El chico de la fila de atrás (Guión) -6-
Publicado en Dec 30, 2016
EL CHICO DE LA FILA DE ATRÁS (6)
El vestuario hervía de bullicio, alegría y tensión mientras la procesión de los nervios iba por dentro de todos ellos. Y todos ellos sabían que este partido era el más especial de toda la temporada. Nadie entendía a nadie porque todos hablaban al mismo tiempo y en voz alta e incluso algunos hasta aullaban como lobeznos ansiosos por comenzar la cacería. Fue por eso por lo que el capitán Peinado tuvo que subirse al banco de madera y gritar para ser escuchado por todos. - ¡¡¡Silencio, por favor!!! ¡¡¡Voy a dar la alineación de los once que van a jugar este partido saliendo, en principio, como titulares!!! Ahora sí. Ahora todos guardaron un profundo y rotundo silencio mientras sus corazones galopaban con un tictac acelerado esperando ser alguno de los elegidos. En medio de aquel silencio tan absoluto, Peinado recitó la alienación titular que llevaba anotada en su inseparable block de pasta de color amarillo. - ¿Estáis todos de acuerdo con la alineación que os he recitado? Todos seguían en silencio excepto Estébanez. - ¿Tú que opinas Pepe Julián? - En este equipo nunca hemos tenido a un entrenador y, al comenzar el campeonato, todos estuvimos de auerdo en que aceptaríamos las alineaciones que eligiera nuestro capitán Peinado. - Sí. Eso ya lo sabemos todos. El capitán del equipo es Peinado como lo puede ser otro; pero aquí el líder eres tú. También lo sabemos todos porque todos estamos de acuerdo en que lo seas. Peinado ha dado a conocer su alineación pero si tú no estás de acuerdo con ella, Peinado tendrá que nombrar como titulares a los que tú decidas que deben ser titulares y si eso no es así todos renunciamos a jugar. - Yo no he hecho eso nunca, Estébanez, y nunca lo voy a hacer. Insisto, una vez más como estoy haciendo desde que comenzó el campeonato, que no seré yo quien le quite autoridad al capitán Peinado. - Pero si la autoridad, dentro del campo de juego, eres siempre tú... - Es sólo lo habéis decidido vosotros a través de vuestra propia voluntad y no tiene nada que ver con este tema que estamos discutiendo. Peinado nos ha dado a conocer la alineación titular con la que vamos a empezar el partido y hay que aceptarla. - Gracias, Pepe Julián. - De nada, Peinado. Todos, titulares y suplentes, comenzaron a quitarse la ropa de calle para ponerse la vestimenta de futbolistas: camiseta arlequinada de cuadros azules y negros, pantalón blanco y medias negras con vuelta azul. Pero Estébanez estaba en desacuerdo con aquella alineación de titulares dada por el capitán Peinado y se acercó a Pepe Julián hasta ponerse a su lado mientras se vestían con el uniforme deportivo. - Oye, Pepe Julián. ¿Tú crees que Lirón debe jugar como titular en este partido? - ¿Por qué no, Estébanez? - Pero si todos sabemos, incluído tú mismo, que Lirón se duerme en los campos de juego y nunca aporta nada importante para el Deportivo Olímpico. - Eso sólo es una opinión subjetiva nada más; pero yo creo, y estoy totalmente convencido de ello, que hoy Lirón va a triunfar. - ¿Me estás tomando el pelo? - Escucha, Estébanez. Tú y yo formamos un dúo ideal para que el equipo funcione, Somos quienes movemos al equipo desde el principio hasta el final. Lo que tenemos que hacer es seguir así durante toda la temporada pero no tenemos derecho a frustarle al capitán Peinado. Sabemos que como capitán nunca posee carácter suficiente como para ser determinante en el equipo pero si lo hemos nombrado capitán hay que respetarle lo mismo que a ti y a mí nos gusta que los demás compañeros nos respeten. - Pero tú y yo nos hemos ganado ese respeto dentro de las canchas de fútbol mientras que Peinado ni tan siquiera consigue hacer un par de jugadas de mérito. ¿Es justo que le respetemos sabiendo esto? - Es justo respetarle. - Pero es que me sigue pareciendo y sigo opinando que Lirón no tiene derecho a ser titular; por lo menos en este partido. - ¿Quiénes tienen derecho a ser titulares y quiénes tienen obligación de ser suplentes? - Los titulares siempre son los que juegan mejor. - ¿Y si resulta que Lirón va a ser uno de los que van a jugar mejor en el día de hoy? - ¡Eso es imposible, Pepe Julián! - Será todo lo imposible que tú quieras decir pero sé que va a ser cierto. - ¿Cómo puedes afirmar algo de un compañero que no tiene ninguna clase de recurso técnico? - Tú lo has dicho. - Luego estamos de acuerdo en que no debe ser titular. - No. No me estás entendiendo, Estébanez. Lo que estoy intentando hacer que comprendas es que Lirón es un compañero de equipo y nunca debemos menospreciar a ninguno de nuestros compañeros ni tampoco hacerle de menos porque no posea tantos recursos técnicos como poseemos otros jugadores del Deportivo Olímpico. No tenemos ningún derecho a quitarle las ilusiones y las ganas que tiene para jugar este partido tan especial para él como para todos los demás. Hoy Lirón va a conocer el momento más feliz de su carrera deportiva porque hoy Lirón no se va a dormir en la cancha y va a triunfar. - ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? - Yo lo llamo fe pero tú lo puedes llamar solamente intuición. - ¿Cómo es que resulta tan difícil esto de comprenderte cuando estás fuera de un campo de fútbol y, sin embargo, es tan sumamente fácil entenderte cuando estás jugando? - Pues yo soy siempre igual tanto dentro de una cancha futbolística como fuera de ella. - Entonces puede ser que lo que sucede es que no te conozco lo suficiente... - Tal vez sea eso, Estébanez, pero no te preocupes demasiado por ello ya que les sucede lo mismo a muchísimos hombres con los que convivo en el trabajo, en los estudios, en los deportes, en todas las actividades en que intervengo. Si a ellos, que están tantas horas a mi lado, les pasa eso de no conocerme bien con más lógica sucede en tu caso porque sólo me conoces jugando al fútbol. - De acuerdo. Me has convencido. Debe ser cierto. - ¿Alguna inquietud más, Estébanez? - ¿Te das cuenta de que este es el partido de la máxima rivalidad para nosotros los del Deportivo Olímpico ya que nos enfrentamos al Estrella Olímpica? - Sí. Me doy cuenta. - ¿Y cómo es posible que no estés nervioso? - Nos enfrentamos al Estrella Olímpica pero para mí son unos rivales tan fáciles o tan difíciles como los demás del campeonato; así que no estoy nervioso porque ya estoy acostumbrado a tratar a todos los rivales por igual. No te preocupes tanto, Estébanez. Este partido lo vamos a ganar. - ¿Pero no te das cuenta de que los del Estrella Olímpica nos odian a muerte? - Tampoco te preocupes por eso y dale gracias a Dios de que nos odien tanto. - ¡Ahora sí que no te entiendo, Pepe Julián! ¡Habla en serio, porfavor! - Te estoy hablando más en serio que nunca. Apunta esto en tu memoria: cuánto más nos odien nuestros enemigos más fáciles serán nuestras victorias. Estébanez terminó de vestirse como futbolista, se subió al banco de madera y, dirigiéndose a todos, gritó. - ¡¡¡Hoy vamos a ganar!!! Aquello hizo que todos los demás reaccionaran positivamente y gritaron todos al mismo tiempo. - ¡¡¡Hoy vamos a ganar!!! Pero Estébanez aclaró el asunto. - ¡¡¡Hoy vamos a ganar porque lo ha dicho nuestro líder Pepe Julián!!! Todos sabían que Pepe Julián no sólo era el líder del Deportivo Olímpico sino el más positivo del equipo y por eso sabía mover todos los hilos dentro de la cancha. Ganara, empatara o perdiera, Pepe Julián siempre hacía espectaculares actuaciones futbolísticas y nunca fallaba a la hora de ser siempre uno de los mejores en todos los partidos que jugaba. Acabadas las proclamas de victoria, Lirón se acercó a Pepe Julián... - ¡Gracias, Pepe Julián! - Me parece que te has equivocado de hombre porque no he sido yo quien te ha puesto en la alineación titular sino el capitán Peinado. - No me he equivocado de hombre, Pepe Julián. Gracias por confiar tanto en mí como para pronosticar sin ningunca clase de dudas que hoy yo voy a triunfar. -¿Se puede saber por qué no puede ser normal que tú actúes de titular en un partido de tantas cargas emocionales como éste? - No llego a saber por qué pero... ¿tú estás completamente seguro de que yo voy a triunfar jugando de titular contra el Estrella Olímpica?... - Completamente seguro, Lirón. Te doy mi palabra de líder que va a ser así. Zanjado ya el tema de Lirón, Estébanez volvió a acercarse a Pepe Julián que ya estaba a punto de terminar de vestirse como futbolista. - Sigo pensando que es una mala decisión de Peinado esto de que Lirón sea titular precisamente hoy. - Y yo te afirmo que no sólo vamos a ganar al Estrella Olímpica sino que Lirón va a triunfar y ya me he cansado de decirlo tantas veces que no lo voy a repetir más. - ¿Pero me puedes explicar de manera totalmente convincente por qué estás tan seguro de ambas cosas? - Ahora sólo vamos a jugar; pero cuando termine el partido tú y yo nos vamos a ir a una cafetería que yo conozco muy bien a tomarnos un café mientras te lo explico todo. Si acierto con las dos cosas que he pronosticado, y que son nuestra victoria y el triunfo de Lirón, el que paga los dos cafés eres tú y si no se cumplen ambas cosas el que paga los cafés soy yo. Si sólo se cumple uno de mis pronósticos también pago yo. ¿Aceptas el reto, Estébanez? - De acuerdo. Acepto. Si yo pierdo pago los cafés. - Pues ve ya contando los euros que llevas en el bolsillo, Estébanez, porque vas a tener que pagar tú. - Pepe Julián... ¿por qué siempre juegas extraordinariamente bien en todos los partidos aunque ganemos, empatemos o perdamos? - Quizás la respuesta ea que en todos los equipos donde juego siempre hay alguien como tú, Estábanez, que sabes jugar tanto que me ayuda a conseguirlo aunque el resto de los compañeros no sepan casi jugar o jueguen nada más que regular. - No te creo, Pepe Juan. Debe ser otro el motivo. - Entonces piensa en Dios, Estébanez. - ¿Por eso cuando metes uno de los muchos goles que metes te limitas a levantar la mano hacia el cielo y nada más? - Tú lo has dicho, Estébanez, tú lo has dicho. - ¿Es por eso? - Sí. Es por eso. Pero no hace falta que se lo digas a nadie. - ¿Prefieres que no le cuente a nadie lo que acabo de escuchar? - Prefiero que no se lo cuentes a nadie. Cuando los jugadores de ambos equipos salieron a la cancha de fútbol la expectación era enorme. ¡El enfrentamiento que todos deseaban ver sea cual fuese el lugar que ocupara cada uno de los dos equipos en la Tabla Clasificatoria de aquel Campeonato Juvenil! ¡El duelo de la máxima rivalidad! Los del Deportivo Olímpico con sus camisetas arlequinadas de cuadros azules y negros, su pantalones blancos y sus medias negras con vuelta azul. Los del Estrella Olímpica con sus camisetas a rayas rojiblancas en horizontal, sus pantalones también blancos y las medias a rayas rojiblancas. Pepe Julián había sido el capitán de aquel Estrella Olímpica a quien ahora se enfrentaba ya en un escalón superior porque se había convertido en el líder indiscutible del Deportivo Olímpìco. Desde un comienzo todos los espectadores se dieron cuenta de un detalle singular: el dominio del Deportico, a pesar de ciertos minutos de igualdad, era evidente. Pero en el fútbol nunca se puede decir que se ha ganado hasta que el partido finalice y todos los grandes aficionados sabían que aquello iba a durar noventa minutos de incertidumbre ya que los del Estrella podrían sorprender con alguna contra y salir victoriosos. Lirón se esforzaba en jugar mejor que nunca pero no terminaba de convencer a casi nadie. Sólo Pepe Julián, mientras dirigía al Deportivo con la entrega de todos sus compañeros y, sobre todo, con la de Estébanez, seguía confiando en Lirón. Muchos jugadores de ambos equipos se encontraban totalmente nerviosos, pero Pepe Julián, a pesar de que pasaba el tiempo sin que se cumplieran sus dos vaticinios, se mantenía tranquilo y jugando otro más de sus sensacionales partidos mientras confiaba en un Lirón que estaba ya a punto de tirar la toalla aunque intentaba no defraudar a su líder. Fue ya avanzada la segunda parte del encuentro cuando se produjo aquella especie de milagro que había vaticinado Pepe Julián. Debido a los ataques continuos de los jugadores del Deportivo, los jugadores del Estrella se iban cerrando cada vez más en la defensa y se olvidaron hasta de contraatacar. Se estaban conformando con un empate porque todos ellos acababan de reconocer que eran muy inferiores a los del Deportivo debido a que aquella "máquina" llamada Pepe Julián cada vez imprimía más velocidad a sus brillantes acciones. Así que en aquel minuto milagroso se armó una melé en el área pequeña del Estrella Olímpica. Cuatro o cinco jugadores (entre ellos el guardameta de los rojiblancos) se encontraban en el suelo y el balón estaba suelto a unos muy escados dos o tres metros de distancia de la raya de gol. Pepe Julián, que había sido el causante de aquel desconcierto en las filas del Estrella, desde el suelo levantó la vista y vio a Lirón completamente desmarcado y esperando a saber cómo se resolvería aquella jugada. Pepe Julián estiró su pierna derecha al máximo de lo posible, sin tener miedo de sufrir algún desgarro, alguna rotura muscular o que algún rival le diese una patada, sin querer o queriendo, y le rompiese la rodilla. Su esfuerzo culminó en acierto porque llegó a tocar al balón y este, lentamente movido por el pie derecho de Pepe Julián, llegó hasta la posición en que se encontraba Lirón quien, sin pensarlo dos veces, sólo tuvo que empujar ligeramente el balóny se produjo el gol de la victoria del Deportivo Olímpico. - ¡¡¡Gooooooooool!!! ¡¡¡Gooooooooool!!! ¡¡¡Gooooooooool!!! La pila de jugadores del Deportivo Olímpico celebrando aquel gol tan prodigioso gracias a la enorme inteligencia de Pepe Julián la formaron todos los once componentes del equipo. Y el delegado del Estrella Olímpica, un catalán afincado en los madriles y apellidado Solana, que también hacía de cronista de los partidos de aquel campeonato juvenil, no tuvo más remedio que admitir, una vez terminado el partido, una frase en público que Pepe Julián escuchó y nunca la pudo olvidar. - Es necesario y justo reconocer que los del Deportivo Olímpico son mucho mejores que los del Estrella Olímpica. En el vestuario del Estrella no se oía ni el zumbar de una mosca. En el vestuario del Deportivo no solamente se oían zumbar a las moscas sino que la algarabía, la felicidad y el jolgorio eran infinitos. Hasta se bebieron un par de botellas de champán. - ¿Recuerdas la apuesta, Estébanez? - Claro que la he perdido, pero merece la pena pagar dos cafés por haber visto lo que he podido ver con mis propios ojos y siendo yo uno de los participantes de este inolvidable enfrentamiento que contaré a toda mi descendencia para que sepan cómo éramos los del Deportivo Olímpico y cómo jugaba nuestro líder Pepe Julián. - No te olvides de contarles que fue Lirón quien marcó el gol de la victoria. - De acuerdo. Pero les haré recordar siempre que la jugada del gol la protagonizaste tú y que arriesgaste tu pierna derecha para que él triunfase. - Eso depende solamente de ti. Ahora vamos a por los dos cafés que, por haberlos apostado, acabas de perderlos. - ¡Jajajajaja!¡Aunque hubiésemos empatado o perdido te invitaría de la misma manera debido a que no sólo jugaste de maravilla esta máñana sino que siempre lo haces demostrando una capacidad física, unos conocimientos tácticos, unos recursos técnicos y, sobre todo, una inteligencia de tan alto calibre que es por eso por lo que los del Deportivo Olímpico no necesitamos tener un entrenador! ¿Por qué no intentaste nunca ir a las pruebas del Real Madrid o del Atlético de Madrid? - Nunca ha sido ese mi objetivo. Y si alguna vez pensé o soñé con ello al final me decidí por lo que de verdad me entusiasma: ser escritor para siempre y poder ser algún día periodista profesional. - Pues es una lástima porque podrías haber sido un gran jugador internacional y cobrar millones de euros. - Para mí escribir y ser periodista vale más que todos los millones de euros que hay en la Tierra. No cambio ninguno de estos partidos de aficionados con los que soy tan feliz por temporadas enteras jugando y triunfando en el Real Madrid o en el Atlético de Madrid. Perfiero ser lo que yo elijo y no lo que a los demás les hubiera gustado que yo eligiera. - Es difícil aceptarlo pero si eres inmensamente feliz siendo quien eres nunca dejes de serlo. - ¿Tienes coche? - Sí. Tengo coche. - Pues vamos hasta el Paseo de la Virgen del Puerto, número 5. - ¿Qué hay allí? - "La Ribera del Manzanares". - ¡Jajajajaja! ¡Todos sabemos que el Manzanares tiene ribera como sucede con cualquier otro río! - No, Estebánez. Vuelves a quedarte sin saber lo que quiero decir. - Pero si lo que yo digo es cierto... - Pero no es tan cierto como lo que digo yo... - ¡Déjate ya de crucigramas difíciles y dime qué es lo que pasa! - Lo que pasa es que "La Ribera del Manzanares" es el nombre de la cafetería donde vas a pagar los dos cafés que has perdido por apostar con alguien que siempre sabe lo que dice. - ¡Jajajajaja! ¿Pongo música mientras llegamos? - Sí. Pon música mientras llegamos. Los dos se vistieron con sus ropas de calle, cogieron sus bolsas deportivas, entraron en el Seat Ibiza de Estébanez y se dirigieron a su destino escuchando música. - Por el amor de una mujer jugué con fuego sin saber que era yo quien me quemaba. Bebí en las fuentes del placer hasta llegar a comprender que no era a mi a quien amaba. Por el amor de una mujer he dado todo cuanto fui lo más hermoso de mi vida, Mas ese tiempo que perdí ha de servirme alguna vez cuando se cure bien mi herida. Todo me parece como un sueño todavía pero sé que al fin podré olvidar un día. Hoy me siento triste pero pronto cantaré y prometo no acordarme nunca del ayer. Por el amor de una mujer llegué a llorar y enloquecer mientras que ella se reía. Rompí en pedazos un cristal dejé mis venas desangrar pues no sabía lo que hacía. Por el amor de una mujer he dado todo cuanto fui lo más hermoso de mi vida, mas ese tiempo que perdí ha de servirme alguna vez cuando se cure bien mi herida. - Ya hemos llegado, Estébanez. - Y, además, tenemos suerte de haber encontrado aparcamiento aquí mismo. Estébanez apagó el aparato de radio y los dos, saliendo del Seat Ibiza con sus dos bolsas deportivas, subieron al piso de arriba, pidieron los dos cafés con leche y, después de guardar unos minutos de silencio, les fueron servidos y comenzaron a dialogar. - Ahora que estamos ya solos, Pepe Julián... ¿cuéntame por qué estabas tan convencido de que íbamos a ganar y, sobre todo, que Lirón iba a salir triunfador? Sólo te faltó jurarlo. - ¡Jajajajaja! Yo no juro en falso jamás pero no ha sido suerte como tú estás pensando, Estébanez. - Si no ha sido suerte dime la verdad. - Es muy sencillo. Además de tener mucha fe cristiana, lo cual es fundamental en estos casos, es que hay cosas que son bastante lógicas aunque muchas personas no sean capaces de captarlas. Cuando todos estábamos juntos en el Estrella Olímpica me dediqué a observar y analizar cómo éramos cada uno de nosotros jugando al fútbol y me di cuenta, tal como refleja la Clasificación General del Torneo, de que los que se habían quedado en el Estrella no eran tan buenos como los que nos habíamos ido al Deportivo. Analicé línea por línea y en todas las líneas les superamos con bastante diferencia y por eso nosotros estamos entre los equipos más destacados y ellos están en la cola de los últimos. Esto de la superioridad línea por línea no quiere decir que ya se gane un partido pero te da un margen de ventaja muy elevado y ahora viene lo mejor; cuando un equipo es peor línea por línea y carece de un líder carismático siempre pierde contra otro equipo que es muy superior línea por línea y que, además, tiene un líder carismático que se ha estado preparando para analizar al equipo rival y descubrir cuáles son sus puntos más flacos. Lo demás sólo consiste en tener la suficiente inteligencia como para dirigir al equipo sin romper para nada la armonía de todas sus líneas, cosa que sí sabemos hacer nosotros y no saben hacerlo los del Estrella. Así que no ha sido suerte. - ¿Y en cuanto a lo de Lirón? - Tampoco ha sido suerte. Además de la fe cristiana que es fundamental para estas cosas de tener éxito o no tenerlo; yo me di cuenta, desde que Lirón fichó por nosotros los del Deportivo Olímpico, que estaba completamente resentido contra los del Estrella Olímpica porque el sueño de él era haber jugado con los rojiblancos. Esto lo consideró una verdadera falta de respeto hacia su persona y una burla a sus condiciones de futbolista; así que me di cuenta de que si alguien necesitaba una victoria contra nuestros máximos rivales no éramos ni tú ni yo, sino de jugadores que se habían sentido frustrados al ser despedidos del Estrella. Es muy fácil deducir que, aunque carezcan de suficiente técnica, si juegan contra un equipo al cual le tienen algo parecido al odio lo más lógico es que ese día se esfuercen al ciento por cien en todas sus capacidades y como estamos funcionando tan bien en el Torneo que nos están nombrando el equipo sorpresa, a este tipo de jugadores como Lirón se les unen dos condiciones para desear triunfar ante los equipos que les despiden y se burlan de ellos; en primer lugar quieren ganar a toda costa para demostrar que están jugando en un equipo muy superior al que les rechazó, y en segundo lugar cómo están resentidos contra el equipo que les rechazó sueñan durante toda la temporada en aprovechar este partido de máximo rivalidad para triunfar convirtiéndose en verdugos de quienes les echaron. El resto era solamente darle oportunidades a Lirón, dentro del campo de juego, haciéndole participar en todas las jugadas de peligro porque en una de ellas son capaces de tener una oportunidad de oro y no la dejan escapar. Yo le estaba dando juego a Lirón para que no se desmoralizara y le avisaba, con gestos que nadie veía, que tuviese tranquilidad pero que estuviese siempre atento a todas las jugadas de peligro en las que llegábamos hasta el área de los del Estrella. Y sucedió solamente lo que tenía que suceder como pasa en millones de casos a lo largo y ancho de este mundo. - Parecen cosas milagrosas. - Es que son cosas milagrosas. - ¿Puedes hacerme un favor, Pepe Julián? - Como vas a pagar tú los dos cafés con leche dime qué favor quieres que haga. - Tengo un primo llamado Miguel que ha venido de su pueblo a vivir a Madrid y se ha quedado sin equipo donde jugar al fútbol. Me ha pedido que hable contigo para ver si puede fichar con nosotros los del Deportivo Olímpico. - Dile que sí. Dile que ya está fichado y que venga a jugar el próximo domingo. - ¿Cómo puedes saber tú que juega bien al fútbol si no le has visto jamás? - Hay un dato genético muy importante. Siempre que un tío que juega muy bien al fútbol, como pasa contigo, hay un primo que juega igual que él. - ¡Jajajajaja! ¿De dónde sacas esa teoría? - Digamos, si es que te consideras científico, de la teoria de los vasos comunicantes. - ¿Quieres decir que Miguel ha jugado tantas veces conmigo que es igual que yo jugando? - Sí. Esa es la teoría de los vasos comunicantes aplicada al fútbol. - Es asombroso pero contigo al lado no sólo es super fácil jugar muy bien al fútbol sino que lo llegas a copmprender. Pero tenemos que tener cuidado con el Estrella Olímpica cuando volvamos a jugar contra ellos en el partido de vuelta. - No te preocupes, Estébanez. Ese día también le vamos a ganar aunque tenga que ser yo mismo el que meta el gol de nuestra victoria y aunque sea disparando desde el centro del campo. - Y yo, que te he visto hacer cosas increíbles, apuesto a que así sucederá en el partido de vuelta. - No apuesto en esta ocasión porque sé que va a ser verdad. - Lo creo, Pepe Julián, lo creo. Tengo la completa fe e intuición de que será verdadero y de qu8e Solana vovlerá a escribir en el periódico que el Olímpico Deportivo es milvecessuperiro al Estrella Olímpica porque contamos con alguien muy especial. - Pues dejemos ya el fútbol para el domingo que viene. - Dejemos el fútbol. Tengo una curiosidad acerca de tu personalidad. - ¿Mi personalidad tiene curiosidades? - Yo, aunque te conozco poco, diría que infinitas. - Dime cuál es esa. - ¿Por qué tienes tanto éxito entre las tías más guapas que conoces? - ¿Quién te ha contado eso? - Te han visto ligar con ellas. - ¿Qué es lo que crees tú que hay que hacer para conseguirlo? - Eso quiero que tú me lo expliques porque no tengo ni idea de cómo lo haces. Se dice que ya has tenido muchas novias. ¿Cuántas, Pepe Julián? - ¿Cuántas crees tú? - Muchas. - Pues eso no es cierto. Sólo tengo las suficientes. - ¿Puedes decirme un número exacto para saber cuántas deben ser las novias suficientes? -¡Jajajajaja! Solamente una es suficiente y más que suficiente si lo sabes hacer bien. - ¡Venga ya, Pepe Julián! ¡Habla en serio! - Yo tengo solamente una novia. - A mí no me engañas porque te conozco poco pero lo justo para saber que eso es imposible. - Si crees que me conoces bien entonces tendré que seguirte afirmando que sólo tengo una novia nada más. - ¿Y todas esas muchas chavalas con las que te enrollas hablando y con las que sales continuamente qué es lo que son? Supongo que muchas de ellas serán novias tuyas. - Pero si te estoy diciendo que sólo tengo una novia... - Pues no lo entiendo... - Es muy sencillo de entender. Lo que sucede es que a los cotillas y a los envidiosos que tanto abundan por todas partes les da por mentir debido a que ese cotilleo y esa envidia les corrompe el alma. Lo que son en realidad es lo siguiente: muchísimas compañeras y unas cuantas amigas. Y con eso te lo dejo todo aclarado para que no te vuelvan a engañar cuando te hablen de mí. - ¿Qué hay que hacer con las mujeres para tener tanto éxito entre ellas como tienes tú? - Estás totalmente equivocado porque la pregunta es todo lo contrario. ¿Qué es lo que no hay que hacer para triunfar con ellas? -¡Atiza! ¡Me acabo de dar cuenta de que eso debe ser la clave esencial para ser un conquistador! -Te equivocas otra vez. Las que nos conquistan son ellas y nosotros tenemos que ser capaces, después de haber sido conquistados, de enamorarlas del todo y para siempre. - Me encanta hablar contigo pero ya me están esperando en casa para comer. Dejamos aquí el tema y el próximo domingo volvemos a hablar de ello. ¡No dejes de venir a jugar el próximo domingo porque lo hacemos contra el Numancia y te necesitamos más que nunca! - Tranquilo, Estébanez. Tú dile a tu primo Miguel que venga a jugar porque ya está fichado y verás como al Numancia le ganamos por catorce a cero. - ¡Venga ya, Pepe Julián! ¡Habla en serio! - ¿Te juegas otros cafés con leche? - ¡No! ¡Estoy seguro de que los pierdo! ¡Si tú dices que vamos a ganar al Numancia por catorce cero es que les vamos a ganar por cartorce a cero! - Y no sólo eso sino que van a sacar nuestra fotografía en la sección correspondiente de nuestro Campeonato Juvenil. - De acuerdo. Estoy seguro de que sí pero me voy antes de volverme loco del todo. Se estrecharon las manos y Estébanez salió de la escena del primer piso. Fue cuando la guapísima y escultural modelo publicitaria, y chilena, Diana Catalina Yopis Contreras se levantó de la silla que estaba a espaldas de Pepe Julián y se dirigió a este con su voz dulce y acariciante. - Hola Pepe... perdona que te haya estado escuchando... pero es que estaba muy cerca de ti... - No importa. Cuando más cerca estés de mí es mucho mejor. - Me parece que eres un poco o bastante o muy sinvergüenza. - ¿Por dedir una verdad tan visible un hombre es un poco o bastante o muy sinvergüenza? - Eso lo discutiremos algún día que estemos a solas los dos. - Que no sea en el siglo veinticinco por favor. Que ese día quiero estar en forma. - ¡Jajajajaja! Escucha y no me cuentes chistes tan malos. Quiero que me expliques eso de que para tener éxito con nosotras, las muy buenas que son las que te gustamos de verdad, lo que es necesario es lo que no hay que hacer. - Es sencillo. Tú estás empeñada en poder ligar con ese tipo tan feo y tan acabado al que todos conocen como "Alcohol". ¿Es cierto? - Aunque me da vergüenza decirlo estoy deseando hablar con él. -¿Una belleza como tú con esa cara de ángel y ese cuerpo de monumento quiere tener un ligue con alguien tan vicioso, alcoholizado, que no responde a ninguna de tus llamadas y que es más feo que el trasero de una mona de Gibraltar? Chica... serás todo lo bombón que desees ser... y es verdad que lo eres... pero tienes un gusto más estropeado que el de Nerón cuando se enrollaba sexualmente con eunucos. - ¿Eunucos? ¿Qué son los eunucos? - Pues tipos tan castrados físicamente, mentalmente y psicológicamente como ese tiparraco al que todos conocen como "Alcohol" y que no tiene ni media hostia porque no puede ni con su alma. - ¡Jajajajaja! ¡Ahora resulta que tienes celos de el! - ¡Espera un momento, Cati, espera un momento y bájate de la moto que yo no soy tu Maroto! ¡Una cosa es que estés más buena que el arroz con leche que hace mi abuela y otra cosa es que yo esté salido por culpa de ese tipo al que llaman "Alcohol" al cual ni le conozco ni jamás le voy a conocer porque no vale ni un céntimo de plástico! ¿Entiendes que no lo digo por celos sino porque me da verdadera pena que estés perdiendo el tiempo lamentablemente cuando tienes condiciones para aspirar a alguien mucho más hombre, mucho más culto, mucho más romántico, mucho más nobley hasta mucho más normal? -¡Pues da la sensación de que estás totalmente celoso! - Pues resulta que sé muy bien actuar ante las chavalas tan buenas como tú desde que lo aprendí actuando en "La mordaza". - ¡Arrea! ¿Me puedo sentar contigo? - Conmigo no pero a mi lado sí no vaya a ser que nos confundan. No somos novios. Ella casi no podía resistir la risa y se sentó frente a él. - Está bien. Si no quieres que me siente en tus piernas... - Pues no. Porque me las dejarías echas polvo... La guapísima y escultural modelo publicitaria, chilena para más señas, llamada Diana Catalina Yopis Contreras ahora no pudo aguantar la carcajada. - ¡¡¡Jajajajaja!!! - ¿He dicho algo por lo que me van a tener que excomulgar los padres domingos? - ¿Quiénes son los padres domingos? - ¡Caramba! ¿En qué estaría yo pensando? - ¿Tal vez en mí por casualidad? - Pues sí pero no y pues no pero sí. - ¿Qué quiere decir eso? - Que o dejas de pensar en ese esperpento y mamarracho que siempre está tan borracho que le llaman "Alcohol" o que te infecta la pelagra y se te cae todo el bonito pelo que tienes. - ¡Jajajajaja! ¿La pelagra es una enfermedad del pelo? - Pues sí. Si alguien te pega la pelagra se te cae el pelo de la noche a la mañana. O sea, que hoy te acuestas estando buenísima y mañana te levantas convertida en una monstruosidad. ¿Tú quieres seguir estando buenísima o convertirte de repente en una momia siniestra? - ¡Arrea! ¡Me acabo de dar cuenta de que soy una verdadera tonta! - ¿Tonta del todo o queda algún remedio para que dejes de serlo? - El remedio eres tú. - Que no... que no Cati... que te estás equivocando... - ¿Por qué no puedes ser tú? - Porque yo ya estoy pedido en una carta que una chavalilla ha escrito y enviado a los Reyes Magos como regalo para toda su vida. ¿Comprendes? - Comprendo. ¡¡¡Jajajajajaja!!! Gracias, Pepe. - ¿Es que te he regalado algo? - Mucho más que eso. Me acabas de abrir los ojos del todo. Ese esperpento al que llaman "Alcohol", alcohólico, drogadicto y fantasma, que se vaya a tomar por saco. Yo me voy a buscar a alguno que sea como tú. - Adiós Cati. Me alegro que hayas acertado y ahora, mientras pienso en quien tengo que pensar, si me permites voy a escribir un poco. -Chao Pepe. Nunca te olvidaré y siempre te recordaré como el chaval que consiguió que yo abriera por fin mis lindos ojos y me diera cuenta de la realidad de que lo que estaba soñando sólo era una pesadilla. Cati le dio un beso en la mejilla a Pepe Julián, bajó del primer piso y él comenzó a escribir en la computadora portátil que llevaba dentro de su bolsa deportiva. - Entre materia y espíritu derramado la existencia es un sueño de soplo divino; no accidente, no inesperada la vida entera de las lunas. Y la sombra sólo es naturaleza de la vida desenterrada. ¿Qué es el viento del vivir enamorado sino un soplo de Dios en nuestras almas? Y las incansables horas del momento como rosas encendidas y alumbradas en el fuego de la brisa pacifista alimenta el tamiz de las miradas son siempre las tuyas. Trémulas las flores del edénico paisaje de la alfombra irradiada bajo el sol y sobre el cimiento de la atmósfera suave y recargada de besos en la boca enamorada. Sin vergüenza canta el gallo, canta el ave y canta la chicharra. Y ante todo canta el hondo sueño de esta existencia en calma. Desde el azul de la infancia al verde de las esperanzas con el amarillo de la ciencia sobre el blanco ya descansa. El rosado de los albores hacia el rojo se trasvasa. Los colores de la Naturaleza sonríen entre las ramas. No hay soledad en la existencia sino presencia bien acompañada de ángeles divinos que atentos con sus duices ojos la resguardan. Como si caminara todo el panorama por el extenso sinfín de la pautada sinfonia invisible del verano... así es todo el universo de tu mano en esta existencia remansada. Todos los días amanece el claro discurso de la inmensa Palabra y el continuo movimiento de las olas es fuente limpia que desparrama las gotas del rocío. El viento la torna en ola y la explaya. La piedra de la fuente nacarina es piedra por la vida horadada y el musgo que le sirve de compañía es latido en lo interno de su alma. Se despierta la Nada y se convierte en Ave de vuelo acompañada del arco iris y del vuelo silencioso de la arqueada marisma. La ensenada que hay en la bahía de luces rojas está adornada. Un reposo sosegado y cierto resplandece en la almohada del césped florecido y muelle bajo luna blanca y desgranada. Está toda la atmósfera caliente... ¡caliente y a la vez tan descarnada! Todo el mar se agita y los pájaros en los almendros cantan sobre el enorme espacio de meseta. Las nubes se levantan... Lluvia de canciones con anhelos de incipiente e invariable marcha. El tiempo todo lo ennoblece en este sueño de existencia clara. Las significaciones de todas las cosas están en los cielos pronunciadas y bajan a la tierra convertidas en sílabas y estrofas versificadas. Los árboles, los valles y los montes son volutas de humo incineradas. Las gardenias, en manto recogidas, se refugian debajo de la desnudada naturaleza del círculo interrogante que forman los duendes y las hadas. En magia pura se convierte todo el ancho espectro de la mirada. Una variedad infinita de corolas y de pétalos en la enlazada amanecida y mecida aureola surge diariamente amamantada de filtros solubles y licuados en verde savia fermentada. Dios bendice todo el panorama donde reclina su presencia alzada. Lo elemental de estas esencias en bondad divina transformada es un infinito pasatiempo a esta madre tierra imantada. Abiertas las líneas del horizonte surgen todas las enarboladas esporas del dulce y tierno almendro que posa sus raíces en las labradas tierras del sufragio carnal, y el aroma de las ventanas cubiertas del dulce álabe enamora a las aves más cercanas. Se olvida la tristeza entonces como campanillas de plata en las almohadas siempre anhelantes del futuro de toda la existencia orillada. Y llaman las nubes al recreo de las serenas y pausadas calmas de los mundos que allí recogen todos sus bejucos y lianas. ¡Dulce espejo es ahora el sueño perenne y refractado en las aguas del lago pacífico y sereno donde todas las musas se me bañan!
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