El deambulante de Miramar
Publicado en Sep 23, 2009
El era un despojo humano , lo vi varias veces los domingo recoger de la basura desperdicios de comida. Yo lo miraba con mucha pena, talvez con un poco de lástima porque en su cara algo me decía que estaba sufriendo mucho y por ello se encontraba en esas condiciones. Llegué a pensar que en el pasado había sido un hombre de bien y que el vicio, la droga y el alcohol lo habían conducido a ese fondo en el que él, se encontraba. De otra manera no podía ser. Era lo que pensaba yo cada vez que recordaba sus ojos azules grandes y transparentes como los de un niño, su cara tiznada del sucio, su cabellera que parecia un nido de gallina y el pelo enredado de hacía no se cuanto tiempo que no veía un peine. Sus pantalones raidos y rotos de tanto uso, a través del cual se le podía ver las nalgas. Por un lado, tenía un carrito de esos que se usan en los super mercados, se lo robó para llevar su equipaje y dormir a donde le cogiera la noche. Allí junto a el , tenía una colchoneta y ropa además de una corcha para arroparse.
Siempre se sentaba en la puerta del cine Fine Art y con una latita en la mano, pedía limosnas supuestamente para comer. Yo sabía que era para otra cosa y se me quedaba mirando y riéndose porque el tipo no estaba loco todavía, se daba cuenta de que existían personas a quienes el no podía convencerlo ni cogerlos de bobos. Todo el mundo desprecía a esta clase de personas que deambulan por las calles como si le pesara el alma, como si en cada respiración se pisaran los talones. Con un olor desagradable y fétido a orines y a queso dañado, desagradable porque no se bañan hace mucho tiempo y duermen en la calle. Pero mi lección para ese día fue una muy grande. Yo salia del cine y como siempre pasé cerca de él, Este hombre tirado con una botella en la mano y con la otra pidiendo dinero . Aquella tarde no se que me ocurrió, pero si se que fui a cruzar la calle y antes de llegar a la otra acera caí de boca y perdí el equilibrio. Entonces caí patas arriba y no tuve fuerzas para levantarme. Pensé de pronto hacerlo pero mis piernas no me respondían . Me asuste tanto porque temía lo peor , ¿se me fracturó un hueso? porque era tan grande el dolor que no tuve la fuerza de levantarme, me sentí impotente , estaba con lágrimas en los ojos, las manos peladas y la rodilla sangrando. De pronto veo que hay unas cuantas personas que indiferentes pasaron a mi lado , me miraron pero nadie me preguntó si necesitaba ayuda. Tampoco nadie me pregunto que me sucedió y porqué estaba en el piso... Cuando apenas habian pasado tres minutos sucedió algo insólito y siento esa mano tendida hacía mi , sucia, que agarró mi mano y me dijo quedamente con humildad..¿ le pasó algo señora . Entonces levanté los ojos y no podía creer lo que estaban mirando, se trataba nada menos que el deambulante de la puerta del cine, increible pero cierto. Estaba sobrio y luego me acompaño al carro y me dijo que condujera con cuidado. Yo le pregunte su nombre y me dijo un nick pero nunca he sabido quienes son sus familiares. Alguien me ha dicho que es hijo de una familia muy distinguida y que la droga y el alcohol lo han llevado a la indigencia. Las paradojas de la vida la mano que pide dinero me ayudo en un momento muy importante.
Página 1 / 1
|
JUAN CARLOS
Me dejas reflexionando amiga mía ¡¡¡
Cariños..Juan Carlos..