El chico de la fila de atrás (Guión) -8-
Publicado en Jan 03, 2017
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EL CHICO DE LA FILA DE ATRÁS (8)
 
Juan Manuel Fernández Fernández tocó la puerta del despacho.
 
- ¿Eres "Fefé"?
 
- ¡Sí, Don Benito! ¡Soy Juan Manuel!
 
- Pasa y no tengas miedo.
 
Juan Manuel Fernández Fernández pasó.
 
- ¡Yo no le tengo miedo a usted ni a nadie! ¡Absolutamente a nadie porque, según dicen en el país nativo de mi madre, no soy ningún marica! ¿Dónde está Sira?
 
- No te preocupes por Sira Montesa. Ha tenido que ir a Barcelona para resolver un problema.
 
- ¿Qué clase de problema?
 
- Un asunto relacionado con cierta herencia familiar que lleva años sin poderse resolver.
 
- ¡Ese tipo de asuntos no me interesan para nada! ¿Cuándo piensa volver a Madrid?
 
- Está previsto que regrese la semana que viene.
 
- De acuerdo. He traído el dinero.
 
Juan Manuel Fernández Fernández sacó el paquete de billetes.
 
- ¿No te importa si lo cuento?
 
- Yo soy un hombre honesto pero si lo quiere contar hágalo. No soy de los que estafan a nadie. 
 
Benito Giovanni Siboni Tachella cogió el lote de billetes de cien, los contó y comprobó que estaban los veinte mil euros justos. Ató todo el lote con una goma elástica y lo guardó en el cajón de su mesa de trabajo.
 
- Siéntate, "Fefé". Ya has dado el primer gran paso para conseguir llegar a ser un pintor de fama mundial.
 
Juan Manuel Fernández Fernández se sentó dando la cara a Benito Giovanni Siboni Tachella.
 
- Espero que sea cierto eso de que dentro de una semana voy a recibir dos millones de euros.
 
- ¡Calma, muchacho, calma! Has de saber que lo que llega temprano siempre termina en decepción.
 
- ¿Se está refiriendo a que no voy a triunfar?
 
- Sí vas a triunfar; pero no tan pronto.
 
- Usted me prometió éxito inmediato. Por eso espero que lo de los dos millones de euros sea cierto.
 
- Y va a ser verdad.
 
Juan Manuel Fernández Fernández ya totalmente convencido de que iba a ser verdad sacó el reloj de oro de su bisabuelo.
 
- Esto tiene muchísimo valor no solo material sino sentimental. Lo he traído para Sira Montesa.
 
Benito Giovanni Siboni Tachella cogió el reloj y comprobó que era de oro puro.
 
- ¡Caramba! ¡Tanto el reloj como la cadena son de oro!
 
- Sí. Pero no es para usted sino para Sira.
 
- De acuerdo, Lo guardaré en mi cajón y cuando ella regrese de Barcelona se lo entregaré.
 
Benito volvió a abrir el cajón, guardó el reloj junto al lote de billetes y cerró el cajón.
 
- Si me entero de que se lo queda para usted vengo y le corto el cuello.
 
- Escucha, "Fefé". Con la violencia no vas a llegar a ninguna parte. Sira recibirá este regalo con mucho más gusto de lo que tú estás creyendo.
 
- Eso espero.
 
- Veo que estás muy enamorado.
 
- Por supuesto que lo estoy.
 
- ¿Sabes lo que es el amor platónico?
 
- ¡Déjeme de chorradas de amores platónicos y toda esa mierda de filosofías del amor! ¡No creo en esa idioteces! ¡Todo eso me la trae floja!
 
- Lo que quiero que llegues a comprender es que todo es cuestión de números exactos.
 
- ¡Le estoy diciendo, y lo repito por última vez, que a mí los rollos filosóficos no me interesan para nada y menos aún si se trata de los números de Pitágoras y los pitagóricos! 
 
- ¿Es que los consideras unos cuentistas nada más?
 
- Para mí sí. Sólo fueron una secta nada más y a mi todas las sectas me resbalan. Lo único que necesito es triunfar como pintor y poder vivir dabuten todo el resto de mi vida y al lado de mi Sira.
 
- ¡Estás en el mejor camino de todos!
 
- ¿No me da un recibo por los veinte mil euros que le he entregado?
 
- ¡Esto es muy importante, "Fefé"! ¡Si quieres obtener los dos millones de euros la próxima semana tienes que estar absolutamente callado y no decirle nada a nadie! ¿Has entendido?¡Nadie debe enterarse de lo que estamos llevando a cabo para que triunfes sin ninguna clase de problema!
 
- Si... pero... el recibo...
 
- Confía plenamente en Sira y en mí y, si no confías en mí, por lo menos confía en Sira, Si te doy un recibo lo puedes perder y si alguien lo encuentra te pedirá explicaciones y se nos vendrá todo el plan abajo. ¿Quieres triunfar o quieres fracasar?
 
- Nadie quiere fracasar en esta vida.
 
- Pues muchos son los que fracasan. ¿Sabes por qué?
 
- No tengo ni puñetera idea de lo que me quiere decir,
 
- Te quiero decir que muchos fracasan porque no saben confiar en quiénes tienen que confiar y se fían de quienes les engañan con toda clase de trucos y de trampas. Sira y yo somos dos personas legales. 
 
- Está bien. ¿Ahora qué tengo que hacer?
 
- Descansar mucho y no decirle nada a nadie. Y ahora, si no te importa demasiado, tengo muchas cosas que hacer; pero antes de que te vayas, y para que sepas que te quiero de verdad y quiero todo lo mejor para ti, toma este billetes de cien euros y diviértete todo lo que puedas, Te lo regalo. La vida está hecha solamente para gozarla.
 
- ¿Tal como decían los epicúreos?
 
- Eso es. Tal como decían los epicúreos, Coge el billete, lárgate y no vuelvas por aquí hasta dentro de siete días exactos,
 
- Creo que es usted sincero. 
 
- Voy a decirte algo muy sabio que leí en cierta ocasión, Fue un comentario escrito por un chaval de tu misma edad.  Decía que es en esas horas de los espejos íntimos cuando decidimos qué es lo mejor y qué es lo peor que tiene la vida. A lo mejor será que la vida no empieza nunca ni termina nunca porque es infinita y en ella caben toda clase de ilimitaciones. Un abrazo cordial, muchacho.
 
Ambos se levantaron y se dieron un abrazo.
 
- Me voy completamente convencido de su honestidad, Don Benito.
 
Una maligna sonrisa se reflejó en el rostro de Benito Giovanni Siboni Tachella hasta que terminó el abrazo.
 
- Escucha bien, "Fefé".  Yo era un hortelano de una aldea tan pobre que ni tan siquiera sabíamos lo que era un ascensor. Es cierto que nadie de aquella aldea sabía lo que era un ascensor.  Hasta que me viene a esta ciudad y empecé siendo un simple botones en una empresa de cierta categoría en cuanto a cocinas de gas y otros electrodomésticos, tuve que atender a todos los miserables que en ella trabajaban y me mandaban a hacer toda clase de recados como comprar sus bocadillos o sus medias y braguitas. Yo sólo era un botones más ridículo que el "Sacarino" de los tebeos de mi abuelo, por ser vandioso, orgulloso y soberbio, pero tenía solamente que llevar los papeles de un lado para otro y aguantar todos los recados que me mandaban hacer los chupatintas y, sobre todo, una tal Maruchi a la que yo odiaba a tope. ¿Sabes la gran humillación que supone todo eso? También tuve que ir por las calles vendiendo Biblias y otras clases de libros más o menos religiosos y terminé siendo albañil. Pero un día me propuse acabar con todo ello y me lancé al mundo de los negocios con los bolsillos completamente vacíos. Menos mal que me encontré con Sira y ella consiguió hacer que yo lograra llegar hasta donde he llegado al nombrarme su manager personal. Lo mismo vamos a hacer contigo hasta que llegues a ser tan famoso como Miguel Ángel.
 
- Le creo, Don Benito.
 
- Pues ahora diviértete todo lo que puedas porque cuando tengas que estar las veinticuatro horas del día pintando y pensando en lo que debes pintar no vas a poder gozar tanto de tiempo libre. ¿Me entiendes?
 
- Le entiendo, Don Benito. ¡Nunca seré un simple destripaterrones o uno de esos que se pasan horas enteras subidos en los andamios y siendo esclavos de los capataces!
 
- Entonces hasta la semana que viene, "Fefé". Y ten fe en Sira, por favor.
 
- Hasta la semana que viene, Benito,
 
- Eso es. Nada de Don Benito sino solamente Benito; en primer lugar porque lo de Don quizás no lo haya conseguido a ser nunca jamás ya que no soy ni bachiller superior ni tan siquiera bachiller elemental y de estudios primarios ando muy escaso del todo porque no sé ni a qué Comunidad pertenecer el Condado de Treviño por decirte una de las millones de cosas que ignoro. Y en segundo lugar, porque es muy importante que nos tengamos tanta confianza como para tutearnos.
 
- ¿Usted no tiene Don?
 
- No. Te repito que no conseguí ser nunca bachiller superior ni tan siquiera bachiller elemntal. Apenas sé leer y escribir, Pero en cuestión de hacer negocios ventajosos soy más listo que Cardona.
 
- Esa historia a mí no me interesa, Benito. Adiós. Si eres medio analfabeto o analfabeto completo es tu problema y no el mío.
 
Y Juan Manuel Fernández Fernández se fue con el billete de cien euros al bar de tapas "El Estudio de los Arquitectos" para entretenerse un poco hablando con José Luis Cañete Doblado.
 
- ¡Buenos días señor Cañete Doblado!
 
-¡Hola chaval, buenos días! Pero haz el favor de no llamarme Cañete Doblado delante de los demás porque me da mucha vergüenza. 
 
- ¿Cómo quiere que le llame?
 
- Cuando estemos en público llámame Don José Luis,
 
- ¿Otro que tampoco tiene Don porque no terminó de ser bachiller superior?
 
- Supongo que sabrás lo que estás diciendo pero aquí, entre nosotros, y cuando hablemos a solas, llámame amistosamente Josechu.
 
- Sírvame una de "Centenario", Josechu.
 
- ¿Algún desamor tal vez, chaval?
 
- No me importa ser un chaval y, en cuanto al desamor... ¿qué cree usted que es un desamor?...
 
José Luis Cañete Doblado le sirvió la copa de coñac y empezaron a hablar cada uno a un lado de la barra.
 
- Pon atención a lo que te digo, Juan Manuel. ¿El desamor? ¿Quieres que te hable del desamor? Anota esto en tu memoria: Preguntas íntimas e internas. Profundas sensaciones de miedo controlado por la razón de los sentimientos. Tu búsqueda de paz en alma inquieta es síntoma claro de deseo de vivencia. Cuando el desamor se quiere transformar en esperanza hasta puede resultar muy bonito. ¿Tienes tiempo para leer algo interesante que se ha publicado hoy en "El Diario de Madrid"?
 
- ¿Quién lo ha escrito?
 
- Lo firma un tal Pepe Julián y es un completo reportaje.
 
- ¡Ostras, Pedrín! ¿Lo ha escrito un tal Pepe Julián?
 
- ¿Te interesa o no te interesa?
 
- Me interesa muchísimo.
 
- Pues coge "El Diario de Madrid", busca un reportaje titulado "Manifestarnos...", siéntate ante una de las mesas que están vacías y lee sin prisas pero sin pausas. No te preocupes por el coñac porque te lo pago yo. 
 
- De acuerdo, Josechu. 
 
Juan Manuel Fernández Fernández se llevó la copa de "Centenario" y, ya sentado ante la mesa, buscó el reportaje escrito por Pepe Julián y lo comenzó a leer entre dientes. 
 
- Manifestarnos a nosotros mismos nuestra propia verdad nunca nos hace daño porque todo ser humano debe conocer lo que hay dentro de él. Mal camino siguen aquellos que no saben cómo son ni lo que son ni para qué son así y no de otra forma. Sin embargo, quien conoce su verdad sabe de la entereza de su alma abierta y es capaz de entender el porqué de sus movimientos y la resonancia de sus voces... quienes conocen su verdad, la vida y la muerte... se juntan en un punto concéntrico que es lo que podríamos llamar algo así como conciencia exacta de las cosas de su corazón y las causas que las producen.
 
Hablamos mucho de amores y desamores, de encuentros y desencuentros, de búsquedas y hallazgos o pérdidas en medio de los caminos de la vida. Hablamos de las metamorfosis diarias en que nos introducen los anhelos palpitantes de nuestros espíritus literarios traducidos a través de textos sentidos. ¿Y quién nos puede decir a nosotros que no estamos descubriendo, dia tras día, las partes esenciales de nuestra existencia?
 

Yo más bien diría que, atareados por el esfuerzo creativo de nuestras palabras, entretejemos una tela radial de signos vitales. Y son los signos vitales los únicos exponentes que sirven para medir y codificar las verdades inherentes a nuestros espíritus humanos... esos espíritus que vemos, permeables y translúcidos, en el espejo pluridimensional de nuestras conductas.
O somos tal como nos manifestamos al escribir o estamos traicionando a nuestra propia esencia personal. Y no hay peor cosa para vivir como pleno ser humano que construir una pesada carga de autoengaños vivenciales. La verdad de toda nuestra presencia en la vida es la única que, realmente, nos significa como verdaderos en cada momento y la única que quedará de nosotros cuando nos hayamos ido... así que manifiestate en tu verdad y sé luz de tu esencia en lugar de figura fantasmal de tu sombra.
 
Nosotros debemos saber cómo combatir a la muerte con el simple ejercicio de vivir la Verdad de la Luz. Hablemos por ejemplo de eso tan conocido como el desamor. Solo los que saben mantenerse en pie saben que más allá, mucho más allá de cualquier clase de desamor, se encuentra esa Verdad de la Luz que nos convierte en eternos e inmortales. Palabras, estas dos, que tanto asustan a los que no saben permanecer con el rumbo adecuado para alcanzar un Sueño con S mayúscula de Sensación. Mueren porque no saben sentirse a sí mismos. ¿Y cómo podemos sentir a los demás si un desamor nos hace caer en la falta de sentimiento?. Muchos son los que ignoran que el desamor sólo es una cuestión tan insignificante en nuestro periplo vital que fácilmente se supera. Qué quizás nos produce dolor. Puede que sí que nos produzca dolor momentáneo. Pero yerran totalmente los que no saben levantarse creyendo que la bebida y la droga les va a dar el olvido. ¿Para qué tenemos que olvidar el desamor si lo superamos manteniéndonos en ese rumbo hacia la Verdad de la Luz? Sobre la alcoholemia y las drogas pienso en la siguiente frase: "Los que beben alcohol y consumen drogas lo hacen como una licencia para convertirse en idiotas". No lo he dicho yo. Lo dijo un tal Frank Vincent Zappa. Sepamos bien quien fue ese tal Zappa para poder saber por qué lo dijo.
 
Frank Vincent Zappa (21 de diciembre de 1940 - 4 de diciembre de 1993) fue un compositor, guitarrista, productor discográfico y director de cine estadounidense. Con una carrera de más de treinta años, Zappa compuso rock, jazz, electrónica, música clásica y música concreta, entre otros. También trabajó como director de cine y de videoclips, y diseñó portadas de álbumes. Además, se encargó de la producción de los más de ochenta álbumes que grabó con The Mothers of Invention y en solitario. En su adolescencia adquirió gusto por compositores de avant-garde basada en la percusión como Edgard Varèse, y la música rhythm and blues de los años 50. Comenzó a escribir música clásica en la escuela secundaria, mientras tocaba la batería en algunas bandas de rhythm and blues, instrumento que después cambió por la guitarra eléctrica. Era un compositor y músico autodidacta, y por su diversidad de gustos musicales llegó a crear música a veces imposible de clasificar. Su álbum debut de 1966 con la banda The Mothers of Invention, Freak Out!, combinaba canciones de rock convencionales con improvisaciones imposibles y sonidos generados en el estudio de grabación. Sus álbumes posteriores eran una mezcla de música experimental y ecléctica, independientemente de que fueran de rock, jazz o música clásica. Escribía las letras de todos sus temas, frecuentemente humorísticas. Fue crítico con lo políticamente correcto, con la religión y un gran defensor de la libertad de expresión y la abolición de la censura. Zappa fue un artista muy prolífico y recibió grandes críticas positivas. Muchos de sus álbumes son considerados esenciales en la historia del rock, y es reconocido como uno de los guitarristas y compositores más originales de su tiempo, siendo hoy en día una referencia para un gran número de artistas. Tuvo algo de éxito comercial, sobre todo en Europa, por lo que pudo ser un artista independiente la gran mayoría del tiempo que duró su carrera. Fue incluido de forma póstuma en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1995 y recibió un premio Grammy a toda una carrera en 1997. Zappa estuvo casado con Kathryn "Kay" Sherman desde 1960 a 1964, repitiendo nupcias en 1967 con Gail Zappa, con quien permaneció hasta su muerte por cáncer de próstata en 1993. Tuvieron cuatro hijos.
 
Podemos comprender fácilmente que no fue un ser tan feliz como aparentaba. Y por eso, por ser sólo ídolo de pantalla, tras la pantalla de su vida estaba el alcohol y la droga. Sólo quienes conocen esos mundos pueden decir una frase así. Y es que analizando dicha frase, un ser humano verdadero de los que nos dirigimos hacia la Verdad de la Luz podemos fácilmente deducir que sí, que es verdad (y no es frase mía sino de él) que quienes creen que consumiendo alcohol y drogas pueden olvidar un desamor es un ser que termina convertido en idiota. Perdón si soy duro al exponerlo tan crudamente; pero los he visto con mis propios ojos: fantasmas que se arrastran por la vida y no saben decir No cuando es necesario decir No. Manifestarnos a veces con un No ante la caprichosa actuación de quien nos quiere dañar el espíritu es totalmente válido y valioso. Lo dice muchas veces, en cierto modo, Jesucristo cuando nos señala continuamente que debemos decir Si a la Vida y a la Luz.
 
Vosotros y vosotras, amigos y amigas lectores, ¿podéis creer de verdad que un ser humano tendido boca abajo, por culpa del alcohol y la droga, puede contemplar esa Esperanza llamada Eternidad e Inmortalidad que brilla en la luz de cada amanecer? ¿Sabéis la inmensa felicidad que produce un Amanecer Deportivo con un Catalejo Mundial que nos haga visualizar todos los aspectos positivos de la vida? No. Debéis saber decir muchas veces que No. Que esos seres humanos que viven tumbados boca abajo son incapaces de superar el miedo a lo desconocido. ¿Y qué es lo desconocido cuando se vive como Dios manda? Lo desconocido cuando se vive como Dios manda es precisamente la Vida. Sí. No habéis leído mal. He dicho la Vida con V mayúscula de Victoria. Porque esta vivencia en el Mundo mayúsculo de todos los seres humanos o es una V mayúscula de Victoria o es una D mayúscula de Derrota. 
 
En mis años de líder deportivo jamás me importa ganar, empatar o perder algún que otro encuentro... porque lo único que intento siempre es imprimir en mis seguidores es la Victoria. La Victoria nada tiene que ver con ganar, empatar o perder, sino con superar el ganar, el empatar o el perder... ya que más allá de estos tres resultados circunstanciales (pues sólo circunstancias son) lo que importa es saber seguir en pie después de cada uno de esos tres resultados. Ese es el Camino para superar cualquier desamor o cualquier circunstancia adversa. Desde luego cayendo en la alcoholemia y la drogadicción lo único que hace un ser humano es hundirse en la muerte nada más. No. Debemos saber decir No a esa manera de morir para no morir jamás. Es un deber y una obligación de un líder natural deciros estas verdades. Que Dios os lo haga comprender cuando sepáis mirar al Cielo. Eso es lo único que les digo siempre a cualquier ser humano que habla conmigo de las cosas transcendentales de la Vida.
 
- ¿Qué te parece?
 
Juan Manuel levantó la vista encontrándose con José Luis Cañete Dobaldo.
 
- ¡Muy bueno, señor Cañete Doblado!
 
- Que te he dicho que no me llames así delante del público porque me entra trauma...
 
- Está bien, Josechu. Es un artículo genial y su autor es mi mejor amigo.
 
- ¿Y a pesar de todo eso te da por seguir bebiendo alcohol?
 
- Yo no quiero beber... pero... cómo poder olvidarla... Josechu... cómo poder olvidarla...
 
- Escucha estos sabios consejos, chaval, antes de que cometas una tontería de la cual tengas que arrepentirte toda tu vida. Olvidar es imposible. Pero superar al olvido sí es posible. Y es demasiado fácil lograrlo. Es bueno saber olvidar pero no no caigamos en el olvido de nosotros mismos. Olvidarnos de nosotros mismos supone no ser nada importante para nosotros mismos y eso sí que es una fatalidad existencial. El olvido total es imposible pero el olvido del dolor es alcanzable. Está super demostrado que el olvido total es imposible. Nunca se olvida totalmente nada ni aun en casos de alzheimer o locura senil o cualquier otra disfunción cerebral. También es cierto que olvidar el dolor es alcanzable; pero unos lo logran alcanzar y otros no. Te afirmo que el olvido total es imposible, lo cual es verdadero, pero no te afirmo que es posible olvidar el dolor sino que es alcanzable ya que alcanzable es en este caso una de las posibilidades que existen. Es posible olvidar el dolor cuando encontramos la manera de haberlo superado. Mientras tanto sólo es alcanzable. Es como llegar a una meta posible. Se llega cuando se llega pero mientras que se está llegando aún no se ha llegado. Algunos llegan y otros no. En el caso del olvido total se sabe que nadie va a llegar. pero en el caso del olvido del dolor se sabe que algunos (muchos o pocos es otro tema), lo consiguen porque sí es meta alcanzable.
 
- Pues yo estoy muriendo por culpa de un mal amor, Josechu, y no puedo superar ese dolor que me está matando...
 
- A veces hasta los males de amores nos dan vida. De amor se vive, se padece, se sufre, se ríe y se llora... de amor y desamor, como tú dices, está la vida llena. De amor y de desamor seguimos latiendo.
 
- ¿Para qué, Josechu? ¿Para qué seguir siendo un latido en esta vida cuando te han engañado tan miserablemente como a mí?
 
- ¿De verdad te han engañado a ti?
 
- De verdad que me han engañado a mí y seguirán engañándome mil veces más.
 
- Eso depende de tus preguntas íntimas e internas. Eso depende de las profundas sensaciones de miedo controlado por la razón de los sentimientos. Tu búsqueda de paz en el alma es síntoma claro de deseo de vivencia, Cuando el desamor se quiere transformar en esperanza es hasta muy bonito haberlo vivido, sentido y experimentado.
 
- Una de Chivas, por favor, te lo ruego...
 
- Está bien. Pero esta vez la tienes que pagar.
 
Juan Manuel Fernández Fernández sacó su billete de cien euros. José Luis Cañete Doblado cumplió con el pedido pero, junto con la botella de güisqui y el vuelto de los cien euros, trajo un artículo de prensa.
 
- Aquí está lo que me has pedido y tú sabrás bien lo que haces porque yo ya te he aconsejado hasta el límite de mis posibilidades. Toma la botella, el dinero que te pertenece después de haberla pagado y, por si te siguen interesando los textos de ese tal Pepe Julián del cual dices que es tu mejor amigo yo tengo que decirte que siempre recorto los artículos que, de vez en cuando y sin previo aviso para los lectores, se publican en "El Diario de Madrid". Esta vez se titula "Los colores del amor". Lee a ver si te sirve de algo.
 
Juan Manuel terminó de beber lo que le quedaba de coñac y limpiándose la boca con la manga de su cazadora de cuero de color negra, desplegó el papel que le estaba mostrando su ya conocido Josechu y leyó de nuevo entre dientes.
 
- Puede ser rojo, azul, negro... puede ser de todos los colores imaginables como dice muy bien la pintora murciana Paula Real en una entrevista publicada en el diario La Verdad. Y es cierto. Buscamos siempre información sobre los colores con qué pintar el amor y vemos poesía claroscura en todos sus sentires. A veces elegimos el color apropiado a cada estado de ánimo y como estos son tan plurales en los seres humanos, la gama de colores con los que podemos pintar el amor y el desamor es infinita.  ¿Amores optimistas o trágicos? De todo hay en esta vida. A pesar de todo lo escrito sobre el tema, el amor es un cuadro siempre pintado con una multiplicidad infinitamente variable de colores, como así lo demuestran las diferencias que existen entre unos seres humanos y otros y los estados de ánimo en que se encuentren a la hora de pintarlo.
 
Esta sugerente multiplicidad de sentimientos diversos es tan variable de unos a otros humanos que el amor siempre está trabajando como homenaje continuo al palpitar de cada una de las expectativas humanas tan diferentes unas de otras. Amores hay muchos y desamores también. Y son diferentes los unos de los otros y los colores con los que los pintamos. Unos se inician a la par que otros se acaban en todas partes del planeta y cada uno de ellos tiene un color propio que lo hace diferente a los demás. El amor siempre está ahí, incluso en los momentos más dramáticos de nuestras eixstencias y puede ser él quien nos dé la vida o nos dé la muerte prematura. Por eso si un pintor o una pintora tuviese que hacer un cuadro absoluto del amor no podría llevarlo a cabo y tendría que dejar la tela en blanco para que cada uno de los que la vieran dejara en ella una pincelada del color con que ve y expresa al amor, con su alegría o su dolor, y tendríamos una obra maestra concebida con millones de colores superpuestos que formasen, en su conjunto global, un expresivo sueño. Todo menos un vacío.
 
- ¡Genial! ¡Sigo diciendo y diré siempre que mi gran amigo Pepe Julián es genial no sólo escribiendo sino como persona!
 
- ¿Tú conoces en persona a este tal Pepe Julián?
 
- ¿No le estoy diciendo que es mi mejor amigo?
 
- Pues no lo comprendo...
 
- ¿Qué es lo que usted no comprende?
 
- Que seas tan distinto a él y que tu forma de comportarte ante la vida sea tan radicalmente opuesta a la de él.
 
- ¿Y usted que sabe, viejo camarero, sobre esas diferencias?
 
- Soy viejo. No lo niego, Por eso sé mucho más de lo que sabe el Diablo. Pero tú... ¿qué sabes tú en esto de vencer a las tenebrosas oscuridades de todo lo que es maligno?... 
 
- Yo sólo sé que estoy perdido y usted no me ofrece ninguna otra alternativa nada que darle a la botella de güisqui para poder olvidar...
 
- ¡Oye, oye, caballerete! ¡Yo no te  he obligado a que la compraras! ¡Como se te ocurra ir diciendo por ahí que yo te obligo a emborracharte con toda clase de alcoholes te parto la cara en mil pedazos!
 
- Perdón, Josechu... pero no sé qué hacer...
 
- Todavía retengo en mi memoria un poema de ese tal Pepe Julián. Por si te sirve de algo sé que se titula "Si tú supieras o supieses" . Tengo muy buena retentiva mental en cuanto a poemas se refiere y dice más o menos así: Si tú supieras o supieses que hasta los remotos límites del verso se han llenado de palabras mi universo entre el limo del viento junto a las mieses y si vieses el poema entero bajo el sol sabrías que en mis versos ya murieron aquellos seres que de mí dijeron que sólo era un sueño del alcohol. Mentira tras mentira desmontando yo he ido en mi mente cabalgando por las tierras quijotescas de las horas y en las olas de los mares con esporas he visto algunas veces las auroras alimentando verdades que rompieron lo hablado en contra de lo por mí siempre soñado como un lucero de cantoras
luciérnagas nocturnas que han brillado en las noches de sueño fermentado en bares, cantinas y mujeres bailadoras. Si vieras la cantidad de minutos que he esperado a que callasen para siempre los que hablaban quizás sabrías que sólo deseaban tenerte entre sus brazos a su lado. Mas las uvas maduras son sólo el vino que a veces bebí en este destino de ser andante que marchaba por todo aquel largo camino donde siempre a ti yo te encontraba vestida de blanco de domingo mientras alguna daba un respingo en medio de la vida en que me hallaba. Aquellos días de hierro y de condenas nunca jamás las viví como las penas de los náufragos que nunca se embarcaron y acabaron por perderse en la niebla de las arenas del mismo desierto que ellos fabricaron. En la playa de la arena fina y en un patio de residencia maligna fuiste campañía de camino y yo siempre con mi destino subiendo la cuesta hasta la encina
donde clavé atravesado con una espina mi poema de rosa y de tomillo y aquí donde ahora pillo las horas perdidas de cantina canto al humilde pajarillo que esta mañana en mi corazón ya trina. Así vine sin traje de gala esplendorosa solamente en la mano una rosa y en la otra la balanza justiciera. Afuera queda sentado en la otra acera un borracho que se convierte en cosa. Yo miro el horizonte de esa esposa de tu belleza verdadera y si supieras o supieses lo que era sabrías que nunca me venció la golosa ambición de quienes trataban de envolverme como una forma falsa para nunca verme al frente de mis versos y mi prosa. Hoy estoy ya fuera del tiempo donde algunos acuden hacia el templo para seguir mintiendo cuando hablan.
Sólo hablan farsas endosadas mientras tiemblo en el frío de la noche que ellos marcan pero sostengo el calor de lo que pienso. Y mientras sigo continuando con el verso de la verdad que ellos me ocultaron se me pierde la memoria de lo que hablaron para ser sólo para ti un beso.
 
- ¿Eso también es de Pepe Julián?
 
- Si. Y ahora te dejo porque llegan nuevos clientes y tengo que ayudar a los demás para atenderles como Dios manda. Y si tú fiueses como Dios manda harías caso a los consejos de ese tal Pepe Julián que tú dices que es tu mejor amigo pero deja que dude que tú le correspondas de la misma manera.
 
- Es que... yo...
 
- ¡Es que tú no eres capaz de levantarte de nuevo y necesistas a alguien que sí sabe hacerlo para ayudarte a ponerte en pie! ¡Y ahora sal de este local si quieres volver a emborracharte una vez más porque no quiero que te caigas al suelo delante de todos mis clientes! Sal a la calle y sé valiente estrellando la botella entera contra la primera farola que encuentres o bebe alcohol creyendo que lo eres.
 
- ¡Yo soy valiente!
 
- Pues haz lo que quiera hacer para demostrarte a ti mismo que lo eres porque bebiendo no se consigue jamás serlo. Quienes dicen y cantan lo contrario ni lo son ni lo serán jamás mientras sigan diciendo y cantando tantas mentiras juntas. Ya lo sabes, ¡Ahueca el ala y no vuelvas por aquí cuando quieras alcohol para olvidar! ¿Has entendido el mensaje?
 
Juan Manuel Fernández Fernández no dijo nada sino que cogió la botella de Chivas, el vuelto de los cien euros y enfiló hacia "La Casa Encendida", un  Centro Social y Cutural de Vanguardia situado junto a la boca de entrada y salida del Metro de Embajadores.
 
- ¡Caramba! Siempre que paso por aquí me entran ganas de saber qué sucede ahí dentro. Voy a entrar a ver qué es lo que pasa. Quizás hasta sea bueno conocer mucho más de lo que conocemos de nosotros mismos.
 
Juan Manuel Fernández Fernández entró y muy pronto encontró el Salón de Actos donde un grupo de jovénes chicos y chicas estaban ensayando una obra teatral. Se sentó, con la botella de güisqui en las manos, junto a una señora o señorita que tenía treinta y cinco años de edad.
 
- Señorita... ¿puedo saber qué es esto?...
 
- ¡Chist! Guarda silencio por favor y escucha si te interesa saberlo.
 
El ensayo seguía su curso...
 
- Peor que eso, Laura. Ahora ya no soy ni tan siquiera Johny. Ahora sí que soy Juan sin Tierra... y sin Aire... y sin Mar...
 
Regresa el camarero con el pedido de Juan y, después de dejar la botella, un vaso y el cenicero, entrega la cajetilla de tabaco al joven y se marcha hacia la barra del bar situándose detrás de ella, junto al pianista que, en esos momentos está tomando café. Juan bebe un trago directamente de la botella y enciende un cigarrillo para fumar. Habla Laura después de dar el último sorbo a su café
 
- ¿Sucede algo?.
 
- Eso es lo malo... que nunca sucede nada...
 
- Sigues equivocado, Juan.
 
- ¡¡Ya está bien!! ¡¡Soy Juan sin Tierra... y sin Aire... y sin Mar...!!  ¿Qué más no soy?
 
Uno de los jóvenes del grupo de lectores chista para que no eleve tanto la voz porque le distrae de la lectura. Grave silencio antes de que vuelva a hablar Juan
 
- ¡No te esfuerces más por mí, Laura! ¡Soy un caso perdido! ¡Es mejor dejar las cosas como están!
 
Laura se levanta cogiendo la rosa roja y el libro.
 
- Veo que es verdad. Tú y yo no hemos nacido para decirnos nada. Adiós, Juan... ¿o prefieres que te llame Johny?. Quizás algún día recordemos que fuimos dos jóvenes humanos sin tenernos nada que decir...
 
La señorita o señora que estaba sentada al lado de Juan Manuel doy unas palmadas de aplauso.
 
- ¡¡Muy bien todos!! ¡¡Esto marcha muy bien!! ¡¡Ahora vamos a tomar unos diez minutos de descanso para continuar después con los ensayos!!
 
- ¿Qué es todo esto?
 
- Se trata de "La Carreta" de un autor llamado José Orero de Julián.
 
- ¿Yo no conozco de nada a ese autor?
 
- Porque en España todavía está inédito y no se le conoce salvo en algunos pequeños círculos de jóvenes estudiantes teatreros que sabemos que allá, en tierras de América, sí le llegaron a conocer bastantes personas con otra obra suya llamada "El Juicio de José" y que estamos también preparando para representarla cara al público después de "La Carreta" porque sabemos que pueden llegar a ser dos grandes éxitos a niveles mundiales.
 
- ¿Tan bueno es ese autor?
 
- Mejor de lo que creen los que de las dan de saber tanto de de teatro brectiano, sartriano, kafkiano, joyciano y mcuhos anos más;  pero que si les quitas las cuatro o cinco chorradas que representan al año no tienen ni papa idea de lo que es escribir bien obras de teatro de este calibre y estos temas.
 
- ¿Quién eres tú?
 
- Me llamo Gabriela pero todos mis amigos y amigas me dice solamente Gabi y soy la Directora del Grupo "Más o Menos" que lo formamos solamente jóvenes estudiantes universitarios cristianos y cristianas. Nosotros sí sabemos quién es y como escribe José Orero de Julián y le admiramos de verdad cuando le comparamos con gentuza como ese tal Alfred Jarry, el autor de "Ubú" y "Ubú rey" que además de ser solamente basura y mierda y más basura y más mieda es que, en realidad, no sabe escribir. Y como pasa con Jarry pasa con muchísimo otros más. Mucha fama gracias al marketing pero ni puñetera idea de lo que es una obra de teatro que llegue de verdad a la sensibilidad humana como sabe hacer este autor del que te estoy hablando.
 
- ¿Para cuando vais a representar "La Carreta"?
 
- Tenemos previsto representar las dos. "La Carreta" para la primavera y "El Juicio de José" para el verano. Veo que te gusta el Arte. ¿Tú estarías dispuesto a formar parte de "Más o Menos". Nos gustan los retos difíciles y me da la sensación de que a ti también.
 
- Esto... yo... sí claro... pero lo que deseo no ese un gran actor sino ser uno de los mejores pintores de la historia de la humanidad.
 
Gabriela se le quedó mirando a los ojos antes de seguir preguntando.
 
- ¿Puedo saber por qué quieres ser pintor y no actor de teatro?
 
- Porque siempre, desde mi más tierna infancia. he querido batir y derrotar a Vicente Adrados Escalante.
 
-¿Algún compañero de colegio durante tu infancia?
 
- Eso es. Un compañero de colegio que siempre sacaba matrículas de honor sin ninguna clase de esfuerzos mientras a mi me costaba un millón de esfuerzos poder sacar un simple aprobadillo que otro y seguir adelante con los estudios hasta que me di cuenta de que no valía para nada relacionado con lo intelectual y ahora estoy hincando todos los días los codos para poder ser cartero.
 
- Bueno, Juan Manuel. Ser cartero no es nada malo y, además, siendo cartero también te dará tiempo para intentar ser actor de teatro.
 
- Sí pero no. Mi tiempo libre lo voy a dedicar a los Estudios de Pintura en un Taller de Génova porque con eso ganaré muchísimo más dinero que siendo un actor de teatro que siempre está pasando dificultades para llegar a final de mes. Un pintor de fama mundial siempre vive "a cuerpo de rey" mientras que vosotros, y perdona que me refiera a vosotros los cristianos y las cristianas, siempre sois unos "muertos de hambre" por mucha fama que tengáis.
 
- ¿Y tú cree que un pintor famoso y millonario es más feliz que cualquiera de nosotros los del Grupo "Más o Menos".
 
- ¡Más o menos sí! ¡Así es este mundo del Arte!
 
- ¿Estás completamente seguro de que Picasso fue mucho más feliz que cualquiera de nosotros y nosotras? 
 
- Por supuesto que sí.
 
- Pues tequivocas del todo; porque Picasso y muchísimos pìntores famosos como puede ser el caso de Van Gogh no solo no fueron más felices que ninguno de nosotros y nosotras los cristianos sino que, si lees bien sus biografías y memorias, incluso no llegaron a ser felices nunca jamás. En el teatro a veces cenamos y a veces nos quedamos sin cenar pero no falta nunca la felicidad. ¿Sabes tú qué es ser bohemio?
 
- Lo sé. Consiste en ser borracho, drogadicto, vicioso del sexo y hasta maricón si llega el caso.
 
- Escucha ignorante. Nosotros y nosotras somos bohemios y no hacemos nada de lo que tú dices o crees que es la bohemia de los verdaderos artistas. Ni somos alcohólicos, si somos drogatas, ni somos libertinos sexuales, ni somos maricas ni lesbianas, ni somos machistas o feministas. Ni reaccionarios, ni fascistas, ni sociatas, ni comunistas, ni ácratas ni tan siquiera somos pasotas proque no pasamos de ningún asunto transcendente. Nada de eso somos los verdaderos bohemios cristianos y cristianas que admiramos a autores tan bohemios como José Orero de Julián. ¿Te unes a nosotros o no te unes a nosotros?
 
- Primero explícame qué es la bohemia para vosotros y vosotras.
 
- ¡Atrévete a aprender de memoria este pequeño poema de nuestro autor favorito!
 
- Espera. ¿Te refieres a José Orero de Julián?
 
- Exacto, Son los versos de su "Luces de bohemia". Pero escucha y luego me das tu opinión cuando sepas en verdad qué es ser bohemio. Estalla la bombilla de la luna en pálidos reflejos de fulgor. Suena el acordeón tanguista. En el callejón riela la plata de la lluvia y los versos que desgrana el poeta se llenan de café y tabaco. Bajo la sombra del teatro los arlequines dialogan con las damas y hay un farol encendido que habla... Más acá, en el centro de un coloquio de artistas, toca sinfonías un pianista.  Se asoma a la esquina del quejido la pública mujer de las cerillas  y un cadencioso rumor de nostálgicas pulsaciones late en un corazón de enamorados. Duerme una paloma blanca entre las ramas del árbol, suena el silbido del aire entre las solapas del sentimiento y con los dedos se juega a ser prestidigitadores del sueño.
 
- ¡¡Ostias!!
 
- ¿Quieres un poco más de bohemia cristiana?
 
- Si puede ser... 
 
- Ahora te recito su "Bohemia de noche azul".
 
- Espero no quedar tan acojonado.
 
- Aquella bohemia... donde mis manos brillaban bajo la luz de las farolas ¡Se durmieron las palomas! Y el sabor del barrio viejo de la magia enardecida, poco a poco diluía el vaso de vino añejo. ¡Bohemia de luz lejana y de estrellas de bambú! Bohemia entre los versos de corteza de abedul bajo el sabor de los besos... ¡Bohemia de noche azul! Jardines de paz y plata adornadas de caricia. Poemas de la avaricia de sentirse dueño eterno del perenne surtidor que elevaba hasta la luna su continuo resplandor... ¡Y una flor!  Bohemia de los jardines. Bohemia del ciego amor. ¡En la buhardilla humilde dormiste junto a mi voz! Y al despertar... en un segundo... cambiaste todo mi mundo al cantar tu ruiseñor.
 
- ¡¡Ostias!!
 
- ¿Quieres una tercera muestra de bohemia cristiana o ya tienes más que suficiente, futuro Buonarrotti Segundo? 
 
- No creo que lo pueda soportar...
 
Pero ella no hizo caso y continuó ahora con prosa lírica...
 
- Recurro a tus noches, vorémica bohemia, para dejar la lucha diaria de las sincronias y orquestarme de polisémicas connotaciones, envuelto en palabras de burbujas espontáneas; como una especie de sucesión innata de emociones surgidas al vaivén de las estrellas, con una natural convocación al poema de las luces... mientras la conciencia juega con sus honestas emociones. Recurro a tus noches, vorémica bohemia, para impregnarme de corazones abiertos a todos los vientos momentáneos y me aprieto al calor de tu presencia para sentirme más acompañado de siderales y asterísticas expresiones. No dudo de tu capacidad para traerme sueños inauditos y, en medio de ellos, coronado de alba, me quedo dormido en tu almohada de armiños.
 
- Yo... esto... supongo que estaba equivocado...
 
- No, chaval, nunca digas que estabas equivocado sino equívocate tú mismo para que sepas de verdad lo que es eso. Ya veo que llevas una de Chivas completamente llena. Equivócate chaval, equívocate con tus botellas de güisquis para que puedas medir la distancia que hay entre un autor como este al que seguimos nosotros los bohemios y las bohemias del Teatro Cristiano y lo que tú crees que es ser todo un famoso de la Pintura. Cuando te hayas dado cuenta elige lo que prefieras. Pero ten cuidado, Juan Manuel, ten cuidado no vaya a ser que nunca jamás alcances a adelantar, ya que para tí el Arte es una estúpida carrera de artistas contra artistas, ni tan siquiera a Vicente Adrados Escalante; el que te trajo por la amargura en días de colegio infantil. Supongo que cuando te hayas equivocado suficientes veces sepas ya por fin elegir mejor de lo que has elegido.
 
- Me voy, Gabi, me voy.
 
- "La Casa Encendida" siempre está abierta para quienes quieren entrar o para quienes quieren salir; a nadie le obligamos para que deseen venir y a nadie detenemos porque que deseen salir. En verdad que somos tal como decimos que somos y no como los demás dicen que somos sin sabér cómo somos. ¿Te gusta este trabalenguas?
 
- Es mucho para mi cuerpo...
 
- Pues si algún día creces un poco más recuerda que nosotros, los cristianos y las cristianas, siempre estamos aquí.
 
Una vez más, y ya empezaban a ser demasiadas veces, a Juan Manuel le tuvieron que recoger del suelo sus colegas del barrio de Lavapiés y llevarlo hasta su casas para que no se enterara su padre de lo que le estaba sucediendo. Pero esta vez ya Joaquina Sabina no estaba dispuesta a guardar silencio y ocultarle como si se tratara de un pichón todavía incapaz de volar; así que habló con él antes de enviarle a la cama.
 
- Juan Manuel... ¿dónde está la cartilla de ahorros del Santander?...
 
- Yo... pues,., supongo que donde siempre... 
 
- Eso quiere decir que tú sabes dónde está siempre.
 
- Esto... pues sí... supongo que sí...
 
- ¿Me puedes explicar por qué ahora no está donde siempre? 
 
- Pues... yo... quizás la haya cogido papá...
 
- ¡Tú sabes muy bien que tu padre jamás mira el saldo de nuestra cuenta de ahorros porque confía ciegamente en mi así que dime donde está o se entera tu padre y veremos si entonces aparece o no aparece!
 
- No... por favor... que papá no se entere...
 
- ¿Dónde está?
 
Juan Manuel Fernández Fernández sacó la libreta de ahorros del bolsillo interior de su cazadora de cuero de color negra y se la entregó a Joaquina Sabina Fernández que rápìdamente vio lo que ha sucedido.
 
- ¡Desgraciado! ¿Cómo es que has sacado esta misma mañana veinte mil euros sin que nadie te diera permiso?
 
- No te preocupes... mamá... la próxima semana tendrás en la cuenta de ahorros muchísimo más de veinticinco mil euros...
 
- ¿Puedo saber cuánto?
 
- Esto... creo.., que unos dos millones... de euros por supuesto...
 
- ¿Pero te has vuelto imbécil de repente? ¿Dónde están los veinte mil?
 
- Se los he entregado... a,.. a... a mi manager...
 
- ¡Tu manager de qué, idiota!
 
- El que va a hacer que Luigi Alberto Mantanioni me pague, completamente gratis para mí,. toda mi carrera de pintor en la ciudad italiana de Génova donde voya ser el discípulo más preferido, más aventajado y más querido del Taller de Rico Agustino.
 
-¿Te has vuelto gilipollas del todo? ¿Qué lío es todo esto? ¡Dime cómo se llama ese que se hace pasar por tu manager y dime dónde se le puede encontrar para ir a hablar con él!
 
- No... no... no me hundas mi carrera... de pintor... antes de que se inicie...
 
- ¡Escucha, imbécil! ¡Te han tomado el pelo como si fueras un verdadero paleto! ¡Eres un completo palurdo e ignorante!
 
- Bien... tiene su despacho... en... en el Berlín Cabaret...
 
- ¿Pero no te das cuenta de que te han estafado con el truco del tocomocho a lo grande?
 
- Pues... no... no me han estafado...
 
- ¿Y qué ha pasado con el reloj de oro puro y la cadena del reloj de oro puro de tu bisabuelo? ¿También lo ha cogido tu padre?
 
- Esto... no se lo digas... por favor...
 
- ¿Dónde está ese reloj?
 
-  Se lo he regalado... a... a... a mi novia...
 
- ¿Quién es ahora tu novia? Como cada día tienes una diferente dime cuál de ellas es la que tiene el reloj.
 
- Sira...
 
- ¿Sira? ¡Entre tus amigas no existe ninguna Sira!
 
- Es que... es que... es que estoy hablando de Sira Montesa...
 
- ¡Anormal! ¡Más que anormal! ¿Tú eres el novio de esa famosa cabaretera que podría ser perfectamente tu bisabuela con perdón de tu abuela que en paz descanse?
 
- Me... me...
 
- ¡Habla meme, digo memo! 
 
- ¡Me ama de verdad!
 
- ¿Pero cómo puedes ser tan gilipollas estando a tu alcance nada más y nada menos que esa chiquilla llamada Carmencita?
 
- Te... te refieres a Carmen...
 
- Si. Me refiero a esa bombón de Carmen Olivares Vera que vino hace un par de meses a Madrid, desde su Málaga natal, para comenzar sus estudios universitarios. ¿Cómo es posible que exisitendo ese bombón que te quiere de verdad ahora vengas con la gilipollez de que te has enamorado de Sira Montesa que tiene más vida que mil mujeres fatales y más años que la Dama de Elche, que ha aprovechado tu ingenua ignorancia y te ha metido en la mollera que es tu enamorada cuando tú no eres más que un simple macarra de Lavapiés? ¿Qué ha pasado con Carmencita?
 
- Ay... mamá... mamá... no me hagas llorar más...
 
- ¡No sigas haciendo el imbécil delante de mi y dime que ha pasado con ella!
 
- ¿Que ha preferido a otro?
 
- ¿Y eres tan poco hombre que para querer olvidarla vienes todas las noches completamente bvorracho sabiendo que es ya la novia de otro porque tú eres más cortado que el chaleco de un guardia forestal? 
 
- Que no... que no se entere papá... por favor...
 
- Haré todo lo que pueda porque no se entere tu padre pero te juro que tú te pones a estudiar como un berraco hasta que apruebes, dentro de unos días, la oposición de Correos y todos los sueldos que vayas ganando, hasta completar los veinte mil euros que te ha estafado ese gangster y el reloj de oro que te ha birlado esa bruja fulana! ¡Cuando hayas cubierto todo ello con tus sueldos como cartero ya puedes ir haciendo las maletas y marcharte a vivir con esa tal Sira Montesa porque una vez repuesto lo que has gastado como un estúpido ya eres libre para ganarte la vida por ti mismo y si tienes que vivir debajo de un puente pues vives debajo de un puente pero antes de eso devuelves todo lo que hemos perdido por tu culpa! 
 
- Vale... vale, mamá... que no se entere... que no se entere papá... y te juro que todos mis sueldos serán solamente para ti sin descontar ni un sólo céntimo...
 
- Espera. Antes de irte a la cama y una vez arreglado el asunto monetario viene la cuestión de los amigos.
 
- Qué... qué pasa con mis amigos...
 
- Me refiero a todos tus colegas del barrio de Lavapiés. Hace ya más de tres meses que me están diciendo que ya no sales con ellos y que no saben con quién o quienes sales.
 
- Es que estudio mucho... mamá... y no tengo tiempo...
 
- ¿Entonces con quien andas cuando sales todos los fines de semana y vuelves borracho perdido?
 
- Con... con nuevos amigos... de los de verdad...
 
- ¿De dónde son esos amigos?
 
- De la UVA de Hortaleza.
 
- ¿De tan lejos de aquí?
 
- Son... son mejores amigos...
 
- Y supongo que formarán una pandilla de "mocosos unidos jamás serán vencidos". ¿Me equivoco?
 
- Esto... sí... digo no... lo que quiero explicarte es que no somos mocosos...
 
- ¿No sois mocosos pero formáis una pandilla?
 
- Si. Somos los amos... los amos... los amos de todo lo que era... la Carretera de Aragón...
 
- ¿Pero eres majadero del todo? ¿Cuántos años tienen todos ellos?
 
- Ya... ya son hombres... de más de veinte... alguno hasta llega a tener treinta...
 
- ¿Y qué hace un niñato de tan sólo diecisiete años de edad con un grupo de pandilleros en el que los más jóvenes tienen ya veinte y hasta treinta?
 
- Porque... porque... porque...
 
- ¿Puedes decírmelo ya o prefieres que nos encuentre tu padre en plena charla?
 
- ¡¡Porque yo soy el líder de todos ellos!!
 
Josquina Sabina no aguantó que su hijo le gritara elevando la voz y le dio un tortazo en la cara que se puso colorada del todo.
 
- ¿Cómo puede ser que un casi adolescente de diecisiete sea el líder de hombres que tienen hasta treinta años de edad?
 
- Pues... pues es así...
 
- ¿Y qué te han prometido a cambio?
 
- Me van a preparar... a preparar...
 
- ¿Otro oficio además del de pintor de fama mundial?
 
- Es por... es por si falla... lo de la Pintura...
 
- Ya. ¿Dime que nueva fama vas a conquistar?
 
- Han prometido hacder de mí... un verdadero campeón...
 
- ¿Un campeón de qué?
 
- Un campeón mundial de boxeo.
 
- ¡Dios mío, Dios mío y Dios mío... que se me ha vuelto majara del todo!
 
- Pues es... pues es verdad...
 
- ¿Y cuando consigas el cetro mundial de todos los boxeadores de la Tierra te piensas casar con Sira Montesa que ya lleva siete u ocho matrimonios seguidos?
 
- ¡Mamá! ¡Me ama de verdad!
 
- Pero mira que eres imbécil. No habemos de esa bruja o hechicera o lo que sea y dime cómo se llama tu pandilla y quién es el verdadero jefe de esa pandilla.
 
- Está bien. Tediré la verdad. Nos llamamos "Los Larios".
 
- ¿Os llamáis "Los Larios" proque todos sois unos borrachuzos?
 
- No ló sé. El nombre no lo puse yo.
 
- Por supuesto que no lo pusiste tú sino el Jefe,
 
- ¡¡Yo soy el líder mamá!!
 
Como Joaquina Sabina Fernández no permitía que ninguno de sus hijos o hijas le subiesen la voz cuando ella estaba hablando le dió otro guantazo pero ahora en la parte izquierda del rostro de Juan Manuel que volvió a ponerse colorado del todo.
 
- No me alces más veces la voz o te mato a guantazo limpìo, idiota. Dime el nombre del verdadero jefe de "Los Larios".
 
- Sí... sí... sí...
 
- No  me creo que se llame Sí Sí Sí, y perdona por el chiste pero es para no partirte la cara a ostias. Déjate de tanto sí y dime su nombre y apellidos.
 
- Ricardo Gallardo Domínguez.
 
- ¡Su número de móvil!
 
- Está apuntado en mi agenda.
 
- ¡Dame tu agenda rápido y antes de que llegue tu padre del trabajo!
 
Juan Manuel Fernández Fernández sacó su agenda y se la entregó a su madre.
 
- Yo... yo... yo quiero irme a la cama...
 
- Espera un momento. Voy a llamarle ahora mismo y quiero que tú escuches nuestra conversación.
 
Joaquina Sabina ya estaba dispuesta a todo con tal de sacar a su hijo del pésimo rollo en el que estaba metido. Y llamó a Ricardo Gallardo Domínguez,
 
- ¿Hola? 
 
- ¿Eres Ricardo Gallardo Domínguez?
 
- Por supuesto que sí. ¿Quién eres tú, muñeca, que no me conozco tu voz?
 
- Una fanática tuya y de tu pandilla de "Los Larios". ¿Dónde puedo encontrarte para hablar contigo de forma muy personal?
 
- ¡Jajajajaja! ¡Otra que cae en mis redes gracias a todos mis encantos!
 
- Ya sé que eres muy encantador pero quiero comprobarlo en persona.
 
- ¿Cómo eres fisicamente, pequeña?
 
- Imáginate a la Miss Cali, de Colombia, y habrás acertado.
 
Y no era mentira porque la madre de Juan Manuel Fernández Fernandéz era Miss Cali cuando conoció al padre de Juan Manuel Fernández Fernández.
 
- Pues será un placer sobarte un poco.
 
- Pues a lo mejor el que terminas sobado bastante vas a ser tú.
 
- ¡Jajajajaja!¡Me gustan los duelos amorosos antes de tener relaciones sexuales con mis pequeñas fanáticas! Me puedes encontrar todas las tardes en  los Billares de Bus Disco de Ciudad Lineal.
 
- ¿En qué calle, guapetón?
 
- ¿Tan pronto has quedado rendida ante mis encantos?
 
- Es que tienes una voz de terciopelo que enamora al instante, machote.
 
- Gracias, muñeca. También sé enamorar de otras muchas maneras.
 
- Estoy segura de que sí... de que lo habrás hecho con muchas mosquitas muertas que se las dan de conquistadoras cuando eres tú el que las castigas a todas.
 
- ¡Eres super inteligente! ¡Ya tenía yo ganas de tener entre mis brazos a una bombón de verdad inteligente!
 
- Pues si me dices la calle donde se encuentran las salas de los billares de Bus Dsico, si Dios quiere me verás en persona.
 
- ¿Es que crees en Dios?
 
- Solamente un poquito hasta que llegue a conocerte en persona y completamente asegurado que lo cambiaré por ti.
 
- ¡Ninguna de mis chicas me habían dicho cosa igual ni por asomo!
 
- Pues ya me verás asomar por allí.  ¡Te vas a caer!
 
- Ardo en deseos de caerme ante una belleza singular.
 
- ¡Lo que te estoy diciendo es que te vas a caer de verdad!
 
- ¡Jajajajaja! De verdad que eres ingeniosa.
 
- Es para que luego no vayas diciendo a "Los Larios" que nadie te había avisado.
 
- Está bien. Iré bien preparado con toda mi artillería. ¡Jajajajaja!
 
- ¿Todavía no te das cuenta?
 
- Cuenta de qué.
 
- ¿De que hay alguien que te hace sombra y me tiene ya casi conquistada del todo?
 
- ¡Dime quién ese cabrón!
 
- Para un momento el carro, machote, que ya le conocerás muy de cerca. Ahora quiero hacerte una última pregunta.
 
- Pregunta todo lo que quieras. Me corro de gusto oyendo tu voz.
 
Ella ya no quiso seguir con el jueguecito de ponerle nervioso...
 
- Quiero saber si hay un tal Juan Manuel Fernández Fernández en "Los Larios".
 
- Pues sí. Tenemos a un tal Juan Manuel Fernández Fernández entre nosotros.
 
- Me han dicho unas amigas mías que es guapísimo.
 
- ¡Jajajajaja! ¿Guapísimo ese tal Fernández Fernández que es más feo que un pato botijo?
 
- Pues yo tengo entendido que no sólo es el más guapo de todos "Los Larios" sino que, además, según me confirman todas mis amigas, es vuestro líder.
 
- ¡Jajajajaja! ¿Ese gilipollas de Fernández Fernandez líder de "Los Larios"? ¿Quién te ha contado esa pasada?
 
- ¿Es que es una pasada y no una realidad?
 
- Pero si tiene menos personalidad que Calimero.
 
- ¡Jajajajaja! ¿Te refieres al Calímero de la tele?
 
- Sí, claro. Le estamos haciendo creer que es un líder natural y que un día de estos se va a convertir en el sucesor de Luis Folledo.
 
- ¿Quién es Luis Folledo?
 
- Fue un boxeador que tuvo muchísima fama en toda España pero de manera muy especial en Madrid donde todos los aficionados de los años sesenta del pasado siglo XX lo adoraban como si fuera un ídolo.
 
- ¿Y eso estáis haciendo con Fernández Fernández?
 
- Sí, eso es lo que hacemos con quienes vemos que son tan pardillos que nos sirven para que si alguna vez nos pillan los policías en algún asunto serio sean ellos, en este caso Fernández Fernández, el que se coma "el marrón". ¿Sabes qué quiere decir eso, princesita encantadora?
 
- Si me lo dices a lo mejor se entera algún gran admirador tuyo.
 
- Pues es echarle la culpa al más pringao de todos, al más pardillo de todos y al más paleto de todos cuando la cosa se pone cruda y alguien tiene que pagar el pato. ¿Algo más. prciosidad? ¡Ardo en deseos de conocerte!
 
- No ardas tanto no te vayas a convertir en cenizas antes de poder hacerlo.
 
- ¿Crees que soy un fantasma?
 
- No importa que lo seas. Yo me pirro por los fantasmas pero eso ya lo comprobarás máñana por la tarde. ¿A qué hora, machote?
 
- ¿Te viene bien a las ocho de la tarde?
 
- Pues me viene bien. Porque es una hora que deja de ser tarde.
 
- ¿Cómo dices?
 
- Que si te das cuenta es una hora de la tarde en verano pero es de la noche en invierno aunque los fantasmas digan que es de la tarde siempre. ¡Jajajajaja!
 
Cuando Joaquina Sabina Fernández cortó la comunicación, Juan Manuel Fernández Fernández se encontraba llorando como un niño. Era la patética visión de un ser humano destruido.
 
- No llores ahora, por favor. Estoy pensando en cómo poder solucionar todos los problemas en que te has metido como un verdadero pardillo. ¿Puedes ayudarme a pensar en quién nos puede ayudar ahora?
 
- No sé... no conozco a nadie... y los colegas de Lavapiés...
 
- No. Con ellos no cuentes porque están verdaderamente enfadados contigo y no quieren saber nada de alguien que les ha despreciado de la manera con la que tú has hecho. Habiéndote  criado siempre con ellos ahora los has despreciado tanto que ya nunca será como antes. Pero espera... estoy pensando en alguien...
 
- No, mamá... no... nadie me va a ayudar con todo los problemas en que estoy metido...
 
- ¿Cómo se llama aquel chaval que invitaste a comer a nuestra casa hace aproximadamente un mes?
 
- ¿"El chico de la fila de atrás"?
 
- Sí. ¡Ya me acuerdo que todos los que le conocíais le llamábais "El chico de la fila de atrás!
 
- ¿Se puede saber por qué estás pensando ahora en él?
 
- Es verderamente guapo y, sobre todo muy atractivo y varonil.
 
- ¡¡Mamá!!
 
- ¡Calla, indecente! Como se te ocurra ni tan siquiera que yo soy como esa furcia de Sira Motesa no es tu padre quien te parte la cara sino yo quien te rompe la cabeza.
 
- Perdona... pero... ¿por qué estás pensando él?...
 
- ¿No es un profesional de las artes marciales?
 
- Pues sí. Lo es. Y además practica muchos deportes. Es el verdadero líder del Deportivo Olímpico Club de Fútbol y no le tiene miedo a nadie cuando está defendiendo la justicia si cree que es hacer justicia lo que le piden que haga. Cuando cree que no es justicia o es un abuso se niega a actuar. Defiende siempre a los más necesitados, a los más pobres, a los más solitarios, a los más humildes, a los más inocentes... pero sin insultar personalmente a nadie que no se lo merezca porque respeta a todos los seres humanos sean cuales sean las clases sociales a las que pertenecen. Es verdaderamente un justiciero cuando alguien necesita de verdad su ayuda o necesita salir en defensa de una causa de verdad necesaria para una sociedad y un mundo mejor para todo.
 
- ¿Cómo se llama en realidad?
 
- Pepe Julián. Sus mejores amigos sabemos que es "El chico de la fila de atrás" mas todos los demás sólo saben que se llama Pepe Julián.  Pero desde que estuvo comiendo en nuestra casa no he vuelto a verle.
 
- Pues dedícate hoy a buscarle por todo Madrid antes de que tu padre puedar enterarse de todo lo sucedido. Y le invitas a que mañana mismo venga otra vez a comer con nosotros.
 
- Mamá... esto... de verdad... no es para ofenderte...
 
- ¡Suéltalo ya!
 
- ¿Tú no estarás enamorada de "El chico de la fila de atrás"?
 
- No voy a contestar a esa pregunta sino a plantear la siguiente cuestión democrática: si tú dices que estás enamorado de Sira Montesa que puede pasar por ser tu abuela o tu bisabuela...  ¿yo no tengo derecho a decir que estoy enamorada de Pepe Julián aunque pueda ser solamente mi hijo?...  ¿qué te parece mi planteamiento democrático y vital a ti que tanto alardear de conocer el mundo de las mujeres y la psicología del mundo de la mujeres que hasta pontificas más que Agustín cuando se trata de hablar y conocer a las mujeres?
 
- ¿Agustín Roncero Cerón; "el filósofo de las mujeres" que nunca se come ni una rosca con ninguna que sea un poco interesante y se conforma solamente con ligar con todas las que los demás le dejan como residuos siderales?
 
- ¡Jajajajaja! ¿A qué Agustín te creías tú que yo me estaba refiriendo?
 
- Pues... no sé... ¿quizás a alguno criado en Torremolinos con toda clase de lujos?...
 
- ¡Anda ya, Juanito, anda ya con viento fresco y ruégale a Jesucristo, de rodillas si es necesario, para que Dios haga que puedas encomtrar a Pepe Julián y que "El chico de la fila de atrás" acepte venir a comer mañana a nuestra casa. El motivo de mi interés a ti no te tiene por qué impontarte ni poco ni mucho, o sea que si me enamoro de él me enamoro con  tu permiso o sin tu permiso. Tú dedícate a estudiar, sin salir para nada de casa, hasta que dentro de unos días te examines para cartero y no olvides que todos los sueldos que vayas ganando me los entregas íntegros a mí hasta que completes la deuda que tienes para con tu propia familia. 
 
- ¿Me darás algún que otro euro para mis gastos más perentorios?
 
- Cuando yo lo crea oportuno.
 
Y Juan Manuel Fernández Fenández, más cabreado que nunca en su vida por haberse enterado de lo tonto que había sido y lo gilipollas que todavía era, salió en busca de Pepe Julían, "el chico de la fila de atrás".
 
 
 
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Guión literario para Cine.

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