Balada de mi atalaya (Relato)
Publicado en Dec 07, 2016
Es el Madrid del silencio, la noche y la luna apretadas, cuando se duerme el milenio de la hitoria repetida porque la tarde pasada fue una experiencia sentida junto a tu cuerpo sin dueño, junto a tu boca encendida. Estoy aquí, en el lecho de mi almohada de papel. Miro al techo. Busco un hecho y me fijo en el cartel que cuelga, como un helecho, de la cercana pared. Tú estabas preciosa de brillos estelares en el pelo y, embarcada entre mis brazos, navegaste por el cielo del suave atardecer. Mas llegó, al fin la noche, y la próxima vez estarás tal vez tan lejos distanciadamente-olvido que sólo pienso y he pedido, al presente anochecer, unas páginas en blanco para poder recoger el sentir de lo vivido, distanciadamente-olvido, como gotas de placer. Me arranco presidios-palabras que se quedan liberadas en las hojas del querer y, escuchando una guitarra que maneja algún poeta, se me inunda de nostalgia el desconchado anaquel donde reposa su siesta el poema que escrbí y unos libros de historia, distanciadamente-olvido, me hacen sentir que viví ciertos momentos de gloria que grabaron mi memoria con tu presencia de aquí. Canción que rasga desvelos. Viajera guitraa de anhelos en la noche madrileña. ¿No ves, pequeña viajera que ella también viajó y, distanciadamente-olvido, quisiera quedar dormido en mi pequeño rincón? Mas se abrieron las puertas de mi sueño para sentirme ya el dueño de todo el planeta-sentir. Por eso ya se está quieta la historia que algú poeta rasgaba con us plañir. ¡Los besos prohibidos! Pero sentirte en silencio aún lo tengo permitido mientras me queda el sentir. Y subo. Y vuelo. Y me deslizo, Y cuando más grande es mi empeñode verme atrapado en tu hechizo descubro, desvelo, que me he quedado dormido entre los versos y el sueño. Mientras tanto las hojas del álamo tiemblan, los cielos se humedecen y estremecen las languideces nocturnas de algunas charlas que siembran sus esperanzas diurnas en boca de barrenderos. Todo ya está dormido salvo breves pasajeros. Todo está ya dormido mas los pájaros despertarán y, distanciadamente-olvido, sé que recordarán cuando yo estuve contigo. La ciudad duerme. Duermen todas las paredes de esta humilde habitación; mas los pájaros, por fieles, con sus sonidos alegres te brindarán mi canción. Silencio. Silencio. Que canta mi corazón.
Resistiré, como resisten los hombres, a esos ojitos negros que quieren atrapar mis poemas. Perdóname si no puedo sentir más allá de lo que sueño. Quince años tiene mi amor y yo sigo en este pequeño rincón pensando en el amor de verano, en aquel misterioso amor porque somos jóvenes como ayer. Quisiera ser algo más que alguien bailando el twist. Quisiera ser poesía en movimiento cuando más lejos estoy. Escucho el sonido de una balada gitana. Otra eres tú; porque tú eres la chica que busco porque yo busco una muchacha como tú. Y es que eres una estrella azul ahí en el cielo. Quiero amanecer viendo ese alba de color amor. Estrmécete y no seas creul mientras yo me despido del pasado. Hasta la vista, cocodrilo, y no pidas mi perdón proque sólo eres un doctor brujo al otro lado de la puerta verde de esta estancia sonde a veces estoy cantando mis tristeza. Al compás del reloj he conocido a una mujer cabeza dura paseando bajo la lluvia. Yo no he sido quien le ha robado su amor. ¿Qué te pasa, corazón que lates más deprisa que nunca? Sé que es amor de niños pero que siga la fiesta. Si la vieran... hay si la vieran quienes no creen en mis fantasías... Con tu cabeza en mi hombro, ayer hemos visto a un payasito, a uno de tantos en este circo de los amores tiernos. anoche no pude dormir pensando en ellos; pero dame felicidad porque mi corazón canta. Tu voz secretamente sabe que te seguiré; pero ahora acompáñame para decir adiós mundo cruel. Cariño y desprecio a la vez no los deseo; así que adiós mientras caen gotas de lluvia y un total de cien kilos de barro he dejado ya atrás. Gracias por el recuerdo pero ya lo sé. Oye princesita, te necesito porque eres ángel de mi vida. Abrázame fuerte en este soñado Harlem español. Oye niña, te amaré toda la vida y debes saber que las hojas muertas ya no me sirven para escribir poemas. Estoy pensando en los muchos que han sido hechos prisioneros por culpa de amores prohibidos. Bailan. Sé que, en medio de sus tristezas, bailan el rock de la cárcel donde una plaga de deseos les aturde el alma. Me lo contó, hace años, un confidente de secundaria. Pensba en ti, presumida, pero ya cambié de destino y ahora hay buen rock en esta noche-Un muchacho triste y solitario teme la ira de la suegra y yo, que quiero ser libre, o voy bien o me regreso. Por no querer ser rey criolloanoche no dormí. Miro mis zapatos de ante azul y sé que no viviré sin ti. A tu puerta toqué y tú, despeinada todavía, fuiste pólvora mientras me dijiste sigue llamando. Sólo sé que la novia de mi mejor amigo es un tormento para él. Algunos no saben soñar los imposibles. De verdad que lo siento porque no sé cómo enseñarle lo que desde niño aprendí. Sólo tú estás en mi corazón y, mientras fumo, el humo entra en los ojos en este tiempo crepuscular de mis anhelos. Mi oración, como luces del puerto que me sirve para pensarte, es grande porque tú tienes eltoque mágico de las velas rojas en el atrdecer. Melodñia desecandenada. El otro día le dije a mi jefe algo así como tú nunca, nunca sabrás, que ni dieciseis toneladas de tus castigos podrán con este anillo que es reflejo de mi pasión. No es correcto para él pero en mi palabra de honor te quiero mil veces más que cualquier jefatura. Por eso le dije también algo así como la maravilla de usted es que splp saber estar lavado en tierra pero nunca aprendió a volar. Recuerda cuando mi serenata, según te he contado ya, me sirvió para decirle usted está haciendo error trar errot y tras error y cuanto más magro sea usted mayor será su error. Yo no. Yo sólo sueño mi dulce dulce amor mis veces seguidas y estoy encantado por ella. Por primera vez voy a llorar cuando te hayas ido. Pero esperarñe todo lo que sea necesario porque sé que regresarás. Quiéreme siempre. Tú eres mi destino. Eres diferente y, por eso, canto mi himno al amor; una balada de la trompeta y un telegrmaa que te envié para decir que te amo hasta la eternidad. Dímelo tú. Dime cuál es la hora del crepúsculo porque quiero llenarme de ti. Todo es nuevo en un rincón del alma; en el pequeño rincón del alma donde te estoy amando para que nadie más te descubra. Y que se abran las ventanas para los que están llorando en la capilla. Tú, pequeña flor, nada tienes que ver con la máquina tragamonedas de los juegan a la suerte comprando y vendiendo amores que no lo son. Hasta amorbajo cero soy capaz de sentirte mientras yo soy un payaso en el paraíso, un Don Quijote que te ama a media luz ya que mi amor por ti es mi canción perpetua. Tiempo tormentoso es el que vivo pero locamente te amaré a la sombra de tu sonrisa. ¿Recuerdas aquella serenata con la que dije lo de adiós muchachos compañeros de la vida me coy con ella a otro lugar? Lo he hecho y es verdad. Quedaron orillados para siempre porque jamás llegaron a comprender un amor así. Sé que estoy cantando la balada del vagabundo pero es algo prodigioso en la verde campiña que recuerdo. Allí donde los dos juntos escuchamos el vals de las mariposas en ofrma de melodía desencadenada. ¿Cuándo,... cuándo..,. cuándo,,,? Siempre. Continuamente siempre. Por eso soy americano gracias a ti, canto un tango italiano gracias a ti, soy una estrella errante gracias a ti. Y cuando suenan las campanas de Navidad te siento más que nunca dentro de mí mientras me convierto en jinete en el cielo, rodeado de nubes de colores y entonces resulta que la más bella delmundo eres tú. Ha echado tres monedas en la fuente de los tres caños, he paseado por las riberas del río de luna de este Manzanares y aquellos mis besos te dirán que te amo con tu bikini amarillo y el milagro del amor es una realidad. Ámame tiernamente cuando todo termine y acompáñame al viejo río de Madrid para que yo ya no sea un extraño en el Paraíso. Tú y yo somos una historia de amor cuya luna de miel está esperando entre suspiros. Buenas noches mi amor. ¡Canastos, claro que iremos a ver la Lisboa antigua en algun buen viaje! Cantaré como la cigarra con la novia que solamente eres tú y, entre dos arbolitos, será extraño en el Paraíso mi corazón de melón, pero vivremos de amor. Por la mañana, moliendo café, quiéreme mucho. Visitaremos la catedral de Winchester y serétu gondolero cuando termina la feria y nos vemos los dos riéndonos nuevamente sin parar. ¡Mira que luna! Clarito de luna, viento viento, mágica luna que hace que para mi eres divina. ¡Müsica maestro por favor! Sí. Sí. Sí. Tres veces sí porque fuiste tú el camino del amor, ¡Abrázame así y que tengas suerte al caer la tarde! Pretende alcanzar todo lo que sueñas. Tú eres, a mi lado, ese personaje de tu idioma. Lindo idioma. Lindo acento de mujer. Somos dos almas unidas porque tú me acostumbraste a esto de vivir a tu lado. Si yo tuviera una escoba barrería la envidia porque yo soy tremendo a la hora de la sinceridad. Que se mueran los feos por culpa de la envidia, que son como Judy con disfraz hablando de San Carlos Club. Yo solo en la playa pero que te deje de querer es un imposible. Has de ser mi mujer. ¡Yo grito que has de ser mi mujer, muchacha bonita! El tren de la costa me traslada como acto de fuerza y en el tranvía jamás volveré a llorar por ti. Lo sabes. Sin tus cartas no existo. ¡Qué bueno, qué bueno que cuanto más lejos estoy más te amo! Que te deje de querer sería ser un culpable porque has de ser mi mujer. Siempre te retrasas un poco nada más, pero quiero que lo pases bien, y con todas las mañanas alumbrando tu nombre en las paredes del barrio. Para que todos sepan que son tus recuerdos. Y que se mueran los feos por culpa de la envidia. El ritmo del silencio me sirve para conocerte mejor. Los jóvenes entienden que ya Capri se acabó y la carta, esa carta que siempre te envío cada día, estará escrita aunque el sol no brillará nunca más convertido en globo rojo. Me da lo mismo. Plantaré flores bajo la lluvia yo que ya no vivo sin ti. Un billete compró Don Quijote para combatir al molino de viento. ¡Detén la noche para que no exista un mundo sin amor! ¿No lo ves? ¡No tiene edad! Sólo eres sabor a miel con la ayuda de la amistad a quinentas millas de distancia. Si lloras, si ríes, la Leyenda de Xanadú dice que no seas cruel. Amor joven. Solamente somos amor joven nada más. Todo está en juego desde que he sabido que te amaba desde mi más tierna infancia, Desde que tú naciste en la Tierra. Siguiendo el hilo de seda de tu compañia, quisiera salir de este laberinto para irnos cerca de las estrellas, allí donde el tiempo vuela lejos del embustero y bailarín; después iríamos frente a palacio para ver a los cuatro muleros como si fuesen jinetes en el cielo. Comeríamos palomitas de maíz viendo a Lady Pepa cantando su romance anónimo mientras, entre sombras y rejas, un apache sueña con su arena caliente. Hechizo de tiempo y ritmo y un rumor de olas en este sol de medianoche digna de tirar los trapos viejos y crear una cadena de rosas. Compraríamos una lámpara de cristal de Bohemia y yo, como si fuese Robin Hood, me convertiría en un poderoso señor dirigiendo un ritmo de concierto para olvidar a la nostalgia. No puedo sentarme en los troncos huecos sino en este lecho de sueños donde me quiero perpetuar. Este pedacito es tuyo, porque eres la pareja ideal para el recluso que llevo dentro. Al otro lado del portón caminamos juntos y tú serás mi baby siempre bailando en la tierra de las mil danzas. Sé que voy a enloquecer. ¡Corre, corre! Todo cambió pero mi buena suerte es la de el gato y el ratón, vencedor y vencido al mismo tiempo. No debí besarte nunca pero no me arrepiento jámás de haberlo hecho. ¿Por qué llorar si fue nuestra propia voluntad unida gracias al amor? Casi perfecto escribo la carta mientras el oso polar nos mira desde su refugio clandestino. Soy así desde que nací y es mejor dejarlo como está: todo negro fuera de mi corazón ya que el bote que remo nos guiará a la otra orilla lejos del mal. Sólo vístete y, con su blanca palidez, la luna te dirá que he nacido para ser salvaje. Cosa salvaje nada más pero historia del buen salvaje, del salvaje natural que no tiene nada de artificio. Necesito una chica como tú porque ya no me puedo controlar. Satisfacción. El Don Juan, caramelo de menta para las ingenuas, no soy yo. Yo sólo pienso en ti, algo de títere liberado tal vez, pero creando una rosa de papel. Los otros sólo cuentan las ovejitas para poder dormir. Yo no. Ya te tengo sin que alguien me ayude y ahora un mensaje te quisiera mandar. Mensaje para tu existencia. Cuando llegue septiembre dile al otro que siga el twist mientras yo continúo con la multiplicación de mis sentires. Tú no sabes todavía que no creo ni creeré jamás que te han visto con otro. Alguien dijo que bailabas twist en Sevilla y yo le contesté eso no te lo crees ni tú. Con tu amor, temporal hasta que se convierta en eterno, alguien quiso interponerse: una rubia de miedo bailaba un twist sensación sin saber que yo he de seguir soñando con el twist del reloj de tu imán. Ese twist sensacional exento de palabras. Algo para eternizarte dentro de mí. Recuerdos para no olvidar en la alborada gallega donde dos cruces marcan la leyenda del beso nocturno. Noche de relámpagos y recuerdos de la Alhambra. He viajado tanto que he podido ver hasta el baile del bufón bajo la luna de España; la santa espina de los suspiros de España y una limosna de amores que algunos mendigan. Relámpagos. Danza del fuego mientras hay quien dice de Jaén que allí se baila por seguidillas. Yo soy como canción de vagabundo en el alma de Dios. Vacaciones en España mientras el reloj del abuelito acompaña a la perpetua bailarina de España. Noches de Andalucía para algún "babieca" que busca tocar tambores de guerra: capricho español y el tropezón con la Historia. Yo sigo el sonido del Mediterráneo, mar en donde los vikingos hicieron sonar al gaitero. Y comienza el torneo. Enséñame a cantar porque no sé nadar y estoy harto con el problema de mis pelos. Hay tantas chicas en el mundo... pero cuando pienso en ti es que ya tengo todo conseguido. Recuerdo que aquel baile inolvidable fue un regalo del cielo y ahora que ya no estás no llores por mí. Yo estoy cansado del ritmo de la lluvia pero tú serás muy feliz allí donde te encuentres. ¿Cómo podria olvidarte? ¿Te cambiaría por otra mejor que tú? Imposible, Otra mejor que tú no existe. Tú eres la niña del Sol y contigo ya lo tengo todo. Codo con codo tú y yo siempre. Ven sin temor. No rogaré, como ayer, un amor amargo. Ayer cumpliste los 16 y que venga el amor porque tú me añorarás. Dame tu amor, envuelto en la mantilla, en una noche de verano. Eres mi chica soñada y provienes de la casa del sol naciente. Vente conmigo para superar lo equivocado. Sígueme si me quieres y deja que te coja de la mano porque sé de un lugar donde ya llega el verano. Brindaremos con un sorbito de champán y eso es un millón de veces mejor a pesar de que nadie te quiera ya. Tú me dijiste adiós pero sé que renacerá el amor para que seas mucho más que solamente amiga mía hasta ser mi amante compañera. Soy como quiero ser, así que viva la realidad porque eres esa mujer que canta dentro de mi corazón. Esto es como un sueño porque pareces una gitana de contrabando y, sin embargo, tú no eres el segundo amor de mi vida sino solamente el primero y sé que nunca cambiarás ese orden jamás. La moto ya quedó atrás, muy atrás, porque lo negro es negro y yo te quiero así, con todos los colores del arco iris. El loco soy yo en los caminos del ayer pero al ponerse el sol, en la parada del autobús, grabaré tu nombre . No sé mi nombre pero pondré mi recuerdo en forma de sueño a tu lado. No me gusta decir sí salvo a ti que, como nadie más, me sabes amar allá donde estés. Sonrío pensando en Charlot y aquella tarde cuando me pediste bésame mucho sobre el esplendor en la hierba. No he sido jamás un gigolo, ni tan sioquiera "El Pirata" de Vallecas, pero reviviré como los extraños en la noche de este mundo. Yo, que te quiero hasta el infinito, digo que eso es la verdad de la verdad. Por eso canto un himno a la alegría mientras quiero abrzarte tanto, todo a pulmçon, que hasta Santa Lucía pediría la insurrección por ser los dos bienvenidos bajo la lluvia. Escucho el blues de la soledad y mi amor por computadora me dice que no estás sola como Penélope y que el rock no tiene la culpa; por eso vuelvo a Granada para retener memoria de la carretera, y el río, y un caballo llamado "Muerte" directo al corazón de los que se chutan en el parque mientra lo de Raquel es un burdel en el ángulo muerto de mis ausencias. No voy en tren (mis amigos dónde estarán) sino en un bus buscando la luz mientras el cuerpo aguante. Es muy fácil de comprender. Ayer tuve un sueño que me dijo que sólo basta saber que te quiero porque te quiero. Y hasta el pobre de mi barriada sabe que nací de pie y que no soy de los del ojo por ojo y diente por diente. Pero no me gusta decir sí cuando es que no. Por eso fui el mejor de aquella primavera en la ciudad de Madrid. Oigo voces de otro mundo mientras cae la lluvia en la estación y junto al Nacimiento de Jesús el sueño aquel me hace observar las estrellas de paz. Tiempos felices. Adiós a la tristeza. No encuentro comprensión en quienes no saben lo que son los contrastes. En medio de todos ellos nadie me entiende, pero yo sólo escucho el piano, en el local del Príncipe de las Sinfonías, pasa a paso. La moto ruge y se pierde en la noche y los amos se retiran de la batalla. Quiero volver porque sigo siendo el mismo. Compréndeme si te acuerdas de mí cuando vuelvas. Todos lo saben, todos saben que suena una guitarra aunque no merezca tu amor. ¿Será esa la causa de que la vendiera el perdedor? Coge mi mano, mírame y canta una melodía de amor. Te saludo. Hola, ¿cómo estás?. Sabes que me estás volviendo loco al caminar pero canta, cariño, canta, bajo estas luces, eljo de ti, en una ciudad india (no sé porqué no lo aciertan con lo sencillo que es amarte), mientras el aleluya se convierte en un especie de saber que la vida es una canción "tengo ritmo". Vive la vida porque es tiempo de amar. ¿Dinero? Este mi llanto no es por el dinero sino por la lejanía. Una sencilla canción de amor si te acuerdas de mí. Es un adiós, un barco a la deriva en la rueda del amor; así que no moriré de amor porque aún me queda la esperanza. Nostalgia de ti mientras la ventana deja entrar la claridad. Tu amor por mí, tan feliz. no puede ser una realidad y te voy a decir que o te quedas o te vas, que muchas piedras del camino he pisado con tantos momentos junto a ti. Así que déjame partir porque era ella la que esta mañana vivía sólo el silencio de un concierto de caridad. Por eso nunca sabrás cuánto haré por ti. Ayúdame. Ven. Adiós y gracias a mi viejo amor. Ahora, bajo el cielo del arrabal, tengo mucho cuidado con la ciudad que he elegido para ti. Un día te perderás, añoranza, y este fin de semana sólo será una historia más. Cállate niña, porque no volverá ese viejo amor y no digas nada. Oí tu voz pero me olvidarás y en mis sueños te esperaré a ti, nuevas palabras, sonrisas, promesas... bajo la negra estrella que en mis noches quizás sepas lo que hace que él es distinto a mi. Amanecer. Soy feliz pensando en ese amanecer mientras escucho la música sola, sin compañía de mensajes, guardado mi corazón del rencor de las envidias. Buscar, en cambio (y porque te vas), es razón. Soy rebelde pero con corazón de poeta y toda la noche oliendo a ti. Cuando estoy con él, con mi Hermano Mayor frente a frente, ¿con qué derecho te voy a juzgar culpable?. Comiénzame a vivir ya lejos, que te vean llorar con los ojos en el sol. Oye Papá, oye Mamá, no necesito vuestra ayuda. No digas nada, corazón solitario, debajo del platanero de la felicidad. Me olvidarás y yo seguiré amando, acabaré llorando pero no me fío más. Él es distinto a mí porque no llora jamás pero mi negra estrella tiene reluz y gracias a ti se vuelve casita blanca donde habitar. ¿Qué puedo hacer? Si te vas; te vas y viva el paso doble en mis noches y ahora mucho más. Ponte de rodillas si crees que te está sintiendo bien. Palabras del Señor. Hay un paraíso remoto tratando tan difícilmente que sea descubierto. Me dicen las palabras manténgase en el lado derecho. Es eslabón recobrado (mentra frappé) el abismo próximo con las nieves de enero; pero libérate, mujer, ya que viendo la rosita arribeña me pregunto qué significa libertad. Noche de fiesta. Soy el soñador mientras tú no tienes corazón. Ella ya está en mi Camino. Suena el eco del diapasón acompasado. Eso. Eso. Eso. Y es como escuchar a una caracola marina. Dame felicidad, amor porque dos caras tiene la luna. Que tengas suerte en tu búsqueda juvenil. ¿No lo ves? Me conformo con tu loca juventud. De nuevo el eco. Eso. Eso. Eso. Y el partido de fútbol para competir. No. No te vayas ahora que eres mi media novia y volvamos al amor. Tú eres eso. La hora del amor. Enseña tus manos y muéstrame el camino de la felicidad. Mi timidez ha terminado pàra siempre. Ahora cuando miran las estrellas sólo ven a un joven bajo la noche acompañado del sueño de quien ya será su mujer
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