Las chicas del Pim's (Comedia) Escena 4
Publicado en Mar 28, 2017
Vanesa.- ¡Hola, guapetones! ¿Os sirvo tres de veteranos?
Tomás.- Esto... yo... es que somos muy jóvenes todavía... pero... si sirven para poder ligar aunque sólo sea en sueños... pues... sí... pon tres de veteranos... Irene.- No seas tonto y no tartamudees tanto, Tomás. El veterano es bueno para el verano y aunque es invierno es mejor que el infierno. Tomás (asustado).- No... no... digo... sí... sí... venga ya esos veteranos que me va a dar el telele... Irene.- ¿Qué es eso del telele? Creo que dudas demasiado, Tomás. Tomás.- Es que... empieza ya a ser un poco tarde... y si no lo veo no lo creo... Irene.- ¡Pero si esto solamente acaba de empezar! ¡Ahora que estamos las dos lanzadas os rajáis vosotros! Tomás (viendo que Luis y Agustín no reaccionan porque están tan cortados que no dicen ni mú).- ¿Puedes poner un poco de música aunque sea muy bajito para poder animarme y hablar entendiéndonos los dos? Prefiero que sea algo clásico. Irene.- ¿Algo clásico? Está bien. Pondré algo muy clásico. (Irene busca en la rockola y encuentra lo más adecuado para el momento) Irene (tras poner la música en tono muy bajo).- ¡Lo encontré, Tomás! ¡Es el capricho número 13 de Paganini! ¡La risa del diablo! ¡Jajajajaja! Luis.- ¡Qué bien te lo montas, Tomasito! Agustín.- No seas inocente. Tomás no liga ni aunque se lo pongan a tiro de huevo. Luis.- Pues yo creo que está ligando... Agustín.- Me salgo a la puerta de la calle a fumar como un incrédulo y. además, ellas solo son dos y nosotros somos tres así que yo me sacrifico y os dejo a solas con ellas. Luis.- Está bien, agustino. Ya sabemos que te haces siempre el sueco a la hora de la verdad. Irene.- ¿Por qué le decís que se hace el sueco? Luis.- Porque como no liga nunca con ninguna de las nacionales nos hace creer que es el ligón de Torremolinos ligando con las suecas de Torremolinos cuando en realidad de Torremolinos no sabe ni dónde se encuentra porque lo más que conoce, parecido a Torremolinos, es la torre y los molinos de su pueblo ya que, además, es más paleto que la paletilla de un cerdo. Irene (riendo a carcajadas antes de hablar).- ¡Jajajajaja! ¿Un fantasma? Luis.- ¡Lo has cogido a la primera! ¡Es un fantasma! Irene.- ¿Tú también te tiras pegotes? Luis.- ¡Qué va, titi! ¡Yo soy legal! Irene.- ¿De verdad eres legal o quieres decir que estás legalizado? Luis.- No cojo el chiste. Irene.- ¿Seguro que no sabes lo que digo? Luis.- Bueno... un poco traidor y traicionero... pues sí... lo soy... Irene.- No me gustáis los traidores. Luis.- Somos un grupo de seis, pero Rodrigo está tan mal de la cabeza que hemos decidido que ya no venga nunca más con nosotros durante las noches locas y Pepe, que no está nada loco y es el más lúcido de todos nosotros, se ha ido a Suiza porque ha encontrado a otro grupo de chicos y chicas totalmente diferentes a como nosotros somos. Irene.- ¿Y a quién o quiénes has traicionado tú? Luis.- No te lo puedo contar porque me da vergüenza... Irene.- Deja que lo averigüe. ¿Tal vez a uno que te contó una gran verdad y por eso prefirió marcharse a Suiza antes que pegarte un par de hostias, ya que sabe artes marciales, porque insultastes a su madre mientras él siempre respetó a la tuya? Luis.- Prefiero no recordarlo... Irene.- ¿Tienes novia? Luis.- ¡Por supuesto que sí! ¡Se llama Encarnita y estamos los dos muy enamorados! Irene (pensativa).- Vamos a ver si nos aclaramos del todo. ¿Teniendo novia y estando los dos muy enamorados tienes la costumbre de pasarte todas las noches, como un desesperado, de puticlub en puticlub por ver si mojas el churro en lugar de estar con ella? Es difícil de creer. Luis.- No... esto... es que el rollo es el rollo... Irene.- ¡Menudo rollo tienes tú! Estoy segura de que alguien te informó de que Encarnita no era tu novia sino que estaba saliendo con otro. Luis.- Esto... sí... claro... fue Pepe quien me lo dijo... Irene.- Y le traicionaste a Pepe diciendo a todos que él era el que te quería quitar a Encarnita aun sabiendo que eso era mentira. Luis (asustado).- Veo... veo... veo que eres muy inteligente... Irene.- ¿He acertado o no he acertado? Luis.- Si tú lo dices será verdad... Irene.- (Mirando a los ojos de Luis directamente y remedándole burlonamente antes de hablar en serio).- Si tú lo dices será verdad... ¡Voy a ver si es cierto lo que digo mirándote a los ojos! ¡Resulta que Pepe se entera de que Encarnita no sólo no te quiere sino que no desea verte ni en pintura porque ama a otro Luis que no eres tú. Como Pepe, a pesar de los celos que tienes de él porque liga con las mejores, es tu mejor amigo y el amigo más sincero de todos los que tienes, te lo cuenta para hacer que abras los ojos y no te sigas engañando a ti mismo. Pero cómo tú, además de celoso, eres de esos tipos tan cortos de inteligencia que son los del "genio y figura hasta la sepultura" aunque estéis más desorientados que un piojo en una bola de billar, prefieres decir que Pepe está mintiendo cuando sabes que está diciendo la verdad pero eres de los incapaces de aceptar la verdad. Así que no me extraña que Pepe haya decidido pasar de todos vosotros y se ha buscado otro grupo de amigos y amigas muchos más nobles y sinceros aunque sean más inocentes o precisamente porque son más inocentes. ¿He acertado o no he acertado? Luis.- Me parece que Pepe era sincero. Vanesa (sirviendo las tres copas de veteranos).- Aquí están las tres copas llenas hasta sus bordes y os dejo la botella por si queréis repetir ahora que está empezando lo bueno de la noche. Tomás.- De momento la botella no. Luis.- Paga otra vez el sueco cuando regrese de fumar en la puerta. Vanesa.- ¿Por qué le llamas el sueco si parece más bien un africano del todo? Luis.- Porque cuando va de putas por la calle de Valverde sueña que está en la torre de un molino tirándose a las suecas que encuentra en las playas malagueñas. Vanesa.- Seguro que es para subir lo de la autoestima porque, como tiene perilla, a lo mejor es todo un filósofo de los ligues. Luis.- ¡Jajaja! ¡Buen chiste! Irene.- ¿Tú crees que Vanesa ha dicho un chiste? Tomás.- ¡Tengo derecho a participar del ligue con vosotras dos! Vanesa.- Pues pareces un poco sonso. Irene.- ¿Estás seguro de que Vanesa y yo queremos ligar contigo sabiendo que eres un pijo de Serrano? Tomás.- ¡Menos cachondeo conmigo! Vanesa.- ¿Te hago un lavado de cabeza con champú de huevos? Llevas el pelo un poco pringado de aceite puro de oliva y, además, virgen del todo. Irene.- ¡Jajajajaja! ¡Eso de virgen del todo si que es genial! Tomás.- ¡No me gusta que me tomen el pelo! Irene (sin aguantarse la risa).- ¡Jajajajaja! Pero si Vanesa es muy buena dando masajes... Tomás.- Me voy a tener que marchar si las cosas siguen como siguen. Irene.- Por mí puedes irte si quieres a la mierda siempre que paguéis la consumición. Tomás.- Bien... esto... esperaré a que vuelva a entrar Agustín porque él es el que va a pagar... Irene.- ¿Es el Paganini del grupo? Tomás.- Sí. Le gusta tanto sobresalir y ama tanto a su inteligencia que, por cierto, no es muy superior a la de un mosquito, que los demás le desplumamos haciéndole creer que es un sabio completo y superior a todos los del grupo y más allá del grupo. Irene.- Lo siento por el pobre Agustín... Tomás..- ¡Que no pasa nada! ¡Que le gusta pagar porque le gusta hacer de primavera aunque parezca ser de otoño! Luis (bebiéndose su copa de coñac de un solo trago).- ¡Yo me voy! ¡Adiós! ¡Volveré dentro de un rato por ver si este rollo tan malo de Tomás se ha terminado porque está demostrado que ni hace ni deja hacer! Vanesa (riéndose).- ¡Jajajajaja! ¡Adiós, guaperas de las reperas! Irene (riéndose).- ¡Jajajajaja! ¡Adiós, traicionero de lo sincero! SE APAGAN LAS LUCES Y FIN DE LA CUARTA ESCENA.
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