EL CHICO DE LA FILA DE ATRÁS (4)
 
Proveniente de una campana lejana sonó el aviso de que ya eran las diez y media de la noche cuando, en ese mismo instante, Juan Manuel Fernández Fernández, llevando dos gardenias en su mano izquierda, entró en el bar de tapas "El Estudio de los Arquitectos" de la Costanilla de San Pedro, número 9.
 
- Buenas noches, jovencito. ¿Algo para tomar?
 
Juan Manuel se acercó al mostrador.
 
- Pues sí, pero antes busco que alguien me suelte una información.
 
- Pues hablando de soltar informaciones tienes delante de ti al cotilla más cotilla de todo Madrid y eso que vivo en Entrevías.
 
- ¿Usted vive en Entrevías?
 
- En la misma Avenida de Entrevías para ser más exacto.
 
- Pues yo vivo en la misma Calle de Lavapiés del Barrio de Lavapiés para ser también exacto. ¿Qué le parece a usted eso de vernos dos colegas de barrios bajos por estos lares?
 
- Escucha, jovencito. No tengo ganas de perder el tiempo con ninguno de Lavapiés. ¿Qué clase de información deseas?
 
- Quiero saber si es verdad que hoy, sábado que espero que sea de feliz recuerdo para el resto de mi vida, se va a celebrar un "chou" en el "Berlín Cabaret" de aquí al lado.
 
- ¿Te refieres a eso de "A quien le toque que le toque"?
 
- ¿Se llama de esa manera tan estrafalaria ese "chou"?
 
- Lo estrafalario está muy de moda y, además, los que lo organizan justifican ese nombre tan macarra diciendo que es un Nuevo Enfoque.
 
-¿Nuevo Enfoque?
 
- Sí. Alguna gilipollez cualquiera de las muchas que se interpretan ahora.
 
- ¿Y puede decirme algo concreto de ese "chou"?
 
- El "Berlin Cabaret" abre esta noche sus puertas a las once de la noche y el espectáculo comienza a las doce. La entrada, que incluye la primera copa gratis, cuesta 70 euros y cada copa, después de la primera de ellas, tiene un costo de 15 euros.  Si quieres más información yo tengo una colección de programas para repartir entre mis clientes. ¿Quieres uno?
 
- ¡Por supuesto que quiero uno! ¡Quiero saber de qué va esto del Nuevo Enfoque!
 
El camarero buscó debajo del mostrador, sacó un programa de "A quien le toque que le toque" y se lo entregó a Juan Manuel quien comenzó a leer en voz alta el nombre de los que iban a actuar.
 
- "El Gran Yominga". ¡Atiza! ¿Qué pasará con la minga de este tipo?
 
- ¡Jajajajaja! Pues eso sólo es el principio. Sigue. Sigue y no te preocupes por ese capullo al que conozco de haberle visto en la Luna cuando era tan capullo como lo sigue siendo ahora. ¡No ha evolucionado nada, chaval, y sigue tirándose pedos cada vez que actúa! ¡No sé si es que se caga de miedo cuando ve personas en lugar de gentes o es que todas las noches cena judías con magro de cerdo!
 
- En segundo lugar les toca al dúo formado por Ramonín y Karraska. ¿Quiénes son estos dos mendas?
 
- No son dos hombres, chaval, sino un tipo con una tipa aunque no se sabe muy bien quién es él y quien es ella. Me parece que estoy siendo claro.

- ¡Ostras! ¿Y a qué se dedican?
 
- Pues son, nada más y nada menos aunque ya van de menos que de más, la representación más genuina de la "novísima movida" madrileña que, al parecer y según cuentan por toda la ciudad, más que estar "movidos" es que están "removidos". ¿Me entiendes?
 
- Me parece que sí.
 
- Pues no hacen falta más palabras salvo la frase que dice "estos pocos son los que comen cocos". ¡Jajajajaja!
 
- Después viene "Madame Montaigne".
 
- De esa todos dicen que es muy francesa; pero a mí me da en la nariz que en lugar de paloma es perdiz.
 
- ¿Es que es usted poeta?
 
- Cuando me entra la musaraña...
 
- ¿Se refiere usted a la musa que araña?
 
- ¡Jajajajaja! No. Me refiero a la musaraña de verdad.
 
- Debe ser horrible...
 
- Diciendo verdades resulta que muy guapa no es pero tanto como ser horrible... por favor, chaval... un respeto a las canas...
 
- ¿Y quiénes son Rafael "Falín" Amores acompañado del guitarrista "Kojolatranka"?
 
- Si te lo cuento no te lo vas a creer.
 
- ¡Que sí! ¡Que sí! ¡Que me cuente usted la verdad que yo me lo creo todo si es verdadero!
 
- La verdad es que de "Falín" no sé cómo la tiene...
 
- ¿Se refiere usted a la voz?
 
- Eso es, chaval. Creo que hace años la perdió y todavía la está buscando. Por otro lado es un argentino más gordo que Gordillo.
 
- ¿El que júgó en el Real Madrid?
 
- ¡Jajajajaja! ¡No te confundas, chaval! Gordillo el del Real Madrid era más bien flaco y jugaba mejor de lo que muchos creían... pero a este "Falín", como es argentino y le gusta la poesía psicológica, hay que decirle que está gordillo porque si le dices que está gordo coge más cabreos que "El Cabrero" y, además, se trauma.
 
- ¿Y "Kojolatranka"?
 
- Es su amado guitarrista quizás porque Rafael se apellida Amores y tiene que tener amores o no se apellidaría de esa manera. Dicen que "Kojolatranka" es de Almería. Y al parecer los dos se entienden. ¿Sabes lo que digo?
 
- Sí. Que se acoplan el uno al otro.
 
- ¡Jajajajaja! Ten en cuenta que el uno dice que canta y el otro dice que toca.
 
- Y para terminar llega otro dúo. "Fermìn" y "Casado". ¿A qué se dedican?
 
- Pues no lo sabemos nadie porque según parece no tienen ni arte ni parte  pero ellos  dicen que hacen reír.
 
- Dudo entre ir o no ir...
 
- Si vas es que vas y si no vas es que vienes. ¿Qué clase de joven eres tú? ¿De los que todavía van o de los que ya están de vuelta?
 
- Yo, de momento, sólo voy.
 
- ¿Cuántos años tienes tú?   
 
- Tengo diecisiete pero el mes que viene cumplo los dieciocho.
 
- Pues no te van a dejar entrar...
 
- Sí me van a dejar entrar porque me he citado allí con una persona muy importante y, sobre todo, aunque no sea muy importante o incluso aunque no tenga ninguna clase de importancia para nadie salvo para su abuela... pues resulta que es una persona muy famosa.., y ya se sabe lo que dice la publicidad.  
 
- ¿Qué dice la publicidad para ver si yo me entero y luego lo cotilleo por toda la ciudad? 
 
- ¿Puedo cantar?
 
- ¡Claro que puedes cantar!
 
Juan Manuel Fernández Fernández depositó el programa sobre el mostrador y comenzó a canturrear.
 
- ¡Las muñecas de Famosa se dirigen al portal para hacer llegar al niño su cariño y su amistad!
 
-¡Jajajajaja! ¿Tú tienes, esta noche, cita en el Berlin Cabaret con una de ellas?
 
- Pues aunque usted se ría es verdad.
 
- No te enfades conmigo, chaval.
 
- No me enfado. Es que estoy más nervioso que Amado.
 
- ¿Amado? ¿Quién es Amado?
 
- Yo creo que nadie.
 
- ¿Tan deprimido estás?
 
- Bueno. Digamos que aquel tal Amado Nervio que escribió una tan grande tontería como "Yo no sé nada de la vida, yo no sé nada del destino, yo no sé nada de la muerte; ¡Pero te amo! Según la buena lógica, tú eres luz extinguida; mi devoción es loca, mi culto, desatino, y hay una insensatez infinita en quererte. ¡Pero te amo!
 
- ¡Jajajajaja! ¡Pues en verdad que es una grande tontería escribir eso tan ridículo del amor entre uno que todavía no es ni veinteañero y una que ya va camino de ser octogenaria! Pero quiero aclararte que no era Amado Nervio sino Amado Nervo.
 
- Eso quiero decir... que estoy nervioso... y... ¿puede servirme un güisqui doble?...
 
- ¡Pero, chaval! ¡No te busques la ruina antes de tiempo! Sólo te puedo servir una taza de té verde pero a cambio de eso no te lo cobro porque paga la casa.
 
Juan Manuel Fernández Fernández quedó callado mientras el camarero le sirvió la taza de té verde y comenzó a hablar con él para consolarle.
 
- ¿Cómo te llamas, chaval?
 
- Juan Manuel Fernández Fernández para servirle a usted y a Dios.
 
- ¡No sirvas a tanta gente al mismo tiempo porque no vas a tener suficiente pasta; así que escucha algo de un hombre que bien sabe lo que dice!
 
- ¿Me va a dar un consejo?
 
- Te voy a dar un consejo por no darte una hostia.
 
- Prefiero el consejo.
 
- Yo me llamo José Luis Cañete Doblado y mi máxima ilusión en esta vida era la de poder llegar un día a conseguir el Premio Pulitzer de Periodismo pero, como fui tan gilipollas, no sólo perdí la posibilidad de alcanzar ese Premio y me he tenido que consolar con ser camarero al servicio de los demás sino que, además, perdí a la mujer que me amaba de verdad por la estupidez de meterle mano a su hermana delante de sus narices. Y después sucedió que, una vez que ella me dejó por otro mucho más guapo que yo, resulta que su hermana hizo lo mismo y yo me quedé para vestir santos; así que, desesperado, cogí el coche y tuve un accidente.
 
- ¡Qué mala pata tiene usted, Señor Cañete Doblado!
 
- ¿Lo dices por mi pata de palo?
 
- Pues sí. Lo he visto desde que llegué a este lugar. ¿Puedo volver a cantar?
 
- Me caes bien. Puedes volver a cantar.
 
Juan Manuel Ferández Fernández dejó la taza de té caliente sobre el mostrador y volvió a canturrear.
 
- ¡Desde que te vi con la pata de palo yo me dije para mí malo malo malo malo! ¡Desde que te vi con la pata de madera yo me dije para mí fuera fuera fuera fuera!
 
- ¡Jajajajaja! ¡Río por no llorar, chaval de Lavapiés!
 
- ¿Y usted hizo todas esas capulladas?
 
- Sí. Era todo un experto en hacerlas, Por eso me llamaban "El Niño del Puerto" antes de ser "El Tonto de Entrevías!
 
- ¿Es que es usted de Cádiz?
 
- No. Soy madrileño. Me refiero a la calle de la Virgen del Puerto.
 
- Pues usted ya me ve a mí... con este par de gardenias en mi mano izquierda que no suelto ni borracho...
 
- Espera un momento que ahora me toca a mí celebrarlo con música. ¿Vale, chaval?
 
- Vale.
 
José Luis Cañete Doblado salió del mostrador y se dirigió hacia la máquina de los discos, seleccionó el que buscaba, echó el euro y la máquina comenzó a soltar la canción. Era la voz de Antonio Machín.
 
- ¡Dos gardenias para tí con ellas quiero decir: te quiero, te adoro, mi vida. Ponle toda tu atención porque son tu corazón y el mío. Dos gardenias para tí  que tendrán todo el calor de un beso; de esos besos que te dí y que jamás encontrarás en el calor de otro querer.  A tu lado vivirán  y se hablarán como cuando estás conmigo. Y hasta creerás que te dirán: "Te quiero". Pero sí un atardecer las gardenias de mi amor se mueren, es porque han adivinado que tu amor me ha traicionado porque existe otro querer.
 
La máquina dejó de sonar.
 
- Señor Cañito... perdone... quise decir Señor Cañete...
 
- ¿Qué te sucede, chaval?
 
- ¿Me podría usted regalar otra taza de té verde?
 
- ¿Tiene que ser otra vez verde o no te gustaría cambiar de color?
 
- No... esto... no sé... quizás... pero no... que siga siendo verde del todo por favor...
 
El camarero José Luis Cañete Doblado volvió a servirle el segundo té verde.
 
- Pero no habrá un tercero, Juan Manuel...
 
- ¿Cómo dice usted?
 
- Puedes entenderlo de dos maneras: o que no habrá un tercero porque contigo basta o que no te regalo más tés verdes si no pagas.
 
- Está bien... pero no se enoje...
 
- ¿Quieres escuchar de nuevo lo de las gardenias?
 
- Pues no estaría mal antes de acudir a la cita.
 
- Pues vete preparando que ahí va.
 
El camarero José Luis Cañete Doblado volvió a hacer la misma operación de antes.
 
- Dos gardenias para tí, von ellas quiero decir: te quiero, te adoro, mi vida. Ponle toda tu atención porque son tu corazón y el mío. Dos gardenias para tí que tendrán todo el calor de un beso; de esos besos que te dí y que jamás encontrarás en el calor de otro querer.  A tu lado vivirán y se hablarán  como cuando estás conmigo y hasta creerás que te dirán:  "Te quiero".  Pero sí un atardecer las gardenias de mi amor se mueren, es porque han adivinado que tu amor me ha traicionado porque existe otro querer.