Yellow Cloud (Cuento de Ciencia Ficcin)
Publicado en Feb 18, 2017
- ¡Capitán Pinto! ¡Capitán Pinto!
- ¿Qué le sucede, Teniente Vilela? - ¿Qué es aquella enorme mancha que se ve en el horizonte? - ¡Dios mío, no es posible! ¡Parece una nube gigantesca, de color amarillo brillante, en medio del espacio vacío! - ¡Eso es imposible, Capitán Pinto! ¡Debemos estar sufriendo algún tipo de alucinación! El Capitán Joao Pinto se dio cuenta de que la Teniente Diana Vilela estaba demasiado nerviosa... - ¡Calma, Teniente Vilela! ¡Todavía estamos demasiado lejos de ella! - Pero... pero... ¿y si nos han visto a nosotros?... - ¡Necesitamos ser valientes, Teniente Vilela! - ¿Qué quieres decrime con eso, Joao? - Quiero decirte, Diana, que debemos ser siempre nosotros los que llevemos la iniciativa. - ¿Y qué iniciativa podemos llevar si no tenemos ninguna clase de armas de ataque ni tampoco ninguna clase de armas defensivas antes un posible batalla contra lo desconocido? - ¡Esa es la clave! ¡Lo desconocido! - ¡Me está poniendo neviosa del todo, Capitán Pinto! ¿A qué santo y seña viene ahora eso de ser valientes ante lo desconocido? ¡Ante lo desconocido no puede existir jamás ninguna clase de valentía! - ¡Espere un momento, Teniente Vilela! Se me está ocurriendo una buena idea. - ¿Me estás diciendo, Joao, que vamos a salir huyendo antes de que nos descubran? - Estoy pensando todo lo contrario, Diana. - ¡No le entiendo, Capitán Pinto! - Le vuelvo a repetir que espere un momento, Teniente Vilela. El Capitán Pinto se puso en comunicación con la Base Terrestre de Ponta Delgada... - ¡Atención, Ponta Delgada, atención! ¡Aquí la Nave Amorosa intentando comunicar con ustedes! - ¡Hola, Nave Amorosa! ¡Aquí la Base Terrestre de Ponta Delgada escuchando! ¿Cómo va todo? - ¡Muy bien! ¡Sin problemas! ¡Pero necesito hablar con el General Mario Gonçalves! ¡Es muy urgente! - ¿De verdad no tienen problemas? - ¡No es cuestión de problemas sino de tomar iniciativas! - ¿Tiene que hablar exactamente con el General Mario Gonçalves? - ¡Sí! ¡Me ha entendido muy bien, Doctor Gomes Dias! ¡Tengo urgente necesidad de comunicarme directamente con el General Mario Gonçalves! - ¡Espere solamente diez minutos, Capitán Pinto! ¿Puede esperar diez minutos? - ¡Bien! ¡Esperaré diez minutos nada más! La bellísima Teniente Diana Vilela necesitaba saber qué estaba pensando su esposo el guapísimo Capitán Joao Pinto... - ¿Qué pasa, Joao? ¿Qué idea se te ha ocurrido ahora? - ¡Calma, Diana, calma! Sólo quiero pedir permiso oficial para salir de nuestra ruta computarizada y acercarnos algo más a esa enorme y gigantesca nube amarilla. - ¡Ni hablar! ¡Pueden ser peligrosos y morir los dos por atrevidos! - Cuando te casaste conmigo sabías ya que clase de persona soy yo. ¿Por qué tienes miedo ahora? - No conozco para nada lo que es tener miedo... pero es la primera vez que te conozco de verdad... El Capitán Pinto abrazó a la Teniente Vilela. - No tengas inquietudes, Diana. Los dos ya estamos acostumbrados a salir vivos de todas nuestras múltiples aventuras. - Es que esta no tiene sentido alguno, Joao. No es normal que, en medio del inmenso espacio vacío, se encuentre una enorme y gigantesca nube de color amarillo brillante. ¡No existen las nubes de ese color amarillo y, sin embargo, ésta lo es! ¡Eso no es normal! ¡Si no acercamos mucho a ella podemos morir porque esta aventura no entra dentro de nuestros planes! - ¿Puedes decirme cuántas aventuras juntos hemos vivido sin que estuvieran dentro de nuestros planes? - Muchas... pero nunca en el espacio sideral... ¡Esta vez podemos morir de verdad!... - ¿Quién habla ahora de muerte? Estoy hablando de aventura y no de muerte. - ¿Pero no te das cuenta de que si nos salimos de nuestra ruta computarizada puede ser que luego sea imposible regresar a ella? - Tenemos suficiente potencia de energía autónoma como para un día completamente entero al nivel máximo; así que podemos acercarnos un poco más para ver qué sucede y después regresamos sin problema alguno. - Pero no sabemos si esa nube está lo suficientemente cerca de nosotros como para luego poder regresar. Es cierto que no tengo miedo a la muerte pero no deseo, para nadar, morir siendo todavía tan jovencita. - Escucha, Diana... etoy seguro de que vamos a regresar y seremos tratados como dos verdaderos personajes porque los dos hemos nacido el mismo día debido a un experimento científico, de esos que llaman biogenéticos, en el Centro de Experimentaciones de Lisboa... así que no tenemos ni padre ni madre ni ninguna otra clase de familiares ni de eso que llaman amigos y amigas... luego si volvemos entraremos en la Historia de la Humanidad como dos personajes importantes de ella... pero si no volvemos nadie nos va a echar en falta... La bellísima Teniente Diana Vilela vovió a mirar a los ojos de su guapísimo esposo el Capitán Joao Pinto. - Joao... ¿cómo será el sentimiento de tener un padre y una madre?... ¿qué se puede sentir teniendo un padre y una madre?... - Nunca he pensado en ello, Diana... nosotros ignoramos esa clase de sentimientos y por eso no significan nada en nuestras vidas... no sé qué se puede sentir hacia un padre y hacia una madre... - Muchos de ellos lo llaman amor... - Tampoco sabemos lo que significa eso que muchos de ellos llaman amor. Nos hemos criado juntos para estar siempre juntos y para casarnos sin ninguna clase de sentimientos por medio. - ¿Y los hijos? ¿Qué se puede sentir al tener hijos? - Es imposible que nosotros lo lleguemos a saber porque nacimos completamene esterilizados y por lo tanto no podemos engendrar una familia. - Lo que han hecho con nosotros es un absurdo, Joao. - No tan absurdo, Diana. Sólo somos un experimento infrahumano pero podemos ayudar mucho a la humanidad. - Yo no siento nada hacia la humanidad, Joao. - Yo tampoco. Pero no es cuestión de sentimientos sino de engrandecer el honor de nuestra patria sin tener que sentir ninguna clase de patriotismo. En ese momento llegó la señal... - ¡Nave Amorosa! ¡Aquí la Base Terrestre de Ponta Delgada! ¡Soy el General Mario Gonçalves! - ¡Buen día, mi general! ¡Soy el Capitán Joao Pinto y necesito pedirle un permiso muy especial! - ¿Qué clase de permiso muy especial puedo otorgarle si su única misión, junto con la de su esposa, consiste en explorar el espacio solamente por la ruta que tenemos computarizada? - A eso precisamente me estoy refiriendo. - ¿Qué sucede? ¿Algún problema técnico en la Nave Amorosa? - ¡No, General Gonçalves! ¡Lo que sucede es que la Teniente Vilela ha descubierto una enorme y gigantesca nube amarilla, mucho más brillante que el Sol, en medio del espacio absolutamente vacío! - ¿Qué tontería es esa? ¿No será que la Teniente Vilela está delirando? - ¡Eso es lo primero que piensan los seres humanos pero esta vez no es cierto! ¡Yo también la estoy viendo! - ¿Por qué no se consideran, ustedes dos, también seres humanos cuando sí lo son? - ¡Cuando regresemos a la Tierra hablaremos sobre eso, General Gonçálves! - ¡Está bien! ¿Qué diantres es eso de la enorme y gigantesca nube amarilla? - ¡Para poder saberlo es por lo que le llamo para pedirle permiso! - ¿Permiso para qué? - ¡Para salir, durante algunas horas, de la ruta computarizada y poder acercarnos algo más a ella! - ¿Está usted bien de la cabeza, Capitán Pinto? ¡Ustedes no llevan ninguna clase de arma de ataque ni de arma defensiva si es que en esa nube viven alienígenas agresivos! ¡Ustedes dos han sido criados para la Ciencia pero no para la Guerra! - ¡No le estoy hablando de ninguna clase de guerra, mi general! ¡Solamente le estoy pidiendo permiso para salir de la ruta computarizada por ustedes para poder saber bien de qué se trata dicha nube! ¡Si morimos en el intento sólo es culpa nuestra y nadie nos va a recordar jamás en cuanto pase la primera semana de chismes y cotilleos en los medios de comunicación de masas! ¡Si no volvemos nunca a la Tierra y morimos en el espacio vacío nadie va a sufrir por ello porque en la Tierra no tenemos a nadie que nos ame hasta ese límite! - ¿Tiene usted bien asimilado lo que es el honor de su patria? - ¡Me lo han repetido tantas veces que no lo puedo olvidar jamás aunque no sepa de qué se trata! - ¿Lo recuerda pero no lo sabe? - ¡Exacto! ¡Ustedes nos crearon en el Centro de Experimentaciones Biogenéticas de Lisboa y nos hemos criado en la Base Terrestre de Ponta Delgada; pero solamente para complacer el egoísmo de los científicos aunque ahora no vamos a discutir cosas tan complejas! ¿Tengo permiso o no tengo permiso para salir de la ruta computarizada? - ¿Usted cree que es lo suficientemente interesante como para hacer eso? - ¡El único camino que tenemos mi esposa y yo para saberlo es vivir la aventura! ¡Viviendo la aventura tenemos mcuhas posibilidades de saberlo todo sobre esta enorme y gigantesca nube amarilla en medio del espacio vacío! ¡Los demás sentimientos no forman parte de nuestra personalidad aunque, paradójicamente, a esta máquina que estamos manejando la llaman ustedes Nave Amorosa! ¡Hasta parece un chiste! - ¡Escuche, Capitán Joao Pinto! ¡Si ustedes dos vuelven vivos a la Base Terrestre de Ponta Delgada habrán conseguido alcanzar tanta fama que habrán superado por completo a la de Magallanes y serán los personajes históricos más importantes de toda la Historia de Portugal e incluso del Mundo entero porque serán tratados como héroes universales! - ¿Fama? ¿Héroes? ¿Qué es todo eso? ¡Ni Diana ni yo tenemos registrados en el interior de nuestras memorias esos conceptos! - ¡No vamos a dialogar ahora sobre esa clase de problemas tan complicados! ¡Escuche, Capitán Pinto! ¡Si usted y su esposa no están sufriendo de alucinaciones y es cierto lo de la existencia de esa enorme y gigantesca nube amarilla en medio del espacio vacío pueden salirse de la ruta computarizada pero solamente por unas pocas horas nadas más! ¡Obtengan toda la máxima cantidad de informaciones que puedan y regresen inmediatamente a la ruta! ¡La Nave Amorosa, cuando pone al máximo todo su potencia autónoma, sólo la mantiene duranta 24 horas exactas! ¡No arriesgue usted todo el Plan Azores y cuando lleven 6 horas fuera de la ruta computarizada, vuelvan de inmediato a ella hayan obtenido interesantes informaciones o no hayan obtenido nada de nada! ¡No voy a discutir más con usted! ¿Lo ha entendido? - ¿Usted cree que yo soy un ignorante, mi general? - ¡No creo que sea usted un ignorante sino todo lo contrario! - Entonces esté usted seguro de que le he entendido. - De acuerdo... lo ha entendido... pero no mezcle sentimientos de aventuras en todo esto... ¿sabe de lo que le estoy hablando?... - Muchísmo más y mejor de lo que usted está pensando. ¡Gracias por el permiso concedido y ya nos podremos enfrentar cara a cara cuando esta aventura haya acabado! - ¡Insisto en que no se lo tome como una aventura sino como una misión profesional! - ¡Tómese un calmante, mi general! ¡Noto bastante alterados sus nervios! - ¡Hasta pronto, Capitán Pinto! ¡Recuerde que tiene la obligación de que tanto usted como su esposa la Teniente Vilela tienen que regresar vivos a Ponta Delgada! - No lo olvidaremos jamás, General Gonçalves... pero supongo que será lo que Dios quiera... - ¿Ha dicho usted lo que Dios quiera? - No se ofendan los señores de la Ciencia pero he dicho, efectivamente, que sea lo que Dios quiera. ¡Hagáselo saber, de manera muy especial, al Doctor Gomes Dias y a todos sus colegas juntos, sobre todo al Doctor Barrio Novo! ¡Adiós! Una vez cortada la comunicación y cuando ya la Nave Amadora había escapado de la ruta computarizada, con toda su energía autónoma el máximo grado de aceleración, el General Mario Gonçalves reunió a todo el Consjeo de Asesoramiento Militar del Plan Azores en Asamblea Extraordinaria. - ¡Estimados compañeros! ¡Tenemos un grave problema! Fue el Comandante Franco Pinheiro quien tomó la palabra... - ¿Qué clase de grave problema, General Mario Gonçalves? El General Mario Gonçalves no sabía muy bien cómo explicarlo... - Creo... creo que hemos confiado demasiado en la Ciencia... - ¿Por qué es usted tan pesimista, mi general? - Porque nos hemos olvidado del amor, Comandante Franco Pinheiro. Creíamo que llamándola Nave Amadora podríamos despertar alguna clase de sentimientos en esta pareja compuesta por el guapísimo Capitán Joao Pinto y la bellísima Teniente Diana Vilela... pero hemos fracasado en el intento... porque nos hemos dedicado solamente a decir muchas palabras pero nunca hemos sentido el verdadero contenido de esas palabras... - ¿No sienten amor por nada? - No sé si sentirán amor por algo o no sentirán amor por nada... pero no les interesa en absoluto el patriotismo, la fama ni el heroísmo... y sólo se definen a sí mismos como aventureros nada más... Intervino el Coronel Lope Carneiro... - ¿Y por qué nos dice usted que eso es un grave problema? Si se sienten aventureros nada más dejemos que sean aventureros nada más. - Pues eso, Coronel Lope Carneiro, es un grave problema porque si en eso convertimos a toda la humanidad del futuro habremos aniquilado para siempre al hombre y a la mujer tal como Dios los ha creado... - ¿Qué tiene que ver en todo este asunto la existencia o la no existencia de Dios? Creo que sólo necesitamos la Ciencia de los Doctores sin creer en nada más. - Dudo que eso sea lo que la humanidad necesita, Coronel Lope Carneiro, lo dudo de verdad. Por mucha Ciencia que construyamos y por mucho que creamos en la Ciencia nunca seremos capaces de superarlo. Posiblemente el Proyecto Azores deba ser revisado, por completo, cuando el Capìtán Joao Pinto y la Teniente Diana Vilela hayan regresado vivos a Ponta Delgada. Pienso que no hemos conseguido hacer nada más que Ciencia... pero si la Ciencia carece del Amor... ¿en qué vamos a convertir a toda la humanidad?... El Comandante Franco Pinheiro volvió a intervenir... - En simples seres computarizados nada más o tal vez en algo mucho peor todavía. - ¡Eso es, Comandante Franco Pinheiro! ¡Usted me acaba de comprender! ¿Qué cree que puede ser eso que llama algo mucho peor todavía? - La ausencia total de la alegría en los humanos. - Estoy de acuerdo. Creo que al esforzarnos tanto en eliminar el dolor en los humanos hemos eliminado también la alegría porque al no existir lo contrario de algo ese algo no existe. El dolor es todo lo opuesto a la alegría y la alegría sólo puede existir para luchar contra el dolor y derrotarle. ¿Están ustedes comprendiendo? El Teniente Coronel David Pereira fue el último en intervenir... - Yo creo que lo mejor es esperar a que regresen vivos y entonces podremos comprobar qué ha sucedido y podremos saber si podemos llevar a cabo alguna terapia mecanicista para superar el problema. - Me parece, Teniente Coronel David Pereira, que usted no me ha comprendido nada. ¿De verdad piensa que todo esto se puede superar aplicando las teóricas terapias mecanicistas del Doctor Gomes Dias y su Adjunto el Doctor Barrio Novo? ¿Quién es ahora el que puede seguir defendiendo la idea de que son infalibles y que sus terapias hacen efecto? Se ha demostrado todo lo contrario. - Pues entonces no sabemos cómo llamarlas... - Digamos que son las Terapias de la Desilusión. ¿Saben usted lo que es la Desilusión? - La falta de Fantasía. - Exacto. Y ningún Doctor, sea Gomes Dias, sea Barrio Novo o sea quien sea,está capacitado para aportar ninguna clase de Fantasía a la humanidad. ¿Es o no es un grave problema? ¡Fin de reunión y vayamos todos a reflexionar profundamente por ver si encontramos la respuesta sin contar para nada con Dios! Mientras todos los militares allí reunidos fueron saliendo de la Sala de Reuniones Extraordinarias del Plan Azores, la Nave Amadora se acercaba a la Nube Amarilla muchísimo más rápido de lo que el guapísimo Capìtán Joao Pinto y su bellísima esposa la Teniente Diana Vilela habían calculado. Y, además, la Nube Amarilla también se había puesto en movimiento avanzando hacia ellos al máximo de su potencia energética. - ¡Hemos cometido un error de cálculo, Joao! ¡No sólo vamos muchísimo más deprisa de lo que habíamos previsto sino que esa enorme y gigantesca nube amarilla viene hacia nosotros a toda velocidad! ¡Si son agresivos estamos perdidos! - ¡Ahora es cuando tenemos que tener Fe, Diana, proque es muy importante saber que esto es la aventura! - ¡Es muy peligroso, Joao! - ¡Es la aventura, Diana, es la aventura! Tenlo siempre asumido dentro de ti misma y no olvides nunca que no existe ningún cálculo de probabilidades que nos diga si vamos a vivir o vamos a morir por culpa de la aventura. - ¡Está bien, Joao! ¡Sólo puedo decir que sea lo que Dios quiera! - Eso está mucho mejor pensado... - ¡Dios mío! ¡Vamos a estrellarnos contra esa gigantesca cosa amarilla sea nube o no sea nube! - Esperemos no habernos equivocado y que sea nube de verdad... porque si es otra cosa nos estrellamos sin remedio alguno... pero si es nube... El Capitán Joao Pinto no pudo terminar de hablar porque la respuesta fue que entraron en la nube. sin ninguna clase de dificultad, gracias a un agujero que se abrió para cerrarse una vez que la Nave Amadora estaba totalmente dentro. Lo primero que vieron Joao y Diana fue cómo su nave se deslizaba por una pista de aterrizaje de color azul que terminaba en una banda roja con la palabra "Stop". Allí se detuvo la Nave Amadora. - ¿Estás bien, Diana? - Creo que estoy todavía viva. ¿Y tú, Joao? - Creo que también. En medio de un profundo silencio, los dos vieron asomar, por el horizonte, una inmensa comitiva de animales que se acercaban a la Nave Amorosa. - ¡Joao! ¡Si vienen en plan de hacernos la guerra estamos perdidos! - Escucha bien, Diana. Si fuesen agresivos no tendría ningún sentido lógico que nos hubiesen abierto la puerta de la nube, Simplemente nos habrían eliminado sin decirnos nada. - ¿Quieres decir que vienen a hablar con nosotros? - Vienen a conocernos y para conocernos es necesario hablar. ¿Sabes de alguien que pueda ser conocido sin hablar con él o con ella? - Todavía les queda un largo camino hasta llegar aquí. Puedo escucharte, Joao, si es que quieres comunicarme algo sobre nuestras dos existencias unidas por una aventura común de la que no podemos separarnos. - Está bien, Diana. El paso del tiempo nos convierte en figuras históricas cuando nos dedicamos a existir fundidos en la mítica condición de sobrevivientes de eso que algunos llaman imaginario colectivo. ¿Imaginamos que somos personas relevantes o es la sociedad la que nos convierte en relevancias unívocas? No equivoquemos el ser inspiraciones de la mayoría del pueblo con existir dentro de la masa. Podemos obtener un grado de eternidad cuando rememoramos nuestra aventura de ser protagonistas de aquellos sucesos que cada día nos sirven para el desarrollo de nuestras historias. ¿De qué historias estoy hablando? - Lo sé, Joao, Hablas de estar viviendo con nuestra propia filosofía colectiva individualizada en cada suceso cotidiano que nos ha tocado representar. Existe la certeza de que, pensando, podemos llegar a alcanzar aquello que estamos soñando. Y es que pensar y soñar son dos verbos tan transitivos que nos hacen cruzar la línea de lo imposible cuando optamos por ser más independientes que las ofertas que todos los políticos nos prometen como solución a nuestros problemas personales. Si somos personas somos mucho más que dimensiones politizadas. - Me estás entendiendo, Diana. Si somos algo más que números del cociente de efectividad de sus ambiciones no debemos olvidar que el principal centro de nuestras existencias somos nosotros mismos con nuestras propias creatividades sociales que nunca las debemos entregar a las manipulaciones ideológicas. Mientras sigamos reforzando las ideologías seguiremos siendo cada vez más esclavos. La pérdida de nuestras ideas propias acarrea esa clase de consecuencias. - ¿Eso quiere decir que quizás con estos animales podamos vivir mejor? - Eso es lo que estoy queriendo decir. - Pues ya es tiempo de averiguarlo porque están esperando a que salgamos. El guapísimo Capitán Joao Pinto y su esposa la bellísima Teniente Diana Vilela salieron de la Nave Amorosa siendo recibidos por un pato que, al parecer, había sido elegido por los demás para hablar en nombre de todos, - ¡Soy Donald y esto no es una trampa! ¡Todos me han nombrado presidente democrático de esta comitiva y repito que no es una trampa! - Ella es mi esposa la Teniente Diana Vilela y yo soy el Capitán Joao Pinto. ¿Quiénes son todos esos animales que vienen formando un grupo tan unido? Parecen muy divertidos... - Y somos en verdad muy divertidos. Quizás ustedes dos recuerden a Disney. - Sí. Algo hemos oído hablar de Walt Disney. - Pues todos nosotros somos todos los animales nacidos gracias a la imaginación de Disney. Aquí estoy yo, Donald, presidiendo a todos los demás; a Daisy, Gilito, Jaimito, Jorgito, Juanito, Oswaldo, Ortensia, Flor, Fanny, Faline, Mickey, Minnie, Pluto, Goofy, Jumbo, Dumbo, Bambi, La Dama, El Vagabundo, Los Mini Conejitos, Los Cuervos Burlones, Tambor, Los 101 Dálmatas y muchos más. - ¿Todos los animales creados por la imaginación de Disney? - ¡Eso es, bellísima Diana! ¡Pero se me olvidaba decir que entre nosotros hay un extranjero? - ¿Un extranjero entre todos vosotros? - Sí, Diana. Con nosotros está Grillito que nos sirve para tener conciencia de lo que somos y conciencia de lo que no queremos ser. - ¿Te estás refiriendo a Pepito? - ¡A ese mismo! ¡Es Pepito Grillo pero todos le llamamos Grillito porque es más simpático. Intervino Joao... - ¿Podemos ver a ese tal Grillito? - ¡Espera un momento! ¡Grillito! ¡Grillito! - ¿Qué pasa conmigo? - Ven a saludar a nuestros invitados especiales Diana y Joao. Grillito se puso a la altura de Donald. - ¡Yo soy Pepito Grillo pero todos mis amigos y amigas me llaman Grillito! ¿Vosotros dos sois amigos o sois enemigos? - No tenemos ninguna clase de arma de ataque ni tampoco ninguna clase de arma defensiva, - ¿Quieres decir que sois pacíficos? - Somos pacíficos. - Entonces... ¿queréis jugar con nosotros?... - ¿Tú quieres jugar, Diana? - ¡Sí! ¡Yo quiero jugar! - ¡Jugamos! ¡Fue impresionante! ¡Fue fantástico! ¡Fue fabuloso! Durante un total de 24 horas ininterrumpiedas todos se dedicaron a correr, saltar, colùmpiarse, deslizarse por los toboganes, patinar, nadar, llevar a cabo toda clase de deportes y jugar a todo lo imaginable, flotando sin cesar en el aire blanco del interior de la Nube Amarilla y sin cansarse jamás. - ¡Es hora de comrer! - Espera un momento, Grillito... - ¿Qué sucede, Joao? - Que no he visto, por ninguna parte, ninguna clase de alimentos.,. - ¡Jejeje! Las apariencias engañan, Joao, las apariencias engañan. - ¿Qúe son para ti las apariencias, Grillito? - ¡Jejeje! ¿Me permites ser, solo por un momento, un sabio filósofo de la vida? - Espero que seas convincente, - ¡Jejeje! Cuando miramos el mundo con los ojos internos de la introspección es cuando nos encontramos más cerca de alcanzar la sabiduría transmitida a través del equilibrio de los pensamientos, porque dejamos de pensar en los intereses de las apariencias y penetramos en la verdadera y honda condición de la vida. Para ello es necesario el equilibrio entre nosotros y todo lo demás: la contemporización de ver lo que hay de valioso en cada uno de nosotras y nosotras y ofrecerse las oportunidades necesarias para empatizar con las verdades no prejuiciosas y las realidades exentas de análisis condicionantes previos. Es importante aprender a vivir los propósitos del conocimiento desligado de cualquier tensión o pasión discordante. Cuando somos un "cuadro en blanco" es cuando podemos interpretar la trascendencia de nuestra personalidad propia tamizada por los contrastes con todo lo externo a nosotros. - ¿Y de esa manera creceis sin tener que haceros viejos? - ¡Jejeje! ¡Exacto! Siempre estamos creciendo... pero para que ese crecimiento sea valioso no debemos perder el equilibrio de nuestros pensamientos para encontrar la evolución que nos formatiza como emulsores de personalidad. Lo que sea que hagamos en este sentido siempre será una acumulación de experiencias positivas de las cuales obtenemos resultados de sabiduría con ciertos niveles, más o menos elevados según hallan sido las trascendencias obtenidas con tales experiencias, pero siempre debemos ir graduando con naturalidad nuestra maduración psíquica. Somos nosotros mismos quienes obtenemos el equilibrio natural de nuestros pensamientos cuando podemos ver las cosas no sólo desde nuestro propio punto de vista (lo cual es ya importante)y con las ideas a las que nos hemos acostumbrado, sino también desde todos los lados posibles... porque el pensamiento de un solo lado no tiene equilibrio en sí mismo. - ¿Qué sabes de la conciencia a la que tanto representas entre todos los animales de Disney? - ¡Jejeje! Yo creo que la conciencia está libre del cuerpo y de su confinamiento físico. Cuando liberamos equitativamente la conciencia de nuestro cuerpo físico hemos llegado a lo más alto de nuestra propia experimentación personal. Eso es encontrar el equilibrio de nuestros pensamientos. - ¿Qué más, Grillito? - ¡Jejeje! No hablo de sentimientos profundos del corazón ni de éxtasis espiritual, porque lo que nos hace iluminados es el equilibrio de haber aprendido a conocerse a sí mismo en el contexto general y natural de la existencia. La vida está siempre en continuo movimiento y por eso yo creo que la búsqueda de la perfección relativa (toda perfección es siempre relativa y depende de factores muy subjetivos) no es la quietud ni la inercia sino la evolución natural de nuestro equilibrio interno; eso que nos lleva a la actividad evolutiva a través de la percepción de las cosas y de la concepción de las mismas. Porque el equilibrio debe ser lo natural y ese hallazgo depende de la dirección que tome nuestro pensamiento. - ¿Y lo exterior a la Nube Amarilla? ¿Qué sucede con lo exterior a la Nube Amarilla? - ¡Jejeje! Todo lo de afuera debe depender de nuestra estado interior y no a la viceversa ya que si nuestra interioridad depende de lo externo estamos mediatizados y alienados con visiones ajenas a nuestro propio pensamiento. Lo que importa en la libre dirección de nuestras vidas es el equilibrio natural. Lo que nos da seguridad. Lo que algunos llaman personalidad. ¿Algo más? - Estoy convencido de que todo eso es sabiduría superior, Pero... ¿qué pasa con la comida?... - Contamos con la existencia de un Enorme Salón llamado Comedor Rosa. Allí tenemos miles y miles de computadoras para que cada uno de nosotros y nosotras se siente ante una de ellas. Todo consiste en apretar la tecla llamada "Menú" y aparece en la pantalla de cada uno y de cada millones de menús. Cada uno y cada una elige el menú que desea y, además, como pueden hacerse toda clase de combinaciones, la oferta de comidas no tiene límites porque es infinita. Después todos y todas cerramos los ojos, salimos de la fase de la Imaginación Creativa y pasamos a la fase de la Magia Realista. Todos comemos estando en dicha fase y después quedamos profundamente dormidos mientras tenemos los sueños más bellos que podemos crear. Cada uno y cada una crea sus propios sueños. Y todos despertamos, al mismo tiempo, cuando suena la canción "Debe haber un lugar del mundo". Y ya estamos preparados para seguir jugando una vez más. ¿Queréis comer con nosotros? - ¿Tú que opinas, Diana? ¿Nos quedamos a comer con ellos o nos vamos? - ¡Nos quedamos a comer con ellos! La bellísima Diana y el guapísimo Joao comprobaron, por ellos mismos y sin intermediario alguno, que era verdad todo lo que había explicado Grillito. Hasta que sonó la canción y despertaron. - Debe haber algún lugar del mundo donde puedan vivir juntos un hombre y un animal. Donde las aves vuelvan a casa sin temor a encontrar jaulas que no las dejen volar. Debe haber algún lugar del mundo donde un sueño sea realidad, donde el sol pueda salir seguro sin temor a encontrar muros que no lo dejen brillar... Debe haber algún lugar del mundo donde un vivo y un difunto puedan conversar en paz, sin temor a las explicaciones que hablan de otras dimensiones que nunca supe encontrar. Debe haber algún lugar del mundo donde todo sea libertad, donde un día bajen del madero a Jesús el Nazareno y nos hable de la paz. Debe haber algún lugar del mundo donde puedan los injustos olvidar a Satanás. Donde se pueda sembrar la tierra repartiendo la cosecha entre los que quieren amar. Debe haber algún lugar del mundo donde al fin se pueda respirar, donde la manzana crezca buena y no pague ya esa pena del pecado original. Debe haber algún lugar del mundo donde los viejos encuentren un poquito de amistad. Donde vuelen juntos por el cielo una paloma con un cuervo sobre la tierra y el mar. Debe haber algún lugar del mundo donde todo sea libertad, donde pueda abrazar a ese amigo que se quedó dormido una mañana tiempo atrás... Grillito y la pareja humana se sentaron sobre una roca de marfil. Diana a la derecha de Grillito y Joao a su izquierda. - Grillito... ¿cómo habéis podido llegar hasta aquí?... - Es una linda historia, Diana. Cuando en 1966 murió Disney todos sus animales se quedaron huérfanos de su imaginaria condición; así que fueron viendo como, poco a poco, eran olvidados o relegados a un rincón apartado por otras muchas creaciones animadas. Sentían soledad. Así que el primer día del Siglo XXI, el mago Merlín se acercó a todos nosotros y habló con Donald. ¡Donald! ¿Puedes venir un momento? Donald se acercó... - ¿Quieres que les explique a Diana y Joao qué pasó con el mago Merlín y nosotros? - Eso es. Cuéntales tú dialogo con él. - Bien. Esto es lo que sucedió. - ¡Os veo demasiado tristes, Donald! - Nos falta Disney y nos están olvidando, mago Merlín... - Amigo: el rayo de luz no es patrimonio de los avariciosos; el rayo de luz es intrínseca parte esencial de quienes necesitan superar... no sé... quizás a la tristeza. Este mundo está corrupto pero todavía hay muchos seres que como tú y como yo y como muchos más nos seguimos preguntando cosas como la que tú preguntas. Yo he visto el rayo de luz ser la esencia básica de la concienca. Y a la concienca no se la compra con avaricia como están haciendo los poderosos de la materia. La conciencia es espíritu fundamental de quienes necesitan, más que nadie y con más derecho que nadie, superar a la tristeza. - ¿Qué va a pasar al final con todos nosotros, los que estamos siendo ya olvidados? - El viaje de la vida en verdad que es duro. !Cuántas veces sucede que nos olvidan de repetne!. Lo importante, amigos y amigas, es tener la suficiente capacidad para mirar todo lo bueno y optimista que hay en todos vosotros y tirar para adelante. porque al final siempre recogemos cosas deleitosas en medio de las amarguras. Y jamás rendirse al derecho de ser fiel a vosotros mismos y a vosotras mismas para encontrar felicidades continuas. ¿Queréis volver a ser felices del todo? - Eso esperamos. La magia que sea capaz de volver a convertirnos en lo que siempre fuimos. - ¡Uníos todos por favor! - ¡Ya estamos todos unidos, Merlin! - ¿Preparados para viaja? - ¡Preparados para viajar! - ¡Seréis los habitantes de Nube Amarilla por toda la eternidad! - Está bien, Donald, Lo has explicado bien. - ¿Y fue es la manera en que llegásteis hasta aquí? - Fue de esa manera, Joao. - ¿Cómo se puede explciar que aceptaran a un extranjero como tú? - Todos ellos y todas ellas tenían magia y fantasía pero les faltaba alguien que les sirviese de conciencia. Por eso me uní a ellos y a ellas. - ¿Y siempre vas a vivir aquí, Grillito? - No. Siento mucho tener que decir que no. Hace ya muchos años que Merlín abandonó la Nube Amarilla y yo me quedé como su relevo, Soy conciencia pero no pudo producir más magia y más fantasía. Y ellos las necesitan. Pero Merlín me lo dijo muy claro: sólo un hombre y una mujer que deseen vivir entre ellos y ellas son capaces de producirlas. Esperemos que Dios se acuerde de eso;: porque Donald nada podría hacer cuando yo falte y no existan los dos líderes humanos que sean capaces de sentirles de verdad. - Hay un problema, Grillito. - ¿Qué problema, Diana? -Cuando nos crearon a Joao y a mí nos hicieron estériles en contra de nuestra voluntad; así que aunque estemos mucho tiempo aquí un día nos tendremos que ir pero no podremos dejar ninguna clase de descendencia humana así que todos ellos y todas ellas quedarán abandonados y abandonadas para siempre. - Eso no es un porblema, Diana. Eso tiene una fácil solución. ¿Os gustaría a los dos ser fértiles? - ¡Yo, Diana Vilela, digo que sí! - ¡Y yo, Joao Pinto, digo que sí! - Cuando Merlín se despidió de todos nosotros ya tenía pensado que algo de esto podría suceder; así que me dejó una oración escrita en un papel que siempre he guardado porque siempre he confiado. ¿De verdad queréis ser fértiles y vivir con nosotros? Fue Joao quien tomó la palabra. - ¡De verdad! - Veréis que fácil es todo. Grillito dio una sola palmada y de manera inmediata, como llegando de todas partes, aparecieron todos los animales de Disney y se reunieron alrededor de la roca. - Ahora vamos todos a levantar las manos hacia vosotros dos mientras leeo. Una vez que todos hicieron lo que Grillito ordenó, éste leyó con voz pausada. - Reconozco y hago público que me encanta la Fantasía. Yo soy de los que opina que la Fantasía es una realidad y es un componente muy importante de la naturaleza humana. Desde los tiempos más prehistórico imaginables existe la Fantasía en los humanos. Sencillamente sin Fantasía no se podría vivir. Porque la Fantasía es un ingrediente esencial de todas las artes. Sin Arte no se puede vivir. La vida sería tan insoportable si sólo tuviésemos como referencia a la Realidad que simplemente dejaría de tener sentido. ¿Y qué son los sueños sino Fantasías?. Y sin sueños seríamos como piedras. Por eso es lastimoso y penoso encontrarse a hombres y mujeres que perdieron toda capacidad de Fantasía. Cuando estás con ellos te da tanta depresión que tienes ganas de morir. Y no lo digo por decir. No se puede concebir la vida sin ella. Es necesario siempre mantener el equilibrio entre la Realidad y la Fantasía y ambas cosas deben ser unidas e inseparables. Si a una de ellas le quitas la otra todo el edificio de la vida se desmorona. Yo creo que la evolución humana hubiese sido imposible si no viviésemos con Fantasías y de hecho todos los grandes descubrimientos humanos se han debido a seres con gran cantidad de Fantasía en sus mentes. La Fantasía es una realidad tan valiosa como cualquier otra realidad. Y es una de las grandes diferencias que existen entre los seres humanos y el resto de la creación. Por eso defiendo y amo profundamente a la Fantasía y me lo paso en grande con ella. La Fantasía libera y sólo quienes desean ser esclavos lo único que siempre serán es esclavos. ¿De verdad queréis tener una gran descendencia y vivir con ellos y con ellas? - ¡Yo, Diana Vilela, vuelvo a decir que sí! - ¡Y yo, Joao Pinto, vuelvo a decir que sí! En esos momentos Grillito levantó sus manos hacia lo alto y, de repente, una inmensa cantidad de estrellas de todos los colores del Arco Iris cubrió por completo los cuepos de Diana y Joao. -¡Ya sois fértiles para toda vuestra existencia! ¿Queréis vivir aquí? - Grillito... ¿qué va a pasar con la Nave Amorosa?... - Se quedará con nosotros, simpre en este mismo lugar, y la volveremos a bautizar ahora con el nombre de El Pájaro Azul que vino del Cielo. - ¿Tal vez como un quetzal? - Eso es, Diana. La convertiremos en un quetzal. - ¡Espera un momento, Grillito! ¡Diana y yo tenemos que volver a la nave! - ¿Es que sabiendo ya que tendréis una gran cantidad de descendientes habéis decidido abandonarnos? - De momento no es eso. Y espero que no lo sea. Pero Diana y yo tenemos que hablar con alguien. - ¡Es peligroso! ¡Os van a intentar convencer de que lo único que existe es la Realidad! - No te preocupes por eso, Grillito. Sabemos cómo hablar con ellos sin ser nunca como ellos. Ante el silencio general, Joao y Diana abandonaron al grupo y llegaron hasta la Nave Amorosa. Entraron dentro de ella. -¡Hola, Base Terrestre de Ponta Delgada! ¿Me escuchan? - ¡Aquí la Base Terrestre de Ponta Delgada! ¡Soy el Doctor Gomes Dias y estoy acompañado de mi querido Adjunto el Doctor Barrio Novo! ¿Quién es usted? - ¡Mi voz ha cambiado pero yo no! ¡Soy el Capitán Joao Pinto y estoy acompañado de mi amada esposa la Teniente Diana Vilela! ¿Cómo están ustedes? - ¡Nosotros más o menos bien! ¡Unos menos y otros más! ¡Como siempre! - Veo que no han evolucionado nada, Doctor Gomes Dias. - ¡Dejemos esa discusión para más tarde! - ¿Qué es para usted más tarde? - Hablando de tarde... ¿cómo es posible que hayan tardado tanto tiempor en volver a conectar con nosotros?... - ¿Es cierto que está a su lado su querido Adjunto el Doctor Barrio Novo? - ¡Totalmente cierto, pero no ha respondido a mi pregunta! - ¡Quizás porque para usted ya no tengo ninguna respuesta! ¡Mi memoria, en cuanto a usted se refiere, ya está completamente vacía! ¡Veremos qué sucede con Barrio Novo! Intervino el Adjunto... - ¿Qué demonios quiere decir con eso? - ¡Hola, Doctor Barrio Novo! ¡Creía que usted se había vuelto mudo del todo; pero mira por dónde está usted más vivo que nunca! ¿Le gusta a usted hablar mucho conmigo? - ¡Me gusta mucho escucharte! - ¿Con Jesucristo o sin Jesucristo como intéprete? - Me pillas en fuera de juego... no sé lo que responder... - Le voy a ayudar un poco. Como resulta que usted habla la lengua de la Ciencia y yo hablo la lengua del Amor creo que es necesario que Jesucristo le interprete lo que le hablo para ver si usted se entera o no se entera de lo que estoy diciendo y que, según todos ustedes, es que estoy hablando solo. ¿Hablo solo o hablo con alguien, Doctor Barrio Novo? - Supongo... que... con alguien... - ¡Vaya por Dios! ¡Ahora resulta que yo tenía razón y nunca hablo solo! ¡Escríbalo en mi Expediente por favor no vaya a ser que sigan sin creerlo! - Perdona, Joao. - No me importa en absoluto si lo creen o no lo creen así que no me pida perdón por algo que a mí ni me importa ni jamás me ha importado. ¿Lo he dicho bien claro o no hablo bien? - Lo has dicho muy claro y es cierto que hablas bien. - Tampoco me ha importado jamás lo que han dicho de mí en ese sentido. Si los de las últimas filas, los más necesitados y abandonados por todos, siempre me han escuchado bien del todo lo lógico, aplciando sus lógicas estimados Doctores, es que los de las primera filas, los más pudientes y poderosos me escuchen mucho mejor. ¿Verdadero o falso. Doctor Barrio Novo? - ¡Reconozco que es verdadero y le vuelvo a pedir perdón! - ¿Perdón en nombre de los que no necesitan nada o perdón en el nombre de quienes lo necesitan todo? - Lo siento, Joao. - No lo sienta todavía demasiado porque no les llamo para darles buenas noticias ni a usted ni a sus jefes. - ¡Ya hablaremos de lo que sea cuando hayáis regresado Diana y tú! - ¿La pareja perfecta? - Esto... para eso les hemos creado... - ¿Sin la ayuda de Dios? - Ahora mismo ya no lo sé. - ¡Vamos progresando, Doctor! ¡Ahora resulta que de ateo se ha convertido ustedde pronto en agnóstico! ¡Menos se le puede pedir a una piedra! ¿Cree o no cree usted en la piedra filosofal? - Yo creo que no... - ¡Pues mire por donde Diana y yo la acabamos de descubrir y nos hemos sentado sobre ella! -¿Cómo es dicha pìedra? - Apunte usted, Doctor Barrio Novo para que no lo olvide jamas! ¡Es una roca de marfil y siemrpe recibe lluvia de estrellas que la mantienen siempre en perfecto estado! - ¿A qué viene contarme eso ahora? - A que gracias a ella tanto mi bellísima esposa Diano y yo ya podemos tener descendencia directa porque hemos dejado de ser estériles; lo cual ustedes, claro está, no deseaban que ocurriese. ¿O me equivoco? - No... no... no puedo ni hablar... - Usted y todos los que son somo usted no sólo no peuden ni hablar sino que no puden hacer que seamos sus esclavos. He aprendido que sólo los que desean ser esclavos serán siempre esclavos nada más, Está muy de moda en la Tierra ser esclavos. ¿Me está entendiendo o hay interferencias que le impìden pensar en lo que digo? - Espero poder comentarlo con vosotros dos dentro de muy poco. - No va a ser dentro de muy poco y lo más seguro es que nunca hablaremos de ello con usted. - ¿Estás queriendo decir que os habéis perdido en el espacio vacío y no podéis volver a la ruta computarizada? - Algo parecido, Doctor Barrio Novo, algo parecido. Ahora sólo dependemos de Dios y no de ustedes. Ahora sólo somos productos del Amor pero no de la Ciencia. ¿Sigue entendiendo lo que le digo? - ¿No quieren ustedes regresar? - ¡Exacto! ¡Eso quiero decir! El Doctor Gomes Dias intervino violentamente... - ¡Eso se lo va usted a explicar ahora mismo al General Mario Gonçalves! -¡De acuerdo! Pero no se excite demasiado, Doctor Gomes Dias porque eso es malo para el colesterol y el color de la piel además de que produce migrañas inexplicables!¡Tengo muchas ganas de hablar con Don Mario! - ¡Mi general ¡Se le ha olvidado a usted, Capitán Pinto, decir mi general! - Pero si eso es ya muy antiguo y ya está pasado de moda, Don Mario... - ¿Cómo estás diciendo? - ¿No sabe usted lo de renovarse o morir? - ¡Exijo una explicación! - Una miaja de explicación si que puede ser ya que sigue usted siendo general para los suyos. - ¿Una miaja siendo general? - Veo que no olvida la Historia. - ¡Está bien! ¿Cómo explica todo esto? - Lo que quiero decirle pero parece que usted no se entera es que ni ella ni yo vamos a volver a Ponta Delgada porque hemos encontrado ya nuestro origen. - ¿El origen? ¿A qué clase de origen se está usted refiriendo? - ¿Si me refiero a Capricornio y Cáncer me estoy equivocando? - ¿Cómo ha podido usted saber que no nacieron juntos? - He supuesto lo siguiente. En primer lugar tendrían que hacerme a mí y si resultaba bien después la harían a ella. ¿Es o no es cierto? - ¡Necesito hablar con ustedes dos en cuanto vuelvan, así que regresen de inmediato! - ¿Para hablar de una sigma ante un altar? - ¡No entiendo ese lenguaje! - Puede ser que usted ya esté olvidando... - ¡No tengo ni idea de lo que me está insinuando! - ¡Le recomiendo que, a partir de esta misma noche, no deje usted nunca de mirar al cielo, Caballero Don Mario! - ¿Me está usted insinuando que es un asunto de Dios? - Exacto. Un asunto de Dios y de quienes creen en Él. Los ateos y los agnósticos no interesan para nada. - ¿Y qué quiere que observe en el cielo? - Cómo parpadean las estrellas... El Comandante Franco Pinheiro tomó el relevo. - ¡Soy el Comandante Franco Pinheiro! - Buenos dias, Señor Franco. Una carcajada sonó al lado de Joao. - ¿Quién se está riendo de esa manera tan juvenil? - ¡Soy yo, Señor Franco! ¡La bellísima Diana! ¿Cuándo va a mandar a que suene la diana para que todos estén bien despiertos? - ¿Es que has conseguido tener emociones? - Va a ser que sí, Señor Franco. - ¿Te importaría llamarme Comandante? ¿Tú sólo eres Teniente y, por lo tanto, muy inferior a mí? - ¿Muy inferior porque soy mujer o muy inferior porque soy muy joven? - Espero que de eso hablemos en mi despacho particular con una copa de coñas por medio. - ¿Por medio de quién, Señor Franco? - Esto... me estás complicando la existencia... - Pues lo siento; pero es verdad que Joao y yo nos amamos de verdad porque, de repente, hemos despertado todos nuestros sentimientos; así que usted no puede pretender que yo sea posesión suya. - ¿Cómo puedes enamorarte de alguien que no te puede dar hijos? - ¿Usted si podría a pesar de su muy vieja edad? - Por lo menos habría una posibilidad entre un millón. - Pues puede usted quedarse con todos los millones de posibilidades que se le crucen en su su camino porque resulta que tanto Joao como yo misma somos fértiles mil por mil. - No lo puedo creer... - Pues yo ya lo único que creo, Señor Franco, es que este es el momento presente y en el momento presente usted no es ningún dios; así que lo mejor que puede hacer es olvidarme, aunque yo sea tan bellísima como para nunca poder ser olvidada, porque Joao y yo ya existimos en completa plenitud. Su mundo ya ha desaparecido de nosotros porque ni pertenecemos a él ni nunca hemos pertenecido. - ¡A partir de mañana ustedes dos serán sustituídos de la Historia! - ¿La Historia? ¿Qué es pertenecer o no pertenecer a la Historia miaja más o miaja menos? - ¡Odio la palabra miaja! - Pues nosotros no sentimos ninguna clase de odio hacia nada aunque sea sólo miaja; así que no es ninguna aspiración nuestra aspirar a entrar en su Historia. Estamos existiendo en otra Historia mucho mejor. - ¡Quiero hablar con el Capìtán Joao Pinto! - Estoy escuchando, Señor Franco, estoy escuchando. - ¿Qué piensa usted? ¿Qué pasa con su responsabildiad? - ¿No sería mejor hablar de la conciencia de todos ustedes? - ¡De todo podemos hablar cuando regresen! - Se equivoca otra vez, Señor Franco. El regreso ya no existe. - ¿Puedo saber quiénes son ellos? - ¿Los habitantes de Nube Amarilla? - ¡Exacto! ¡Digame inmediatamente quiénes son y dónde podemos ubicarlos! - Ni lo uno ni lo otro. Existen porque la Fantasía les ha dejado existir y su ubicación no pertenece a nadie nada más que a ellos. Sobre este asunto no puedo contarles más. - ¡Cuando hablemos de persona a persona quizás cambien ustedes dos de opìnión! - ¿De persona a persona? ¿Qué es una persona para todos ustedes, Señor Franco? - ¡Eso te lo tendrán que responder los Doctores! - ¿Se refiere usted a Gomes Dias, su Adjunto Barrio Novo y los demás Adjuntos del Adjunto? El Doctor Barrio Novo tomó el lugar del Comandante Franco Pinheiro. - Llegará el día en que los científicos podremos respònder a todas las preguntas. - Pues esperen ustedes muy bien sentados, para no cansarse demasiado, mientras siguen haciendo experimentos con humanos en el Centro de Experimentaciones Biogenéticas de Lisboa. ¿Quiénes son más culpables, los que no son personas o los que les impiden que sean personas? - ¡Con la Biogenética en la mano todavía no podemos reponder a eso! - Con la Fe en el corazón nosotros sí que podemos. - ¡Deje que hable con ella! - No hay problema. La bellísima Diana Vilela intervino... - Bueno, Doctor... ¿qué quiere de mí?... - ¿Tú que opinas de todo esto? ¿Deseas regresar o no deseas regresar? Tienes voluntad propia y abandonarle para volver con nosotros. - Deseo existir. Sólo deseo existir. Y sólo puedo existir estando al lado de mi capitán que, además de líder, también me ha convertido en líder a mí. ¿Está todo aclarado o se lo explico mejor? Intervino de manera totalmente violenta el General Mario Gonçales. - ¡Escuche bien, Teniente Vilela! ¡Le ordeno que inmediatamente tanto usted como el Capitán Pinto regresen a Ponta Delgada! ¡Es una orden! - Calma, Don Mario, calma. Tenemos todavía muchísimos años de existencia por delante para pensarlo. - ¿Me está usted tomando el pelo sabiendo que soy completamente calvo? - ¡No me gusta ni un pelo su actitud, Don Mario! - ¡General! ¡Digame general Gonçalves! - En general sólo llamo con el don a quiénes se lo merecen así que no se ofenda usted conmigo y. por lo menos, agradézcame ese detalle. Yo siempre he pensado que no es usted un tío tan vulgar como Bento Agüado Valença; el ropavejero de la Rua Coronel Chaves de Ponta Delgada. - ¿Ese que no sabe distinguir entre una escoba y una verdadera mujer? - ¡Exacto, Don Mario! ¡Ese que no sabe distinguir entre una mujer y una varilla de tomates! - ¡Jajajajaja! ¡Me haces reír Teniente Diana Vilela! - Pues prefiero que se quede usted, como última imagen mía dentro de su mente, la de una jovencita bellísima que ha aprendido a reír junto a un caballero que la ama de verdad y con tanta intensidad que ha renunciado al patrioterismo, a la fama y al heroísmo que tanto se merecía. - ¡Volved, por favor! ¡Todavía estamos a tiempo! - Ya no. A él ya no le interesa serlo porque nunca le interesó para que lo sepan ustedes bien del todo y, además, yo soy ahora quien hace que no le interese. Si quieren darle algún título noble digan de él que es el El Hombre Que Nunca Murió. Y si quieren añadir porque nunca existió están ustedes en su pleno derecho de decirlo aunque sepan que es mentira. - ¡Volved, por favor! ¡Todavía estamos a tiempo! - ¡Pues va a ser que no! La joven y bellísima Diana Vilela cortó definitivamente la comunicación y, junto con su esposo el guapísimo Joao Pinto, salieron de la Nave Amorosa que ahora ya era El Pájaro Azul que vino del Cielo. - Entonces... ¿os quedáis para siempre con ellos y con ellas? - Diana ha dicho la última palabra. - Y volveis a la Tierra... - Pues no. Ella ha decidido que seamos los líderes de todos vosotros y que nuestras generaciones de descendientes sean todos felices. - ¡Me alegro, Joao, porque tengo algo más que contaros y es trascendental! - Sabemos que tú te marchas, Grillito... - Es que quienes amamos de verdad también necesitamos reposo de vez en cuando... - Estoy de acuerdo, Grillito. Y también estoy de acuerdo en que donde existe el Amor no existe ninguna clase de vacío. - ¿Quién te ha enseñado a pensar así? - La Energía de Dios. - ¡Serás el mejor líder que pueden tener todos ellos y todas ellas! - Supongo que tendré todavía que mejorar mucho más. - Nadie te necesita más que quienes nunca quieren dejar de soñar. Y todos los animales del mundo Disney son así. Inventa para ellos, por favor, siempre nuevos juegos y nuevas formas de jugar. - Espero que todos mis descendientes lo comprendan de la misma manera. - ¿Crees en las Transformaciones? - Creo. - ¿Podemos transformar a la Nave Amorosa en el Gran Quetzal? - Podemos y debemos. De repente Pepito Grillo, Grillito para todos sus amigos y amigas, comenzó a irradiar rayos luminosos desde todo su cuerpo dirigidos hacia la Nave Amorosa y. mientras ésta se transformó en un Enorme Quetzal de brillante color azul metálico, Grillito desapareció dentro de una burbuja de color rosa que se perdió en las alturas. - Juguemos. Y todos los animales de Disney, junto con Diana y Joao, volvieron a jugar durante 24 horas completas sin apenas cansarse, según habia pedido, no ordenado sino pedido, su nuevo líder tras haber mirado a los ojos de su bellísima esposa. FIN
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