Lo prometido es deuda (Diario)
Publicado en Mar 15, 2017
Caundo se tiene palabra de caballero con personalidad bien definida, lo que se promete es deuda y la deuda hay que cumplirla para demostrar que somos caballeros con personalidad bien definida. Esta mañana he prometido que no daría ningún "tirón" en la marcha del senderismo y que, además, nunca iría en el grupo de los de la cabeza; porque me iba a permitir el lujo de caminar durante todo el trayecto (10 kilómetros más o menos) con toda comodidad y en el grupo de los cómodos y las cómodas. Tal como lo prometí lo he cumplido.
Todos los kilómetros los he recorrido cómodamente situdaod en el grupo ya citado y no me arrepiento de haberlo hecho así porque, además de haber conocido a varias personas a través de nuestras charlas, ahora estoy escribiendo en mi Diario en completa forma física y con toda la lucidez mental disponible para mis tareas de escritor. A esto no sólo se le llama cumplir con lo prometido sino, además, ser muy inteligente. Las fantasmadas sólo son para los fantasmas que no sirven para otra cosa más que para hacer el fantasma. Y no lo digo por nadie del Hogar de Molina de Segura sino porque estoy recordando que, hace años, en mis tiempos del BHA de Madrid, un tal Cachán ni corría bien ni dejaba correr bien a nadie y por eso, en fútbol y fútbol sala siempre fracasaba cuando se enfrentaba a los equipos en los que jugaba yo. Y es que los fantasmas no saben ni por dónde sopla el viento y por eso no se enteran de la verdad de las cosas. Así que ahora estoy recordando la musiquilla de "!Volare, oh oh, cantare, oh oh oh!" mientras me vienen las imágenes de un Cachán llorando porque no le hacen jefecillo y, mientras que dice que es totalmente proletario y de izquierdas, sufre por no ser jefecillo hasta que, de pronto, le ofrecen ser un jefezucho de octava categoría regional (por no decir barrial para no frustrarle demasiado porque soy verdadero pero no cruel), mientras que quizás no sepa, o ya se haya enterado, que yo rencuncié a esa clase de jefezucho que él corrió a aceptarlo perdiendo hasta el trasero (y eso que se las daba de guapo y de ligón pero nanay de nanay porque ni lo era ni ligaba) pero llegué a triunfar trabajando como Director Técnico y Jefe de Redacción en diversos medios de comunicació social. Por eso fracasó Tejero en Madrid y, también en Madrid, un "tejedor" se dedicaba a jugar a los espías "tejanos" haciendo como que leía un periódico cuando lo más que sabía leer eran las facturas, los recibos y algún que otro pagaré. Y es que algunos, a pesar de los mcuhos años de su DNI, son como niños. ¡Dios mío que paciencia hay que tener en este mundo!.
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