En lo Alto de Extremadura dejé mi leyenda viva. Una vez más la revelación en un terreno de juego. Don Benito quedó otra vez pasmado. Tierra de Barros a veces. No importaban ni los barros del invierno ni los polvos del verano. Jerez de los Caballeros para brindar por la hazaña. Una copita de más o una copita de menos no era ninguna obsesión. Surgido desde Esparta lo de líder se me iba anfianzando a marchas aceleradas. La Serena condición de quien tenía que dirigir al equipo sin desmayo alguno, Esa era mi propuesta. La Cumbre de un porqué y de un para qué que tuviera verdadera consistencia. Medellín de los conquistadores, Medalla tal vez no pero el medellín de las conquistas ya lo había conseguido. Una buena porción de Zafra. Para guardar el aceite de las ramas de olivo de un vencedor que seguía dando caña suficiente como para no ser olvidado. En la Ribera del Fresno crecía ese árbol genealógico de hidalga condición. Como para ser un grande de España soñando con la otra orilla del mar. La Coronada. Efectivamente fue la cuesta coronada la que me impulsó hacia esa condición de tener que marchar al frente de mis compañeros para ser quienes dieron emoción al torneo de los necesitados. Y es que estábamos tan necesitados de triunfos que conseguimos triunfar. Méritos de eméritos emeritenses. Una Mérida trasladada a lo alto del paseo y Casas de Don Pedro visitadas para hacer acto de presencia. Sí. Hablo de Don Pedro y esos olivos extremeños que ya eran razón más que suficiente para levantar el vuelo hacia las alturas, Eugenia de Montijo quedaba en la Historia de una ley de futbolista culto con ganas de investigación, Y en el Almendralejo las almendras de aquella Navidad resulta que fueron en verdad mucho más dulces que lo que muchos suponian. Gol a gol y Torrequemada para asaltar a los enemigos. Quizás Berlanga lo estaba rodando o deseaba haberlo rodado. Alcántara era un ejemplo de aquellas "viejas glorias" que tanto conseguí hacer rememorar con tan sólo 16 años. Pongamos que hablo de Madrid pasando por Badajoz. Esa es la verdadera historia de "los gabelistas" que quedó en los anales de los espectadores. Y si el cine recoje éxitos el nuestro formaba parte de una verdadera selección a la que nos tuvimos que enfrentar por haber batido todas las expectativas. Cierro mi Diario cuando la lluvia remoja la memoria para traer recuerdos inolvidables.