La vi por vez primera alla en la rueda del carnaval de esta nueva existencia a la que me enfrentaba puesto que ya tenia 46 años de edad y comenzaba mi Gran Periplo por las Américas. Había estado por Ecuador hacía 10 años pero en esta ocasión era para quedarme a trabajar. Mi primer destino laboral fue Ambato. Cuando yo la vi por vez primera la encontré más pequeña de lo que yo creía que era. No me refiero a ninguna chavala ambateña sino a la ciudad conocida como "La de los tres Juanes". Así que me dí cuenta, rápìdamente, de que iba a tener que trabajar mucho y muy duro para escribir todos los artículos que yo tenía pensados para la Revista Ambato Internacional (donde yo era Jefe de Redacción de mí mismo porque el único escritor de la Revista era yo). Así que muy pronto comencé a dar vueltas y más vueltas por el "mundo ambateño" y fui descubriendo cosas tan interesantes que nadie había escrito nada sobre ellas, Así fue cómo se elaboró aquella gran revista que llamó la atención a toda la ciudadanìa ambateña y traspasó fronteras hasta llegar a más de 13 Ferias de países del mundo. Fue una experiencia inolvidable, un éxito insólito y la gran satisfacción de haber llevado a cabo un trabajo perfectamente profesional, Y es que cuando se dice que uno vale hay que demostrar que uno vale. Es cuestión de tener la capacidad innata y al mismo tiempo desarrollarla con arreglo a tus dones naturales. La Ciudad de las Frutas y las Flores fue tan conocida por mí (después de estar trabajando casi un año entero en ella) que muchos ambateños y ambateñas descubrieron que desconocían muchos aspectos de su tierra y que un español se los estaba mostrando por primera vez. La vi por vez primera y supe que era ilustre y muy admirada en Ecuador. Yo dejé el sello innato de mi profesionalidad en aquella Revista Ambato Internacional para aportar mi granito de arena a tanta fama. Y quedé satisfecho con la labor realizada mientras yo mismo me realicé como periodista profesional.