¡Somos los conguitos! (Diario)
Publicado en Feb 24, 2017
¡Qué momentos más inolvidables aquellos los vividos en los guateques de la década 1965-1975! Existe mucha "mitología popular" sobre este asunto. A decir verdad es que habíamos dos clases de "guatequeros" diferentes: los "bailongos" y los "no bailongos". Lo más divertido de todo es que mientras los "bailongos" se dejaban el espinazo queriendo brillar ante las chavalas con todo aquello del "Rock de la Cárcel", los "no bailongos" nos lo pasábamos "pipa" observando la escena mientras nos situábamos, estratégicamente, en los bordes de la mesa donde se encontraban los "sanduches", los "cubatas" y "los panchitos" y, de manera muy especial, "los conguitos". Mientras los "bailongos" sudaban la "gota gorda" luchando entre ellos, a ritmo frenético y sin parar para respirar, por ver quiénes se llevaban a las más guapas y sexys, los "no bailongos" nos poníamos como "El Kiko" con todo el condumio y, cuando ya los "bailongos" habían hecho alardes de sus conocimientos de música "atropellada", mira por dónde las chavalas más guapas y más sexys se encontraban a nuestro lado partiéndose de risa. Cuando los "bailongos" se daban cuenta de que habían hecho el ridículo más espantoso también se daban cuenta de que sólo quedaban, sobre la mesa, restos de comidas mientras los "cubatas" ya sólo eran un recuerdo nada más.
Había que ser muy inteligentes para "nadar y guardar la ropa" y no ser cazados para terminar casados con alguna que no te gustara demasiado o que no te gustaba nada de nada porque "no te llenaba ni un zapato". Eso ocurría con los "bailongos" mientras los "no bailongos" osábamos, ya una vez hartos de tanto comer y beber, sacar a bailar a alguna de las más guapas y de las más sexys cuando sonaban los pasodobles y otras músicas "de agarrados" que tanto les gustaban a ellas. De acuerdo que sólo eran los últimos minutos del guateque pero nos sentaba de maravilla, aunque sólo fuese al final, tener entre nuestros brazos a las que de verdad nos gustaban tanto que no parábamos de contarles chistes porque los "bailongos" las tenían del todo aburridas. Recuerdo, de manera muy especial, a los "conguitos" que tanto nos definían a los "no bailongos". ¿Qué eran los "conguitos"? Memorizo una canción inolvidable. Era el anuncio de los infaltables "conguitos" en cualquier guateque que mereciese la pena llamarse guateque. Decía así: "¡Con-con, Conguitos. Somos los Conguitos y estamos requetebién vestidos de chocolate con cuerpo de cacahué! ¡Con-con, Conguitos. Somos redonditos y siempre vamos a cien vestidos de chocolate con cuerpo de cacahué! ¡Con-con, Conguitos!". Y es que los "no bailongos", después de haber hechado unas cuántas buenas miradas a las chavalas que nos gustaban de verdad, dejábamos todo el gasto de energías a los "bailongos" mientras a los "sanduches" de sobrasada y a los "cubatas" de ginebra los acompañábamos metiéndonos en las bocas verdaderos puñados de "conguitos" que deglutíamos con tal pasión que las chavalas guapas y sexys se nos acercaban para comprobar que le estábamos echando tanta "cara" a un guateque donde nosotros no habíamos puesto ni un sólo duro. Lo más duro de todo era ver la cara de "tontos útiles" que se les ponía a los "bailongos" cuando, además de comer sólo las sobras que quedaban en las mesas, habían ligado con las que no les gustaban de verdad después de haber hecho todo el gasto dinerario del "guateque"; lo cual a nosotros "los conguitos no bailongos" nos importaba menos que el rock o el twist porque guardábamos nuestros cuerpos para el pasodoble "agarrao" con el que terminaba siempre la fiesta. Nota.- "Gimi" se las daba de ser de los "bailongos" y por eso no podía entender que "los conguitos" fuésemos tan inteligentes. Y desconozco por completo si "Califa" y "Fantini" tuvieron experiencias "guatequeras" pero nunca hablaban de eso así que se supone que o no las tuvieron o sólo conocian fiestas caseras con sus futuros suegros y sus futuras suegras observando; lo cual no tenían nada que ver con aquellos formidables "guateques" de la liberación hormonal. Claro que lo del tío Benito era mucho peor porque por no saber no sabía ni cómo se escribía la palabra "guateque" que supongo que le sonaría a palabra de un lenguaje extraterrestre por lo menos o, como mucho, a algo extraño que había venido a España desde Guatemala. Por eso se rascaba la cabeza cuando quería entender lo que pasaba en aquella famosa época de la década 65-75 sin acertar ni por aproximación.
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