Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -47-
Publicado en Nov 22, 2016
47.- Nuevas pruebas de la existencia de Santa Claus.
"La verdad siempre se inventa cuando habla el corazón". Lo dijo, también, Antonio Machado que sabía mucho sobre la naturaleza de los seres humanos. El corazón. ¿Sabéis cómo habla el corazón de los niños y las niñas? El tictac de los corazones infantiles tiene una gran excepcionalidad que se llama fantasía. ¿Es real y verdadera la fantasía en la vida humana? Nos encontramos otra vez en disposición de demostrar que Santa Claus existe porque la fantasía le hace existir. Permitidme que os narre una fantasía real y verdadera. El sonido de tambores lejanos y los atardeceres de fuego en las playas desiertas mientras crujen los velámenes de los barcos en mitad de la tormenta marinera, son especie de cantos nocturnos expandidos por las tribus que habitan en la mitad de la selva. Aventura. La vida se nos puede convertir en aventura saltando entre los acordes de un sentimiento soñado que nos hace desear las libertades y perdernos en las épocas del tiempo. Incluso podemos llegar al Lejano Oeste como si fuera un viaje de mil noches o convertirnos en imágenes del Oriente de Sherezade en busca del cuento perfecto. Míticos momentos fabulosos que nunca desaparecen de nuestras fantasías. Mundos fascinantes de burbujas donde entramos para recrearnos en el borde artístico de nuestras mente. Poesia hecha aventuras metafóricas pero literales. Y vamos y nos vaciamos de los realismos para perdernos en lejanas montañas o profundos mares a través de viajes ubicados en nuestros cuerpos invisibles. Sentimientos y pensamientos se hacen, entonces, fantasía. Y con ellas podemos imaginar futuros más cercanos que las guerras de las galaxias; planteándonos dudas y ansiedades en el espacio exterior, con naves intergalácticas, planetas alucinantes, estaciones espaciales abandonadas por civilizaciones ya extinguidas. Ficción. Fantasía. Mito para guarecernos de la fría realidad. Y la brújula nos descontrola el ritmo y somos un cuento por contar. Reconozco y hago público que me encanta la Fantasía. Yo soy de los que opina que la Fantasía es una realidad y es un componente muy importante de la naturaleza humana. Desde los tiempos más prehistórico imaginables existe la Fantasía en los humanos. Sencillamente sin Fantasía no se podría vivir; porque la Fantasía es un ingrediente esencial de todas las artes. La Literatura por ejemplo es Fantasía en un porcentaje muy elevado (y no sólo en los cuentos y en los poemas que son profundamente Fantasía sino también en las novelas y en el teatro y hasta en los ensayos sesudos un componente muy elevado de su contenido es la Fantasía). La música está repleta de Fantasía y lo mismo la Danza, la Pintura, la Escultura, la Arquitectura... todas las artes en general. Y el ser humano es profundamente artista desde los principios de su existencia. Sin Arte no se puede vivir. La vida sería tan insoportable si sólo tuviésemos como referencia a la Realidad que simplemente dejaría de tener sentido. ¿Y qué son los sueños sino Fantasías?. Sin sueños los humanos seríamos como piedras. Por eso es lastimoso y penoso encontrarse a hombres y mujeres que perdieron toda capacidad de Fantasía. Cuando estás con ellos te da tante depresión que tienes ganas de morir. Y no lo digo por decir. Durante un par de años tuve ocasión de trabajar como maestro en un colegio de Quito llamado El Sauce. Yo impartía la asignatura de Literatura Universal y alunas veces incluía también la de Historia. Pues bien, reconozco que los momentos más agradables que pasaba era cuando dábamos temas de mitologías y cuentos mágicos. Era una gozada y disfrutaba totalmente con mis alumnos y alumnas. Sucede que a mí me encanta la Mitología. Soy un enamorado de la Mitología y tengo muchos libros de mitplogías en casa. Me encanta también la Ciencia Ficción y todo lo que esté lleno de Fantasía. Como escritor no puede ser de otra manera. Quienes leen mis textos se darán cuenta de que muchas veces escribo lleno de fantasías. Y es que vuelvo a repetir que la Literatura no se puede concebir sin ciertas dosis de Fantasía. Como tampoco se puede concebir la vida sin ella. Es necesario siempre mantener el equilibrio entre la Realidad y la Fantasía y ambas cosas deben ser unidas e inseparables. Si a una de ellas le quitas la otra todo el edificio de la vida se desmorona. Yo creo que la evolución humana hubiese sido imposible si no viviésemos con Fantasías y de hecho todos los grandes descubrimientos humanos se han debido a seres con gran cantidad de Fantasía en sus mentes. En fin... que la Fantasía es una realidad tan valiosa como cualquier otra realidad. Y es una de las grandes diferencias que existen entre los seres humanos y el resto de la creación. Por eso defiendo y amo profundamente a la Fantasía y me lo paso en grande con ella. A propósito del equilibrio que debe haber en las líneas de nuestros sentimientos, hemos de entrever siempre el centro neurálgico de nuestras emociones y, a partir de ahí, hallar el grado cero de nuestras metamorfosis humanas para escribir lo que surge del centro de nuestro interior. Sí. A veces no hay nada nuevo bajo el poema de nuestra piel y nuestro rostro anímico pero, siempre o casi siempre, existen razones de silencios justos, abrazos de palabras adecuadas, inspiraciones de sueños para nuestra inteligencia. Y aprendemos, entonces, a ser compatriotas de las letras en esta vida real de dialéctica internacional y globalizadora de carácter “poético”. Nada nuevo excepto la luz que derrochamos a golpes de ternura a través de nuestras emociones. Letras bajo el espíiritu lírico de los rayos de nuestra fantasía. Por eso Santa Claus es un rayo de luz para los niños y las niñas y para quienes nunca hemos dejado de serlo. Un rayo de luz que alumbra la realidad de nuestras existencias porque también es una realidad de nuestras vidas. Somos filósofos cuando fantaseamos morfologías humanas (como la de Santa Claus). Lees esta anatomía fantasiosa y decidme luego si no es pura realidad: Antes de que la vida fuese vida nada podía detener tu canto. Ante la mañana bajo el acanto, toda convertida en poesía convivida, otros gorriones eran el encanto más ligero que la vida asida. Imaginaos con fantasía hervida a través de los calores de su manto. ¿Tiene o no tiene mucho de evolución humana? Antes de que tú y de que yo estuviésemos aquí presentes, la Fantasía nos había convertido en una realidad futura pero verdadera. "Corpus" perfecto aunque los realistas crean que la perfección no existe. No sé si la perfecciñon existe o no existe pero creo en ella porque la he visto en el interior de la Presencia de un Ser Superior que ha llenado mi imaginación de tanta Fantasía que sé que Santa Claus existe de verdad. y recordando momentos inolvidables vividos para mi memoria, que mi memoria nunca los ha olvidado, podría contaros fantasías reales en las playas y otros lugares de emociones intensas. Es bueno emocionarse con presencias, ausencias y todo ese arsenal de vida que llevamos siempre dentro del alma. La Fantasía es todo aquellos que nos sirve para complementar nuestras ilusiones de jóvenes eternos y siempre eternos jóvenes. Estamos en un solsticio de invierno o de verano (da igual cual sea de los dos) y la cuerda mágica de nuestras vivencias son aquellas con las que hacemos lazos de unión con la esperanza. Los pedazos sueltos son sueños que encadenamos no para esclavizarnos ante la realidad sino para liberar dicha realidad formando un conjunto multicolor de nuestros pensamientos. No caigas jamás en la abulia de los momentos grisáceos. Un nuevo olor a la almohada es seguir siempre adelante en la búsqueda de todos nuestros sueños. El oleaje cuántico no es solamente cuánto escribimos sino la calidad que hay en la cantidad que escribimos. Así que beber despacio es saborear nuestras letras. Si alguien las lee que sea para que alguien pueda soñar algo así como que Santa Claus existe y es una realidad porque habla el corazón cuando nos referimos a él. ¿Existen los caballitos de mar o sólo son fantasías? Exsiten los caballitos de mar y además están llenos de fantasías como lo puedo demostrar de esta manera: El caballito de mar jugaba con las caracolas. Y mientras jugaba con ellas, las iba poniendo nombres para poder recordarlas. A la primera que halló la nombró Fantasía. Con ella construía palacios entre las olas que se movían al compás del baile de las ninfas. A la segunda la nombró Sueño. Con ella construía jardines submarinos donde acudían los tritones para cantar canciones de paz. Y a la tercera la llamó Existencia. Con ésta convertía todos sus juegos en poesía mientras le rodeaban las sirenitas para cantar. Con la Fantasía vivía el caballito de mar sus guerras pacifistas en los combates imaginarios donde se convertía en adalid de los mares. Con el Sueño pasaba a ser un anochecer florido rodeado de imaginadas azucenas, violetas, rosas y corales marinos. Y con la Existencia vivía la realidad de su ser: un caballito de mar enamorado del alba. Así transcurría, entre juego y juego, entre sueño y sueño y entre existencia y existencia una especie de figura viviente tomando forma humana. Entonces despertaba y se encontraba en el lecho de una madrépora, en la fuente de un arroyo y en el oasis de un desierto de mar. Y es que en el mar, debajo de las olas, aquel caballito sonreía mientras las ninfas, los tritones y las sirenitas le acompañaban en su existir. Exactamente lo mismo sucede con Santa Claus, su realidad, su verdad y, sobre todo, esa fantasía que le convierte en realidad verdadera. ¡Qué hermoso isntante este de escuchar el tictac de nuestro corazón latiendo a golpes de fantasías! ¡El instante fugaz que se ansía como eternidad para hacerlo irrepetible!. Que nunca sea pasajero y que siempre perdure en tu alma poética ese sentir que el tiempo se para y que el mañana sólo se convierte en un después. A mí, por ejemplo, me calma la ansiedad esa fantasía realista. Fantasía: un paisaje que lleva ya siglos (desde Adán y Eva hasta la Eternidad) al servicio de los oníricos amaneceres diarios de nuestro corazón. Siglos y más siglos recorriendo la luz esa travesía de la fantasía para poder afirmar que sí, que Santa Claus existe de la misma manera que tú lo estás fantaseando y convirtiéndolo en realidad. Mi más profunda pregunta; la que me hago, día tras día, cuando vuelve a amanecer en mi corazón es Mi segunda pregunta es ¿la Fe es una fantasía? Muchos creen que sí. Muchos creen que la Fe es una fantasía de locos trasnochados para los tiempos en que vivimos. Y, sin embargo, la Fe (que contiene tanto de fantasía como de verdad) es la mejor de las realidades que se contienen en nuestro existir. En los textos cristianos podemos decir que si a Dios se le pide un pedazo de pan no te da una piedra sino algo mucho mayor que un pedazo de pan para contrastar con la ruindad y mezquindad de tantos caballeros y de tantas damas que pasean por las avenidas incluso vestidos con lujo para ser "resplandecientes" como personas. ¿Habéis mirado alguna vez los ojos de un ser inocente clamando compasión? El autor sí los ha mirado. Y siempre ha visto, o por lo menos eso nos da a entender, esa luz que brilla pero que hace a los mezquinos mirar para otro lado. Es la luz de las almas inocentes que llega a producir espanto, miedo, terror a ser como ese ser diminuto que no tiene absolutamente nada en su existencia. Y entonces Dios actúa. Y la Fantasía se convierte en Realidad. Santa Claus es una demostración fehaciente ya que hablamos de los que carecen de todo y necesitan algo más que una mirada de compasión.
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