Que la ocasión la pinten como quieran (Diario)
Publicado en Apr 22, 2017
En 1966 yo ya estaba triunfando, de manera irreversible, entre las chicas de la Academia CIMA en Madrid. Pero siempre manteniendo mi personalidad y nunca siendo un juguete en mano de las mujeres más o menos caprichosas. Por eso cuando me encontré a solas con ella dentro del aula y ella me dijo cómo pintan todos a la ocasión, no me quedó más remedio que sonreír pero poner los puntos sobre las íes para que no me confundiera con un cualquiera.
- Escucha, compañera. Me da lo mismo y me importa menos que un pimiento morrón, o no morrón, que todos los demás pinten la ocasión como les de la gana. A mí nadie me impone cuándo debo decidir yo cuándo es la ocasión o cuándo debo decidir yo cuándo no es la ocasión. Si la pintan o no la pintan como quieran me es completamente indiferente; porque has de saber, y por eso te lo explico, que por muy guapa que seas o por muy buena que estés, yo no soy como "Gimi" y nunca me apuesto con los pandilleros besos a una mujer y, además, luego rogarle y pedirle casi de rodillas que, por favor, se lo de para seguir teniendo fama entre los de la pandilla. Ni tampoco soy como el paleto de Benito que va mendigando besos para luego ir contando en la aldea que tiene éxito entre las mujeres sin decir que no se come una rosca y que por eso los mendiga. Yo soy completamente diferente. Así que muchas gracias por decirme cómo pintan a la ocasión y que te brindas voluntariamente para que te bese. Gracias pero esta vez va a ser que no. Espero que no te ofendas por haberte respetado y no haberme aprovechado de que estamos solos tú y yo en el aula. Si me comprendes habrás aprendido lo que es ser hombre de verdad y no "Gimi" ni el tío Benito. Esa es la gran diferencia que existe entre ellos y yo. Que la ocasión la pinten todos como les dé la gana porque, con pelos o sin pelos, me es completamente indiferente lo que ellos hagan. Yo beso a una mujer sin ninguna clase de complejos ni de fáciles ventajas, pero solamente cuando yo deseo hacerlo y no cuando ninguna mujer me lo pida. Paso por completo del tema de apostarme besos como hace "Gimi" entre los pandilleros para que su fama no se venga abajo y paso por completo de los besos que mendiga el tío Benito. En primer lugar porque no formo parte de ninguna pandilla luego soy otra clase de líder que tú todavía no has podido conocer. Y en segundo lugar porque no soy ningún paleto con boina y por eso no soy un ignorante. La chica se me quedó mirando asombrada y con total admiración. Después el aula se llenó de muchas otras chicas y algún que otro chico y yo seguí siendo yo mientras la señorita Dora dio otra excelente clase de contabilidad general y cálculo mercantil. Una vez más había triunfado mi nobleza. ¡Torero, hay que ser tan valiente como un torero para ir sin capote a robarle un beso. Para hablarle de cerca, sin burladero, hay que ser torero, torero, torero! Y olé.
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José Orero De Julián