Las chicas del Pim's (Comedia) Escena 6
Publicado en Mar 28, 2017
Luis.- ¿Ahora que estamos los dos solos te apetece irnos de aquí y te invito a un picadero
Tomás.- Es que no me gustan los caballos... Luis.- ¡Pero si no te hablo de La Zarzuela sino de La Habana! Tomás.- ¡Ostras! ¿Es que el Picadero ha sido invitado a hacer partidos de exhibición para fomentar el baloncesto en Cuba? Luis.- ¿Pero tú en qué mundo vives? Tomás.- ¡Pues en el de Codina, Jofresa, Martínez y Escorial! ¡El Picadero, chaval, el Picadero! Luis.- Me parece que esta noche no te estás enterando de nada. Tomás.- ¿Me vas a decir a mí lo que es estar enterado cuando sé hastas que el Picadero viste con camiseta completamente azul pero con ribetes rojos? ¿Por qué no lees de vez en cuando el Marca en lugar de tanta revista de conejitos? Luis (asustado).- ¿Le vas a contar a alguien que compro todos los meses el "Play Boy"? Tomás.- Siempre que tú no le cuentes a nadie que yo compro todos los meses el "Mortadelo y Filemón". Luis.- ¡Vaya nochecita! ¡Ya no sé ni quién es el más tonto de nosotros dos! Tomás.- ¡Nos lo jugamos a los chinos! ¡El que gane es tonto y el que pierda es más tonto que el que gane! Luis.- ¡Me gusta, me gusta! ¡Jugemos que para eso hemos venido aquí! Tomás.- ¡Tres con las que saques! Luis.- ¡Te jodes porque llevo blancas! Tomás.- ¡Te jodes tú porque llevo tres! Uno a cero y gana el primero que llegue a tres. Luis.- ¡Ahora es la mía! ¡Blanca! ¡Te jodes porque no llevo ninguna! Tomás.- ¡Una! ¡Y te jodes tú porque llevo una! Dos a cero y gana el primero que llegue a tres. Luis.- ¡Seis! ¡Te di por culo, Tomás! Tomás.- ¡Cinco! ¡El que te he dado he sido yo a ti porque llevo dos y son cinco! Tres a cero y gana el primero que llega a tres. Así que dejemos ya de hacer el chorra y cuéntame lo del picadero de La Habana. ¿Te refieres a ese Juantonera que en vez de correr galopa? Luis.- ¡Eres tan inocente que me dejas de piedra! Tomás (le entran ganas de cantar y canta porque ya le hace los primeros efectos el alcohol).- De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera; la mujer que a mí me quiera, me ha de querer de a de veras. ¡Ay, ay, ay, corazón por qué no amas! Subí a la sala del crimen le pregunté al presidente: que si es delito el quererte, que me sentencien a muerte. ¡Ay, ay, ay corazón por qué no amas! El día en que a mí me maten, que sea de cinco balazos y estar cerquita de ti, para morir en tus brazos. ¡Ay, ay, ay corazón por qué no amas! Por caja quiero un sarape, por cruz mis dobles cananas y escriban sobre mi tumba mi último adiós con mil balas. ¡Ay, ay, ay corazón por qué no amas! Luis.- Tengo que llevarte al water para que te duches la cabeza entera que, va a ser un poco difícil de lo grande que es, pero no hay más remedio que intentarlo. Tomás.- Que no Luisito... que no... que no me pasa nada más que estoy un poco triste... Luis.- ¿Por culpa de una chica de puticlub? Tomás.- ¿Tú que sabes sobre la verdad de una chica de puticlub si nada más que eres un putero? ¡Vete tú al water a hacer gárgaras a ver si se te afina un poco la voz de tan gangosa que la tienes que en vez de decir engaño dicen engango porque no sabes ni lo que es engañar? Luis.- ¡Me ofendes, Tomás! ¡Yo he engañado tanto que ya sólo me queda algún día decir la verdad! Tomás.- ¿La verdad sobre la nobleza y lo buen amigo que era Pepe? Luis.- ¡Me jode reconocer que él si que ligaba a lo guay con chicas guay y valga la redundancia! Tomás.- ¿Tú crees que él no habrá venido alguna vez a solas por Pim's? Luis.- ¿Para no fastidiarnos a nadie? Tomás.- ¡Exacto! Si lo ha hecho es para no fastidiarnos a nadie. Luis.- Pues pensándolo bien... Tomás (nostálgico y a punto de llorar).- Yo también me acuerdo mucho de él ahora que llega otra vez la Navidad. Luis.- Me parece que le dejé solo cuando me necesitaba a su lado... Tomás.- ¡Y una mierda! ¡Pepe no ha necesitado tenerte a ti jamás a su lado pero tú bien que le necesitabas para contarle todo ese rollo de Encarnita que aburre al más santo Job de la Tierra! Luis (tratando de olvidar).- ¿Nos vamos a un picadero de la Avendia de La Habana? Tomás.- ¿Es a ese bodrio a lo que te estaba refiriendo al principio? Luis.- ¡Se monta muy bien! Tomás.- Yo para montar muy bien prefiero quedarme aquí por si el sueño se hace realidad. Luis.- Tienes razón. Yo también te acompaño en el sentimiento.
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