Los rumbos no son rombos cuando tenemos la mente abierta. Los rumbos se nos abren más allá de los rombos. Ya sabemos que un rombo es para todos los públicos, dos rombos es para personas jóvenes y tres rombos ya es solamente para los que están suficientemente preparados. El rumbo de cada uno de nosotros y nosotras, si queremos ser alguien en la Literatura, debe saber diferenciar bien los rombos y no mezclarlos sin conciencia alguna.
Todo lo que podemos decir y escribir sobre la igualdad, la fraternidad y la convivencia en paz de todos los habitantes de este planeta es poco; y es poco porque, a simple vista, da la impresión de que la gente no hace mucho caso. Seguimos odiando, matando y despreciando a otros porque el color de su piel es diferente, porque han nacido en otro lugar del mundo o porque tienen más o menos dinero que nosotros. Y si no es por alguna de estas razones, pues nos inventamos otras. Todo con tal de no vivir en paz. ¡Qué tontos somos!
 
Hay una solución: que nadie jamás te haga renunciar a lo que tú deseas con tanta fe ser tanto en lo físico como en lo psicológico porque tienes derecho a serlo. Y digo en lo físico y en lo psicológico para dejar bien claro, y sin duda alguna, lo que pienso y siempre pensaré. No te olvides nunca jamás de los jamases, lector y lectora, vivir y saber vivir con plena juventud en toda la extensión física y psicológica de esta palabra llamada juventud. Que se mueran los envidiosos si es que se quieren morir.
 
A la hora de ponerse a escribir siempre pasa lo mismo, que no importa lo breve o extenso que quieras hacerlo pues lo difícil es empezar. Pero no hay que hacer otra cosa sino que, llegado ese momento en que deseas escribir algo, regocíjate con él, extiéndelo todo lo que sea necesario (aunque vayas a escribir un sólo párrafo) y goza, disfruta incluso aunque estés dispuesta o dispuesto a expresar algo doloroso de tu interior. Si lo necesitas, abre una cerveza, fúmate un cigarrillo, toma un café o haz cualquier otra cosa para sentirte feliz. Yo, por ejemplo, siempre que escribo escuho musica de fondo. Tengo una amiga que siempre decía que era imposible que ella llegase a escribir. Leer le gusta muchísimo pero escribir le resultaba un problemón. Yo le dije que no se amilanase y le aconsejé que estirase el momento en que tuviese ganas de escribir, hasta sentirse con deseos de hacerlo. Ahora escribe mucho, lo hace excelentemente porque disfruta con ello y es feliz haciéndolo. Y sobre todo no sigue reglas cercenadoras de su pensamiento ni "modismos" o "ismos" impuestos por los que se dan de "entendidos". Sólo extiende su momento. Y escribe...
 
No te preocupes por eso de lo descortés, porque a los que escriben con el corazón no les importan ni la cortesía (aunque "lo cortés no quita lo valiente") ni la descortesía (porque siempre que "lo descortés demuestra un complejo" de inferioridad por supuesto). Tened en cuenta que, en realidad, nosotros no vamos buscando honores, puesto que no los necesitamos para nada. Sólo deseamos hablar con el mundo y, de paso, conocer el mundo con  el que hablamos. Es por eso por lo que siempre invito al viaje por las rutas de nuestros sueños. Te podría contar muchas cosas más sobre ella pero Marian la ha definido con total perfección. No caigais en la trampa de la cortesía o la descortesía si sólo os interesa vivir dentro devuestro corazón. Por poner un ejemplo de la actualidad; quizás alguno -de esos que se hacen descorteses antes los abuelos o las abuelas- deberían volver a aprender lo más elemental de nuestras existencias: el amor hacia nuestros mayores que es como el movimiento porque se demuestra amando.
 
Si alguno o alguna de esos ganapanes que tanto hemos conocido, me llaman viejo, obsoleto o pasado de moda, no me interesa para nada ni hecerles caso. En realidad soy tan joven como tú quieras serlo y eso es lo único que me interesa. El interés por los que no saben respetar a los mayores no me importa en absoluto. Escribiendo me siento feliz y saber que aún me quedan algunos amigos y amigas por el Universo de los Sueños es mucho más grande que cualquier fama porque me gusta vivir contigo, lector y lectora. Y sigue siempre adelante. Eres quien fuiste. Tienes solamente 18 años de edad y tu chavalilla sólo tiene 16. Eso me encanta. Me encanta que tengas la felicidad de tu plena juventud y que no quieras saber de ideologías que, de verdad, sí que son viejas, absoletas o pasadas de moda. Me conformo con viajar contigo. Escucha bien: "nunca hagas caso de quienes viven en el ocaso".  Y podrás verlo y leerlo a través de mis ojos. Te los presto para toda la Eternidad. Quien, por ello, nos falte al respeto simplemente no tenemos nada que decirles salvo seguir mirando hacia el Cielo y que Dios les perdone... porque tú y yo ya somos eternos...
 
Muchas veces la recuerdo dormida, después de haber trabajado todo el día para hacernos la vida más cómoda a los demás y me acerco a su recuerdo y no dejo de ser solamente el niño que sólo quiere tener 18 años de edad. No me asusta quedarme solo por eso pero le doy mi palabra que jamás pasaré de los 18 años de edad. Quienes me miren y se rían será su ignorancia y no la mía. Yo no tengo el dolor de Venancio pero comprender el dolor de Venancio... por eso mañana Dios dirá si le busco a su compañero Iriondo para hacer que se conviertan otra vez en dos amigos jugando al fútbol... porque yo, cuando juego al fútbol de verdad o con la imaginación siempre sigo siendo el jugador número 8. ¿Sabes qué quiere decir el jugador número 8? Quiere decir el que juega no de cara a "la galería" sino de cara al valor, al esfuerzo, a la mejor contribución posible para mi equipo. Ya no me importa quedarme solo porque, al final de todo, sigo como era: un futbolista número 8 que no sabe de nada más y que, además, no desea saber de nada más que de sueños, ilusiones, utopías. Como a Venancio, a mí también nadie me saluda cuando busco hablar con Jesucristo. Creen que hablo sólo y no se dan cuenta de que hablo con Dios... pero como tú estás al lado de Él sabes la verdad. ¡Eso sí que es sentir compañía que supera a toda clase de soledad!. Ya no me interesa ni que mis propios amigos y amigas del ayer me dirijan la palabra. ¿Para qué sirven las palabras del desagradecimento?. Yo prefiero ser como Venancio recordando, en el último rincón del bar de Iriondo. Lo que pasa es que ya no tengo los mismos recuerdos de antes. Los he convertido en memoria para ser mejor escritor. Venancio, ya lo ves, también era solamente un jugador número 8 nada más.
 
No te preocupes, abuelita, ni a ti porque estás en el Cielo ni a mí porque estoy en la Tierra nos van a poner nerviosos por muchos insultos que quieran dedicarnos a ti, a mí o a los dos juntos. En realidad me los tomo como piropos de pirados. Jejeje. Buen humor es lo que les falta, abuelita, y eso sí que es una grave carencia de personalidad. Quienes tiran la piedra siempre suelen esconder la mano o es que quizás es que veo visiones. En realidad todo esto me hace gracia y solamente sonrío. Me gusta sonreír y a mi abuela materna también. Así que quizás es que veo visiones. Un saludo cordial de parte de los dos. A lo mejor es que en mis visiones no sé bien lo que escribo o escribo demasiado bien lo que veo. No tengo nadacontra nadie. Si me conocieseis de verdad no os plantearíais esta cuestión. El problema es que quizás vea y lea visiones... quizás... quizás será que sueño demasiado... ¿crees, lector o lectora, que sueño demasiado y veo y leo visiones? Es tu verdad contra mi verdad pero... ¿en alguna ocasión os he faltado al respeto?. Quizás es que sueño demasiado y me entra la sonrisa. Lo que sé es que para disfrutar de la vida, esto de ver y leer visiones nos ilumina la mente. ¡Jesús qué cosas!.
 
Volvamos una vez más a lo que  ellos, y sólo ellos, dicen que es la realidad con tal de no disgustar a nadie. Me gusta una frase ajena que dice así: "en el silencio discurso de nuestras miradas..."; porque en verdad os digo que es el discurso más dialéctico que yo conozco. Mucho más que las dialécticas ideológicas (propias de "moribundos" de los poderes) prefiero el discurso de las ideas transmitidas a través de las miradas cuando algunos quieren imponernos silencios. ¡Llegar al fondo del sentimiento! Eso es lo más importante en todos los géneros literarios cuando escribimos disfrutando de la vida. Esa vida que se convierte en deliciosa porque trazamos nuestra propia ruta sin importarnos el qué dirán de los "profetas" del Arte. Y es que sucede que a veces con cinco minutos basta para resolver uma ecuación de sentimientos. A veces solo nos queda la sombra como recuerdo de algo olvidado. Y eso es hacer presencia.