El relampagueante paso de "Gimi" por las aulas del Intituo San Isidro de Madrid había deajdo un amargo rencor en el corazón del profesor Gávez. No sé si "Gimi" fue quien protagonizó el acoso de la hija de Gálvez o fue quien se burló de ello. Sea una cosa o sea la otra Gávez no podía ver ni en pintura a los Orero de Julián. Yo era el que estaba ahora en su aula escuchando las aburridas, tediosas y soporíferas lecciones de Física. Aquello era tan inaguatable que terminábamos por entrar en un profundo "sueño" para evadirnos de aquella dura realidad. "Gimi"no había dejado tras de sí nada más que el rastro de un odio hacia la familia. Pero yo no estaba dispuesto a que me pillaran como víctima así que. recordando la obra literaria "El burlador de Sevilla". Recordé historia.
 
"El burlador de Sevilla y convidado de piedra" es una obra de teatro que por primera vez recoge el mito de Don Juan, sin duda, el personaje más universal del teatro español. De autoría discutida, se atribuye tradicionalmente a Tirso de Molina y se conserva en una publicación de 1630, aunque tiene como precedente la versión conocida como "Tan largo me lo fiáis"  representada en Córdoba en 1617 por la compañía de Jerónimo Sánchez. Alfredo Rodríguez López-Vázquez señala al dramaturgo Andrés de Claramonte como autor de la obra en función de pruebas de carácter métrico, estilístico e histórico. Sin embargo, tanto Luis Vázquez como José María Ruano de la Haza la dan sin dudar como obra de Tirso y otros críticos concluyen que tanto "El burlador" como el "Tan largo me lo fiáis" descienden de un arquetipo común del "Burlador de Sevilla" escrito por Tirso entre 1612 y 1625.
 
Que Gálvez era un pésimo profesor lo demostraba porque dictaba en lugar de explicar, razonar y dialogar con los alumnos. Pero eso huibese sido más o menos soportable si no fuese porque, además de si incapacidad como maestro, era un verdadero bruto. Así que había que hacer justicia a pesar de que me suspendiera en junio. Yo estaba preparado para ello porque en septiembre tendría la gran oportuindad de aprobarla asignatura y aprobar toda la Reválida y obtener el grado de Bachiller Elemental en septiembre de 1963 para no tener que repetir o quedarme sin seguir hacia el Bachillerato Superior. ¿Qué hacer entonces con aquel bruto y pésimo profesor de Física apellidado Gávez? En mi interior se fraguaba la estrategia. Si "Gimi" había pasado por allí como el Don Juan vengador de Sevilla (que le hizo sucumbir en la carrera hacia el Bachillerato Superior no consiguiéndolo alcanza nunca era porque le daba por contestar con su "mala leche" a la "mala leche" de Gálvez. Así que la forma de conseguirlo era de manera elegante, culta y con personalidad suificente como para tirunfar en septiembre como así sucedió.
 
¿Cuál fue la burla que utilicé para reírme (no por maldad sino por justicia) de aquel "diplodocus" de la enseñanza que pegaba tortazos a diestro y siniestro sin mirar a quien le daba o a quien no le daba? Tuvo dos fases: la primera fue esquivar todos sus furibundos ataques quedando intacto y sin recibir ninguna bofetad, lo cual logré gracias a mis rápidos reflejos que eran superiores a sus torpes movimientos de brazos que hasta le hacían caer de bruces en el suelo ante el jolgorio de todos mis compañeros. La segunda fase fue mucho másdivertida y consistía en responder a todos sus largos y aburridos exámenes de Física escribiendo cuentecitos en lugar de tanta plúmbea enseñanza de teoremas, fórmulas y zarandajas que a mí ni me ivan ni me venían ya que no me iban a servir de nada para el futuro. La fase de escribir cuentecitos como respuestas a sus preguntas "fisícopatas", puesto que de un "psicópata físico" se trataba el tal Gálvez, le hacía cabrearse más que una cabra en el Desierto de Atacama; lo cual me producía tanta risa que, a pesar de que me suspendieraen junio, me servía de estímulo a mis dones literarios y a partirme de risa cada vez que le veía la cara de avinagrado que se le ponía.
 
Yo no tenía la culpa de que la "mala leche de Gimi" se topara con la "mala leche de Gálvez" así que, como un verdadero "Burlador del Isidro"lo hacía por una noble causa en defensa de todos mis compañeros pero, sobre todo, con tan buen humor que a Gálvez le entraban tales golpes de tos que se pasaba más de la mitad de sus clases tosiendo como un carretero cosaco. Por eso me viene como anillo al dedo esta frase que hoy descubro navegando por Internet: "Si no duele, no lo cantes; si no sangra, no lo escribas; si no mata, no lo vivas". Y como el tal "diplodocus"de la enseñanza hizo que a muchos les dolieran sus bofetadas; hizo a que a muchos les sangrara el corazón; e hizo que a muchos les matara sus sueños de llegar algún día a ser universitarios... esa fue la razón por la que en 1963 (a mis 14 años de edad) fuese por un momento "El Burlador del Isidro" pero usando solamente el buen humor... antes de que al año siguiente mis compañeros de equipo me nombraran líder del Esparta. Adiós.
 
 
Kutxi Romero músico, cantante, poeta y escritor...
"Si no duele, no lo cantes; si no sangra, no lo escribas; si no mata, no lo vivas"