¿Se acordarán de mí? (Diario)
Publicado en Feb 09, 2017
Acabo de regresar del Servicio Militar Obligatorio. Me han transferido a Transferencias, Delante de la ruidosa máquina que manejo con soltura de experimentado en el trajín de las operaciones bancarias sólo pienso en una cosa nada más. ¿Se acordarán de mí las chavalas que me conocieron en el 67? Tengo 22 y estoy razonando sobre el asunto. ¿Habré dejado alguna huella humana en el interior de los sentimientos de ellas? ¿Estarán tal vez pensando en mi manera de hacer las cosas como hombre iniciado en las Bellas Artes? Son preguntas que se hacen muchos jóvenes veinteañeros que han sabido navegar, Me viene a la memoria cierta excursión dominguera: ¡Había una vez un barquito chiquitito. Había una vez un barquito chiquitito que no sabía, que no sabía, que no sabía navegar. Pasaron un dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas. Pasaron un dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas y aquel barquito y aquel barquito y aquel barquito navegó. Había una vez un barquito chiquitito. Había una vez un barquito chiquitito que no sabía, que no sabía, que no sabía navegar. Pasaron un dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas. Pasaron un dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas y aquel barquito y aquel barquito, y aquel barquito navegó!
Ante aquella máquina infernal de los números bancarios yo me siento chiquitito pero no por eso me dejo derrotar. Sigo con mis preguntas existenciales. ¿Se acordarán de mí o ya me habrán olvidado para siempre las chavalas que me conocieron en el 67?. De vez en cuando alguna de ellas pasa por mi lado y sonríe. Es entonces cuando me vuelvo optimista y me respondo que sí, que habré podido dejar una huella humana, chiquitita pero humana, en la mente de ellas o, incluso, en el corazón de alguna que otra. Es entonces cuando pienso en mi corazón: "Corazón y Razón son dos entidades místicas relacionadas entre sí estrechamente por el latir humano. Corazón es sístole y Razón es diástole de un mismo mundo magnético: el de la vida. Ninguno de los dos debe ir por separado". Una luz fugaz penetra por las ventanas de cristal de la Oficina Principal. Vuelvo a ser optimista y vuelvo a pensar en mi corazón pero ahora en sentido más filosófico: "El corazón siempre es una sinrazón llevada al extremo de lo razonable". Razono. Seguirán acordándose de mí o sçolo fui un pasajero temporal que se cruzó en sus caminos pero que se evadió como un pensamiento vagabundo a través del mundo de ellas. Quien sabe, Lo mejor es volver a razonar con el corazón "a tumba abierta" como veo en la tele cuando retransmiten la Vuelta a España. Sé que estas mañanas laborales, a mis 22 ya cumplidos, tengo el corazón blandito; y soy algo así como un niño acariciando a un pequeño perro. La anciana de la vivienda de al lado está regando las flores y camina por la angosta calle la silueta del ovejero... mientras el rebaño pasea por esta mañana en que mi corazón está blandito. Es solamente una imagen pero... ¿cuántos recuerdos de mí pueden haber quedado en todas las que me conocieron en el 67? ¡Y eso, tan puro y tan honesto que estoy pensando, es totalmente gratuito! Igual es cierto que sí; que dejé alguna pequeña huella en las que me vieron trabajar en el 67como yo sigo teniendo huellas de los partidos de entrenamiento celebrados en el Campo del Gas de Madrid. Y es que un futbolista tiene la misma capacidad de sentir que cualquier otro hombre. Aunque sea con un corazón blandito pero valiente a la hora de actuar ante el mundo; este mundo infernal de las horribles máquinas marcando números bancarios tras números bancarios en una lista infinita de dígitos y programas que a mí no me interesan nada más que para seguir pensando en las que me conocieron en el 67. Y entonces me convierto en Imaginación del Futurismo: Me viene a la recóndita memoria un avión volando hacia las nubes. Entonces subes como si fueses niño montado en noria y estuvieses soñando el minuto estrella de la gloria. Es la luz eterna de ese mundo en donde todo es un profundo destellos como un obús. El autobús de mi infancia convertido en un eterno y hondo latido entre cañas de bambús. Sí. Una nube controvertida para cerrar alguna herida y abordar el infinito. Medito. Me siento eterno en la vida bajo el cálido sol bendito. Miro por la ventanilla. Veo el mapa de la sierra y rebasada la tierra miro al sol cómo brilla. ¿Por qué la Eternidad? Porque pongo a mi edad todo lo completo y eterno en el corazón siempre tierno mientras subo sin pensar. Que el mundo es sólo un andar de nube en nube por el cielo y el segundo paralelo se queda partido en dos: una parte es de los celos y la otra parte es de Dios. Al elegir la segunda siento la vida profunda que se hace Libertad. ¿Y qué es la Eternidad que inunda al hombre con su Verdad? Un viaje por el aire para olvidar el desaire de quien te hace olvidar que todo debe esperar a ser eterno cual ave. Volar. Suave forma de viajar hasta el límite infinito de un corazón escrito allá abajo en el mar. Una manera de amar todo lo que es distinto dejando que se el instinto quien dirija tu soñar. Como dijo Bussy-Rabutin, "cuando no se quiere demasiado, no se quiere lo suficiente". Quizás por eso, solamente por eso, se acuerden de mí mientras yo retrocedo mi memoria a la Sala de los Destinos rodeado por todas ellas. Antes de partir les regalé una sonrisa. Puede ser solamente una sonrisa la que les dejé como el único recuerdo de mi presencia en sus vidas. Si eso es cierto es mucho más que una simple ausencia, Ahora estoy, a mis 22 años, luchando a solas contra la máquina infernal pero la derroto día tras día elevando el ritmo de mis razones. Si la aventura del vagar por el planeta te guía a las riberas de lo inédito haces bien en vivir las experiencias sin coartarte ante el riesgo de hacerte profundo o de adentrarte en los internos laberintos de lo humano. Provisto de tu crecida fe en tus viajes haces bien en no temer a la muerte porque estás lleno o llena de vida imperdible, tan misteriosa como cristalina es el agua de la playa donde te bañas o tan irrenunciable como ese aval de tu libre pensamiento. Haces bien en vivir con valentía tu fe en los descubrimientos de sentires internos y haces bien en experimentar esos inquietantes y bellísimos atardeceres con los que formas y conformas una maravillosa red como la de las arañas, donde tú, autor o autora de tus filamentosas fascinaciones, te sientes capaz de preferir la vida. Se habla de lo esotérico, del nuevo milenio, de la nueva era. Todo eso es Nada. Lo único que en verdad atrae como diferente es la sensación de seguir sintiendo lo auténtico de ti, las mismas preguntas y respuestas de siempre pero ahora inéditas y convertidas, hoy mismo, en todos tus presentes, como vanguardias del aquí y del ahora. Los verdaderos iluminados sólo son aquellos que pueden ver la luz en medio de las tinieblas. En este sentido, si eres capaz de sentir todas tus esencias humanas, te aseguras el equilibrio a través de unas pupilas que te hacen ver con claridad el brote de tu naturaleza e, intacto o intacta ante los indiferentes, te adentras en la innata inteligencia que Dios te ha dotado para permitirte, y haces bien, saborear el sentido de la existencia sabiendo distinguir con tu propio instinto entre lo que es sencillamente bueno y lo que es simplemente malo para ti. Por eso prefiero pensar que les dejé esa pequeña huella que no hizo jamás daño a ninguna de ellas.
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