Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -86-
Publicado en Dec 02, 2016
86.- ¿Cuán diabólica es la naturaleza humana?
Hombre-historia de la noche pensativo en las promesas... con el zurrón de los siglos te acuestas... te acuestas... Hombre-historia de la noche tu ausencia es una apuesta: cara o cruz de la moneda lanzada sobre la agresta. Hombre-historia de la noche que debes pasar por la puerta... con el baúl de tus sueños te acuestas... te acuestas... Hombre-historia de la noche tu existencia es incierta: vino dulce o vino amargo debes beber en la fiesta. Hombre-historia de la noche yaciente sobre florestas... en el petril de la vida te acuestas... te acuestas... Quizás sea esta forma de sentir el último íntimo deseo que todos y cada uno de nosotros y nosotras llevamos dentro. La Realidad humana, así como de tan transmutada (con mayúscula inicial) posiblemente sea el acto de vivir sin apenas darnos cuenta o quizás dándonos cuenta de que todos los actos humanos penden de la creatividad de ese nuevo humanismo que está todavía por descubrir y que estará siempre de esa manera. Se acabará la vida en este mundo sin terminar nunca de consolidar una mística definitiva... pero la intensidad con la que se vive la coordenada de cada momento vital es para mí lo más significativo. Vivimos en un mundo contemporáneo en donde las diferencias entre las latitudes que lo constituyen son, en contra de lo que dicta la lógica del desarrollo humano, muy diferentes. Por eso, ante esta situación de diferenciaciones, la expresión humana difiere grandemente entre unas latitudes y otras. No es mera cuestión geográfica sino, mas bien, producto de los diversos caracteres y actitudes con los que los seres humanos se enfrentan ante las imponderables circunstancias que les rodean. Así como existen el mundo occidental y el mundo oriental y así como existen el hemisferio norte y el hemisferio sur, entre otras divisiones que podríamos señalar como, por ejemplo, el ámbito ecuatorial o el ámbito tropical, de la misma manera existen diversas formas de reaccionar según sean las raices propias de cada grupo humano. El carácter, como sabemos por sicología general, no es el mismo para todas las personas y, derivado de ese carácter, se producen actitudes distintas que provocan acciones muy diversas y variadas. Podemo decir, poniendo un ejemplo sencillo, que hay cuestiones que en algunas latitudes producen risa mientras en otras latitudes producen llanto. Y es que la expresión humana va en relación directa con el lugar físico y psíquico en que nos encontremos. indígenas de la provincia de Tungurahua, en Ecuador (y lo pongo como un simple ejemplo de los muchos conocidos ya por mí) no se corresponden, ante una misma situación social, de la misma manera que nos manifestamos los europeos occidentales que somos madrileños o de la misma manera que se pueden manifestar los norteamericanos de Chicago. Tenemos, en este ejemplo, tres latitudes físicas diferentes (Tungurahua, Madrid y Chicago). El resultado final es el de tres expresiones humanas que difieren entre sí pero, también, que pueden ser coincidentes y complementarias si sabemos entender cuál es la forma de manifestación social de cada uno de los tres habitantes de latitudes distintas. ¿Existen puntos en común para todos los seres humanos?. Creo positivamente, a pesar de los que lo niegan reiteradamente, que sí; que existen puntos de coincidencia en todos los seres humanos sean cuales sean sus latitudes físicas y sus expresiones humanas tanto externas como internas. Pongo, por ejemplo ya que es el mundo donde me muevo, el universo de los cristianos. Aunque muchos quieran negarlo, un cristiano o cristiana de cualquier parte del mundo, puesto en contacto con otro cristiano o cristiana de latitud física muy distinta, pueden comprenderse y hasta compenetrarse (y de hecho así ocurre) sin ninguna clase de problemas. ¿Qué sucede para que esto pueda ocurrir?. Simplemnte, y lo dejo para la opinión y consideración de quien quiera pensárselo, que tenemos un punto en común superior a toda clase de diferencias étnicas, sociales, económicas o psicológicas. Ese punto en común es el ejemplo que nos da Jesucristo para poder actuar de manera empática sin tener que trastornar para nada la forma externa que tenemos de actuar. Porque existen cosas que desunen (todo lo mundano desune cuando no existe empatía ni comprensión mutua) y cosas que unen (en este caso la firme creencia cristiana). Termino este preámbulo con una frase: "Tu expresíón humana no es la misma que la mía pero mi expresión humana puede ser la misma que la tuya si te llego a comprender". Seres humanos. ¿Ángeles o diablos? Ninguna de esas argumentaciones sitúan bien el escenario (ese gran mundo de las acciones humanas), pero aprendemos de la consecuencia de lo incorrecto cuando trae fines destructivos. Es una excelente conclusión mediática. Todo lo mediático es singular. En realidad, todo lo que supieron los diablos y todo lo que supieron los ángeles ya lo sabe el alba... ¿Amar u odiar? Dicen que son dos extremos de nuestros sentimientos. Y dicen que los extremos se juntan de alguna manera. El amar y el odiar ¿pueden ser complementos de un mismo espíritu? Inducidos como estamos al entusiasmo de admirar lo bello y hermoso que nos rodea (incluso lo bello y hermoso que hay en la naturaleza humana) y a detestar lo feo y aberrante que observamos (incluídas algunas acciones humanas) podría darse el caso de que del amor al odio no haya apenas distancias... No lo sé. Me considero un ser lo bastante equilibrado para mantener muchas distancias entre ambas dimensiones pero el caso es que hay ejemplos de personas que apenas tienen barrera entre ambas expresividades y pasan del amor al odio como un centelleo continuo. Quizá todo dependa únicamente de la composición anímica del espíritu inasible de cada uno de nosotros ¿Qué opináis vosotros y vosotras?¿Quizá la felicidad estriba en la cantidad que poseemos para amar y por contra la infelicidad estribe en lo opuesto? ¿Y en cuánto grado actúan las diversas circunstancias que nos rodean para amar u odiar de manera casi inexplicable? Comprender lo humano es vivir siempre en relación directa con todo lo que de natural existe en los hombres y mujeres de esta Tierra. Muchos son los que se complican la existencia buscando explicaciones demasiado artificiosas, que terminan por distorsionar en gran medida la realidad de la naturaleza humana. Lo que verdaderamente nos hace evolucionar y desarrollarnos es ver la vida humana desde un ángulo muy sencillo y a la vez profundo (de ahí lo importante del desarrollo cultural genuino): que todos tenemos un alma que late y que nos hace sentir la vida. Si eres capaz de captar esos latidos serás un ser humano feliz. Lo demás sólo son teorías que a veces se hacen un poco confusas si te apartas de la raiz humana. Así que vive con todos tus sueños bien enfocados y sé, sobre todo, noble contigo mismo para ser noble con los demás. Comprende lo humano. Lo más sencillo de la vida es, a veces, no complicarse al intentar interpretarla demasiado en abstracto. Analiza a lo humano desde lo más concreto y alcanza la felicidad. Si me gusta analizar a la naturaleza humana es porque me encanta la pintura, O si me encanta la pintura es porque me gusta analizar a la naturaleza humana. Considero al ser humano como una infinita sala "pictórica" en cuyas "paredes" dejan "colgados" sus cuadros todos y cada uno de los que libremente expresan sus emociones en un determinado estado de ánimo personal. En este Museo gratuito, abierto las veinticuatro horas del día, no existe el célebre censor editorialista que te rechaza porque no están dentro de su onda de pensamiento que casi siempre es carca. Aquí cada "pintor" dibuja sus expresiones verbales con el color que desea y la paleta es liberadora... Aprendo mucho analizando al ser humano. En ellos veo el rojo de la pasión, el blanco de los pensamientos, el verde de las esperanzas, el rosado de las ilusiones, el amarillo de los recuerdos, el gris de la tristeza, el negro de la desesperación... y también el azul de la felicidad, el nácar del llanto, el añil de las puestas en escena de los sentimientos. Todos. Todos los colores de la Naturaleza Humana están profundamente humanizados aquí. Aprendo muchas cosas y muchos sentires con análisis de la naturaleza humana. Fuera de todo silogismo previo, más allá de cualquier academicismo impuesto y frustrante, y sin seguir ismos cercenadores ni modismos consumistas, el ser humano es una libre expresión del libre albedrío. Aprendo mucho con este anáñisis sobre las almas ajenas que siento, a través de esta comunicación internaútica, como verdaderas almas hermanas. Una forma de entender el acto de comunicación interpersonal más allá de cualquier tipo de frontera es que el ser humano (ni ángel ni demonio porque no tiene ninguna naturaleza angelical ni ninguna naturaleza diabólica) es una patria. El ser humano es un país. Elser humanos es una región, una comarca, una gran ciudad o una pequeña aldea donde los hombres y las mujeres intiman porque tienen la condición de ser habitantes de una casa abierta al corazón humano. ¿Diabólica la naturaleza humana? Por supuesto que no; lo que sucede es que quizás la respuesta no es diabólica sino entender que existen humanos creyéndose dioses y existen dioses creyéndose humanos. Como soy de Jesucristo no entiendo más allá... quizás porque sea lo suficientemente ignorante como para ignorar a los dioses... y de paso ni tan siquiera me detengo a meditar sobre los "pobres diablos" que andan sueltos por la vida. ¿La brujería humana late en el mundo actual al igual que latió en todos los siglos pasados? Ese sí es un tema para analizar. Y prefiero hacerlo a través de una "historia" hiperrealista. Digamos que hablo de Ninette y de un tal Monsieur Antoine incitando a Míster Joseph y a Sir Josué Mary a arrimarse más de la cuenta a Ninette. Y digamos que, a todo esto, el lindo Monsieur Diégues sin enterarse de nada de lo que estaba en realidad pasando y pensando que Míster Joseph y Sir Josué Mary estaban deseando a su Ninete. Digamos que, bajo el silencio, Monsieur Antoine mueve los hilos de la "tela de araña" y pensemos, por ejemplo, que Míster Joseph salva a Sir Josué Mary de caer en la trampa y después está a punto de dar el golpe mortal al lindo Monsieur Diégues. Sólo Jesucristo salvó aquella noche de morir de verdad al lindo Monsieur Diégues de una muerte certera,,, porque Mìster Joseph era, en verdad, un gran conocedor de ciertas artes marciales y tenía su punto de mira ya apuntando y dispuesto a dar el golpe mortal. Pero Jesucristo dijo: "¡No, Joseph! ¡Déjale vivir y que con el tiempo, cuando tú ya no estés junto a él, se dará cuenta de toda la verdad!". Toda la verdad consistía en que era Monsieur Antoine el que deseaba a Ninette. Por eso Sir Josué Mary agradeció a Mister Joseph haberle salvado de aquella trampa ideada por Monsieur Antoine y que hubiese destruido toda la "tela de araña" que éste estaba construyendo para atraparlos. Deudas negras. Deudas negras ya pagadas Sir Josué Mary. Es sólo cuestión de conciencia cristiana nada más. No era broma lindo Monsieur Diégues. No era broma. Míster Joseph estaba, en verdad, dispuesto a darle el golpe mortal aquella misma noche. Pero sólo Jesucristo lo evitó. El asunto es que toda la "tela de araña" se vino abajo y quizás ahora ya sepa usted toda la verdad del "caso Ninette". Y es que, Monsieur Antoine, no es lo mismo la fibra que la grasa. La fibra significa vigor y energía mientras que la grasa sólo es glicerina y sebo. Y para que la próxima vez, lindo Monsieur Diégues, esté usted más atento de cuidar de su Ninette deje ya el fútbol de una vez, que era lo que tan distraído le tenía que no se enteraba de nada de lo que estaba pasando, y entreténgase por ejemplo, leyendo junto a ella, la obra titulada "El lindo Don Diego" que es de un español, un español de verdad sí Monsieur Diégues, llamado Agustín Moreto Cabaña y que pertenece a los Siglos de Oro de la Literatura de España. Bueno. Esto es solamente una "historia"con mucho de hiperrealista para explicar la verdad. Termino. Voltaire decía: "¡Aplastemos lo infame!" (Ecrason l'infâme!) palabra con la que terminaba siempre sus cartas a los enciclopedistas y, particularmente, a D'Alembert; porque Voltaire entendia por "infame" todo lo que parecía supersticioso y que, en realidad, era brujería. ¿Se entera ya Don Lindo?. Brujería. Un conjunto de prácticas basado en los conocimientos y la técnica adquiridos por las personas que han pactado con el demonio con el fin de causar un mal, mientras otros, ¡entérese ya Don Lindo!, hemos pactado con los espíritus para evitar dicho mal. Brujeria usando, digamos por ejemplo, fotografías colocadas entre las páginas de un libro de historia mientras lee instrucciones a seguir en otro libro diabólico. Pues sí. Mister Joseph descubrió las fotografías y destruyó el diabólico libro ante la impotencia de Monsieur Antoine. !La próxima vez, Monsieur Diégues, hágame caso y despierte del hipnotismo antes de que sea tarde para su Ninette!. ¿Qué eran aquellos golpes tan rotundos que escuchaba usted aquella noche, Monsieur Antoine?. Simplemente ejercicios de un judoca dispuesto a defender la inocencia de los ignorantes. A veces, como ocurre con las "historias" hiperrealistas, es la sencillez lo que prima a la hora de calificar el sentimiento. No estoy de acuerdo con los dogmas literarios así que la libertad consiste en transcribir nuestros sentimientos tal como se encuentre nuestro estado de ánimo en el momento determinado en que nos sentamos ante la máquina, nos olvidamos de ser máquinas, y nos presentamos solamente humanos. Ni angelicales ni demoníacos. Nuestra naturaleza humana no es ninguna naturaleza alada sea buena o sea mala. En eso consiste, quizás, expresar en poesía un sentir. Hablamos del destino como vida y aliento en nuestra primera estrofa del existir en la Tierra. Y eso es, exactamente lo que yo creo que es el destino. Vida y aliento de existencia. Como segunda verdad, damos la mano a quien nos acompaña y eso es, para mí, la verdad del sentimiento amoroso que no es ni angelical ni diabólico sino solamente derivado de nuestra naturaleza human. Como tercera estrofa de esta sinfonía singular, tocamos un punto muy interesante: la envidia ajena. En efecto, a la envidia ajena lo mejor es ocultarla para que quienes la sienten no sepan lo que en realidad hacemos, sentimos y vivimos. A la envidia ajena se la destruye por inanición; o sea, no dándole alimento. Y por último, en la cuarta estrofa de nuestra existencia en la Tierra, que no tiene naturaleza angelical ni tiene naturaleza diabólica, determinamos, con gran precisión que la vida y el aliento vital se basan, sobre todo, en el abrazo amoroso a través de dos cuerpos humanos (hombre/mujer) que se entienden sin tener que dar más explicaciones a nadie. Bien. He diho hombre/mujer y lo mantengo. Y no me importa que la moda cambie y transforme y desvirtúe. El amor de pareja es amor de pareja hombre/mujer y lo que dicten las leyes temporales (no de naturaleza diabólica pero sí derivada de la influencia diabólica que afecta hoy en día a muchos seres humanos) a mí particularmente no me interesan. Aclaro algo muy importante: dejar vivir es dejar vivir pero dejar vivir no es siempre tener que admitir. Me refiero a la vida individual de cada ser humano y, por eso, con la misma libertad de expresión que tienen los seres humanos, yo explico que hay un mundo que acepto y hay un mundo que rechazo. El mundo que acepto (al igual que hace cualquier ser humano) lo elogio; y al mundo que no acepto (tal como hace cualquier ser humano) lo critico. Pero no es cuestión de prejuicios sino cuestión de principios. Algunos principios están de acorde con lo que yo pienso pero otros principios no están de acorde con lo que yo pienso. La libertad de pensamiento es libertad de pensamiento solamente cuando se transforma en libertad de expresión y si estamos viviendo en un país donde existe la libertad de expresión, lo mismo que ellos preconizan su, para mí, falta de valores y espíritus diabólicos poseyendo a las almas humanas (que no tienen naturaleza angelical ni naturaleza diabólica en sus orígenes)... yo puedo criticar lo que considero que es un mundo sin valores. Dejar vivir es dejar sentir y dejar expresar. Si ellos expresan lo que son yo puedo expresar lo que soy. Y si ellos critican lo que pensamos nosotros, nosotros podemor criticar lo que piensan ello. Solamente hay una diferencia importante: muchos se expresan insultando a los que son diferentes. Otros criticamos sin insultar a los que son diferentes a nosotros pero sí poniendo las cosas claras. Esa es una diferencia sutancial. Y, sobre todo, un escritor (como ha ocurrido durante toda la Historia de la Literatura) puede elogiar lo que le gusta y criticar lo que no le gusta. Pues eso. Eso es la libertad de expresión dentro del respeto mutuo. Habría que preguntarse qué respeto tienen ellos -los que han aceptado que los diablos formen parte de su manera de actuar diaria- hacia nosotros. Ninguno. Pues ningún respeto le tengo yo tampoco a todos ellos sean muchísimos, muchos, pocos o poquísimos. El asunto es tener la mente clara para saber distinguir entre lo que es la naturaleza humana en el mismo isntante en que nacemos y sabér qué hemos aceptado después, según vamos viviendo, para que forme parte de nuestra forma de actuar. ¿Ángeles o diablos?. Ninguna de las dos cosas al nacer. Es la vida la que nos convierte en seres buenos y seres malos. y aunque parezcan dos definiciones infantiles son las mejores definiciones que existen paracatalogar a los hombres y mujeres de este Planeta. Buenos o malos. Como en las películas. Exactamente igual que en las películas que no son otra cosa sino exposiciones imaginadas (porque usan las imágenes) de vidas humanas revisadas ante la pantalla de la Bondad y la pantalla de la Maldad. Fumando la existencia surgida en los vacíos, bañándose en los sueños, anclándose en los ríos... parado el pensamiento en las edades del tiempo perdido entre la nada; varado en la explanada de las huellas de su mano... descansa el fiel humano entre aromas de alborada. Un amanecer distinto tropieza en su mirada. Descansa en la alameda su alma de vereda sutil y atormentada... y surge en el espacio... levemente... despacio... el vuelo de un reloj. Se rompe la teoría del valor de sus arrojos; se imponen los sonrojos de una tarde azul. Hay flautas de abedul en vez de poesía y suenan los violines a modo de festines en la tarde vacía. Las guellas de su paso se han hecho de infinito, más tiene sensación de ser sólo un instinto llamando a la razón. Ha bebido en los cristales de la dormida ansia prendida en los rosales... y el tren de las pasiones desfila entre visiones surgidas de su fe. Tierna su frente fue... tierna y, a veces, triunfante, ubérrima y elegante, mientras crecían las cepas. Hoy mira las estepas convertidas en amantes y piensa en los distantes ecos de la infancia. Es un lenguaje de estancia en un idioma extranjero que se hizo viajero caminando en la distancia. Explora la contextura de una alfombra de ternura convertida en pulsación... y en su amada compasión, ¿dónde quedó la aventura de su admirable pasión? En el instante sediento quedó su pregunta al viento esperando solución mientras descansa el humano sosteniendo, en una mano, el humo de su ilusión. Asi que si no lo hemos entendido bien del todo puedo terminar diciendo: Signos. Ritos. Marcas. Ritmos. Gritos. Palma. Signos de firme presencia. Ritos de fe en la vivencia. Marcas para redimir. Ritmos de febril existencia. Gritos de urgente conciencia. Palmas para convivir. Signos y ritmos de ciencia. Ritos y gritos de creencia. Marcas y palmas para existir. Signos en forma de Marcas, Ritmos en forma de Palmas. Ritos y Gritos para no morir. Ritmos. Gritos. Palmas para sentir. Signos. Ritos. Marcas para dormir. En cuanto a lo diabólico termino retratando al mismísimo Diablo como a la manera en que lo hubiera hecho el gran Francisco de Quevedo y Villegas del Siglo de Oro español: Érase un pequeño retaco de hombre, alto de gafas y bajo de piernas, lengua y saliva pegadas en sobre y anillos de dedos en manos llenas. Érase un pequeño oficio de pulgas, delgado de ojos y nada de arriba, buche de esfera y frente de arrugas, con hilos de aire con los que camina. Érase un pequeño seta vocinglero, maceta en la espalda de desesperación, pico de alambre como respidero y enorme caldera de defecación. Érase que se era, como conclusión, la enorme condena de la maldición.
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