Cuando un día la encontré por vez primera con pasión la saludé de esta manera vaya con Dios mi vida vaya con Dios mi amor. Sé que usted no me miró pero no dudo que mis ansias comprendió con mi saludo vaya con Dios mi vida vaya con Dios mi amor. El tiempo transcurrió nos conocimos y nuestro corazón al fin se unió pero de aquel querer ya nada queda yo qué le voy a hacer si así perdí todo su amor. Sé que un día usted querrá volver conmigo y por eso sin rencor así le digo vaya con dios mi vida vaya con dios mi amor.
 
¿De qué creéis que estoy hablando después de leer la letra de esta canción? Supongo que muchos piensan que canto a la Costa del Sol y es cierto. ¿Ausencia? ¿Creéis que puede haber amor en una ausencia? Mi bitácora de vuelo no señala la Costa del Sol sino la Costa de Jambelí. ¿Amor a la malagueña? Imposible. Mi destino no es la Serranía de Ronda. ¿Culpabilidad? No estoy pensando en culpabilidad de nadie. Por eso sólo puedo decir échame a mí la culpa y que una nube de tu memoria me borre para siempre.
 
Para mis manos tumbagas, para mis caprichos monedas. Y para mi cuerpo lucirlo mantones bordados, vestidos de seda. La luna que yo pida, la luna que me da. Que para eso mi payo ha visto más parnés que tiene un sultán. Envidio tu suerte, me dicen algunas al verme lucir. Y no saben pobres la envidia que ellas me causan a mí.  María de la O, que desgraciaita gitana tú eres teniéndolo to. Te quieres reír y hasta los ojitos los tienes morados de tanto sufrir. Maldito parné que por su culpita dejaste al gitano que fue tu querer. Castigo de Dios, castigo de Dios. Es la crucecita que lleva a cuesta María de la O. Para su sed fui el agua, para su frío candela. Y para su beso amante de entre sus brazos mi carne morena. Querer como aquel nuestro, no hay en el mundo dos. Maldito dinero que así de su vera a mí me apartó. Serás mas que reina me dijo a mí el payo y yo le creí. Mi vida y mi oro daría yo ahora por ser lo que fuí. María de la O, que desgraciaita gitana tú eres teniéndolo to. Te quieres reír y hasta los ojitos los tienes morados de tanto sufrir. Maldito parné que por su culpita dejaste al gitano que fue tu querer. Castigo de Dios, castigo de Dios. Y es la crucecita que lleva a cuesta María de la O. María de la O.
 
Si fue el dinero o si el dinero no tuvo nada que ver nunca me importó jamás. Me suena el corazón a golpe de sentimiento mientras llevo a cabo las diagonales necesarias para conseguir el triunfo entre los anhelos de quienes me acompañan en la labor de salir victoriosos domingo tras domingo. ¿Amor? ¿Otra vez pensando en el amor? ¿Y la ausencia ? ¿Qué me decís vosotros y vosotras de lo que es la ausencia? Composición sobre las extensiones de ausencia que se prolongan en las intensidades de la existencia. Sentires mágicos y mitológicos que aún siguen anidando en la vida humana. Pleamares de sueños profundos que hacen historia de leyenda en cada corazón de marinero milenario. 
 
Acércame tu ausencia para tenerte presente y ser recuerdo en mi mente como retazo de esencia. La callada ausencia es esa canción que nos llena de soledades o ese murmullo que nos llena de historia. Sin darnos cuenta hemos llegado a la Humanidad. El problema es ahora cómo codificarnos dentro de la Memoria. Cada palabra es un signo de pérdida y, a la vez, una experiencia propia que nos complementa como seres humanos. Por eso la palabra es un paraíso recobrado dentro de las pérdidas que vamos dejando con el paso de los tiempos. Escucha, compañero de los silencios dentro del alma: estar es la presencia. No te canses de tener la sensación de que cubrirás la ausencia con alguien que te haga olvidar. Presencia y Ausencia son dos compañías atemporales que nos llenan o nos vacían de vez en cuando.
 
Toda solución es, precisamente, una presencia y no una ausencia. Intensidades para meditar. Por ejemplo, tanta soledad es, en efecto, una eterna ingratitud y esa ingratitud nos conduce al dolor en el cuerpo y en el alma que hay que superar con sensaciones propias que nos lleven a una solución correcta. Según dijo Khalil Gibran "el olvido es una forma de libertad". Sigo trazando diagonales sobre el terreno de jueo para conducir a quienes confían en eso que se llama Liberación hacia la victoria. Escucha de nuevo, amigo: la melancolía de la lúdica despedida siempre sabe a miel. La noche nos fortalece siempre si sabemos encontrar la victoria en las aceptaciones.
 
Sinceridad para sentir lo que siento. Es de noche... ya es muy tarde... llega el momento y me pierdo en las sombras de los portales. Las verdades que ahora entiendo quizás no sean verdades sino sólo los recuerdos de mis otras realidades. Es de noche... ya es muy tarde...
y en medio de todo el tiempo dibujo sombras reales.
 
 
Amigo: Quizás éstas palabras sean propicias para entendernos mejor que los grandes discursos oratorios. Las simples y sencillas palabras surgidas de la imaginación que nos une a una nueva definición humana. Yo imagino, tú imaginas y él o ella imaginan... y siempre están las palabras que construyen enfrentándose a un mundo incierto. Jambelí. Hasta el mismo nombre tiene fantasía.