Trump está trompudo. A Trump le molesta la pobreza porque atrae a las moscas mosqueadasy se nos ha puesto más salido que un mono en la selva virgen de Sumatra. Si Tierno Galvánpudiera resucitar hoy mismo diría algo así como "siempre es preferible un mono cabreado queun búfalo hambriento"; pero resulta que Trump no sólo está hambriento sino que tiene hambre.Y por eso y por lo otro y por lo demás que no se puede contar porque nos pueden llamarcuentistas, está dispuesto a comerse el mundo entero más la estrella Alfa Centauro para quelo adoren en Beluchistán que ni están ni tampoco están pero están. Algo así como si setratara de Pantagruel en forma de "mastodonticus denticus" porque vaya dientes que tiene elpavo. Una de las cosas que más disgusta a Trump es que en España nos podamos reír, de vezen cuando, de los cacahuetes que masca triturándolos del todo antes de tragárselos concáscara incluida; o que nos tomemos a choteo las trompas que coge hasta ponerse mástrompetero que la trompeta del Eustaquio, el pregonero de los pueblos adyacentes (por nodecir adosados para no pasarnos de finos) de Valdeajos de Arriba, Valdeajos de Enmedio yValdeajos de Abajo. ¿A qué mundo hemos llegado que hasta reirse de los cacahuetes te sirvepara que te pongan una multa de cien mil dólares por cada uno de los cacahuetes de los quenos hemos reído o que nos pongan un cero en las oposiciones de Relaciones Públicas deTarancón?
 
 
Pendiente más o pendiente menos, porque en cuestión de pendientes estamos todavíapendientes, vemos con cierto disimulo, por no decir que pasamos del todo y para siempre, queen las relaciones de culturas contra culturas (¡hermosa guerra somática esta de las culturascontra las culturas!) Felipe tiene gripe. No me refiero al Sexto sino al González del Quinto A dealguna calle de Calcuta. Quizás sea que Trump ha dicho o ha pensado decir que España se ríede España; lo cual ni es cierto aunque lo parezca ni aunque lo parezca es cierto, pero dehabladurías y chismes sabemos más que "El Lepe" y en esto sí que nos ganan los de Oklahoma(tanto de City como de No City) y parte del  Nuevo Jersey (que hasta los jerseys o sonnuevos o no sirven nada más que para colgarlos del perchero) y por eso ahora va el de "latrituradora dental" acometiendo contra México. Pero nuestra hereencia común hispanomexicana es la de las habichuelas (si van acompañadas de escalopines mejor que mejor) ytodavía nos sirve un poco para no estar tan desmejorados del todo y podemos hasta ir deferia en feria por ver si nos toca la rifa del jabugo, el jabón o el jaral que no se qué pasa quecon esto de la jota es que nos salimos del todo y luego van los cingaleses y nos echan laculpa y menos mal que nos quedan los gazpachos tras gazpachos hasta quedar hartos deltodo. ¡Menudo gazpacho está cocinando este tal Trump en la Costa de los Golfos. Y es quede golferías en golferías va por todo el planeta (que hasta los de la editorial le van a premiarel año que viene) con las tabletas de chocolate comiendo una entera por cada hora. Así quecalculando a ojo de buen tornero nos sale que Trump se come 24 tabletas de chocolate porcada día que preside lo que preside que ya no sabemos qué es lo que preside pero presidirpreside porque por eso le llaman presidente y no vidente aunue ve menos que un tuerto en unagujero negro del espacio interestelar. O sea, que sí, que sigamos adelante para que el burrono se espante. 
 
El cara dura de Trump (porque mirándole la cara es mas granítico que la pirámide de Keops) da una de calcomanías (quizás porque tiene manias con calcar los dibujos de Primaria) y muchas de cal viva. ¿Viviremos mucho mejor en medio de tanta cal o terminaremos calcinados como los calcetines de un norcoreano abrasados bajo el sol naciente de los nipones? Hablando de calcetines, ¿qué número de zapato será el que gasta y desgasta el gigantesco y herculano Trump a la hora de ponerse las botas para irse a la Isla de las Tortugas que están tanto en Sotavento como en Barlovento? Sólo sabemos que la bota italiana (que es lo que más y mejor aprendimos sobre Italia en el Bachillerato) está que arde porque se están empezando a despertar los celos entre los napolitanos y los corsos y ya ni se dirigen la palabra nada más que por facebook y eso está a punto también de acabarse. Trump, en este asunto, amenaza con comerse a todas las napolitanas que es una manera muy bonita de vivir energéticamente (por no decir de manera energúmena para que no nos censure el texto algún cura de eso radicales de los defensores de la Plataforma Reivindicativa de los Papagayos) y que sirve para aumentar la masa adiposa de las tripas. Pero como Trump ya está lleno de michelines adiposos del tipo "barrigueros" estamos viendo que se le aflojan las neuronas concilicadoras (que no sé en qué Concilio fue la primera vez que aparecieron en la Historia de la Catarsis Humana) pues resulta que está en fase de metamorfosis kafkiana. Menos mal que, de momento, sólo es parcial.
 
Hagamos, por lo tanto (o por lo tonto) un cálculo infinitesimas que me parece que es tan infinito que van a venir los Reyes Mayos del 3017 después de Jesucristo y vamos a seguir con los mismos pelos de siempre. Si Trump es parcial, ¿qué diantres es la democracia? ¿O tal vez ya nadie sabe nada de lo que un dia fue en las ágoras antes de perder categoría social y acabar por ser de los mercadillos? Pues va a ser que sí. Que tenemos todos una paranoia que todos queremos ser de Noia y para elo carro que se nos espantan los burros. Lo que sí parece seguro es que Trump ns quiere hacer desaparecer (por reírnos de los langostinos extrafinos y la brochetas con vinagretas) en medio de una "mascletá" a lo valenciano y, para empezar, va a reponer en las televisiones de todo el orbe la Serie de "El Virginiano". ¿Se acuerdan ustedes de "El Virginiano"? Rebusquen en sus memorias antes de seguir riendo. "El Virginiano". To quisque se casca en la tasca. Trumpazo por aquí y trumpazo por allá. Toda una serie de trumpazos que Trump quiere volver a poner de moda gracias a esto tan moderno del "revival" (que supongo que quiere decir que revivimos de vez en cuando gracias a la memoria implícita más la memoria explicita porque ees para todos y todas por igual). Las mandíbulas de Trump (bien desarrolladas gracias al chicle "Chew") crujen y también le crujen las caderas. Por eso el papa Francisco no dice ni pío y el Arzobispo de Matalaúva se quiere dedicar a repartir hostias a quienes no tengan bien guardadas sus espaldas dentro de los bolsillos de su pantalón. O somos o no somos. Por si acaso, por si da la casualidad de que todavía somos, esquivemos las hostias no sea que nos las den de refilón y nos manden al mundo de los sueños.
 
¿Soñamos con un mundo mejor o nos conformamos con Trump desmelenado a lo "Pelvis Presli" meintras reparte estopa a siniestra más siniestra? ¡Jesús que tío más poco refinado! Por culpa de él ya nada es según el color del cristal con que se mire (dioptría más o dioptría menos da lo mismo) y la realidad que todos vemos (menos los grillos nocturnos que no ven más allá de una millonésima de milímetro y por eso cantan tanto) está ya más descolorida que las camisetas del Casamata Club de Fútbol después de haber sido lavadas en una centrifugadora a 240 grados fahrenheit. ¿Se acuerdan de Balay? Pues no. Balay no está en Bali. En Bali sólo hay muchas bailarinas (que lo sé porque lo aprendí gracias a una colección de cromos a todo color en mi época de investigador infantil) y algún que otro despistado se cree que todo el monte es orejudo, quiero decir orégano pero ya duelen ver tantas orejas escuchando por todos los lados. ¿Por qué será que el capuchón del bolígrafo se nos va a hacer puñetas cuando más lo necesitamos? ¿Y la tinta de los calamares? ¿Qué me dicen ustedes de la tinta de los calamares? No saquemos los pies de las alforjas como hace Benito camino de Carretería. ¿Benito Galán? ¡Jajajajaja! ¡Qué buen chiste! Nos ponemos la chistera y vámonos a otra parte con el Arte que no es gerundio pero lo parece.