Dcada Prodigiosa (Relato) -10-
Publicado en Jun 29, 2017
Eduvigis "La Collares" había perdido a toda su clientela. Ya nadie, en Molinares y todos los lugares cercanos a Molinares, creían en el poder de las brujerías. Eduvigis del Corral Verde "La Collares" empaquetó todas sus pertenencias y, descubriendo que el Santander había inmovilizado todas sus cuentas corrientes hasta que el inspector Expósito terminara de saber a cuántos millones de euros ascendía lo que ella había evadido a Hacienda, tuvo que irse solamente con lo puesto: un mandilón de estilo musulmán y poca cosa más, con tan solo diez euros en su faldriquera. Así fue cómo se acabó el negocio de "La Collares" que tenía compartido con la Comunidad Musulmana Magrebí (COMUMA), una falsa asociación cultural que no impartía nada de cultura sino que era excusa para traficar con drogas y mujeres.
Todo había sido sospechado, desde hacía tiempo, por el inspector Expósito vigilando los extraños movimientos de Mamónides Mamut Mamadah (conocido como "El Hombre del Saco" por todos los niños y niñas de Molinares) quien, de repente y sin previo aviso, había desaparecido sin dejar ni rastro. Pero las pesquisas de los hombres de Expósito descubrieron la "tostada". Y la "tostada" resultó ser cierta. "La Collares" y los musulmanes estaban intentando apoderarse de la voluntad de todos los molinarenses y de todas las molinarensas con sus sucios negocios. El alcalde Timoteo Timón dio la orden de intervenir las cuentas de ahorros de todo el grupo conocido como COMUMA y resultó que la estafa era de enormes alcances nacionales e internacionales. Molinares pasó a ser noticia principal para el diario "El Cabás". ¡Don Rafael acababa de encontrar el "culebrón" del verano que tanto estaba deseando descubrir! Y la columna de opinión del anónimo y desconocido periodista no tardó ni 24 horas en salir a la luz pública. Se titulaba "La Peste se viste de ansia". Decía así: "Cuando vemos que se secan los sentimientos y las lágrimas ya no forman parte del cuerpo humano es que nos están quitando el aire y no nos quieren dejar ni volar. Nos convertimos en pequeños gorriones desvalijados por culpa de las trampas y los falsos vientos; miramos al cielo y descubrimos que algo se está interponiendo entre Dios y nosotros o entre nosotros y Dios. ¿Quiénes dan vueltas y más vueltas alrededor de nuestras existencias capaces de desunirnos para cortarnos definitivamente las alas? ¿Quiénes no nos dan nada a cambio de haberles dado todo? Mirad a vuestro alrededor y los veréis infiltrados y escondidos en las esquinas donde maquinan, noche tras noche, cuál sería la mejor manera de eliminar todos nuestros sueños. Mirad a vuestro lado. Allí se encuentra el verdadero peligro de ser separados por la cobarde insidia de los santones vestidos como mujerzuelas. Lo demás queda para vuestro propio criterio personal; pero sólo tengo que deciros algo como despedida: jamás jamé jamón pero hay otros que bien que se los jaman después de un falso ayuno mensual". La noticia corrió como reguero de pólvora por toda la comarca de Molinares y sus alrededores. La estudiante de Periodismo, Carmen Palacio y Torres Del Castillo, que hacía sus prácticas en el diario nacional "La Palabra", volvió a hacer acto de presencia. Llegó con su mente abierta a toda clase de opiniones. Sólo encontró una única verdad: "aquellos polvos trajeron estos lodos". Timoteo Timón celebró una asamblea extraordinaria con todos sus concejales y concejalas olvidando cualquier clase de ideologías para dar lugar a las ideas. El resultado final resultó determinar que aquel anónimo y desconocido peridista de "El Cabás" llevaba toda la razón. Se habló, en las calles, de la Razón y el Sueño. ¿Estaban viviendo una realidad o aquella realidad les había pillado soñando? Este fue el tema del cual los del Ateneo debatieron durante horas enteras. Mientras tanto los del Casino cerraron sus puertas a todos los extraños que no fueran socios y en el Hogar de los Jubilados se escucharon voces que hablaban de Eduvigis del Corral Verde como una persona andrógina. ¿Era una mujer o era una especie de diablo haciéndose pasar por mujer? Lo que todos deseaban es que "La Collares" nunca más volviera a pisar aquellas tierras. Tan fuerte fue el impacto para la sociedad de toda la comarca que algunos lloraron bajo la luz del Sol sin importarles que se les viera llorar y otros esperaron a que saliera la luz de la Luna para poder llorar sin ser vistos por nadie. El mundo se había extendido más allá de Molinares y ahora, descubiertos todos los sucios negocios, los comerciantes de las supercherías intentaban escapar de los hombres del inspector Expósito, quien nunca jamás se daba por vencido ante ningún asunto sospechoso. Su propio cuerpo se lo pedía. Había nacido para ser un sabueso y unió, por primera vez en la vida de Molinares, a todos en un tema tan trascendental para el futuro de aquel lugar que sólo pasaba por cortar, de una vez por todas, las raíces de la peligrosa cizaña que intentaban extenderse por todos los lugares de la comarca. La luz del Sol pareció temblar cuando las nubes se concentraron sobre la Plaza de Los Azulejos y desató su tormenta. No todo lo que se decía haber estado bien atado estaba en verdad bien atado y por allí, por todo lo que se había podido poner al descubierto, fue por donde el instinto de Expósito empezó a hacer justicia. Nadie supo jamás quién fue el anónimo y desconocido periodista que publicaba, de vez en cuando, pequeñas columnas de conciencia social en la contraportada del diario "El Cabás" y el asunto del bulto conteniendo huesos calcinados y el cinturón de púas que se encontró dentro de una caja vacía de cereales quedó para siempre en el olvido. Sólo se supo que Servantino era inocente. ¿Fue la COMUMA culpable de todo ello? Don Rafael ya estaba otra vez preparado holiendo otro "notición" sorprendente para el diario "El Cabás". FIN
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