Recuerdo los gélidos fríos de enero, cuando el crudo invierno se nos enroscaba en las pantorrillas a manera de serpientes a punto de envenenarnos el alma. Recuerdo aquellos tórridos días de verano donde explotábamos a modo y manera de bombas incendiarias. Recuerdo las lluvias y los charcos y cómo las medias caían sobre unas botas que, de repente, pesaban más del doble de lo que teníamos estipulado; y la procesión de las orugas de los pinos. Recuerdo el canto agudo y alegre de los goles a favor y el desafinado chirriar de las mandíbulas cuando, impotentes, caía el gol en nuestra meta. Recuerdo que, después de cada partido de más de cuatro horas de duración, olvidábamos todo lo que pasaba por el mundo y, en la sidrería de Mingo, formábamos tertulias para, ya pasada la victoria, ya pasado el empate o ya pasada la derrota, darnos todos las debidas oportunidades para que cada uno de los 6 o 7 allí reunidos hablásemos de chavalas, de la última película de John Wayne o de cómo hacer para poder aprobar el examen de Teoría de la Comunicación. Éramos futbolistas. ¿Quién no recuerda que éramos futbolistas hablando de todos los temas del mundo excepto de los políticos y de lo que ganaban o dejaban de ganar los políticos? Y aquí estoy, ahora, intentando deciros que existen las chavalas, que existe la última película de John Wayne y que existen los exámenes de Teoría de la Comunicación. Quizás porque lo más importante de una tertulia es poder decir que podemos hablar de nuestros sueños aunque sean de manera tan infantil. Tira Ramón, tira Ramón, chuta más fuerte para ver si metes gol. Tira Ramón, tira Ramón, chuta más fuerte porque eres campeón.
 
En otro orden de cosas, Francisco Franco Bahamonde murió el 20 de noviembre de 1975. La Constitución Española actual nació en 1978 y fue aprobada por las Cortes el 31 de octubre de 1978, ratificada por referéndum de todos los españoles y españolas en edad de votar el 6 de diciembre de 1978; o sea, que tuvimos 3 años y 1 mes para pensar libremente (y sin imposición franquista porque ya estábamos liberados de la Dictadura), si queríamos Monarquía o República y el resultado fue que ganó por aplastante mayoría la Monarquía Constitucional; siendo elaborada la Constitución actual con voluntad de concordia, mediante el consenso general de todas las fuerzas políticas (y había un mogollón de ellas, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda pasando por todos los colores e ideologías), excepto el Partido Nacionalista Vasco (PNV) que no dijo que no sino que solamente se abstuvo. Así que Jacinto Benavente dijo lo que dijo la gente ("Intereses creados" de 1907) y llegó a ser Premio Nobel de Literatura en 1922.
 
Por último me falta por decir que un tal Ivo Pimentel fue un tenista venezolano que defendió a Venezuela en la Copa Davis por la década de los 60; que, en dicha época, hubo otro Ivo, llamado Ivo Crookenden, que fue un tenista neozelandés que defendió a Nueva Zelanda en la Copa Davis y, asimismo, hubo un tal Ivo Savic que fue tenista yugoslavo (antes de que Yugoslavia se destruyera en varios países diferentes) que defendió a Yugoslavia en la Copa Davis. Y hay todavía, hoy en día, un tenista llamado Ivo Karlovic, que es croata y defiende a Croacia en la Copa Davis aunque ya está muy cerca de dejar de jugar al tenis profesional porque es muy veterano. Y con una copa de "Veterano" podemos brindar hasta el próximo verano dándonos los unos a los otros la mano.