Una inolvidable decisión (Diario)
Publicado en Feb 23, 2017
Cuando cumplí el primer mes de mi vida laboral que se inició en la Central de Ahorro Popular de Madrid (Oficina Principal y Negociado de Cartera con Compensación inclusive), y habiendo recibido el primer sueldo de mi citada vida laboral, se me presentó la ocasión de demostrarle a todos los envidiosos cuál es el carácter y la forma de actuar de un verdadero líder. La idea había partido del "joven con paraguas" que tenía la misma edad que yo y que también debutaba en las lides laborales todavía en la época franquista porque estoy hablando de 1967.
- ¿Tú crees que se lo merecen? Yo sabía que no se lo merecían; que lo más fácil era pasar de todos ellos y dejarles que se pudriesen con sus envidias y celos pero contesté de otra manera mucho más ejemplar. - Somos los más jóvenes de la empresa pero vamos a demostrarles que somos mucho más caballeros que todos ellos juntos. Asi que los dos decidimos comprar una botella de champán e invitar al resto del Negociado que sólo eran envidiosos y celosos porque los dos teníamos ya novias marcadas por el Destino. Y corrió el champán de boca en boca y corrió la noticia de Negociado en Negociado y se enteró la más sexy y guapa de todas y me sonrió. Sonreí yo también al verla y no hubo otra cosa más que señorío. Las habladurías y los cotilleos no me interesaban para nada. Así que lo que sentía aquella chavala por mí sólo lo sabíamos ella, Dios y yo. Pero mi Princesa ya estaba en camino y lo que sentía yo por aquella chavala sólo era admiración de la belleza. El tiempo me dio la razón. Nota.- Para que el tío de la boina (entiéndase Benito) siga con la boca abierta como un paleto ignorante pasmado del todo.
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José Orero De Julián
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