Viva el ftbol de mujeres! (Tertulia) DOSSIER
Publicado en Feb 06, 2017
CAFÉ - TERTULIA
¡VIVA EL FÚTBOL DE MUJERES! La misoginia (del griego "odio a la mujer") se define como el odio, la aversión hacia las mujeres o niñas. Está claro que los hombres misóginos tienen miedo a las mujeres. ¿Quién fue el primero que dijo que "el fútbol es sólo para hombres? Sin duda alguna fue alguien que reunía en su personalidad la misoginia y el machismo al mismo tiempo. Perdonad si los llamo "fernanditos y alfonsitos" pero sólo lo digo por algunos que yo conocí en Madrid y el resto que me perdonen porque no voy contra ellos. El caso es que los hombres normales (no los citados "fernanditos" y los "alfonsitos" que eran bastante "marujas") estábamos ya cansados de contemplar a 22 hombres de piernas peludas correr tras un balón mientras tres jueces vestidos de negro (con perdón de las cucarachas que no tenían culpa alguna) dirigían algo que llegaba, muchas veces, a ser aburrido porque le faltaba el carisma de un toque especial. Sí. Nos divertíamos a veces pero siempre estábamos echando en falta a las chavalas que se quedaban en las barriadas comiendo pipas de girasol mientras nosotros perdíamos el tiempo discutiendo si Distéfano era mejor que Pelé o viceversa. Hasta que llegó la catarsis de la belleza masculina y nos llenó de color las miradas. A las piernas peludas de "Peporro" le hace ahora competencia las piernas sensuales de "Pepita". Quienes dicen que las mujeres no están hechas para jugar al fútbol son unos paletos ignorantes porque no saben que 2.500 años antes de Jesucristo en la China Antigua las mujeres jugaban a un deporte similar al fútbol llamado "Tchu Su" que jugaban también los hombres. El cuju (Ts'u Chü) fue un juego de pelota que se jugaba en Asia hace miles de años, y que se considera el precursor del fútbol. Se sabe que se jugaba a finales del siglo III antes de Jesucristo, pero hay indicios de que es miles de años más antiguo[.] Originalmente el balón era de cuero llena de plumas y de pelo enroscados. El objetivo del juego consistía en lanzarse la pelota hasta hacerla entrar en una pequeña red ligada a unos 10 metros de altura en el extremo de dos largas varas de bambú separadas sólo de 30 a 40 centímetros cuadrados[]. Otra modalidad, descrita en un manual antiguo, consistía en que los jugadores, en su camino a la meta, debían sortear los ataques de un rival, pudiendo jugar la bola con pies, pecho, espalda y hombros, pero no con la mano. Durante la dinastía Tang la pelota se cambió por una llena de aire, y emergieron las variantes de "Zhu Qiu" y "Bai Da"[.]. Durante la dinastía Ming, hubo un gran interés en este deporte. Desde hace siglos, culturas de todos los continentes practicaron juegos que incluían una pelota y cuyos objetivos eran o bien pasarla por una abertura o por otra estructura mayor, utilizando las manos, los pies u otras partes de la anatomía humana. La influencia mutua de estos juegos es compleja y difícil de determinar. La FIFA ha considerado como antecesores milenarios del fútbol de carnaval al pok-ta-pok maya (500 años antes de Jesucristo),[] el "cuju" chino (300-200 antes de Jesucristo),[] el "kemari" japonés (200-300), el "episkyros" griego y el "harpastum" romano.[] Sin embargo, su antecesor más directo fue el "soule", (V antes de Jesucristo - IX después de Jesucristo), un ancestral juego celta practicado en Francia y las Islas Británicas. En muchos de ellos podían participar las mujeres sin ser perseguidas por practicarlo. El tradicional juego de pelota prehispánico, que en la cultura maya recibía el nombre de ‘Pok ta Pok' -como onomatopeya que refiere al sonido que produce al rebotar la bola de caucho que se utiliza-, constituye hoy día una de las grandes tradiciones que sobreviven en la península de Yucatán. Y es que además de ser un ritual, se ha convertido en un atractivo turístico que habla al visitante de la historia del lugar, además de evolucionar en un espectáculo y una oportunidad de diversión en distintas plataformas electrónicas. De hecho, si el juego gana ahora popularidad es porque representa una suerte de oráculo en el que las interpretaciones se vinculan al movimiento de la pelota, a la que se golpea -con la cadera, pero dependiendo de la zona del país puede ser también con el hombro, el antebrazo u otras partes del cuerpo que no sean las manos- hasta que uno de los jugadores la deja caer por error; así, la leyenda cuenta que el vencedor es decapitado y su sacrificio persigue evitar la destrucción del universo. Los más antiguos testimonios del juego, más allá de los vestigios arqueológicos que revelan el espacio donde se practicaba, se hallan en el célebre "libro sagrado" de la cultura maya, el "Popol Vuh", donde se cuenta que los hermanos divinos retan a los dioses de la muerte y bajan al inframundo para celebrar el Pok ta Pok, el juego solemne de orden astral en el que se enfrentan los elementos contrarios del cosmos (luz y oscuridad, bien y mal, noche y día), por lo que a veces los jugadores poseen un rol de cuerpos estelares o deidades específicas (Tezcatlipoca y Quetzalcóatl era de hecho un enfrentamiento clásico). Debe recordarse que el Pok ta Pok no sólo fue jugado por los mayas -en náhuatl se le conocía como ‘Tlachtli' y los zapotecas le llamaron ‘Taladzi', por poner dos ejemplos, aunque de modo general se le nombra ‘Ulama', y desde hace dos mil años se jugó desde Centroamérica hasta lo que hoy es Sinaloa- porque se trató de una práctica sagrada y consuetudinaria, con el juego se pretendía conocer la voluntad de los dioses y la muerte era el premio; con el tiempo, se volvió profano pero no por ello desapareció su significación religiosa. Por supuesto, los españoles lo prohibieron porque creían que era propicio para la adoración de las deidades "paganas". Kemari, también llamado kenatt, es el nombre que recibió un juego de pelota que se practica en Japón desde el siglo VI después de Jesucristo. Es considerado uno de los antecesores primitivos del fútbol actual. El kemari fue creado a partir del deporte chino del cuju que se introdujo en Japón alrededor del 600 durante el Período Asuka. Los caracteres para el kemari son los mismos que para el cuju en chino. Más tarde el tsu chu (cuju) y otros juegos emparentados perdieron su popularidad en China y el Sureste Asiático, de forma que sólo el kemari ha sobrevivido. Es jugado normalmente por entre seis a ocho personas, aunque el número puede variar de 6 a 12 jugadores llamados mariashi. El juego consiste en impedir que la pelota toque el suelo únicamente con la ayuda de los pies y mediante pases al resto de jugadores. Cuando un jugador patea el balón debe gritar "¡ariyaaa!" y "¡ari!" al pasarle el balón a otro jugador. El balón llamado Mari, es una pelota de entre 23 a 25 centimetros de diámetro hecha con cuero de ciervo y rellena de serrín. La pista de juego es llamada kikutsubo y tiene aproximadamente 15 metros de longitud, aunque el tamaño del campo puede variar en función de los jugadores. El kikutsubo está delimitado por cuatro árboles plantados en cada esquina, tradicionalmente estos árboles son: cerezo, arce, sauce y pino, que representan las cuatro estaciones del año. Se considera que el kemari es de carácter no competitivo, por lo que no hay ganadores ni perdedores sino que todos los jugadores colaboran para mantener la pelota en el aire. Aunque existen discrepancias y hay quien considera que sí había competición de forma que ganaba el equipo que más toques consiguiera. Sí se sabe con certeza sin embargo, que los buenos equipos o jugadores de kemari eran recompensados con regalos y favores por parte del emperador. Inicialmente el kemari fue jugado por la aristocracia pero entre los siglos X al XVI, época de oro para el kemari, el juego se expandió a todas las clases sociales y se transformó en la inspiración de poetas y escritores. Con el tiempo el kemari fue perdiendo popularidad en favor de otros deportes tradicionales japoneses, por lo que en 1903 el emperador Meiji fundó la "Asociación para la Conservación del kemari", cuyo objetivo es evitar la desaparición de este deporte tradicional japonés. Actualmente el kemari apenas es practicado durante algunos festivales. El traje con el que se practica el kemari es conocido como kariginu. Un traje de seda popular en la era Asuka cuya principal característica son sus largas mangas. Los juegos de pelota llegaron a nosotros a través de la tradición grecorromana. En la antigua Grecia hay constancia de los juegos de pelota, como que Alejandro Magno era un buen deportista. En Roma toda la gente lo practicaba independientemente de la edad y la categoría social que tuvieran,ya que el médico se lo recomendaba para llevar una vida más saludable, en aquella época ya nacieron las primeras asociaciones y los primeros jugadores profesionales. Había diferentes juegos, aunque los más famosos sean el episkyros y el harpastum. El episkyros es el juego de pelota más antiguo del que se tienen conocimiento, era un juego que lo practicaban tanto hombres como mujeres y jugaban desnudos. Las reglas permitían a los jugadores jugar con las manos, jugando dos equipos de entre 12 y 14 personas que tenían que lanzar la pelota más de la línea que tenia el equipo contrario detrás. El karpastun, se dice que es el juego romanizado del episkyros. Para jugar tenías que ser ágil, veloz y tener una gran condición física. Sobre sus reglas no se saben con certeza cuales eran, pero se dice que era violento porque acababan por los suelos y hasta hay una historia donde un espectador que estaba viendo un partido acabó con la pierna rota por estar en medio del juego. En la actualidad se sigue practicando el harpastum en la capital del antiguo imperio romano llegando a haber una liga. Cuando los romanos llegaron a las costas de Inglaterra y empezaron a jugar al harpastum lo fusionaron con un deporte que se jugaba allí y de esas fusiones salieron dos deportes que son muy conocidos actualmente como el fútbol o el rugby. []Lo que también desconocen los "marujos" como esos "fernanditos" y "alfonsitos" madrileños que cito porque eran conocidos por todos y por todas precisamente por ser "marujos", es en la Europa del siglo XII era frecuente ver a las mujeres jugando al fútbol; sobre todo en Francia y Escocia. ¿Cómo era el fútbol en la Edad Media? Si bien existieron juegos similares al fútbol en civilizaciones antiguas, podemos encontrar su primera descripción en Inglaterra, en 1170. La misma fue escrita por William Fitzstephen, un clérigo al servicio del arzobispo de Canterbury. Unos años después, otro monje lo describiría como "indigno e inútil". Guillermo Fitzstephen (también Guillermo Fitz Stephen), que murió en 1191, era un clérigo y un administrador al servicio de Thomas Becket. En la década de 1170 escribió una larga biografía de su amo con el título de "Vita Sancti Thomae" (Vida de Santo Tomás) Fitzstephen había sido el secretario personal de Becket durante diez años y, cuando Becket se convirtió en Canciller de Inglaterra, Becket dio a su secretario la autoridad completa para actuar en su nombre en asuntos diocesanos, y Fitzstephen se convirtió en un subdiácono con responsabilidad de leer cartas y peticiones que involucraban a la diócesis. Cuando Becket fue forzado al exilio, después de negarse a firmar las Constituciones de Clarendon, el rey Enrique II aceptó una petición, en verso, de Fitzstephen y le perdonó del destierro ejercido sobre su amo. Cuando Becket y el rey se reconciliaron, Fitzstephen volvió a ser su administrador una vez más. Fitzstephen informa que estaba entre los consejeros de Becket que advirtieron contra la excomunión del rey Enrique. Fitzstephen estuvo con Becket el día del asesinato de Becket en 1170. Fitzstephen también escribió un relato de Londres en el siglo XII, que fue incluido en la biografía de Becket como prefacio, "Descriptio Nobilissimi Civitatis Londoniae". Las tres ediciones de este trabajo demuestran una familiaridad continua con la vida de la ciudad, y por esta razón no se piensa que sea el mismo "Guillermo Fitzstephen" que Henry designó para ser sheriff de Gloucester y justicia itinerante en 1171. El fútbol (que todavía no era conocido con ese nombre) y sus variantes eran jugados por la clase bajas; mientras reyes y nobles dedicaban sus tiempos libres a la caza o las justas. Sus primeras versiones provenían de un antiguo juego celta denominado "cnapan", probablemente llevado a Gran Bretaña por los romanos. El fútbol por aquel entonces difería mucho de su actual versión. En primer lugar, no existían reglas escritas, por lo tanto éstas variaban de pueblo en pueblo, y cada región tenía una versión distinta del juego. Se estipulaba que quien estuviera en posesión de la pelota solo podía ser atacado de uno en uno y no podía ser tomado por encima de la cintura. Debido a que no existía ningún tipo de juez cuando dichas normas se infringían, el juego continuaba normalmente, lo que a menudo ocasionaba heridos y en ocasiones muertos. Por otro lado el juego no tenía una duración determinada, por lo que era usual que terminara cuando caía el sol sin que se presentara un ganador. La cantidad de participantes también era indeterminada y a menudo jugaban un pueblo contra otro, siendo partícipes hombres, mujeres, niños y ancianos por igual. No existían espectadores, todos eran partícipes, e incluso era común que cambiaran de bando por capricho. Tampoco el terreno de juego era preciso, ya que el juego consistía en llevar el balón (hecho de madera hueca o cuero relleno de heno) a través del campo a un lugar determinado, o de un pueblo al otro, por lo cual se podrían recorrer grandes distancias. Lo que suscitaba la diversión no eran los premios al victorioso sino el jugar en sí mismo. En Francia, el "football" inglés tendrá su correlato en el "soule", de idénticas características. La soule era un juego de pelota que se practicaba a través de los prados, los bosques, landas y hasta las villas o estanques. El fin era devolver el balón en un lugar indicado, el fogón de una casa por ejemplo. En ciertos casos, hasta había que mojar el soule en una fuente antes de alojarlo en la ceniza. Había mujeres que entraban a formar parte de los soules. El juego era pues sólo una galopada inmensa entrecortada de peleas (mèlèes) más o menos encarnizadas. El instrumento de juego podía ser una pelota de cuero, una vejiga de cerdo llena de heno, una pelota de tela o una bola de madera. Los estadios no eran necesarios porque eran deportes de plena naturaleza. Las parroquias no estaban en condiciones de construir un local o dedicarles un terreno de juego. Las reglas eran muy fluctuantes y las autoridades estaban contra la práctica de estos deportes. No obstante podemos señalar puntos comunes, como que la salida se efectuaba de un lugar fijo (el cementerio, una plaza, una ventana, el castillo, un prado). Las fechas de celebración solían ser a inicios del año, antes de la siembra, porque los "souleurs" no respetaban gran cosa. Uno de los documentos más antiguos que conciernen a la soule es una ordenanza del rey Carlos V de Francia de 3 de abril de 1365, en la que precisa "que no puede figurar entre los juegos que sirven el ejercicio del cuerpo". En 1440, otra interdicción hecha por el obispo de Tréguier precisa que este juego ya se practica desde hace muchísimo tiempo y amenaza a los jugadores con la excomunión y 100 sueldos de multa, lo que prueba que la soule fue muy apreciada en aquella época: había que inspirar el miedo para terminar con el juego. Pero esto no interrumpió el encarnizamiento de los "souleurs". Los juegos tradicionales, bajo el antiguo régimen, atraían a mucha gente. En Auray, una soule opuso 16 parroquias. De ahí que muchas ligas de fútbol modernos estén compuestas o han estado compuestas durante muchas décadas por 16 equipos. Desde sus inicios, el "football" debió soportar prohibiciones y persecuciones. Cabe destacar que esto se daba en un contexto de ataques hacia los juego populares. En el año 1314, el rey Eduardo II lo prohibirá por primera vez (con escaso éxito) por los ruidos y los tumultos que generaba. En 1365 volvería a ser prohibido por Eduardo III. Por aquellos años Inglaterra se encontraba en medio de la Guerra de los Cien Años. El rey dispondrá que los jóvenes deben practicar con el arco y flecha debido a la importancia de los arqueros en el ejército inglés y quienes fueran encontrados jugando al "football" serían enviados a prisión. Sin embargo, la nobleza y el clero no siempre consensuaban sobre su prohibición. Más allá de los disturbios originados, se veía en un juego tan agresivo y corporal un buen ejercicio para formar a los futuros soldados. Las sucesivas prohibiciones desencadenarían dos variantes: "hurling over country", practicado en superficies mayores del campo, y el "hurling at goals" Este último finalmente adquirió mayor popularidad al ser jugado en espacios más reducidos, en una época donde las poblaciones abandonaban los castillos y las ciudades comenzaban a crecer. El hurling at goals, como su nombre lo indica, incluía la novedad de tener dos palos de madera a modo de arcos. En aquel momento estos juegos se irían restringiendo cada vez más a los ciclos de fiestas. Con Oliver Cromwell en el poder, los puritanos podrán finalmente reprimir todos los divertimentos y costumbres populares a los que perseguirán incansablemente. Sin embargo, con la Restauración de 1660 resurgirá también el denominado"football de carnaval". El fútbol de carnaval o fútbol medieval inglés es un juego tradicional británico aparecido en la Edad Media que, en el siglo XIX, dio origen a una serie de deportes modernos que comparten en mayor o menor medida el término "fútbol". Descendiente directo del "soule", se practicó en las Islas Británicas entre los siglos XI y XVIII. De la misma forma que en el soule, cada bando tiene su lugar de marca, en este caso las porterías son ruedas de molino incrustadas en el centro de unos muros de piedra. Estas están situadas a la orilla del río, separadas por una distancia de tres millas. Los tantos se consiguen golpeando con la pelota la piedra de molino. El balón es pesado y voluminoso lo cual dificulta su manejo. Por eso la lucha se reduce a agarrarlo fuertemente y con el apoyo de los compañeros conducirlo, y esto es lo curioso del juego en esta comarca, a su propia rueda de molino.[] El fútbol de carnaval era un deporte popular practicado entre facciones o grupos rivales de villas y ciudades, así como entre pueblos y parroquias.[ Tomaban parte gran cantidad de jugadores, y podía haber una distancia de hasta un kilómetro entre las porterías. Se trataba de juegos normalmente violentos y peligrosos, y estaban asociados con el carnaval, de ahí su denominación y de ahí que también interviniesen mujeres como jugadoras. Algunos de estos juegos sobrevivieron en Inglaterra hasta bien entrado el siglo XX. Una sucesión de edictos reales de reyes ingleses llevaron a la supresión del fútbol que estuvo prohibido durante décadas. De hecho estos juegos florecieron durante los períodos Tudor y Estuardo. La Casa de Tudor o Dinastía Tudor gobernó el reino de Inglaterra desde 1485 hasta 1603.[] Su emblema era una rosa, la rosa Tudor, de diez pétalos, cinco blancos en el centro y cinco rojos en el borde exterior. De esta forma se simbolizaba la unión de la Casa de York con la Casa de Lancaster y el fin de la guerra civil que ensangrentó la historia inglesa durante el siglo XV. Su historia está entrelazada con los acontecimientos más importantes y dramáticos de la historia moderna de Europa y del mundo, pues bajo su gobierno comenzó la exploración inglesa de América. Por ello se la considera como la familia real inglesa más famosa y controvertida. Son un ejemplo de las monarquías autoritarias con las que compitieron y se relacionaron en el escenario de la Europa occidental del Antiguo Régimen. La Casa de Estuardo (Stuart o Stewart en inglés) fue la dinastía reinante en Escocia desde 1371 hasta 1603 y desde entonces en el conjunto formado por ésta con Inglaterra e Irlanda. El primer período de la dinastía abarcó hasta la proclamación de la República en 1649. Después de una década regresaría la monarquía de los Estuardo. En 1689 Jacobo II fue depuesto y reemplazado revolucionariamente por su hija María II y el esposo de ésta Guillermo III de Orange. A la muerte de ella en 1694 Guillermo III continuó gobernando en solitario y tras su muerte en 1702 subió al trono la última Estuardo, Ana I, que se convirtió en la primera reina de Gran Bretaña e Irlanda hasta 1714. Al fallecer sin descendencia directa la sucedió su pariente lejano Jorge I, instalándose así la Casa de Hannover. Estos deportes tienen antiguos antecedentes en juegos poco estructurados y comenzaron a tomar forma moderna en Gran Bretaña, durante el siglo XIX, a partir de la separación del rugby y el fútbol (fútbol asociación). La terminología de fútbol de carnaval, para referirse al fútbol tradicional o fútbol medieval inglés provino de la denominación "Shrovetide football".[ ]Como parte del "Shrovetide" inglés, el equivalente al carnaval cristiano, en Inglaterra se realizaba un Día del Fútbol ("Football Day"),[] cada año, en lo que allí se llama "Shrove Teusday",[] en español Día del Panqueque, que se celebra el día anterior al inicio de la Cuaresma. Como el Día del Panqueque definía la denominación "Shrovetide football" en base al día de su celebración, y éste era coincidente exactamente con el Martes de Carnaval, el término inglés fue traducido al español con el término fútbol de carnaval, al celebrarse en estas fechas. En el siglo XIX en Gran Bretaña (de la cual se dice, como paradoja y contradicción a esta cuestión del fútbol, que sus habitantes son siempre muy conservadores) comenzó un proceso regulador del fútbol de carnaval, estableciendo reglas escritas que pudieran ser compartidas ampliamente (lo cual no es precisamente conservador sino progresista). Por entonces el fútbol era practicado entre los estudiantes de las escuelas secundarias privadas, con reglas muy imprecisas que variaban considerablemente de escuela a escuela. Pero lo jugaban alumnos y alumnas sin discriminación de género. Mientras que el fútbol se jugaba por toda Gran Bretaña en forma desorganizada, algunas escuelas privadas comenzaron a crear sus propios códigos. La mayoría de los códigos utilizados en ese momento indicaban que se debía jugar en dos equipos con una cantidad de jugadores ilimitados, llegando incluso a formar parte de los equipos pueblos enteros. Los encuentros se disputaban en días festivos, y el campo de juego eran dos o más villas. Este deporte se englobó dentro del fútbol multitudinario o fútbol popular (mob football) [al ser un juego masivo y tumultuoso destinado a festejar las fiestas del carnaval.[ Éste se caracterizaba por ser extremadamente violento, ya que las reglas sobre lo no permitido eran escasas. Tal era la violencia que algunos códigos de la época, como el del Shrovetide football, indicaba que un encuentro no se podría asesinar a nadie voluntaria o involuntariamente. El objetivo del juego variaba de código en código, pero por lo general se trataba de llevar una pelota al centro del pueblo vecino, o si se jugaba dentro de un mismo pueblo, llevarla a alguna plaza o mercado, motivo por el cual muchas personas sellaban sus puertas y ventanas para evitar destrozos. Se estima que el fútbol de carnaval llegó a Inglaterra en el siglo III, como festejo de la caída del Imperio romano. También existen otras teorías sobre los motivos de la creación del fútbol de carnaval. Se mencionan desde que se jugaba con la cabeza de un líder danés que gobernaba en esa época, hasta que el fútbol multitudinario era jugado como un ritual no cristiano, o incluso entre hombres casados y solteros (tradición que todavía sigue existiendo en muchos países del mundo) . La violencia de estos juegos llevó a que el Rey Eduardo II emitiera una orden de suspensión para este juego el 13 de abril de 1314. Desde entonces, otros reyes mantuvieron ciertas prohibiciones contra este juego.[ En 1889, ya sin la existencia de mujeres futbolistas, un partido opuso a jóvenes de Mellionec, de Plouay y de Locuon: hubo más de quinientos participantes. En ciertas ocasiones son los hombres casados quienes se enfrentan con los solteros. Para animarlos, todos los habitantes se desplazaban. En un dibujo clásico de Olivier Perrin, puede verse que toda la población está allí. Una gran muchedumbre rodea a un notable que hace el saque de un partido. Las mujeres son muy numerosas; aunque no se sabe si vienen para animar a los jugadores o para asistir a los cojos. Olivier Perrin, nacido el 2 de septiembre de, 1761 en Rostrenen y muertop el 4 de de diciembre de 1832 en Quimper, fue un pintor francés. Olivier Perrin es el cuarto hijo de Francisco José, abogado y notario, y Christine Bigeon. Fue amigo del académico Alexander Duval. Muy joven, es bueno en el dibujo. Después de estudiar arte en Rennes, vivió en París, donde estudió con Gabriel François Doyen en la Real Academia de Pintura y Escultura. Los ingresos en Gran Bretaña, se trasladó primero en Landerneau donde ocupa una posición de dibujante de Puentes y Caminos. En 1796 se trasladó a Quimper antes de enseñar dibujo en la universidad de la ciudad desde 1805, sucediendo a su hermano, el pintor François Valentin. Hizo varias pinturas de las iglesias bretonas. Olivier Perrin es conocido por su Galería Bretón, serie de dibujos, grabados publicados en la descripción de la vida del campesino bretón desde la cuna hasta la muerte. Antes de las prohibiciones, bajo el antiguo régimen, además de las mujeres, el clero y la nobleza se implicaban también en estos deportes. Los miembros del clero podían participar o por lo menos lanzar la soule al principio. Sin embargo a pesar de la importancia del juego, personas nobles y miembros del clero abandonarán toda práctica en el curso del siglo XVIII. Hoy día se sigue realizando una celebración en la localidad inglesa de Ashbourne, de la tradicional Royal Shrovetide football, donde se practica este deporte. La historia del fútbol moderno, tal como lo conocemos hoy en día, se considera que nace a partir de 1863, año de fundación de The Football Association (FA), aunque sus orígenes, al igual que los demás códigos de fútbol, se remontan varios siglos en el pasado, particularmente en las islas británicas durante la edad Media.] Si bien existían puntos en común entre diferentes juegos de pelota que se desarrollaron desde el siglo III antes de Jesucristo hasta el fútbol del siglo XXI actual, el deporte tal como se lo conoce hoy, tiene sus orígenes en las Islas británicas.[ Los primeros códigos británicos que dieron origen al fútbol asociación se caracterizaban por su poca organización y violencia extrema.[] No obstante, también existían otros códigos menos violentos y mejor organizados. Quizás uno de los más conocidos fue el calcio florentino, deporte de equipo muy popular en Italia que tuvo incidencia en los códigos de algunas escuelas británicas.[ La formación definitiva del fútbol asociación tuvo su momento culminante durante el siglo XIX. En 1848 representantes de diferentes colegios ingleses se dieron cita en la Universidad de Cambridge para crear el código Cambridge, que funcionaría como base para la creación del reglamento del fútbol moderno.[ Finalmente, en 1863 en la ciudad de Londres se oficializaron las primeras reglas del fútbol asociación.[ Desde entonces el fútbol ha tenido un crecimiento constante, hasta llegar a ser el deporte más popular del mundo con unas 270 millones de personas involucradas.[ Con la realización de la primera reunión de la International Football Association Board en 1886 y la fundación de la FIFA en 1904, el deporte se ha expandido hasta llegar a todos los rincones del mundo. A partir de 1930 se comenzaría a disputar la Copa Mundial de Fútbol, que se convertiría en el evento deportivo con mayor audiencia del mundo.[ Tras siglos de persecución y prohibiciones contra el fútbol por su "naturaleza violenta", en 1863 en Gran Bretaña, se definieron normas para evitar la violencia con tal de que fuera socialmente aceptable para las mujeres que fueron separadas de los hombres; así, en 1892 en la ciudad escocesa de Glasgow se celebró el primer partido de fútbol entre mujeres. El 23 de marzo de 1895 dos equipos compuestos exclusivamente por mujeres desafiaron las prohibiciones y las opiniones intolerantes de la época y disputaron en el Crouch End Athletic Ground de Londres el primer partido de fútbol femenino reconocido oficialmente por la FIFA. No fue el primero de la historia, ya que hay noticias de partidos femeninos desde 1880. Estos, por diferentes motivos, no pudieron ser clasificados como partidos oficiales. "Unos diez mil curiosos intrigados por el desempeño de la mujer en un juego que era considerado un pasatiempo masculino", según recogió el diario "The Guardian" presenciaron el duelo que midió a los equipos del norte y del sur de la ciudad, citados por la fundadora del British Ladies Football Club, Nettie Honeyball. "Fundé la asociación el año pasado con la voluntad de probar al mundo que las mujeres no son las criaturas ornamentales e inútiles que los hombres han imaginado", explicó al "Daily Sketch" en febrero de 1985, la organizadora del histórico partido. El combinado del norte, capitaneado por Honeyball, venció por 7-1 a su rival en un choque que puso de manifiesto la poca experiencia de las protagonistas, ataviadas con blusas, gorras y pantalones bombachos. El fútbol femenino organizado, a esas alturas, contaba solamente con dos meses de vida. El partido tuvo una estrella primeriza, la guardameta del equipo vencedor, miss Graham. Fue elogiada por una actuación que resultó "capital" para el devenir del encuentro, según explicó en su crónica "The Standard". "Si hubiera estado en el otro combinado, el resultado se habría invertido", aseguró el "Middlesbrough Daily Gacette". "Solo puedo decir que la impresión que dejó en mi mente el partido de esta tarde es que el espectáculo fue muy bonito. No hay nada desagradable en que una mujer dé puntadas a un balón", apuntó una enviada de "TheGuardian".. Especificó, eso sí, que las faldas sobraban (e incomodaban) para practicar este deporte. El periódico, uno de los más progresistas en Inglaterra, auguró un futuro brillante para la disciplina, que calificó de "nueva y saludable recreación". "Es cierto que los muchachos jóvenes podrían correr más y patear el balón con mayor fuerza, pero, aparte de esto, no creo que pudieran mostrar más conocimiento o calidad en su ejecución que las mujeres", escribió un periodista de "The Sportsman". Y todo ello ocurría en un país considerado excesivamente conservador por el resto del mundo. Pero evidentemente, no todo fueron palabras simpáticas y de bienvenida. El "Bristol Mercury" mostró su rechazo a la iniciativa y coincidió con el "Daily Post" en que las féminas "no pueden y nunca jugarán al fútbol como debe ser jugado". "Por nuestra parte, nos alegramos de que las mujeres no puedan jugar al fútbol. Aunque sean capaces jugar, es un juego inadecuado para su sexo", sentenció con contundencia el "Daily Post". 120 años después, se puede decir que afortunadamente se equivocaron, y de largo. También es cierto que, todavía a día de hoy, el fútbol femenino debe crecer eclipsado por la disciplina masculina. Quizás, lo más relevante, sea el crecimiento de las bases que es algo fundamental en todos los deportes. En este sentido las mujeres sí las tienen ya muy bien crecidas. ¿Quién fue Nettie Honeyball, la valiente pionera del fútbol femenino que, como mujer, era una completa belleza física que despertaba la admiración de todos los hombres por ser no solamente guapa sino también por ser sexy a tope? Sabemos que Nettie J. Honeyball (Nettie podría ser un diminutivo de Jeanette, Annette o Henrietta) nació en Londres en 1871, aunque este dato tampoco es seguro. No se conoce ni su profesión (algunas investigaciones apuntan a que era cajera en una tienda de ultramarinos) ni su estado civil ni más detalles sobre su familia. Pero como os decía, lo que sí se sabe es que en 1894, esta joven puso un anuncio en la prensa. Buscaba chicas que se unieran a ella para formar, nada más y nada menos, que un equipo de fútbol. 30 jóvenes acudieron a la llamada: había nacido el British Ladies Football Club. Nettie Honeyball convenció a J. W. Julian, por aquel entonces jugador del Tottenham Hotspur, para que entrenara a las chicas. Los entrenamientos tenían lugar dos veces por semana en un parque público londinense. En febrero de 1895, el diario "Daily Sketch" entrevistó a Honeyball, que explicaba el motivo de fundar un club femenino. Esta entrevista es muy reveladora acerca del carácter y la personalidad de la protagonista de hoy: "Fundé el club a finales del año pasado, con el objetivo de probarle al mundo que las mujeres no son esas criaturas ‘ornamentales e inútiles' que los hombres pintan. Debo confesar que mis convicciones en todos los asuntos en los que los sexos están tan profundamente divididos están todos de parte de la emancipación, y deseo la llegada de un tiempo en el que las mujeres se puedan sentar en el Parlamento y tengan voz en la gestión de todos los asuntos, especialmente en aquellos que las conciernen más". Tenían entrenador, tenían jugadoras y sólo faltaba tener presidente. Como no podía ser de otra forma, el cargo lo asumió una mujer: Lady Florence Dixie. Lady Florence era hija del marqués de Queensberry y era periodista, viajera y, sobre todo, una de las más destacadas feministas de su época. Esta aristócrata sólo puso una condición: que las mujeres que formaran parte del equipo "entraran en el espíritu de este deporte de alma y corazón". El primer partido se disputó el 23 de marzo de 1895, en Crouch End, Londres. Las chicas se dividieron en dos equipos, uno representando al norte de la ciudad y la otra al sur. Las primeras iban de rojo y las segundas, de azul. Precisamente, la indumentaria de las jugadoras ocupó bastantes líneas en la prensa de la época. Así, el corresponsal del "Manchester Guardian" escribió: "Sus trajes llamaron mucho la atención... una o dos faldas cortas puestas sobre unos pantalones. Cuando la novedad pase, no creo que el fútbol femenino atraiga a las masas". Como os podréis imaginar después de leer estas frases, las crónicas tenían cierto tufillo machista. Así relataba el reportero del "Daily Sketch" lo que había visto: "Los primeros minutos fueron suficientes para demostrar que el fútbol femenino, si seguimos el criterio marcado por las British Ladies, está fuera de toda discusión. Un futbolista requiere velocidad, juicio, habilidad y agallas. Ninguna de estas cuatro cualidades se vieron este sábado. La mayor parte del tiempo, las señoras vagaron sin rumbo por el terreno de juego en un trote sin gracia. Otro medio, el "Jarrrow Express", decía al respecto esto: "Las miembros del British Ladies Football Club han jugado su primer partido en público. Esperamos que sea el último. Siempre hay curiosidad por ver a mujeres hacer cosas impropias de su sexo, y no es sorprendente que varios miles de personas fueran a ver el partido, aunque muy pocas de ellas querrían tener a sus hermanas o hijas exhibiéndose en el terreno de juego. (...) el club no atrae a espectadores por su juego. Cuánto tiempo seguirán atrayendo gente por razones extradeportivas es otro asunto, pero es significativo que una considerable proporción de los asistentes se fueron en el descanso. La risa era fácil y la diversión algo gruesa, pero se trata de espectáculos decadentes, y sorprendería que un segundo partido tuviera tanto éxito como el primero. El corresponsal del diario "The Sportsman" fue bastante más amable: "Es cierto: los hombres corren más y chutan más fuerte, pero más allá de eso, no creo que (unos hombres sin experiencia) pudieran mostrar mayor conocimiento del juego o más habilidad en su ejecución. No creo que la mujer futbolista se apague a causa de unos cuantos artículos escritos por señores mayores sin simpatía alguna por el fútbol como juego ni por las aspiraciones de las mujeres jóvenes. Si la mujer futbolista muere, morirá dando guerra". Sea como fuere, el partido, que acabó con 7-1 para las chicas del norte de Londres, y en efecto fue un éxito, ya que se dice que lo vieron en directo 10.000 personas. Pero no sólo la prensa atizó a las British Ladies, sino que tuvieron que hacer frente a otro tipo de ataques. Por ejemplo, el "British Medical Journal" publicó un artículo en el que criticaba la práctica del fútbol por parte de mujeres: "No podemos de ninguna manera aplaudir la imprudente exposición a la violencia de unos órganos que la experiencia común de las mujeres ha llevado siempre a proteger". Estas crónicas no detuvieron a las British Ladies. Volvieron a jugar el 6 de abril en Brighton y lo hicieron además para recaudar fondos con motivos benéficos. Ganaron de nuevo las del norte de Londres por 8-3. Y en Bury se celebró el tercer partido, con empate a tres goles (3-3). Ese día se recaudaron 100 libras para la beneficiencia. Pocos días después, las chicas jugaron en un campo profesional, el del Reading Football Club. De nuevo ganaron las del norte por 1-0. Siguieron partidos en Bristol (ganó el sur 5-2), New Brompton, Walsall, Newcastle, donde reunieron 8.000 espectadores, South Shelds, Darlington y Jesmond. A este último partido sólo acudieron 400 personas. Tras él, la gira de once partidos de las British Ladies se acabó. Todas las jugadoras volvieron a sus vidas de antes de esta aventura. Y por si fuera poco, en 1902, la FA prohibió el fúbol femenino, aduciendo que era un deporte demasiado rudo. Hasta 1971, habéis leído bien, hasta 1971, el máximo organismo del fútbol inglés y el pionero en el mundo no legalizó el fútbol femenino. 76 años tuvieron que pasar para que el sueño de la bella y sexy Nettie Honeyball se hiciera realidad... y por cierto... ¿qué fue de Nettie Honeyball? Pues como os decía al principio, poco se sabe de esta misteriosa mujer, pese a algunas investigaciones serias que han querido arrojar luz. Sea como fuere, su nombre y su foto han quedado para la posteridad. Acerca de la vida y obra de Nettie poco se sabe a pesar de los esfuerzos realizados por reconstruir su biografía. Se la conoció siempre como Nettie J. Honeyball. En su primera aparición pública en 1895 se sabe que vivía en Londres y que tenía un hermano que fue manager del equipo. Por una fotografía que se dispone se cree que podría haber tenido un ojo defectuoso e incluso que pudiera ser de cristal. Todo empezó en 1894, cuando Nettie manda un anuncio a la prensa. Su intención era crear un equipo de fútbol femenino y lo consiguió llegando a convencer a 30 mujeres para el British Ladies Football Club, acababa de crear el primer equipo femenino de fútbol documentado de la historia. Después se volvió a perder el rastro de Nettie, no existen más datos, solamente especulaciones. Sin embargo no fueron las chicas del British Ladies Footbal Club de Nettie Honeynall las primeras mujeres que jugaron el primer partido de fútbol femenino en la época moderna porque ellas lo hicieron en 1894 pero existen datos que afirman que el primer partido de fútbol femenino de esta época se celebró en 1892 (2 años antes) en la ciudad escocesa de Glasgow. Es el primer registro que existe sobre el actual fútbol femenino. 2 equipos locales de la ciudad de Glasgow fueron las primeras mujeres que celebraron un partido de fútbol moderno en el año 1892. Lo que sucede es que no formaron ninguna clase de club pues fue algo espontáneo (quizás algo así como casadas contra solteras) y sin ninguna clase de organización, algo que sí hizo la londinense Nettie Honeyball en Inglaterra. Por eso el British Ladies Footbal Club es el primero en la historia del fútbol femenino moderno y jugó partidos de manera continua y organizada hasta su desaparición. El British Ladies Football Club fue un equipo de fútbol femenino formado en el Reino Unido en 1895. El equipo tuvo como patrón a Lady Florence Dixie, aristócrata de Dumfries, y su primer capitán fue Nettie Honeyball (nombre real Mary Hutson). El primer partido público del club tuvo lugar en Crouch End, Londres, el 23 de marzo de 1895, entre los equipos que representaban a 'The North' y 'The South'. El Norte ganó 7-1 frente a unos 11.000 espectadores estimados. Hasta el siglo XIX, la participación de las mujeres en el fútbol se limitaba a rituales populares vinculados con las costumbres matrimoniales. En Inverness, por ejemplo, las mujeres solteras jugarían anualmente un partido contra las mujeres casadas, mientras que los maridos miraban desde las líneas de banda. de las líneas laterales. El primer expediente del equipo de una mujer que quiso jugar al fútbol ocurrió el 7 de mayo de 1881, en el estadio del camino de Pascua de Edimburgo. El partido, catalogado como un International de Escocia contra Inglaterra, fue organizado por la sufragista escocesa Helen Matthews, que sigue siendo la única jugadora "conocida" porque como todas las demás jugaban con seudónimos. Apenas una semana antes, el 20 de mayo de 1881, dos equipos femeninos jugaron en Glasgow delante de una muchedumbre de 5.000 personas. Este partido tuvo que ser abandonado después de una violenta invasión de tono durante la cual las mujeres fueron "brutalmente empujadas", y perseguidas por una multitud al abandonar los terrenos. Otros juegos resultaron en invasiones de tono similares, lo que pronto resultó en poner fin a este intento temprano de introducir el fútbol femenino. Es incierto, a partir de la cobertura de la época, que las invasiones de tono fueron en protesta contra el fútbol femenino sino por causa de la pasión de este deporte. Sin embargo, el tono de prensa, que dominaría la cobertura del fútbol femenino para el próximo siglo, se estableció claramente en 1881: el desprecio apenas disimulado con respecto a la apariencia del jugador, incluyendo el traje y el nivel de juego. Un juego de hombre áspero inadecuado para las mujeres. La Fundación feminista Nettie Honeyball intentó revivir el juego para las mujeres fundando el club inglés del balompié de las señoras el 1 de enero de 1895. Lady Florence Dixie, la hija más joven del marqués de Queensbury, actuó como presidente y patrocinador. En 1894, Honeyball colocó un anuncio en el gráfico diario que buscaba a los interesados en formar un club del balompié para las mujeres que atrajo a alrededor 30 mujeres, que entrenaron dos veces semanalmente bajo la tutela de Bill Julian un extremo profesional del Tottenham Hotspur. Las mujeres que comenzaron a jugar al fútbol en Gran Bretaña (y Mary Hutson era una de ellas) fueron las activistas del feminismo; un movimiento que es bueno recordar porque luchaban por igualar a las mujeres a la hora de tener los mismos derechos que estos (entre ellos lo de jugar al fútbol). La primera ola del feminismo, según la Genealogía del feminismo y la cronología de los estudios europeos, sitúa el origen del feminismo en la Ilustración, por considerar que fue en el Siglo de las Luces cuando la polémica sobre la naturaleza de la mujer y la jerarquía de sexos, también llamada la polémica feminista, se planteaba en términos diferentes a los de siglos anteriores. El feminismo nace con nuevo discurso crítico que utiliza, precisamente,las categorías de la filosofía que le es contemporánea. Es decir, usa el pensamiento de autores como Rousseau para fundamentar las vindicaciones. Según los estudios norteamericanos, la primera ola se refiere al movimiento feminista que se desarrolló en el Reino Unido y Estados Unidos a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX. Esta es en la cronología europea, la segunda ola, también llamada feminismo liberal sufragista, centrado en el derecho al sufragio y a la educación. También conocido como feminismo moderno, no es una fase prescindible en el estudio y conocimiento del feminismo pues, como dice Amelia Valcárcel el feminismo es un hijo no querido de la Ilustración. []Así mismo, mantiene que el feminismo como cuerpo coherente de vindicaciones y como proyecto político capaz de constituir un sujeto revolucionario colectivo, sólo puede articularse teóricamente a partir de premisas ilustradas: premisas que afirman que todos los hombres nacen libres e iguales y, por tanto, con los mismos derechos. Aún cuando las mujeres queden inicialmente fuera del proyecto igualatorio -tal y como sucedió en la susodicha Francia revolucionaria y en todas las democracias del siglo XIX y buena parte del XX-, la demanda de universalidad que caracteriza a la razón ilustrada puede ser utilizada para irracionalizar sus usos interesados e ilegítimos, en este caso patriarcales. Si bien las polémicas sobre la mujer se remontan hasta la Edad Media y aunque arrancan con el preciosismo, se considera que el primer gran precedente del feminismo es la obra de Poullain de la Barre (1673) y que es en el siglo XVIII, siglo de la controversia y de la razón, cuando la polémica sobre igualdad y diferencia entre los sexos se plantea con un discurso crítico, a través de la filosofía de la Ilustración, que era contemporánea. Los autores liberales como Rousseau, con honrosas excepciones, van a relegar a un rincón el papel de la mujer dentro del estado liberal. Como reacción a esto, se crea una declaración de los derechos declinada en femenino, en 1791 Olympe de Gouges hizo la "Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana", como contrapartida a los "Derechos del hombre y el Ciudadano" creados tras la Revolución Francesa. Se genera cierta literatura de carácter liberal a favor de la mujer: Stuart Mill o Nicolas de Condorcet van a ser ejemplos de líderes (hombres) que defienden los derechos de la mujer, pero el vacío y aparente olvido de la relegada figura de la mujer dentro del estado liberal, que perdura hasta el siglo XX, no va a ser denunciado hasta la aparición de autoras como Mary Wollstonecraft autora de "Vindicación de los derechos de la mujer", que rompe con la tónica de las obras escritas hasta el momento por mujeres, descritas como "memorial de agravios" y pasa a la "vindicación", componente esencial del feminismo. La obra de Wollstonecraft se publicó en 1792. Tres años antes, en 1789, las mujeres habían enviado los Cuadernos de quejas a la Asamblea, pidiendo instrucción, moderado ejercicio del derecho al voto, reforma de la familia y protección. Estas quejas y vindicaciones no fueron escuchadas. El feminismo liberal sufragista, originariamente, se concentró en la obtención de igualdad frente al hombre en términos de derecho de propiedad e igual capacidad de obrar, así como la demanda de igualdad de derechos dentro del matrimonio. A finales del siglo XIX, los esfuerzos se van a concentrar en la obtención de poder político, en concreto el derecho al sufragio.[ Un hito del feminismo es la Convención de Seneca Falls en Nueva York en el año 1848, donde 300 activistas y espectadores se reunieron en la primera convención por los derechos de la mujer en Estados Unidos, cuya declaración final fue firmada por unas 100 mujeres. En Inglaterra, aparecen la suffragettes, activistas por los derechos civiles, lideradas por Emmeline Pankhurst así como numerosas autoras y activistas, en su mayor parte de Estados Unidos e Inglaterra, que van a llevar el feminismo al terreno del activismo, especialmente en un contexto de vindicación de igualdad de derechos frente al estado. Los acontecimientos históricos del momento, especialmente la abolición de la esclavitud, van a ser muy influyentes en el devenir del movimiento feminista, pudiendo encontrar una correlación entre la lucha por la abolición y la lucha por los derechos de la mujer: muchas de las líderes de esta segunda corriente son esposas de líderes abolicionistas. Una vez conseguida la abolición, se van a producir contactos entre las feministas y las mujeres negras, poniéndose de relieve las grandes diferencias en la situación de las mujeres blancas de clase media-alta, las únicas feministas hasta el momento, con las mujeres negras. Este encuentro lo personaliza la figura de Sojourner Truth y su discurso "Ain't I a woman? (1851). Las diferencias y características específicas de los problemas de la mujer negra junto con los de las mujeres obreras (un grupo que va a comenzar a hacer aparición) van a generar fricciones y problemas como por ejemplo, la incompatibilidad del modelo femenino de la mujer obrera con el de las pioneras del feminismo. Autoras y activistas importantes de la primera ola del feminismo son: Lucretia Mott, Lucy Stone, Elizabeth Cady Stanton, y Susan B. Anthony, muchas de ellas vinculadas al abolicionismo e influenciadas por el pensamiento cuáquero. El carácter del feminismo predominante en ese momento vindica la mujer a través de cualidades positivas consideradas femeninas como la templanza, la vida piadosa o la abstención de beber alcohol. Sin embargo, esta vindicación de a mujer a través de la templanza no es menoscabo para enérgicas protestas y un activismo beligerante, con acciones como encadenarse en lugares públicos, romper escaparates, huelgas de hambre, desobediencia civil o actos desesperados y extremadamente peligrosos como tirarse delante del caballo del rey durante una carrera. La abolición de la esclavitud va a llegar pero, para decepción de las mujeres, la igualdad de raza no se extiende a la igualdad de género, de modo que el movimiento feminista va a tener que buscar un camino propio, separándose del movimiento abolicionista. Tras grandes esfuerzos, se conseguirá el derecho al sufragio en 1918, cuando en Inglaterra se regula el voto para mujeres mayores de 30 años y poseedoras de una casa. En 1928, la edad para votar se equipara a la de los hombres. Por su parte, en Estados Unidos, la Decimonovena Enmienda de 1920 otorga derecho al voto en todos los estados del país. La mayor parte de los grandes estados europeos van a tomar medidas semejantes con algunas excepciones como Francia o Italia, que aún postergarán unos 20 años el derecho al sufragio femenino. Junto al derecho al voto, la lucha feminista tuvo como objetivo los derechos educativos. Fueron años difíciles para las mujeres que, si lograban acceder a la universidad, después no se les reconocía el derecho a obtener formalmente, el título oficial de los estudios que hubieren cursado, ni a ejercer la profesión para la que se habían preparado igual que los hombres. Con la consecución de la igualdad "de Iure", la primera ola va a perder su razón de ser, tras un periodo de poca actividad en lo que a feminismo se refiere. Las mujeres demostraron en los períodos bélicos que podían trabajar en todo lo que eran empleos de hombres. Pero al terminar la Guerra, en esta fase que autoras como Amelia Valcárcel llama el Interregno, lo que sucedió se conoce con el nombre de Mística de la feminidad, obra de Betty Friedan. Aparecerán nuevas corrientes feministas, centradas en el progreso e igualdad social y cultural de la mujer y para diferenciarlas, se les va a calificar como la "Segunda Ola" (o Tercera en la cronología europea), nombrando de forma retrospectiva a la "primera ola". Que es cierto que el fútbol femenino tiene que ver mucho con las actividades de las mujeres feministas se constata por la obra escrita por Maya McCann bajo el título de "El fútbol femenino: las implicaciones de ser una futbolista femenina en una cultura machista". El objetivo del estudio fue investigar las experiencias de las mujeres del equipo de fútbol femenino de la Universidad de Las Américas (UDLA) con relación a la práctica del fútbol y a la diferencia de género en Quito, Ecuador. El estudio incluye observación participativa, entrevistas abiertas y la consulta de fuentes bibliográficas . La información fue analizada utilizando el marco conceptual del feminismo del deporte y el feminismo transnacional. Esta monografía ha sido diseñada a partir de las historias y experiencias temáticas de las mujeres. En el análisis se concluye que las mujeres de la UDLA experimentan ciertos desafíos con relación al fútbol femenino competitivo incluyendo la falta de jugadoras, la falta de tiempo libre, un nivel bajo o demasiado variable, la falta de apoyo, la falta de modelos y un ambiente de valores tradicionalmente asociado con hombres. Se concluye también que las mujeres experimentan desafíos con respecto a sus estados mentales pero si ellas pueden seguir jugando, tienen la capacidad de ganar estados mentales y habilidades para la vida que pueden ayudarlas a tener éxito en el mundo y confrontar los sistemas e ideas patriarcales y machistas que las rodean. Por último, se concluye que la situación del fútbol femenino en Ecuador está cambiando para ser más abierta a las diferentes definiciones de feminidad y para apoyar un poco más la participación de las mujeres en el fútbol. Sin embargo, hay un camino largo por recorrer para ganar igualdad en todo su sentido. Finalmente, recomienda que la UDLA ofrezca más apoyo al equipo femenino en forma de anuncios para sus partidos o en forma de becas para fomentar las condiciones que puedan hacer al equipo más serio y exitoso, para que pueda ganar más apoyo. La Primera Guerra Mundial fue clave en la masificación del fútbol femenino en Gran Bretaña. Debido a que muchos hombres fueron reclutados por las fuerzas armadas británicas y partieron al campo de batalla, la mujer se introdujo masivamente en la fuerza laboral y por ende en los torneos de fútbol que eran populares entre los obreros varones de la época. Muchas fábricas tenían sus propios equipos de fútbol que hasta ese entonces eran privilegios de los varones. El más exitoso de estos equipos femeninos fue del "Dicks, Kerr's Ladies", de Preston, en Inglaterra. Dicho equipo fue exitoso llegando a alcanzar resultados tan abultados como el de un partido contra un equipo escocés en el que ganaron por 22-0. Sin embargo, al fin de la Guerra, la FA no reconoció al fútbol femenino a pesar del éxito de popularidad que alcanzó. Esto llevó a la formación de la "English Ladies Football Association", cuyos inicios fueron difíciles debido al boicot de la FA que las llevó incluso a jugar en canchas de rugby y en otras instalaciones no afiliadas a la FA. "Dick, las señoras de Kerr Fútbol Club" fue uno de los primeros equipos de fútbol de la asociación de mujeres conocidos en Inglaterra. El equipo siguió existiendo por más de 48 años de 1917 a 1965 jugando 828 juegos, ganando 758, empatando 46, y perdiendo 24. Durante sus años, los partidos atrajeron de 4.000 a más de 50.000 espectadores. En 1920, Dick, Kerr's Ladies derrotó a un equipo francés por 2-0 frente a 25.000 personas. Pasaron a la historia como el primer partido internacional de fútbol femenino. El equipo enfrentó una fuerte oposición por parte de la Asociación de Fútbol (FA), que prohibió a las mujeres usar campos y estadios controlados por clubes afiliados a FA durante 50 años (la regla fue finalmente revocada en 1971). Dick, Kerr's Ladies F.C. Fue fundada en Preston, Lancashire, Inglaterra como un equipo de trabajo de la era de la Primera Guerra Mundial para la compañía, Dick, Kerr & Co. Las mujeres del equipo se habían unido a la compañía en 1914 para ayudar a producir municiones para la guerra. Aunque inicialmente se había desalentado a las mujeres de jugar al fútbol, se creía que tal actividad deportiva organizada sería buena para la moral en las fábricas de guerra y ayudaría a la producción, por lo que se fomentó el deporte competitivo. Durante un período de baja producción en la fábrica en octubre de 1917, las trabajadoras se unieron a los aprendices en el patio de la fábrica para los partidos de fútbol informal durante sus pausas para el té y el almuerzo. Después de golpear a los hombres de la fábrica en un juego informal, las mujeres de Dick, Kerr formaron un equipo, bajo la dirección del oficinista Alfred Frankland. El equipo atrajo a multitudes desde el principio; Dick, Kerr batió a Arundel Coulthard Factory por 4-0 frente a una multitud de 10.000 el día de Navidad de 1917 en Deepdale. Dick, Kerr jugó en partidos de caridad contra equipos similares en todo el país y recaudó dinero para soldados heridos durante y después de la guerra. The Daily Post escribió: "Dick, Kerr no tardaron en demostrar que sufrían menos que sus oponentes por el escándalo, y tenían una mejor comprensión global del juego. Su trabajo hacia adelante, de hecho, era a menudo sorprendentemente bueno, una o dos de las damas muestran un control de pelota muy admirable". Los jugadores fueron pagados 10 chelines un juego por Dick, Kerr & Co. para cubrir sus gastos. The Dick, Kerr Ladies estaba formado por 11 trabajadoras de una fábrica en Preston, en el noroeste del país, que pronto se convirtieron en celebridades internacionales y el mayor atractivo en el mundo del fútbol. Según el museo, ellas todavía permanecen como el club más exitoso de todos los tiempos. Pero no se trataba de una época normal. En plena Primera Guerra Mundial, todos los hombres en condiciones de jugar un partido de fútbol fueron enviados a pelear en el frente, mientras las mujeres no sólo tuvieron que ocupar sus puestos de trabajos, también tomaron sus lugares en la cancha. El fútbol femenino ya se había establecido y se jugaba esporádicamente cuando estalló la guerra, pero fue durante el conflicto cuando comenzó a ser bien visto. El momento de inflexión ocurrió cuando la liga de fútbol suspendió todos los partidos al final de la temporada 1914-1915. Mientras una generación de jóvenes fútbolistas se alistó para servir a su país, ellas respondieron al llamado, con cientos de miles asumiendo trabajos y roles que antes estaban reservados para los hombres y que eran considerados peligrosos para las mujeres, como las fábricas de municiones. Las mujeres trabajadoras convergieron en las fábricas a lo largo y ancho del país, formando una estrecha relación y compartiendo sus ratos libres. Los partidos de fútbol comenzaron a ser un pasatiempo popular para las mujeres y este detalle no pasó desapercibido para los gerentes. La que en un principio fue una actividad que se decía no era apta para la "frágil" contextura del cuerpo femenino pasó a ser impulsada como un ejercicio bueno para la salud, el bienestar y la moral. A medida que la guerra fue avanzando, el juego de mujeres fue formalizándose y comenzaron a organizarse partidos para recaudar dinero para las organizaciones de caridad que buscaban aliviar los efectos de la guerra. Estos juegos atrajeron a aficionados que querían ver a las "munitionettes", de las fábricas de municiones, enfrentarse a equipos de soldados heridos o de mujeres de otras fábricas. Los equipos fueron emergiendo y la gente empezó a disfrutar de la habilidad y talento de las mujeres, más que asistir para ver lo novedoso del espectáculo. Se estableció la Copa de las Municiones en agosto de 1917 siendo el primer ganador el Blyth Spartans tras superar al Bolckow Vaughan de Middlesbrough por 5-0. La estrella del equipo fue la atacante Bella Reay, quien anotó tres goles para elevar su cuenta a 130 esa temporada. El amor por el juego fue tal que se dice que una jugadora del Blyth, Jennie Morgan, fue directo de su boda a un partido en el que marcó dos goles. El más famoso de estos equipos fue el mencionado Dick, Kerr Ladies FC de Preston. Fundado en 1917, su primer partido atrajo a 10.000 espectadores. Para 1920, en el tradicional día que se celebra en tierras británicas después de navidad, el Boxing Day, hubo una asistencia récord de 53.000 personas en el estadio Goodison Park, en Liverpool. Otras 14.000 se quedaron afuera tratando de poder entrar para ver el partido contra St. Helen Ladies. Con el fin de la guerra, un país devastado por la muerte de tantas personas intentó retornar a la normalidad. Una a una las fábricas fueron cerrando y las mujeres, que se habían galvanizado y liberado durante el conflicto, fueron enviadas de regreso a la vida doméstica en sus hogares. El fútbol ya no era visto como una actividad saludable y reconocidos médicos, como la doctora Mary Scharlieb, lo calificaron como "el juego menos apropiado, demasiado para la estructura de una mujer". A pesar de estas advertencias, el Dick, Kerr Ladies siguió siendo el equipo bandera en Reino Unido. Pero esta "era dorada" del fútbol femenino tenía los días contados. El 5 de diciembre de 1921 la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA, por sus siglas en inglés) se hizo eco de las fuertes opiniones que consideraban inadecuado del deporte para las mujeres, instó a los equipos que pertenecían a la asociación "a no prestar sus campos para ese tipo de partidos". La prohibición cambió el fútbol femenino para siempre. Pese al rechazo general, algunos equipos se mantuvieron activos por un tiempo. Pero hubo que esperar hasta 1971 para que la FA levantara la prohibición, mismo año en que la Unión Europea de Fútbol Asociado, la UEFA, recomendó a las organismos nacionales a tomar el control del fútbol femenino, lo que marcó el renacer de la actividad para las mujeres. El primer campeonato europeo se disputó en Suecia en 1984, mientras que el primer Mundial tuvo lugar siete años más tarde. Desde entonces el fenómeno del fútbol femenino ha estado en constante crecimiento, hasta el punto de que la final de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, entre Estados Unidos y Japón, atrajo a más de 83.000 personas al estadio de Wembley. Igual no deja de ser sorprendente que es ahora, casi 100 años después, que las mujeres están viviendo una experiencia levemente similar a la vivida por sus predecesores, atrayendo a miles de aficionados y titulares. Ese hecho es lo que hace aún más especial lo conseguido por un grupo de mujeres pioneras en una época en la que parecía imposible que se pudiera lograr ese increíble éxito y reconocimiento. Durante un tiempo, las mujeres desafiaron la actitud de la sociedad y elevaron el fútbol femenino a cotas difíciles de imaginar. Para la actual generación de futbolistas le tomó casi 43 años atraer la cifra récord de 40.181 personas a Wembley para un juego amistoso entre Inglaterra y Alemania lo que refleja el largo camino que todavía queda por recorrer. Por lo menos ahora se sabe hacia dónde hay que ir y que hubo una época en la que el mejor jugador de fútbol fue una mujer, Lily Parr, quien en 2002 se convirtió en la primera futbolista en ingresar al Salón de la Fama en el museo nacional de fútbol en Preston, 24 años después de su muerte. "Habiendo recibido quejas sobre el fútbol jugado por mujeres, el Consejo se siente impelido a expresar enérgicamente la opinión de que el fútbol no es apropiado para las damas, y no se debe animar a éstas a practicarlo". Este comunicado, que la FA publicó en 1921, por el que se prohibía que las mujeres jugaran al fútbol en los campos ingleses afiliados a la organización, sirvió para frenar los progresos de un deporte cuya popularidad crecía sin parar, y cuyos partidos atraían a cantidades ingentes de público. El aumento de su popularidad se debió en parte a las primeras superestrellas del fútbol femenino, una de las cuales está considerada la futbolista más sobresaliente de la primera mitad del siglo XX. Lily Parr era una mujer imponente y todo un personaje con una vida increíble. Medía casi 1,80 de estatura, fumaba como una carretera, y tenía el pelo negro azabache y una zurda letal. Empezó en el fútbol en 1919, con sólo 14 años. En su segundo partido, en las filas del St. Helens Ladies, llamó la atención de Alfred Frankland, el entrenador del equipo rival, el Dick, Kerr's Ladies, quien la invitó entonces a unirse a su ya magnífico equipo. Parr, una de las artilleras más prolíficas de la historia del fútbol femenino, se mudó a Preston y allí encontró un hogar. Antes del veto de 1921, el Dick, Kerr's Ladies (fundado durante la I Guerra Mundial para las trabajadoras de la empresa Dick, Kerr & Co., de Preston) era un equipo benéfico, que disputaba partidos con el objetivo de recaudar fondos para la Asociación Nacional de Soldados y Marinos Licenciados y Discapacitados. Un equipo de Francia visitó Inglaterra en 1920, y el Dick, Kerr's Ladies se enfrentó a él como representante extraoficial de Inglaterra. De los cuatro encuentros disputados, las inglesas ganaron dos, perdieron uno y empataron otro, y de paso recaudaron casi 3.000 libras para obras benéficas, el equivalente a más de 100.000 libras esterlinas de las de hoy. Los partidos de vuelta se jugaron en Francia y, a su regreso, el equipo de Preston estuvo muy solicitado. El Dick, Kerr's Ladies jugó en estadios llenos de público (53.000 espectadores se congregaron en Goodison Park), y recaudó más de 5.000 libras para obras benéficas en varios encuentros (más de 200.000 libras actuales). En 1921, Parr marcó cinco goles en la victoria por 9-1 sobre un equipo de las estrellas, el "Mejores de Gran Bretaña". El Kerr's, en calidad de representante de su país, se impuso a una selección nacional de Francia por 5-1 ante 15.000 espectadores. Parr anotó los cinco goles de las inglesas. Sin embargo, con la creciente popularidad de Parr, del equipo y del fútbol femenino en general, y con tanto dinero como se había recaudado, el Kerr's y el balompié practicado por mujeres se vieron envueltos en una batalla política. Como el Kerr's jugaba partidos para ayudar a los mineros, y el equipo empezaba a considerarse una herramienta al servicio del Movimiento Laborista, la FA se propuso vetar el fútbol femenino. Después del comunicado en el que afirmaba que el "fútbol no es apropiado para las damas", la FA añadió: "El Consejo, además, es de la opinión de que una parte excesiva de lo recaudado se pierde en gastos y un porcentaje muy poco proporcionado se destina a fines benéficos". El Kerr's hizo caso omiso a la declaración de que el fútbol no era "apropiado para las damas" y se marchó de gira por Estados Unidos, donde disputó nueve partidos, algunos contra equipos de hombres. Parr destacó como una gran estrella, y un periódico estadounidense la calificó de "la mujer futbolista más brillante del mundo". A su regreso, el Kerr's siguió jugando encuentros benéficos, pero la imposibilidad de acceder a los grandes estadios le impidió recaudar para sus obras de caridad tanto dinero como solía antes de la prohibición de la FA. Parr siguió jugando, ¡y marcando goles! La compañía English Electric se hizo con el control de la empresa Dick, Kerr & Co. y no tardó en despedir a las integrantes del equipo, incluida Parr. Parr encontró trabajo en el Hospital y Manicomio de Whittingham, una de las entidades beneficiarias de las obras de caridad del Kerr. El entrenador Frankland abrió una tienda de comestibles en Preston y siguió al frente del equipo. Mientras trabajaba en el hospital, Parr conoció a su pareja, Mary. Juntas compraron una casa en Preston y jamás ocultaron su relación, aunque muchas personas homosexuales de la época se veían obligadas a esconder su condición. Pese a la falta de respaldo por parte de Dick, Kerr and Co., el Preston Ladies siguió siendo el mejor equipo de Inglaterra. En 1927 arrolló al Blackpool Ladies por 11-2, con Parr, naturalmente, en la lista de goleadoras. Muchas de sus integrantes se casaron, emigraron o dejaron el equipo, pero Parr siguió en él y su fama se extendió por todo el país. Bobby Walker, internacional de Escocia, la llamó "la mejor distribuidora del balón que he visto jamás en el fútbol". "Pateaba la pelota con la fuerza de una mula", recordaba su compañera de equipo Joan Whalley. "Era la única persona que yo he conocido capaz de lanzar de un patadón un balón parado, un viejo balón de cuero muy pesado, desde la banda izquierda hacia mi banda derecha y casi tirarme al suelo con la fuerza del disparo". En 1937, el Preston Ladies eliminó al Edinburgh Ladies por 5-1 para proclamarse "campeón de Gran Bretaña y del Mundo", con Parr y una Whalley de 15 años de edad entre las goleadoras. Frankland pronunció un discurso vehemente después del partido, en la cena organizada para celebrar la victoria. "Desde que nació el equipo, hemos disputado 437 partido, con 424 victorias, 7 derrotas y 6 empates, hemos marcado 2.863 goles y hemos encajado sólo 207", explicó Frankland. "Hemos recaudado más de 100.000 libras para obras benéficas en este país y en tierras extranjeras". Si los cálculos de Frankland eran correctos, el Dick, Kerr's, Preston Ladies y su gran estrella, Lily Parr, habían recaudado el equivalente a varios millones de las libras actuales. Después de 26 años de servicio, y con muy pocos partidos disputados durante la II Guerra Mundial por el racionamiento de la gasolina y porque Frankland trabajaba de vigilante en la defensa civil contra bombardeos, Parr se convirtió en capitana del equipo en 1946. Jugó su último partido el 12 de agosto de 1950, a los 45 años de edad, y vio puerta en aquella victoria por 11-1 sobre Escocia. Se calcula que en toda su carrera marcó más de 900 goles. Se jubiló de su empleo en el hospital a principios de la década de 1960 y enfermó de cáncer en 1967. Murió de esa enfermedad en 1978. Parr vivió para ver cómo, en 1971, la FA revocaba su decisión de 1921 que prohibía a las mujeres jugar al fútbol en los estadios afiliados a la asociación. Desde su muerte, Parr se ha convertido en un icono para el fútbol femenino y para los derechos de las personas homosexuales. En 2002, se convirtió en la única mujer que figuró entre los primeros futbolistas designados para formar parte del Salón de la Fama del Museo Nacional del Fútbol Inglés. Entre 2007 y 2009, se disputó el Trofeo de Exhibición Lily Parr entre equipos de fútbol del movimiento LGBT de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, como homenaje a las giras de Parr y el Dick, Kerr's Ladies de principios del siglo XX. Más de un siglo después de su nacimiento, a Parr le emocionaría comprobar el ascenso del fútbol femenino en su país natal, con asistencias de público cada vez más abultadas en la liga nacional y la impresionante cantidad de 80.000 espectadores que se dieron cita para presenciar la final del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino de Londres 2012. Esos mismos aficionados no dudarían en acudir en masa para ver el genio de Parr en acción. Al igual que el surgimiento del fútbol en el ámbito masculino, su variante femenina también estuvo fuertemente ligada al obrerismo y a la incorporación de las mujeres a las fábricas europeas a principios del siglo XX. Pese a que el primer partido y equipo formado por mujeres data de la última década del siglo XIX, tanto en Escocia como en Inglaterra, no fue hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial cuando las mujeres comenzaron a interesarse y a practicar el que, por aquel entonces, comenzaba a ser el deporte más importante del continente. La llegada de la Primera Guerra Mundial provocó que millones de hombres marcharan al frente. En países industrializados como Inglaterra, la mano de obra que abandonaba la fábrica para agarrar el fusil hubo de ser sustituida por mujeres. Fue entonces cuando, al igual que los hombres, ellas entraron en contacto con el fútbol. Utilizado como vía de escape tras las duras horas en el trabajo, el fútbol se implantó en el ocio femenino y su popularidad fue creciendo progresivamente hasta alcanzar su cima unos años más tarde. Poco a poco se crearon nuevos equipos y se organizaron diversos encuentros. No sólo muchas mujeres comenzaban a jugar al fútbol, sino que muchas de ellas, acudían a los estadios a observar los partidos. En algunos, como el que enfrentó a una selección francesa frente al Dick, Kerr's Ladies, combinado inglés, se llegaron a registrar audiencias de más de 50.000 personas, cifra hoy en día soñada por cualquier club de fútbol femenino internacional. Su apogeo en Inglaterra duró muy poco. En 1921, apenas tres años después del fin de la Primera Guerra Mundial, la Football Association, la federación de fútbol inglesa, decidió prohibir los partidos entre mujeres. La medida cercenó de raíz la evolución del primitivo fútbol femenino, en una época en la que, en Inglaterra, su popularidad y fama podía compararse a la de la variante masculina. La FA mantuvo la prohibición cincuenta años. No fue hasta 1971 cuando se permitieron los encuentros entre féminas de nuevo. La apuesta de los órganos rectores del fútbol internacional por potenciar el papel de las mujeres se llevó a cabo a partir de la década de los setenta, cuando se crean los primeros equipos profesionales femeninos de fútbol. Durante los ochenta la evolución será lenta pero significativa, como demuestra la creación de la primera liga profesional femenina del mundo en Japón. El crecimiento tanto social como deportivo del fútbol femenino será lento, pero constante, durante los noventa. La llegada del siglo XXI servirá como punto de inflexión. Tras la Copa Mundial de Fútbol de 1966 y la progresiva masificación del fútbol, el interés de las aficionadas creció a tal punto que la FA decidido reincorporarlas en 1969 tras la creación de la rama femenina de la FA. En 1971, la UEFA encargó a sus respectivos asociados la gestión y fomento del fútbol femenino, hecho que se consolidó en los siguientes años. Así, países como Italia, Estados Unidos o Japón llegaron a constituir Ligas Profesionales competitivas de fútbol femenino, cuya popularidad a la alcanzadas por su símiles masculinos. Es muy importante recordar que la VIII Copa Mundial de Fútbol masculino se celebró en Inglaterra, entre el 11 y el 30 de julio de 1966. 16 selecciones participaron en la ronda final, siendo divididas en 4 grupos de 4 equipos donde los 2 primeros de cada grupo avanzaron a la ronda de cuartos de final, a partir de la cual se dieron duelos de eliminación directa. La final fue disputada en el estadio Wembley entre Inglaterra y Alemania Federal. Tras empatar a dos goles durante el tiempo reglamentario, se realizó una prórroga en que Geoff Hurst anotó uno de los goles más polémicos de la historia de este deporte, el cual hasta el día de hoy se mantiene en duda si entró o no a la portería. Finalmente, un cuarto gol le daría a Inglaterra su primera y, hasta el momento, única Copa Mundial, de las manos de la reina Isabel II. El goleador del torneo fue el jugador portugués Eusebio, con nueve goles. Por otro lado, por primera vez en la historia de la Copa Mundial se presentó una mascota, el león "Willie". La década de los años 60 fue de los jóvenes y de la mujer en el Primer Mundo; de los derechos de los negros en los Estados Unidos; de la independencia de África, de la guerrilla de liberación en América Latina y de la puesta al día de la Iglesia Católica Romana. La mujer había entrado de lleno al mercado laboral, pero las obligaciones domésticas recaían casi exclusivamente sobre ella, y contra ella se dirigían los dardos de prejuicios ancestrales. Se daba por hecho que la única vía para que la mujer alcance la felicidad y la estabilidad era mediante el matrimonio. Esto empezó a cambiar en esta década gracias a múltiples factores: la juventud de los Kennedy; el éxito de los Beatles (admirados no sólo por los jóvenes sino también por los adultos refinados), la sublevación de los universitarios contra la guerra de Vietnam; el cuestionamiento al sistema educativo por los jóvenes europeos; el pensamiento y la capacidad organizativa de mujeres como Helen Gurley Brown, editora de "Cosmopolitan" y autora de "Sexo y la chica soltera", o como Betty Friedan que imaginó una nueva mujer en su libro "La mística femenina"; y los hippies con su libertad sexual, su comunitarismo, y su rechazo a lo establecido. En general, surgió una nueva sensibilidad sobre el amor, el sexo, la familia y los valores éticos y morales. El movimiento gay dio su grito de independencia después de una intervención de la policía neoyorquina en un bar de lesbianas y homosexuales. Juntaron fuerzas con el Poder Negro y las Mujeres Liberadas, organizando marchas de protesta. El eco de estos reclamos fue escuchado en Europa Occidental, donde la homosexualidad fue despenalizada. Dieciocho naciones africanas alcanzaron su independencia en este decenio. Entre 1960 y 1964 estalló la guerra en el Congo; ocurrió la masacre de Sharpeville, que mostró al mudo la crueldad del apartheid sudafricano. De 1949 a 1961 habían huido de Alemania Oriental (en especial por Berlín) dos millones y medio de personas, ya sea por razones económicas y/o políticas. En junio de 1961 el presidente soviético Nikita Khrushchev amenazó con usar armas nucleares si no se resolvía la cuestión de Berlín. 30.000 alemanes más huyeron en el tenso mes siguiente. Las autoridades comunistas decidieron parar este flujo: en la madrugada del 13 de agosto separaron las dos ciudades de Berlín con alambradas de púas y luego con una muralla de concreto, mallas electrificadas, minas, perros y atalayas con soldados fuertemente armados en una extensión de 48 Kilómetros. El muro de Berlín fue la línea limítrofe entre el mundo "delante y detrás de la Cortina de Hierro". Nunca estuvo el mundo tan cerca de una guerra nuclear como en el mes de octubre de 1962, cuando se desató la crisis de los misiles cubanos. Un avión espía norteamericano U-2 descubrió misiles nucleares soviéticos con un alcance de 1.800 Kilómetros en Cuba, a sólo 14 Kilómetros de la Florida. Khrushchev cedió a cambio de que los Estados Unidos retiraran sus misiles de Turquía y prometieran no invadir Cuba. Cuba exportó a América Latina su tipo de revolución económica, política y social valiéndose de la guerrilla, el carisma de Fidel Castro y el encanto humanista del Che Guevara. Los Estados Unidos bloquearon esta exportación creando la Alianza para el Progreso, que promovía reformas sociales y sembrando regímenes militares anticomunistas. El Concilio Ecuménico Vaticano II puso al día a la Iglesia Católica, y la conferencia de Obispos Latinoamericanos, reunida en 1968 en Medellín, radicalizaría esa puesta al día al proclamar la opción preferencial por los pobres y al adoptar el método marxista para el análisis de la realidad económica latinoamericana de la época, más conocido como "Teología de la Liberación". Jean-Paul Sartre intentó vincular el marxismo y el existencialismo en "Crítica de la razón dialéctica" (1960). El etnólogo y sociólogo francés Claude Lévy-Strauss publicó en 1962 "El pensamiento salvaje" . Argumentaba que los humanos piensan de acuerdo con estructuras mentales innatas y que el progreso es una ilusión. La mente del primitivo es tan racional como la del civilizado, y la mente civilizada es tan salvaje como la del primitivo. Sólo hay sociedades frías, que valoran la armonía y la calma, y sociedades calientes, que valoran el cambio y la expansión. La Administración de Alinetnos y Drogasde los Estados Unidos aprobó en 1960 el uso oral de la píldora anticonceptiva desarrollada por el endocrinólogo norteamericano Gregory Goodwin Pincus. La píldora se convertiría en una rutina diaria en la vida de millones de mujeres alrededor del mundo, liberando a la mujer de la esclavitud reproductiva y favoreció la revolución sexual. En 1967 el cirujano Christian Barnard realizó el primer transplante de corazón. El paciente murió 18 días después pero de neumonía. La operación ocasionó un intenso debate ético sobre la definición de vida y muerte. En 1960 en Florida se construyó el láser de rubí y fue empleado más tarde en cirugía ocular y en cortes que requieran de una suma precisión. El soviético Yuri Gagarin dio una vuelta entera a la Tierra en la cápsula espacial "Vostok 1" en 1 hora y 48 minutos el 12 de abril de 1961, convirtiéndose así en el primer hombre en el espacio. "Telstar", el primer satélite de comunicaciones fue lanzado por AT&T en 1962. En 1963 los soviéticos enviaban a la primera mujer al espacio, Valentina Tereshkova. En 1964 Estados Unidos puso en órbita otro satélite de comunicaciones, de disponibilidad constante, el "Syncom". En 1965, Aleksei Leonov realizaba la primera caminata espacial. El "Mariner IV" norteamericano envió en 1965 fotos de Marte, las cuales se convertirían en las primeras fotografías de otro planeta. Cuando en 1965 dos cápsulas espaciales americanas se acoplaron en las alturas, los EE.UU. empezaron a ganar la "Carrera Espacial". El vehículo espacial soviético "Luna 9" se posó suavemente en la superficie lunar el 3 de febrero de 1966. El hombre llegó a la luna un 21 de julio de 1969, cuando los astronautas estadounidenses Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins alunizaron. Collins se quedó en el vehículo del Apollo 11 denominado "Eagle", como dijo Armstrong al poner sus plantas en el suelo lunar: "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad". En 1964 el físico norteamericano Murray Gell-Mann propuso la existencia de los Quarks o partes constitutivas de las partículas elementales del átomo. En 1965 se formuló la teoría de las placas tectónicas para explicar la deriva de los continentes. El avión supersónico ruso "Tupolec 144" realizó su primer vuelo comercial en 1968. En medio de todos estos cambios fueron inmensas cantidades de mujeres (especialmente las jovencitas) que empezaron a ser fanáticas seguidoras del fútbol. Iban en masas a los campos de juego y, además, se hacían socias de los clubes por ellas preferidos. Las mujeres de occidente habían cambiado por completo. Y entonces fue cuando comenzaron a escucharse nuevas voces para poner de nuevo, en funcionamiento, el fútbol femenino pues ya eran muchas las que se dedicaban a jugar de manera todavía espontánea y aficionada en fiestas, festejos o reuniones y excursiones que celebraban junto a los chicos. En 1937, el equipo "Dick, Kerr's Ladies" jugó contra las "Edimburgh Ladies" en el "Campeonato de Gran Bretaña y el Mundo", siendo el primer partido internacional de fútbol femenino. La Eurocopa Femenina o UEFA European Women's Championship es una competición internacional futbolística disputada cada cuatro años entre las mejores selecciones nacionales femeninas de la UEFA. Equivale a la Eurocopa masculina. Aunque ya se había organizado una Eurocopa de Naciones no oficial en Italia, en 1969 y en 1979, donde las italianas y las danesas fueron campeonas, el primer torneo bajo el auspicio de la UEFA se disputó entre 1982 y 1984. Bajo el nombre de Competición Europea de Fútbol Femenino, dado que aún carecía de la adhesión de la mitad de los miembros de la UEFA para tener un estatus oficial, el torneo de 16 equipos se inauguró con un partido entre Finlandia y Suecia en Vammala, el 18 de agosto de 1982, donde las suecas ganaron por 0-6. Había cuatro grupos de cuatro equipos y se clasificaban sólo los primeros de cada sección. Suecia terminó líder del Grupo 1 con seis victorias, mientras que Inglaterra dominó el Grupo 2 marcando 24 goles y encajando sólo uno. En la final ganaron las suecas a las inglesas por penaltis (4-3)después de haber quedado empatadas a 1-1 durante el tiempo reglamentario. Pero, como dijimos antes, ya se habían celebrado dos primeros intentos de Eurocopa Femenina, que no fueron considerados oficiales pero que sí llegaron a celebrarse. El primero de ellos fue en 1966, un miércoles 31 de diciembre de ese mismo año, y ganaron las italianas a la danesas por 2-1. Las danesas se tomaron la revancah diez años después (1979) ganando la final. A esta competición le siguió el Campeonato Femenino de la UEFA, conocido también como Euro Femenino.Emn 1987 Noruega ganó dicho campeonato y en las siguientes ediciones hubo un absoluto dominio de la Selección Femenina de Fútbol de Alemania en 7 de las 8 posteriores ediciones, siendo su útimo título en el año 2009. Este es el historial de todas las campeonas del Europeo Femenino desde 1984: En 1984, como ya hemos dicho, las seucas ganaron a las inglesas a los penaltys por 4-3 después de haber empatado a 1-1 en los dos partidos de ida y vuelta. En 1877 las noruegas ganaron a las suecas por 2-1 en la sede de Noruega, En 1989 las alemanas ganaron la final a las noruegas por 4-1 jugando en la sede de Alemania. Em 1991, jugando en la sede de Dinamarca, las alemanas volvieron a ganar a las noruegas en la final por 3-1 teniendo que jugar una prórroga de desempate. En Italia-93, las noruegas ganaron la final a las italianas òr 1-0. Desde 1995 hasta 2009 ganaron siempre las alemanas occidentales: 3-2 a Suecia (en Alemania), 2-0 a Italia (en Noruega-Suecia), 1-0 a las suecas (en Alemania), 3-1 a las noruegas (en Inglatera) y 6-2 a Inglaterra (en Finlandia y siendo éste el marcados más abultado de todas las finales celebradas hasta ahora. En 2013 las alemanas otra vez fueron las campeonas ganando por 1-0 a Noruega (en Suecia). En el año presetne año 2017 se jugará la próxima ediciòn con Sede en los Países Bajos. En el año de 1970 se organizó el primer mundial de fútbol femenino en Italia, a donde acudieron representantes de varios países por invitación. Este primer mundial fue extra oficial y no aparece ni siquiera en la historia de fútbol femenino narrada en las páginas oficiales de la FIFA, probablemente porque no fue organizada por la FIFA ni fue reconocida por ella. Sin embargo, ese Mundial y el que le siguió en 1971 despertó la atención de un gran número de aficionados. El de 1970 fue ganado por las danesas que se impusieron por 2-0 a las italianas. En el de 1971, celebrado en México, las mexicanas se impusieron a las argentinas, iglesas e italianas y se enfrentaron en la final a las danesas. El encuentro se llevó a cabo en la Ciudad de México ante un récord de asistencia para un encuentro de fútbol femenino, que hasta la fecha no se ha superado en ese país. El resultado final fue de 3-0 a favor de las danesas. El mérito de las danesas es doble porque ganaron las dos finales jugando en la sede de sus rivales respectivos. Las futbolistas femeninas ya habían superado las primeras décadas en que, influídas por ver lo que hacían los futbolistas masculinos, se liaban a tortazos, a tirarse de los pelos o a darse patadas por alguna pequeña falta cometida por sus rivales. Ahora ya estaban aprendiendo a jugar respetando el "fair play" (que significa "juego limpio") mientras que los hombres siguen jugando, respecto a muchos de ellos, como se hacía en la Edad de la Piedra del Fútbol masculino; o sea, jugando como "ovejeros" como muy bien saben y conocen los del Atlético de Madrid (y sólo es por poner un ejemplo de los muchos que hay) confundiendo el fútbol con las peleas de bajos barrios donde es mejor "atizar patadas" para amedrentar a los enemigos. A pesar del gran éxito y la gran expectación creada por estos primeros mundiales femeninos, la desorganización de las federaciones locales hizo que se perdiera la continuidad en los torneos y no fue hasta dos décadas después, el el ya abierto respaldo de la FIFA, cuando se organizó el Primer Campeonato Mundial de Fútbol Femenino con reconocimiento oficial. Antes de su primera edición, realizada por China y ganada por los Estados Unidos en 1991, al vencer en la final a Noruega por 2-1, hubo varios campeonatos internacionales extraoficiales como la "Copa Femenina de Invitación" de la FIFA, también organizada por China en 1988. A partir de 1999, esta competición logra tener un interés internacional, consolidándose en las siguientes ediciones, En la actualidad, las selecciones de fútbol femenino más potentes del mundo son las de Estados Unidos, Alemania, Japón, e Inglaterra. Otras selecciones con buenos resultados en los Mundiales son Suecia, Brasil, Noruega, Canadá y China. Tras varios campeonatos mundiales oficiosos, tales como la Coppa del Mondo de 1970 en Italia; o los torneos por invitación de Taiwan de 1987 o de China en 1988, la FIFA organiz�, por fin, el primer Campeonato del Mundo de Fútbol Femenino con carácter oficial y que tuvo lugar en China en 1991. La cuarta edición se concedió en principio a China pero, debido a la epidemia de fiebre asiatica, hubo que buscar un nuevo país organizador que suló ser Estados Unidos. Estos son los resutlados de las finales y sus respectivas Sedes hasta el año 2011. En 1991 (China), las estadounidenses ganan a las noruegas por 2-1; en 1995 (Suecia) las noruegas ganan a las alemanas por 2-0; en 1999 (Estado Unidos), las norteamericanas ganan por penaltys a las chinas tras haber quedado 0-0 en el tiempo rglamentario; en 2003 (Estados Unidos), las alemanas ganan al suecas por 2.1; en 2007 (China) las alemanas ganas a las brasileñas por 2-0: y en 2011 (Alemania) las japonesas ganas a las estadoundienses a los penaltys tras haber termiando con empate a 2-2. La Copa Mundial Femenina de la FIFA de 2015 (2015 FIFA Women's World Cup, en inglés y Coupe du Monde Féminine de la FIFA 2015, en francés) fue la séptima edición del máximo torneo femenino a nivel selecciones del mundo. El campeonato se realizó en Canadá entre el 6 de junio y el 5 de julio de 2015 siendo la primera vez que este certamen deportivo se realizó en dicho país. Como antecedente a este evento, Canadá organizó en el mes de agosto del 2014 la Copa Mundial Femenina de Fútbol Sub-20 de 2014. Este fue el primer torneo en contar con 24 participantes. 134 federaciones afiliadas a FIFA participaron, a través de sus equipos representativos, del proceso clasificatorio para determinar las 23 selecciones participantes en el torneo, además del anfitrión. Fue organizado en dos fases: en la primera, se conformaron seis grupos de cuatro equipos cada uno, avanzando a la siguiente ronda los dos mejores de cada grupo y los mejores cuatro terceros lugares. Los dieciséis clasificados se enfrentarían posteriormente en partidos eliminatorios, hasta llegar a los dos equipos que disputarán la final, el 5 de julio en el Estadio BC Place de Vancouver. En lo tecnológico, el torneo contó con el debut dentro de la Copa Mundial Femenina de Fútbol de sensores para evitar goles fantasmas con el sistema de detección automática de goles, usado para determinar si el balón cruzó o no la línea de gol en situaciones dudosas.Las estadounidenses ganaron la final a las japonesas por 5-2 y las inglesas ganaron el tercer puesto a las alemanas por 1-0. Ante la creciente popularidad del fútbol femenino (que ya no pueden ni podrán evitar los misóginos como los "fernanditos" y los "alfonsitos" madrileños de cuyos apellidos prefieron nunca más acordarme) el COI (Comité Olímpico Internacional) decidió incluirlo en el programa de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, torneo que, al igual que en Atenas 2004, Pekín 2008, y Londres 2012 ganaron las estadounidenses. El oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 fue para las noruegas. Éstas son las medallas conseguidas en dichos Juego Olímpicos y sus sedes: 1996 (Atlanta): las estadoundineses alcanzan el Oro al ganar en la final a las chinas (Plata) por 2-1 mientras que las noruegas ganan el Bronce a las brasileñas por 2-0; Sidney 2000: las noruegas ganan el Oro a las norteamericanas (Plata) por un resutlado de 3-2 mientras que las alemanas ganan el Bronce a las brasileñas por 2-0; Atenas (2004): las estadounidenenses ganan el Oro por 2-1 a las brasilñas (Plata) y las alemanas consiguen el Bronce al vencer a las suecas por 1-0; Pekín (2008): las estadounidenses ganan el Oro a las brasileñas (Plata9al ganar por 1-0 mientras que las alemanas se quedan con el Bronce al ganar a las japonesas por 2-0; Londres (2012): las estadounidenses ganan el Oro a las japonesas al derrotarlas por 2-1 y el Bronce es para las canadienses que vencen a las francesas por 1-0; Río de Janeiro (2016): las alemanas ganan el Oro a suecas (Plata) por 2-1, y las canadienses ganan el Bronce al ganar, también por 2-1, a las brasileñas. Los próximos Juegos Olímpicos se van a celebrar en Tokio. La Copa Libertadores de América Femenina es un torneo internacional de fútbol organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, la más importante y prestigiosa copa a nivel de clubes de fútbol femenino en América del Sur. Su primera edición se llevó a cabo el año 2009, siendo campeón el club Santos de Brasil. A diferencia de su similar masculino, hasta la edición 2016 no han participados clubes invitados de otras confederaciones, el torneo se realiza en un solo país (participando un equipo invitado como anfitrión además del respectivo campeón de liga local), y se disputa un partido por el Tercer lugar del certamen. El actual campeón es el club Sportivo Limpeño de Paraguay tras vencer en la final a Estudiantes de Guárico por 2 a 1. Mientras que el club con mas copas es el São José de Brasil. Estas han sido todas las Campeonas hasta la fecha de hoy: 2009 (Santos de Brasil 9 U.A.de Asunción de Paraguuay 0); 2010 (Santos de Brasil 1 - Everton de Chile 0); 2011 (Sao José de Brasil 1 - Colo Colo de Chile 0); 2012 (Colo Colo de Chile 0 Foz Cataratas de Brasil 0 pero ganan las chilenas por penaltys); 2013 (Sao José de Brasil 3 - Formas Íntimas de Colombia 1); 2014 (Sao José de Brasil 5 - Caracas de Venezuela 1); 2015 (Ferroviaria de Brasil 3 - Colo Colo de Chile 1) y 2016 (Sportivo Limpeño de Paraguay 2 - Estudiantes de Guárico de Venezuela 1). Actualmente se está celebrando la de 2017. En 2004, el presidente de la FIFA Joseph Blatter sugirió que las mujeres futbolistas debieran "usar pantalones cortos más ceñidos y camisas sin mangas... para crear una estética más femenina" y con este uniforme "atraer a más hombres como espectadores". Esta crítica fue ampliamente comentada por futbolistas y algunos periódicos, pero pronto fue tachada de sexista y machista por la prensa al "privilegiar el físico de las deportistas antes que su juego". En septiembre de 2008 el equipo neerlandés FC Rakt de los Países Bajos entró en los titulares internacionales mediante el canje de su equipo viejo por uno nuevo con pantalones más cortos y camisetas ajustadas al cuerpò. Esta innovación, que había sido solicitada por las propias futbolistas femeninas, fue vetada inicialmente por la Real Federación de Fútbol de los Países Bajos pues de acuerdo a las reglas del juego los pantalones cortos deben ser usados por todos los jugadores, tanto hombres como mujeres; esta decisión fue revertida cuando se reveló que las jugadoras del FC Rakt llevaban pantalones cortos debajo de sus faldas, y por lo tanto técnicamente están cumpliendo con las reglas. Algunos aficionados neerlandeses especularon que el cambio de vestimenta no era más que un truco publicitario. El presidente del club, Jan van den Elzen, dijo a la "Agencia Reuters": "Las chicas nos preguntaron si podían hacer una vestimenta nueva y pidieron específicamente algo parecido a las faldas. Nos dijeron que el tema podía discutirse, pero no esperábamos que nos reclamen un permiso para ello. Hemos visto las reacciones de Bélgica y Alemania, allí ya están diciendo que esto podría ser algo útil para sus jugadoras. A muchas chicas les gusta jugar en faldas, pero no creía que fuera posible. La capitana del equipo, Rinske Temming, de 21 años, dijo: "Creemos que las faldas pequeñas son mucho más elegantes que los pantalones tradicionales y, además, se sienten más cómodos, porque los largos se hacen para los hombres. Se trata más de ser elegante, no de ser sexy. El fútbol femenino no es popular en este momento. En los Páises Bajos hay una imagen de que el fútbol "es más para los hombres", pero esperamos que pueda cambiar". En junio de 2011 Irçan había perdido un partido de clasificación olímpica en Jordania, después de tratar de llevar al campo jugadoras usando el hiyab islámico junto con trajes de cuerpo completo. La FIFA otorgño una victoria por 3-0 a Jordania, y explicó que los uniformes de Irán eran "una infracción a las Reglas de Jeugo" por razones de seguridad. La decisión provocó fuertes críticas del presidente Ahmadineyad, mientras las autoridades iraníes alegaban que las acciones de los delegados delpartido de Bahrein había sido por motivos políticos. También en junio de 2024, el equipo ruso de la UEFA Feminine League, el WFC Rossinkaya anunció un plan para que sus futbolistas femeninas jugaran en bikini en un intento por impulsar esta tendencia hacia un "uniforme más femenino" y atraer espectádores masculinos. ¿Máchismo o solamente naturaleza femenina creada por Dios para ser admirada por su belleza? Del hiyab islámico al bikini occidental existe una enorme diferencia. Tan enorme que por supuesto los musulmanes no pueden entender ni aceptar porque están aferrados a su reaccionaria y cavernícola manera de ver a la mujer y a la brutalidad con las que se les castiga por cosas tan simples y naturales como enseñar las piernas jugando al fútbol. Es por eso por lo que las que pueden se escapan para jugar como la naturaleza de su condición femenina les reclama. ¿No es mucho más machista y misógino hacer que las futbolistas femeninas juegen con todo su cuerpo tapado desde la cabeza hasta los pies? En verdad que jugar vistiendo así no sólo es por mandato machista y misógino sino que les deben pesar más los kilos de ropa que llevan puestas (impuestas por sus machistas e inclementes amos) que lo que las pueda agotar noventa minutos de juego. Varios países musulmanes todavía dificultan o prohíben el acceso de sus atletas a la competición por el "pecado" de ser mujer y deportista. "Esta es una residencia gubernamental y tanto la piscina como el gimnasio son sólo para hombres", señala el recepcionista del Palacio de Conferencias de Yeddah. Así es en todas las instalaciones públicas de Arabia Saudí, incluidas sus escuelas e institutos. En Arabia Saudí las mujeres no pueden ir al gimnasio o la piscina, aunque existen clubes clandestinos, La gimnasta iraní Hasampur se pasó al tiro porque no podía llevar mallas. Al amparo de "razones culturales y religiosas" los países musulmanes apartan sin miramientos a sus mujeres del deporte. No es sólo un caso único sino muy geenralizado. A las puetas de los Juegos Olímpicos de Pekín, las restricciones a las deportistas en los países musulmanes seguían a la orden del día. Tal es la discriminación que un grupo de activistas ha pedido al Comité Olímpico Interancional (COI) que cumpla con sus estatutos (que exigen la no discriminación por razón de sexo) y prohíba la participación de los países que excluyen a las mujeres de las competiciones internacionales. "El COI debe suspender la participación en los Juegos de los países que no permiten que sus mujeres compitan", pide un informe del Institute for Gulf Affairs (IGA). La presión empezó tras los Juegos de Atlanta con el grupo Atlanta/Sidney Plus y en 2000 se sumó la Fundación para el Deporte de la Mujer. A pesar de que esos esfuerzos se han traducido en una mayor presencia de mujeres en las últimas convocatorias, el COI se ha mostrado reticente a tomar una medida que sólo se aplicó contra Sudáfrica por su política "appartheid". "El paso de la antorcha olímpica ha desatado protestas desde París hasta San Francisco debido al trato que China da al pueblo tibetano, pero nadie ha protestado por otra tragedia que afecta a millones de mujeres en Arabia Saudí, Irán y muchos otros países musulmanes", denuncia Alí al Ahmed, director del IGA y activista de los derechos humanos, "Muchas mujeres musulmanas ni siquiera sueñan con participar en los Juegos porque sus países prohiben el deporte femenino por completo, o restringen severamente sus actividades atléticas". Y pensar que los musulmanes creen que en la "otra vida" podrán estar rodeados de bellas mujeres desnudas mientras las tapan del todo en "esta vida". O sea un absurdo completo y una estúpida creencia. Aunque la situación varía mucho de unos a otros, es un hecho que la presencia de mujeres de Estados Islámicos en los Juegos es muy escasa, De los 57 miembros de la Organización de la Conferencia Islámica sólo 2 vetan de forma abierta su participación: Arabia Saudí y Brunei. Pero si bien los equipos olimpicos exclusivamente masculinos se han reducido desde los 35 de Barcelona en 1992 hasta los 5 de Atenas hace ocho años, entre los 10.000 atletas de 2 centenares de países que acudieron a Pekín todavía un pequeño puñado de mujeres musulmanas fue apenas simbólica. La falta de promoción de las actividades deprotivas de la mujer desde la infancia o las restricciones a su forma de vestir limitan la posibilidad de que se dediquen al deporte y no digamos ya a la alta competición. En Irán, por ejemplo (y no es el único ejemplo puesto que hay muchos más) la obligación de ocultar el cuerpo femenino (que sueñan con verlo desnudo en la "otra vida" como si fuese un mal chiste pero es una triste realidad) se impuso poco después del triunfo de la Revolución Islámica que destronó al sha Reza Pahlevi e impìde la participación de sus mujeres en encuentros internacionales, Corredoras, futbolistas y otras jugadoras tienen que llevar pantalones largos, botas hasta la rodilla y pañuelo, algo prohibido por los reglamentos. Sus nadadoras sólo pueden competir anta público y jueves femeninos. Esas trabas merman tanto su capacidad de medirse con otras atletas como su consideración en los circuitos deportivos. Irán ha promovido en los últimos años una opción alternativa, los Juegos Islámicos Femeninos, en los que las mujeres compiten sin violar las normas de vestido más ortodoxas. Sin embargo, además de consagrar la segregación sexista, esa cita carece del nivel y del reconocimiento de los Juegos Olímpicos, donde las iraníes sólo pueden participar compeltamente cubiertas. Su representante de tiro en Atenas, Nasim Hasampur, era una destacada gimnasta, obligada a cambiar su especialidad ante la imposibilidad de presentarse en público en mallas. De los 52 deportistas que Irán envió a Pekín sólo 2 eran mujeres, una tiradora de arco y una luchadora de taekwondo. Tal como ha resumido Nawal al Mutawakel, la campeona olímpica marroquí de 400 metros vallas en Los Ángeles 1984. "la participación de las mujeres en el deporte es un reflejo de su posición en la sociedad en general. Su entrada en estos espacios deportivos coincide a menudo con su entrada y participación activa en la sociedad civil y la política". Sin necesidad de legislación, el peso de las tradiciones y el sistema patriarcal logran efectos similares en Qatar, Yemen y Emiratos Árabes Unidos, que finalmente rompió el tabú enviando a la hija de un jeque a Pekín. Incluso en Afganistán o Irak, donde los nuevos gobiernos se adhieren -al menos en la forma- a la prmoción de la igualdad, los islamsitas radicales (y es necesario pensar que prácticamente todos los islamistas terminan, con el tiempo, a hacerse radicales) se alían para desincentivar la participación de la mujer. Robina Muqeemyar fue la única afgana en Atenas y corrió los 100 metros lisos con pantalones largos y camiseta de mangas enteras. El triunfo amargo de Hasiba Bulmerka en Barcelona fue una lección. La argelina, que ganó los 1.500 metros lisos y se convirtió en un icono para muchas mujeres árabes, se vio obligada a trasladar su residencia a Europa ante las amenazas de los grupos findamentalistas que le recriminaban correr en pantalón corto y negarse a usar el velo en los actos públicos. Un riesgo con el que también tiene que contar Dana Abdul Razzaq, la única iraquí en Pekín. "El COI debe hacer más para eliminar las prácticas discriminatorias de sus miembro, que violan la propia Carta Olímpica, pide Al Ahmed, coautor del informe del IGA. Sus miradas estaban puestas en Londres 2012. En su opinión, esos Juegos "deberían ser tstigos de la celebración de las atletas de Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Irán y otros países islámicos". De vuelta en Yeddah, Lina al Maeena considera positiva esta campaña. "Tal vez las presiones nos ayuden a que las cosas se muevan más deprisa". Lina al Maeena es la capitana y una de las fundadoras del Jeddah United, un equipo femenino de baloncesto que, comos los recién formados de fútbol y voleibol, juega en la clandestinidad. "No tenemos instalaciones, ni entrenadores, ni árbitros, es todo un esfuerzo personal y, sin embargo, el deporte podría ayudarnos a combatir muchos males sociales". Para ella y el resto de las jugadoras, la cita olímpica es un sueño. Se conformarían con poder competir, aunque fuera tapadas como las iraníes. El debate sobre si el fútbol femenino es machista o es feminista me trae a la memoria el deporte femenino del patinaje artístico donde ellas lucen unos cuerpos de ensueño con unas piernas tan bien moldeadas que es imposible dejar de fijarse en ellas y no por ellos se nos tacha de machistas. Para mí, que no entro a discutir sobre cuestiones de machismo o feminismo en cuanto al fútbol de mujeres se trata, creo que es necesario hacer un homenaje, aunque sólo sea como recordatorio, a las pioneras del fútbol femenino porque gracias a ellas ahora los hombres podemos pasar de "ver" el fútbol de hombres a "mirar" el fútbol de mujeres. Y no es lo mismo "ver" que, además de "ver" poder también "mirar". ¿Y el fútbol femenino español? ¿Cómo pudo nacer el fútbol femenino español en una sociedad tan claramente machista y reaccionaria como era la española a principios del siglo XX? La modernización del Estado. Las mujeres y el deporte. La Segunda República adoptó una serie de medidas que significaron grandes avances en el reconocimiento de los derechos de las mujeres: derecho al voto, al divorcio y, en Cataluña, el derecho al aborto. En 1931 se celebró el Campeonato de España de atletismo femenino, en 1933 los de natación, esqui, fútbol, cross, hockey, etcétera ( y fíjense los lectores y lectoras que se cita entre ellos el fútbol). Los clubes y asociaciones femeninas, como "Las Legionarias del Deporte" o la Sociedad Femenina de Atletismo proliferan por todo el territorio español. Las publicaciones deportivas e hacen que surjan las secciones de deporte de algunos diarios que empiezan a referirse al deporte femenino destacando los aspectos técnicos que predominan sobre la anécdota y el comentario frivoIo, que había marcado el estilo del periodismo hasta entonces que era como se trataba al deporte femenino hasta aquel momento. De todas maneras la deportista era tratada, por la prensa, de manera galante, y se hacia referencia más a su belleza que a su competencia. La natación y el tenis agrupan a un gran número de participantes pero, general, las deportistas participaban en diferentes modalidades como, por ejemplo, Manollta Pérez campeona de 100 metros libres que además practicaba casi todas las modalidades atléticas: carrera de vallas, lanzamiento de jabalina, de disco, etcétera, o la misma LiIi Álvarez que practicaba, además del tenis, deporte en el que fue campeona de España en 1941, el ciclismo y esqui. A pesar de la presencia de numerosas mujeres en el ambito deportivo, era necesario explicar a la sociedad que el deporte alejaba a las mujeres de su función primordial de madre y esposa, y que la mayoría de deportistas, incluso de nivel internacional, abandonaban la práctica cuando se casaban o como máximo cuando tenían el primer hijo. La derrota de la Segudna República en la guerra civil española significó la pérdida de los derechos democráticos conseguidos por las mujeres anteriormente, sobre todo todos los avances conquistados por el Frente Popular (1936-1939), período en el que las "Mujeres Libres" fue un referente constante. Cuando ganó la guerra, el franquismo, en seguida adoptó el modelo exaltado por el nazismo y el fascismo. El lugar en la sociedad Que el franquismo adjudicará a las mujeres, hizo que las practicas físicas para las chicas en edad escolar fueran reducidas a la práctica de aquellos deportes que se consideraban adaptados a su condición social y biológica, al papel de madres y esposas sorne·tidas a la voluntad del marido, del que dependerán legalmente. Las pocas mujeres adultas, que hacian práctica deportiva, lo abandonan en el momento de casarse, al igual que la mayoría de trabajos, a excepción de las obreras y las trabajadoras domésticas. Para asegurar que se cumplan los programas de actividad física se creó un organismo encargado de velar por su desarrollo. La Sección Femenina se hizo cargo hasta su desaparición en 1975 de la formación física de las chicas y jóvenes españolas. Durante la Segunda Guerra Mundial las mujeres volvieron a reemplazar a los hombres en la actividad productiva pero, al finalizar la guerra, una fuerte presión social las obligará, en gran parte, a "volver a casa para protagonizar el fenómeno -necesario- del 'baby boom". Las actividades físicas serán una vez mas utilizadas con finalidades de mejora de la salud de las mujeres para tener hijos sanos y fuertes. No obstante, es evidente que el fuerte crecimiento económico de la postguerra, el periodo denominado "treinta años gloriosos" (l945-1975), en los que el capitalismo crece como nunca lo habia hecho antes, acelera la inserción profesional de las mujeres, lo que contribuye a su mayor participación política y a la expansión de la participación de las mujeres en las actividades deportivas. En el año 1934, en Londres, se celebran los cuartos y últimos Juegos Femeninos, que desaparecen en 1936, cuando fueron incluidas nuevas pruebas para mujeres en los Juegos Olímpicos. La maternidad empieza a no ser obstáculo para la práctica deportiva de alto nivel en 1948, Fanny B!ankers-Koen de los Paises Bajos fue la primera mujer-madre que fue coronada como campeona olímpica, pero la función materna de las mujeres no dejaba de ser un elemento, que se consideraba como el principal impedimento para el rendimiento deportivo femenino. Las mujeres eran inferiores a los hombres por causas biológicas. Cuando en 1945, la ONU declara que a igual trabajo, igual salario y, en 1948 declara también la igualdad entre los sexos en la "Declaración Universal de los derechos del hombre", se reconoce de manera implícita la obligación de los Estados de velar para que desaparezcan las desigualdades de todo tipo. En 1949 aparece "El segundo sexo" sexo de la escritora francesa Simone de Beawoir donde afirma que la "inferioridad" femenina no es biológica, sino social y, en 1963, la americana Betty Friedan analiza, en "La mujer mistificada", el malestar de las mujeres en el hogar, encadenadas a los aparatos domésticos, y la culpabilización con la que viven las mujeres asalariadas. Incluso en nuestros días, este sentimiento está presente en muchas mujeres a la hora de decidirse a dedicar parte de su tiempo a una practica física. Pero, el camino iniciado por las mujeres, como si de una carrera se tratase, empieza a distinguir la meta, en 1960 durante los Juegos Olfmplcos las mujeres fueron admitidas en la prueba de 800 metros, que había sido eliminada en los Juegos de 1928 por la llegada de dos mujeres colapsadas a la meta. las pruebas de 3.000 y la maratón tuvieron que esperar hasta 1984. los años sesenta, fueron testimonio de cambios, de todo tipo. La "píldora" se comercializa a partir de 1960, lo que permite a las mujeres controlar su fecundidad. En América y Europa aparecen grupos contestatarios y movimientos antiimperialistas, una juventud progresista camina hacia la lógíca de la liberación y lucha contra la opresión patriarcal de un capitalismo triunfante y en crecimiento continuo. Se crean "grupos de acción" de mujeres y, en 1968, estalla el Women's Lib o Movimiento de liberación de las Mujeres que se extiende por todo el mundo, consoIidándose ya de forma definitiva en un movimiento feminista mundial que llegará a todos los grupos sociales, profesiones y actividades de la sociedad. Pero el fútbol femenino español estba todavía a "años-luz" de ser un deporte aceptado por la inmensa mayoría de los machistas españoles y de los misóginos. En cuanto al fútbol femenino español de pricnipios de los 70, Laura Torvisco llegó a deci: "si eres mujer y española tienes tantas puertas cerrradas que, de tanto lcuhar, las que llegan arriba tienen un coraje y una pasión por este deporte muy grandes". Laura Torvisco tiene un balón en los pies desde que tenía tres años. Desde que tuvo uso de razón siempre supo que se dedicaría al fútbol y ejerció de jugadora antes de acabar en el banquillo. Hoy en día es la única entrenadora de la Primera división femenina, aunque para su desgracia, no es el trabajo que le da de comer. "El fútbol es un deporte muy machista y la sociedad también por permitir que esto ocurra". Así de tajante se muestra Laura, que madruga todos los días para dar clase de Edudación Física en el Colegio Trabenco de Vallecas y dedica cuatro tardes y el fin de semana a entrenar al Rayo Vallecano. "La mujer está desprotegida en el mundo del fútbol. Mientras los hombres ganan dinero suficiente para vivir cien vidas, a nosotras no nos llega ni para sobrevivir", apunta. Laura vivió el hace unos veranos uno de sus peores momentos como profesional al ver que la sección femenina del Rayo podía desaparecer por falta de presupuesto. Atrás quedaban los años de bonanza y éxitos en los que el equipo marcó una época con la conquista de una Copa y tres Ligas (2008-2011). "Somos un equipo más cercano a la realidad social que lo que era aquel. Vallecas es un barrio obrero, el Rayo un club modesto y nuestro equipo una mezcla de veteranas que juegan por amor a la franja y canteranas que sueñan con sentirse futbolistas", explica". La madrileña Laura Torvisco cree que "las niñas necesitan referentes para sentirse identificadas. Es uno de los pocos avances que he visto en este mundo en 30 años. Hoy las niñas quieren ser como Vero Boquete, Natalia Pablos o Saray García, pero no saben de los sacrificios que hay detrás de ellas". Piensa que el fútbol femenino evoluciona a nivel inferior al que debiera porque siempre ha sido el lado oscuro de este deporte. "Tenemos una Federación que no ayuda a los clubes, los patrocinadores no apuestan por nosotros y los medios no nos dan el espacio que merecemos", critica. Cuestionada sobre si se imagina en un futuro en el banquillo de un equipo masculino de nivel, Laura lo tiene claro: "En España lo veo imposible. Siempre tienes la sensación de tener que demostrar más cosas que un hombre. Lo tuve que hacer hace años cuando hice el curso de entrenador –era la única mujer entre 53 opositores– y lo es ahora. Ni siquiera confían en nosotras para el banquillo de un equipo femenino". Ella al menos tiene la suerte de tener equipo. El machismo en la sociedad española de los años 70 se atribuye, entre otros factores anteriores de la historia social de España, al régimen de Francisco Franco Bahamonde. el cual se dedicó a reducir los drechos y a prevenir la mejoría del estatus social de la mujer en España. Y esto afectó al desarrollo del fútbol femenino. No es casualidad que cuando se le pregunté al Presidente de la Federación de Fútbol (Pablo Porta) sobre el fútbol femenino, su respuesta fue vergnzosamente machista: "No estoy en contra del fútbol femenino, pero tampoco me agrada. No lo veo muy femenino desde el punto de vista estético. La mujer en camiseta y pantalñon corto no está muy favorecida. Cualquier traje regional le sentaría mejor". Es un poco denigrante tener que recordar aquelllos primeros años del incipiente fútbol femenino español que, mientras en países desarrollados ya tenía una gran presencia profesional con ligas incluídas, se dedicaba solamente a celebrar, de vez en cuando, aquellos "infames" partidos de actrices contra cantantes; por poner un ejemplo de lo que era una charlotada en lugar de una verdadera práctica deportiva. Sin embargo, hay también que decir que, en el trasfondo de todo aquel movimiento, comenzaba a gestarse la polémica entre los seguidores del fútbol. Aquella polemica sobre si el fútbol femenino era una payasada o algo realmente serio fue una lanzadera, una especie de catapulta para que se hablara ya de este tema tabú hasta entonces. No cabe duda de que durante esos años de los 60 y los 70, el fútbol en España era un deprote exclusivamente para hombres. Es imposible hablar del machismo de la sociedad Española durante los años 70 sin mencionar una de las películas que el Cine Español más desea que se pueda olvidar. Hablo de "Las Ibéricas F.C.", una película que, pese a su éxito en el año de su estreno, hoy es repudiada por la mayoría de la crítica. En el filme, cinco mujeres españolas forman un equipo de fútbol que resulta ser muy popualr, pero lo que lleva a la audiencia masculina a verlas jugar no es su habilidad con el balón sino por sus apariencias físicas. Según lo detalla un crítico en un portal de Cine Español: "En esa época, el tibio aperturismo censor permitió que las "sex symbols" hispanas de la época mostraran sugeretnes mini shorts y camisetas bien ceñidas para solaz del público masculino que disfrutaba con sus movimientos de cintura en el regate y disparo a gol de las buenas delanteras entrenadas por el gran Manolo Gómez Bur. La introducción de esta película habla por sí misma. Sólo viendo unos minutos basta para notar que la película está clarmetne escrita para hombres, la "mentalidad tradicionalista" de la época haciéndose ver. Durante los priemros 30 segundos, el narrador menciona a varis jugadores de fútbol legendarios antes de mencinar a estas chicas y su "delantera de primera división", mencionando también un "tiro a puerta, fuera de serie". y el filem ni siquiera intenta ser sutil sobre la la indumentaria que visten las jugadoras, clarametne diseñada para que ellas puedan mostrar sus cuerpos. En la primera escena de la película, que comienza a los 3 minutos en el video adjunto, una de las personajes menciona que esto es intencional. En un ambiente así, donde el fútbol femenino no es más que una broma, no sorprende que el crecimiento del fútbol femenino en España haya requerido tanta lucha. Antes de entrar en más asuntos dejemos claro que "Las Ibérica F.C." es una película completametne española, de 90 minutos de duración, que dirigiño Pedro Masó con guión del mismo Pedro Masó más Anonio Vich, con musica de Antçon García Abril y con fotografía de Juan Mariné. El reparto de estrellas es el siguiente: Rosanna Yanni, Ingrid Garbo, Claudia Gravy, Puri Villa, Tina Sáinz, Fernando Fernán Gómez, Manolo Gómez Bur, Antonio Ferrandis, José Sacrustán, Rafael Alonso, Simón Andreu y Máximo Valverde. La produjo CB Films SA junto con Pedro Masó PC, y se la puede catalogar (si es que de vedad puede catalogársela en el mundo del arte) como comedia, deprote y fútbol. La sinopsis es que Las Ibéricas F.C. es un equipo de fútbol femenino que causa sensación en el mundo del balompié, más que por sus habilidades deportivas, por sus atractivos físicos para el público masculino. Cada una de las componentes del conjunto sufre una diferente y peculiar situación sentimental, derivada de su nueva actividad deportiva. Resumiendo: La Ibéricas F.C. se trata de una comedia ligera que responde a los cánones del cine español de la época. Además de los actores principales, cuenta con apariciones esporádicas (cameos) de algunos de los más populares actores españoles del momento. Muchos críticos y espectadores la consideran como la peor película de la historia del cine hecho en España, o, cuando menos, la peor de la de época en que se rodó. Las Ibéricas F.C. es un club de fútbol femenino. Las componentes del equipo, todas ellas bellas jovencitas, encontrarán no pocos problemas por su actividad entre sus respectivos novios y maridos en una España todavía machista. Si siguiéramos por esta línea, entraríamos en un encendido debate sobre qué papeles puede tener la mujer y si puede aunarlos todos en ausencia de un hombre a su lado; aunque de igual modo, también podemos pensar que un hombre necesita de una mujer para su desarrollo integral, como mil y una veces se ha dicho. Pero este no es nuestro objetivo sino seguir indagando en las producciones que reúnen esos dos factores tan complicados de asociar: mujeres y deporte en el cine. Veamos el ejemplo patrio por excelencia. Hablamos de una cinta de 1971 que supondría el paradigma de filme de mujeres ejerciendo roles masculinos. Se trata de "Las Ibéricas FC" , documento prácticamente desconocido protagonizado por José Sacristán en el que se narran los avatares de un equipo de primera división. Ciertamente, la película no era sino una especie de mal chiste sobre la mujer dentro del deporte, en este caso el fútbol, que sólo tenía un punto de interés verdadero: se insinuaba el tema del acoso sexual por parte del hombre hacia la mujer; o dicho de otro modo, lo que tiene que aguantar una mujer que se ha inmiscuido en un mundo de machos que teóricamente no le corresponde. En este sentido, la película ofrece algunos de esos momentos extraños en los que los tocamientos entre bastidores —o entre vestuarios dado el caso— se consuman en la penumbra. Y aquí se podría abrir otro encendido debate: ¿la mujer debe someterse al hombre para poder después superarle? O aún más: ¿el cine suele ignorar el punto de vista femenino en cuanto al deporte y otros temas socialmente aceptados como masculinos para siempre interpretarlos desde ópticas ajenas a la mujer en sí misma? Dejemos estas preguntas pues abiertas a interpretación libre; pero lean, entre líneas, cómo el fútbo, femenino era utilizado para hacer negocio y no como práctica deportiva porque resulta que en esta película la dueña de una boutique y el dueño de una tienda de coches, deciden formar un equipo de fútbol femenino: Las Ibéricas F. C., con la finalidad de promocionar sus propios negocios. Las componentes del equipo, un grupo de guapas señoritas, se dedicarán con tesón a practicar este deporte en el que cosecharán grandes éxitos, más que por sus habilidades deportivas, por sus atractivos físicos para el público masculino. Cada una de las componentes del equipo sufre una diferente y peculiar situación sentimental, derivada de su nueva actividad deportiva. Antes de abrir cualquier gran debate, añadamos lo siguiente para terminar con este asunto: Hábil maniobra comercial del productor y realizador Pedro Masó, que combinó dos de las grandes pasiones del ciudadano medio occidental (el fútbol y las mujeres de buen ver) para desarrollar una película de enorme éxito en la España de principios de los años 70. En esa época, el tibio aperturismo censor permitió que las sex symbols hispanas del período como Rossana Yanni (“¿Por qué pecamos a los 40?”) o Ingrid Garbo (“No somos de piedra”) mostraran sugerentes mini shorts y camisetas bien ceñiditas para solaz del público masculino que disfrutaba con sus movimientos de cintura en el regate y disparo a gol de las buenas delanteras entrenadas por el gran Manolo Gomez Bur. Erotismo anémico y asuntos tan diversos como el masoquismo, el psicoanálisis o el transexualismo son aristas temáticas de un guión marcado por el sexismo. Los chistes y las situaciones chocarreras son las previsibles en este tipo de proyectos. Vayamos un poco más allá en el pasado. Para saber qué pasó con el fútbol femenino, que se había admitido y practicado durante la Segunda República en España, después de la Guerra Civil nos topamos con la inefable presencia de Pilar Primo de Rivera. ¿Quién era esta señora que "se las daba de muy guapa y de muy femenina" pero que aniquiló al fútbol femenino durante la época franquista? Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredia (Madrid, 4 de noviembre de 1907-Madrid, 17 de marzo de 1991) fue una político española de ideología fascista, que tuvo un papel destacado durante la Dictadura franquista. Era hermana de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española, e hija del dictador Miguel Primo de Rivera. Es conocida por haber sido la fundadora y dirigente de la Sección Femenina de Falange durante la Guerra Civil Española y, posteriormente, durante el régimen de Franco. Ello la convirtió en una de las personas más conocidas dentro del régimen, estando al frente de la única organización de masas de carácter femenino que existió durante la dictadura. Desde 1960 ostentó el título nobiliario de condesa del Castillo de la Mota. Nacida en Madrid el 4 de noviembre de 1907, era hija de Miguel Primo de Rivera y Casilda Sáenz de Heredia. Su padre era un oficial del ejército y su madre falleció cuando Pilar era muy pequeña, tras el nacimiento de su hermano Fernando. El padre, que era militar -entonces era teniente coronel-, quedó viudo y a cargo de seis hijos, aunque debido a su carrera militar solía estar ausente del hogar familiar. Así, durante su infancia, Pilar creció en un ambiente castrense, profundamente conservador, autoritario y religioso, en el que reinaba el predominio masculino. Su padre continuó con su carrera y ascendería en el escalafón, ostentando importantes cargos. En 1923 encabezó un golpe de estado que le llevó a hacerse con el poder e instaurar un régimen dictatorial que duró hasta 1930, cuando abandonó el poder y se exilió a Francia, en la ciudad de París. Durante el resto de su vida, Pilar Primo de Rivera mantuvo siempre una fuerte admiración y reverencia por su padre. Tenía una hermana gemela, llamada Ángela, que falleció en 1912 a los cinco años tras contraer el sarampión. Su otra hermana, María del Carmen, siempre se mantuvo alejada de la política y de la vida pública. Caso muy distinto del de sus otros hermanos, especialmente José Antonio y Miguel: el primero fundó en octubre 1933 un partido de corte fascista, Falange Española. Pilar asistió al mitin fundacional del partido junto a su hermana Carmen, y poco después ambas solicitaron su ingreso en Falange, aunque paradójicamente su hermano José Antonio rechazó aceptarlas en un principio. Posteriormente, José Antonio aceptó a su hermana en el partido, aunque en un principio fuese a través del Sindicato Español Universitario (SEU). El 12 de julio de 1934 se organizó de forma oficiosa la Sección Femenina de Falange, compuesta inicialmente por siete miembros. Desde el primer momento, Pilar se puso a la tarea de organizar la nueva sección del partido. Para julio de 1936 la organización ya tenía unas 2.500 militantes y se extendía por todo el país. Tras el estallido de la Guerra Civil en julio de 1936, Pilar Primo de Rivera logró salir de Madrid y establecerse en Salamanca, desde donde siguió organizando la Sección Femenina que actuaba en la zona sublevada. En pocos meses el número de afiliaciones creció considerablemente hasta alcanzar alrededor de 60.000 nuevas afiliadas, convirtiéndose en una de las principales organizaciones femeninas. Esto le confirió un inmenso poder a Primo de Rivera, aunque la creación en diciembre de 1936 del Auxilio Social por Mercedes Sanz Bachiller la llevaría a entrar en una agria disputa con esta última por la competencia que esta organización suponía para la Sección Femenina. Con el tiempo, Pilar Primo de Rivera lograría que el Auxilio Social fuera absorbido y convertido en una mera rama de la Sección Femenina. Sanz Bachiller, viuda de Onésimo Redondo, contraería matrimonio en segundas nupcias con Javier Martínez de Bedoya, lo que a la larga serviría como excusa para su caída en desgracia. Con José Antonio preso en zona republicana, la Falange se vio privada de una jefatura efectiva. En septiembre Manuel Hedilla fue elegido jefe provisional de la Junta de Mando de Falange, aunque no contaba con el apoyo unánime de todos los cuadros.[ En el seno del partido, Primo de Rivera formó parte del sector de los llamados «legitimistas», junto a otros como Agustín Aznar, Sancho Dávila o Rafael Garcerán. Este sector se consideraba heredero del legado de José Antonio y era contrario a Hedilla. En la primavera de 1937 en la zona sublevada se puso de manifiesto la necesidad de que las distintas fuerzas políticas se unificaran con objeto de que esto contribuyese eficazmente a los esfuerzos bélicos. Desde el otoño de 1936 el general Francisco Franco, que había sido electo «caudillo» y jefe de las fuerzas militares sublevadas, era uno de los principales interesados en alcanzar una unificación de los distintos grupos políticos -falangistas, carlistas, monárquicos alfonsinos- que seguían actuando de forma autónoma. No era este el caso de Manuel Hedilla, ni tampoco otros muchos falangistas «camisas viejas» que se oponían vehemente a que la Falange original desapareciera. En aquella época la hermana del fundador, Pilar, no estaba en Salamanca, ya que se encontraba realizando varias visitas de inspección en Galicia y León. En un principio, ella también se oponía una posible unificación de la Falange con otras fuerzas. Cuando el 19 de abril fue promulgado el Decreto de Unificación, Hedilla se opuso frontalmente al mismo. En este contexto Pilar Primo de Rivera se mostró contraria al decreto y aconsejó a Hedilla que resistiera. Franco reaccionó drásticamente y arrestó a todos aquellos que mostraron resistencia al decreto, incluido Hedilla. En vista de lo ocurrido, Pilar Primo de Rivera y sus seguidores abandonaron cualquier resistencia a la unificación. Primo de Rivera no fue detenida, y su vivienda se convirtió en un lugar habitual de tertulias donde los «camisas viejas» de Salamanca -que para entonces era la capital de la España «rebelde»- se reunían. De la unión entre falangistas y carlistas salió un nuevo partido: Falange Española Tradicionalista y de las JONS. El 30 de abril de 1937, poco después de promulgarse el Decreto de Unificación, Primo de Rivera fue nombrada por Franco como Delegada Nacional de la Sección Femenina. El 11 de mayo sería confirmada en su cargo. Unos meses después, una circular interna de FET y de las JONS firmada por el capitán López Bassa le entregaba el monopolio del encuadramiento de las mujeres en la zona controlada por los sublevados en el seno de la nueva Falange, Primo de Rivera pertenecía al grupo de los «camisas viejas» junto a otras destacadas figuras como Raimundo Fernández-Cuesta, Manuel Valdés Larrañaga o José Antonio Girón de Velasco. También formó parte del Consejo Nacional de FET y de las JONS, siendo una de las pocas mujeres que formaban parte de este órgano -junto a Mercedes Sanz Bachiller y María Rosa Urraca Pastor. En 1938 fue recipiente de la Gran Cruz de la Gran Orden Imperial de las Flechas Rojas. En el transcurso de la contienda, mantuvo diversos encuentros con Hitler, Mussolini y Oliveira Salazar. A diferencia de sus hermanos José Antonio y Fernando, que murieron durante la contienda, Pilar Primo de Rivera sobrevivió al conflicto igual que sus otros hermanos Carmen y Miguell. Tras el final de la contienda, la hermana del fundador de Falange continuó aumentando su parcela de poder: en mayo de 1939 un decreto desmanteló la Delegación de Frentes y Hospitales, formada mayoritariamente por militantes carlistas y dirigida por la tradicionalista María Rosa Urraca. Poco después, Primo de Rivera conseguiría que el recién creado Servicio Social pasase a depender de la Sección Femenina -logrando así imponerse a Mercedes Sanz Bachiller-, y en enero de 1945 consiguió que el Frente de Juventudes prescindiera de su rama femenina y que esta se integrase en la Sección Femenina como una rama juvenil de la organización. Sin embargo, a pesar de todos estos poderes, en el seno del nuevo régimen el poder principal estaba detentado por Franco. Si las disputas políticas habían quedado soterradas tras el Decreto de Unificación, el final de la guerra reabrió ese conflicto. En la primavera de 1941 los hermanos Pilar y Miguel Primo de Rivera escribieron una carta a Franco en la que protestaban por la situación política existente, ya que a su juicio la Falange no tenía el poder que ellos creían que merecía tener. Ambos llegaron a amenazar con presentar la dimisión de sus puestos si no se resolvía este agravio, entregando el poder a «falangistas de verdad». Franco, sin embargo, no hizo nada en este sentido. Muy al contrario, nombró al militar Valentín Galarza -conocido por ser un furibundo antifalangista- como nuevo ministro de la gobernación. La llamada «Crisis de mayo de 1941» que siguió a su nombramiento provocó una oleada de ceses y dimisiones tanto en la administración del Estado como en la estructura del partido. La propia Primo de Rivera llegó a anunciar que abandonaría la jefatura de la Sección Femenina, aunque finalmente esto no se produjo. En contraposición con su amenaza de abandonar su puesto, se mantuvo en el mismo y siguió jugando un señalado papel en el régimen franquista. De hecho, algunos autores han apuntado que habría sido la jefa de la Sección Femenina la que en 1941 habría recomendado a un conocido suyo, José Luis Arrese, para ocupar la Secretaría general del partido único, vacante desde hacía más de un año. Nunca llegó a contraer matrimonio, dedicando su vida a Falange y a la memoria de su hermano José Antonio. El escritor falangista e introductor del fascismo en España, Ernesto Giménez Caballero, llegó a concebir la idea de un matrimonio entre ella y el líder nazi, Adolf Hitler, pero dicho plan nunca llegó a dar frutos. Primo de Rivera llegó a realizar varios viajes a la Alemania nazi, país del cual era una ardiente admiradora. En abril de 1938 realizó un primer viaje al «Reich», visitando la capital germana, Berlín. También visitó la cancillería imperial y mantuvo una entrevista con Adolf Hitler que fue muy comentada por la prensa franquista. Ya iniciada la Segunda Guerra Mundial, en 1941 viajó a Berlín para participar en el «Congreso Femenino», donde se encontró con las líderes de las secciones femeninas de otros movimientos totalitarios europeos -además de Japón-. Con el tiempo, Primo de Rivera se acabó convirtiendo en una especie de «embajadora» de la Alemania nazi en la España franquista, aunque también mantuvo contactos con la Italia fascista. En correspondencia, posteriormente recibiría en España a varias delegaciones de las Juventudes Hitlerianas. En agosto de 1943 volvió a visitar Alemania, acompañada de sus más estrechas colaboradoras -Clara Stauffer y María García Ontiveros-, realizando un tour que la llevó por las ciudades de Berlín, Múnich, Salzburgo, Viena y Stuttgart. Fue recibida por las autoridades en el Aeropuerto de Tempelhof. En su primera etapa en Berlín realizó una parada de cinco días, donde se encontró con importantes líderes nazis -Goebbels, Jutta Rüdiger, Axmann, Gertrud Scholtz-Klink y von Faupel- y visitó el hospital berlinés donde se encontraban los heridos de la División Azul. En Múnich estuvo en la sede del Partido nazi -la Casa Parda- y en Salzburgo visitó la universidad, donde se encontró con los estudiantes españoles de la misma, regresando a España tras pasar por Stuttgart. Firme partidaria de la Alemania nazi, cuando en octubre de 1943 el régimen franquista decidió retirar del frente a la División Azul, Primo de Rivera se mostró contraria a esta medida y llegó a comentar que ello constituía una «traición a Alemania y a la Falange». Unas semanas antes, cuando el Ministro-Secretario general de FET y de las JONS -José Luis Arrese- declaró que España «no era una nación totalitaria», Primo de Rivera también se habría mostrado muy disgustada ante aquellas palabras. Durante la Dictadura de Franco, a pesar de su oposición inicial al Decreto de Unificación, Pilar Primo de Rivera nunca cuestionó el poder del «generalísimo» ni la deriva conservadora que adoptó FET y de las JONS -totalmente alejada de los principios joseantonianos-. El secretario general del partido, Arrese, desde noviembre de 1941 emprendió una purga interna dentro del partido, con el objetivo de expulsar a los elementos más «incontrolados» o «revolucionarios»: en los siguientes cuatro años fueron expulsados alrededor de 4.000 militantes, lo que contribuyó a domesticar la Falange. Al igual que ocurrió con otros antiguos «camisas viejas», la hermana del fundador nunca criticó la «traición» que suponía al proyecto original de José Antonio y en cambio mantuvo una próspera carrera durante los años de la dictadura. Primo de Rivera se mantuvo como jefa de la Sección Femenina (SF) durante todo el período que duró el régimen, desde el final de la Guerra civil hasta la muerte de Franco. Además de sus intervenciones en política, desarrolló un interesante trabajo de compilación de varias formas del folclore español, especialmente en lo referido a música y danzas regionales. En 1960 le fue concedido el título de condesa del Castillo de la Mota. Esta concesión pareció constituir más un reconocimiento a los servicios prestados, en un contexto en que su poder e influencia políticas habían decrecido considerablemente. En los últimos años de la dictadura tuvo un papel marginal. Tras la muerte de Franco, el 18 de noviembre de 1976 tuvo lugar la votación sobre la Ley para la Reforma Política que derogaba los Principios Fundamentales del Movimiento; a diferencia de lo que hicieron los «camisas viejas» y franquistas veteranos -como Fernández-Cuesta-, Pilar Primo de Rivera no votó en contra y simplemente se abstuvo. n la primavera de 1977 un decreto ley del gobierno de Adolfo Suárez la cesó como Delegada Nacional de la Sección Femenina. El gobierno le comunicó su cese con una notificación que incluía un sencillo «Gracias, Pilar». Unos meses más tarde, en noviembre de 1977 las veteranas de la Sección Femenina llegaron a constituir una asociación de antiguas militantes: «Nueva Andadura». Primo de Rivera fue elegida su presidenta de honor, cargo honorífico que mantendría hasta su fallecimiento. Retirada de la vida pública, publicó sus memorias en 1983. Falleció el 17 de marzo de 1991 en Madrid. La Sección Femenina(SF) fue la rama femenina del partido Falange Española, y posteriormente de FET de las JONS. La Sección Femenina fue constituida en Madrid en 1934 y llegó a funcionar durante cuarenta años, siendo disuelta tras la muerte del general Franco y el consiguiente desmontaje del régimen. Fue dirigida desde su nacimiento hasta su liquidación por Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange. Impregnada su Jefa Nacional de un ferviente catolicismo, la rama femenina de la Falange adoptaría las figuras de Isabel la Católica y Santa Teresa de Jesús como modelos de conducta y símbolos de su acción. En su momento, la Sección Femenina llegó a tener un poder casi monopolístico al constituir el único órgano femenino de encuadramiento y acción que exisía en la dictadura franquista. La Sección Femenina fue organizada oficialmente el 12 de julio de 1934 como rama femenina del partido Falange Española de las JONS. La Falange había sido fundada un año antes por su hermano fascista José Antonio Primo de Rivera, que situó a su hermana Pilar al frente de la Sección Femenina. Durante la Segunda República española, las militantes de la Sección Femenina realizaron tareas de apoyo a la militancia masculina del partido, especialmente visitas a los presos del partido y a sus familias, así como tareas de enlace entre los presos y la calle (mensajes, consignas, etc.). La organización tenía unas 2.500 militantes hacia julio de 1936. El estallido de la Guerra Civil española supuso un importante cambio para la organización. Sus actividades aumentaron de forma considerable, pasando a desempeñar un gran número de servicios: por ejemplo, dedicándose a prestar apoyo a las familias de los caídos del bando sublevado en la lucha, además de sus tareas anteriores en la retaguardia republicana, y fueron progresivamente adquiriendo protagonismo en la retaguardia de las poblaciones conquistadas por los sublevados, organizando espontáneamente la asistencia básica a la población (ranchos de comida para los niños, ropa, sanidad, reparto de cartillas de racionamiento, etc.) -en competencia con el Auxilio de Invierno, creado para estas funciones por Mercedes Sanz Bachiller-. En enero de 1937 la SF celebró su primer Consejo Nacional, que empezó el día 6 y fue clausurado tres días después. No obstante, en la zona sublevada existían otras agrupaciones femeninas además de la Falange, como las «margaritas» del movimiento carlista. La confirmación institucional le llegó a la Sección Femenina en 1937, tras el decreto de Unificación que estableció un partido único -falangistas y carlistas fueron unificados en FET y de las JONS- y la disolución de todos los demás movimientos políticos: la Sección femenina de Falange se convertía así en la única rama política de mujeres que existiría en la zona sublevada. El decreto de unificación, sin embargo, no soterró los conflictos existentes entre las distintas facciones. Dentro de la Sección Femenina surgida tras la «unificación» existían tres corrientes que estaban en discordia entre sí: falangistas, jonsistas y carlistas. Las antiguas «margaritas» carlistas eran las que más resistencia mostraron a la integración, mientras que las camisas viejas constituían un auténtico ejército de reserva que, paradójicamente, disponían de menos poder que otros grupos dentro de la propia SF. Los servicios tanto en los hospitales de campaña como en los hospitales de retaguardia -el llamado servicio de «Frentes y Hospitales» - quedaron bajo control de las antiguas «margaritas», lo que provocó no pocos conflictos con otras militantes falangistas que se veían excluidas de ejercer servicios en este ámbito por parte de las «margaritas». A pesar de estos problemas, la Sección Femenina atravesó un importante crecimiento durante la contienda. Si unos meses después del comienzo de la guerra civil la SF ya tenía unas 60.000 militantes, en abril de 1938 el número había aumentado hasta unas 400.000; un año después, en abril de 1939 -coincidiendo con el final de la contienda-, la militancia había aumentado hasta alcanzar las alrededor de 900.000 miembros, lo que supuso su máximo histórico. Durante la contienda Primo de Rivera llegó a crear una oficina de Prensa y Propaganda de la Sección Femenina, a cargo de la simpatizante nazi Clara Stauffer. Tras el final de la Guerra civil, a finales de 1939 la estructura orgánica de la Sección Femenina fue reorganizada. En los primeros años del franquismo se consolidó su papel institucional, al serles encomendado el Auxilio Social -heredero del anterior «Auxilio de Invierno»- y sobre todo, el control exclusivo de la formación femenina, centrada sobre todo en la instrucción de las jóvenes para ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas. Por decreto del 28 de diciembre de 1939, Franco también les entregó el control exclusivo Servicio Social de la Mujer, émulo fascista del Servicio Militar Masculino. Este decreto también confiaba la formación de las mujeres a la SF, estuviesen o no afiliadas a la organización: aquellas que estuviesen afiliadas a la Sección Femenina recibirían una formación específica y de carácter «profesional», mientras que las no afiliadas recibirían esta «formación» a través del Servicio Social. Unos años después de su instauración, en 1941, 282.224 mujeres cumplieron el Servicio Social realizando distintas labores bien en el Auxilio Social o bien en otros ámbitos -como hospitales, escuelas, orfanatos, comedores infantiles o bibliotecas-. En fechas posteriores llegaron a realizar este servicio hasta un 90% de las mujeres que estaban obligadas a realizarlo.Franco llegó a ceder un monumento nacional, el Castillo de la Mota de Medina del Campo (Valladolid), como sede central de la Sección Femenina. En 1939, tras el final de la contienda, Franco prometió restaurar el castillo y donarlo a la Sección Fememina para que fuese usado como centro de formación. Tras varios años de obras, el 29 de mayo de 1942 se produjo el acto de inauguración. Por ser su sede central, este constituyó el edificio más emblemático de la Sección Femenina, aunque durante los siguientes cuarenta años la organización acumuló un gran patrimonio de bienes inmuebles, prácticamente en todas las provincias españoles. Otro edificio emblemático que fue empleado por la Sección Femenina fue el Castillo-Palacio de Magalia, en Ávila. Pilar Primo de Rivera organizó la estructura interna de la Sección Femenina dividiéndola en varias secciones, que se extendían también a otros organismos de FET y de las JONS. De todas ellas, las principales eran: Hermandad de la Ciudad y el Campo, Servicio Exterior, sección femenina del Sindicato Español Universitario y la rama femenina dentro del Frente de Juventudes. No obstante, la labor del Auxilio Social supuso algún que otro enfrentamiento con la Iglesia Católica. En enero de 1945, tras algunos enfrentamientos, logró arrebatarle al Frente de Juventudes su rama femenina y que esta pasase a integrarse en la Sección Femenina como una sección juvenil. Tras la muerte de Franco y el desmontaje de la dictadura franquista muchas de las mujeres vinculadas a la Sección Femenina -alrededor de 24.000- fueron recolocadas con puestos de trabajo en las bibliotecas públicas del Estado, incluso sin haber realizado cursos de reciclaje profesional. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en otras administraciones del Estado, esta medida provocó numerosas protestas de los funcionarios del cuerpo de bibliotecarios que, en realidad, no sirvieron para nada. La suma sacerdotisa de aquella hermandad de madres y esposas sumisas fue Pilar Primo de Rivera. El instrumento de su Sección Femenina fue creado para absorber las ansias de las simpatizantes que no eran admitidas en la Falange por razón de sexo; ya que el fascista José Antonio Primo de Rivera era machista y misógino al mismo tiempo. A lo que fue la Sección Femenina estuvo dedicada la exposición "Mujeres de azul", organizada por el Centro de la Memoria Histórica del Ministerio de Cultura. A lo que significó para miles y miles de mujeres, marcadas por mensajes que las invitaban a despreciarse a sí mismas, tal vez habría que dedicarle un simposio completo de psicoanalistas. "No hay que ser una niña empachada de libros que no sabe hablar de otra cosa... no hay que ser una intelectual", aconsejaba Pilar Primo de Rivera. "No tomes el deporte como pretexto para llevar trajes escandalosos", advertían en el curso de economía doméstica. "Disimula tu presencia física en el trabajo, Seamos hormiguitas graciosas y amables", aleccionaba de nuevo, la fundadora. Al comisario de la exposición, Moncho Alpuente, le interesó contar "la historia de los muertos en vida". "La memoria histórica se ha concentrado en la guerra y es lógico, pero la posguerra fue larguísima y dura, empieza y acaba con fusilamientos", indica. Las mujeres fueron muertas en vida, aunque algunas recuerdan sus experiencias de la Sección Femenina como liberadoras. "Era una manera de viajar y conocer a otra gente", expone Alpuente. Las dirigentes, contrariamente a lo quie preconizaban para las demás, ewran solteras y ocupaban un espacio público. "Para algunas, las intructoras de Falange, eran el símbolo de la liberación de la mujer", dice en sus memorias Carmen Alcalde, citada en la muestra por la historiadora María Antonia Fernández. Entre 1937 y 1977, tres millones de mujeres de entre 17 y 35 años hicieron el Servicio Social, una suerte de mili femenina que suministraba mano de obra gratuita en hospitales, comedores y otras instituciones sociosanitarias, La labor de la Sección Femenina tuvo algún efecto positivo. Desterró malos hábitos higiénicos que causaban enfermedades y extendió la práctica del deporte entre las mujeres, con las limitaciones debidas al recato: se inventaron los pololos, se apartaron de la exaltación al cuerpo de sus colegas nazis que incluían desnudos naturalistas y se probieron el remo, la lucha y el fútbol. Así que el fútbol femenino en España llegó a declararse prohibido y fuera de la ley. El pololo es una prenda femenina heredera de las calzas tradicionales y las bragas, con aspecto de las tradicionales bombachas o pantalones bombachos cortos. Los manuales de confección de prendas populares de los siglos pasados los describen como pantalón para debajo de la falda y la enagua. Tenían una abertura en la entrepierna para facilitar ciertas necesidades, y llegaba hasta por debajo de las rodillas, bien fruncido o bien atado con cintas y decorado con puntillas. Durante la primera mitad del siglo XX, esta prenda era más habitual en la vestimenta infantil, aunque algunos modelos de pololo fueron utilizados por las mujeres como falda-pantalón para hacer gimnasia. El pololo resultaba hasta completamente ridículo para practicar deportes. La exposición que se pudo visitar en la Sala Santo Domingo de la Cruz, en Salamanca, retrató la labor de la organziación en distintos campos (sanidad, educación, campañas, comedores, actos políticos, cultura, coros y danzas, vida rural y deportes que no estuvieran prohibidos para las mujeres como sucedía con el fútbol femenino) a través de 200 imágenes, trajes reginales, insignias, trabajos escolares -hay una labor en punto de cruz dedicada al entonces ministros franquista Manuel Fraga Iribarne-, abanicos, carteles, un documental y la película "Ronda española", dirigida por Ladislao Vajda en los años 50. Es una comedia española protagonizada por Jose Suárez, Clotilde Poderos, Manolo Morán, Elena Salvador entre otros. El director es Ladislao Vajda. Se estrenó en 1952. Su Sinopsis es la siguiente: Muchas mujeres de la Sección Femenina de España en los años 50, marcharon a América en barco para mostrar en todos sus países el folklore de España. El espectáculo era un entretenimiento para los emigrados que estaban al otro lado del Atlántico. Las mujeres abandonaron sus hogares y se embarcaron en el "Monte Albertia". En el trayecto en barco la relación entre todos los tripulantes fue de lo más divertida, aunque muchas de ellas añoraran su lugar de origen. En todos los lugares que recorren, la suerte está de su parte. La película está basada en la época de los años 50. Muchas de las protagonistas pertenecieron a la Sección Femenina. La Sección Femenina pertenecía a la Falange Española y consistía en que las mujeres tenían que realizar la formación militar de más corto tiempo que los hombres, y para ello, realizaban bailes y cantos por muchos países. Muchas mujeres embarcarían rumbo a América, aunque algunas no eran actrices. La Sección Femenina, estaba dirigida por Pilar Primo de Rivera y llegó a durar más de cuarenta años. El repato de esta película fue José Suárez como Pablo, Elena Salvador como Ángeles, Manolo Morán como Morgan, Esperanza Navarro como Ana, José María Rodero como Juan, Carolina Giménez como Mercedes. José Isbert como Capitán del barco, Milagros Leal como Lola, Clotilde Poderós como Victoria, Barta Barri como Jefe de los saboteadores, Elvira Quintillá como Magdalena, Adriano Domínguez como Andrés, Margarita Alexandre como Diana, Roberto Zara como Giulio y Julia Martínez como Rosita. La mayoría de los fondos de la muestra procedían del Archivo General de la Administración, de Alcalá de Henares, donde se depositó el material tras la desparición en 1977 de la Sección Femenina que, para entonces, se había convertido en un brontosaurio muy alejado de la poderosa maquinaria que llegço a contar con 900.000 afiliadas. La Sección Femenina había sido la encargada, en palabras de la historiadora Inmaculada de la Fuente, de "recuperar la antigua feminidad"eliminando, por supuesto al fútbol femenino que ya se estaba desarrollando en otros países europeos con las primeras ligas nacionales. A la altura de 1977, el modelo en boga tenía más similitudes con las republicanas. Se inventaron los ridículos y masoquistas pololos para que la práctica deporitva de las mujeres fuese recatada. Lo único que servía, en realidad, era para tener vergüenza de ponérselos, La inmensa mayoría de las mujeres españolas se decidieron por decir que no y dejaron de hacer deporte. De todo ello podemos decir que la mujer ideal de Pilar Primo de Rivera (solterona durante toda su vida ya que se quedó "para vestir santos") poseía estas características: "Gracias a la Falange, las mujeres van a ser más limpias, los niños más sanos, los pueblos másalegres y las casas más claras"; "Todos los días deberíamos de dar gracias a Dios por habernos privado a la mayoría de las mujeres del don de la palabra, porque si lo tuviéramos, quién sabesi caeríamos en la vanidad de exhibirlo en las plazas"; "Las mujeres nunca descubren nada; les falta el talento creador reservado a Dios para inteligencias varoniles"; "La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular -o disimular- no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse". Pero Marta Borraz pone el dedo en la llaga cuando nos habla de la doble represión franquista contra las mujeres: "Ellas no sólo fueron fusiladas, encarceladas y torturadas durante la dictadura, también sufrieron una represión de género con el objetivo de imponer un model patriarcal y único de ser mujer. Muchas fueron humilladas por haber transgredido los límites de la feminidad tradicional durante la Segunda República. "El niño mirará al mundo, la niña mirará al hogar": así resumía la dictadura franquista el papel que el hombre y la mujer debían desempeñar en la sociedad. Los anhelos del régimen de regresar a ideales tradicionales se tradujeron en todo un sistema de valores que impuso unas férreas normas morales e ideó un modelo patriarcal y único de ser mujer que perseguía relegarla a un segundo plano. La frase "el niño mirará al mundo, la niña mirará al hogar" fue publicada en la revista "Consigna", uno de los aparatos propagandísticos de la Sección Femenina, dirigida por Pilar Primo de Rivera, hermana del fundado de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. Esta organziación (SF), la Iglesia y el sistema educativo se convirtieron en los tres pilares socializadores de la maquinaria frnaquista que arrasó con las bases emancipadoras para la mujer, aunque no del todo instaurdas, que había comenzado a establecer la Segunda República. En la Dcitadura frnaquista, ellas no sólo fueron encarceladas, fusiladas y objeto de torturas y vejaciones, sino que también padecieron una represión específica, "una represión ideológica y de géner" en palabras del investigador y profesor de Historia en la Universidad de León Javier Rodríguez, autor de "León bajo la Dictadura Franquista (1936-1951). La Iglesia pretendía "cristianizar" a la sociedad (y lo de "cristianizar" lo escribo entre comillas porque eso no era nada parecido a lo que debe ser el cristianismo verdadero y sólo se llama represión religiosa totalmenta apartada de las palabras de Jesucristo y del mensaje verdaderamente cristiano) para lo que comenzó a perseguir a los "enemigos de la moral católica" (y leed bien que he escrito moral católica y no moral cristiana porque son totalmente opuestas). Refiriéndonos a los católicos radicales, los curas y las monjas amonestaba, regañaban, perseguian y castigaban a las jovencitas que se atrevían a jugar al fútbol pero, sin embargo, tanto ellos (especialmente los seminaristas) y ellas (especialmente las novicias) sin que jugaban al balón "con faldas y a lo loco" tanto los curas como las monjas (y esto de "con faldas y a lo loco" ya saben todos mis lectores y lectoras lo que quiere decir). Al contrario que ellos y ellas, los cristianos verdaderos no sólo aceptamos el fútbol femenino como deporte saludable para las cristianas verdaderas sino que jugamos juntos con ellas cuando llega la ocasión de hacerlo (demostrado en la vida real). En los Campamentos Cristianos, de vez en cuando, celebramos Juegos Olímpicos donde los hombres y las mujeres (sin prejuicios de edad)jugamos a deportes formando equipos mixtos y el fútbol es uno de ellos. Varias condiciones diferenciaban la experiencia penitenciaria femenina de la de los hombres, entre ellas, la presencia de los hijos que, muchas veces, las mujeres no tenían con quien dejar. "Aquellas mujeres agotadas, sin leche para criarlos, sin comida que darles, sin agua, sobre míseros petates, sin ropa, sin nada, sufrían doble cárcel" afirmó en 2001 Josefina Amelia Villa, que había pasado por la prisión madrileña de Ventas. Muchos de aquellos niños acabaron muriendo entre rejas, "Otro rasgo fue el riguroso encierro "intramuros", ya que a ellas se les conferían trabajos de costura para redimir penas muy disciplinarias, los "propios de su sexo", siempre en el interior de las cárceles", analiza el historiador Fernando Hernández Holgado. Y es que la mujer debía estar subordinada al hombre, alejada de la vida pública y ligada exclusivamente a las tareas domésticas, al cuidado de los hijos y a las satisfacción del marido ("el descanso del guerrero" se decía) aunque ella no estuviese nunca gozando en aquellas relaciones sexuales que pueden considerarse vejación y violación (aun dentro del matrimonio) cuando ellas no lo deseaban. "Fue una represión ideológica que buscaba crear uan sociedad de mentalidad única", opina Rodríguez, "en la que la Iglesia jugaba un papel fundamental". De hecho, implantó en España un modelo basado en la "recristianización" (que era ultracatolicismo en realidad y no cristianismo) de la sociedad, comenzó a perseguir a "los enemigos de la moral católica", con el beneplácito de las instituciones, y a difundir estrictas normas acordes a las "buenas costumbres" (la especial hipocresía de todos los tiempos y en todos los países). Por ejemplo, "honestidad en los vestidos, sin exagerar escotes, faldas y mangas" o "suprimir el fumar entre las mujeres" porque "es costumbre poco femenina" (la realidad dice lo contrario). El psiquiatra Vallejo-Nájera defendñia la segregación entre hijos y madres "rojas" paraque no se "contagiaran" de su ideología. Juan Antonio Vallejo-Nájera Botas (Oviedo, 14 de noviembre de 1926-Madrid, 13 de marzo de 1990) fue un psiquiatra y escritor español, hijo de Antonio Vallejo-Nájera, psiquiatra y militar que dirigió los Servicios Psiquiátricos del Bando nacional durante la Guerra Civil española. Juan Antonio Vallejo-Nájera había iniciado sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de Madrid a la edad de 16 años (1943). Obtiene su Licenciatura en Medicina en el año 1949 con un total de veintiocho matrículas de honor, obteniendo el grado de licenciado con sobresaliente y el Grado de Doctor con la calificación de Cum Laude en 1954. Su tesis doctoral Epilepsia y Catatonia Audiógena de la rata blanca recibe el premio de la Real Academia Nacional de Medicina a la mejor Tesis Doctoral del año. En 1955, la Real Academia Nacional de Medicina le elige como Académico y le otorga la Medalla de Plata por su trabajo Las neurosis infantiles. En 1953 obtiene por concurso-oposición la plaza de Jefe de Sección de Psiquiatría e Higiene Mental en el Instituto Provincial de Sanidad, con función de Director, y en 1956 obtiene la plaza de Director del Hospital Psiquiátrico Nacional de Leganés (Madrid). En 1957 gana por oposición las plazas de Catedrático de Psiquiatría y Psicopatología de la Facultad de Medicina (Universidad Complutense), director del Instituto Nacional de Pedagogía Terapéutica y del Centro de Investigaciones Psiquiátricas de Madrid. En 1957 contrae matrimonio con María Victoria Zóbel de Ayala y Montojo, hermana del famoso pintor hispano-filipino Fernando Zóbel, creador y principal promotor del museo de Arte Abstracto de Cuenca, ambos miembros de una de las más opulentas familias de Filipinas. El 6 de mayo de 1958 nace su primera hija Alejandra Vallejo-Nágera. Dos años después nace su segundo hijo, Iñigo Vallejo-Nájera, y tres años más tarde su hija María Vallejo-Nájera. El 17 de julio de 1969 se le concede la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad. En 1972 es nombrado Director del Centro de Investigaciones Psiquiátricas y Docentes del PANAP', posteriormente denominado Centro de Salud Mental de Madrid. Destacó como médico tanto en las facetas clínica como didáctica. Entre sus aficiones destacó como encuadernador, actividad en la que llegó a ser reconocido internacionalmente, y como pintor de estilo naif. Como escritor cultivó el ensayo, la divulgación, la biografía, la ficción inspiradas en sus experiencias como psiquiatra y la novela histórica. En el año 1974 abandonó la docencia, concentrándose en su carrera de escritor. Según cuenta en su autobiografía, el ambiente contestatario de la universidad de los años 70, empapado de la lucha socipolítica del final de la dictadura, le resultaba desagradable y decepcionante. En 1985 ganó el Premio Planeta con la novela histórica Yo, el rey, lo que confirmó su consagración como literato, conferenciante y divulgador de temas médicos. Muere a causa de un cáncer de páncreas el 13 de marzo de 1990. Vallejo-Nájera elige al escritor José Luis Olaizola para que, juntos, recogiesen la experiencia de su muerte; el resultado de este común esfuerzo se plasma en la obra La Puerta de la Esperanza, que ha sido traducida a más de veinte idiomas y cuya publicación continúa vigente. Marzo de 2014: Justo esta misma semana se cumplieron 44 años de la muerte de uno de los ideólogos seudocientíficos del franquismo, el psiquiatra Antonio Vallejo Nágera, que entre otras consideraciones definía a la mujer como un ser inferior al servicio de la maternidad. "A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella". Lamentablemente muchas de las medidas que se están tomando hoy en día tienen una base ideológica que lleva muchos años instaurada en la derecha más reaccionaria española y que se ha ido conformando con las ideas de personajes como el psiquiatra franquista Antonio Vallejo Nágera. Esta opresión se unió a una específica, ejercida sobre todo en las zonas rurales, que consistía en raparles el pelo (lo mismo que hacían los comunistas con las mujeres que preferían vivir sin estar esclavizadas al marxismo) y obligarlas a ingerir aceite de ricino que les provocaba diarreas constantes al tiempo que eran paseadas por las principales calles de las ciudades"liberadas" por el bando nacional (lo mismo que hacían los comunistas con las mujeresque preferían vivir sin estar esclavizadas al marxismo): "una forma de avergonzar a la población femenina que no se había sumado al golpe militar", explica Mirta Núñez, profesora y directora de la Cátedra de Memoria Histórica de la Unviersidad Complutense de Madrid y que era exactamente lo mismo que hacían los comunistas con las mujeres que preferían no vivir esclavizadas por el marxismo. El objetivo (tanto de fascistas como comunistas) era vejar a la mujer que había transgredido los límites de la feminidad tradicional (perseguidas por los fascistas) como las que se negaban a no ser mujeres para todos sino para un solo esposo (perseguidas por los comunistas) y oponerse a su libertad y autonomía (cosas que no admitían ni los fascistas ni los comunistas porque ambos las convertían en simples objetos o bien de "la castidad" o bien de "la prostitución" y es que hablando claro nos entendemos todos mejor. De algún modo esta humillación (fuese ejercida por los "azules" o fuese ejercida por los "rojos") quería provocar que la vergüenza a la que habían sido sometidas delante de sus vecinos les forzara a regresar al hogar y el ámbito famiiliar (fascistas) o a la calle y la vida disoluta sin familia alguna (comunistas). En medio de los dos bandos que se odiaban mutuamente las mujeres estaban sometidas a la voluntad autoritaria y despótica tanto de unos como de otros. O mujeres de hogar o prostitutas y no les daban a elegir otra tercera decisión que no fuese tan radical y extremista. Volviendo a la época del franquismo y sus represalias, las presas políticas, que habían hecho de enlaces en los partidos o habáin combatido como milicianas en el bando republicano (lo mismo se podría secir si en vez de ganar los nacionales hubiesen ganado los comunistas porque ambas cosas venían a ser lo mismo para las indefensas mujeres) fueron severamente castigadas por "adhesión a la rebelión militar (lo mismo que ha sucedido siempre en todas la Repúblicas democráticas y marxistas). Pero, además, sobre ellas recaía la losa de ser traidoras de su género. Toda una visión sostenida en las "investigaciones científicas" de nazis, fascistas, marxistas y comunistas de todo el mundo entero y que han pasado a la Historia por sus "estudios" misóginos y machistas sobre la mujer republicana que hubiese sido sobre la mujer nacionalista de haber ganado los "rojos" en lugar de los "azules" En un mundo así de represor y de fascista por un lado y comunista por el otro, ¿cómo iban a admitir que las mujeres jugasen al fútbol? Sin embargo, el fútbol se descubre a menudo en lugares normales. No hacen falta grandes estadios, o un césped como una alfombra (y lo sé por mi propia experiencia). Apenas se necesita a un amigo y un balón. Por eso, ya en plena época franquista, cuando el fútbol masculino estaba empezando a ser usado como "lavado de cerebro" y "alienación mental de las gentes de los pueblos de España" y le fútbol femenino seguía estando prohibido, perseguido y hasta declarado fuera de la ley, hubos pequeños núcleos, muy dispersos y anonimos por todo el territorio español, de mujeres que se echaron para adelante y sñi jugaban al fútbol en contra de las leyes reaccionarias. Un ejemplo de ello fueron las chicas de Crende, en Abegondo (provincia de La Coruña). Los vecinos del peuboo hace poco tiempo reunieron a un grupo de amigas que cuando eran más jóvenes desafiaron a todo lo establecido, se pusieron un pantalón corto, y se lanzaron a jugar al fútbol cuando muy pocas mujeres lo hacían en España. Casi todas ellas superan hoy los setenta años. Algunas, como Herminia Mirás, pasa de los noventa, aunque nadie lo creería. El día del homenaje que sus vecinos preparon un sábado, volvieron al campo en el que se estrenaron, contentísimas de reencotrarse. El fútbol se descubre en lugares normale sin ninguna clase de ideología política, sindicalista y/o religiosa; porque el verdadero fútbol, el fútbol de verdad, son los amigos y las amigas y un balón de por medio. Por eso Antonia Barral, de más de 75 años de edad, dice que "la fiesta que reciben como homenaje de aquella heroicidad le hacer recordar lo más grande que tiene como recuerdos de juventud" Aquel 5 mayo de 1963, cuando se bautizaron como futbolistas en el campo de su parroquia con un partido entre solteras y casadas, fue quizás uno de los más señalados de sus vidas. Lo recuerdan con caras desbordantes de alegría, con más o menos detalles, seguras de que siempre hay alguien que se acuerda de casi todo. Aquel día se sintieron libres de nazis, libres de fascista, libres de marxistas y libres de comunistas, porque quizás por primera vez se atrevieron a hacer algo que verdaderamente les gustaba y que era lo que más les apetecía: jugar al fútbol y no recordar para nada ni la guerra, ni la política, ni los sindicatos, ni la religión. Durante el homenaje de sus vecinos era difícil sustraerlas de la emoción del reencuentro y los recuerdos compartidos. Ese mismo día tuvieron su relevo generacional con otros partiod entres solteras y casadas siendo ahora ellas las espectadoras. Fue en el mismo campo de Crendes, en el mismo campo en que ellas debutaron por primeravez el 5 de mayo de 1963, coincidiendo con las fiestas de San Pedro, el patrón de la parroquia. Tienen unos vecinos que saben lo importante que es ser un pionero o una pionera. Orlando Iglesias, organizador del homenaje junto a la directiva de la Sociedad Católica, cultural y Recreativa de Crendes que preside José Ángel Loureda, cree que eran "la vanguardia del fútbol femenino gallego" con la curiosa paradoja de que era un gallego (Francisco Franco Bahamonde) el que lo prohibía con la ayuda de Pilar Primo de Rivera. Una cosa que nadie recuerda es cuñantos equipos de mujeres futbolistas había en toda Galicia y en el resto de España a principios de la década de los 60. El origen del fútbol femenino moderno, en España, es una historia escondida. Y supongo que las mujeres de Crendes sintieron, en su homenaje, lo mismo que siento yo cuando recuerdo que, a mi edad de 9 y 10 años, saltaba junto con un grupode maigos del Colegio Lope de Rueda de Madrid, la puerta metálica de la entrada (por la cual gateábamos de manera experta) para jugar, con pelotas de goma, los primeros partidos de mi muy larga vida de futbolista en el estrecho patio de vecinos que nos servía de zona de recreo y cancha deportiva en contra de las normas establecidas por los maestros de que no podíamos hacer tales diabluras. Pero las hacíamos y de esa manera me empecé a forjar como futbolista por largos años. En cuanto a las mujeres de Crendes, muchas de ellas siguieron jugando al fútbol después de estos primeros partidos, a los que acudían sus maridos y novios con pancartas que decían: "Estamos aquí para animaros y si es preciso amaros". Pero son muy críticas -a veces incluso irónicamente crueles- con sus habilidades futbolísticas. Leonor Lamas, que ya ronda los 80 años de edad o más, sonríe cuando se le pregunta qué tal jugaba. "Era más bien un estorbo en el campo y le tenía cierto miedo al balón", admite. "Yo sólo hacía correr, en cuanto a los demás sólo hacía bulto", confiesa Socorro Barbeito, que anda ya muy cerca de los 79 años de edad. Pero todas coinciden en que el talento futbolísitico de verdad lo tenían María Jesús Gómez y Dolores Cacheiro, las que tuvieron la idea de montar el equipo enfrentándose al cura y a las monjas de Crendes, "que tenían miedo de que se nos vieran las piernas". Esto dice la que era defensa central y añade que "no había pelota que pasara junto a mí porque pelota que cogía me lanzaba rápidamente hasta el medio campo. Gracias a mí nuestra portera se pasaba todo el partido descansando". En el archivo local de la Sociedad de Crendes no figura el resultado de aquel primer partido entre solteras y casadas. Y lo curioso es que nadie lo recuerda con seguridad (como tampoco los chavales del Lope de Rueda de Madrid recordamos cómo terminaron nuestros múltiples partidos jugados en el patio) Con poca convicción. alguien dice que quedaron empatadas 1-1. Gelines recuerda que una vez metió un gol a su tía Hortensia: "Al llegar a casa me estiró de las orejas", porque le había dolido que su propia sobrina le hiciera un gol. "Hacíamos que la gente se lo pasara bien", dice Gelines, mientras las demás charlan animadamente en grupo. "Yo creo que tú ya tenías 18 alos". "No, yo tenía solamente 16", responde Charo. "Tenemos mucha suerte porque algunas ya no están con nosotras", comenta alguien para recordar a las que ya no pueden verse en las fotos porque fallecieron. Charo Camba nació en 1947, y recuerda que sólo quería jugar y correr "como Amancio" (se refiere a Amancio Varela que del Deportivo Coruña fue fichado por el Real Madrid)". Por eso quizás lucía el número 7 a su espalda, para avanzar por la banda como una bala, como hacía él. "Yo sólo corría detrás del balón y era lo que me gustaba hacer", dice, Gelines Santos también buscaba la velocidad. Tenía tantas ganas de correr que en un partido en Betanzos, contra el Eirís, ni siqueira se dio cuenta de que había trerminado la primera parte, y la portería hacia la que corría pensando solo en chutar no era la de las contrarias, sino la de su propio equipo. "Metí el gol en mi propia portería y los aficionados del Betanzos no hiceron más que festejarlo diciendo: Blanquita, bendícete", Gelines, como su hermana Carmen, que era portera y sólo encajó un gol, conserva la piel blanca que tanto había llamado la atención de los aficionados betanceiros. Maruja Cañás, que era delantera, tiene un recuerdo amargo del primer partido, porque se rompió una pierna. "Le dí mal al balón y me caí hacia atrás", dice, En un partido posterior de homenaje que le hicieron por la lesión, la Guardia Civil informó al entonces presidente de la Sociedad de Crendes, José María Carro, de que el cura había denunciado el partido. Como el problema era que las mujeres enseñaran las piernas, idearon una fórmula para rebajar la tensión: bajarles un poco los pantalones a las jugadoras. María Caamaño, que jugaba de defensa dice: "Fue una experiencia muy bonita. Nos gustaba mucho jugar al fútbol". "Las solteras jugaban mejor porque eran más jóvenes", reconoce. Herminia Mirás, la más veterana (ya tiene más de 90 años) fue masajista después de futbolsita: "pero tenía muy poco trabajo porque no había muchos accidentes". Antonia Loureda era polivalente: "Jugué de porter,a de media y de delantera". La fama de las futbolistas de Crendes fue en aumento y distintas localidades de la zona queráin contar con los equipos de solteras y casadas para sus fiestas. Tanta fue la expectación que "La Voz de Galicia"se hizo eco con una crónica en Betanzos contra el Eirís, que terminó en empate. En ella se criticaba que la Federación Gallega de Fútbol prohibiera los partidos entre mujeres: "Al parecer se teme que las simpáticas aficionadas dejen quedar mal a los musculosos profesionales", ironizaba. María Jesús Gómez, a la que en algún campo la confundían con "un hombvre", no es tan crítica con su forma de jugar: "Yo era como Sergio Ramos. Podría fallar un penalty pero la pelota no pasaba nunca mi portería". Pese a que recientes estudios sitúan el origen del fútbol moderno femenino en España durante la primavera de 1914 con el establecimiento del primer club en Barcelona (el Spanish Girl's Club), es una disciplina relativamente nueva y aún en expansión en el país. Ese equipo se vio avocado a la desaparición debido al poco apoyo y comprensión recibido por parte de los aficinados y los medios de comunicación. No en vano, en aquellos años, incluso el fútbol masculino trataba de sobrevivir en una época que aún trataba de aceptar este deporte y no calificarlo de rudimentario y peligroso, teniendo un lento pero progresivo desarrollo. No sucedió así con el fútbol femenino, desaprobado en ocasiones con comentarios machistas y/o misóginos por la prensa hasta que en el período estival de 1914 -y coincidiendo con el estallido de la Primera Guerra Mundial- el Spanish Girl's Club cesó sus actividades. Durante su muy corto período de práctica jugó varios partidos entre los dos equipos de su seno teniendo en Paco Brú -futbolista, principal valedor y promotor- y Narciso Masferrer a dos de sus mayores apoyos. Así pues, el 9 de junio de 1914 se disputó el primer partido de fútbol femenino en España del que se tiene constancia documentada. Disputado en el Velódromo Parque de Deportes, el Montserrat y el Giralda -pertenecientes ambos al Spanish Girl's Club y diferenciándose en el color de sus camisas- jugaron en beneficio de la Federación Femenina Contra la Tuberculosis finalizando el encuentro con el resultado de 1-2 a favor del Giralda, pero no levantando demasiado entusiasmo: "Esta primera actuación de la mujer en el viril fútbol, no nos satisfizo, no sólo por su aspecto sportivo, sino que también porque a las descendientes de la madre Eva les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inestéticas posiciones que eliminan la gracia femenil" Esto es lo que decía la crónica del diario "El Mundo Deportivo" del 11 de junio de 1914. El 9 de junio de 1914 se jugó el primer partido de fútbol femenino en España entre dos combinados de un club llamado Spanish Girl'sClub, formado en Barcelona y organizado por Paco Brú Sanz (jugador del Barcelona y empleado del ayuntamiento de esta ciudad, futuro seleccionador nacional en Amberes 1920). El presente artículo pretende recuperar la memoria de aquellas pioneras y rendirles un modesto homenaje ahora que se aproxima el debut de la selección española femenina en un Mundial. Meses antes de que Paco Brú formara este equipo femenino existió otro club en Barcelona cuya directiva estaba formada exclusivamente por mujeres, aunque sus jugadores eran varones. Esta experiencia liderada por Brú fue la primera en la que las mujeres tomaban protagonismo en el terreno de juego, se trató además de un club perfectamente organizado que disponía incluso de local en la sociedad "L'Amistat" de la calle Consell de Cent. Como cabría esperar en la España de 1914 este club de fútbol femenino resultó sorprendente y polémico, y las reacciones en la prensa oscilaron entre el estupor y la simpatía, con algunos comentarios no exentos de machismo y misoginia. Tras 45 días de entrenamiento y algunos problemas con los padres de las jugadoras por el uniforme y por la exigencia de Brú de que todas se ducharan tras los entrenamientos y los partidos, el entrenador las consideró listas para presentarse en público y el 9 de junio de 1914, a las cinco y cuarto de la tarde, se efectuó el primer partido en el campo del Real Club Deportivo Español. Las jugadoras del Spanish Girl's Club se dividieron en dos equipos (Montserrat y Giralda) y, con el propio Brú como árbitro, disputaron un encuentro que levantó expectación. Se trató de un partido benéfico a favor de la Federación Femenina contra la Tuberculosis presidido por el Capitán General de la Región general César Víctor Augusto del Villar y Villate, acompañado de su hija. El Giralda se impuso por 2-1. La crónica de "El Poble Catalá" (la más neutra y correcta, con comentarios favorables) salió el día siguiente, con las alineaciones completas. El mismo día 10 "El Diluvio" publicó otra crónica, en la que aparecían comentarios menos afortunados sobre los peinados y sobre el supuesto miedo de las jugadoras cuando el balón les iba al pecho. Se anunciaban partidos en varias localidades catalanas, además de una gira que incluía Palma de Mallorca, Valencia y "Pamplona durante las fiestas de San Fermín". El 11 de junio aparecía otra crónica en el "Mundo Deportivo", ésta aún menos afortunada que las anteriores y repleta de comentarios machistas. Los dos equipos del club (Montserrat y Giralda) prosiguieron con sus partidos amistosos durante la primavera y el verano de 1914. Tenemos crónicas diversas de nuevos encuentros, como el del 11 de junio (empate a uno), por ejemplo de "El Diluvio" el 12 de junio. El 14 de junio en Sabadell (campo del Atlètic): Montserrat 4 - Giralda 1. Con homenaje y ovaciones en la ciudad vallesana incluídos. Crónica de "El Diluvio" el 17 de junio de 1914. El 21 de junio viajaron a Mataró (campo del Tiro Nacional). "El Diluvio" informó el 26 de junio de 1914 sin dar el resultado. El 29 de junio disputaron un nuevo encuentro en Barcelona (campo del España) con victoria del Montserrat 2-1. Informó brevemente "El Poble Catalá" el día 30. El 6 de julio de 1914 se disputaría el primer partido de fútbol femenino fuera de la provincia de Barcelona. En Reus (Tarragona) "ante numerosa y distinguida concurrencia": Giralda 2 - Montserrat 0. Informó "La Vanguardia" el 7 de julio de 1914. No tenemos más noticias del Spanish Girl's Club. Parece que se negoció la posibilidad ya apuntada de que jugaran en Pamplona un partido que serviría para inaugurar el nuevo campo del Punching Club, pero no se concretó. Según Garcia Castell en agosto de 1914 debían iniciar una gira por el sur de Francia que se abortó por el estallido de la Primera Guerra Mundial, llega a afirmar Garcia Castell que "Después de Bélgica, fueron las primeras victimas de la guerra". Fue el triste final de este primer club de fútbol femenino en España. En 1923 el fútbol femenino regresó a Barcelona con la disputa de dos partidos internacionales amistosos Francia-Inglaterra organizados por el Sindicato de Periodistas en beneficio de las "Casas baratas para periodistas". El saque de honor en uno de ellos fue realizado por el siempre omnipresente en eventos y avances deportivos Narciso Masferrer Sala (periodista, dirigente y fundador de clubs y federaciones, divulgador deportivo y olímpico, etcétera) Un referente en el regeneracionismo, un auténtico apostol del deporte y la educación física en nuestro país que también apostaba por el deporte femenino. Pese a la presencia de Masferrer (director de "Stadium") en los encuentros, la crónica publicada por el periodista Enrique Guardiola en dicha revista el 15 de septiembre de 1923 (Girls contra Mademoiselles. Fiesta deportiva en favor de los periodistas) fue soez, machista y ridícula (incluso para la época) con comentarios de este nivel: "...hemos de confesar que el fútbol no se ha hecho para la mujer y que la mujer no se ha hecho para el fútbol..." , "Nosotros le tenemos horror al marimacho. Y es indudable que el fútbol femenino tiende a la formación del más completo, perfecto, acabado y espeluznante tipo de marimacho...", "(el fútbol) es un deporte al que sin exagerar podríamos calificar de esencialmente antifemenino"... Terminaba de esta forma tan penosa una aventura futbolística femenina avanzada a su tiempo en decenios que no debe ser olvidada. Hubo de esperar varias décadas para asistir de nuevo a la fundación de equipos femeninos, producidas en los años 70 y casi en clandestinidad. Hasta noviembre de 1980 la Real Federación Española de Fútbol no reconocería al fútbol femenino y aún queda un largo recorrido por hacer en matería de igualdad. Pero todo largo camino se inicia con un tímido paso como el que dieron Paco Brú y las chicas del Spanish Girl´s Club de Barcelona en aquella primavera-verano de 1914. Un camino que de momento ha llevado a las futbolistas españolas hasta el Mundial de Canadá. El fútbol femenino tan sólo en contadas ocasiones ha merecido la atención de los medios informativos nacionales, pero en esta temporada cumple cuarenta años desde que se iniciaron las primeras manifestaciones serias de esta disciplina. Hasta entonces raras veces se había podido contemplar a algún grupo de chicas pelotear en espacios públicos con un balón en los pies y si lo hacían no estaban exentas de recibir algún comentario despectivo con respecto a su pretendida feminidad. Con ciertos matices no era éste un caso aislado en España ya que la misma Foot-ball Asociation no se decidió a reconocer la rama femenina del fútbol hasta el año 1969 como consecuencia del incesante crecimiento registrado a partir del Mundial de Inglaterra. Dos años después la UEFA encargó a sus asociados la gestión y el fomento de esta disciplina, hecho que se consolidó en los siguientes años. Quizás sea la primera referencia sobre el fútbol femenino en España la que aparece en las páginas de El Mundo Deportivo dando cuenta del partido que se jugó en Barcelona el 31 de mayo de 1914. Bajo el epígrafe "Las niñas futbolísticas" la crónica incluye ciertos adjetivos que denotan el paso de los años: Anteayer, en el campo del "Español", jugóse el primer partido de fútbol entre representantes del sexo débil, que en dicho día se parangonaron con el fuerte. Este partido, cuyos beneficios se destinaban a favor de la Federación Femenina contra la Tuberculosis, era, por su naturaleza, esperado con cierta espectación, siendo presenciado por un público regular y por el capitán general de la región, que acudió con su bella hija Carmen. Las jugadoras estuvieron a la altura que les correspondía, notándose en el comienzo del encuentro bastante azoramiento, que fue desapareciendo hacia el final, en el que, el bando «Giralda», que lucía jersey rojo, consiguió apuntarse dos goals por uno que en la primera mitad, entró el «Montserrat», que lo ostentaba blanco. Esta primera actuación de la mujer en el viril fútbol, no nos satisfizo, no sólo por su poco aspecto sportivo, sino que también porque a las descendientes de la madre Eva, les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inestéticas posiciones, que eliminan la gracia femenil. Unos días después se repitió el partido y la publicación comentó: El jueves último, en el campo del "Español" y ante escasa concurrencia, celebraron el segundo partido de balompié los equipos femeninos "Giralda y Montserrat", empatando a un goal. Por segunda vez las niñas futbolistas no convencieron a las personas amantes de lo bello, en todos sus aspectos. Durante los años de posguerra la presencia femenina en el deporte español fue escasa y dependiente de las actividades sociales promovidas por estamentos políticos como el Frente de Juventudes, la Sección Femenina de Falange Española, o la Organización Juvenil Española. Poco a poco la mujer logró desatarse del seno hogareño y demostró sus innatas cualidades en cualquier ámbito, respondiendo de forma rotunda a la llamada de su propia evolución, incorporándose a diversas disciplinas deportivas, sobre todo colectivas como baloncesto, voleibol o balonmano, incluso como vínculo de reunión social. Pero el fútbol siempre estuvo desplegado y relacionado al universo masculino sin que a nadie se le ocurriera pensar que podría extenderse también entre las mujeres, más allá de alguna presencia puntual en eventos de fiesta mayor o festivales deportivos de carácter benéfico. Toda salida de la norma podría sufrir alguna cortapisa, tanto de sus propios congéneres como de los masculinos. El fútbol femenino siguió su trayectoria anónima sin merecer ni siquiera la indiferencia de la sociedad. Fue en la segunda mitad de los años sesenta, con la revolución juvenil y progresista y los cambios sociales que la sucedieron cuando el fenómeno experimentó una repentina efervescencia, contagiado por lo que sucedía en otros países tanto de Europa como de Sudamérica. España pretendió estar a la altura de los demás, pero infinidad de obstáculos fueron puestos en el camino, y una vez más tuvo que ser la iniciativa individual la que logró sacar adelante. Hacia finales de 1970 comenzaron a surgir los primeros clubs y el Sizam Paloma de Madrid, fundado el 16 de octubre fue uno de los pioneros. Su presentación el 8 de diciembre en el campo del Boetticher de Villaverde fue todo un acontecimiento al que acudieron unos seis mil espectadores, ganando su partido contra el Mercacredit, otro equipo de la localidad por 5-1. Al decir de las crónicas la auténtica heroína del choque fue Conchi Sánchez, un portento a la que apodaban "Amancio" autora de los cinco goles de su equipo, que dejó a los espectadores boquiabiertos. Ese mismo día en Murcia se jugó otro partido entre un equipo universitario y las representantes de un establecimiento comercial que tuvo como árbitro al malogrado Emilio Guruceta. Posteriormente apareció el Racing de Valencia, con fecha de 10 de diciembre, llevado de la mano de Francisco Jiménez Velasco. La Peña Femenina Barcelona, fue la primera que contó con el apoyo de uno de los "grandes", el presidente azulgrana Agustín Montal, que acogió esta disciplina en el seno del club el 1 de enero de 1971 y tuvo por entrenador a Antonio Ramallets. Y al día siguiente se fundó el Polideportivo Fuengirola, gracias al apoyo del ex jugador sevillista Ángel Castillo. Estos tres equipos y el Sizam madrileño (que poco después cambió de nombre a Cultural Femenino debido a una escisión), compitieron en el Trofeo Fuengirola, el primer campeonato femenino oficioso jugado en España. Una liguilla a doble partido que se disputó entre el 24 de enero y el 28 de febrero de 1971 ganado por el representante malagueño. Este auge futbolístico tuvo en Cataluña una mayor repercusión ya que contó con el apoyo de algunos clubs profesionales y de la Federación Catalana con su presidente Pablo Porta. Unos días antes de constituirse la Peña Femenina Barcelona, dentro de la campaña benéfica navideña de una emisora de radio y como prólogo a un amistoso con el CSKA de Sofía, el club azulgrana ofreció en el Camp Nou un partidillo entre una selección de Barcelona y el Centelles, que no convenció al numeroso publico que asistió a la matinal. Tampoco resultó convincente el show organizado por el presidente del Rayo Vallecano, Pedro Roiz Cossío, que aprovechó la coyuntura para concertar dos partidos de fútbol femenino entre artistas de cine, teatro y revista. Lo más granado de la farándula hispana, como Carmela y Lola Flores, La Polaca, Paquita Rico, Marujita Díaz, Rocío Jurado, Encarnita Polo, etcétera, se dieron cita en Vallecas bajo los nombres de "Folklóricas" y "Finolis" para ofrecer una parodia más propia de una pista circense que de un campo de fútbol. La farsa, supuestamente benéfica y presentada como "el primer partido oficial de fútbol femenino jugado en Madrid", batió récords de recaudación, fue interpretada por personajes que percibieron 20.000 pesetas y que a propósito o no a propósito sólo sirvió para desprestigiar un fenómeno que intentaba su implantación con grandes esfuerzos y escasas ayudas. El "espectáculo" se repitió unas semanas después en el Sánchez Pizjuán de Sevilla, sin merecer mayor comentario. Mucho más exitosa resultó la experiencia que por esas mismas fechas se preparó en Barcelona. Por iniciativa de Montserrat Fabregat, el patrocinio la marca comercial de aperitivos Pernod y la emisora Radio Reloj de Radio España, se organizó el primer torneo cuadrangular de Cataluña "Copa Pernod" con la participación de los cuatro equipos más representativos, el FC Barcelona con su Peña Femenina, el RCD Español entrenado por el ex jugador Julián Arcas, el Atlètic Sabadell, dirigido por Guarch Jimeno y la UE San Andrés con Patrocinio Ramón "Patro" de entrenador. Excepto el equipo barcelonista, los demás fueron creados para la competición mediante convocatoria radiofónica, presentándose en total de 312 jugadoras aspirantes, siendo los entrenadores respectivos quienes seleccionaron a veinte por cada club para formar sus correspondientes plantillas. La organización ofrecía premios para los cuatro clubs participantes y a la mejor jugadora del torneo, designada por la votación de los asistentes, un viaje a Londres para presenciar la próxima final de la Copa de Europa. El domingo 21 de marzo se jugaron las semifinales en Sarriá en partidos de sesenta minutos. En primer lugar contendieron los equipos del Español y Sabadell ganando las anfitrionas por 2 a 1, y a continuación el Barcelona se impuso al San Andrés por 1-0. Una semana después, en el marco incomparable del Camp Nou, y ante más de 30.000 espectadores se disputó primero el partido para el tercer y cuarto puesto, con victoria andresense por 2-1 sobre el Sabadell, y posteriormente la final que ganó el Español al Barcelona por idéntico tanteo. El público disfrutó de la matinal y salió encantado por el espectáculo que ofrecieron estas pioneras del fútbol que no debía diferir mucho, salvando las distancias, del que se jugaba medio siglo antes. El éxito alcanzado en este torneo y el interés inmediato que suscitó, movió a los organizadores y sus patrocinadores a emprender una nueva aventura, poniendo en marcha el I Campeonato Regional de Cataluña de Fútbol Femenino al cual se inscribieron catorce equipos. Fue una competición de liga a doble vuelta que se inició el 8 de mayo de 1971 y finalizó el 5 de marzo siguiente, con tres meses de paréntesis veraniego. La lucha mantuvo interés hasta la jornada final con un duelo constante entre Español y Vich, resuelto a favor de las españolistas gracias al goal-average y el empate del Vich en Manresa en la última jornada. Ambos equipos totalizaron 45 puntos y a continuación quedaron el Atlético Sabadell con 41, Barcelona 40, San Andrés 39, Bañolas y Manresa 25, Industria del Taxi 22, Lérida, Mataró y La Salle Premiá 19, Badalona 13, Villanueva 9, y San Cugat 3 puntos. Los gastos originados por la competición fueron cuantiosos (unos dos millones de pesetas) principalmente para dar cobertura de ella en la prensa deportiva, que realizó un preciso seguimiento. Hubo también algunas irregularidades y el torneo fue un éxito a medias, porque no se llenaron los estadios y ello hizo amainar el espectáculo, pero las chicas que compitieron se entregaron totalmente. La jugadora del Vich, Caracuel, fue la máxima goleadora. Mientras tanto el fútbol femenino intentaba organizarse en el ámbito institucional. El 5 de mayo de 1971 se reunieron en el hotel Claridge de Madrid los presidentes de trece clubs, representando a más de cuarenta, de diversos puntos de España. El objetivo de la reunión fue la constitución del Consejo Nacional del Fútbol Femenino, que agrupaba a todos los clubes allí representados. El acto fue reproducido por el diario Marca en estos términos: En un hotel de Madrid, se celebró ayer una reunión de presidentes de equipos femeninos de fútbol a escala nacional. De resaltes de la misma fue designado el Comité Organizador del Fútbol Femenino que por votación de los representantes de los equipos quedó compuesto de la siguiente manera: presidente, Javier Jiménez (Valencia CF); vicepresidente, Julián Esteban Lillo (Madrid Cultural Femenino); secretario, Miguel Ángel Rubio Roiz (Brujas de Madrid); Tesorero, Manuel Carlón (Sizam de Madrid). Como vocales fueron nombrados, José Mérida (Fuengirola) y Miguel Yuste (Racing de Valencia). A continuación se hizo una total planificación del fútbol femenino nacional que será presentada al Pleno de la Federación Española de Fútbol en el próximo mes de junio. Según palabras del recién nombrado presidente del Consejo organizador, parece ser que los contactos preliminares son optimistas, lo que pudiera suponer que a partir del próximo junio el fútbol femenino quedará integrado en la Federación Española. A pesar de los buenos augurios de los dirigentes de la nueva organización el tema del fútbol femenino no fue tratado en la Asamblea y el presidente de la Federación, José Luis Pérez Payá, manifestó de antemano que era un asunto que no les atañía, posiblemente mal aconsejado por algunos clubs que se mostraban reacios a abordarlo. No obstante, el informe de la UEFA recomendando su fomento y gestión, provocó ciertas controversias entre los dirigentes de los clubs, y aunque la Federación prometió ayuda económica, ésta nunca llegó. El fútbol femenino tendría que seguir sobreviviendo gracias a la iniciativa privada y a voluntad de algunos estamentos menos intransigentes. Pese a todo, el fútbol femenino también vivió su primera experiencia internacional. Fue el 21 de febrero de 1971 en el campo de La Condomina de Murcia con motivo de un enfrentamiento entre las selecciones de España y Portugal que acabó con empate a tres goles, después de que las españolas fueran con ventaja de 3-1 ante un rival más experimentado, de mayor envergadura física y bastante marrullero. Cabe consignar las alineaciones de este partido que por parte española fueron: Kubalita; Virginia II, García, Herrero; Feijoo, Angelines; Vázquez, Virginia I, Cruz, Conchi y Laura. Por la selección portuguesa: Dores; Mari José, Amelia, Piedad; Calado, Lila; Ana Maria, Julia, Nini, Lina y Ana Santos. Marcaron los goles Laura, Conchi y Cruz, por parte española, y Ana Santos, Nini de penalti y Ana Maria por parte lusa. Lo lamentable del caso, que viene a refrendar lo expuesto anteriormente, fue la negativa para que el encuentro se jugase, primero por parte de la Sección Femenina, y posteriormente por el presidente del Colegio arbitral murciano. Debido a ello el partido comenzó con cierto retraso por desacuerdo entre los organizadores, y el árbitro Sánchez Ramos, tuvo que actuar en chándal al no poder utilizar su uniforme habitual por no tener el beneplácito de sus dirigentes. Una lamentable campaña de desprestigio que redundó en la asistencia de público, con sólo tres mil aficionados en el recinto pimentonero. Poco después España volvió a tener otra prueba internacional ante Italia cayendo por un rotundo 8-1 en el Comunale de Turín. Y todavía pudo haber tenido un destacado protagonismo si no se hubiera dado la espalda a la propuesta de la Federación Internacional Europea de Fútbol Femenino. Tras un primer Mundial oficioso disputado en la ciudad italiana de Turín en 1970, y otro en México al año siguiente, España, que había sido invitada a participar, fue designada por el Congreso Mundial del Fútbol Femenino para organizar el tercer evento de este tipo en 1972. Pero la negativa de la Federación Española y el silencio posterior a las cartas enviadas, diluyeron el ambicioso proyecto. A mediados de 1971 las divergencias comenzaron a aflorar entre los clubs que integraban el Consejo Nacional Organizador, que acabó por disolverse a principio de 1972. Tras su último Congreso surgió un equipo que en los siguientes años sería el más representativo del fútbol nacional: el Olímpico de Villaverde, fusión del Mercacredit y otro equipo madrileño. En las vísperas navideñas de 1971 desapareció el Valencia Femenino, ante la negativa del presidente Julio de Miguel de acogerlo en el seno del Valencia CF, y unas semanas después también desapareció el Racing de Valencia, para alumbrar la fusión de ambos en el Marcol Lanas Aragón. Ángel Castillo, que trabajó denodadamente por el Polideportivo Fuengirola, decidió abandonar y con ello desapareció el club, y también hubo que lamentar la ausencia del Sizam, diezmado por el paso de sus jugadoras al Madrid Cultural Femenino. A pesar de estos contratiempos y la falta de ayudas que fueron apagando tan encomiables estímulos, siempre se mantuvieron tímidos rescoldos localizados que permitieron su continuidad. Aparecieron en otros puntos de nuestra geografía el Galicia Gaiteira, el Sondika, CD Blanes, Isla Cristina de Huelva y otros muchos. Era una renovación beneficiosa y en junio de 1972 volvió a fundarse un Consejo, ahora de la mano de José Manuel Martínez y Rafael Ruiz Muga, que volvería a la lucha para conseguir su objetivo. En noviembre de 1980 se logró el reconocimiento oficial de la Real Federación Española, pero aún hoy en día, a pesar de la existencia de dos competiciones de ámbito nacional donde intervienen equipos semiprofesionales, no se contempla la existencia de licencias profesionales para las mujeres. El origen de la discriminación se halla en los estatutos federativos, donde se excluye expresamente al fútbol femenino de esta posibilidad. Por cierto, aquel portento que maravilló a los aficionados en el campo del Boetticher conocida como Conchi Amancio, tras su paso por el Madrid Cultural Deportivo y Olímpico de Villaverde, recaló en equipo italiano Gamma-3 de Padua, que pagó una buena cantidad por sus servicios y se convirtió en la primera jugadora española exportada... y profesional. Estos fueron a grandes rasgos los primeros balbuceos del fútbol femenino en España nacidos de la propia iniciativa, con entusiasmo, mucho sacrificio, pundonor y sin dinero. Si había grandes problemas económicos para los equipos de Primera y Segunda división, habrá que imaginar los que surgieron con este incipiente auge. Fue deficitario para todos los arriesgados que decidieron formar un equipo femenino, pero paradójicamente se multiplicaron de forma extraordinaria en todo el territorio nacional, llegando a contabilizarse unos trescientos. Todavía deberían pasar varios años hasta conseguir el reconocimiento oficial de la Federación Española de Fútbol, el inicio de las competiciones de ámbito nacional y el primer partido internacional oficialmente reconocido que disputó España, precisamente contra Portugal en La Guardia el 5 de febrero de 1983. Pero lo anterior, aunque no fuera oficial y posiblemente siempre quedará obviado del palmarés, también tenía su mérito y merece ser conocido. Vaya como homenaje para todas aquellas abnegadas pioneras de un fenómeno que, cuarenta años después, ha podido revivir. El primer Campeonato de España de Fútbol Femenino, todavía solamente oficioso, se celebró en el año de 1981 y fue la llamada Copa de la Reina Sofía. Tomaron parte 16 equipos y fue disputado bajo un sistema de liguilla de 4 grupos previo a las Se,mifinales. A la Final llegaron el Karbo Deprotivo de La Coruña y el Unión Risco de Las Palmas, ganando las gallegas por 2-1. Sin embargo, careció de oficialidad, y no fue hasta 2 años después cuando se regularizó a cargo de la RFEF bajo el nombre de Campeonato de España Femenino. Al no existir ninguna otra competición femenina que fuese oficial y a nivel estatal, este torneo era considerado el más importante hasta la creación de la Liga Nacional Femenina (1988-1989), variando la denominación del Campeonato de España por el actual Copa de la Reina, a imagen y semejanza del Campeonato de España masculino llamado Copa del Rey. La Copa de la Reina, nace efectivamente en 1983, por lo que se convierte en el torneo oficial más antiguo de fútbol femenino de nuestro país, y evidentemente lo organiza la Real Federación Española de Fútbol. Un par de años, antes, en 1981, comenzó a disputarse en nuestro país, una competición de fútbol femenino que se denominó Copa de la Reina Sofía. La primera edición, que se disputó entre el 26 y el 28 de junio, de este año, tuvo como sede Tarragona, disputándose en diferentes localidades de la provincia. Su presupuesto inicial fue de un millón de las antiguas pesetas, y el primer trofeo, fue regalado por el entonces Gobernador Civil de la provincia, Don Francisco Robert Graupera. En esta primera edición participaron 16 equipos de 9 provincias, destacando como curiosidad que por ejemplo había 9 catalanes y ninguno andaluz. También destacar que el campeón de las dos ediciones de la Copa Reina Sofía, al igual que el de las 3 primeras, ya con el nombre actual, fue el Karbor Deportivo de la Coruña, equipo que fue conocido como el equipo de "las futbolistas que ganaron a los hombres". Evidentemente este sobrenombre le viene por haber vencido a equipos masculinos, como por ejemplo al Laracha. El Karbo Deportivo de La Coruña es un equipo de fútbol femenino de La Coruña (España) que institucionalmente forma parte del Deportivo de la Coruña. En su tiempo fue indiscutiblemente el mejor equipo femenino de España, y está considerado como uno de los máximos promotores del fútbol femenino en el país. El equipo se fundó en 1968 por Ramón Carrasco y María del Carmen Borrego, un matrimonio que regentaba un centro de enseñanza en el barrio coruñés de Los Mallos llamado Karbo, nombre acrónimo formado por las primeras sílabas de los apellidos de sus fundadores. El presidente, Francisco Cadahia, y el técnico, José Mañana, formaron un grupo de 20 mujeres con edades comprendidas entre los 15 y 28 años y disputaron por primera vez un partido en unas fiestas locales. En estos primeros años este modestísimo equipo se hacía llamar Karbo Club de Fútbol, sin relación alguna con el Deportivo de la Coruña aún. Las futbolistas del Karbo eran todas solteras, que compaginaban el fútbol con estudios o trabajo. Se juntaban dos días por semana para entrenar en los campos de la península de la Torre de Hércules, y el fin de semana jugaban en Elviña, Vilaboa o Riazor, siempre que fuera un partido importante y en horario de misa dominical. En 1980 el Karbo CF pasó a formar parte del Deportivo de la Coruña como sección de fútbol femenino, pasándose a denominar Karbo Deportivo de La Coruña. Es en esta década cuando el club vive su época dorada conquistando los primeros títulos oficiales del fútbol español femenino, con Antonio "Quinocho" Álvarez Suárez como entrenador. En 1981 ganaron sin aparente dificultad la Copa Reina Sofía, venciendo por sendas goleadas al Condal (4-0), Punta del Este (10-1) y FC Barcelona (3-0). La final se jugó en Tarragona el 28 de junio frente a la Unión Risco de Las Palmas y ganó el Karbo por 2-1. La Copa Reina Sofía fue una competición no oficial precursora de la actual Copa de la Reina de Fútbol reconocida ya por la RFEF, cuyas tres primeras ediciones: 1983, 1984 y 1985, fueron ganadas de nuevo por el Karbo. Estos cuatro títulos nacionales hacen del Karbo uno de los equipos más laureados del fútbol español. Además el Karbo disputó dos torneos Siete Naciones, logrando un subcampeonato en la edición disputada en Orleans frente al Borussia. El Karbo fue la base de la primera selección gallega de fútbol femenino, que se proclamó campeona de España en el Camp Nou en la temporada 1984/85, venciendo 2-1 a Guipúzcoa. Todos los grandes éxitos deportivos tuvieron bastante eco en los medios de comunicación locales, especialmente el encuentro que disputó el Karbo contra el equipo masculino Laracha CF, al que vencieron por 4-2. Sin embargo, la escasa repercusión a nivel nacional del fútbol femenino por aquel entonces condenó al Karbo al olvido. Los problemas económicos hicieron que el Karbo dejara de existir en 1988, justo antes de que empezara la primera Liga femenina. Muchas jugadoras tuvieron que retirarse, otras ficharon por equipos catalanes o asturianos, y algunas derivaron al fútbol sala. En 2013, con motivo de la celebración del I Trofeo Teresa Herrera de Fútbol Femenino, se hizo un homenaje al ya extinto Karbo, a sus exjugadoras, entrenadores etc. En 2015 se emprendió la recogida de hasta 10.000 firmas solicitando al Deportivo de la Coruña la recuperación del equipo femenino. Entre las firmas, destacaba la de la futbolista compostelana Vero Boquete. Finalmente, en marzo de 2016, el Deportivo firma un convenio de colaboración con el Orzán SD para refundar su sección femenina. El Deportivo femenino reinició así su actividad en la temporada 2016/17, en el grupo 2 de la Segunda División. Inma Castañón (Cudillero 1959), interior izquierda, fue la máxima estrella del equipo y primera capitana de las selecciones española y gallega, con 25 años de edad fue considerada una de las mejores jugadoras del mundo, siendo pretendida por varios clubes internacionales como el Royan francés o el Oivas de Lisboa. Jugó también en el Oviedo Moderno. Luisa "Lis" Franco Iglesias (Venezuela 1965), hija del jugador argentino Rafael Franco, que jugó en el Deportivo de la Coruña en los años 50, quedando subcampeón de liga en la temporada 1949/50, marcó los dos goles que hicieron del Karbo el primer campeón de España en la Copa Reina Sofía 1981. En la actualidad es comentarista deportiva y productora audiovisual. Pilar Neira (Londres 1963), quien llegara a convertirse en la entrenadora de la Selección Femenina de Galicia, tanto de fútbol como de fútbol sala, jugó también al balonmano y llegó a ser presidenta del Club Balonmano Coruña. En la Selección femenina de fútbol de España han jugado muchas futbolistas del Karbo, como Adela Castro, Natacha Astray, María Carmen Iparraguire, Pili Artime, Ángeles Olmo, Encarnación Pérez, Inma Castañón, Aurora Martínez y la propia Lis Franco. La Copa de la Reina, dado que no existía Liga, era la máxima competición de fútbol femenino en España y además fue la primera que tuvo carácter estatal. Hasta ese momento, y desde principios de la década de los 70, se habían desarrollado competiciones de tipo territorial, fundamentalmente provincial o como mucho regional y evidentemente, no en todo el territorio. A partir de 1988, con la creación de la Liga Nacional de Fútbol Femenino, se intentaría seguir el modelo de la Copa del Rey de fútbol y los equipos participantes, serían los ganadores de las distintas ligas territoriales, que se enfrentarían por sorteo y en rodas eliminatorias, hasta llegar a la final. Este sistema terminaría modificándose, para disputarse por los 8 equipos mejor clasificados en la liga regular, sólo teniendo en cuenta a la máxima categoría, en la temporada 2001/2002. Esta no sería la última modificación, ya que se ha disputado por los 8 mejores, o por los 4, pero bajo diferentes formatos, por ejemplo a partido único en campo neutral, y con eliminación directa, siendo este el mismo formato de la Copa de la Reina de Baloncesto o de Balonmano. Este año, finalmente se disputa por sorteo entre los 8 primeros equipos de la clasificación de la Liga, con partido a ida y vuelta, y en rondas eliminatorias, excepto la final que será a un único partido. En cuanto al palmarés de esta competición (hasta el año 2012), hay decir que 2 son los equipos que lo han ganado 6 veces, y son: El RCD Espanyol, vigente campeón, que se hizo con ella en los años 1996, 1997, 2006, 2009, 2010 y 2012; y el Levante UD, que la ha ganado en el 2000, 2001, 2002, 2004, 2005 y 2007. Con tres victorias encontramos también a tres equipos. En primer lugar al Karbo Deportivo de la Coruña (equipo que además ganó las 2 Copas Reina Sofía que se disputaron) y que vencía en los años 1983, 1984 y 1985. En segundo lugar, está el Añorga KKE, que la ganó en 1990, 1991 y 1993. Y en tercer lugar, aparece otro histórico el Oroquieta de Villaverde, que fue el campeón en las ediciones de 1992, 1995 y 1999. Con dos victorias están el Oirartzun (1987 y 1988) y el FC Barcelona (1944 y 2011). Finalmente con una victoria encontramos a varios equipos: CF Porvenir (1986); CF Parque Alcobendas (1989); Club Atlético Málaga (1998); CE Sabadell (2003); y, Rayo Vallecano (2008). Para finalizar decir que por ejemplo el Athletic Club de Bilbao, el equipo de fútbol femenino más laureado de nuestro país, nunca la ha conseguido (hasta el año 2012), o el Atlético de Madrid, tampoco. Este año los equipos que la disputan, como muy bien sabemos son: FC Barcelona, Athlétic Club de Bilbao, Club Atletico de Madrid, el Levante UD, el RCD Espanyol, el Rayo Vallecano, el Prainsa Zaragoza, y el CE Sant Gabriel. Tras la ida de la primera eliminatoria, aún las espadas están en alto, así que mucha suerte a todos este año. En poco más de un mes, el 23 de junio, sabremos a qué equipo hay que felicitar. Actualizando los datos, las útlimas vencedoras han sido: Español (ganan la final por 2-1 al Athletic Club de Bilbao); Barcelona (ganan por 4-1 al Prainsa de Zaragoza); Barcelona (ganan por penaltys al Athletic Club de Bilbao tras empatar 1-1); el Sporting de Huelva (ganan por 2-1 al Valencia) y, por fin, en 2016 las vencedoras son las del Atlético de Madrid, ganando en la final al Barcelona por 3-2. El Athletic Club de Bilbao sigue sin ganar nunca esta competición. La Liga Nacional Femenina fue creada por la Real Federación Española de Fútbol (que por fin no tiene más remedio que plegarse ante lo que ya es inevitable en cuanto al fúbol femenino) en la temporada 1988-1989, ya que el Consejo Nacional del Fútbol Femenino desapareció poco tiempo después de su creación estando carente pues el género de un órgano profesional autónomo, algo que aún sigue sin producirse en la actualidad. Debido a ello la RFEF estableció el Subcomité de Fútbol Femenino como su ente regulador y teniendo a su principal valedora en María Teresa Andreu. La Primera División Femenina de España, conocida por motivos de patrocinio como La Liga Iberdrola, es la máxima categoría del fútbol femenino dentro del sistema de Ligas de fútbol de España. Comenzó a disputarse en la temporada 1988-89 y desde entonces se ha celebrado sin interrupciones aunque ha sufrido varios cambios de formato y de denominación. Es considerada como una de las ligas más importantes a nivel europeo según la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), máximo rector futbolístico a nivel continental, siendo la sexta competición con mejor coeficiente. A lo largo de su historia doce clubes han resultado campeones, siendo el Athletic Club de Bilbao el equipo más laureado con cinco campeonatos. Las diferentes campeonas han sido: Athletic Club de Bilbao (5), Levante UD (4), FC Barcelona (4), Añorga KKE (3), Oroquieta Villaverde (3), Rayo Vallecano (3), RCD Español (1), Atlético de Madrid (1), CF Irex Puebla (1), Peña Barcelonista Barcilona (1), Oiartzun KE (1) y Club Atlético Málaga (1). La denominación genérica de la competición es «Campeonato de Liga» pese a que sea conocida por otros diversos términos desde que se crease en 1988. Así pues, ha contado con las siguientes denominaciones: Liga Nacional Femenina (1988-96), División de Honor Femenina (1996-01), Superliga Femenina (2001-11) y Primera División Femenina (2011 en adelante). Falta sólo añadir que en la presente temporada 2016-2017 la están jugando los esquipos de Athletic Club de Bilbao (Instalaciones de Lezama), Clut Atlético de Madrid Femenino (Miniestadio Cerro del Espino(, Club Deportivo Transportes Alcaine de Zaragoza (Estadio Pedro Sancho), Fundación Albacete (Ciudad Deportiva Andrés Iniesta), Fútbol Club Barelona (Ciudad Deportiva Joan Gamper), Levante Unión Deportiva de Valencia (Polideportivo de Nazaret), Oiartzun Kirol Elkartea de Oyarzun (Karla Lekuona), Rayo Vallecano de Madrid (Ciudad Deportiva Rayo Vallecano), Real Betis Féminas de Sevilla (Ciudad Deportiva Luis del Sol), Real Club Deportivo Español de Cornellá de Llobregat (Ciudad Deportiva Dani Jarque), Real Sociedad de Fútbol de San Sebastián (Instalaciones de Zubieta), Santa Teresa Club Deportivo de Badajoz (I.D.M. El Vivero), Sporting Club de Huelva (Campos Federativos de La Orden), U.D. Granadilla Tenerife Egatesa de Granadilla de Abona (La Hoya del Pozo en El Médano), U.D. Tacuense de San Cristóbal de La Laguna (Estadio Pablos Abril) y Valencia Club de Fútbol Femenino (Ciudad Deportiva de Paterna). ¡Es sorprendente la ancestral misoginia y el perpetuo machismo de los dirigentes del Real Madrid Club de Fútbol que nunca jjamás se han planteado crear la Sección Femenina de Fútbol del Real Madrid! En cuanto a la Selección Española de Fúbol Femenino, en 1971 un equipo representante de nuestro país disputó un encuentro contra Portugal que por fin es reconocido como el primer partido de la Selección Española femenina. Nuestra Selección jugó este partido con una camiseta sin el escudo oficial. En 1970, pese a no estar reconocido el fútbol femenino en España, nacen varios clubes de fútbol en la clandestinidad. Tal es el caso del Mercacredit y el Sizam, posteriormente renombrado como Olímpico de Villaverde, los primeros equipos femeninos de España. Éstos disputaron el primer encuentro de fútbol femenino en España en el campo de Boetticher, del barrio de Villaverde, Madrid. A él acudieron 8.000 espectadores que abarrotaron el campo, muchos otros se quedaron sin poder acceder, debido a la gran expectación levantada por el evento. Rafael Muga, entonces presidente del Mercacredit y posteriormente del Olímpico de Villaverde, fue el verdadero impulsor del fútbol femenino en España, llegando a llenar con sus partidos campos como Las Margaritas de Getafe, La Rosaleda de Málaga, La Condomina de Murcia, La Romareda de Zaragoza, El Arcángel de Córdoba o El Vviero de Badajoz. Debido al éxito cosechado, se forma la primera selección femenina de fútbol de España, aún no reconocida oficialmente, que se enfrentó a las mejores selecciones femeninas del momento, abanderadas por una de las mejores futbolistas de la época: Conchi Sánchez, apodada «Amancio» (en honor del futbolista del Real Madrid), que llegó a jugar en clubes de Italia e Inglaterra, llegando a anotar casi 600 goles en su carrera. a selección disputó su primer partido en 1971, frente a la selección portuguesa en La Condomina de Murcia con resultado de 3-3 el 21 de febrero. Unos meses después, se hizo el primer viaje de la selección al extranjero para enfrentarse a la selección italiana en el Stadio Comunale de Turín. Las jugadoras españolas disputaron el partido sin el escudo de su país en el uniforme, pues la RFEF aún no reconocía la oficialidad de la selección femenina. Las italianas arrollaron con un contundente 8-1, debido sobre todo a la gran diferencia de edad entre las jugadoras, pues las más veteranas de España apenas tenían 14 años. El fútbol femenino debía aún andar mucho para su consolidación. Ese mismo año, la UEFA encargó a sus respectivos miembros la creación y patrocinio del fútbol femenino, que fue consolidándose durante los siguientes años. De hecho, en 1971 se celebró un Mundial Femenino de 1971 en México, aunque la FIFA no le dio oficialidad al no estar organizada por ella. La selección española, pese a tener apenas un año de existencia, fue invitada a participar en esta competición debido a sus excelentes actuaciones en varios partidos amistosos. Finalmente el conjunto español se quedaría sin acudir debido a la prohibición de la RFEF, presidida entonces por José Luis Pérez-Paya, que no reconocería el fútbol femenino hasta 1983. Finalmente, en 1983 se oficializa la selección femenina de fútbol de España por parte de la Real Federación Española de Fútbol, disputando el encuentro frente a la selección portuguesa el 5 de febrero, que perdieron por 0-1 en La Guardia, mientras que la primera victoria oficial fue en un partido disputado en Zúrich frente a la selección helvética. La selección femenina de fútbol de España representa a España en las competiciones internacionales de fútbol femenino. Fue creada oficialmente por la Real Federación Española de Fútbol en el año 1983, aunque existe desde el año 1971, cuando el fútbol femenino no estaba reconocido a nivel oficial ni por la RFEF ni por la FIFA. Actualmente está dirigida por Jorge Vilda, y su mejor resultado fue alcanzar la semifinal de la Eurocopa de 1997. No ha conseguido la clasificación para disputar los Juegos Olímpicos hasta la fecha, pero si para disputar su primer Mundial en 2015. En 1997 las españolas consiguen por primera vez clasificarse para la fase final de la Eurocopa de Noruega y Suecia. En su grupo preclasificatorio tuvieron como rivales a Suecia, Dinamarca y Rumanía. España quedó segunda y disputó un play-off ante la selección inglesa, a la cual vencieron. Las 20 jugadoras seleccionadas para este torneo fueron: Roser Serra, Marina Nohalez, Judith Corominas, María Antonia Is, Arantza Del Puerto, Beatriz García, Rosa Castillo, María Luisa Puñal, Mari Mar Prieto, Alicia Fuentes, Yolanda Mateos, Maider Castillo, Eli Capa, Vanessa Gimbert, María Isabel Parejo, María Jesús Pal, Silvia Zarza, Auxi Jiménez, María Ángeles Parejo y Arrate Guisasola. El conjunto español tomó parte en el grupo A de la fase final y tuvieron como rivales a Francia, Suecia y Rusia. Tras empatar con Francia 1-1, perder contra Suecia por 1-0, y ganar a Rusia por 1-0, España se clasificó para las semifinales de la Eurocopa, pero perdió 2-1 frente a Italia. María Ángeles Parejo fue la autora de 3 tantos de la selección española y por ello fue elegida por la UEFA para el 11 ideal del torneo. El 8 de agosto de 2004, España lograba el mayor título en categorías inferiores de su historia, la Eurocopa sub-19, tras vencer en el estadio de Pohjola Stadion de Vantaa (Finlandia) a Alemania por 2-1 (los goles fueron obra de Jade e Iraia Iturregi). De esa selección, destacaría Verónica Boquete que se convertiría en la estrella de «La Roja» en los años venideros. El conjunto español no logró la clasificación para la Eurocopa 2005 en Inglaterra. En el preclasificatorio quedó emparejada dentro del grupo 2 con a Dinamarca, Noruega, Holanda y Bélgica. A pesar de ganar 9-1 frente a Bélgica (Laura del Río marcó cinco tantos)únicamente logró una victoria más por 0-1 contra Holanda. Perdió en dos ocasiones contra Noruega por 2-0, frente a Dinamarca perdió por 0-1 y 2-0, y perdió también el segundo partido contra Bélgica por 2-0, finalmente cosecharon un 0-0 ante Holanda en La Roda (Albacete). El conjunto español, con 7 puntos, acabó en tercera posición dentro del grupo 2, y no pudo clasificarse para la fase final del torneo. España no se clasificó para la quinta edición del Mundial de la FIFA de 2007 que tuvo lugar en China. «La Roja» estuvo en el grupo 3 de la UEFA para lograr dicha clasificación y tuvo como rivales a Dinamarca, Finlandia, Polonia y Bélgica. En la penúltima jornada, se viajaba a la ciudad danesa de Viborg, con opciones reales de lograr su primera clasificación a una Copa del Mundo, pero para ello debían de ganar a las nórdicas, cosa que no sucedió ya que perdieron por 5-0. España no logró su clasificación para la Eurocopa de 2009 en Finlandia. España no pudo clasificarse directamente para dicho torneo, al quedar segunda en el grupo 1, en donde tuvo como competidoras a Inglaterra, República Checa, Bielorrusia e Irlanda del Norte. En el último partido de la fase, el conjunto español dependía de si mismo, para clasificarse como primera de grupo. Para ello debía de vencer en casa (el choque se disputó en el estadio Ruta de la Plata de Zamora) a Inglaterra. Y así fue hasta el minuto 76 del choque, instante en el que Inglaterra empató a dos. España estuvo a 2-0 en el marcador, gracias a los tantos de Vero Boquete y Sonia Bermúdez. Dicho empate le condenó a la repesca, en donde su rival sería los Países Bajos. En el partido de ida, disputado en el estadio de La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el conjunto de Quereda caía 0-2 ante las holandesas, tras un doblete de Karin Stevens. España tuvo el dominio del encuentro a pesar del resultado. Holanda hasta entonces nunca había derrotado a las españolas y no había acudido en ninguna ocasión a una cita europea. En el partido de vuelta, en Voledam, el conjunto español volvió a caer derrotado con idéntico resultado: 2-0. España perdía por 4-0 en el computo global de sus partidos de repesca y por ello no se clasificó para disputar su segunda Eurocopa, ya eran 11 años sin estar presentes en un gran torneo «La Roja» tampoco pudo clasificarse para el Mundial de 2011 que se celebró en Alemania. El conjunto español estuvo encuadrado en el grupo 5 junto a Inglaterra (la única rival como después se demostró con la que tendría que jugarse el pase), Austria, Turquía y Malta. A diferencia que en la fases clasificatorias de la Eurocopa, en las del Mundial sólo se clasifica la líder de cada grupo. En su penúltimo choque de grupo, el conjunto de Quereda se jugaba el pase para ir a su primer Mundial, para ello debía de ganar a las inglesas y esperar lo imposible que era que estas perdieran uno de sus dos partidos que les restaban. España llegó a ir por delante 2-0 en el marcador, gracias a los tantos de Adriana Martín y Sonia Bermúdez, pero las inglesas empataron a dos, su segundo tanto lo consiguieron en el minuto 88. En la última oportunidad para España, Adriana no la pudo materializar a pesar de quedarse sola ante la guardameta. «La Roja» no podría acudir a la sexta edición del Mundial de la FIFA. España estuvo integrada en el grupo 2 para intentar lograr una plaza para disputar la Eurocopa de 2013 en Suecia. En este grupo tuvo como rivales a Alemania, Rumania, Suiza, Kazajistán y Turquía. En la disputa dicho grupo, la jugadora María Paz Vilas estableció un nuevo récord de la competición, al anotar 7 tantos en un mismo partido, disputado el 5 de abril de 2012 en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas frente a la selección kazaja. El encuentro acabó 13-0. Además, la selección española acabó con un récord de la selección alemana, este era que desde 1999, no habían cedido ningún punto en las fases de clasificación. «La Roja» empató a dos frente a las germanas en Motril. Resañar que remontó un 0-2 en el segundo tiempo con goles de Vero Boquete y de Ana Romero «Willy» en el tiempo de descuento. No obstante a pesar de esos dos récords protagonizados por España, la selección cayó derrotada en Alemania por 5-0 y perdió por 4-3 en Suiza. Pese a esas dos derrotas, la selección logró clasificarse para la repesca (ocupó la segunda plaza de su grupo) donde su rival sería Escocia. En el partido de ida, disputado el 20 de octubre de 2012 en el estadio de Hampden Park, se empató a un gol. En el minuto 26, Kim Little puso por delante en el marcador a las escocesas tras marcar de penalti. Pero sólo 4 minutos después, Adriana Martín empató el choque. En el último minuto del primer tiempo, Adriana falló un penalti. El segundo tiempo el conjunto español fue quien llevó el ritmo del choque, pese a ello el marcador no se moveria. Cuatro días después, el 24 de octubre se disputó el partido de vuelta, éste tuvo como escenario la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El primer tiempo, dejó mucha igualdad entre ambas selecciones y en la primera mitad apenas hubo ocasiones de peligro. En la segunda parte, tras haber avisado en alguna ocasión, las escocesas se ponian por delante en el marcador por mediación de Enma Mitchell. Pero diez minutos después, Adriana Martín, empató el encuentro. Antes de llegar a la prórroga, se sucedió alguna buena ocasión de ambas selecciones de lograr un tanto. En la prórroga, en el minuto 107, Little pusó por delante a su selección: 1-2. El conjunto de Quereda necesitaba dos goles para obtener su billete a Suecia. Cinco minutos después, Silvia Meseguer lograba el empate tras marcar un disparo desde unos 30 metros. A los dos minutos del final, Vero Boquete falló un penalti. Pero pudo resarcirse, ya que en la última jugada del choque, marcó el gol de la victoria: 3-2 y delirio español. España disputaría su segunda Eurocopa 16 años después. En diciembre de 2012, el conjunto español ocupó la decimoctava plaza en el ranking FIFA y con esa clasificación se cerraba dicho año. España estuvo encuadrada en dicha Eurocopa en el grupo C, teniendo como rivales a Francia, Inglaterra y Rusia. El 28 de junio se dio la lista de las 23 jugadoras que representaron a la selección española en su segunda Eurocopa de su historia, estas fueron: Ainhoa Tirapu, Virginia Torrecilla, Leire Landa, Mely Nicolau, Ruth García, Miriam Diéguez, Priscila Borja, Sonia Bermúdez, Verónica Boquete, Adriana Martín, Sandra Vilanova, Alexia Putellas, Lola Gallardo, Vicky Losada, Silvia Meseguer, Nagore Calderón, Eli Ibarra, Marta Torrejón, Erika Vázquez, Irene Paredes, Jenni Hermoso, Amanda Sampedro y Mariajo Pons. El 12 de julio, jugó su primer partido frente a la selección inglesa en el estadio Arena Linköping (Linkoping). El conjunto de Quereda venció por 3-2. En el minuto 4, Vero Boquete adelantaba a España en el marcador, pero justo 4 minutos después empataba Aluko. En el segundo tiempo, sin un claro dominador, Hermoso ponía el 2-1 (m. 85) pero nuevamente trascurridos 4 minutos empataba las inglesas por mediación de Laura Bassett. En los últimos instantes del choque (m. 94), Putellas marcaba el gol de la victoria. Sus dos choques restantes se disputaron en el estadio Iddrotsparken (Norrköping) ante las selecciones francesas y de Rusia. Ante las galas se perdió por 0-1, el gol francés lo marcó Renard (m. 5) tras la salida de un córner. En la segunda parte, España puso en aprietos a las galas, selección en la que 9 enfrentamientos atrás no ha logrado vencer, pero el resultado quedó igual. No obstante, el empate ante las rusas valía para lograr el pase a los cuartos de final. «La Roja» empató a uno ante Rusia. En el minuto 14, Boquete marcó el primer gol. Las españolas dominaron la primera media hora de juego, en la que tuvieron una triple ocasión para marcar el segundo tanto. Pero, por no haberlas materializado, Terekhova (m. 44) empataba el choque. El día 22, disputaron los cuartos de final en Kalmar ante Noruega (campeona del mundo en 1995 y olímpica en 2000), perdiendo por 3-1. En el primer tiempo y durante 20 minutos, España tuvo bajo control el partido, pero en el minuto 24, Solveig Gulbrandsen marcaba el 1-0 y antes de terminar la primera parte, Irene Paredes marcaba en propia puerta el segundo tanto para las nórdicas. En la segunda parte, Ada Hegerberg ponía el 3-0 (m. 64), pese a ello, el conjunto de Quereda buscaba el «gol del honor» y lo logró en los últimos instantes de la prolongación por mediación de Jenni Hermoso. El 4 de abril de 2014, por primera vez, una selección española femenina disputaba la final de un Mundial, fue la Sub'17 y su rival fue Japón, con las que perdieron por 2-0 en el estadio Nacional de Costa Rica (San José). La selección volvería a caer en una final ese mismo año en la Eurocopa sub-19 en Noruega. España quedó subcampeona al perder en el Estadio Ullevaal frente a Holanda por 1-0. El conjunto español estuvo encuadrado en el grupo 2 para lograr la clasificación para el Mundial de 2015 en Canadá, sus rivales fueron Italia, República Checa, Rumanía, Estonia y República de Macedonia. En su primer partido, venció a las estonas por 6-0, y en su segundo choque venció a su principal rival para lograr la clasificación, Italia, por 2-0 (goles de Sonia Bermúdez y Natalia). Se da la circunstancia de que nunca la había vencido en un partido oficial (a pesar de haberse enfrentando anteriormente en 7 ocasiones). En sus dos últimos partidos clasificatorios que cerraban el año 2013, vencieron a las rumanas por 1-0 (gol de Ruth en el minuto 39) y a las checas por 3-2. En este partido, las españolas en el minuto 80 vencían por 3-0 (dos tantos de Sonia Bermúdez y Marta Corredera), pero a pesar de tener ese resultaron acabaron sufriendo para mantener los 3 puntos. España finalizaba el año 2013 como la selección número 15 en el ránking de la FIFA. El primer partido oficial del año 2014 cerraba la primera vuelta de la clasificación y era el último que se jugaría en casa, las españolas lograron una goleada ante Macedonia a las que vencieron por 12-0. Los goles fueron obra de Natalia (por cinco veces) Vero, Sonia, Jenni, (marcaron dos veces cada una) y Vicky Losada. En su choque en teoría «más difícil» empataron a cero contra las italianas en Vicenza. No obstante, las españolas pudieron haber ganado el encuentro, ya que a Boquete le detuvieron un penalty (m. 10) y Natalia mandó su disparo al palo (m. 79). Cinco días después, derrotaron a las macedonias en Skopje por 0-10, tratándose de la segunda mayor victoria a domicilio de las españolas. El 8 de mayo, las españolas ganaron a Estonia en Tallín por 0-5. Un día antes del decisivo choque frente a las rumanas se emitió un vídeo dónde varios jugadores de la selección española de fútbol (Casillas, Ramos, Koke, Raúl García, Bartra, Azpilicueta, Cesc y Cazorla) les mostraron su apoyo. El 13 de septiembre en el estadio Emil Alexandrescu de la ciudad de Iasi, las españolas vencían por 0-2 (los dos tantos fueron obra de Natalia Pablos) y lograron su primera clasificación para un Mundial de fútbol absoluto. Cinco días después, en su último e instracendente partido ante las checas lograron vencer por 0-1 (gol de Vero Boquete). España cerró su participación en el grupo 2 con 9 victorias y un empate (28 puntos) y con 42 goles a favor y sólo dos en contra. Además Natalia Pablos acabó como la máxima goleadora del grupo al anotar doce tantos. El 11 de mayo, Quereda dio la lista de las 23 jugadoras mundialistas con Ainhoa Tirapu, Lola Gallardo y Sandra Paños como guardametas; Celia Jiménez, Marta Torrejón, Ruth García, Irene Paredes, Ivana Andrés, Leire Landa, Melanie Serrano y Elisabeth Ibarra como defensas; Virginia Torrecilla, Silvia Meseguer, Vicky Losada, Amanda Sampedro, Jennifer Hermoso, Marta Corredera y Alexia Putellas como centrocampistas; además de Priscila Borja, Vero Boquete, Natalia Pablos, Erika Vázquez y Sonia Bermúdez como delanteras. El club que más internacionales aportó, fue el FC Barcelona con 9 jugadoras. España estuvo encuadrada en el «Grupo E» y tuvo como rivales a Costa Rica, Brasil y Corea del Sur. El 9 de junio, en el estadio Olímpico de Montreal se produjo su debut mundialista ante las costarricenses pero sólo se pudo sumar un punto al no pasar del empate a uno. En el minuto 12, Vicky Losada se convirtió en la primera española en marcar en un Campeonato del mundo, no obstante, la alegría en el combinado fue efímera ya que en menos de un minuto después Raquel Rodríguez empató el choque. Cuatro días después, se enfrentaron en el mismo escenario a Brasil con su estrella Marta (cinco veces Balón de Oro de forma consecutiva). Perdió España.Nuevamente, cuatro días después, el día 17, se enfrentaron a los surcoreanas en el estadio TD Place de Ottawa, una victoria clasificaba al conjunto español a los octavos de final, pero no se pudo acceder a ellos porque cayeron derrotadas por 1-2, a pesar de que Vero Boquete acertara un tanto. Tras los malos resultados en el Mundial, las 23 jugadoras convocadas pidieron mediante un comunicado la dimisión de Ignacio Quereda debido a la mala planificación de la concentración y del viaje hasta Canadá, la metodología empleada con el grupo, la falta de partidos amistosos y el escaso análisis de los rivales que hacía el propio seleccionador. Respondiendo Quereda al comunicado que no pensaba dimitir. Las jugadoras añadieron que eran minusvaloradas y que el entrenador era muy acaparador, tras 27 años, veían el momento de una nueva etapa. El tema llegó a manos de Vicente Temprado, responsable federativo del fútbol femenino, que estuvo de parte de Quereda, recriminando a Natalia Pablos y Vero Boquete su incapacidad de llegar a la altura del adversario y de un extremo feminismo. Vicente optó por delegar la decisión a Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la FIFA. Después de varias declaraciones de las jugadoras, decidieron que las 23 convocadas de la Selección no volverían a jugar en esta si Quereda seguía en ella, y también advirtieron que cuando hicieron público el comunicado, contactaron con todas las capitanas de los equipos de primera división femenina de España, y que contaban con el apoyo de todas. Las jugadoras también tuvieron en contra a Vicente Del Bosque, que se unió al bando de Villar y Quereda, pero ellas contaron con el apoyo de la afición española, que hizo Trending Topic nacional. El 26 de junio de 2015, Amanda Sampedro, Priscila Borjas y Natalia Pablos en representación de la Selección femenina, se reunieron en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid) con Villar acompañado de Temprado. Tras la reunión, las jugadoras afirmaron estar satisfechas y que esperaban la decisión tomada. Finalmente, el día 30 de julio, Ignacio Quereda (tras 27 años en ese cargo) fue sustituido por el seleccionador de la sub-19, Jorge Vilda, que en ese año había conseguido que España quedara subcampeona en el Campeonato Europeo femenino sub-19 de la UEFA. La Eurocopa de 2017 se celebrará en los Países Bajos. España quedó encuadrada en el grupo 2 junto con Finlandia, República de Irlanda, Portugal y Montenegro. La selección española logró clasificarse como primera de grupo. Hay que esperar a ver qué sucede pero la Selección Española de Fútbol Femenino está ya en sus inicios de la plena madurez y puede jugar de igual a igual contra cualquier otra Selección a niveles europeos y mundiales. Según narra Mamen Hidalgo; "Vete a tu casa a fregar", "mira las tetas de esa"o "qué culo" fueron algunos de los comentarios habituales que las futbolsitas de los años 70 recibieron desde las gradas de los campos de fútbol, especialmente en los pueblos. Pese a los prejuicios iniciales, una infinita curiosidad por ver a las mujeres golpear el balón convritió el fútbol femenino en un fenómeno de masas. Los problemas llegaron desde las instituciones, con una respuesta rotunda cuando se planteó la oportunidad de crear una Selección Española Femenina: el fútbol es cosa de hombres. Y el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), José Luis Pérez-Payá, llevó hasta el límite esa idea instaurada en pleno franquismo que no cayó por su propio peso hasta 1980, fecha de su reconocimiento oficial. "La prensa nacional, en los principios del fútbol femenino en España, estaba repleta de prejuicios que también sufrieron las pioneras de la Selección en los años 70, cuando miles de aficionados se agolpaban para ver qué era eso del fútbol practicado por mujeres. "Era algo especial, había curiosidad, y venían miles de personas. En los pueblos sí te insultaban, pero más o menos como ahora", relata Victoria, presente en la primera Selección Española, casi clandestina. Como ya hemos dicho, es en 1971, mismo año en que se realiza "Las Ibéricas CF" -película que refleja una sociedad machista que se burla de las mujeres futbolistas. cuando España disputa su primer encuentro desafiando a las instituciones. En el estadio murciano de La Condomina se reúnen 3.000 personas para ver un duelo con Portugal que a punto estuvo de suspenderse. "El presidente de la Federación Murciana, en la misma puerta del estadio, intentó confundir a la masa de aficionados, pero ninguno de los causantes de la propaganda antifútbol logró sus fines", relata en su libro "Las estrellas olvidadas" Rafael Muga, impulsor de la que ahora es pionera en un Mundial de fútbol. Para que Vero Boquete, Alexia Putellas o Sonia Bermúdez perforen las porterías en Canadá, Cochi "Amancio", Victoria Hernández o ángela Martín tuvieron que desafiar el machismo y la misoginia de una época en la que era difícil imaginar a una mujer fuera del hogar. Victoria Hernández (4 de diciembre de 1958, Madrid) tenía 12 años cuando acudió con su padre a un esperado partido de fútbol femenino en el campo de Boetticher (Villaverde). Allí deslumbró Conchi "Amancio"con los 5 goles del Sizam ante el Mercacredit, con 8.000 personas en las gradas. Nada más darse el pitido final, Ignacio Hernández presentó a su hija a Rafael. "Me pareció demasiado jovencita para jugar en el Olímpico, pero nada más lejos de la realidad. Tenía un verdadero poderío con el balón. Salió a hombros de los seguidores en dos ocasiones, no eh visto nada igual", comenta. Fue la primera futbolista en firmar un contrato. "Era tan pequeña que la gente se quedaba más parada. Tenía cuerpo, y las que éramos mayores dábamos gracias por tenerla porque nos fijábamos en ella. Era una guerrera, te quitabas el sombrero. Ahora mismo sería la leche, tenía 13 años y no se lesionaba nunca", asegura Ángela, lateral izquierda del Olímpico de Villaverde y de la Selección Española". Ángela Martín (26 de junio de 1955, San Martín) era la menor de 9 hijos. Vivía y trabajaba en una finca donde aprovechaba que 6 de sus hermanos jugaban para dar alguna patada al balón. Un día se le presentó la oportundiad de vestir de corto. "Me dijeron que iban a hacer un equipo, no recuerdo para qué, solo sé que me volví loca. A mis hermanos no les gustaba mucho la idea, me decían que ayudara a mi madre en casa, pero a mi padre le encantaba". en ese partido, Rafael vio a una niña de 14 años con grandes capacidades y le pidió a su padre lllevársela al club: "Sí, llévatela ahora mismo. ¿Cuándo empieza?, preguntó deseoso de ver a la niña seguir el paso de los mayores. La siguiente semana ya lucía el 3 por la banda izquierda. En una época en la que las niñas debían esconder las botas, Victoria y Ángela tuveron la suerte de contar con unos padres completamente volcados, que incluso se peleaban por subir al autobús que les llevaba durante horas a jugar en Barcelona, Sabadell o Bilbao. "Venía Rafa en un Coupé y nos metíamos siete u ocho para ir a cada partido". No cobraban salario, pero lo vivían con pasión. Viajaban el sábado por la tarde para jugar el domingo, y volvían tarde, casi parairse directas a trabajar. "El fútbol me ha costado dinero", lamenta Victoria. "Pero nos dejábamos la vida", apunta Ángela. "Venía mucha gente a vernos y tú no ibas a que te miraran las tetas. De mi pueblo salían autobuses para vernos jugar, y no estabas pendiente como ahora de cuidarte y de mirar si tienes una arruga en el pantalón. No saludábamos a la grada como ahora, ni siquiera hablábamos de chicos. Yo salía con un chico, que es mi marido, y venía con sus amigos en el coche a vernos jugar. No nos veíamos en semanas". Ese poderoso Olímpico de Villaverde donde ambas militaban era imparable en el fútbol nacional. "Íbamos con la mentalidad de que no nos ganaba nadie, y hemos ido a sitios en los que el árbitro no quería que ganásemos bajo ningún concepto". Como en Isla Cristina, contras el equipo local, cuando el árbitro, una vez finalizado el encuentro que ganaron, se resignó ante los gritos: "¡Si ya ha terminado el partido! No puedes hacer más"."Era otro fútbol. No podías con las botas cuando se mojaban, aunque a veces ni las notabas". "Seguro que hemos jugado con algo roto, pero estirabas un poquito y seguías". Con ese espíritu, Rafael unió a la base de este club madrileño con las mejores jugadoras de País Vasco, Galicia, Cataluña y Andalucía, formando la base de una Selección Españolaque no contaba con respaldo alguno. Pese a todo, una "no oficial" España visitó Turín en 1972 para enfrentarse a Italia en el Trofeo Adriático. "Ni me lo creía", explica Ángela. "Venía de una finca, no había salido del lado de mis padres, y de repente te ves viajando en avión y en un hotel de lujo, en una montaña". Jugaron dos partidos en Padova y Udine. Las recogían en coches particulares para llevarlas al campo, como "estrellas", aunque en el terreno de juego les bajaron los humos. "Íbamos creciditas porque aquí teníamos un nivel muy alto, pero físicamente nos dieron un meneo bueno y nos metieron siete. La prensa comentaba que la escuadra española estaba a años luz de la italiana, pero que teníamos jugadoras muy buenas técnicamente". En pleno régimen de Franco, el fútbol femenino se relanzó. Italia devolvió la visita en Córdoba y Badajoz ese mismo año, también con goleada. "Imagina niñas de 14 años conmtra una delantera centro que te sacaba dos cabezas y una defensa que no las veías por ningún lado". La "azzurra" estaba una década por delante. Pronto se abrieron las puertas para varias jugadoras, Conchi "Amancio", apodada así por su similitudcon el jugador del Real Madrid, fue la primera española en jugar en el extranjero. Una oportunidad similar tuvo Victoria, a la que quiso fichar el Stade de Reims por un millón de pesetas. "Mi padre dijo que no me iba sola, y aunque mi hermano estaba dispuesto a dejar el trabajo para venirse conmigo, no me hacía especial ilusión ir a Francia", explica lamentando que por ese tipo de decisiones el fútbol el ha costado dinero, pero no se arrepiente. "Y ahora es alucinante cómo se enfadan por viajar en AVE en vez de un avión. ¡Qué pena!". La aceptación por parte de las instituciones llegó de la mano del desinterés público. Eran ya los 80, y el fútbol masculino hacía mucha sombra, y los campos comenzaron a presentar gradas vacías. Así lo vivió Begoña (1 de marzo de 1967, Madrid), protagonista de una segunda generación que empezaba a jugar al fútbol con espinilleras."Gorospe", como se apodaba, coincidió en el Olímpico con Victoria y en la Selección, donde debutó en 1984. Esta lateral izquierda vivió la primera victoria oficial de España, en Suiza (1-2). "En mis años había bastante gente, pero había muchos campos a los que ibas y no había casi nadie. Estamos en un país en el que el fútbol masculino tira muchísimo y hay bastante machismo. En otros deportes de mujeres, como baloncesto o balonmano, no pasan estas cosas. El fútbol, no sé por qué, no lo subimos". Estando Villar no hay nada que ahcer, porque el masculino es el que da dinero, Una vez, siendo directivo, nos acompañó a un par de viajes para conseguir nuestros votos. Luego puso a sus amigotes. Como Quereda -el entrenador- que es un tío que no ha conseguido nada en 24 años en el cargo (anoto yo que ha sido cesado ta tras 27 años de seleccionador). ¿En qué equipo te mantienen si no consigues tus objetivos? Se ha ganado apoyos institucionales, porque le preguntas a las jugadoras que han estado con ese señor y no tienen buen concepto de él. Es un maleducado que no sabe dirigirse a las personas". Lo dice Victoria, que además intentó seguir ligada a este deporte después de su retirada. "Estaba federada en la Federación madrileña y era una estandarte del fútbol femenino, pero en ningún momento me propusieron nada. No me dijeron ni hasta luego". 40 años después, las pioneras del fútbol femenino lamentan la falta de reconocimiento. "Las chicas de este mundialista no han sido pioneras de nada, y cuando dicen que no tienen referentes te indigna, porque es de no querer enterarse. ¡Coño! Se lo han dado todo hecho... y a alguna hasta le hemos enseñado a golpear el balón", Marlene Fátima Fagundes de Paiva 4 de septiembre de 2016: "El fútbol femenino: un medio de integración social".- Antes de iniciar a hablar sobre este tema me gustaría explicar la verdadera razón del porqué lo he elegido. Hace poco más de un año tuve un cambio personal en mi vida. Soy brasileña y vivia en el sur de mi país. Me encontraba, hacía años, en una zona de comodidad material y estabilidad profesional, pero, en un determinado momento se me ocurrió hechos que me motivó a buscar un nuevo camino. Como profesional del derecho yo siempre tuve la intención de hacer más de lo que habitualmente ya hacía. Aunque me interesaba por el derecho deportivo, no tenía idea de lo vasto e interesante que era. Fue entonces cuando empecé a procurar en el mapa del mundo dónde podría realizar algún estudio en derecho deportivo. Estuve mirando algunos paises masters y oportunidades, pero fue en España donde me llamó la atención la Universidad Europea y el postgrado de la Escuela Universitaria Real Madrid. Yo siempre he sentido admiración por el Real Madrid, Club conocido mundialmente por su organización corporativa. Tambíen los contenidos del curso me parecieron de igual modo muy interesantes. Así que, despues de haber decidido y realizado muchos trámites de imigración, en octubre de 2015 ya estaba en Madrid en el aula del postgrado de derecho deportivo en la UEM. En los primeros días de clases me costaba entender lo que los profesores hablaban porque mi español era muy básico y esta no fue la única dificultad porque pasé, pues todo era nuevo para mi, las temáticas, el relacionamiento con mis compañeros en razón de la lengua y de la diversidad de culturas. Pero poco a poco, fuí superando todos los obstáculos. Por otro lado, a medida que avanzaba el curso entraba en conflicto con mis sentimientos personales, por lo que aunque me encantaban los temas que aprendía me cuestionaba cual era mi verdadero objetivo en hacerlo. Por un momento pensé en desistir, pero decidi que no lo haría. Me recordé de una frase memorable de ¨Steve Jobs¨, dicha en su discurso a graduados universitarios: ¨Ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en qué quieres convertirte realmente.¨En realidad, yo vine a hacer el curso com un reto profesional, pero a medida que fui conociendo los contenidos iba cambiando mi visión al respecto, hasta que surgió un tema que me despertió la atención: el fútbol femenino. Por más que veía otras temáticas en el curso, este asunto no salía de mi mente porque empecé a ver en el futbol femenino una oportunidad para un cambio social muy relevante: la integración de las niñas que viven en situación de vulnerabilidad y malestar social, incluyendo las de mi país. A lo largo de mi vida, por más que yo he tenido que trabajar para mantenerme, siempre tuve el deseo de hacer algo por la sociedad y por las personas, porque creo de, verdad, que es posible contribuir para que nuestros semejantes sean más felices. También creo que ayudarlos a tener un mínimo de dignidad humana es el mayor premio que podremos obtener en la vida terrena. En efecto, esta conexión hizo despertar en mi un nuevo reto. Entendí finalmente, lo que mi corazón quisiera decirme. Así como supe en aquel momento que debía venir a la Universidad Europea de Madrid a realizar el postgrado en derecho deportivo. O sea, encontré un sentido legítimo para todo lo que estaba haciendo. Por lo tanto, esta es la razón del por qué hoy doy inicio a la publicación del primer trabajo en esta área de investigación. Además me fasciné al saber que muchos ya han escrito sobre el tema y cuánto las instituciones mundiales están involucradas con este desafio. Así que a lo largo de este artículo he traído algunas informaciones a los lectores, en cuanto a los datos y las cifras sobre el deporte y su relación con la equidad, fraternidad y reintegración social. En particular sobre el fútbol femenino. Sin embargo, antes de iniciar, quiero hacer agradecimientos especiales, pues como ha dicho William Shakespeare ¨la gratitud es el tesoro de los humildes¨. Agradezco en primer lugar a Dios porque la fe es la que mueve mi vida; agradezco a Carolina López (Directora del Master de Derecho Deportivo de la UEM), que, amablemente, atendió mi solicitud para que yo pudiese escribir sobre este tema poniéndome en contacto con Javier Latorre (integrante de esta plataforma de comunicación - IUSPORT), al que agradezco porque me ha ayudado con la llave de la primera puerta que se abre para entrar en este nuevo horizonte de mi vida; agradezco a todos los profesores del curso y de las prácticas porque pienso que la enseñanza y el conocimiento es el camino para la plenitud; por último agradezco a todos mis compañeros del postgrado porque con ellos he aprendido a convivir con las diferencias. Ahora bien, antes de comenzar a desarrollar el tema es muy importante tener en mente algunas de las disposiciones reglamentarias universales relativas a la persona humana, mismas que dictan: ¨Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Toda persona tiene todos los derechos y libertades (...) sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar... La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.¨ También en cuanto a la proteccón de los niños: ...se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad. Los Estados Partes (...) asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole... Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación ... Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar (...) con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a: Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades; Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas; Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos ... No obstante, a pesar de la perfección del texto de las convenciones y tratados mundiales en favor de la persona humana y de los niños contra cualquier tipo de discriminación, sabemos que no corresponde con la realidad. Por lo que nos preguntamos: ¿Qué realmente falta para poner en práctica la igualdad entre hombres y mujeres o entre niños y niñas, ya que esto es una garantía sustancial de la persona humana? Hay un entendimiento global y unánime que el deporte es un entorno social capaz de alejar las diferencias humanas, desarrollar la personalidad de niños y jóvenes, preservar la cultura y estimular la paz entre las naciones. Pero todavía, en pleno Siglo XXI, Tercero Milenio, aún se vive la discriminación en este ámbito. En todo el mundo, millones de niños de todos los estratos socioeconómicos, de todas las edades, religiones y culturas sufren actos de violencia, explotación y abuso todos los días, algunas niñas y niños son particularmente vulnerables debido a su género, raza, origen étnico o estatus socioeconómico. No pasa un segundo sin que un niño sea violado, torturado o abusado en alguna parte del mundo. Por ejemplo, se estima que: en Asia, más de un millón de niños son explotados sexualmente; India es el país asiático más afectado, con al menos 400.000 niños de tal explotación; en Estados Unidos, más de 300.000 niños se ven afectados por algún trato sexual y abusivo; en Sudáfrica, cerca de 30.000 niños se involucran en la prostitución. La evaluación es que mundialmente hay 158 millones de niños y niñas de entre 5 y 14 años que trabajan, lo que equivale a 1 de cada 6 niños y niñas, la mayoría en condiciones de peligro. En el continente latinoamericano, como en el resto del mundo, la desigualdad de género comienza en la infancia, continúa en la adolescencia y permanece en la adultez. La discriminación formal e informal hace que las niñas y adolescentes carezcan en muchos casos de recursos económicos, enfrenten dificultades para entrar en ciertas profesiones y tienen menos oportunidades de recreación, como los deportes. El matrimonio y el embarazo precoces también les dificultan el acceso a la educación y al empleo. De acuerdo con este panorama, hay que destacar, los puntos que se presentan a continuación. Deporte y equidad.- Matilde Fontecha ha dicho que ¨el trato desigual que dispensan las instituciones deportivas, abarca desde las niñas en el deporte en edad escolar, hasta las deportistas de élite (...) los organismos que rigen el deporte están formados por hombres aproximadamente en un 90%¨(...). Dijo que en el mundo del deporte, como entre muchos otros aspectos, ¨la negación a aceptar mujeres en los puestos de toma de decisiones caracteriza una regresión y que el deporte necesita una profunda reforma para que se torne verdaderamente democrático y se humanice¨. ¨Es determinante para las sociedades actuales integrar la perspectiva de género dentro de las instancias más elementales de socialización, para que las nuevas generaciones logren asumir espontáneamente la igualdad entre hombres y mujeres. La participación es parte importante del desarrollo adolescente. Es a la vez un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes, y un fin en sí mismo. Mediante la participación, desarrollan aptitudes y aspiraciones, además de ganar confianza. También pueden ayudar a otros como ellos a romper ciclos de violencia y discriminación¨. ¨A través del deporte, las niñas y las adolecentes obtienen la oportunidad de ser líderes y mejorar su confianza y autoestima, lo que les permite participar más en la escuela y en la vida comunitaria. Las aptitudes y los valores aprendidos a través del deporte son especialmente importantes para las niñas, dado que tienen menos oportunidades que los varones de interacción social fuera del hogar y más allá de las redes familiares. También les permiten actuar en un ambiente público y mejorar su salud, además de desarrollar sus habilidades atléticas individuales, que contribuyen a fortalecer su autoestima.¨Para tales efectos, aunque el conservadurismo tradicional del deporte tenga una gran influencia en la sociedad, hay que pacificarse el debate sobre la igualdad de género e irse a buscar pronto la inclusión femenina en las práticas deportivas, empezando por el deporte base hasta llegar al deporte profesional. Todo en razón de concretar la equidad entre la especie humana. En este punto, podemos creer que el fútbol puede ser una de las grandes puertas de acceso para cambiar ese contexto que ya no debería ser aceptable en nuestra sociedad, ya que es un deporte con una dimensión global capaz de transmitir valores, disminuir los prejuicios y favorecer la democracia. Deporte y fraternidad.- Desde esta perspectiva está justificado que la fraternidad hace parte de los valores que componen el deporte. Actualmente, la deportividad está estrechamente entrelazada con el desarrollo económico, y la fraternidad actúa como punto de equilibrio constructivo entre la comercialización y los valores de esta actividad. En este sentido, es reconocido que un ¨porcentaje obligatorio de tales recursos deba ser aplicado en la formación de programas de deporte para las generaciones más jóvenes, así como invertido en proyectos deportivos de interés social¨. También la política, orientada a la fraternidad, tendrá el encargo de garantizar normas y gestionar recursos económicos de forma más funcional para el crecimiento armonioso entre deporte y la persona humana. Juan Pablo II, un hombre inolvidable, de visión profética, habló cierta vez, con mucha sabiduría sobre los fines del deporte a la luz de la fraternidad: "El deporte debe responder, sin desnaturalizarse, a las exigencias de nuestro tiempo: un deporte que proteja a los débiles y no excluya a nadie, que libere a los jóvenes de las insidias de la apatía y de la indiferencia, y suscite en ellos una sana competencia; un deporte que sea factor de emancipación de los países más pobres y una ayuda para acabar con la intolerancia y para construir un mundo más fraterno¨Ante este supuesto resulta claro que la fraternidad es un fenómeno de transformación humana, un puente de fortalecimiento de cada individuo en relación a la sociedad y de la sociedad en relación a cada individuo, cuyo compromiso de solidaridad y de oportunidad puede perfectamente ser encontrado en la actividad deportiva desde una aproximación de integración educativa para los niños y sus agentes formadores. De esta forma se promoverá una verdadera cultura de la infancia como instrumento de prevención del malestar social y el abandono infantil. Deporte e integración social.- En nuestros días es prácticamente imposible pensar en deporte sin relacionarlo con la integración social, en especial cuando nos referimos al fútbol. Ante lo que hemos visto respecto del deporte, es de suponerse que este favorece la erosión de la marginación humana, a combatir la violencia, la explotación, la exclusión y la discriminacion, no obstante que conlleve algunos sentimientos contraditórios. Con base en estas consideraciones y desde que el fútbol alcanza toda la pirámide social, es que acreditamos que el desarrollo pleno del fútbol femenino, comenzando por las niñas, será capaz de introducir un proceso de transformación social igualitario, justo y benéfico. Adicionalmente, la sociedad podrá cosechar los buenos frutos del impacto socioeconómico igual a los que produce el fútbol masculino. Se podrá atestiguar también el verdadero espíritu del fair play. Importante acentuar que el fútbol para las mujeres fue planteado desde la década de los setenta en el Siglo XX, a pesar de que la historia registre el primer partido a finales del Siglo XIX en Europa. La política de desarrollo e integración en el fútbol femenino aún no son satisfactorias, pero las acciones que se promueven a su favor son muy relevantes y despiertan entusiasmo. La FIFA, en su posicion de la mayor autoridad del fútbol a nivel mundial, está a favor de apoyar e incentivar este proyecto de optimización del deporte femenino en todo el mundo, ya que tiene como uno de sus principios ¨luchar contra la discriminación de la mujer en el deporte y en la sociedad¨. Lo hace a través de campañas publicitarias, programas y eventos deportivos, cuyas cifras apuntan resultados favorables, a pesar de ser aún bastante reducidos en comparación con el fútbol masculino. En una declaración de la Federación Internacional, se ha dicho que se estima que para 2019: ¨coincidiendo con el próximo Mundial Femenino de Fútbol en Francia, 45 millones mujeres y niñas¨ serán practicantes del deporte. Hoy ya son alrededor de ¨30 millones que practican fútbol de forma efectiva en el campo federado, ya sea amateur o profesional¨. Mayi Cruz, la directora de desarrollo de fútbol femenino de esta federación, de igual manera, ha dicho que la FIFA tiene como objetivo crucial ¨garantizar que cada niña y mujer tenga la oportunidad a participar del fútbol¨. Según datos de esta institución, en el último año ¨130 asociaciones miembros se favorecieron de los programas de incremento y 451 actividades deportivas fueron realizadas alrededor del mundo, un verdadero ¨estallido¨ comparado con 2008 donde participaron solamente 22 asociaciones¨. Sobre todo ¨las licencias federadas aumentaron en un 300%, o sea, de 11.300 en 2003 a 40.606 en 2013¨. Hoy en día, existen programas de integración muy relevantes agregados al fútbol con el fin de divulgar y fomentar la igualdad de género en cada país, así como transformarlo en una herramienta de inclusión social. La campaña ¨Live Your Goals¨, iniciada en Alemania en 2011, es uno de ellos y según la FIFA tiene el siguiente objetivo: Aumentar el número de niñas y mujeres que practican este deporte. Aumentar la popularidad del fútbol femenino en el ámbito local, nacional y global. Despertar el interés por el fútbol femenino, fomentarlo y mantenerlo en el tiempo. Crear las mejores plataformas para desarrollar el fútbol femenino y lograr que haya más mujeres que participen en el fútbol durante toda su vida. Luchar porque el fútbol sea el deporte con mayor popularidad y participación del mundo entre la mujeres¨ El ¨Festival Football for Hope¨, a su vez, es un programa de desarrollo para la persona. Ocurrió en Brasil en el Mundial de 2014. Se reunieron ¨32 delegaciones con jóvenes de 27 paises y 5 continentes¨, además hubo un foro de discusión acerca de los problemas sociales globalizados donde se reconoció el fútbol como un instrumento capaz de permitir un cambio para el futuro. Según FIFA ¨ni siquiera los paises mas desarrollados del mundo quedan fuera de esta realidad¨, por ejemplo Alemania declarado como el país con el ¨5º lugar a nivel mundial en el índice de desarrollo humano ajustado al género¨. ¨David Breimer representante de la organización germana KICFAIR¨ ha dicho a a FIFA.com: ¨Nos reunimos semanalmente para hablar de la metodología del fútbol. Trabajamos en las escuelas y en los centros comunitarios. Enseñamos a los niños y después les planteamos algunos retos para que se desarrollen(...). Un ejemplo es la organización de torneos de fútbol para niños más pequeños. Enseñamos a muchachos de 15 y 16 años las formas de organizar los campeonatos de los más pequeños. Con eso adquieren responsabilidad, y aprenden a liderar algo. Así les trasladamos una sensación de responsabilidad, implicando por tanto también a sus familias, su escuela y sus amigos". Igualmente, Francia se preocupa con los problemas derivados de la pobreza. ¨Delphine Teillard, de Sports dans la Ville (SDLV)¨, ha expuesto como el fútbol ayuda a difundir valores educativos con el objetivo de integración social: "El fútbol es un juego colectivo, en el que hay que respetar reglas, al igual que en nuestras vidas, nuestra sociedad y nuestros empleos. Trabajamos los valores del fair play, la puntualidad, la humildad, el respeto, el espíritu de equipo, la superación. Con el fútbol extraemos muchas lecciones, y eso se refleja en la vida de quienes participan en el proyecto".¨Por lo tanto, es destacable que el deporte y la integración social son hoy una alianza para alcanzar el bienestar de la humanidad. Consideraciones Finales.- Derivado de lo anterior, la única conclusión a la que se puede llegar es que el deporte, en particular el fútbol, es un medio universal de integración humana. No cabe duda que este juego, tan apasionante, contiene la fuerza necesaria capaz de mover el mundo, para ayudar a erradicar las carencias de los individuos y agregar los valores más elementales que necesitan para el desarrollo de su personalidad. Por eso, en pleno Tercero Milenio, donde la comunicación se universalizó, las fronteras territoriales se transformaron en algo apenas físico y la población mundial se tornó en una solo en emoción y razón, no debería haber motivo alguno que se permita nuestros semejantes sufran con la discriminación, los prejuicios o el abandono social. Tenemos todos que repensar nuestra manera de actuar y vivir, no podemos convivir más con esta paradoja tan cruel que es el privilegio de unos pocos y la exclusión de los demás. Los derechos fundamentales tienen que dejar de ser solo letras negras en hojas blancas para integrarse a la realidad. Entonces ya es tiempo de que tanto Gobierno como sociedad, sea a nivel nacional o internacional, se tomen las manos y formen alianzas rumbo a estos ideales, siguiendo como ejemplo los programas de las entidades mundiales y las metas de la FIFA. La buena noticia es que los medios necesarios para esto ya existen, así como los fines, lo que hace falta es deseo superior y creencia en realizarlo para que, positivamente, pueda florecer en nuestro mundo una gama de personas más felices y sanas, fruto del amor al prójimo. Sobre todo, debemos creer que el cambio de conciencia, actitud e integración social, a través del fútbol femenino, sea capaz de sustituir el dolor y las lágrimas de las niñas por sus mejores sonrisas pues, como ya lo decía el poeta chileno Pablo Neruda:¨Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.¨
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