- ¿Luchamos o no luchamos por comernos la tableta?
- Debemos aprender a respetarnos.
- ¿Pero quién se come la tableta?
- Lo más importante es que no pasemos hambre.
- ¿Es tan difícil decidir algo tan sencillo como comernos una tableta?
- Es verdad, pero no es cierto.
- ¿Cómo se come una tableta?
- Es excitante saberlo, pero no lo sé.
- ¿Podemos hacer ya algo para que uno de los dos se coma la tableta?
- Creceremos demasiado deprisa, pero para todo hay tiempo.
- ¿Podemos parar el tiempo y comernos la tableta?
- Recuerda que según inviertas el tiempo vivirás lo suficiente como para comértela.
- ¿Qué me falta para poder hacerlo?
- Te falta haberlo conseguido.
- ¿Vivimos para comerla o vivimos para no comerla?
- Es muy interesante esa duda.
- ¿Quieres decir que o la despejamos o nos quedamos sin comerla?
- Puedes hacerr algo así como soñar que te la has comido.
- ¿Estás hablando de la tableta?
- Es muy difícil saber de lo que estoy hablando.
- ¿La tableta todavía está aquí?
- No hay tanta diferencia entre que la tableta esté aquí o no esté aquí.
- ¿Me estás haciendo saber que debemos esperar un poco más?
- Nadie nos lo impide.
- ¿Cómo ves la tableta?
- Con un poco de suerte.
- ¡Fin de la cuestión! ¡La tableta se la acaba de comer otro que se cree un dios!
- Es la frustración de todo ser humano. 
 
(Dedicado con total respeto y enorme cariño a mi suegra Lucy)