La llamada continua (Novela) -Captulo 4-
Publicado en Jul 07, 2017
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- ¿Tú eres el famoso autor de teatro Julián Forero?
 
- Exacto, señor Lenin Dukov. ¿Sabe qué opino yo sobre la exactitud de las cosas?
 
- Siéntese por favor y hablemos de hombre a hombre.
 
Julián Forero se sentó frente a Lenin Dukov que jugaba con un llavero en sus manos; mientras Varvara Petrovna era testiga presencial sentada al lado izquierdo de Lenin. 
 
- Le noto un poco nervioso.
 
- No se preocupe por eso. Es que pensé que usted no era tan joven sino que creí que era ya un señor muy mayor. Pero dígame algo sobra la exactitud de las cosas.
 
- Desarrollando perfectamente bien la naturaleza de los seres humanos como si fuera una sinfonía de Beethoven la historia personal de cada ser humano, hombre y mujer tal como la Naturaleza nos ha concedido ser a través de los designios de Dios, podemos introducirnos en la exactitud con una reflexión muy inteligente y bien organizada mentalmente. Me gusta mucho interpretar la naturaleza humana en esta vida circundante. Sólo para demostrar que el hombre es hombre y la mujer es mujer. 
 
Varvara Petrovna le miró con odio pero se limitó a seguir callada.
 
-  O sea que está usted diciendo que debemos ser auténticos tal como la Naturaleza nos ha permitido nacer como designio de Dios. 
 
- Eso es. Y no como ciertas personas hacen creer a la humanidad entera para destruir el pensamiento de quienes creen en dichas personas que dejan mucho que desear a la hora de la gran verdad.
 
La mirada de odio de Varvara Petrovna era como si intentara traspasarle el corazón.
 
- ¿Y cual es esa gran verdad, señor Forero?
 
- Si usted me hace esa pregunta, señor Dukov, es que no tiene mucha personalidad o más bien muy poca o nula por completo y perdone que sea tan sincero pero usted merece sinceridad y no andar dando palos de ciego. ¿Me explico mejor o ya lo ha captado del todo?
 
- Esto... yo... es que... no sabía nada...
 
- La personalidad nos regala todo aquello que los demás quieren quitarnos.
 
- ¿Cosas de honor tal vez?
 
- Exacto, señor Dukov. Cosas de honor es lo que siempre nos quieren arrebatar quienes no saben que el honor está siempre dentro de los seres humanos y no fuera de ellos como simples apariencias nada más. Siempre me llaman la atención quienes salen en defensa incólume de algo que me suena a dignidad humana. Verdades muy hondas. Y esas verdades de carácter tan hondo son las que expongo en mis obras de teatro. No sólo en "La Carreta" sino en todas las demás como, por ejemplo, "El juicio de José" o "El señorito de Vélez" por citar sólo unas pocas de las muchas que llevo ya escritas. 
 
- Muy interesante, señor Forero.
 
- ¿Qué es para usted lo interesante, señor Dukov?
 
- Me pilla en fuera de juego, señor Forero; porque no acierto a saber contestar.  
 
- Es fácil darse cuenta de que el hombre más interesante es quien más ama y, a la vez, quien menos esconde. Decía el gran escritor romano Marco Valerio Marcial que “siente dolor verdadero el que se duele sin testigos”. ¿Cuántas veces le preguntamos a nuestro corazón por cosas que fueron o no fueron, por cosas que se hicieron o no se hicieron? Pues esas cosas son las que en verdad nos hacen interesantes a los hombres a pesar de que haya mujeres que se empeñen en desprestigiarnos delante de otras mujeres porque ya se sabe aquello de que "a río revuelto ganancia de pecadoras".
 
Várvara Petrova se estaba mordiendo la lengua de la inmensa rabia que estaba conteniendo para no intervenir todavía en la conversación.
 
- Se me olvidaba algo, señor Forero. ¡Le presento a Varvara Petrova! Ella es la que le va a entrevistar delante de los micrófonos y ella es la que se juega, con esta entrevista, si sigue trabajando para "Registro Pirata" o se busca otra emisora o termina vendiendo castañas en la puerta de la catedral de San Basilio por ver si Dios la perdona.
 
Julián Forero saludó amablemente.
 
- Es un gusto conocerla, señorita Varvara.
 
Pero ella soltó toda la rabia que tenía dentro.
 
- ¡Pues de momento para mí no lo es haberte conocido de manera personal! ¡Pero de todo tiene que haber en este mundo lleno de machistas de mierda!
 
Julián Forero sonrió antes de contestar.
 
- Lleva usted razón, Varvara Petrova. Por eso he dicho yo siempre que el machismo es una filosofía que se quedó obsoleta desde la Edad de los Gorilas. El machismo siempre es una violencia y la violencia solamente es propia de seres humanos que nunca bajaron de los árboles. Supongo que no tendrá usted inconveniente alguno en reconocer que también existen ciertas mujeres que no descienden de los monos pero que se merecerían descender de ellos. ¿O está usted en contra de la equidad de género y la igualdad que tanto pregonan las habladoras del feminismo radical intentando arrancarle a los hombres el sexo para dejarlas el campo libre? ¿Sabe o no sabe a lo que me refiero?
 
- ¡Un momento, Varvara, un momento! Lo que tengas que discutir con José Forero lo haces ante los micrófonos porque puede ser que gracias a este autor de teatro tu "Visión Mundial" siga teniendo importancia para "Registro Pirata" o se vaya a hacer gárgaras. A ver si, por fin, puedo escuchar algo que sea en verdad interesante. Ahora ve preparando tu guión porque este joven caballero y yo tenemos que hablar unos minutos más.
 
Varvara Petrova salió dando un portazo.
 
- ¡¡Varvara!! ¡¡Vuelve de inmediato aquí!!
 
La lesbiana no tuvo más remedio que volver a entrar porque no quería ser despedida en aquel mismo momento.
 
- Cuando una persona educada, hombre o mujer da igual, sale del despacho de un ser superior siempre lo hace sin armar ninguna clase de ruido con la puerta; así que vuelve a salir y demuestra que has estudiado en el Insituto Derzhavin que es uno de los mejores y más selectos de esta capital de Rusia.
 
Con mayor rabia y odio que antes, Varvara Petrova salió del despacho sin hacer ninguna clase de ruido con la puerta.
 
- ¿Sabe usted, señor Forero, quién fue Derzhavin?
 
- Gavrila Románovich Derzhavin, nacido en Kazán y fallecido cerca de Novgorod, fue el más importante poeta ruso de la ilsutración y el clasicismo desde 1780 hasta 1800. 
 
- ¡Por las barbas de Carlos Marx! ¿Cómo es posible que un autor de teatro de nacionaldiad hispano ecuatoriano sepa todo eso?
 
- Porque nadie sabe, y menos usted, que durante algunos meses estuve estudiando a fondo la Literatura Rusa.
 
Lenin Dukov se quedó tan cortado que tuvo que tragar saliva antes de poder hablar.
 
- Bueno... yo pensaba...
 
- ¿Usted pensaba que toda España y toda América está sumida en la ignorancia?
 
- ¡Caramba! ¡Menuda tunda me estás dando!
 
- Si usted cree que ser un hombre culto consiste en ir dando tundas por todos los sitios por donde pasa comete un grave error.
 
- ¿Qué error es ese?
 
- Que sólo reciben tundas culturales quienes se las merecen.
 
- ¿Me está usted insinuando que sólo soy un ignorante?
 
- Yo no insinúo nada sino que le afirmo que usted mismo cae en su propia ratonera. Quiere dárselas de importante sin saber lo que es la importancia.
 
- Yo... yo creo... creo que la importancia...
 
- No siga usted intentando ser lo que no es. Las “importancias”, y lo digo entre comillas para que sepa usted a lo que me refiero, no tienen humildad alguna y es desde ahí, desde sentir que podemos ser pasajeramente importantes para alguien, donde radica la verdadera función de la humildad. Huyamos siempre de lo absoluto en esto de considerarse alguien totalmente imprescindible. Recuerdo una anécdota de chiquillo. Jugábamos al fútbol en un equipo de juveniles llamado Esparta y en nuestras filas había una “superestrella” o, mejor dicho, alguien que se denominaba “superestrella” a sí mismo porque formaba parte de los juveniles del Atlético de Madrid. Comenzó la temporada y el egoísmo y la absoluta prepotencia de aquel muchacho, llamado Rodera, nos guiaba indefectiblemente al desastre. Los tres primeros partidos de entrenamiento fueron tres derrotas. Era el canalizador de todo el equipo, el insustituible, el absoluto dueño y señor del equipo y el equipo se hundía hasta que el líder,  un hombre muy inteligente, se dio cuenta y lo apartó del equipo dejándole en la suplencia. ¡Qué bein reaccionó el Esparta! Rodera no volvió a jugar en el equipo durante toda la temporada porque era soberbio y su soberbia le impedía aceptar la suplencia con humildad. Comenzamos a ganar partido tras partido. Todo el equipo funcionaba como una perfecta orquesta armonizada en todos y cada uno de sus elementos. Y triunfamos. Fuimos campeones aquel año. Pero Rodera no aceptó que todos somos relativamente “importantes” y jamás quiso volver a formar parte del Esparta. En el Atlético de Madrid tampoco hizo carrera y terminó por abandonar la práctica del fútbol. Ahora dambula por despachos de notarios llevando papeles de un lugar a otro en lugar de haber sido alguien como Adelardo, un extemeño de Badajoz, ciudad donde yo nací, que no sólo triunfó en el Atletico de Madrid sino que también lo hizo en la selección española y, además, se casó con la guapa hija del presidente de su club, el famoso Vicente Calderón. Ahora goza de puesto de trabajo y estatus social suficiente para ser un hombre importante en la alta sociedad madrileña. ¿Entiende ya usted cómo se deben hacer las cosas para poder triunfar en este mundo tan complejo y globalizado o sigue siendo usted como el Señor Rajuela de la serie "Los Picapiedra"? 
 
Lenin Dukov no supo si empezar a llorar o comenzar a reír pero no pudo soportar la tentación.
 
- ¡Estoy buscando a alguien como tú para mi "Registro Pirata"! ¿Quieres formar parte, desde mismo instante, de los profesionales de mi emisora de radio?
 
- Ni por todo el oro del mundo trabajo yo a cargo de un explotador que paga sueldos miserables a sus empleados.
 
- ¡Te pago el doble que a ellos si es necesario!
 
- ¡Le pido, si es que tiene usted todavía decencia, que no se arrastre como un gusano ante mí! ¡No voy a aceptar trabajar para usted ni por todo el oro del mundo! Solo estoy aquí para ayudar a Varvara Petrova a que mantenga su puesto en esta emisora que yo jamás la he escuchado en mi vida y jamás la escucharé!
 
- ¿Vienes a ayudarla sabiendo que es lesbiana?
 
- Vengo a ayudarla sabiendo que es humana. Si se lo merece o no se lo merece lo discuten ustedes dos a solas porque yo no quiero entrometerme para nada en la vida privada de ustedes dos. ¿Y si resulta que es usted un marica sin que nadie lo sepa? ¡Mírese primero la viga que tiene usted en sus ojos en lugar de ver la paja que tiene ella en los suyos! ¿Empezamos ya con la entrevista? Sólo deseo terminar cuanto antes para poder respirar aire puro.
 
- De acuerdo... de acuerdo... que empiece ya la entrevista y luego me dice si acepta o no acepta trabajar para mí si le pago tres veces más que a los demás...
 
- Qué pena me da usted...
 
Pocos minutos después comenzó la entrevista.
 
- Sabiendo que nadie en Rusia conoce a Julián Forero...
 
- Espera un momento, Varvara Petrova, porque resulta que en Rusia sí me conocen bastantes personas. Lo que no he oído nunca es que alguien en este país vaya hablando de usted ni para bien ni para mal.
 
- Quise decir que no te conocen las masas.
 
- ¿Y qué importancia tienen las masas? ¿No será tiempo de empezar a reconcienciarnos con eso de saber qué es la alienación a la que nos somete la sociedad de consumo?. Creo que hay fuerzas de poder que intentan siempre inmovilizar a las masas juveniles por el método de eliminar nuestras potencialidades a través de la destrucción de nuestras conciencias. Después de haber aclarado bien esto... ¿hablamos o no hablamos de esa conciencia?...
 
- Quienes conocemos tus obras de teatro sabemos que en ellas siempre hay mucho de toma de conciencia. Así que hablemos de lo que tú quieras porque aquí el importante eres tú.
 
- Perdona que te corte, Varvara, pero aquí y al igual que en cualquier otra emisora de radio, el único importante es el público que nos escucha.
 
Varvara Petrova volvió a mirar a Julián Forero con odio pero disimuló.
 
- Sí, claro... eso es lo que nos dicen en la Universidad... asi que hablemos de la conciencia... pro ver si todos estamos a la misma altura...
 
- Lo de estar a más altura o estar a menos altura no depende muchas veces de lo que valemos sino de cosas que todos sabemos y muchos lo ocultan. ¿Estás de acuerdo?
 
Los ojos de Varvara Petrova echaban ya fuego.
 
- Sí, claro... eso también es verdad... ¿qué le decimos al público oyente?... 
 
- Digámosle la verdad ya que tú la acabas de citar.
 
- Heblemos entonces de esa verdad de conciencia que quieres transmitir.
 
Julián Forero ya no se anduvo por las ramas.
 
- Amigos y amigas de "Registro Pirata": Las edades de Lulú, publicada por primera vez en 1989 es una novela erótica de la escritora española, madrileña de nacimiento, Almudena Grandes Hernández. Fue llevada al cine por Bigas Luna en un film de 1990. Fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del Siglo XX por parte del periódico español "El Mundo". Esta es una breve sinopsis: Sumida todavía en los temores de una infancia carente de afecto, Lulú, una niña de quince años, sucumbe a la atracción que ejerce sobre ella un joven, amigo de la familia, a quien hasta entonces ella había deseado vagamente. Después de esta primera experiencia, Lulú, niña eterna, alimenta durante años, en solitario, el fantasma de aquel hombre que acaba por aceptar el desafío de prolongar indefinidamente, en su peculiar relación sexual, el juego amoroso de la niñez. Crea para ella un mundo aparte, un universo privado donde el tiempo pierde valor. Pero el sortilegio arriesgado de vivir fuera de la realidad se rompe bruscamente un día, cuando Lulú, ya con treinta años, se precipita, indefensa pero febrilmente, en el infierno de los deseos peligrosos. A mí me interesa el mundo y lo que sucede en el mundo después de los desastres producidos por los jipis y demás elementos libertarios que predicaron y pusieron de moda "el amor libre" y aquello de "qué importa el sexo si el amor es puro" con un caiga quien caiga en una sociedad que ellos intentaron corromper, repito que caiga quien caiga aunque sólo sean niñas de quince años de edad que no tienen defensa alguna ante los poderes de su seducción. Eso es. Hacerlas adictas para convertirlas en presas de sus voraces apetitos.
 
- Me parece un comienzo totalmente sincero pero... ¿es razonable?... esas es mi pregunta, Julián.
 
- Espera un momento, Varvara. Escuchen todos ustedes, por favor, escuchen cómo acaba la vida de Lulú para darse mejor cuenta de lo que digo. Lulú, la protagonista, es al comienzo de la obra una joven de quince años carente de afecto que siente atracción por Pablo, un profesor de universidad, amigo de su hermano. Después de su primera experiencia sexual, Lulú alimenta durante años fantasías sobre aquel hombre que acaba por aceptar como permanente el juego amoroso de ella. La pareja vive en un mundo de experimentación, fantasía y acuerdos privados hasta que Lulú, ahora mujer de treinta años, decide buscar nuevas experiencias fuera de su entorno seguro, lo que la involucrará en relaciones diversas de sexo de pareja, tríos, lesbianas, travestis y orgías. Lo habéis escuchado bien: sexo de parejas intercambiadas, tríos donde no existe más que el placer sin pies ni cabeza alguna, lesbianas que atacan transformando la verdadera naturaleza de las mujeres, travestis de los del "qué importa el sexo si el amor es puro" y, por supuesto, orgías a lo Sodoma y Gomorra. ¿Creéís, jóvenes oyentes, que vosotros habéis descubierto algo? La realidad es que os metieron en la jaula después de haceros caer en sus trampas. Así que hablemos de una introducción a la conciencia y después pensad. Contad hasta diez antes de decir algo porque seguro que contando hasta diez antes de hablar permaneceréis callados o direis lo contrario de lo que ellos y ellas quieren que digais.
 
Varvara intentaba evitar el descalabro pero la audiencia estaba respondiendo con un muy alto número de llamadas para felicitar a quien hablaba; lo cual la crispaba cada vez más.
  
- Esto... entramos ya de lleno en la conciencia... 
 
- La conciencia es el pensamiento no especulativo ni abstracto, que antes de actuar al margen de la experiencia sensible, lo hace de manera concreta, operando y abstrayendo una pluralidad de significaciones. De alguna manera, diríamos que la estructura temporal de la conciencia radica en poner ordenadamente las cosas que suceden, sabiendo en dónde están, por qué están, cuándo aparecen y por qué aparecen. Leon Tolstoi, escritor ruso del siglo XIX, ya decía algo tan importante como "vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable que existe".
 
- Veo que conoces bien a los autores rusos.
 
- Los conozco bien. Pero continuemos porque eso no tiene tanto mérito ya que se obtiene solamente estudiando lo suficiente. Permitid que os poetice un poco: Voces de la conciencia son tus gritos desesperados y gestos rebeldes de humano en el furor de tu infierno. Una forma de expresar tu abandono y desconsuelo. Voces para vivir con la angustia del silencio escondido en el alma porque sufres el desprecio. Voces. Gritos de angustia plena en todo el desconcierto mientras las nubes del cielo ensombrecen tu desierto corazón de hombre olvidado o mujer olvidada en este mundo incierto. Más allá de tus penas viven los desperfectos de una sociedad injusta que tiene miles de defectos. Y en medio de la noche caminas siempre sintiendo algo en tu corazón que ni yo mismo comprendo. Quizás al salir el sol veamos un nuevo tiempo.
 
- ¿Eso quiere decir que nos quedan esperanzas?
 
- Nos quedan esperanzas si cambiamos de verdad. Escuchen esto: se disparó una idea en medio de la cabeza y empezó a nacer de nuevo. Fue un renacimiento humano al que llamó Conciencia. De pronto comenzó a sentir otra manera de ver e interpretar el mundo y, aunque al final de su segunda existencia tenía la segura sensacíón de que habría de volver a auto dispararse otra idea, notó una enorme alegría por volver a tener la oportunidad de sentir ganas de expresar sus decisiones. Sabía, estaba seguro, que lo más probable era que en esta segunda ocasión también equivocaría algunos caminares; pero se sintió feliz cuando descubrió que ahora se le presentaba la ocasión de caminar por rutas desconocidas y anheladas en su primera vivencia infantil. Nada de renuncia. A vivir se dijo. Y tomó carretera y manta para descubrir nuevas fulguraciones en su experiencia. Era la auto determinación de sentirse un poco más libre que antes. Y así hasta volver de nuevo a intentarlo en su futuro tercer renacimiento humano. Respiró y comenzó a andar...
 
- De verdad que me has dejado sorprendida...
 
- Pues todavía queda algo tan importante como todo eso. Amigos y amigas de "Registro Pirata": vamos viviendo y vamos conociendo. Al menos eso debería ser lo normal mientras duran nuestras existencias. Pero muchos están viviendo sin conocer más allá de lo simple, de lo instantáneo, de lo que no tiene proyección sino el momento que, de repente, se diluye en la inexistencia. La pregunta es ¿lo hacen para sentirse seguros y salvos? En este sentido tan limitado, el escritor español, oscense de nacimiento, Ramón José Sender Garcés, que ya falleció en 1982, decía: "la conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación". Lo paradójico es que existen muchas personas que carecen de esa clase de conciencia creyendo que van a estar cómodamente vivos siendo simplemente inmovilistas. No se dan cuenta de que el mismo universo en el que viven es la síntesis de la nulidad. Por eso, vivan todo lo que vivan, nada conocen de verdad.
 
- ¡Qué gran verdad acabas de decir!
 
- Hay algo más que matizar, Varvara. La verdadera vida es una unidad caminante, esa clase de existencia en que, una y otra vez, entramos dentro de la aventura diaria cuando cada día lo convertimos en aventura para mantenernos en forma no solamente con nuestro físico sino, sobre todo, con nuestro espíritu. Quienes no tienen espíritu no tienen existencia. Aquí se impone uno de mis pensamientos propios: lo presente es lo consecuente y lo asuente es lo inexistente. Porque la compenetración entre vivir lo que soñamos y soñar lo que vivimos es un esfuerzo de nuestras conciencias para conocer participando en la búsqueda de esa energía que tenemos que utilizar, no para usar sino para utilizar que son dos cosas diametralmente opuestas, y con ello sentirnos realmente realizados. ¿Cuestión de posesiones materialistas de cualquier ideología? Nada de eso. Yo no diría ni diré nunca que lo materialista es malo; pero tampoco diría ni diré nunca que lo materialista es bueno. Yo lo que afirmo es que la materia puede transformarse solamente en dos sentidos: hacia el egoísmo del inmovilista que no siente nada más que lo que le rodea para su provecho propio o hacia el dinamismo de quienes teniendo mucho saben observar el mundo que les rodea y por eso mismo son capaces de transformarlo pensando en los demás.
 
- ¡No he escuchado jamás mayor sabiduría sobre la conciencia!
 
- No sé medir cuánto de sabiduría contiene lo que digo pero sigo. Esto es como una competición que conlleva un mensaje bíblico: o eres del mundo o estás con el mundo. Al pensar en esto de saber o no saber donde está la razon afirmo que quienes se creen que el mensaje de la Palabra de Dios no es para este mundo se equivoca del todo. Existimos quienes sabemos que lo que dijo Jesucristo no fue para "el más allá" sino para "el más acá". Algunos predican cuestiones extra terrenales mientras se llenan las alforjas de cuetiones intra terrenales. Olvidan que, aunque sean personajes famosos dentro del círculo donde se les elogia, donde se les venera y hasta donde se les adora como si fuesen poseedores de la Verdad, no está la Verdad en ellos.
 
- Interesante...
 
- Vamos concluyendo. Oradores excepcionales, de esos que se aprenden de memoria los códigos religiosos y hojas enteras de sus libros, y a todas las religiones me refiero, solamente son discriminatorios; algo que precisamente Jesucristo rechazó. Algunos se creen que son verdaderos porque se les han nombrado líderes de opinión... mientras olvidan que las cuestiones principales son saber que somos de este mundo y solo pertenecemos al mundo posterior cuando hemos vivido en este mundo presente. Algo que se les olvida continuamente a muchos ancianos de la Palabra es que para obtener la excelencia no es cuestión de querer merecerla sino cuestión de llevarla ya dentro de nosotros en el mismo momento en que Dios nos la regaló en el instante del nacer, en el primer segundo en que nuetras madres nos engendraron con la ayuda de nuestros padres. O naces con talentos, y no olvidemos que existen talentos naturales además de talentos espirituales, o no naces con talentos. Esa es la gran diferencia entre ser un  líder o ser alguien que dirige a los demás. Hay bastantes diferencias ente ambos asuntos. Lo que sucede es que algunos creen que los líderes los designan los humanos sin saber que los verdaderos son elegidos por Dios.
 
- Eso jamás lo había escuchado antes.
 
- Pues hay que aporender más Varvara. Cuestión de carismas. Situarnos dentro de un círculo influyente no es difícil. El peligro de no saber es no poder descubrir que eso no es lo que Dios necesita. El peligro de no saber es que no se sabe por mucho que se aprendan volúmenes enteros de memoria.
 
- Terminemos ya, Julián.
 
- Terminemos. Absurda se vuelve la materia de los espejos sin luz. Es como hundirse en un vacío sin  ninguna  otra cosa que el espectral fantasma de la Muerte. No tiene ninguna clase de recompensa vivir dentro de esos espejos oscuros de las drogas, el alcohol, el sexo fornicario y la violencia de cualquier grado y clase que sea dicha violencia. Te miras en ellos y no ves más que una sombra de ti mismo o de ti misma. Nunca eres tú mismo o tu misma, compañero y compañera que me escuchas, viviendo dentro de esa clase de espejos; porque debéis saber que la oscuridad de vuestros espejos no son los míos, nunca lo han sido y nunca lo serán. Que el mío, y el de los que me acompañan sean hombres o sean mujeres, son espejos con luz incluso en las noches más negras que os podéis imaginar. Podéis hundiros si queréis hundiros, porque teneis libertad de decisión en este mundo, en esos oscuros espejos de los que os estoy hablando; pero en ellos nunca estarán vuestros "yos" y simplemente seréis, en ese caso, seres deambulando por calles sin salida alguna hasta que os derrota la Muerte. Sin embargo, ya veis, nosotros caminamos por senderos con Luz de Vida Eterna. Atrévete a salir de la oscuridad. Sólo depende, únicamenente, de saber decir NO.
 
Se acabó el tiempo. Varvara Petrovna ordenó poner música y silenció los microfonos.
 
- ¡Ha sido verdaderamente genial y creo que voy a seguir con "Visión Mundial" por mucho tiempo si es que tú quieres trabajar conmigo! 
 
- No ha sido nunca esa mi intención. Jamás he querido ni quiero trabajar en "Visión Mundial". Sólo he venido aquí porque me han invitado a venir; pero yo me gano la vida siendo auténtico y natural.
 
- ¿Cuánto quieres para trabajar a mi lado?
 
- Solo quiero irme ya dejando bien claro que he venido a "Visión Mundial" porque me lo han pedido. Lo digo para que se entere más de un soberbio de esos que van de sabios por el mundo entero. Los he conocido muy bien en América. En Quito por poner un ejemplo. No deseo trabjar en "Visión Mundial". 
 
Varvara Petrovna estaba aterrada... 
 
- Pero no me la quites por favor... te lo pido por ese Jesucristo en quien tanto crees...
 
- Yo no te voy a quitar a nadie... pero tú tendrás que darle la oportunidad que ella se merece...
 
- ¿No ves que es feliz con mi amor?
 
- Repito que no te la voy a quitar para nada pero si la encontrara por designio de Dios, cosa que es casi imposible que suceda, la enseñaría a que se mirase a si misma para saber quién es y que elija libremente lo que quiera ser. Algo que tú no ha hecho por ella nunca jamás porque primero te miras a ti misma para después volver a mirarte a ti misma. Así sois las feministas falsas y fariseas. Y ahora, quédate para siempre con tu "Visión Mundial" y dile a los productores que jamás he querido ni quiero quitarle a nadie un puesto en "Registro Pirata" porque yo ni quiero ni necesito trabajar en ninguno de sus programas. Eso queda para los soberbios que se envanecen por dominar el idioma inglés. Encontraré el trabajo que Jesucristo me ofrezca porque Él es el Camino, Él es la Verdad y él es la Vida. Dale recuerdos de mi parte al viejo Lenin y su socialismo. Yo ya no tengo nada más que hacer en Moscú.
 
Y Julián Forero se marchó tranquilamente de "Registro Pirata", salió a la calle, encendió uno de su cigarrillos "belmont" ecuatorianos y comenzó a caminar hacia el horizonte.
 
FIN DEL CAPÍTULO IV 
 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Novela.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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