuestro caminar por las realidades y se inicia en ese sentido que tenemos todos los humanos que está lleno de sueños y de fantasías. ¿Qué sería la vida sin la imaginación?. Algo terriblemente aburrido y obtuso. No hay que olvidar que se dice que la imaginación tiene tanto que ver con el alma que se puede decir que es la base primordial de ésta… y hay psicólogos y maestros de la mente humana que han llegado a la definición de que el alma es la imaginación.
 
Es la imaginación la cualidad esencial de los seres humanos, la que permite crear cosas nunca vistas y deducir respuestas a preguntas que de otra forma no podríamos responderlas. Paulo Coelho, el famoso escritor, dice que “cada quien vive en el mundo según su forma de imaginarlo”. Y es cierto. No todos tenemos la misma visión del mundo (sobre todo de las cuestiones internas del mundo) y más allá de las realidades sociopolíticas y económicas que ciertamente nos condicionan, están las ensoñaciones y fantasías de nuestra imaginación que nos liberan.
 
La imaginación es un poder. Creo que es cierto. Einstein señalaba aquello de “si lo puedes imaginar lo puedes lograr”. Podemos creer y crear a través de la imaginación. ¿Qué es cualquier producción artística de un ser humano sino exactamente el poder plasmar en objetos materiales esas abstracciones idealísticas que surgen de nuestra imaginación? ¿Podría vivir el ser humano sin la producción artística de su propia imaginación? Yo creo que si no existiese ésta, seríamos simplemente igual que cualquier otro animal. Sin mayor trascendencia. Volvemos, por lo tanto, a señalar que imaginación y alma van íntimamente ligadas.
 
La imaginación nos lleva a crear el paraíso terrenal de nuestro tiempo vital. Si no imagináramos ¿qué posibilidades tendríamos de poder evolucionar hacia unos seres más completos?. Ninguna. Seríamos estáticos desde el principio hasta el final. Imagina y vencerás, dice el sabio a su discípulo. Y en todas las creencias y manifestaciones humanas es el poder de la imaginación el que hace que los hombres y mujeres del planeta Tierra hayan podido vislumbrar fantasías que se han hecho realidades; porque la imaginación va más allá de lo que hemos visto en el pasado y de lo que vemos en el presente y se implica profundamente en lo que queremos ver en el futuro. Sueño. Memoria. Alucinación. La imaginación es un compuesto múltiple de todo ello. Santa Teresa de Jesús tenía un terrible miedo a la imaginación (la cual poseía en grandes cantidades) y por eso la llamaban “la loca de la casa”… pero la imaginación es una loca que nos hace ver horizontes nuevos, que nos disipa con su algarabía, que nos susurra con su sueños y, sobre todo, que nos da enorme potencia y fuerza para poder cambiar el mundo. Si. Efectivamente. La imaginación es un poder. Por eso Santa Claus existe. 
 
Partiendo de esta idea elevemos un poco más nuestro pensamiento y supongamos qyue estamos preaprados para escribir alguno de nuestros sueños. Mientras esperamos a que nos lleguen las musas literarias vamos imaginando frases que empiecen con un inicio que despierte el interés de los lectores y las lectoras. Algo así como “En un lugar del espacio donde las sílabas silban arpegios” que siempre tiene una connotación prosaica y, al mismo tiempo, un deje de lirismo sincopado. Ahí es donde comienza la corta distancia entre el papel y nuestra imaginación. Después de eso podemos ya hacerlo algo más profundo. Por ejemplo “las ondas de mis pensamientos luchan contra los fantasmas del aire” que, como veis, le otorga al texto un cierto sentido de misterio y de suspense. Si logras llegar a esta ilación es que puedes seguir embocando vocablos cada vez más o menos sonoros. Por ejemplo “allí donde la atmósfera se convierte en témpera de artista buscando las metáforas silentes”.
 
Ya estamos dentro de la catarsis que nos guiará al punto de encuentro entre lo insólito y lo inesperado. Para darle consistencia a ambos aspectos del texto podemos continuar sin bajar el ritmo de la tensión fonética. Puede venir bien ahora una exclamación. Por ejemplo “¡Los duendes rodean el círculo de mis sentimientos según van pasando los segundos!”. Hemos roto el silencio para convertirnos en palabra viva. Ahora llega, por lo tanto, el darle toda la máxima vida posible con una idea genial. Por ejemplo “Yo estoy aspirando el olor de las anáforas que derraman todas las orquídeas de este lugar recóndito donde mi alma se introduce guiada por su afán de vivir lo desconocido en unos pocos centímetros de sueño”. Hemos dejado ya el texto preparado para el éxtasis de la locuacidad poética.
 
Llega el momento de poetizar sin ninguna clase de temor. Por ejemplo “donde, en medio del desvelo, se me abre el cielo y brilla la luz al trasluz del terciopelo”. Debemos situar ahora una idea que nos de la imagen que deseamos. Puede ser “que con tu cuerpo se cubre de anhelo”. Podemos, ahora, darnos un breve descanso de segundos para conciliar la idea con la semántica que estamos buscando. Tomemos dicho descanso para, después, entronizarnos con un testimonio trascendental. Podemos escribir “El pálpito de mis sensaciones recuerda canciones” y, mientras silbamos la canción del olvido, nos olvidamos de lo que nos circunda y penetramos en la profunda cuestión de bordar el sentimiento. Es valioso, entonces, un “Me brilla el pulso de las emociones al ritmo sincopado del reloj”.
 
Si nos damos cuenta, ya hemos rebasado el ecuador de nuestro mensaje. Podemos aumentar la densa concentración de ideas relajando el ritmo y entrando en una cadencia encadenada. Yo escribiría “Miro al infinito de estos segundos en que mi alma capta la luz de todos los tiempos y me convierto en metáfora”. ¿Qué metáfora puedo utilizar? Una muy buena que sea algo así como “Soy el pájaro de los sentidos”. ¿A qué llamamos el pájaro de los sentidos? Es fácil deducir que nos estamos refiriendo a un ser que vuela dentro del interior de sus esencias; porque es esencial no perder la serenidad y seguir escribiendo algo tan rotundo como “iniciando el sueño de mis inquietudes”. ¿No son los pájaros aves inquietas? Luego hemos acertado con la metáfora y no hemos distorsionado, ni forzado en lo más mínimo, el mensaje que buscábamos emitir. Sigamos, entonces, con “donde las palabras se convierten en sonoros ecos de la existencia”.
 
Nos hemos hecho trascendentes sin haber usado palabras vacuas, vacías de contenido, y nos hemos alejado de cualquier disonancia coyuntural. La coyuntura nos ha guiado hacia un término concreto desde un inicio abstracto. Concreticemos entonces. Escribamos “Soy un ser humano que ha trascendido desde sus raíces y se ha convertido en el poeta de tus vivencias”. Ahora llega el momento del descubrimiento final. Por ejemplo “y por eso vivo tanto en ti que soy tu íntimo deseo”. Podemos dar por acabado el mensaje pero ¿por qué no amplificar la sensación de profundidad? Añadamos entonces “escapando de la materia inerte para convertirse en suspiro de cercanía”. No. No abandonemos ahora la tensión literaria hasta que hayamos completado un mensaje unívoco. Así que podemos agregar “que, dentro del cauce de tus fantasías me ha confortado en vuelo de ave acariciando tu rostro para entrar en el sentido de todas tus esencias”. Ahora sí. Ahora podemos dar por terminado el texto aunque no está mal que añadamos una especie de prolongados sintagmas neorománticos. Así que es importante añadir “que se han transformado en una singular manera de amarte”. Y fin. Hemos llegado hasta el fin. Así ha quedado el texto completo.
 
“En un lugar del espacio donde las sílabas silban arpegios, las ondas de mis pensamientos luchan contra los fantasmas del aire; allí donde la atmósfera se convierte en témpera de artista buscando la metáfora silente. ¡Los duendes rodean el círculo de mis sentimientos según van pasando los segundos! Yo estoy aspirando el olor de las anáforas que derraman todas las orquídeas de este lugar recóndito donde mi alma se ha introducido guiada por ese afán de vivir lo desconocido en unos pocos centímetros de sueño donde, en medio del desvelo, se me abre el cielo y brilla la luz al trasluz del terciopelo con que tu cuerpo se cubre de anhelo. El pálpito de mis sensaciones recuerda canciones. Me brilla el pulso de la emociones al ritmo sincopado del reloj. Miro al infinito de estos segundos en que mi alma capta la luz de todos los tiempos y me convierto en metáfora: soy el pájaro de los sentidos iniciando el sueño de mis inquietudes donde las palabras se convierten en sonoros ecos de mi existencia. Soy ese ser humano que ha trascendido desde sus raíces y se ha convertido en el poeta de tus vivencias y por eso vivo tanto en ti que soy tu íntimo deseo escapado de la materia inerte para convertirse en suspiro de cercanía que, dentro del cauce de tus fantasías, me ha conformado en vuelo de ave acariciando tu rostro para entrar en el sentido de todas tus esencias que se han transformado en una singular manera de amarte”.
 
¿Qué creéis que he estado usando continuamente para alcanzar ese párrrafo creativo que, por ser creativo, es real y verdadero? Nada más y nada menos que la misma imaginación que utilizan los niños y las niñas para hacer real y verdadero a Santa Claus. Para ser completamente sincero os hago saber que ahora, al volver a releer una vez más el párrafo creativo, me doy cuenta de que detrás de todas las puertas de nuestros pensamientos siempre hay alguna sorpresa y esa sorpresa, amigos y amigas de lectura, es la imaginación transformada, por ejemplo, en un Santa Claus volando por los cielos para bajar a la tierra y decirnos que sí, que existe porque lo hemos imaginado con la suficiente fe para convertirlo en verdad, en realidad, en existencia.
 
Voy a terminar con algo muy personal que quizás a ti también te haya sucedido en alguna ocasión.  Todos los seres humanos (hombre y mujer por igual) conocemos o hemos conocido, en algún momento de nuestras largas vidas, lo que llamamos Soledad (con mayúscula inicial). No es lo mismo Soledad (con mayúcula inicial) que soledad (con minúscula). Cuando hablamos de Soledad (con mayúscula inicial) estamos hablando de la Soledad profunda; de esa amarga Soledad con la que los hombres y mujeres sufren de verdad. No es la soledad del aburrimiento, ni tan siquiera es la soledad de la nostalgia o la soledad de la tristeza o la melancolía. No debemos tampoco confundirla con la Desesperación. La Soledad grande, la profunda, la que hunde sus raíces en el alma humana es la que despierta, cuando se vive en los hombres y en las mujeres, la capacidad humana de poseer Imaginación: todo un conjunto de imaginaciones creativas que llevan al ser humano (hombre o mujer) a ese límite que existe entre lo real y lo irreal, entre la verdad y la ficción, entre la comedia y la tragedia pasando por el drama humano. Esa Soledad profunda, honda, que te traspasa siempre el corazón es de la que hablamos los hombres y las mujeres que la hemos conocido en el pasado.
 
Es como estar viviendo dos vidas paralelas: la de los demás que nos ven como creen ellos y la de nosotros, la que nosotros conocemos como nuestra verdad, nuestra personalidad propia y unívoca. Imaginación pura y sin ninguna clase de artificio tanto en lo físico como en lo espiritual. Es esa Imaginación que me lleva a decir (y con esto termino) que “La Imaginación es la expresión más elevada que existe de la Soledad o viceversa, que la Soledad es la expresión más elevada que existe de la Imginación (que es con la que me quedo yo, con esta segunda expresión que para mi es la verdadera). Pensando en todo esto recuerdo lo que dijo Nerón (“Quisiera no saber escribir”) cuando le llegaba el tiempo de tener que firmar… y es que firmar no es cuestión de realidades más o menos concretas, como le sucedía al ignorante de Nerón, sino poder estar presente dentro de ti mismo o de ti misma para dar a conocer tu personaldiad. Algo mucho más profundo que un simple garabato sobre un papel. Y es que, efectivamente, Santa Claus es real y verdadero y peude darte una entrada hacia ese espectáculo creativo que es la imaginación. Cuando lo hayas presenciado por ti mismo o por ti misma será una neuva persona. Alguien mucho más lúcido o mucho más lúcida que los solamente realistas. 
 
 
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Filosofía

Palabras Clave: Comunicación Divulgación Reflexiones Pensamiento Sociedad Conocimiento Filosofía Realidad verdad.

Categoría: Conocimiento

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