Las monjas sí me quieren (Diario)
Publicado en Jul 06, 2017
A mis 5 años de edad ya empiezo a ser odiado por las beatas "trotaconventos" de rosario en mano y penitencias seculares vestidas como comadrejas medievalistas; pero otra cosa bien distinta son las monjas que se dedican a cuidar niños y niñas en sus escuelas. Esto es lo que sucede conmigo en el Colegio Nuestra Señora de la Almudena de Madrid, entre las calles Lope de Rueda y Menorca y muy cerca del Parque del Buen Retiro. No sólo me empiezan a educar a través de los fundamentos y las bases del Cristianismo sino que tienen la gran preocupación de hacer que coma bien y me eche una ligera y cómoda siesta, después de haber jugado con piezas de madera pintadas con colores vivos y de haber compartido los juegos del patio de recreo con las niñas de mi edad o un poco mayores que yo, hasta que mi madre viene a recogerme para llevarme a casa.
De las beatas "trotaconventos" adústeras y con más mal genio que las pulgas de Pluto prefiero no hablar nada porque ellas me odian y yo las ignoro. Pero de estas monjas del citado colegio sólo tengo que escribir elogios por lo bien que me cuidaron y me trataron para hacerme un niño feliz antes de comenzar con mis estudios de primaria en el Colegio Lope de Rueda. Si los republicanos las odian y las rechazan es porque entre las filas de los republicanos hay infinidad de paletos ignorantes que no saben hacer ni la o con un canuto y no sirven para otra cosa sino para destilar veneno e intentar que el pueblo de Madrid tenga mala leche contra esta clase de monjas que están sirviendo desinteresadamente a sus propios niños y niñas. Y es que de borricos está este mundo lleno. Pero la única verdad es que esta clase de monjas sí me quieren y yo respeto a esta clase de monjas. Y supongo que también Vicente Lizcano las recuerda para bien porque era uno de los que comían a mi lado gracias a ellas.
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José Orero De Julián