La llamada continua (Novela) -Captulo 19-
Publicado en Jul 14, 2017
Mientras el anciano ya centenario Valdimir Putín y su invitado de honor, el misionero ya octogenario Andrés Lope de Gamarra y Rueda, habían decidido pasar todo el día hablando de miles de ideas para el futuro de "VALPU", la jovencísima Dascha Stáchova y el joven Julián Forero decidieron estar a solas hasta que llegara la noche. Dascha le había propuesto a Julián visitar el Kremlin de Tobolsk: una ciudadela fundada por exploradores cosacos en el siglo XVI, capital histórica de Siberia, alejada del Transiberiano y situada en lo alto de una colina. Paseando entre las iglesias de bovedas doradas y acules, torretas y los dos museos de historia, llegaron hasta la puerta de la cárcel, donde estuvo condenado el famoso escitro Fiódor Dostoievski. Y recostados sobre el muro lateral de dicha cárcel hablaban completamente liberados de cualqueir clase de prejuicios.
- Sin ti me voy a encontrar muy sola. - ¿Quién te ha dicho que te voy a dejar en el olvido? - ¿Es posible quedarme siempre a tu lado? - Voy a ser completamente sincero... y espero que tú también lo seas... - Lo estoy siendo desde que te conocí. - ¿Te gusta seguir viviendo en Rusia? - ¡Estoy deseando desaparecer de aquí! Sólo conozco a numerosos grupos de hombres tan salidos que me gustaría haber nacido igual que un cardo borriquero en lugar de tener que soportar tanta belleza. - En cierto modo llevas razón, Dascha. ¡Por aquí hay muchos borricos! - Supongo que te estás refiriendo a lo mismo que yo estoy pensando. - Pue sí... me estoy refiriendo a los burros salidos del todo... - ¡Jajajajaja! Veo que has imaginado muy bien lo que te estoy confesando. - Sí. Y son escenas muy poco agradables para chicas como tú. - Me siento paloma acosada por mil buitres carroñeros. - Y, a cambio de salvarte de ellos, no quieres caer en las garras de un gavilán. - Por supuesto que es eso. Lo adivinaste sin que yo te lo dijera. Se trata del Alcalde Kiriliov. - ¿Te estuvo proponiento llevarte a la cama sin que "Lady Gaga" se enterara? - Es fácil hablar contigo. Eso es lo que me estuvo proponiendo siempre. - ¿Qué excusas ponía? - Que tuviera realciones sexuales con él por el bien de la causa revolucinaria. - ¡Hostias! ¿Un nostálgico del comunismo ateo? - Más que un nostálgico de comunismo ateo yo lo defino como un enfermo mental de esos que añoran a Stalin. - ¿Porque Stalin es Dios? - ¡Jajajajaja! ¡Lo has cogido a la primera! Según Kirilio Dios no existe porque Stalin se enfrentó con Dios y lo mató siguiendo las enseñanzas de Lenin. - De acuerdo. Ya me parecía a mí que se prestó rápidamente, y sin pensarlo dos veces, a darte asilo en su propia vivienda. - A cada uno que voy conociendo le gusto más y cada uno que voy conociendo me gusta menos. - No te apartes de tu felicidad, Dascha. No te has liberado de un acoso feminista para caer ahora en un acoso machista. - A veces me dan ganas de escupirles a la cara; porque mientras vivió Varvara Petrova ninguno de ellos a atrevía a dirigirme la palabra por causa del miedo; y ahora sólo me dicen palabrotas porque creen que estoy desamparada. - A eso yo lo llamo cobardía, Dascha. - Oriéntame, por favor. - Primero veamos a lo que te estás enfrentando. Se llama cobardía, pereza y soberbia: tres formas machistas de rer la vida. Hace unos meses una amiga mía que vive en Kenia me envió una oración que muchas personas elevan allí: “Dios y Señor, líbrame de los cobardes que no se atreven a enfrentar la verdad, de los perezosos que se conforman con medías verdades y de los soberbios que creen que lo saben todo". - Y me hacen llorar... Julián Forero volvió a acariciar una vez más aquel bellísimo rostro para que no surgieran las lágrimas. - No tengas miedo, Dascha. Los cobardes nunca atacan de frente, los perzosos nunca atacan en pie y los soberbios nunca atacan a la vista de los demás. Así que es mejor que no pienses jamás en ellos. - ¡Van a matar a la libertad que tanto pregonaban con tanta osadía! Ahora mismo ya no sé lo que tengo que hacer. - ¿Y la niña que llevas dentro? ¿Qué pasa con la niña que llevas dentro? - No quiero hablar con nadie de la niña que llevo dentro nada más que contigo. Espero que nadie más lo sepa. No tienen derecho a saberlo. Solamente puedes entenderla. - Entonces háblame un poco más de ella. - Cada vez que contacto contigo la siento con más alma digan lo que digan los demás. Y es grande porque es todo un canto de amor. - ¿Quieres que te cuente algo verdaderamente bello? - Cuenta por favor. - Hablan la niña y el duende. ¿Puedes ir imaginándolo mientra lo voy contando? - Puedo. - ¿Qué me traes hoy, mi verde esperanza? - Una bella canción en forma de estrella- - Quiero que sea una estrella alegre, como esas que corren fugaces por el cielo. - Así será, pequeña sonrisa. Una canción fugaz… - Duende… ¿es la fugacidad la estación de los sueños?... - Para ti sí, mi amor pequeño. - ¿Y para ti? - Para mí sirve cualquier momento. - ¿Qué es cualquier momento?. - El instante en que tú descuelgas tu presencia por el tobogán de mis emociones. - Y cuando acabe el canto… ¿qué me quedará como recuerdo? - El pálpito del eco de una dulce voz como flor de lluvia. - Que sea un lirio silvestre, por favor… - Así será. Un lirio silvestre rodeado de margaritas. - Empieza ya… - Margarita… ¡está linda la mar!... - ¿Cómo es el mar, Duende? - El lugar donde siempre encontraremos nuestro idéntico afán. Sin paisaje ni memoria. Solo con los contornos de nuestro afán. - Sigue… - Margarita… ¡está linda la brisa que se abraza a tu mirada!... - Por eso siempre querré que tú seas mi Duende. - Está bien. Yo seré siempre tu Duende y tú la margarita donde dormirá toda mi existencia. - Te quiero Duende… te quiero mucho… - Escucha, mi pequeño amor… ¡está linda la estrella!... - Déjame alcanzarla… - Alcánzala hasta que todo el cielo te envuelva de aromas. - Sigue, Duende, sigue… - Margarita… ¡está linda la luz!... - Dame tus brazos para poder dormirme entre ellos mientras sigue la canción de tu luz. - Margarita… ¡está linda la paz!... - Julián... quiero irme de Rusia para poder vivir de esa manera... - ¿Quieres ir a España conmigo? - ¿No es eso un imposible? - No, Dascha. No es un imposible. - Sí quiero. - Entonces espera a que haga una llamada. - ¿Tienes que llamar a alguien para que yo puedar ir a España contigo? - En algo tienes que trabajar para que no te expulsen. - ¿Y ese trabajo me lo va a ofrecer tu amigo? - Te prometo que sí. Se llama Emidio Torrens Toledano. Barcelonés afincado en Madrid. Tienes solamente 28 años de edad y ya es millonario. Un solterón que no encuentra chavala con la que casarse porque no tiene tiempo para el amor. - ¿Qué es eso de que no tiene tiempo para el amor? - Sus negocios le ocupan las 24 horas del día. Amanece con los negocios dentro de su cerebro y se duerme con los negocios dentro de su cerebro. - ¿Y necesita que alguien le eche una mano? - ¡Exacto! Necestia que una chavala como tú trabaje con él en la labro de ayudante de la Gerencia Superior! - ¿Yo de ayudante del Gerente Superior? ¿Me estás contando un chiste, un cuento de hadas , una fábula o una fantasía? - Si eliminas esas cuatro cosas... ¿qué es lo que queda?... - ¿Una realidad? - Ahora mismo lo vas a saber. Julián Forero sacó del interior de su cazadora de color negro el último modelo de móviles con control remoto y marcó un número. Alguien respondió rápidamente. - ¿Soy Emidio Torrens Toledano? ¿Quién es usted y qué desea? - ¿Es que estás ya tan atontado que nos sabes más que estár trabajando? ¿Quién te imaginas que puedo ser? - ¡Hostias! ¡Joder! ¡Tu voz me suena a la de Julián Forero! - ¿Y por qué no puedo ser Julián Forero? - Yo creía que habías desaparecido para siempre... - ¿Subiendo en un caballa alado hasta el Cielo como dicen de ese farsante con turbante? - ¿Farsante con turbante? ¡Jajajajaja! ¡Si lo estás diciendo por Mahoma es que eres de verdad Julián Forero! ¡¡Farsante con turbante!! ¡¡¡Que me descojono de risa!!! - No te rías tanto que es El Profeta de la ETA y los tuaregs de la meseta rogando siempre una receta para su fea careta. - ¡Jajajajaja! ¿Les estás llamando feos! - Por no llamarles horrorosos debido a lo de "Señor ten piedad porque no son ni ligones". - ¡Jajajajaja! ¡Deja ya eso y dime qué es de tu vida! - Estoy en Rusia. - ¿Y se puede saber qué haces tú en Rusia cuando todos creen que estás en América? - Buscando a la chavala que necesitas para que te ayude en la Gerencia Superior y mira por dónde la he encontrado. - ¿Me lo dices de verdad o me estás bacilando como casi siempre? - Te hago una apuesta, Emidio. Si llego con ella a tu despacho y descubres que es verdad le das inmediatamente el trabajo y si llego solo me mandas al carajo. - ¡Jajajajaja! ¡Hecho! ¡Vale la pena saer qué sorpresa me das! - En un para de días estamos allí. - Espero hasta un mes si es necesario. - Sólo necesito un par de días nada más. - Si es cierto que merece la pena os invito a los dos a la cena. - Pues ya verás que está buena y que merece la pena. Ante el asombro de Dacha Stáchova, Julián Forero cortó la comunicación. - ¡Ya está, preciosa! ¡Acabas de ser contratada como Ayudante de la Gerencia Superior de la Empresa de Importaciones y Exportaciones "Laedib", con sede en Móstoles pero de alcance mundial. - ¿Qué es Móstoles? - Una ciudad tan cercana a Madrid que merece la pena intentarlo. En Móstoles no te vas a aburrir jamás y en Madrid mucho menos. Recuerda que vas de Ayudante de la Gerencia Superior y eso quiere decir Paseo de la Habana. - ¡Jamás voy yo a Cuba a sufrir de pobreza extremas por culpa del loco Castro! - No. Me estoy refiriendo al Paseo de la Habana de Madrid. - ¿Pero puedo saber cómo lo hacemos? - Ahora mismo regresamos a la granja del Señor Putín y, a través de Internet, sacamos dos billetes de avión para España en el primer vuelo de mañana por la mañana. - ¿Y cuándo nos da tiempo para el viaje) - ¿Te lo digo cantando? - ¿Tienes ganas de cantar? - Para una chica como tú siempre tengo ganas. - ¡Jajajajajaja! Canta. - ¡Dejaré mi tierra por ti dejaré mis campos y me iré lejos de aquí. Cruzaré llorando el jardín y con tus recuerdos partiré lejos de aquí. De día viviré pensando en tu sonrisa de noche las estrellas me acompañarán serás como una luz que alumbra en mi destino me voy pero te juro que mañana volveré. Al partir un beso y una flor un te quiero una caricia y un adiós. Es ligero equipaje para tan largo viaje las penas pesan en el corazón. Más alla del mar habrá un lugar donde el sol cada mañana brille más forjarán mi destino las piedras del camino lo que nos es querido siempre queda atrás! - Julián... - ¿Qué sucede ahora... - Nada. - Pues algo me has querido decir. - ¿Cómo es este tal Emidio Torrens Toledano? - Te va a gustar. Y en la mirada de Julián se vio un destello de luz. - Es extraño... - ¿Qué es extraño? - Observar tus ojos en algunas ocasiones. - No se lo cuentes a nadie. - ¡Jajajajaja! FIN DEL CAPITULO XIX
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