Las chicas del Pim's (Comedia) Escena 17
Publicado en Apr 01, 2017
Tomás.- ¡La hemos cagado del todo! ¡Ahoras somos cuatro y solo queda Irene porque Vanesa se ha largado con Pepe después de sacarnos todo lo que ha podido! Y además, Irene lleva minutos enteros hablando por teléfono y nos hace menos caso que si fuéramos cuatro monosabios de Las Ventas!
Luis.- ¡Esto es para comer cerillas! Tomás.- ¡Qué calor hace aquí dentro! ¡Me aprece que me voy a pirar para siempre! Luis.- ¡Ni de coña! ¡Tú, además de que estás pirado desde que naciste, no te marchas de aquí porque a mí no me sale de los huevos! Tomás.- ¿Ya estamos otra vez con tu complejo de dictador? Luis.- ¡Tengo complejo de lo que me da la real gana, aunque sea de Benito! Tomás.- ¡Ya sabemos todos que amas a Benito por su ideología fascista aunque no pase de ser más que un paleto con boina; pero podrías haber elegido el complejo de rata, porque rata sí que lo eres! Luis.- ¡Hoy terminamos los cuatro esta noche saliendo de aquí a tortazo limpio todos contra todos! Tomás.- Qué bien. Luis.- Bueno... hagamos cálculos logísticos... ¿quién es el primero en atacar a Irene?... que se se note, por lo menos, que morimos con las botas puestas... Carlos.- Ya estás otra vez buscando excusas absurdas para que nadie sepa que no sirves ni para dar una colleja que otra. Tomás.- ¡Muy bien dicho! ¡Apoyo la moción! Carlos.- Sólo queda una media hora para cerrar y ni uno de todos nosotros hemos conseguido comernos ni una grajea. ¡Qué bien hablo diciendo grajea! Tomás.- ¿Tú tomas pastillas? Luis.- ¡Arrea! ¿Es que además de macarra rojizo sufres de migrañas? Carlos.- ¡Qué va, Luisito del alma! ¡Lo que pasa es que me han pasado una china de La China y ya ni veo lo que tengo delante ni mucho menos veo lo que tengo detrá! Luis.- ¿Es que antes, cuando estaba Vanesa, eras un vidente? Carlos.- Es que Vanesa estaba de pecado mortal y no es apta para morunos. Luis.- ¿Es que estás insinuando que yo soy un musulmán negro hermano de Alí porque me encanta ver cómo baila aunque no sepa ni tan siquiera boxear lo más mínimo? (Canturrea porque tiene cogida una melopea de órdago) Lus.- ¡Adiós muchachos, compañeros de mi vida, barra querida de aquellos tiempos. Me toca a mí hoy emprender la retirada, debo alejarme de mi buena muchachada. Adiós, muchachos, ya me voy y me resigno, contra el destino nadie la calla. Se terminaron para mí todas las farras. Mi cuerpo enfermo no resiste más. Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos, de los buenos momentos que antaño disfruté, cerquita de mi madre, santa viejita, y de mi noviecita, que tanto idolatré. Se acuerdan que era hermosa, más linda que una diosa, y que brioso de amor, le di mi corazón. Mas el Señor, celoso de sus encantos, hundiéndome en el llanto se la llevó. Es Dios el juez supremo, no hay quien se le resista, ya estoy acostumbrado, su ley a respetar, pues mi vida deshizo con sus mandatos. Llevándome a mi madre y a mi novia también. Dos lágrimas sinceras derramo en mi partida por la barra querida que nunca me olvidó, y al dar a mis amigos mi adiós postrero les doy con toda mi alma, mi bendición. Adiós muchachos, compañeros de mi vida, barra querida de aquellos tiempos. Me toca a mí hoy emprender la retirada debo alejarme de mi buena muchachada. Adiós, muchachos, ya me voy y me resigno, contra el destino nadie la calla. Se terminaron para mí todas las farras. Mi cuerpo enfermo no resiste más. Carlos.- ¡Jajajajaja! ¡Un musulmán negro cantando tangos argentinos! ¡Que me descojono! Luis (dejando de hacer el ridículo).- ¿De verdad quieres que te de una colleja? Carlos.- Si te atreves... Luis.- ¿Y tú por qué te atreves a llamarme moro? Carlos.- En primer lugar te he llamado musulmán con todos mis respetos. Y en segundo lugar no te he faltado al respeto porque no te he llamado moro. Luis.- ¿Y quién eres tú para llamarme musulmán? Carlos.- Pero si el que ha dicho que eres musulmán has sido tú mismoo. Luis.- ¡Tú eres tonto del todo! ¿No estás viendo que lo hago para ligar con Irene? Carlos.- Pero si Irene es una rubia como las valkirias. Luis.- ¿Y es que no puedo intentar por todos los medios, aunque sea haciendo el ridículo más completos, ligar con una valkiria? Carlos.- Pues no del todo... pero es que Irene no es apta para cardíacos. Luis (compungido mientras vuelve a canturrear).- Si yo tuviera el corazón el corazón que te di. Si yo pudiera como ayer querer sin presentir. Es posible que a tus ojos que me gritan su cariño los cerrara con mis besos sin pensar que eran como esos otros ojos los perversos los que hundieron mi vivir. Si yo tuviera el Carlos.- Pues me parece que lo tienes claro... dentro de un siglo por supuesto... Luis.- ¡Me estás jorobando del todo! Carlos.- ¡Chepa sí que te está saliendo con eso de tantas genuflexiones marciales que haces cuando conoces a una dama! ¡Ya pareces un camello estirado! Luis (pensativo).- ¿Los camellos andan estirados? Carlos (pensativo).- Pues ahora que me lo preguntas... pues esto... que me parece que no... Luis.- ¡Esto nos pasa porque tú no sabes inventr metáforas! Carlos.- ¡Pues tú de poeta tienes menos que Mahoma bajo la media luna intentando amar a Jadicha! Luis.- ¿Y tú te crees el más guapo de la Sucursal de Mayor? Carlos.- Alguna compañera sí que me lo ha dicho... aunque haya sido para no desmoralizarme del todo... Luis.- Será posibe que esté tan cegata... Carlos.- No lo sé... pero a mí me mira con muy buenos ojos... Luis.- Pero si tú eres solamente un casposo... Carlos.- ¡Y tú eres más carca que Jose María! (se queda pensando antes de continuar) Carlos.- Me refiero a Pereda, por supuesto. Luis.- ¡Lo que te pasa, Carlos, es que le tienes tirria porque es del Barcelona! Carlos.- ¿El padre de Pepita Jiménez es del Barcelona? Luis.- ¡Y yo qué leches sé! Carlos.- ¡Tú lo estás confundiendo con Paredes! Luis.- ¿Paredes? ¿Quién es Paredes? Carlos.- Digamos que Antoñito "El Fantástico" pero que con el balón en los pies se cree que tiene una coliflor en lugar de un esférico porque paleto sí que es paleto. Luis.- ¿Tú que sabes de esféricos si no sabes lo que es una curva? Carlos.- ¿Me vas a enseñar a mí lo que son las curvas? Luis (poniéndose nervioso).- Esto... esto... Carlangas... tío... me refiero a las curvas peligrosas... Carlos.- ¡Yo no amo cada vez más a Renault como tú, que eres más raro que un perro verde, pero de curvas peligrosas sé mucho más de lo que tú puedes imaginar! Luis.- Y yo que me creía que eras un cero a la izquierda. Carlos.- Pues ya etás viendo que con las chicas el cero a la izquierda resultas serlo tú. Luis.- ¡Me cago en la mar! Carlos.- ¡Cómo se nota que estás cagado del todo! Luis.- En cuanto me recupere pienso ligarla delante de todos vosotros. Carlos.- ¿A Irene? Luis.- ¡Sí! ¡Y con solo una mirada! Carlos.- ¡Con razón dicen de ti que sólo eres un pesado! Luis.- ¿Es que dicen de mí que soy pesado? ¿Alguien me está llamando pesado? ¿Resulto ser un pesado? Carlos.- Las respuestas son tres síes. ¡Sí dicen de ti que eres pesado! ¡Sí es verdad que alguien te está llamando pesado! ¡Y sí resulta que eres pesado! Luis.- ¡Mamá! ¡Mamita! ¡Mamaíta! ¡Qué desgraciadito que soy! Carlos.- Desgraciadito no que no... pero desgraciado sí que sí... Luis.- ¿Es que ha llegado la hora de decir toda la verdad? Carlos.- ¡Ha llegado la hora de darte cinco mil hostias seguidas. Luis.- ¿No sería mejor que las dejases en sólo cuatro mil novecientas noventa y nueve y pico por lo de las rebajas de invierno? Carlos.- ¡Pues no! ¡Van a ser cinco mil hostias completas porque para mí las rebajas sólo son para el verano! Luis.- ¿Me las das o no me las das? Carlos.- ¿Las cinco mil hostias seguidas y totalmente completas? Luis.- ¡No! ¡Las gracias por haberme conocido! Agustín.- ¿Alguien me está llamando? Carlos.- ¡Mamón! ¡Yo te estoy llamando mamón! ¡A ti si que es verdad que ha llegado la hora de que te suelte cinco mil hostias seguidas y completas para que sepas lo que es la amistad! Agustín.- ¿Y van a ser solamente cinco mil? Carlos.- ¡Eres el mierda más mierda de todos los mierdas que yo conzoc! ¡Y eso que conozco a miles de mierdas! Agustín.- ¿Se puede saber qué es lo que tienes contra mí? Carlos.- ¿Y todavía lo preguntas? ¡Cabrón! Agustín.- ¿Cabró yo por qué? Carlos.- ¿Es que no te acuerdas de cuando yo estaba enamoradísimo de "La Canaria"? Agustín.- ¡Sí! ¡Debía estar muy buena por lo que tú me contaste pero yo nunca conocí a "La Canaria"! Carlos.- ¡Pero fuiste tan mamón que cuando te dije que estaba sufriendo por culpa de ella en vez de consolarme te limitaste a pedir que te la presentara o que te diese su número de teléfono para que tú te la ligaras y la follaras en mi nombre! ¡Maricón! ¡Miserable! ¡Desgraciado! Agustín (muy asustado).- Pero... pero... pero si cualquiera que la conociera hubiese dicho lo mismo... Luis.- ¿Y tú te quieres comparar con Pepe? ¡Existen millones de años luz de distancia entre la nobleza de Pepe y tu cobardía! ¡Y eso que a ti te conozco desde hace bastantes años y a Pepe le conozco desde hace muy poco! Agustín.- ¿Es que Pepe llegó a conocer a "La Canaria"? Carlos.- ¡Escucha bien, so mierda! ¡Yo le presenté personalmenta a "La Canaria" y supe, desde el primer momento, que a Pepe le encantó porque sé prefectamente cual es el gusto de Pepe en cuanto a chicas y mujeres se refiere; pero es tan noble que no lo dijo y prefirió guardar silencio mientras me estuvo acompañando en mi dolor y no sólo me aconsejó sino que intentó ayudarme trazando un plan para que yo me la ligara aun sabiendo que ella me estaba engañando con otro y que era un asunto ya perdido! Pero Pepe es así. ¿Te puedes tú igualar a él, tío mierda? Agustín (poniendo cara de envidia).- ¿Es que Pepe es un santo? Casrlos.- Yo no sé si Pepe será santo o no será santo; pero sí sé que él no ha dicho nunca que sea ni tan siquiera un santín ni tampoco ha pensado nunca que sea ni tan siquiera un santí; pero si alguie de todo nuestro grupo al completo se merece ser un santo ese es Pepe. Porque cuando alguna chavala le gusta pero sabe que hay alguno, sea su amigo o sea su enemigo, que está sufriendo de amores por ella solamente se queda callado cuando los demás somos charlatanes que no sabemos ligar y deseamos que el otro fracase. Eso que tiene Pepe es personalidad de lír porque posee algo que se llama carisma. Luis.- Yo sí reconozco que Pepe tiene carisma. Carlos.- ¡Es lo menos que puedes reconocer, traidor! Agustín.- ¿Pero qué es eso del carisma? Carlos.- El carisma son dos cosas; por un lado es la especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar y, por otro lado, es un don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad y por eso sólo lo tienen quienes son líderes por naturaleza desde el mismo tiempo de su nacimiento. Te lo dice y te lo afirma uno que se autodenomina ateo porque soy bastante imbécil ya que gracias a Dios soy ateo, lo cual te demuestra que sí que soy bastante imbécil; pero a Pepe lo que es de Pepe y a Dios lo que es de Dios. Agustín.- ¡No puedo creerlo! Carlos.- Porque no estás capacitado para creerlo ya que sólo eres un fantasma nada más. Ni ligas ni sabes ligar. Por eso coges solamente lo que a los demás no nos gusta. Agustín.-¡Joder! ¡Qué disgusto tengo! Carlos.- Pues ya era hora de que supieras de que ligas con las peores. Luis.- ¿Es verdad lo que estás diciendo, Carlos? ¿Y qué pasa conmigo? Carlos.- Es verdad todo lo que digo y lo que pasa contigo es que eres un cagado que siempre te rajaste cuando estaba Pepe presente. Luis.- Yo me he rajado ante Pepe. Carlos.- Por supuesto que sí. Puedo poneerte miles de ejemplo que tu bien conoces porque estabas presente. Por ejemplo lo que os pasó a Pepe y a ti en Cantabria. Que él ligó con la buena cuando no estaba buscando ligar con ninguna y tú te achantaste y en vez de intentar ligarte a la buena te conformaste con la mala para luego reclamarle a Pepe cuando Pepe no hizo nada por ligar a la buena. ¿Estoy diciendo la verdad o estoy mintiendo, soplagaitas? (Luis guarda silencio totalmente cortado) Agustín.- Lo cual quiere decir que tampoco Luis sabe ligar nada bueno sino cardos borriqueros como yo. Carlos.- Pero por lo menos Luis acepta sus derrotas sin hacer tanto el ridículo como lo haces tú. Agustín (pensativo).- Pues estás diciendo la verdad... Carlos.- ¿Cuándo has visto tú a Pepe mendigar ninguna clase de amor por mucho que le gustara una chavala de esa que nos gustan a todos por lo buenísimas que están? ¡Yo he sido testigo varias veces de que ellas se fijan en él, y te puedo poner muchos ejemplos como la del Bilboa por citar uno solo de los miles que son, sin que él hiciese el ridículo jamás porque no hace nada para que ellas se fijen en él! ¡Imagínate la cantidad de chicas guays que se podría haber llevado a la cama! Pero yo sé que Pepe sólo busca a una y nada más a una y eso sí que es amar de verdad. ¡A pesar de todo lo que liga se arriesga a perderlo todo porque le echa cojones en buscar solamente a uno! ¿Eso eres capaz de hacerlo tú, Agustín de mierda? Agustín.- ¿Hasta ahí llega la nobleza de Pepe? Carlos.- ¡Sí! ¡Y por eso ha hecho historia en todas las que ha conocido de vista o hablando con ellas! Agustín (queriendo cambiar de tema porque sabe que está a años luz de distancia de Pepe).- ¿Hacemos las paces tú y yo? Carlos.- ¡Tú vete a la mierda para siempre! ¡Sólo eres una mierda y cuando vayas al water tina de la cadena proque hueles muy mal! ¡Lo de "La Canaria" no te lo voy a perdonar jamás porque bien sabías que yo estaba sufriendo por ella! Agustin (avergonzado).- ¿Qué quisieras que hiciese? ¡Ponte en mi lugar! Carlos.- ¡Pero sí eras tú el que tenías la obligación de ponerte en el mío porque era yo el que estaba pidiéndote ayuda! ¡Pepe no es santín ni se las da de santín pero siempre sabe ponerse en el lugar de los demás cuando los demás estamos sufriendo de verdad! Luis.- ¡Nada de nada, Agustín! Loque dijiste de mis dos queridas hermanas tampoco te lo perdonaré jamás! ¡Sólo eres basura buscando a viejas que sólo son basuras! ¿Me estás entendiendo? Carlos.- ¡Muy bien dicho, Luis! Lusi.- ¡Vete de nuestro lado, Judas Iscariote y deja ya de tirarte tanto pegote! Carlos.- ¡Claro que este mierda sólo es un farolero! Luis.- ¡Que te vayas de aquí o te mato! Carlos.- ¡Calma, Luis, no te vayas a arruinar la vida por culpa de un mamón! Luis.- ¡No me sujetes que me lo cargo! ¡No le perdono lo de mis dos hermanas y el buey! Carlos.- Claro que fue verdad que lo dijo públicamente delante del grupo... pero eso habla de su falta de inteligencia... y cuando alguien no tiene inteligencia es mejor no hacerle ni caso... Luis.- ¡Lo mato, lo mato y lo mato! Carlos (sujetando a Liuis).- Déjalo ya. Es como uno de Valencia haciéndose pasar por uno de Palencia. No merece la pena ni que le insultemos auqnue sea verdad que eso sólo una mierda y un maricón. No hace falta decírselo porque él bien que lo sabe cuando se mira a un espejo. Luis.- ¿Y si vuelve a hacer otra vez lo mismo? Carlos.- ¿Es que quieres seguir siendo su amigo? Luis.- ¡Jamás! ¡Qué imbécil fui al creer que era un verdadero ligón y convertirle en un ídolo para mí a pesar de que Pepe era un hombre de verdad que sólo quería que yo triunfase! Carlos.- Agustín ya es agua pasada y agua pasada no mueve molino. ¡Ya terminó todo! Luis.- ¿Y qué pasa ahora con Pepe? Carlos.- Estoy seguro de que sigue siendo el mismo y de que tiene el mismo carisma que ha tenido siempre. A lo mejor está lejos de nosotros para siempre pero estoy seguro de que nos aprecia a pesar de todo. Luis.- Yo pienso lo mismo. Quizás no vuelva más pero nunca nos deseó que fracasáramos y aquí estamos los dos completamente fracasados por confiar en Agustín y haber abandonado a Pepe cuando de verdad nos necesitaba. SE APAGAN LAS LUCES Y FIN DE LA ESCENA DECIMOSÉPTIMA.
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